Los personajes no me pertenecen son creación del gran Akira Toriyama. La trama e historia si son idea original mía.
En cualquier momento, todo puede cambiar. Siente el viento en tu hombro. Por un minuto, todo el mundo puede esperar, deja ir el ayer.
¿Puedes oír el llamado? ¿Puedes sentirlo en tu alma? ¿Puedes confiar en este anhelo y tomar el control?
¡Vuela! Abre la parte de ti que quiere esconderse. Puedes brillar. Olvida las razones por las que no puedes en la vida y empieza a intentarlo, porque es tu momento, momento de volar… — Fly, Hilary Duff
Planeta Vegita
Estando frente a frente a Vegeta en ese enfrentamiento silencioso de voluntades, Paragus supo que no valía la pena devolverle el insulto velado dicho por éste a Kale, al decir que ella se le ofrecía, ¡Era un mentiroso y además se atrevía a insultar a una mujer tan poderosa y hermosa como era ella! Ya pronto llegaría el momento de cobrarle todos esos insultos, pero aún no era el tiempo de hacerlo.
Justo en ese momento Sook le había informado a través de su comunicador personal el éxito de la otra misión: Broly había podido recuperar, a Suzuke, a Chard y para beneplácito suyo, encontró un premio aún mayor, tenían en sus manos a la ramera de Vegeta.
Es por eso que simplemente detuvo a Kale, quién arrebatada por la furia iba a responderle a Vegeta. Él la retuvo con un brazo, mientras se reía fuertemente, rompiendo así el silencio que se había instalado en la habitación.
— Vegeta, Vegeta. Tan arrogante como tu padre. Crees que eres mejor que él, tal vez eres un poco más poderoso pero definitivamente no tienes ni la mitad de la pericia ni la destreza de tu predecesor. Siempre lo aborrecí y no entendí nunca lo que tú madre vio en ese inútil, esa mujer simplemente fue otra decepción, resultó ser una mujerzuela interesada que vio una mejor oportunidad de tener mejor status al abrirle las piernas al rey que a alguien de menor rango.— Decía mientras encogía los hombros indiferente.
—Disfruté tanto cuando me enteré que ese lagarto la mató, hubiera dado muchas cosas por estar en primera fila y ver la cara de tu padre...—
Vegeta simplemente se rió mientras se levantaba de su asiento y se acercaba al gran ventanal que había en la enorme sala de juntas y veía el rojizo panorama— Veo que te llenas la boca repitiendo las mismas viejas historias.— Decía con tono indiferente casi rayando en el aburrimiento.
— ¿Acaso creíste que lo que el gusano de Freezer le hizo a mi madre le importó a mi padre o siquiera me importó a mí? —Se rió con más ganas mientras se recargaba en el ventanal.
— Si ella fue lo suficientemente débil para no soportar un castigo como ese, realmente no merecía vivir.—
Todos los demás saiyajines incluido Paragus y Kale, con excepción de Radditz y Nappa, tuvieron que reprimir un escalofrío que los recorrió completamente al escuchar la fría indiferencia con la que Vegeta contaba las cosas. Dejando en claro que nada de esos recuerdos le afectaba en absoluto.
Incluso Piccoro y Gokú sintieron el mismo estremecimiento que los demás, aunque mientras el saiyan criado en la tierra se preguntaba cuánta de esa indiferencia era verdadera, no le quedaba lugar a dudas de que Vegeta era excelente ocultando sus verdaderas emociones pues incluso él mismo no sabía con seguridad cuánto de eso era actuación y cuánto no.
Piccoro por su parte tuvo que refrenar el estremecimiento que mi recorrió, aunque a diferencia de Gokú que creía que parte de lo que el príncipe saiyajin decía era actuación, para él no cabía duda que Vegeta era un asesino desalmado, y aún así notaba que los otros dos saiyajines frente a él no eran mejores.
A decir de Piccoro el saiyajin de raza pura más rescatable era Son Gokú. Escuchó la respuesta gutural de Vegeta.
— Resultas ser un viejo patético atascado en los recuerdos Paragus. Aún así no podemos perder más tiempo en estas tonterías... Todos sabemos aquí que las únicas personas en cometer perjurio en contra de su príncipe y futuro rey, es ella y tú— Señaló a Kale y luego prosiguió — Y que ustedes dos cometieron un acto traición y alteraron la unión que generé con ella y por tanto al ser inválida al no ser Chard un hijo mío, ella y tu merecen la pena máxima saiyajin.
—Por consiguiente serán ejecutados. — Se dirigió de nueva cuenta hacia su asiento como si estuvieran hablando de cualquier cosa.
— Así que su ejecución será inmediata, ¿Alguna duda?— comentó Vegeta con ese aire de altanería que lo caracterizaba.
Paragus simplemente lo miró divertido, — ¿Y quién se supone que me obligará a aceptar las palabras de un pobre diablo como tú?—
Nappa que ya estaba cansado de tanta insolencia se levantó — Creo que hemos tenido suficiente de esto, Príncipe no necesitas ensuciar tus manos con basura como esta, permíteme encargarme de Paragus...— Comentaba serio el saiyan.
Pepper hizo eco en lo dicho por Nappa, — Príncipe, permite que sea yo quien acabe son la basura de Kale, ella no merece ni siquiera una muerte honrosa por tus manos—
Vegeta los miró entretenidos, pero antes de decir nada más fue Paragus quien habló.
— Lo que me impresiona no es que este bufón que en verdad se cree príncipe crea que puede darnos una sentencia de muerte y que pretenda que la acatemos.—
Decía mientras sentaba a Kale nuevamente en sus piernas y ella divertida obedecía lo que él quería y se abrazaba del cuello del saiyan mientras en forma descarada le robaba un apasionado beso al mismo.
— Lo más interesante es ver a toda la bola de ineptos alrededor de él que de verdad le siguen el juego y lo tratan como un príncipe cuando es un don nadie, tan mediocre o más de lo que era su padre.—
Permitió que Kale se levantara de su regazo mientras ella como una gatita perezosa se estiraba, haciendo rabiar más a Pepper y a Caulifla mientras Paragus seguía hablando —Tienen la oportunidad de elegir en este momento el bando correcto, si deciden seguirme olvidaré cualquier ofensa anterior y comenzaremos de cero, si deciden continuar haciendo cabriolas ante un bufón...— se rió despectivamente — Bueno merecerán la muerte indigna a la que serán sometidos.
La carcajada y aplausos de Vegeta no se hicieron esperar — ¿Tan desesperado estás Paragus porque alguien más aparte de Kale te reconozca como su líder?
Vegeta se levantó de su asiento lentamente, acercándose con paso calmo a donde el otro saiyan y Kale estaban.
—Yo no me creo un príncipe Paragus— Decía mientras una carcajada aún mayor se escuchaba por parte del saiyan.
— ¡YO SOY EL PRÍNCIPE DE LOS SAIYAJINES! Siempre ha sido mi prerrogativa, desde antes de mi nacimiento así fue establecido, la sangre de muchos reyes, de mis ancestros que gobernaron Vegita y que corre por mis venas así lo establece. Un bufón como tú puede intentar querer exigir obediencia pero ninguno de ellos te la dará...— se paró frente al otro saiyan quien lo veía enojado.
— Puedes exigirles obediencia misma que jamás obtendrás, ninguno te llamará príncipe, ninguno bajará la cabeza ni se hincará ante ti, ¿Sabes porqué?— Sonreía malicioso mientras lo veía.
Kale se sentía furiosa no solo por la forma en que Vegeta le hablaba a Paragus como si fuera una sanguijuela sin valor, sino porque en todo momento solo hablaba y miraba al otro saiyan, empezó a sentir el desagrado y enojo crecer en ella ya que el príncipe saiyajin jamás le dedicó una sola mirada, cuando tanto ella como Paragus habían orquestado la traición, el que la ignorara como si ella no importara empezaba a hacer mella en la mujer.
Vegeta continuó — Supongo que no contestas porque
sabes respuesta y es humillante para ti, bufa todo lo que quieras pero así como ellos— señaló al resto de los saiyajines presentes, cualquier otro saiyajin que esté aún con vida en el universo, al saber de mí o conocerme, en automático bajará la cabeza y me respetará por que YO SOY VEGETA IV, HIJO DEL REY VEGETA III Y ¡PRÍNCIPE DE TODOS LOS SAIYAJINES!—
Miró burlón a Paragus mientras continuaba, — Y... ¿Quién eres tú para todos ellos? Un simple saiyajin más que conocerán y del que desconfiarán, jamás tendrás la lealtad del resto de tu raza, jamás significarás lo que YO SIGNIFICO para ellos, ¡Lo que el príncipe Vegeta significa para cada saiyajin que esté con vida!—
Paragus se sentía furioso y humillado, Kale se levantó de inmediato de su regazo al sentirlo tensarse, pues éste no aguantó un minuto más y se levantó de su lugar intentado golpear al príncipe saiyajin.
«Te tengo»
Fue el único pensamiento de Vegeta sonriendo socarronamente mientras la pelea entre ambos comenzaba...
Espacio Sideral nave zerkiana
El príncipe de zerk estaba realmente preocupado por los que estaba sucediendo en Vegita en esos momentos, no habían tenido noticia alguna de la situación en el planeta de los saiyajines y suponía que la batalla si aún no había comenzado estaba a nada de suceder.
La voz de Tights lo sacó de su ensimismamiento —Sé que Bulma debe estar ahora con Gokú y Vegeta... Y casi puedo apostar que están bien, pero el no saber de ellos me está volviendo loca—
En la mente de la rubia aparte de su hermana estaba la imagen del atractivo hermano de Gokú: Radditz.
Sekket la miró mientras le sonreía amable — Esperemos saber pronto de ellos aunque calculo que tal vez sabremos algo hasta mañana...—
Fue lo que casual comentó, mientras Tights se quejaba —Esta espera me están matando.— mientras se dejaba caer en un sillón al lado de donde hallaba sentado el príncipe Sekket.
Tights miró la hermosa nave zerkiana con aburrimiento, si bien era una de las naves de viaje bélicas más equipadas y cómodas para travesías largas, estaba fastidiada de sentirse atrapada ahí, la claustrofobia comenzaba a hacer mella en ella.
