CAPITULO No 26
Yoruichi había llegado a los campos de la propiedad de su familia, antes de entrar a su casa se tomo un tiempo para respirar y soltar la tensión de su día de trabajo. Pasar tanto tiempo con Soi Fong de alguna manera era un infierno y el paraíso a la misma vez. Un contraste fácil de entender porque todo era un paraíso por tenerla a su lado, verla en su irritación, las quejas, su solemnidad, la marcada responsabilidad en su cargo y esa lealtad que solo ella podía demostrar, aun así, era difícil mantener la ecuanimidad cuando la morena quería ser mas que una compañero capitán y esa se estaba convirtiendo en su dilema diario, además de su molestia ante la charla que tuvieron después de su confesión. Soltó un largo suspiro y decidió que era momento de entrar a la casa.
Yūshirō salió a su encuentro — nee san — dijo al momento que le abrazaba, de pronto miro tras su hermana — ¿Soi-chan no viene contigo?
— No pudo, tiene muchas cosas para ponerse al día — explico la morena — además no somos los únicos que la han convocado — señalo mientras pasaban por la sala — ¿Dónde está mamá? — Cuestiono.
— En el despacho con papá — informo aun con un puchero en su rostro.
La morena sonrío levemente — no hagas pucheros, se ve mal para el próximo vigésimo tercer líder del clan Shihōin.
El joven frunció el ceño — aun soy joven — comento — además tu eres la líder ahora.
Yoruichi detuvo su paso, la lealtad y amor de su hermano desde que regreso a la Sociedad de almas fue muy evidente, algo que la sorprendió porque cuando deserto Yūshirō apenas iniciaba a caminar. Pero ella lo sabía mejor que nadie, fueron su madre y Soi Fong quienes de alguna manera avivaron ese cariño y admiración, su hermano era de buen corazón y había aprendido a ser amble de su madre, de su padre aprendió sobre los protocolos nobles y su entrenamiento para ser el próximo líder del clan, con Soi Fong estaba perfeccionando en su aprendizaje y con ella inicio su conocimiento sobre el mundo fuera de esos muros de la mansión, lejos de la protección de sus padres, así que no le importaba que su hermano tomara los cargos en un futuro.
Según las tradiciones nobles solo el hijo primogénito varón podía seguir siendo líder del clan luego de contraer matrimonio, aun si ella se casaba con un hombre de la baja nobleza o alguien no noble, algún simple Shinigami, teniente o capitán del Gotei dejaría de ser la líder del clan y sus hijos si tenía suerte que su primogénito fuese varón, a su tiempo podía liderar el clan si en un caso Yūshirō no tuviese hijos primogénitos varones. En todo caso todo ese asunto del matrimonio y vástagos solo eran un dolor de cabeza, reglas tontas que ahogaban y coartaban la libertad de amar, de poder elegir con quien ser feliz y vivir una vida con la persona elegida. Realmente no importaba si dejaba de ser la princesa del clan Shihōin o la vigésimo segunda cabeza del clan, ella elegía a Soi Fong, su corazón ya le haba elegido.
— Se que cuando llegue el momento, serás un buen líder — dijo la morena revolviendo el cabello de su hermano quien le miraba molesto por seguir con eso — no hagas caras, eso no será pronto ya que justo ahora yo soy la princesa del clan Shihōin.
En un acto sumamente raro en el joven Shihōin, se enderezo para inclinarse y poner su puño derecho en su corazón — juro que no te defraudare hermana.
La morena parpadeo un poco sorprendida, pero complacida de que su hermano dijese esas palabras — ¿quieres entrar? — Cuestiono — seguro papá te enviara a tu habitación.
Yūshirō asintió — pasar un momento mas contigo lo vale — dijo a sabiendas que su padre siempre lo mandaba a su habitación cuando su hermana y el hablaban en el despacho.
Yoruichi toco la puerta del despacho y escucho un leve "adelante" Los dos hermanos entraron al despachos, sus padres se encontraban sentados en el sofá a un lado del enorme escritorio junto a una bandeja en la pequeña mesa, dos vasos y una botella de Sake. Yūshirō fue con su madre y le dio un abrazo, ella lo recibió con una amplia sonrisa.
— Madre, padre — saludo la morena — ¿Qué celebramos? — Pregunto.
— No es obvio — dijo Shiro — las noticias vuelan entre los nobles — comento — desde ayer por la noche es sabido que Soi Fong iba retomar el titulo de Gundanchō para liderar junto a la princesa del clan Shihōin la segunda división y Onmitsukidō.
La morena puso los ojos — hoy a primera hora el sōtaichō hizo el nombramiento.
Shiro francio el ceño — ese Haori — susurro,
— Si, es nuevo diseño — indico la morena — el comandante en jefe rediseño los Haoris de la segunda división y Onmitsukidō.
Minako se puso de pie para inspeccionar la prenda — no sabia que Kyōraku-san tuviese inclinaciones hacia la moda — señalo — realmente no se ve mal.
Shiro miro como su esposa hacia que su hija girara para ver el Haori, realmente parecía tener toda la razón. Kyōraku Shunsui había tomado el escudo del Onmitsukidō y lo había implementado al Haori de la segunda división. Seguramente el que cargaba Soi Fong seria lo contrario, decir que era novedoso o un buen diseño era quedarse corto, el Haori era el símbolo de poder de un Capitán, uno que le daba estatus y respeto, Genryūsai Yamamoto siempre se mostro estricto sobre la portación de los Haoris, no solo era una simple moda.
— ¿Ya cenaste? — Preguntó Minako.
La morena asintió — en el escuadrón — dijo seria.
Su padre sonrío — entonces ven, hay que brindar — dijo y cuando estaba a punto de servir el sake en un vaso vio que a morena le detenía y negaba.
— Tomare un té, no deseo alcohol en día de trabajo — dijo seria.
Minako se puso de pie — iré por el — dijo buscando la salida.
La morena al instante tomo asiento en la silla frente al escritorio de su padre y miro el papeleo — ¿hay papeleo urgente que deba atender? — Pregunto.
— Todo está bien, esta vez has adelantado bastante con el papeleo del clan — apunto el patriarca — solo revisaba algunos detalles.
La morena sonrío satisfecha, su madre apareció con el té que le entrego al momento — está un poco caliente, ten cuidado — previno con tono maternal.
— Gracias mamá — dijo la morena al momento que sorbió un poco del líquido.
Minako suspiro, Shiro miro a su esposa y luego hacia su hija, desde hace un tiempo había notado que su hija había dejado de lado el consumo de sake, por una parte, daba gracias por ello ya que siempre había señalado que era un poco deshonroso que una princesa bebería como cualquier sujeto común y corriente, pero por otra le era un recordatorio que la última guerra había afectado a su hija de una manera que aún no podía entender. La matriarca junto a Yūshirō fue la que rompió el leve silencio en el despacho.
— ¿Cómo esta Soi Fong? — Pregunto la matriarca.
Yoruichi bajo su rostro por un instante — está bien, pero Kotetsu taichō ha recomendado que lo tome con calma — apunto — justo ahora trata de ponerse al día con los cambios, dado que son muchos.
