Capítulo 13. Un faro

POV Annabeth

Brooklyn siempre ha sido un lugar donde encontrar cosas poco habituales pero lo que me había imaginado ver era una pirámide egipcia.

A primera vista parecía una casa normal pero en cuanto enfocadas un poco los ojos y apartabas la niebla su a auténtica naturaleza se revelaba. Había sido transformada recientemente y la magia responsable era claramente demoniaca ¿que como lo sabía? Porque igual que podía notar La Niebla podía notar esa magia, revoloteando en torno a la pirámide.

Me mordí la lengua antes de mencionarle nada a Will, si le decía que tenia aún más poderes nuevos solo iba a conseguir preocupar más a mi semidiós médico.

Habíamos quedado con Sadie Kane lo bastante cerca para poder ver claramente la casa pero lo suficientemente lejos para poder escondernos de su vista. Parecía inquieta y dada la situación lo entendía.

-Es una auténtica locura, esa mujer llegó hace unos días a la casa diciendo necesitar ayuda, desde el primer momento todos los chicos estaban muy amables con ella - explicó Sadie- No le di importancia porque ya sabes…. hombres.

Sadie ( y puede que inconscientemente yo también) dirigió una mirada rápida a Will después de decir eso. El aludido se sintió ofendió.

-Ejem chicas os recuerdo que yo bateo en vuestro equipo - se defendió.

-La cuestión - continuó Sadie - Es que pronto empezó a actuar como una reina, mandado que le trajeran libros mágicos a sus aposentos y usando a los chicos como criados. Antes de que nos diéramos cuenta las chichas habían sido encarceladas y yo habría sufrido la misma suerte de no ser por Walt- dijo con la voz un poco quebrada.

-¿Walt? - preguntó Will.

-Mi novio, el …. comparte cuerpo con Anubis ( si ese Anubis), es largo de contar pero él y Walt son uno ahora. Cuando Satanna vino a por mí él puedo resistir su poder y abrirnos un camino a través de la Duat - Sadie paró un momento y pude ver cómo se le humedecían los ojos- Pero el hechizo de Satanna había echado raíces en el aunque se alejara de ella no iba a poder resistirlo mucho tiempo. Tuvo que volver una vez estuve a salvo y cerrar totalmente la Duat antes de sucumbir a su control. No tenía a nadie a quien acudir.

Abracé a Sadie podía sentir su dolor y su frustración tan claramente como sentía la magia que hermanaba de la pirámide.

-Escúchame Sadie, te prometo que vamos a entrar en esa casa y sacar a ese bicho maligno de ahí aunque sea de los pelos.

-Gracias amiga- respondió la maga- Pero quiero evitar un enfrentamiento directo a ser posible. No es solo por que tenga a los chicos completamente subyugados, es un también tiene prisioneras a las chicas en algún lugar de la casa.

-Además no sabemos de lo que es capaz, por lo que me contó Nico Belasco era muy poderoso, si esta mujer está a su nivel podemos tener serios problemas para vencerla.

Sadie se levantó y se puso a caminar de un lado a otro.

-Necesitamos algo para inmovilizarla totalmente, hay una reliquia mágica que solía usar la novia de mi hermano, Zia Rashid. Las siete cintas de Hathor tienen el poder para atrapar a un dios.

Sadie me miró y supe exactamente lo que estaba pensando ( literalmente lo supe).

-Tenemos que entrar en esa casa y liberar a Zia, tener una trampa a Satanna y romper el hechizo de amor que ha puesto sobre todos los hombres.

Esta vez fue Will el que se levantó.

-Pero Annabeth no podemos entrar ni usando tu gorra invisible, la pirámide está rodeada por una barrera y … y … ¿por qué estáis sonriendo? ¿por qué me miráis las dos?

Sadie habló primero.

-Verás el hechizo de Satanna se basa en la atracción sexual y dado que a ti no te gustan las mujeres …

-No - respondió Will.

- Además antes hemos visto que ha entrado un grupo de chicos y han bajado la barrera para ellos. Satanna debe estar reclutando mortales con su magia- continué.

-¡NO! - gritó Will.

- Escucha Will, es nuestra mejor baza. Yo puedo usar una ilusión para que no me vean y así acompañaros. Podemos entrar las dos ocultas mientras tú nos abres la puerta.

Will suspiro mientras se masajeaba la frente.

-Da igual cuantas veces diga que no ¿verdad?

La nueva faraona Satanna se estiró en su trono, ella opinaba que gobernar le sentaba bien y tener adoradores aun más.

El único defecto que veía es que todos los chicos de la casa de Brooklyn eran demasiado jovenes para sus gustos, pero para eso estaba reclutando gente del exterior.

Las llamas que rodeaban a su trono crepitaron con más fuerza de lo normal ( por supuesto su trono estaba rodeado de un estanque de un foso con llamas, era la tendencia de cualquier lord demoníaco que se preciara de serlo) y una voz le habló a traves del fuego y del humo.

"Ya están en tus dominios"

-Ya lo se aguafiestas - gruñó ella- Esa chica es como un faro andante para los que saben leer su poder. Por suerte aun no es consciente de la fuerza que está manejando.

"La necesitamos con vida Satanna, es una parte crucial del plan"

-A ella si, pero no a sus amigos- sonrió la sucubo- En cualquier caso vale más prevenir que curar.

Satanna se incorporó ligeramente y cogió un libro de un montón que habia dejado junto al trono.

-Este libro recoge toda la información que pudieron conseguir los hermanos Kane sobre el Faro de Serapis, tras su desafortunado encuentro con el dios híbrido. Creo que lo encontrarás muy instructivo.

La diablesa lanzó el libro al fuego donde se prendió de llamas azules y se desvaneció sin dejar rastro.

"Satanna… Satanna… con esto no sabes lo cerca que estamos. Las magina Romana está debilitada, Poseidon está en su momento más bajo desde que tiene memoria, y tengo una idea para debilitar a Hades…"

Satanna se levantó molesta.

-¡Más vale que sea más que una idea! - gritó furiosa - ¿Si los ejercitos de los muertos se alzan en todo su poder contra nosotros de que habrá servido todo esto?

"Tranquila querida amiga , confía en mí. En el arte del embuste soy un profesional"