Sekket la miró mientras ella veía de reojo todo el sitio, entendiendo en donde seguramente estaban sus pensamientos — Las guerras y más entre saiyajines son caóticas Tights, solo nos queda esperar... Aunque si te soy honesto lo que más me preocupa a mí es la bomba de tiempo que tenemos con nosotros— Comentó en el tono más casual que pudo, pero el comentario no pasó desapercibido para ella. Quién de inmediato se enfocó en este.
— ¿A qué bomba de tiempo de refieres?— confusa preguntó.
Sekket se levantó de su asiento, ella lo imitó y se miraron de frente, Tights tuvo que reconocer que el príncipe de Zerk era una persona muy atractiva, entendía el porqué de la turbación de su hermana cuando estaba cerca de éste. Sin duda era realmente alguien a quien un humano podía considerar extremadamente guapo.
Él intentó explicarlo con el mayor tacto posible mientras veía una de las cámaras que monitoreaban el centro de entrenamiento de la nave. En la imagen podía verse a Gohan y a Trunks practicando juntos.
La mirada de Tights se dirigió a la pantalla, Sekket aprovechó y con su voz suave y varonil habló mientras señalaba lo que veían en el monitor, —me refiero a Trunks—
Ella sintió que algo se removió en sus entrañas al escucharlo — ¿A-a q-que te refieres Sekket?— No le había gustado nada lo que había dicho, ante la ausencia de su hermana ella era lo más cercano que tenía su sobrino, y mantenía la guardia alta.
Sekket suspiró mientras una mirada melancólica se reflejaba en esos ojos grises acquamarinas. — La fisionomía de los saiyajines es asombrosa, el tiempo que ellos han estado entrenando los he monitoreado para entenderlos más, su agilidad, su fuerza pero también los niveles de energía que ellos generan— Decía mientras veían a los dos saiyajines reír y entrenar por medio del monitor.
Volteó a verla, — Sin embargo así como con asombrosos pueden llegar a ser muy peligrosos, sobre todo los infantes que aún no están lo suficientemente entrenados y a los cuales un cambio abrupto en sus emociones puede hacerlos perder el control — decía volteando a ver en específico a Trunks.
Tights sintió un estremecimiento recorrerla.—Pero mi sobrino se ha comportado muy bien...— no gustándole a donde iba esta conversación comentó, a modo de dejar claro su pensamiento.
Sekket no la contradijo sin embargo comenzó a mostrar algo más en los monitores.
—Mi equipo ha grabado y monitoreado la actividad de los saiyajines durante su estancia en esta nave, por favor observa las secuencias cuando Trunks pelea con Gohan el nivel de lo registrado aunque elevado es estable, pero las veces que el pequeño ha vuelto a preguntar por su madre, a pesar de estar sereno, su nivel de energía se dispara—
La rubia Briefs de pronto se sintió bastante tensa, no le gustaba nada el cariz que esa situación estaba tomando.
— Es normal que pregunte por el, cómo lo hace cualquier niño que extraña a su madre, aún así como tú lo puedes ver él se encuentra bastante tranquilo, no entiendo a donde quieres llegar...— Volteó a verlo, pero la relativa tranquilidad que había estado sintiendo hasta ese momento se evaporó con el rumbo que tomaba la conversación.
—¿Has pensando que va a ocurrir si Trunks pierde el control? Estamos en una nave, solo el material del que está hecha la misma nos mantiene protegidos del letal vacío del universo, sin oxígeno y con temperaturas extremadamente bajas afuera, además de la gran cantidad de rayos letales de radiación existente, estaremos muertos en instantes. Hay pocas razas que podrían aguantar al menos un tiempo ese letal y hostil paisaje, ninguna de nuestras razas sería una de esas...—
Tights definitivamente estaba empezando a alarmarse. — Príncipe Sekket, ¿A dónde quieres llegar?— decidió que era momento de escuchar sin rodeos lo que el zerkiano quería decir.
Sekket sabía que tal vez lo que iba a decir no le agradaría a ella, y menos a Gohan, pero era necesario. La integridad de la nave estaba de por medio, no se lo dijo a ella pero el hecho de que Trunks fuera más saiyajin que humano, que la raza dominante en su fuerza, fuera la del padre lo hacía peligroso aún cuando no fuera la intención del infante.
— En algún punto Trunks perderá el control de sus emociones, si eso llegara pasar y si su ki se eleva demasiado, la integridad de la nave y de todos nosotros se verá en riesgo, llegado ese momento deberé usar algo que desarrollé pensando que esto podría suceder — Decía mientras le mostraba en la pantalla de la computadora el collar y la pulsera en la que Sekket y su madre habían estado trabajando.
Tights alarmada lo miró — NO. Te prohíbo siquiera sugerirlo, JAMÁS permitiré que le pongas eso a mi sobrino.
Sekket sabía que no sería algo que le agradaría a la hermana de Bulma, estaba consciente que esto sería un tema espinoso, pero no había marcha atrás.
— De hecho ya lo tienes puesto Tights, Bulma estaba de acuerdo con estos...—
La rubia lo miró sorprendía e indignada, un nudo en la garganta le cerró la misma. — No me importa que Bulma lo haya aceptado, ella no está aquí y mientras esté a cargo de mi sobrino YO TOMO LAS DECISIONES SOBRE SU SEGURIDAD—
Furiosa decía mientras golpeaba con los puños la mesa.
Sekket sin perder la calma comentó — Son necesarios, están hechos para controlar la energía que despide el pequeño en caso de que se salga de control, la intención es controlarlo si eso sucede, nada más.
— ¿Y que pasa si eso lo enfurece más y eleva más su ki? ¿Qué es lo que harán esos aparatos para detenerlo?—
Tights no era tonta sabía que para controlar la energía en el peor de los casos debería tener alguna capacidad oculta ese aparato para garantizar la supervivencia de la nave y la tripulación, había visto cosas así antes y en esos casos se priorizaba la vida de la mayoría sobre la del individuo, estaba asustada de que éste fuera uno de esos casos.
— No voy a permitirlo— tajante dijo.
Sekket suspiró — La decisión está tomada Tights, mi gente está arriesgándose en esta misión y como regente a veces debo tomar decisiones que pueden ser catalogadas de insensibles pero no es así, además Bulma lo ha autorizado...—
Lo que comentaba el príncipe zerkiano no era del todo cierto, aprovechó cuando Bulma estaba preocupada por otras cosas y considerando la confianza que ella depositaba en él logró hacer que ella le colocara los
dispositivos al niño. Le había dicho que eran para ayudar a Trunks a monitorear su ki y ayudarlo a mantenerlo estable, lo hizo sonar como inofensivo.
Siendo justos con el zerkiano, el dispositivo mayoritariamente era inofensivo, pero tal como Tights había insinuado en el peor de los escenarios dejaba de serlo, si bien no era letal como ella se temía, lanzaría una descarga eléctrica tan fuerte que para un humano común sería la muerte, para un saiyajin no lo sería pero lo haría quedar inconsciente y bastante herido
Trató de calmarla, — Una vez que estemos en la tierra podremos quitarle eso a Trunks, te doy mi palabra, así también te doy mi palabra que solo se usará como último recurso— Prometió formalmente, mientras la rubia sentía su corazón palpitar demasiado fuerte por la situación, necesitaba hablar con Gohan, para hallar una solución y quitarle cuanto antes a su sobrino ese collar y ese brazalete...
Planeta Tierra
Milk se hallaba demasiado preocupada no habían tenido noticias de Gokú después de que les informó que dejarían a Gohan y a Trunks en una nave amiga y él y Piccoro irían rumbo al planeta Vegita, había intentado mantenerse ocupada con muchas actividades pero nada la hacían olvidar el hecho de que su esposo se hallaba al otro lado de la galaxia.
Había lavado como loca las colchas y sábanas de toda la casa y toda la ropa que halló para intentar olvidar ese hecho, Goten quien ahora era su única compañía vio como su madre cargaba con esfuerzos los grandes cestos de ropa limpia mientras se acercaba a los tendederos para colgar la ropa, —¿Quieres ayuda mamá?— Preguntó el pequeño con ese aire de inocencia que la tierna infancia da.
Sabía que su pequeño hijo había dejado de preguntar si podrían a hablar con su padre y su hermano por medio de una llamada por temor de poner triste a su madre, Milk intentó recomponerse.
«Debo ser fuerte...»
— Si me ayudas a colgar la ropa, entrenaremos después para sorprender a tu papá cuando vuelva y vea lo fuerte que te has vuelto— Miró con amor a su pequeño hijo, mientras le daba la propuesta.
Goten emocionado asintió — ¡Si mamá ahora te ayudo!— Antes de irse Gohan le había comenzado a enseñar a volar, si bien aún le costaba hacerlo a grandes alturas, lo usaba para colgar más rápidamente la ropa que su madre había lavado.
Mientras en su mente Milk la daba una plegaria a Dendé, como el Kamisama que era, pidiéndole que le ayudara a que su esposo y su hijo mayor volvieran con ella a casa...
Planeta Vegita
Todo el camino que hicieron de regreso, hasta llegar al lugar donde Sook se hallaba resguardado por varios mercenarios, tanto Chard como Bulma se mantuvieron callados, era Susuke quien ocasionalmente preguntaba algo, y a la que Broly se dirigía.
Habían avanzado un largo trayecto hasta que comenzaron a acercarse a dos naves que se hallaban muy alejadas de la base, pudieron notar una cantidad considerable de mercenarios, que custodiaban el sitio.
Durante todo el trayecto Broly había observado a su hermanito y a Bulma avanzar. El hijo mayor de Paragus moría por abrazar a su pequeño hermano pero tenía temor, tan pronto Sook los vio llegar interrumpió el hilo de sus pensamientos y corrió a su encuentro.
— ¡Chard!— Emocionado saludó, Bulma lo miró sorprendida.
— ¿Quién eres tú y de donde conoces a Chard?— No pudo evitar preguntar mientras ponía al pequeño tras de ella, y el infante la daba una sonrisa tímida de reconocimiento.