Shiro negó al instante — seguro que lo son — afirmo — ni yo entiendo porque razón el Onmitsukidō tiene que patrullar los rincones más podridos de Rungokai, si Yamamoto estuviera vivo seguramente esto no sucedería.
La morena suspiro — pero ya no está, murió — dijo suavemente — debemos hacer ciertos sacrificios para que el Gotei vuelva a la normalidad, nos guste o no Kyōraku solo trata de que las cosas no se pongan peor y si dejamos que los ladrones, las pandillas y asesinos de lo mas recóndito del Rungokai hagan de las suyas libremente, no vaya ser que pronto los tendremos tocando nuestra puerta.
Shiro suspiro — no creo que sea para tanto y tal vez solo está exagerando, otras veces no ha sido así — indico — no lo fue en la deserción y menos con la traición de Sōsuke.
— La deserción que hablas, solo fue la perdida de algunos capitanes y tenientes — apunto la morena — casi sucedió lo mismo con lo de Aizen que solo fueron tres capitanes, pero esta vez no solo fueron capitanes, hubo tenientes, oficiales sentados — enumero — la mayoría de Shinigamis rasos del onceavo, tercer y segundo escuadrón, eso sin mencionar que mataron al Shinigami mas poderoso y cabeza del Gotei 13.
Minako sonrío, su hija siempre sabia como ver más allá de lo simple, no de la manera en que podían verla todos los nobles. Shiro adolecía de una visión corta y no podía culparlo, ya que así fue educado, siempre buscando los intereses de su clan y evitando que socavarán a su hija luego de su imprudente ataque a central 46 y su respectiva deserción. Había luchado contra los ancianos del clan que exigían que la repudiara, dejo el liderato del Onmitsukidō a consideración de Yamamoto con la promesa de que no perseguirían a su hija, le dolió en su momento por lo poco que sabia del asunto, Ginrei Kuchiki fue el que le dio la información necesaria para que se quedara tranquilo, aunque la verdadera tranquilidad la obtuvo con el tiempo al ver el desempeño de la joven Fong como Gundanchō.
Shiro y su hija siguieron debatiendo del asunto, hace mucho tiempo que esos debates eran el pan diario. Shiro con su lado tradicional, desde la postura noble y su hija viendo más allá de la comodidad noble, algunas veces desafiando para poder soltar un poco ese yugo que le asfixiaba. Desde que supo que la peli azul estaba viva Minako no pudo evitar temer, por su hija, por la misma Soi Fong. Shiro podía tenerle respeto y hasta cierto cariño, pero si se enteraba que Yoruichi y ella tenían sentimientos entre si podía ser un problema. En el pasado Shiro temía que la joven Fong se adueñara de los títulos de la segunda división y Onmitsukidō, por eso enviaba convocatorias, invitaciones a comer, tomar té que eran rechazadas con mucha educación. Pero ella lo sabía mejor que nadie, no era desaire o algún tipo de altanería, solo no deseaba echarle sal a la herida en su corazón, pero claro eso casi nadie lo sabía.
La matriarca aun podía recordar el impacto de ver a Soi Fong luego de casi cuarenta años de la deserción de su hija, ciertamente la joven que conocía no era la misma y no solo hablaba de manera física ya que había crecido, ya no era aquella adolescente enclenque que iba tras de su hija acompañándole a todas partes. Minako podía decir que Soi Fong siempre había sido atractiva a su modo, noto que al crecer su rostro parecía no haber cambiado mucho, ya que aun era fino y un tanto exótico, pero lo que le causo cierta conmoción fue verla de cerca, en aquella ocasión ella les saludo educadamente, pero los ojos de la niña que miraba a su hija con total adoración, eses gris que antes parecían fundirse ahora parecían sin vida y emoción, fríos como el metal que se afila para hacer una espada. Extrañamente por un tiempo fue su hija quien parecía tener esa mirada, entre apagada y vacía.
Shiro suspiro — bien, le daré la razón a Shunsui — acepto mansamente — ¿Cuándo vendrá Soi Fong a cenar? — Pregunto sacando a Minako de sus pensamientos.
Yoruichi guardo silencio por un momento notando como su hermano parecía expectante e ilusionado — aún no le he dicho — confeso — por ahora están sucediendo muchas cosas al mismo tiempo, mañana muy temprano ira a central 46 ya que a sido convocada — informo seria — tengo entendido que por la tarde ira con su clan ya que de los ancianos le han citado.
El moreno frunció el ceño — seguramente quieren que vuelva cono jefa del clan, lo cual es comprensible y lo más lógico.
— Se lo señale, aunque dice que ya hay líder — señalo la morena con seriedad.
Shiro bufo — ¡tonterías! — Exclamo — cualquiera preferiría un héroe de guerra como jefe que un lisiado — apunto y Minako le miro molesta, Yoruichi negó al instante — hay pequeños rumores de que algunas casa nobles están pensando en enviar cartas de intención.
— Esa no es decisión nuestra padre — apunto la morena tratando de ser indiferente — me parece que lo primero que tiene que pasar es que ella vuelva ser la líder del clan, luego aceptar casarse y lo segundo lo veo difícil — aclaro, miro a su padre duramente — conozco a Set Fong y debo decir que es mucho más que un lisiado.
El moreno suspiro —no lo quise decir de mala manera, se lo que hizo por Soi Fong — dijo en un tono de disculpa — todos los saben, pero no es de la rama principal de la familia y esa es una desventaja.
Minako se puso de pie — eso significa que la visita de Soi Fong no será en esta semana.
— Lo siento mamá, te avisare con antelación cuando ella pueda — dijo la morena.
— Esta bien, entiendo que debe de volver a la normalidad — dijo con una sonrisa — no cualquiera vuelve de la muerte — apunto — ven Yūshirō, mañana tienes clases de etiqueta.
El joven hizo un puchero, sabiendo que mañana seria un día largo, Shiro junto a Yoruichi se quedaron un momento en el despacho hablando sobre las noticias y cotilleos que corrían entre los nobles, para la morena había tanto disparate inventado por los nobles, como uno que decía que el líder del clan Kuchiki había hecho un almuerzo para Soi Fong porque los ancianos del clan le habían señalado que seria bueno cortejarla y mucho más en esa línea.
— ¿Iras mañana a central 46? — Pregunto.
La morena negó al momento — no creo que sea prudente.
Shiro enarco una ceja curiosa y sonrío — ¿prudente? — Cuestiono.
Yoruichi suspiro — antes no lo fui — acepto — pero no quiero que esos estirados de central 46 tengan algo más en mi contra, tampoco quiero ser un problema para el Sōtaichō.
Shiro asintió reconociendo que su hija tenía razón — me alegra saber que hoy piensas un poco antes de actuar, de todas maneras, en alguna reunión del consejo del clan podre saber que fue lo que se habló ahí.
— Iré a dormir, mañana tengo una misión — comunico poniéndose de pie para ir a su habitación.