Chard a pesar de reconocer al tsufur, se mantuvo cercano a la peliazul, pues toda su confianza estaba en Bulma. Fue Sook quien intentó mantener todo en orden, sabía quién era la científica terrestre a intentó parecer amistoso.
— Tu debes ser Bulma, la mujer del príncipe Vegeta— Intentó ser amable.
— Soy Sook, científico tsufur a cargo de la base en Vampa y el esposo de Suzuke— comentó mientras se acercaba a su pareja y la miraba con amor —¿Estás bien? — con ternura decía el tsufur.
Volteó de nueva cuenta a ver a la científica terrestre, — Por favor no juzgues mal a Suzuke, ella tuvo que ir con Kale y Paragus a Vegita mientras yo me quedaba en la base, si alguno desobedecíamos, el otro pagaría.
Bulma había querido por un momento reclamarle a Suzuke el estar del lado de Paragus y Kale, pero ahora las piezas comenzaban a encajar.
«Ella era tan prisionera como yo en un principio, si se oponía a ellos podrían lastimar a su pareja...»
Broly sabía que lo que Sook decía era cierto aún así intentó suavizar las cosas — Padre jamás les haría daño deliberadamente —
El Científico Tsufur no lo tomó a mal, sabía que hasta cierto punto Broly necesitaba creer que su padre era bueno para soportar las cosas que debería hacer en nombre de Paragus.
Bulma recordó el nombre del saiyajin — ¿Tu eres Broly no es si? ¿Entonces eres el hijo mayor de Paragus? — Amable cuestionó.
Broly se hallaba cohibido, nunca había hablado con una mujer que no fuera Kale o Suzuke, sintió su cara enrojecer mientras asentía y miraba al suelo.
— Yo soy Bulma Briefs, soy humana, mucho gusto— Decía mientras extendía sus mano.
Tímidamente el saiyan respondió a su saludo.
— Este es Chard, hijo de Kale y Vegeta— Continuó, ella en forma simpática, ella sabía la verdad: Broly al ser hijo de Paragus entonces era hermano de Chard, pero el pequeño no sabía aún la verdad y era importante que se mantuviera de esa manera. Intentó de esa forma darle una pista al saiyan mayor.
— es también hermano de mi hijo Trunks, y aunque no es mi hijo de sangre, lo es en mi corazón — Chard al escuchar la presentación tímidamente se acercó a Broly, a quien solo lo conoció mientras estuvo inconsciente hospitalizado en aquella cama de la base donde acompañó a sus madre y a su maestro.
Se acercó a saludarlo tímidamente para después volver al regazo de su segunda mamá. El pequeño sintió que su corazón latió más fuerte al escucharla decir que ella lo amaba también como otro hijo.
Broly se acercó en forma cautelosa a ella y a Chard, no quería asustar a su pequeño hermano, comenzó a sentir aprehensión por el hecho de estar todo manchado con la sangre de Tarble y Celery.
Quería ir a limpiarse para poder hablar con Chard y no asustarlo. Justo cuando iba a decirle que le dieran un momento para asearse , su comunicador sonó, era Kale, —La batalla ha comenzado, deja algunos mercenarios custodiando a Sook, a Suzuke y a tu hermano y ven para acá, necesitamos seguir con el plan.— La información solo fue recibida por él, y no tuvo ni tiempo de contestar cuando Kale se desconectó después de dar el mensaje.
Broly sintió tensarse, por un momento ante la amena charla y la calidez que despedía la peliazul, olvidó un hecho fundamental: Se hallaban en una guerra por la conquista de Vegita y por determinar quién tomaría el mando en la supremacía saiyajin.
Volteó a ver a la peliazul que lo miraba y sonreía amigable, y a su pequeño hermano con quien quería fraternizar más, pero la batalla seguía y él era pieza clave para ganar esa guerra.
— Debo marcharme ahora, después seguiremos hablando...—
Bulma no era tonta, a pesar de no saber que sucedía bien e ignorar quien era la persona que le había hablado a Broly, sabía que ese saiyajin era el arma secreta de Paragus, debía encontrar más información para intentar pasársela a Vegeta, después de haberlo visto pelear y la forma en que dominó a Celery y a Tarble, manejándolos como si fueran muñecos en lugar de duros y experimentados guerreros saiyajines la había dejado insegura, sin plena certeza de si Goku y a Vegeta podrían con él...
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Gokú se hallaba bastante sorprendido, debido a lo que los saiyajines le habían comentado antes, no había esperado encontrarse con guerreros con un nivel de energía y pelea lo suficientemente bueno para que representaran una amenaza para él, o eso creyó hasta que comenzó a pelear con los mercenarios.
Pero no era el único sorprendido, un fuerte golpe impactó en la mandíbula del namek que luchaba cercano a él — ¡Argh!— Fue todo lo que Piccolo dijo antes de ser lanzado varios metros adelante, fue Gokú quien tras golpear fuertemente a sus oponentes y dejarlos fuera de combate, lanzó una patada al oponente de Piccoro evitando así que pudiera lanzar un rayo de ki contra el namek en el suelo.
— Tsch, esa sabandija me agarró desprendido— Decía el namek mientras se limpiaba la sangre de los labios y se levantaba.
— Seguro que sí Piccoro, ten más cuidado, esta batalla se está poniendo más entretenida de lo que pensé— Decía Gokú mientras sonreía y esquivaba los puñetazos de su rival.
Todos incluidos ellos dos llevaban los comunicadores, los cuales no le servían más que para poder hablar con los demás y escuchar lo que el resto de saiyajines inmersos en sus propias peleas decían.
Nappa y Radditz estaban cerca y escucharon lo que Gokú comentaba, mientras peleaban contra varios mercenarios a la vez. Quienes pretendían molestarlos:
— ¿Qué pasa monitos? ¿Ya no se sienten tan fuertes ahora? Siempre nos menospreciaron y ahora se dan cuenta que no son tan poderosos como esperaban...— Decía el mercenario mientras se regodeaba de poder dar batalla a Nappa.
El calvo saiyan solo se rió — No te confundas escoria, aunque tengan más poder no saben usarlo y necesitan atacar en grupo para darnos batalla — Decía mientras aparecía detrás del mercenario y le lanzaba un rayo atravesándolo, el resto de los mercenarios furiosos se le fueron encima al calvo saiyan, acción que Radditz estaba esperando para lanzarles fuertes y letales rayos de ki, mientras Nappa usando su máxima velocidad se salía del centro del ataque dejando a los sorprendidos mercenarios en la trampa perfecta. Y el poder que Radditz lanzó los atravesaba en forma mortal.
Nappa Aterrizó en el suelo cerca del hermano mayor de Goku sin mayor esfuerzo, — Tal como sospechamos, de alguna forma recibieron más poder en sus cuerpos pero nada pudieron hacer por sus mentes tontas, sin estrategia el poder no les sirve de mucho... — Mientras Radditz asentía dandole la razón.
Mientras los saiyajines comenzaban a dominar la batalla un divertido Paragus estaba frente a frente con Vegeta.
Ambos se miraban uno al otro, decididos ambos a no perder el duelo de miradas.
— Esto es aburrido, deja de perder el tiempo Paragus, eliminas tú a este idiota ¿O lo hago yo?— Comentaba fastidiada Kale, estaba cansada de que el príncipe saiyajin ni siquiera le dedicara una mirada.
Kale tenía la esperanza que al molestar a Vegeta éste la tomaría en serio, como una poderosa fuerza a tener en cuenta, y comenzó a ser más impertinente. — Deberías dejar de alardear Vegeta, no eres tan fuerte como piensas...—
Pero el aludido ni siquiera hizo amago de haberla escuchado, seguía en su duelo de miradas con Paragus, quien harto de no poder intimidarlo consideró llevar la pelea a un nivel físico.
Fue el padre de Broly el primero en lanzarse al ataque, Vegeta burlón recibió y desvió los golpes. Kale tuvo que quitarse rápidamente pues Vegeta comenzó a pelear en forma ruda contra el otro saiyan sin siquiera notar la existencia de la fémina en ningún momento lo cual la hizo enfurecer bastante.
Y cuando estaba por unirse a la pelea contra el príncipe saiyajin recibió un rayo por parte de Pepper, el cual que apenas pudo esquivar.
— Tu muerte corre por mi cuenta... Tu enemiga seré yo...— Decía con una sonrisa petulante que irritó más a Kale mientras comenzaba a pelear contra ésta.
Se notaba el empeño y esfuerzo que Paragus ponía a la pelea, por un momento todos tuvieron la sensación que su nivel de pelea estaba empatado con el del príncipe saiyajin, a quién pudo asestarle algunos golpes aunque él recibió muchas más.
La voz de Sook en el auricular de Paragus fue lo que le devolvió la calma al comenzar a sentir que poco a poco iba quedando rezagado en el nivel de pelea. — Llévalos al cuadrante donde los esperaba el segundo contingente, ya todo está preparado.— fue lo que dijo el tsufur.
Esa simple confirmación hizo reír con malicia al saiyajin. La misma confirmación recibió Jitzu, el jefe de los mercenarios, quien veía como su equipo de era diezmado.
Los saiyajines que si bien no podían decir que estaba siendo una batalla fácil tampoco consideraban que fuera difícil pues estaban reduciendo rápidamente el número de atacantes, considerando que la diferencia numérica de oponentes era bastante grande.
— Odio aceptarlo pero tenías razón— comentó Piccoro a Nappa. —Son más fuertes pero siguen siendo unos tontos sin estrategia.—
Nappa solo asintió, las mayoría de los saiyans seguían luchando pero realmente la cantidad de enemigos estaba siendo reducida rápidamente.
Jitsu, el jefe de los mercenarios que se mantenía lejos de los saiyans observando la pelea no solo de Paragus sino de su gente, contactó a Sook, — Los saiyajines han caído en la trampa nos creen tontos, comenzaremos a movernos al cuadrante confirmado.
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Suzuke se acercó a Chard quien en todo momento se mantenía al lado de la científica terrestre — Vamos para que te sirvan de comer Chard— Pero el pequeño volteó a ver a la peliazul — ¿Vamos?—
Bulma estaba por confirmar cuando de reojo vio cómo Sook en forma imperceptible negó con la cabeza.
—adelántate con Suzuke— el pequeño veía los ojos azules que lo miraban con confianza, aún así no quería separarse de ella.
— Papá dijo que debía quedarme contigo en todo momento...— Ella sonrió y le acarició la cabeza. — Solo necesito revisar unas cosas con Sook, te prometo que te acompañaré en breve—
Y así la tsufur tomó al pequeño de la mano y lo sacó con sonrisas del lugar, misma sonrisa que tenía plasmada la peliazul en su cara hasta que le niño ya no era visible, en ese momento volteó a ver seria al otro tsufur.
— ¿Qué sucede?—
Sook la miró, notaba el cariño que la humana tenía por el hijo de Kale y Paragus, y entendía el porqué, el niño no era malo y no tenía la culpa de las fechorías de sus padres.
— La comida de Chard tendrá un somnífero, él se quedará en estas naves, conmigo, custodiado y seguro y así nos evitaremos situaciones difíciles — Comentó en forma tranquila el científico.
Bulma sintió su piel erizarse — ¿Y a dónde me llevarán a mí?—
El tsufur desvió la mirada antes de contestar — A otra nave, más cerca de la batalla, supongo que pronto Vegeta será informado que te tenemos con nosotros y serás usada como moneda de cambio— Comentó con gesto indiferente.
A pesar de todo, el tsufur no tenía nada contra la humana y lamentaba realmente que ella se hubiera visto arrastrada en esta situación.
Sin nada más que decir ambos avanzaron al comedor, donde Chard la esperaba para comer, pues el chiquillo se había rehusado a probar bocado hasta no ver a la peliazul sentada a su lado...
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Celery abrió los ojos, aún se hallaba mareada, intentó levantarse pero fue un movimiento demasiado rápido y brusco y cayó de bruces sin poderlo evitar. Gure corrió pronto a su auxilio — Despacio, realmente los golpes que recibiste fueron muy fuertes, deberías descansar más —
Comentó amable la pequeña alien, la saiyan quien aún sentía que todo le daba vueltas y no lograba controlar la sensación de mareo que la abrumaba con voz insegura preguntó — ¿Q-qué fue lo que p-pasó?
La pequeña Tech, comentó todo lo sucedido mientras ambas veían a Tarble quién se hallaba en coma inducido para tratar de ayudarlo a sanar mas rápidamente, sus heridas pues habían sido demasiado graves y por un momento Gure temió que su saiyan no lo lograría.
—¿Entonces Bulma salió con Chard para evitar que ese idiota me matara?— Seria decía la saiyan mientras cerraba con fuerza los puños.
Gure asintió con la cabeza —Ese tipo era demasiado fuerte e inestable, ella tomó esa decisión, pensando en ganar tiempo...—
Celery se levantó del asiento donde se hallaba, aun se sentía mareada pero era imprescindible para ella poder levantarse.
—¿A donde crees que vas? ¡Necesitas descansar!—Alarmada comentó Gure mientras tomaba a Celery del brazo intentando que la saiyan se sentara de nuevo, pero esta negó con la cabeza e intentó detener a Gure.
—Debo ir con los demás para advertirles— comentó mientras un jadeo salía de ella al ser empujada por la pequeña alien hacia el asiento más cercano.
A pesar de verse derrotada al dejarse caer sobre el sillón, con molestia dijo — ¡Esa tonta! No debió hacer eso...— enojada siseaba —Debió dejarme morir...—
Gure negó con la cabeza, —Bulma jamas dejaría que eso sucediera, además Chard estaba muy alterado, sino lo acompañaba el niño insistiría en ir él solo...—
Celery intentó levantarse de nuevo a pesar del vértigo tan fuerte que la tenía sin fuerzas. —Es por es que debo ir a avisar... ¿No intentaron contactar a los demás?— curiosa preguntó mientras se limpiaba el sudor de su frente.
Gure se acercó a donde un inconsciente Tarble se hallaba, y mientras le acomodaba el flequillo a su durmiente pareja contestó — Lo intentamos pero nunca, contestaron... Sospechamos que tal vez están peleando... Tarble aun todo malherido quería ir él a avisar, me costo mucho inducirlo al sueño...—
Después de un buen rato Celery por fin logró sentir que su cabeza dejaba de girar «Finalmente puedo pararme...» dudosa se levantó y se dirigió a donde los comunicadores estaban.
— ¿Nappa, Radditz me escuchan?— Intentó contactarse con los otros saiyans pero la linea se mantuvo en silencio, revisó su comunicador, — Tch, está roto...—
Se levantó aun dudosa del asiento confirmando que sus piernas la sostuvieran y que ese vértigo que la había estado afectado ya no estaba más en ella —Debes quedarte aquí con Tarble... iré a buscar ayuda para ustedes y advertir a Vegeta, es mi culpa que ellos hayan sido capturados...
Por más que Gure lo intentó no pudo detener a la saiyain, quien tan pronto pudo salió rumbo a la base donde el resto de los saiyans debían estar.
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Kale estaba muy molesta, pues Pepper era más hábil de lo que ella había esperado. Sabía que podría acabar de un santiamén con la tonta saiyajin que se sentía mas poderosa de lo que era, pero Paragus fue claro en ese aspecto: No debían mostrar su verdadera fuerza, aun no era el momento.
—Que pasa Kale, ¿Ya te cansaste?— Se mofó con una risa burlona Pepper, mientras Caulifla le hacia eco, riéndose de ella, en tanto se mantenía eliminando a los mercenarios cercanos para evitar que interrumpieran el duelo.
La aludida se limpio la sangre de la boca, —Pagarás por atreverte a tocarme... quise evitar que tu muerte fuera tan pronto, pero eres más estúpida de lo que pensé Pepper...— fue todo lo que dijo antes de lanzarse sobre la saiyan y cuando ya había detenido la patada de Kale, ésta se movió tan rápido que desapareció de la vista de Pepper quien cuando se percató ya tenía a la otra saiyan tras ella y le había devuelto una patada que impactó sobre su espalda, cayendo a máxima velocidad estrellándose así con el suelo.
Pepper era un guerrera experimentada, pues junto con los otros saiyans había sobrevivido a demasiadas escaramuzas y peleas con mercenarios, así que si bien el golpe y la rapidez de Kale la tomó por sorpresa, su capacidad de recuperación era alta, de inmediato al golpear con el suelo salió del agujero creado por el impacto, una sonrisa maliciosa pintaba su cara.
Vegeta sonrió al sentir como su oponente, por tercera ocasión intentó sorprenderlo, —Esto se esta poniendo aburrido Paragus— decía mientras esquivaba el potente rayo de ki lanzado por el otro y le asestaba un puñetazo en el estómago, para depués comenzar a darle una serie de puñetazos para luego lanzarlo a una distancia considerable contra el suelo donde terminó haciendo un gran hueco en el mismo —Ni siquiera es divertido ya seguir golpeándote— decía mientras comenzaba a crear un rayo de ki que pensaba dirigir al otro saiyan.
Fue en ese momento en que Jitzu, el jefe de los mercenarios se acercó atacando a traición. Dicho intento no agarró desprevenido al príncipe saiyajin quien siempre se hallaba en guardia, —deberás esperar tu turno para que te patee, insecto— burlón decía Vegeta.
Pero el mercenario necesitaba darle tiempo a Paragus para que se levantara y se fuera, ya había dado él la orden de retirada a sus mercenarios, debían hacer que los saiyans los acompañaran hasta llegar al lugar que se convertiría en sus tumbas.
—¡Tú! Maldito mono, mataste a Arc y voy a vengarlo...- Se lanzó con un grito de furia contra el príncipe saiyajin, quién simplemente burlón lo esperaba y ni siquiera se movió, deteniendo en seco el intento de golpe del otro, para después simplemente lanzarlo al suelo y comenzar a patearlo.
— Esto es tan fácil... pensé que tendría una pelea verdadera pero... veo que me equivoqué.
Justo cuando estaba por rematar a Jitzu, fueron las palabras de Paragus lo que lo detuvieron. — Tienes razón no estamos peleando con todas nuestras fuerzas Vegeta...Aún estamos demasiado cerca de la base y no quiero gobernar sobre cenizas, vamos a otro lugar—
Decía mientras se daba la vuelta, pero al no escuchar ningún sonido volteó a ver a Vegeta quien se veía dudoso entre acabar en ese momento todo o seguirlo.
—No creo que jugar un poco más sea algo que preocupe al príncipe de los saiyajines como te haces llamar, ¿No?— Lanzaba el reto Paragus.
Vegeta sonrió malicioso, —Nunca pensé que fueras un cobarde Paragus, pero podría considerar el que retrases tu muerte, eso haría más divertido el verte suplicar...
Paragus sonrió en forma astuta antes de gritar y hacer que todos: mercenarios y saiyajines escucharan.
— ¿Esto es demasiado fácil y aburrido para todos ustedes no?—
Todos los saiyans voltearon mientras escuchaban.
— Es porque el evento principal apenas va a empezar, estos mercenarios no son los más fuertes, esos esperan por ustedes allá— Señaló en otra dirección.
— Y están tan ansiosos de pelear con los saiyans que sería una pena que no lo hagan.
—¿Así que... qué dicen? ¿Acaso los saiyajines le temen a que haya combatientes más fuertes?—
Lanzó la pregunta Paragus.
Emocionado preguntó Goku — ¿En verdad existen guerreros más poderosos? — La alegría se escuchaba en su voz.
Paragus solo asintió con la cabeza mientras sonreía confiado y Gokú volteaba a ver a Vegeta y gritaba a viva voz — ¡Vamos Vegeta, acepta! ¡Yo quiero conocer esos peleadores!
Piccoro que su única intención había sido ayudar en esa pelea para de alguna forma generar una deuda moral de Vegeta y tal vez convencerlo de dejar a Bulma en paz, o llegar a un acuerdo con él, dijo en voz baja al saiyajin criado en la tierra.