El patriarca suspiro al ver que su hija se marchaba a su habitación luego de un "buenas noches" El moreno término de beber el sake restante en su vaso. Sabia que por ahora el ambiente entre los nobles era burbujeante, muchos estaban expectantes sobre lo que podían conseguir ante lo que podía significar un acuerdo matrimonial con la casa Fong. Algo que le preocupaba un poco, pero confiaba en que la joven Fong siguiera negándose a cualquier trato de una propuesta de matrimonio. Esperaba que pronto se calmaran las aguas y a partir de ahí retomaría la situación de su hija, ya no podía seguir corriendo para escapar de su responsabilidad de un matrimonio.
La morena salió del cuarto de baño lista para descansar, aunque la charla con su padre fue un poco tediosa para su gusto, no necesitaba que le recordaran que por ahora la mayoría de nobles querían un acuerdo matrimonial con la casa Fong. Soi Fong no solo era un héroe de la última guerra, justo ahora era una figura de poder y ella más que nada sabía que a los nobles el poder les seducía como cual flauta sacando a las ratas de la ciudad. Yoruichi fue hacia el ventanal de su habitación y miro hacia la oscuridad de la noche. Tenia que ponerse en acción pronto antes que otros se adelanten. Aun no entendía porque Soi Fong se daba por vencida sin ni siquiera intentar luchar por ellas, por su amor, era como si no reconociera todo lo que había logrado hasta hoy, ser de la baja nobleza para ascender hasta ser capitana y Gundanchō del Onmitsukidō, sin olvidar que pudo sobrevivir a la muerte no era algo que cualquiera pudiese hacer.
— Posiblemente solo quiere protegerte — señalo sabiamente Raijin.
La morena suspiro — antes he luchado en contra lo establecido, contra los nobles de central 46 — indico — acepto que siendo joven fui impulsiva en mi actuar salvando a los demás arriesgando mis títulos y para después ser señalada una desertora — recordó — ¿Por qué hoy no lucharía por mi felicidad y por la persona que amo?
Yoruichi escucho el leve ronroneo contemplativo de Raijin — se que tienes una razón válida princesa, pero recuerda que esta vez no solo se trata de ti — señalo — escucha mi consejo, debes ser mas astuta que todos para que esta vez puedas salirte con la tuya, pero antes debes convencer a Soi Fong de que lo de ustedes puede ser posible.
Yoruichi suspiro — eso será algo difícil de hacer — comento suavemente — recuerda que ya dio su posición respecto a nosotras.
— Según tus recuerdos al regreso después de un siglo a la Sociedad de almas y de ser tachada como una desertora, fue un riesgo — señalo — la posición de la joven Fong ante la aparición de su preciada maestra fue hostil, mas de lo que esperabas — apunto el alma del Zanpakutō — porque ciertamente pensaste que podrías convencerla con una sonrisa tuya o reconociendo que había crecido.
La moren bufo — fui una tonta — soltó.
— Ciertamente lo fuiste, quisiste jugar un juego con tu abeja — afirmo Raijin — casi terminaste picada, pero al final te desencajo darte cuenta que la heriste en lo mas profundo.
— Lo sé, no tienes que recordármelo — dijo la morena apretando su puño.
Raijin rio levemente — pero aun con todo eso, ella te ama — dijo — recuerda eso cuando te aleje y diga que no importan los sentimientos.
La morena cerro sus ojos por un momento concentrándose, abrió los ojos y sonrío ante la vista de su mundo interior, desde la ultimas vez que estuvo ahí el panorama había mejorado un poco, el alma de su Zanpakutō se encontraba sentado con su cola moviéndose de una lado a otro. Ya no había agua en el piso y la oscuridad había menguado, sonrío ante el hecho de que su mundo interior ya no estaba en caos.
— Me alegra ver que te encuentras en un mejor ambiente — apunto la morena.
El enorme puma sonrío levemente — aunque suene ridículo debo señalar que el amor hace maravillas.
Yoruichi no pudo evitar una leve sonrisa ante esa frase trillada que posiblemente leyó en algún libro del mundo viviente — gracias por tus consejos Raijin — dijo la morena.
De pronto estaba nuevamente frente a la ventana de su habitación, soltó un suspiro y pensó que era mejor ir a dormir. Mañana seria otro día duro de trabajo y era mejor descansar para no perder el enfoque de lo que debe hacer de ahora en adelante.
La mañana llego en un abrir y cerrar de ojos Soi Fong se había despertado muy temprano para no llegar tarde con central 46. Por supuesto que como siempre la noche de ayer le había costado un poco conciliar el sueño y por supuesto que Suzumebachi no había ayudado al respecto, por que lo quisiera o no la peli azul se había acostumbrado en poco tiempo en la constante compañía de Yoruichi por mucho que trataba de mantener su distancia o su relación no fuese la mejor. Cuando estaba saliendo de las oficinas se topo con la morena que regresaba después de pasar la noche en la mansión Shihōin.
— Yoruichi-sama — saludo con una leve inclinación.
La morena asintió — Gundanchō — reconoció por el titulo logrando que la peli azul se alzara al momento extrañada — suerte con central 46.
Soi Fong prosiguió su camino, su humor se había agriado de alguna manera justo cuando tenía que ir a central 46 donde debía mantenerse calmada, para colmo Suzumebachi como siempre no fue de mucha ayuda señalando la manera en que su preciada maestra reconocía su título. La peli azul odiaba ir con esos nobles altivos que se creían intocables, pero apresuro el paso, no tardó mucho en llegar a su destino, se extrañó que fueran puntales porque todos los cubículos estaban ocupados.
— Buenos días — saludo Soi haciendo una inclinación — fui convocada para esta mañana.
Uno de los más altos miembro del central 46 asintió — bienvenida Gundanchō, es un honor tenerla de regreso.
Soi asintió respetuosa — gracias — dijo al momento.
— El motivo de su llamado es por el hecho de que como se ha dado cuenta la segunda división y el Onmitsukidō esta de alguna manera fracturado en poder teniendo dos capitanas — apunto — cuando las dos instituciones siempre estuvieron bajo su mando, según dijo el Sōtaichō de alguna manera fue un pedido del Rey alma a la princesa de la casa Shihōin.
— Supe en el palacio que Shihōin taichō tuvo una audiencia con el Rey — confirmo sabiendo que deseaban corroborar que ese dato — no se exactamente que se hablo en esa audiencia, en todo caso puede preguntar a Shihōin taichō, estoy segura que ella no se negaría a su solicitud.
Uno de los ancianos nobles carraspeo — no creo que sea necesario molestarla, confiamos en tus palabras y confirmamos en la del Sōtaichō — apunto — aunque acepto que es difícil de creer que el Rey Alma diese una audiencia a la princesa del clan Shihōin — comento de manera burlona — pero imagino lo que desea es preservar la buena relación entre Gotei 13 y los nobles.
Ante el ultimo comentario se escucharon comentarios entre los miembros de central 46, la peli azul no podía creer que aun con todo algunos nobles no cambiaban, cualquiera hubiese aprendido de lo que les sucedió a sus antecesores con Aizen Sōsuke — ¿hay algo más que la sala desee que les informe? — Cuestiono.
Uno de los más cercanos hablo — creo que solo te damos la bienvenida y esperamos que el Gundanchō siga el excelente trabajo con las casa nobles y el Gotei 13.