—Lo mejor sería acabar con ellos ahora y emboscar a esos otros guerreros, ellos tienen ventaja numérica Goku...—
Pero el aludido estaba demasiado entusiasmado, pues una vez que se había percatado de la falta de estrategia de los mercenarios que los atacaban, había sido muy fácil comenzar a vencerlos, olvidándose así de sus limitantes en su salud, pues si bien ya se hallaba bastante recuperado aún no se encontraba completamente restablecido.
Volteó a ver al Namek mientras ponía su brazo sobre el hombro del otrora enemigo suyo. — Todo va salir bien Piccoro, además ¿No te entusiasma pensar que pelearemos con guerreros poderosos?
Piccoro sintió que el dolor de cabeza venía a él — No es por eso que estamos aquí Goku— Intentó razonar pero ya era demasiado tarde el saiyan ni siquiera lo escuchaba ya, había volteado a ver al príncipe saiyajin.
— Hey Vegeta, ¿Iremos a ese lugar para pelear con personas mas poderosas? Creo que sería una buena oportunidad ¿Qué dices?—
Vegeta miró con sorna a al padre de Broly, mientras pateaba a Jitzu a un lado.
Caminó haciéndole frente a Paragus mientras le decía — Dudo mucho que haya un oponente que valga la pena, simplemente estás haciendo tiempo, sin embargo como has emocionado a Kakaroto tal vez lo considere...— comentaba con tono mordaz el saiyan.
Si había algo que volvía inconsciente a Goku era la promesa de una buena pelea, y con esta golpeando la puerta dejó de escuchar Piccoro quien intentaba de todas las formas posibles hacer entrar en razón al saiyajin de carácter amable.
Lejos de escuchar al namek, siguió azuzando al príncipe saiyajin — ¡Vamos Vegeta! ¿Qué perdemos? ¡Vayamos a donde nos dicen y peleemos!— Decía emocionado.
Nappa sintiendo la adrenalina de la batalla y habiendo arrancado de cuajo la cabeza a uno de los mercenarios mientras el resto de los que aún estaban en pie retrocedía cautelosamente dijo emocionado — ¡Vegeta acepta! yo también quiero matar más idiotas— Volteó a su lado y le dio un codazo al pelinegro que estaba a su lado — ¡Vaya! Al parecer Kakaroto no es tan idiota como creía, no parece hermano tuyo.— Decía a Radditz mientras se reía.
Piccoro intentó nuevamente hacer entrar en razón al padre de su discípulo, si lo lograba podrían quizás detener el que Vegeta aceptara.
— Gokú si acabamos ahora con ellos podríamos disuadir...— pero ni siquiera pudo terminar cuando fue interrumpido por Radditz.
— A veces dices cosas inteligentes Kakaroto— quien le daba un puñetazo cariñoso en el hombro a su hermano menor.
La risa de Gokú se escuchó claramente antes de que éste se dirigiera de nuevo al príncipe saiyajin — ¿Qué dices Vegeta?
El príncipe saiyajin miró de reojo al resto de los saiyans incluso Pepper sonreía en aprobación pues Kale se había retirado e ido a parar cercana a Paragus.
— Te daremos a ti y a esta basura que traes contigo la oportunidad de marcharse, llegaremos ahí en breve y más vale que estés preparado para morir...— Vegeta sonreía condescendiente mientas decía esto.
Paragus solo sonrió y se alejó junto con Kale mientras los mercenarios ayudaban a Jitzu y y daban la retirada.
— Debería contactar a Tarble para informarle— comentó Nappa, pero antes de hacerlo Basil lo detuvo, — Si los llamas y Celery se entera de que se perdió más diversión me echará de nuestra habitación — Se quejó alarmado el saiyan mientras el resto se burlaba de él.
Aún así Nappa se percató de los intentos de conexión que habían intentado hacer, pero antes de hacerlo fue Goku quien lo detuvo.
— Si Bulma se entera de esto nos va a regañar y no quiero lidiar con ella enojada — Decía intentando disuadirlo, fue Kyabe quien burlón preguntó — ¿Le temes a Bulma?—
El otro saiyan lo miró asombrado — ¿Tú no? ¿Alguna vez te has enfrentado a ella cuando está enojada? — Porque yo sí y no es algo que me guste, Piccoro te lo puede decir... sólo hay otra persona que le temo más que a ella...— Decía serio Gokú.
Radditz intrigado preguntó — ¿ Quién es es persona? —
Fue Piccoro con cara de circunstancias quien contestó — a Milk, su esposa...—
Kyabe volteó a ver a Basil mientras con sorna le decía— Bueno no eres el único que le teme a su mujer—
La risa de todos distendió un poco el ambiente, mientras comenzaron a dirigirse hacia el lugar indicado por Paragus.
Celery aterrizó en el lugar, aún no se hallaba del todo restablecida, aún así pudo llegar sin mayores contratiempos al sitio de la pelea, le sorprendió hallar desierto el lugar, caminó por los alrededores y notó los claros signos de pelea, no sólo por la sangre y los restos de cuerpos de mercenarios tirados por todos lados, los impactos sobre la tierra rojiza eran claras señas de la pelea que ahí se había desarrollado.
Tomó el localizador que llevaba y contactó a la nave donde se hallaba aún Gure, pues el comunicador que llevaba era el de la pequeña Tech, pues el suyo se había roto en la pelea con Broly, y el de Tarble estaba igual de destrozado que el suyo.
— ¿Has llegado?— Gure preguntó.
Celery miró con frustración el lugar antes de contestar— ¿Sí pero no hay nadie en este sitio y no me han contestado, has podido contactarlos tú?— esperanzada preguntó.
— Lo siento, tampoco he tenido noticias de ellos— fue la simple respuesta de la pequeña alien.
Celery maldijo por lo bajo mientras seguía observando sus alrededores, intentando adivinar hacia qué rumbo se habían ido, la tarde soplaba una brisa estival que calaba los huesos y que había revuelto la tierra y no había demasiados rastros que permitieran concluir para que rumbo se habían marchado.
— Comenzaré a buscar en los alrededores— Comentó Celery a Gure, mientras comenzaba a avanzar, pero la pareja de Tarble tenía algo más en mente.
— Sin una ubicación exacta perderías demasiado tiempo buscándolos Celery, además podrías hallarte con ese tipo Broly de nuevo, podría tenderte una emboscada...—
No pudo decir nada más pues la saiyan bastante avergonzada por su pobre desempeño frente al tal Broly le cortó la palabra — esta vez estaré lista y no me vencerá tan fácilmente—
Gure necesitaba desesperadamente llegar a la base, la
Condición de su Saiyan era crítica y veía que realmente necesitaría la cámara de recuperación para que el salieran del estado crítico en el que se hallaba.
Sola no podría moverlo así que se jugó la suerte — Desde aquí no puedo precisar dónde están pero desde la base podría acceder a los satélites que tiene Bulma sobre el planeta y ubicarlos para que llegues con precisión a ellos, pero necesito llegar ahí y sola no soy capaz de llevar a Tarble, está muy mal y necesita la atención médica adecuada y eso solo lo tenemos en la base...— Gure tomó aire decidida mientras seguía hablando, a cada palabra dicha la esperanza de que la saiyan la ayudara iba en aumento.
— Si me ayudas a llevar a Tarble a la base, buscaré para ti donde están todos para que puedas ir, por favor...
Celery estaba desesperada, miró alrededor, el paisaje agreste de un rojo vino predominaba, la tierra seguía teniendo rastros de la reciente batalla en ella y cadaveres de mercenarios desperdigados por todo el lugar dejaban testimonio de lo acontecido ahí, pero nada daba una pista real de hacia donde se pudieron ir todos.
Sobrevoló en las cercanías pero el espacio a cubrir era demasiado inmenso y sin una pista real podría alejarse completamente de donde estaban o caer directo en una emboscada.
Celery maldijo en voz baja y respiró profundamente mientras aterrizaba y cerraba los ojos al contactar con Gure de nuevo.
— Iré por ustedes...
Planeta Tierra templo sagrado de Kamisama
Número dieciocho aterrizó en el templo, le había pedido a Krillin que se quedara en casa cuidando a su pequeña Marrón en lo que ella iba a preguntarle a Dendé cómo iba todo con Gokú y Piccoro y los saiyans. A diferencia de su esposo y el resto de los guerreros Z que tenían plena fe en Gokú, ella no confiaba en éste, la vez anterior que fue con el buen Dios a preguntar éste había tranquilizado sus dudas explicándole que aunque desconfiara de Gokú, Gohan y Piccoro estaban allí también y era muy confiables.
Avanzó tranquilamente mientras a su encuentro salía el siempre agradable pero misterioso Mr. Popo.
—Holas que alegrías que nos visitas de nuevos—
La rubia androide avanzó sin prestarle demasiada atención — Dendé, neceito a hablar contigo— Dijo en voz alta mientras seguía avanzando.
Mr. Popo corrió tras ella— Kamisamas está ocubados ahora...— pero no lo dejo hablar más cuando lo empujó y se dirigió al interior del templo sagrado.
Dendé se hallaba en ese preciso instante hablando con Kaiosama, ambos estaban bastante preocupados mientras hablaban.
— Esbere un momentos...— alarmado intentaba el buen sirviente detener a la androide pero ella estaba decidida mientras se interponía en su camino para evitar que siguiera avanzando.
Empujó al pobre Mr. Popo quien salió volando hasta estrellarse contra la pared. Mientras avanzaba y de un empujón abrió las puertas tras las cuales el buen Kamisama se hallaba en una llamada de suma importancia.
— Ahhh así que aquí te estabas escondiendo...— Decía la rubia mujer mientras se acercaba intimidantemente al buen dios de la tierra.
Dendé ni siquiera se había percatado de su presencia, lo cual ella notó mientras lo escuchaba murmurar.
El namek estaba realmente inmerso en la llamada — ¿Cree que haya forma de detener al señor Goku?—
De pronto dieciocho escuchó una voz que sonaba por todo el lugar.
— No lo sé Dendé, Gokú jamás me hace caso, ¡Ay ese muchacho insensato! ¡Sólo le pedimos una sola cosa!