Soi Fong se inclinó levemente — mi deber y lealtad siempre serán con el Gotei 13 y proteger a los nobles.
— Esta despedida Gundanchō — dijo el noble con una sonrisa, uno de los pocos que lo hizo, todos en esa sala sabían que la joven Fong siempre fue mas afecta a las órdenes de Yamamoto que a los nobles, aunque eso no fue un problema el reconocía que la chica Fong era inteligente, algunas veces hizo la vista gorda al actuar y negocios turbios de algunos nobles, pero era seguro que si algo no le gustaba demasiado se ponía en acción y todos sabían que ella podía ser bastante molesta si se lo proponía.
La peli azul salió de ahí, sabía que era una pérdida de tiempo desde el principio que recibió la nota de su convocatoria, central 46 siempre había sido un poco hostil con Yoruichi por el simple hecho de haber ido contra la sala anterior, algo tonto si le preguntaban. Pero debía aceptar que Yoruichi cuando fue Gundanchō hace mil año siempre fue recia a darles gusto en sus órdenes, rara vez aceptaba las peticiones que incidían para ayudar a algún noble. Ella por otro lado siguió el consejo que Ginrei Kuchiki ante su primer convocatoria a central 46 "te recomiendo mostrarte respetuosa, quizá un poco complaciente hasta verte sumisa con ellos" Soi al principio no estuvo de acuerdo, recordaba que su Yoruichi-sama mantenía sus ideales contra esa sala, pero el noble capitán de la sexta escuadro le dijo algo que le impacto "tu no eres Yoru-chan, ellos no te respetaran o tendrán miedo y si no tienes eso al menos ten la astucia de engañarlos dándoles cierta seguridad que harás lo que digan"
Cuando Soi Fong llego al segundo escuadrón vio que solo Ōmaeda se encontraba en la oficina — ¿Dónde está Yoruichi-sama? — Pregunto.
— Fue con el grupo desplegado este día en el sector 64 del Rungokai con la misión de buscar aquellos que podrían ser un problema en el área — apunto el regordete teniente.
La peli azul frunció el ceño — ¿Por qué no se me informo de eso? — Cuestiono.
Ōmaeda se tensó, esa voz era la que su taichō ocupaba cuando estaba inconforme con algo en el escuadrón — Shihōin taichō, dijo que no era necesario informarte sobre eso — indico suavemente y noto el resoplido de la peli azul — señalo que aun debías recuperarte.
— ¿En Sabitsura del Rungokai? — Pregunto y Ōmaeda asintió, iba a decir algo, pero como era costumbre con Shihōin taichō. Soi Fong Shunpo fuera de ahí.
Yoruichi Shihōin había llegado al sector 64 del Rungokai y como todos los sectores luego del distrito 50 eran cada vez peor, ni se molestó en quejarse, los informes antes de la guerra indicaban que el onceavo escuadrón había liderado una investigación de desaparición de muchas almas. Al final se supo que habían sido eliminadas por orden de Mayuri para mantener un balance de las almas que de alguna manera no sabían el motivo del desbalance, desencadenando en la guerra con los Quincys. Pero hace una semana recibió un informe de que algunas almas de lugares más lejanos como Inuzuri, Kusajishi y Zaraki emigraron hasta llegar a Sabitsura, asentándose algunos a la fuerza y otros desencadenando luchas con los lugareños existentes por siglos en esas tierras y por mucho que no se tenían registro o estadísticas de población desde el sector 50, los rumores siempre corrían en la Sociedad de Almas y Rungokai.
Su misión como siempre era patrullar y si alguien buscaba problemas, eliminarlo o llevarlo al Nido de Gusanos. La morena prefería eliminarlos de una vez, reconociendo que Nido de Gusanos era para almas realmente peligrosas y en sectores del Rungokai como ese solo podían encontrar pandillas, asaltantes, buscapleitos y uno que otro asesino de poco monta, ya que según su apreciación cualquier alma realmente peligrosa e inteligente no andaría a la luz del día como juan por su casa. El grupo que le acompañaba era de 25 Shinigamis, dos reclutas de la academia Shinō, tres asientos, diez miembros del Onmitsukidō y 10 de la segunda división. Que serían repartidos en tres grupos que iniciaron su patrullaje sin perder tiempo.
Soi Fong llego a Sabitsura y miro el panorama, podía sentir levemente algunos pequeños Reiatsus repartidos en tres sectores del lugar, algo que le molesto un poco, primero porque eran miembros de la segunda división y Onmitsukidō, uno de los requisitos importantes era el enmascarar el Reiatsu y al parecer algunos estaban fallando un poco en eso. Suspiro y se dirigió al lugar más cercano donde podía sentir al presión espiritual. El primer grupo que encontró era dirigido por Koji el séptimo asiento, se quedó un momento vigilante de una manera evaluadora, después de casi cinco minutos de seguir ese grupo fue con el otro que estaba encabezado por el Octavo asiento Sato, con ese grupo no se detuvo mucho el lugar donde se encontraban parecía tan solitario que sentía que todo esa misión era una pérdida de tiempo.
Además, suponía que con el último grupo encontraría a Yoruichi que seguramente lideraría la misión y precisamente era la persona que estaba buscando de alguna manera. Se detuvo y suspiro cansinamente dándose cuenta que este grupo era un farol, pues de aquí sentía la mayor señal de Reiatsu. Miro detenidamente y frunció el ceño, noto que tenían un grupo de 6 almas en custodia, además de eso en el grupo de la morena había dos estudiantes de la academia, según recordaba Yamamoto luego de la traición de Sōsuke Aizen derogo las pruebas de campo donde los estudiantes acompañaban misiones a los escuadrones. Aun así, se mantuvo encubierta mirando lo que sucedía con ese grupo con el pensamiento de que cuando esa misión terminara hablaría con Yoruichi sobre algunas cosas importantes del escuadrón y Onmitsukidō de las cuales debían ponerse de acuerdo.
Yoruichi había encontrado una pandilla, luego de haber recorrido la ruta trazada para su grupo en el mapa por cuarenta minutos entre miradas temerosas, otras de desdén y una que otra curiosa de las almas que habitaban ese lugar. Hasta hace diez minutos todo parecía ser la misma tónica hasta que una anciana se acerco al grupo yendo directamente hacia ella, Miyuki rápidamente quiso interceptarla, pero la morena se lo impidió cosa que después agradecieron internadamente ya que la anciana se había quejado de un grupo de maleantes que robaba, extorsionaba y asesinaba a los habitantes de ese sector, según la anciana estaba en una choza al final de la calle a unos 100 metros. La morena aun podía recordar lo que la anciana dijo al final "ver un Shinigami por estas tierras olvidadas es casi imposible desde la guerra" Luego de esas palabras el taichō de la segunda división se comprometió con la anciana a deshacerse de esos indeseables.
Justo ahí estaban ahora, fuera de esa choza maltrecha con 6 de esos hombres violentos y llenos de si mismos, por supuesto que posiblemente nunca se habían topado con un capitán del Gotei 13, quizá si con Shinigamis que seguramente hacia vista gorda a su deber. Uno de ellos se había lanzado contra uno de sus subalternos, pero este rápidamente los doblego y cuando los demás quisieron escapar fueron rápidamente capturados y ahora los tenían ahí de rodillas, esperando su castigo o lo que fuera a suceder. Ella solo esperaba que alguno de esos indeseables hiciera el primer movimiento, una excusa para acabar con todos ellos. Sus subalternos habían hecho un buen trabajo atándolos, pero como ella lo había instruido con antelación debían dejar uno con cierta facilidad de romper las ataduras.
Yoruichi dio vuelta una vez más después de su discurso sobre "castigos a delincuentes que el Gotei tenía preparado" No era partidaria de perder el tiempo en estupideces, pero desde que fue nombrada capitana del segundo escuadrón y Gundanchō nunca le gusto que las dos instituciones que comandaba con orgullo fuesen tachados de asesinos despiadados, por lo que había decidido actuar en defensa propia, algo que Miyuki estimo arriesgado para su seguridad recordándole que era una noble, la líder del clan Shihōin y una de las tareas del Onmitsukidō era resguardar la seguridad de los nobles. La morena quiso reír ante el hecho de que Miyuki podría ser una copia de Soi Fong, aunque lo ideal era decir mala copia porque al final siempre cedía a sus órdenes y deseos, su abejita por el contrario la había botado del pedestal.
Al instante de quedarse un momento de espaldas fue que sucedió, uno de los sujetos el mas grande para variar soltó las amarras y saco un cuchillo del interior de su ropa lanzándose contra la morena que estaba mas que lista para matarle, pero en un abrir y cerrar de ojos Soi Fong apareció con Suzumebachi liberada y dando dos rápidos golpes al alma infractora que desapareció en un halo de Reishi antes los ojos de sus compinches y el grupo que Yoruichi lideraba. La peli azul en su escondite había visto como ese hombre soltaba sus amarras y supo que esto solo era una fachada, pero ella no iba a jugar ese juego y se lanzo a matar a ese infame que intento levantar un arma contra la princesa del clan Shihōin.
Soi suspiro — ¿saben quién es ella? — Cuestiono a los 5 hombres en custodia — capitán del segundo escuadrón del Gotei 13 Shihōin Yoruichi — índico — según las leyes de Central 46, es ilegal atacar a un capitán. Hacerlo se considera traición y el castigo es la muerte — dicho eso hizo un asentimiento leve, al instante Miyuki, el miembro del Onmitsukidō y el Shinigami mataron a los delincuentes.
Yoruichi suspiro — Gundanchō, pensé que estaría en su convocatoria con Central 46.
La peli azul frunció el ceño — termino pronto — informo — Miyuki hazte cargo mientras Ōmaeda nos releva, que todos regresen después de terminada la misión — miro hacia los dos estudiantes de la academia — ustedes son un faro en este lugar — se quejó haciendo que los dos estudiantes se encogieran avergonzados — Miyuki cuídalos y enséñales lo que se necesita para estar en el escuadrón — indico y luego fue con la morena — ¿regresamos al escuadrón Yoruichi taichō? — Cuestiono.
— No — respondió la morena — la misión aún no está terminada.
Miyako suspiro — vamos, sigamos con nuestra misión — todos al momento siguieron al décimo asiento, tomando un poco de distancia de las dos.
Soi miro de soslayo notando como el pequeño grupo se alejaba — se está poniendo en peligro en un lugar como este — soltó — ese tipo…— dijo con un tono de desprecio.
— Estaba esperando que eso sucediera y más que lista para repeler cualquier ataque tonto de un idiota que creyó que podía herirme — explico con autosuficiencia.
Sabia que era verdad, ella en todo caso cuando lo ameritaba usaba esa misma estrategia porque ciertamente así lo había aprendido de su Sempai, pero era imprudente que la líder del clan Shihōin se expusiera en los distritos mas peligrosos del Rungokai — me hare cargo de la misión de aquí en adelante, usted puede volver al escuadrón.
La morena bufo — no lo hare Gundanchō, esta es mi misión y la terminare — dio un paso adelante para ir con el grupo y Soi se interpuso en el camino.
— Bien, le acompañare Yoruichi taichō —dijo lo último con tono serio.
Yoruichi prosiguió su camino, pero al momento que pasaba junto a la peli azul esta aprovecho para susurrar "tenemos que hablar" Siguió su camino como si nada hubiese pasado, el decimo asiento hablaba con los chicos de la academia dando los requisitos que todos en el escuadrón sabían de memoria. La misión siguió su curso de manera tranquila para disgusto de Soi Fong, pero tuvo una que otra oportunidad de ver como de a poco ese lugar olvidado por dios parecía ser limpiado de ladrones, pandillas y uno que otra alma violenta. Eran las dos de la tarde cuando los tres grupos por fin se reunieron dando por terminada esa misión y por fin regresar al escuadrón. A la llegada Yoruichi les ordeno hacer el informe de la misión según el grupo comandado y pido algo a Miyuki en total confidencialidad, cuando llegaron a las oficinas Ōmaeda rápidamente se puso de pie saludando.
— Puedes irte Ōmaeda — ordeno Soi Fong.
— Si taichō — dijo el regordete teniente tratando de buscar la salida.
— ¿Terminaste el papeleo Marechiyo? — Cuestiono la morena y este se detuvo en seco.
El regordete teniente miro hacia la peli azul y luego a la morena, sabia que esto no era bueno — aun me falta un poco para terminar, taichō — respondió inseguro sobre que decir.
Yoruichi sonrío levemente — entonces no puedes irte hasta terminar — sentencio buscando su propio escritorio para empezar su propio informe sobre la misión.
Soi se quedo parada ahí, miro a Ōmaeda que había vuelto a su escritorio evitando mirarla quizá con miedo de que fuese duramente castigado, la morena por otro lado fue a su escritorio para hacer papeleo, suspiro cansinamente eso solo podía indicar que Yoruichi trataba de ignorar el tener esa charla que pidió que debían tener. Pensó que lo mejor por hacer era revisar las misiones futuras, así podía evitar que Yoruichi siguiese yendo a misiones tontas al Rungokai, ella estaba de regreso y podía hacerse cargo de estúpidas almas que no reconocían ley alguna.
Ōmaeda termino su papeleo y rápidamente ordeno todo en su escritorio, podía sentir el ambiente tenso y sabia que si se quedaba ahí podía ser afectado ante el fuego cruzado, este día le confirmaba que ese par tenia puntos tan diferentes y a la vez tan parecidos que lo mejor era dejar que se las arreglaran por si solas — termine el papeleo Taichō, ¿puedo retirarme? — Cuestiono.
— Puedes irte, espero que no haya errores en los informes o sabes lo que te espera — dijo la morena el regordete teniente negó al instante y se marchó.
La peli azul observo toda esa interacción un poco irritada, ¿desde cuando ese amante de bocadillos era tan diligente con el papeleo? De pronto solo estaban ellas, cada una en su escritorio. Soi se puso de pie y fue al escritorio de la morena — Yoruichi-sama — llamo y esta alzo la vista con seriedad — tenemos que hablar — le recordó.
Yoruichi dejo el bolígrafo a un lado y alzo su rostro — muy bien, pero antes de hablar vamos a comer — señalo.