— Kaiosama, ¿Puede contactarlo e intentarlo hacerlo entrar en razón?—
Dieciocho veía la cara de preocupación de Dendé quien seguía sin percatarse de su presencia mientras escuchaba la respuesta de esa enigmática voz que ahora sabía pertenecía a otra deidad llamada Kaiosama.
Intentó preguntar al namek— ¿Qué está pasando aquí?
Pero las deidades seguían inmersas en su discusión. Kaiosama contestó a Dendé — Gokú es un tonto insensato que jamás me hace caso, ¿Crees que va a escucharme ahora?—
Dendé se veía desesperado — Al menos inténtelo por favor...—
La rubia androide perdió la paciencia, no sabía de qué hablaban pero comenzaba a sospechar que Gokú estaba haciendo algo contraproducente.
— DIJE... ¿QUÉ ESTÁ PASANDO AQUÍ?— Fue en ese momento después de escuchar la voz en alto de la rubia androide que por fin Kamisama reparó en ella.
— Hola Dieciocho, me alegra que vengas a visitarme aunque ahora no es un buen momento...—
Pero ella cortó la excusa que él pensaba ponerle.
— Escuché que estás hablando con un tal Kaiosama, y que ese tonto de Gokú estaba cometiendo errores, explíquenme ¿Qué es lo que pasa?— Decía mientras ponía sus manos en forma de jarra esperando una clara explicación.
El joven dios se dio cuenta que la androide no se iría hasta que no supiera la verdad y en ese momento no estaba para lidiar con algo más.
Suspiró resignado — A quién escuchas es al Kaiosama del Norte, una deidad superior a mí, ya que mientras sólo me encargo de este planeta, él se encarga de toda la región Norte de la galaxia, por tanto todos los Kamisamas de los diferentes planetas de esta región le reportamos a él.
Con su poder el namek generó una esfera donde la imagen del susodicho se vio de pronto.
— Gran Kaiosama, permítame presentarle a número dieciocho, ella es una de los androides creados por el doctor Maki Gero.—
Rápidamente Dendé informó a dieciocho lo que estaba pasando, había querido evitarlo pues la rubia tenía poca tolerancia y lo que estaba sucediendo era algo que difícilmente él o Kaiosama podían cambiar pues su función no era intervenir directamente en los destinos de los seres vivos, podían influír sí, más no interferir con ellos y sus decisiones.
— ¡Ese tonto de Gokú! —Golpeó sobre una mesa enfurecida la androide. —¡No puedo creer que esté haciendo esa estupidez!—
— ¿Y ustedes dos? ¿Qué demonios están haciendo para detenerlo?— Increpó molesta a ambos dioses.
Dendé asustado por la forma tan irrespetuosa de la rubia mujer de dirigirse al gran Kaio del norte intentó apaciguarla.
— ¡Cálmate número dieciocho! No es tan fácil como crees, aunque seamos dioses hay leyes que debemos respetar...—
Ella entrecerró los ojos y cruzó sus manos a la altura del pecho muy molesta — ¡Tonterías! ¡Excusas tontas para no actuar! ¡Oblíguenlo!— molesta decía.
Fue el Kaio del norte quien contestó — Estamos tan desesperados como tú pero las leyes son claras, Dendé solo gobierna sobre la tierra y aunque yo gobierno sobre una parte de la Galaxia no tengo manera de infringir las reglas sin enfrentarme a un gran castigo.
Dieciocho estaba desesperada, había ido a ese templo para enterarse de cómo iba todo con la incursión de Gokú, Piccoro y Gohan al planeta de los saiyans para enterarse que solo estaban Goku y el namek ahí y que encima de todo el saiyan lejos de ayudar a que acabaran de una vez y por todas con los enemigos de los saiyajines y así generar una deuda de honor para el orgulloso príncipe que podrían usar como moneda de canje para la libertad de Bulma, estaba en esos momentos sonsacando a Vegeta para que les diera la oportunidad a los mercenarios de reagruparse y todo por la promesa de una mejor pelea.
La rubia androide sentía las pulsaciones de un fuerte dolor de cabeza comenzar a atenazarla.
— llamen a Gokú, hagamos un último esfuerzo, por lo que me dicen ese tal Broly es un adversario demasiado poderoso incluso para todos los saiyans juntos, ¿Le han dicho eso?— comentó intentando serenarse.
Dendé negó con la cabeza. — El gran Kaiosama del Norte conoce a Gokú bastante bien pues mientras su cuerpo se curaba aquí en mi templo, su alma fue transportada a su planeta donde estuvo entrenando arduamente, si Gokú sabe acerca de ese sujeto complicará aún más las cosas...
Pero dieciocho no quería quedarse cruzada de brazos — ¡Intente una vez más y díganle acerca de ese sujeto! ¡Sólo háganlo!—
Kaiosama resignado asintió y comenzó a intentar enlazarse con Goku. Todo lo que se hablara con el saiyan lo escucharían todos ellos. Además Dendé creó otra esfera donde se podía ver lo que el saiyan hacía.
—Gokú, soy yo el Kaio del norte.— Comentó la deidad.
El saiyan que ahora justamente iba caminando al lado de Piccoro solo dijo — ¿Kaiosama? ¡Hola! —
Piccoro volteó a verlo sorprendido, — ¿El gran Kaio se está comunicando contigo?— Preguntó sorprendido.
En el tiempo que él fue Kaimisama, las memorias de su otra mitad no mostraron más que una docena de llamadas entre él y en gran Kaio del Norte.
Sabía por Dendé que el alma de Gokú había ido a parar al planeta del gran Kaio para tener un entrenamiento mientras que su cuerpo se había quedado en el templo donde Dendé lo curó, pero sabía que el gran Kaio era una deidad muy ocupada y si estaba hablándole a Gokú seguramente era por una razón bastante importante.
Justo cuando Picorro iba a preguntar que estaba pasando, Nappa y Radditz se acercaron a él.
— ¡Tú! Duende verde, ven para que aclares una duda que tenemos Radditz y yo acerca de Kakaroto— Comentó Nappa sin entender la tan importante conversación que Gokú estaba llevando a cabo con una deidad.
Piccoro quiso desafanarse para poder escuchar que iba a decirle a Gokú, el gran Kaio del norte pero los otros saiyans insistieron y se lo llevaron casi a la fuerza.
— ¿Que sucede Kaio?— Preguntó amable y sonriente como siempre el saiyajin.
—Escucha Gokú sé que te emociona pelear pero hemos estado observando las cosas allá y debes saber que lo mejor es acabar con todo ahora, debes intentar hacer que Vegeta no de más tiempo y ataquen a los mercenarios antes de que de reagrupen. Los que pelearon contigo son débiles comparado con el resto, además hay un saiyajin llamado Broly, que es el hijo mayor de Paragus, él es el legendario supersaiyajin y su poder es terrible, destruirá ese planeta si se le permite, tú y Vegeta no son enemigos para él.—
El gran Kaio rezaba internamente porque sus súplicas no cayeran en saco roto, pero si el saiyan se negaba a escucharlo no habría nada que pudiera hacer.
Esa llamada era su intento desesperado por hacerlo entrar en razón.
Sin embargo el corazón del amable saiyan retumbó al compás de la pelea, la promesa de un adversario tan fuerte como decían que era ese tal Broly solo lo emocionaba más.
— Kaiosama, estás exagerando no pasará nada malo, y un adversario así se escucha como alguien emocionante de conocer—
Decía el saiyan minimizando así la preocupación de la deidad.
— Escucha Gokú, este adversario no es como el resto de los peleadores que conoces, su poder es demasiado increíble y no podrás vencerlo...—
Pero el saiyan ya lo había dejado de escuchar, la emoción por conocer a ese tal Broly lo embargaba.
— Sí, si tendremos cuidado no te preocupes.—
Ansioso decía sin dejarle hablar más.
— Debes de evitar que peleen con él...— Insistió el buen Dios, pero Gokú estaba más allá de sus advertencias.
— Kaiosama no te preocupes todo saldrán bien, ahh espera me llaman por allá — decía apurado tratando de cortar al Dios.
— Espera Goku...— Pero no lo dejó continuar — Adiós Kaio todo saldrá bien,—
Y se fue corriendo a otro lado cerrando así su respuesta al Kaio del norte.
— ¡Ese muchacho irresponsable!— Decía azorado el kaio, mientras Dieciocho sentía que le dolía la cabeza. Dendé estaba por cortar lo que sucedía con los saiyajines pero ella lo detuvo.
—¡Espera! Mira, Goku va directo hacia Vegeta, tal vez van a hablar... —Comentó esperanzada la androide.
— Escuchemos que es lo que le dice a Vegeta—Decía Dendé mientras también se le veía esperanza en los ojos mientras veían como se acercaba rápidamente al príncipe saiyajin.
— Oye Vegeta te tengo buenas noticias— Decía emocionado el saiyan mientras el príncipe volteaba a verlo con cara de fastidio.
— ¿Que quieres Kakaroto?— lo miraba con suspicacia, realmente al príncipe saiyajin no le gustaba pasar mucho tiempo con el otro, para él todo lo que tuviera que ver con Kakaroto le molestaba. Y más porque no había podido vencerlo aún debido a que su pelea quedó inconclusa por la enfermedad el otro saiyan.
— Tuve una llamada del Kaiosama del Norte con quien estuve entrenando mientras mi cuerpo se recuperaba, dice que si existen mercenarios más fuertes y serán combates emocionantes y que Paragus tiene un hijo...—
Vegeta lo cortó — Lo sé se llama Broly es el hijo mayor del tonto Paragus...—
Gokú asintió y luego continuó emocionando sin importarte la ruda y descortés forma de interrumpir que el otro saiyan tenía con él.
— Al parecer es bastante fuerte, nos dará buena pelea— Emocionado decía Gokú.
Vegeta sonrió malévolamente mientras seguían avanzando rumbo a donde suponía que estaban esperándolo el resto del ejército de mercenarios.
— Acabaré con él tan pronto acabe con el patético de Paragus; padre e hijo sucumbirán por mi mano.