Al momento el shōji fue abierto y uno de los Shinigamis encargados de la cocina aprecio con dos bandejas de comida — taichō, me dijeron que iban a comer aquí — dijo al momento que colocaba una bandeja en el escritorio de Soi Fong, Yoruichi rápidamente quito el de su escritorio el informe que hacia y le fue colocada su respectiva bandeja — que tengan buen provecho — dijo haciendo una inclinación en saludo y salió de ahí.
Comieron en silencio, cada una degustando su plato de comida caliente que seguramente habían preparado con antelación. Soi trato de pensar en lo que debía decir cuanto llegara el momento en que Yoruichi y ella hablaran, aunque sabia muy bien que sería difícil mantener una actitud conciliadora según lo que la morena respondiera. La morena trato de disfrutar su comida y olvidar que después seguramente la peli azul hablaría sobre la misión y "su seguridad por ser la princesa del clan Shihōin" Podía apostar diez mil Kan que Soi dirá algo como eso, porque ese era el problema y siempre lo fue, aun cuando ella solo era un guardaespaldas, nunca se sintió digna de una sonrisa amable, un saludo, un reconocimiento y aun hasta ahora siendo capitana, haber logrado Shunkō por si sola y ser un héroe de la última guerra no bastaban, al final Soi Fong siempre aceptaría ese pensamiento que taladraron en su mente desde pequeña de servir y proteger a la princesa del clan Shihōin.
Incluso ante sus propios sentimiento y ante ese último pensamiento Yoruichi lanzo los palillos al plato, habiendo termino su comida rápidamente y suspiro frustrada, ahora solo restaba esperar que Soi terminara su comida para tener esa charla. La peli azul comió con la calma habitual tomando con gracia cada bocado hasta acabar su plato, sabia de manera consciente que la morena ya hace ratos había terminado, luego de haber lanzado de manera extraña los palillos al plato, ahora solo esperaba por ella.
La morena se puso de pie y fue hacia la puerta — que retiren las bandejas — soltó al momento y volvió a su lugar, tras de ella rápidamente apareció el mismo Shinigami que había traído los alimentos retirando todo y saliendo de las oficinas tan rápido como había llegado — entonces — empezó la morena — ¿Qué era eso que deseaba el Gundanchō hablar? — Cuestiono.
Soi frunció se puso de pie y rápidamente efectuó el Kidō para que nadie escuchara lo que iban hablar — primero, se supone que somos una unidad para comandar este escuadrón, pero yo no sabía nada sobre esta misión — se quejó — segundo, tenía entendido que después de los sucedido con Aizen los estudiantes de la academia ya no harían tareas con escuadrones, mucho menos con el segundo y Onmitsukidō.
La morena suspiro — Kotetsu recomendó que lo tomaras con calma, si revisaste la bitácora de futuras misiones seguro has notado que solo esta misión estaba programada para este día, pensé que luego de unos días podíamos discutir como operar al respecto.
— Kotetsu taichō solo está exagerando — se quejó la peli azul — me dio de alta y estoy tomando las cosas tranquilamente.
Yoruichi enarco una de sus cejas — ¿tranquilamente? — Cuestiono — fuiste a una misión de la cual no te avise porque justo ayer acabas de volver a tus labores como Gundanchō y no me pareció prudente que nos acompañaras, pero llegas de improvisto y quieres tomar el mando desautorizándome frente a los demás.
— No le estaba desautorizando — refuto — el grupo que usted comandaba era un farol con esos niños de la academia que apenas pueden mantener su Reiatsu en lo mínimo en ese lugar olvidado por dios — señalo — además de eso el grupo de Koji tenía un Shinigami con los mismo problemas, por momentos se podía sentir su presión espiritual.
La morena suspiro, no esperaba que Soi se pusiera tan estricta ahora, aunque quizá si debió esperarlo ya que siempre fue tan dedicada y perfeccionista, pero debía entender que eran tiempo difíciles y las cosas ahora no eran como antes — hemos tomado reclutas nuevos para esas tareas, sé que no están en óptimas condiciones — señalo — pero no nos queda de otra, hay poco personal y los nuevos han tenido que aprender sobre la marcha, sabemos que para algunos es fácil y otros les cuesta un poco más.
Soi suspiro sabía según los informes el escuadrón estaba en su nivel más bajo en números Shinigamis desde la última vez hace más de mil años — la segunda división y Onmitsukidō no está para hacer tareas de ese tipo.
— El onceavo está peor que nosotros en personal, ellos son los que patrullaban más allá del sector 60 del Rungokai y no se dan abasto ya que como siempre sucede la delincuencia se aprovecha la situación — informo — en la última reunión de capitanes se habló de eso, Kyōraku Sōtaichō decidió que nuestro escuadrón era el mejor para efectuar esas tareas, de lo cual me pareció lo más sensato ya que nos movemos rápido y de la misma manera nos deshacemos de ellos.
— No me pareció que hoy lo hacían de esa manera — se quejó la peli azul — se pone en peligro deliberadamente.
— Se cuidarme y defenderme, soy un capitán del Gotei 13 — indico la morena — si ese tipo creyó que podía hacer algo contra mí, solo demostró que era un ignorante.
Soi se puso seria — en todo caso ese no es el punto — dijo suavemente y pudo ver la cara de curiosidad en la morena — ¿se le olvida quién es? — Cuestiono — es líder del clan Shihōin y por consiguiente no debería estar haciendo esas tareas.
Yoruichi suspiro cansinamente y sonrío ante el hecho que si hubiese apostado tendría ganados los 10 mil Kan — no se me olvida y aunque quisiera olvidarlo, siempre estás lista de recordarlo — se quejó haciendo una leve pausa — pero por el mismo hecho de ser la líder del clan Shihōin, mi deber principal está en ser capitán del segundo escuadrón y Gotei 13.
La peli azul guardo silencio ante el leve reproche de Yoruichi, pero ella lo sabía bien, lo mejor para las dos era no olvidar la diferencia que tenían entre la nobleza — mis disculpas Yoruichi-sama.
— Deberías de dejar de llamarme así — dijo la morena — las dos somos capitanas y tenemos el mismo estatus, los hombres no verán con buenos ojos que su Gundanchō sea tan mansa con el taichō.
Soi suspiro — siempre le he llamado así y no pienso cambiar — apunto neciamente.
— Evita hacerlo delante de ellos — aconsejo — al menos haz eso.
La peli azul asintió sabiendo que no tenia caso seguir con esa discusión — lo hare, pero solo frente a las tropas y en misiones.
Yoruichi sonrío satisfecha — con respecto a los chicos de la academia — recordó y Soi puso los ojos — en su ficha anotaron que quieren ser parte del escuadrón, Shunsui creyó que dejarles ver lo que hacemos seria una buena idea dado el bajo numero de ingresos que hemos tenido.
— Esta tomando riesgos — apunto — Yamamoto quito esas misiones por una razón, si el Sōtaichō sigue así central 46 tendrá motivos para señalar defectos a su liderazgo.
La morena le miro seria — lo se — dijo suavemente — por eso mismos he puesto en marcha parte del grupo especial del equipo 4 — Soi le miro seria — ¿crees que no me iba dar cuenta? — Pregunto.
— Es obvio que siendo Gundanchō y capitán del segundo escuadrón lo sabría, pero las dos sabemos que antes ya se había dado cuenta, según recuerdo los que vigilaban el área donde Kūkaku Shiba vivía tuvieron un borrado de memoria en la invasión Ryoka — apunto seria la peli azul.
Yoruichi sonrío — yo misma los cree y forme, podía reconocerlos en cualquier lugar por mucho que trataran de pasar desapercibidos — apunto — lo que me sorprendió fue que el grupo no hubiese sido eliminado.
— ¿Por qué haría algo así? — Pregunto — cuando investigue la deserción, el hecho de que usted supiera de la sentencia antes que nadie me resulto sospechoso — señalo — fue ahí que lo descubrí y ante eso el encargado me dio toda la información sobre el grupo que usted había formado y la misión que tenían encomendado — explico — no podía desaprovechar ese recurso que usted dejo en el escuadrón.
La morena soltó un suspiro — una lastima que sombra muriera con central 46 a manos de Aizen — dijo la morena.
— Ciertamente lo fue, estaba a punto de jubilarse — señalo la peli azul — nunca supe por qué de ese nombre clave.
Yoruichi sonrío levemente ante el recuerdo — antes de que tú fueras mi guardaespaldas el era uno de ellos — señalo — era tan fastidioso, no se separaba de mi por mucho que lo intentara, por eso mismo le puse como nombre clave sombra.
Soi Fong asintió — supongo que fue adecuado — dijo suavemente.
Hubo un leve silencio, quizá por los recuerdos o simplemente porque de alguna manera lo que menos deseaban era estar en una constante confrontación, no era bueno para ellas y menos para el escuadrón — tendremos que hacer una reunión con los oficiales sentados para delegar tareas, si deseamos algún cambio puedes ir pensando — indico la morena.
La peli azul asintió — creo que antes debamos ponernos de acuerdo entre nosotras para establecer nuestras responsabilidades — señalo — con eso resuelto podremos organizar los grupos de trabajo para las misiones que nos han sido encomendadas por el Sōtaichō.
— Por ahora la misión principal es la vigilancia en los distritos del Rungokai, cuidado y vigilancia de los nobles y central 46 — apuntó — patrullajes para eliminación de huecos, aunque no se han encontrado muchos desde el final de la guerra — señalo — cuidar el Nido de Gusanos y eliminar peligros para el Gotei 13.
— En general es lo mismo de siempre — dijo la peli azul — mañana me hare cargo de la formación general del escuadrón, quiero ver como lo hacen con los nuevos soldados.
Yoruichi negó — yo puedo hacerme cargo, no te hará mal tomarte poco más de tiempo para acoplarte.
Soi suspiro internamente — insisto — dijo seria.
La morena enarco una de sus cejas, el tono usado por Soi Fong denotaba cierta molestia y este no era el momento para discutir por hacer trabajo del escuadrón lo cual solo señalaba lo tensa que podía ser su relación por ahora— está bien, solo pido que lo tomes con calma.
— No se preocupe que lo hare — dijo suavemente.
— Iré a supervisar el entrenamiento de los nuevos — señalo y antes de irse se detuvo — no olvides que tienes que ir con tu clan.
Soi Fong negó con su cabeza — como olvidarlo — susurro suavemente, aunque la morena se había ido para escucharle. Por inercia miro hacia el reloj que mantenían en la oficina cerca de la puerta de entrada y suspiro al saber que aun le quedaban un par de horas antes de irse. Lo mejor para matar el tiempo seria revisar de nueve el libro de misiones y de paso hacer un bosquejo de lo que podía ayudar para cuando ella y la morena tuviesen esa reunión para ponerse de acuerdo.
La morena llego al dojo secundario, era un poco mas pequeño que el general porque era utilizado para entrenar a los nuevos reclutas y algún Shinigami de otro escuadrón que era enviado para mejorar en Hakuda o al menos tener algún conocimiento en esa área en especifica. Yoshio el sexto asiento era quien dirigía la practica y justo se encontraba en un combate con otro Shinigami que por la vestimenta era miembro del Onmitsukidō, supo que estaba mostrándoles la manera poca ortodoxa del Hakuda, porque en el segundo escuadrón pulían el entrenamiento de manera concienzuda, pero también enseñaban ese lado oculto que no todos conocían que el Onmitsukidō había perfeccionado, ahí les mostraban trucos a utilizar, movimientos engañosos, ventajosos y el juego sucio que era parte del repertorio único de enseñanza en el segundo escuadrón.
Yoruichi asintió en reconocimiento a Yoshio dejando que siguiese con la exhibición él era bueno con esa clase de instrucción, su expediente era basto en experiencia y había sido del Onmitsukidō desde que ingreso al escuadrón. Soi Fong tenía buen ojo al tomarlo como un oficial sentado. Luego de un momento se unió a la formación, algo podía de reconocer de lo que había señalado Soi Fong con anterioridad cuando apareció en el Rungokai señalando que algunos tenían dificultad para mantener su Reiatsu oculto, algo que no debía ser un problema para los que eran parte del segundo escuadrón y Onmitsukidō, en eso debían trabajar y mejorar, ese seria su trabajo para lo que quedara de formación a reclutas.
Ōmaeda regreso a las oficinas del escuadrón luego de repartir algunos informes que debían ir a distintas divisiones como el cuarto, el onceavo y el trece. Se sorprendió a su regreso de ver que Soi Fong parecía estar leyendo algunos informes de misiones pasadas, pero no hizo comentario alguno más bien se dispuso a ir al patio donde le esperaban algunos reclutas que necesitaban refuerzos en Shunpo.
— ¿Dónde vas Ōmaeda? — Pregunto la peli azul.
El teniente se detuvo — Shihōin taichō dijo que esta tarde debía ayudar a unos reclutas con su Shunpo, justo me están esperando en el patio.
Soi asintió — hazlo bien — recomendó, recibiendo un asentamiento de Ōmaeda que se marchó al instante. Se quedó mirando la puerta Shoji por un momento, la oficina cayo sumida en un extraño silencio que le pareció un poco fuera de lugar, luego de un instante suspiro reconociendo que de alguna manera se había acostumbrado a tener a la morena a su alrededor y eso era peligroso.
Decido que era mejor revisar los registros mas a fondo, no quería perderse de nada de lo que se había hecho en el escuadrón mientras ella nos estuvo. Ya había revisado la bitácora de misiones, pero no lo verifico a fondo, solo había visto las fechas de misiones en el tiempo que llego del palacio del rey y estuvo encerrada en los aposentos del capitán, quizá era momento de retomar verdaderamente su responsabilidad y empaparse del trabajo del escuadrón, funciona mejor cuando se centraba en el trabajo y las misiones. Siempre fue así desde que ella se marchó la morena y cuando no regreso no fue diferente.