— Tu mata a Paragus pero déjame tambien pelear con Broly— Se quejó el otro saiyan.
Vegeta volvió a sentir irritación al tener al saiyan tan cerca — ¡Tsk, no me molestes Kakaroto!
En ese momento el namek por fin pudo quitarse de encima a Nappa y a Radditz y avanzó rumbo donde estaban Vegeta y Gokú.
— ¿Para que te contactó el gran Kaio del Norte?— Preguntó el Namek.
Gokú emocionado contestó — Justo le contaba a Vegeta que era para informarnos de la fuerza de los guerreros y acerca de un oponente bastante prometedor: Broly el hijo de Paragus.
—Aunque sean un poco más fuertes los mercenarios son tontos y sin estrategia — Decía Nappa integrándose a la plática, el resto de los saiyans que estaban escuchando coincidían con lo mismo.
En la tierra un silencio sepulcral se cernió sobre Dendé y la androide. Sólo un suspiro resignado del Kaio del Norte rompió el tenso momento.
Fue la rubia Androide quien explotó — Esos estúpidos saiyajines, ¡Por eso casi se han extinto de este universo, porque solo piensan en pelear! —enfurecida decía.
Kaiosama solo negó con la cabeza — No hay mucho que hacer salvo esperar el resultado, Dendé se balanceó exhausto, como si estuviera a punto de desmayarse.
Fue Mr. Popo quien acudió en su auxilio y sentó al namek en una silla, misma que había sacado el buen sirviente quién sabe de dónde.
— Gran Kaiosamas, la llamada ha durado demasiados Kamisamas ha excedidos su boder, debería descansar, además si continúan el supremo Kaiosamas podría sancionarlos—
Dendé trató de suavizar la situación — Estoy bien solo tuve un leve mareo, no es nada de que preocuparse Mr. Popo—
Pero el gran Kaio del norte lo interrumpió — Él tiene razón Dendé te has excedido, descansa de todas formas no hay nada que podamos hacer y justo ahora he recibido una llamada del supremo, no podremos seguir revisando lo que sucede y deberemos confiar en Gokú— La cara del Kaiso se ensombreció — ¡Que gran tragedia! Estamos perdidos si dependemos de ese insensato muchacho...—
Dieciocho solo se masajeó sus sienes y escribió un mensaje a su esposo "Tardaré en regresar a casa Krillin, por favor cuida bien de Marrón"
No sabía bien que pensar y quedarse en ese templo la haría sentir mayor irritación, así que decidió dejar ese drama en manos de esas inútiles deidades y salió volando, no quería volver a casa y preocupar a Krillin debido a las decisiones estúpidas de los saiyajines, así que iría a ver a sus hermanos para no mentirle a su amado cuando le preguntara cómo habían ido las cosas con Dendé...
Planeta Vegita
Bulma se mantuvo todo el rato al lado de Chard mientras comían, después se pusieron a jugar con el ozaru de peluche y le cantó una dulce melodía de cuna que hizo que el pequeño a pesar de quererse resistirse se le terminaran cerrando lo ojos por el cansancio.
Cuando lo vio enteramente rendido al sueño, lo besó en la frente, mientras Sook esperaba paciente por ella.
— Se ha dormido y difícilmente despertará en varias horas...— Comentó en voz baja el tsufur. La peliazul asintió y se levantó, — Bien ¿A dónde iremos?
Observó a detalle las naves, no se parecían en nada a las que usaban los saiyajines parecía más viejas y aún así se notaba que a pesar de que la nave tal cual no fuera de última generación la tecnología agregada era bastante buena en ella.
— Es hora, vamos a la otra nave Bulma — Comentó el tsufur. La peliazul suspiró resignada, pero lo siguió.
— ¿Cuidarás bien de él?— Preguntó a un dubitativa, él asintió, en ese momento llegó Suzuke, tenemos poco tiempo Sook, a la tsufur le costaba ver a los ojos a la peliazul,
— Lamento que las cosas sean así Bulma, pero si Sook no lo hace, entonces Paragus lo amenazara con hacerme daño, lo mismo que sucede conmigo si me revelo, es él — miró a su pareja mientras lo decía— quién pagará las consecuencias si desobedezco—
A decir verdad la peliazul no los culpaba, entendía que debía ser muy horrible la forma en que ellos dos estaban viviendo, siendo forzados a trabajar con Paragus y Kale para evitar que dañaran al otro...
Avanzó si decir nada más hasta que llegaron a la segunda nave que estaba más retirada, mientras Sook la esposaba en el cuarto de máquinas de la nave, al tsufur le costaba hacer tal bajeza pero no tenía de otra.
— Lamento mucho esto Bulma...— la científica solo le sonrió, — Está bien Sook, la guerra es así, no te culpo.
Tan pronto el tsufur se retiró la peliazul comenzó a hablar para sí misma. — Vamos Bulma veamos cómo salimos de aquí...—
Lo que el tsufur le había revelado es que Paragus pensaba romper a Vegeta por medio de su muerte, y ella no estaba dispuesta a dejar que eso sucediera sin a su propia manera dar pelea.
Tan pronto se vio sola sacó una de sus cápsulas donde traía sus herramientas, — Vamos Bulma tú puedes...— se centró en tratar de quitarse las esposas, una tarea que no iba a ser nada fácil...
Broly estaba inquieto, no sabía cuánto tiempo más faltaba para empezar la verdadera pelea, su padre acababa de llegar junto con Kale. Y veía que ambos conversaban, ni los iría a interrumpir, a pesar de lo mucho que detestaba a la saiyan, veía el amor que su padre le profesaba, no interrumpiría un momento entre ellos, además había visto a Sook salir de la nave cercana en donde seguramente estaba retenida la concubina de Vegeta.
Curioso se acercó a la misma, no sabía si era solo curiosidad porque ella era tan parecida pero a la vez tan diferente a él, pero quería verla. Ingresó a la nave, y abrió la puesta del cuarto de máquinas donde sabía que Sook la había dejado.
— Hola...— Fue el saludo tímido del saiyan...
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Por fin habían logrado mover al inconsciente Tarble a la base, Celery quería darse prisa para ir a buscar al resto de los saiyans y advertirles pero tampoco podía dejar a Gure aún, al menos quería ayudarla hasta que ya hubiera metido a la cámara de recuperación al malherido saiyajin, se lo debía, pues se sentía responsable de la condición delicada de Tarble, si se hubiese tragado su orgullo y advertido a los saiyans, tal vez habrían obtenido ayuda y la situación sería distinta.
Colocó con cuidado al saiyan en la cámara, y mientras Gure manipulaba la misma comenzó a ver como dicha cámara comenzaba a llenarse con el líquido viscoso que contenía las vitaminas, encimas y medicina de necesaria para que el saiyan se recuperase.
—¿Cuánto tiempo crees que necesite ahí?— Preguntaba Celery mientras veía en el ventanal de vidrio de la máquina al saiyan dentro del líquido mientras la mascarilla de oxígeno lo tenía conectado a la misma.
— No estoy aún segura, la cámara está haciendo la evaluación de daños pero podría ser unas 8 horas...— Decía la pequeña alien.
Tan pronto acabe la evaluación y sepa el tiempo, podremos ir para que busque al resto por vía satelital— Decía mientras trabajaba en la computadora de la cámara de recuperación.
Aunque Celery no lo dijera estaba preocupada por todos, por su pareja. Broly no era como el resto de los oponentes y aunque odiara admitirlo aunque solo fuera a ella misma, le temía.
"Escaneo completado, tiempo de recuperación 7.5 horas" comentó la inteligencia artificial de la base.
Gure terminó de hacer configurar algunas cosas más y salió rumbo al laboratorio para acceder a los satélites del planeta.
Llegaron al lugar y mientras comenzaba a ingresar en las computadoras de los laboratorios, Celery comenzó a dar vueltas en círculos, un poco preocupada, un poco impaciente. — ¿Tardarás mucho Gure?— Intentó no sonar tan ansiosa como se sentía.
La aludida negó con la cabeza, —Solo debemos esperar a que la base haga contacto con los satélites para que puedan escanear y darnos la ubicación que buscamos...
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Chard despertó en una habitación de una nave que no conocía, miró a su alrededor pero estaba solo y se preocupó.
— ¿Bulma?— Preguntó dubitativo, intentando adivinar en dónde a hallaba y donde podría estar su segunda mamá.
Pero no había nadie más con él en esa habitación. Se acercó a la puerta e intentó abrirla pero estaba cerrada.
Intentó romperla aventándose contra ella pero fue inútil, al parecer las puertas estaba reforzadas, no podría escapar por ahí.
—¿Qué haría mi hermano en esta situación?— Se cuestionaba el chiquillo en voz alta.
Se puso a recordar las veces en que Trunks y él se escapaban de la vigilancia de Radditz o de Nappa.
— ¡Los ductos de ventilación de la nave!—
Recordó que así a como habían escapado antes en sus aventuras, podría hacerlo ahora, así que se puso cuidadosamente a revisar y así fue que halló el que había en su cuarto, ahora era solo cuestión de abrirlo...
Tomó un poco más de tiempo del que esperaba pero por fin pudo escapar por estos ductos. Al inicio fue un poco difícil para el pequeño quien tuvo que arrastrarse dentro de estos, terminó llegando a una habitación vacía que tenía la puerta abierta, salió a los pasillos de la nave pero al parecer estaba desierta, aún así iba con todo el sigilo del mundo.
Este no era uno de sus tantos juegos con Trunks ni uno de los entrenamientos con su papá, Nappa o Paragus. Esta era una situación de escape real, y necesitaba encontrar a Bulma.
Rápidamente buscó por toda la nave pero no
halló a la peliazul por ningún lado. A lo lejos escuchó voces que no reconocía así que se escondió:
— ¿Donde estabas Sook?— Un sujeto que Chard no conocía cuestionó rudamente al tsufur. — Fui a dejar a la humana a la otra nave, tal como Paragus ordenó— Comentó el tsufur tranquilamente sin dejarse amedrentar.
— Paragus dio otra instrucción ahora y te requieren cerca del lugar de la pelea antes de que esos monos lleguen— Comentó de mala manera el mercenario.
Sook sin contestar directamente dijo — primeramente quiero ir a cerciorarme que Chard siga dormido— Comentó, pero antes de que pudiera avanzar el mercenario se interpuso en el camino.— Ya he ido a verlo, sigue dormido, andando.
Viendo que no le daban más opción el Tsufur siguió sin protestar más al mercenario.
Chard notó que nadie más estaba custodiado la entrada de la nave, aprovechó ese tiempo para escabullirse de la misma, esa conversación entre Sook y el mercenario le había dejado claro que su segunda mamá se hallaba confinada en otra nave, misma que él buscaría, sentían angustia por ella, Bulma era humana y delicada, su papá siempre les pedía a él y a su hermano tener cuidado pues ella no tenía la fuerza de los saiyajines, y ahora estaba sola.
— Voy a encontrarla y rescatarla— Se prometió así mismo, era lo menos que podía hacer, cuidar a la madre de su hermano, ella era especial y sabía lo mucho que su papá la quería, él mismo la amaba, avanzó sigiloso rumbo a donde veía a lo lejos la
silueta de la segunda nave, estaba seguro que esa sería el lugar donde la peliazul se hallaba encerrada.
Celery daba vueltas en círculos mientras esperaba a que Gure confirmara el lugar. Ya los satélites estaban haciendo el escaneo pero tardaría 20 minutos más, y ella sentía que se iba a volver loca.
— Te prometo que el tiempo pasará pronto Celery, ya pronto sabremos en dónde están— amable comentó la pequeña Tech. Ella entendía la desesperación de la saiyajin, quien a pesar de no decirlo se hallaba preocupada por los demás y por su pareja, debían advertirles.
Celery se dejó caer en su silla. — Si tan solo contestaran— Miró hacia el techo para no mirar de frente a Gure, temía que la otra viera la angustia pintada en su rostro.
— Ese tonto Basil me va a escuchar cuando lo halle— Fue todo lo que dijo para sumirse en el silencio mientras seguía esperando que el tiempo requerido pasase.
Bulma había hallado un elemento puntiagudo entre sus herramientas de usos múltiples, se hallaba tan concentrada intentado abrir la esposa que la confinaba en ese sitio que gotas de sudor se concentraban en su frente y sacaba la lengua, mientras entrecerraba los ojos — Ya casi... ya casi... — Sentía que estaba lográndolo cuando de pronto un crack sonó y la punta de la herramienta que estaba usando se rompió.
— ¡Maldita sea! — Aventó con rabia la herramienta rota — Estaba tan cerca...— de pronto escuchó pasos afuera de esa habitación.
Rápidamente escondió sus herramientas, mientras la puerta se abría, sintió un escalofrío recorrerla, aún recordaba la mirada de disculpa que Sook al dejarla ahí esposada, y cuando tiempo después había ido Broly a visitarla, dudaba que quien fuera que estuviera del otro lado de la puerta fuera alguno de ellos dos.
Cuando la puerta se abrió intempestivamente, ella se sorprendió con la persona que estaba ahí, pues de todos los escenarios que imaginó jamás esperó ver al pequeño Chard, parado frente an ella.
— ¡Bulma!— Emocionado dijo en voz alta, mientras corría al encuentro de la peliazul y la abrazaba fuertemente.
— ¿Qué haces aquí Chard? Porque has estado solo, ¿Estás bien? ¿Alguien te ha hecho daño? — Preguntó ansiosa mientras revisaba al pequeño rápidamente para ver qué no tuviera algún golpe ni nada.
El niño negó con la cabeza, — ¡Vine por ti!— Comentó el pequeño.
«Es peligroso, tengo poco tiempo y si no lo logro a tiempo entonces Chard estará en grave peligro...»
— Escucha Chard, es peligroso que estés en esta nave, espérame en la otra nave y te iré a buscar tan pronto logre quitarme estas esposas— Comentó la peliazul mientras le daba una sonrisa amable.
Pero el pequeño estaba decidido a permanecer ahí — No Bulma, no me iré hasta que nos vayamos juntos, no voy a dejarte sola...— Decía con absoluta resolución.
La carita de obstinación del pequeño niño causó ternura en la peliazul, — Chard todo va estar bien, solo necesito que vayas a esconderte a la otra nave e iré allá por ti...— Pero el pequeño no se dejó convencer.
— ¡No! No entiendo que pasa y porque Broly y Sook son malos contigo, ellos son buenos conmigo pero te tienen aquí encerrada y entonces si ellos no te quieren ¡Yo no los quiero...!— Decía el pequeño firmemente.
— Escucha Chard las cosas no son tan sencillas, no culpes a Sook y menos a Broly, ellos te quieren mucho...— Trató de conciliar las cosas mientras lo abrazaba, Bulma intentaba no olvidar nunca que era solo un niño, un infante que no debería estar involucrado en medio de una guerra como estaba ahora el pequeño.
— Hay cosas que no puedo explicarte y no vas a entender pero ellos te quieren mucho y sería injusto que los trates mal porque ellos me tienen encerrada...—
—Pero, es que no entiendo porqueBroly dice que es mi hermano... mi Papá dijo que solo tiene dos hijos, Trunks y yo, además Broly dice que mi maestro Paragus es su papá...— La cabeza del pequeño estaba hecha un lío.
Bulma sabía que el pequeño era muy perspicaz, tanto como su propio hijo y no podría convencerlo de nada en esos momentos.
«Tal vez no es hermano de sangre de Trunks y no es hijo de Vegeta, pero como si lo fuera...»
Resignada a que no lo haría irse de ahí sin ella decidió apurarse. —Escucha, en cuanto estemos a salvo, tu papá y yo te diremos todo, ¿De acuerdo? Ahora lo importante es sacarte de aquí y dices que no te irás sin mí así que la única solución que veo es que me ayudes a poder quitarme estas esposas que me mantienen en este lugar— Señalaba las mismas mientras lo decía — ves ese tubo a donde está sujeta la esposa que tiene atrapada mi mano? Debes buscar en qué punto está menos reforzado para que intentemos romperlo.— decía mientras sacaba otra cápsula con herramientas.
El pequeño solo asintió y se puso de inmediato a buscar lo pedido...
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.
.
Vegeta sonrió al observar a lo lejos a donde estaba el fanfarrón de Paragus y sus patéticos mercenarios esperándolos, aún no se habían percatado de su presencia.
«Suplicarás que te mate al final...»
Gokú quien estaba muy emocionado por que por fin la pelea se reanudaría dijo —¡Ahí están! Ese de allí debe ser Broly...— Pero antes de decir nada más Vegeta lo amenazó — ¡Ni se te ocurra intentar pelear con él hasta que yo lo haya hecho Kakaroto! Primero voy a matar a Paragus antes de acabar con su hijo—
—Pero Vegeta...— Se quejó Gokú, sin embargo el
Príncipe saiyajin hablaba bastante en serio.
— ¡Tsk primero pelea con los otros mercenarios, es una orden Kakaroto!—
Radditz y Nappa comenzaron a molestarlo, cuando de pronto escucharon como Vegeta alzó la voz para en forma clara y firme decir — ¡Así que aquí es donde te esconde Paragus!
Todos los saiyans iban seguros y emocionados, una pelea de nivel según lo que prometió Paragus estaba por empezar...
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¡¡¡Hola a todos!!!
Lamento la demora, había terminado desde el fin de semana pasado este cap, pero tuve que salir en forma urgente fuera de mi país por temas de trabajo y realmente no tuve chance de absolutamente nada, así que apenas volví ayer y me puse a terminar este cap.
¿Qué desastre de cap eh? No se ustedes pero quiero golpear a Gokú , con ganas de decirle: Brother si no vas a ayudar no azuces a Vegeta y a los otros saiyan .
Es de sabios reconocer los errores y Celery está reconociendo el suyo, esperemos que llegue a tiempo.
Que estrés en la nave con Sekket, Tights debe estar bastante estresada… ¿Qué hará?
Eche sus apuestas porque el otro cap viene la guerra frente a frente.
rápidamente contesto comentarios:
Invitado Patty Rep Dom: Lamento haberlo hecho esperar tanto pero el prox será en poco tiempo más!! Ya estamos en los últimos les prometo que si agonía pronto acabará jajaja, un abrazo y mil gracias x leer.
Invitado: Gracias a ti por leerte este cap, yo se que los dejé a la puerta de la batalla pero espero les haya gustado. Jajaja siii Bulma definitivamente desobedeció pero es humana y no iba a dejar que alguien si puede salvarlo, aunque ahora solo complicó las cosas más :S. Y mil gracias x entenderme!!! Y si a veces llevar la vida real y la escritura es complejo. Creo que como dices muchos no se dan cuenta de lo complejo que es porque lo lo han vivido pero te agradezco al mil tu apoyo de verdad mil gracias!!!!!
Invitado Lunática 3: Gracias por leerlo lind, saber que te ha gustado me hace muy feliz.
Invitado Sweet Caramel: Yo se que Celery actuó mal pero no esperaban a alguien como Broly, y pobrecito Chard, es un bebé recuerda que apenas va a cumplir 4 así que nadie dejaría a un niño tan pequeño irse solo :( fue una decisión difícil...
XXlalalulu: Jajajaja ya seee Piccoro debió quedarse de niñero ,) jajajaja tus teorías de que o todo salga muy bien o muy mal están a lo que dan... ¿Cual crees que sea el resultado? :O
No se angustien por el prox cap, no me tardaré esta vez tanto porque ya lo tengo al 70% el cap., así que espero en la última de diciembre o max primer fin de semana de enero poder publicar.
Les deseo una feliz Navidad y por si no alcanzo a publicar antes de que acabe el año, un próspero año nuevo.
Que pasen estupendas fiestas en compañía de su familia y que los propósitos que hallan hecho este año se hallan cumplido y que el nuevo año sea mucho mejor para cada uno y que esos nuevos propósitos que hagan se cumplan.
Gracias por seguir conmigo, de corazón les agradezco eso y ya estamos cada vez más y más cerca de la recta final.
¡¡¡Un fuerte abrazo, los quiero!!!