Pasó parte de la tarde en eso y encontró algunas cosas curiosas e inquietantes, se molesto consigo misma por no haber visto la bitácora mucho antes. Las primeras misiones eran una especie de burla para cualquiera que había crecido en el Onmitsukidō, las misiones iban de buscar sobrevivientes, registro de las familias nobles, censo de Shinigamis del escuadrón en recuperación en el cuarto, censo de los que estaban de servicio. Ese no era el trabajo del Onmitsukidō, para eso estaban los del cuarto y doceavo escuadrón, luego noto algo más delicado e inaceptable, las firmas en los primeros reportes correspondían a diferentes capitanes que nada o poco tenían que ver con el segundo su primer pensamiento ante eso fue "¿Dónde diablos estuvo Yoruichi todo ese tiempo?" Quizá tendría que averiguarlo con otra persona, ir con Yoruichi con estos cuestionamientos no seria bueno dado su última charla personal, aunque también podría ir con el Sōtaichō y preguntar.
La morena llego a las oficinas y noto que Soi Fong parecía inmersa en la lectura, observo con detenimiento y noto que se trataba de la bitácora, suspiro al ver que casi eran las seis de la tarde — si no te marchas ahora llegaras tarde — dijo de una vez y noto que la peli azul parpadeo.
Soi suspiro — solo es una estúpida reunión de clan — dijo suavemente.
— Tu primo seguro insto a su esposa a preparar algo especial para tu llegada — dijo seria y pudo notar como los hombros de Soi bajaban derrotados ante su argumento.
La peli azul se puso de pie — tiene razón — acepto y pudo notar que la morena medio sonreía — hasta mañana Shihōin taichō.
Yoruichi puso los ojos ante el uso de su titulo de parte de Soi Fong, Se acercó al escritorio notando que junto a la bitácora se encontraba una hoja donde la peli azul estuvo escribiendo algunas cosas, donde podía leer "formación general", sonrío pensando para sí misma ya que no le importaba si Soi deseaba hacer la formación general ya que era muy temprano por la mañana, aunque eso no era un problema dado que sorpresivamente ella tenía problemas para dormir desde el final de la guerra, no podía atribuirlo solamente al dolor de perdida de Soi Fong, porque había mucha la culpa, rabia y enojo. Sin olvidar que debía ser meticulosa y mantenerse alerta en cada reunión con los ancianos consejeros del clan para no terminar en un matrimonio arreglado.
Una parte de ella estaba cansada de permanecer firme y no sucumbir al deseo de mandar todo al carajo, quizá ciertamente había madurado, ahora podía reconocer que ella no había vuelto para ser capitán y Gundanchō, solo deseaba estar con la familia, aunque eso consistía en volver a ser la líder del clan, algo que podía soportar y su segundo propósito era poder estar en buenos términos con Soi Fong, obviamente la guerra lo cambio todo. También ella había cambiado, sus sentimientos descubiertos le hicieron ver las cosas de otra manera y dado un sentido diferente a su vida y decisiones. Ahora cada paso o decisión a tomar debía de hacerlo para poder tener el futuro que deseaba, uno que quería compartir con la persona amada y que le amaba, pero sabía que no todo era fácil pues tenía muchos obstáculos.
— Pensar en lo mismo no ayudara en nada si no te pones en acción princesa — dijo Raijin en su mente.
Yoruichi suspiro — apresurarse no es una opción Raijin — señalo seria — ¿Por qué me presionas con eso? — Cuestiono.
— No te presiono, solo te recuerdo que pasa el tiempo y hay otros que hacen planes para casarte pronto — apunto el enorme felino.
— Tienes razón — acepto la morena — pero esperare a ver qué es lo que tienen que decir el consejo del clan Fong para iniciar con mis planes.
El enorme puma ronroneo en su interior — supongo que igual a ti te pasa querrán casarla, aunque ellos quizá busquen hacerlo con el mejor postor — dijo serio — tú en cambio puedes casarte con un humilde tendedero.
— Por favor olvídate de eso — pidió la morena con tono ofendido mientras tomaba asiento en su escritorio, la voz del alma de su Zanpakutō se apagó en su mente.
Yoruichi pensó en que era mejor hacer informes y luego de eso iría a casa, sabía que no tenía caso quedarse a esperar a que la peli azul porque si el tema a tratar era la reinstalación de su título como cabeza del clan Fong y buscar un beneficio para el clan con un posible casamiento que podrían conseguir con cualquier clan en mejor posición que ellos.
Soi Fong llego a la entrada de los terrenos del clan Fong, el lugar está un poco alejado de cualquier otra familia noble y sus terrenos se habían ampliado un poco más gracias al esfuerzo y trabajo de Soi Fong como capitán de la segunda división y Onmitsukidō ya que Shiro Shihōin les había recompensado con tierra para ampliar sus casas. Lo cierto es que el lugar nunca fue demasiado poblado dado la baja esperanza de vida que se tenían al ser la mayoría miembros del Onmitsukidō. Los ancianos del consejo solo eran siete, antes eran diez, pero algunos fueron muriendo como el padre de Soi Fong que ante la desafortunada muerte de sus hijos varones se dejó morir entre la vergüenza y el dolor. No pudo llegar a ver lo que su pequeña hija pudo lograr como soldado del Onmitsukidō hasta llegar a ser capitán, aunque tampoco pudo ver cómo le afecto la huida de la princesa del clan Shihōin.
Noto a los dos sujetos que vigilaban la entrada, un hombre con Shihakusho que ocupaban los Shinigamis y otro joven que portaba el uniforme de la academia Shinō. Al acercarse notó que el joven sonreía ampliamente, lo reconoció ya que era el hijo menor de su prima Hana quien se había casado con un miembro del cuarto escuadrón, el chico siempre se había mostrado orgullos de ser un Fong aun cuando decidió no ser parte del Onmitsukidō, en otra época seguramente ya no estuviese en el clan, pero desde que ella fue tomando poder en el Gotei y protagonismo en el clan cambio ciertas cosas aun cuando algunos ancianos del clan se opusieron fervientemente, pero seguramente al día de hoy podrían darle un poco de razón ya que el clan estaba prosperando en número de miembros ya que hace un siglo había decaído estrepitosamente cuando la mayoría de los miembros del clan pertenecían al Onmitsukidō.
— Bienvenida Soi Fong-sama — saludo el joven con una inclinación.
La peli azul asintió — gracias, es bueno estar en casa — dijo esto último suavemente aun cuando pocas veces iba al complejo Fong.
El otro sujeto mayor se acercó — Shaolin, bienvenida de la muerte — dijo con una pequeña sonrisa.
La peli azul suspiro — Kakashi, tu humor como siempre me abruma — se quejó.
El susodicho se puso serio — en verdad es bueno ver que sobreviviste — apunto — parece que también has crecido un poco de varios lugares.
Soi Fong puso los ojos — así como dicen que el amor cambia a las personas, quizá la muerte trae cierto efecto — bromeo levemente.
Kakashi no pudo evitar reír, era de las pocas veces que su prima hacia alguna broma ms utilizando una de sus frases que decía desde que se había casado — el consejo te espera en la sala de reuniones — anuncio abriendo la entrada principal para que ella entrara.
La puerta fue abierta y Soi luego de hacer un asentimiento con su cabeza ingreso al lugar y al momento miro el interior del complejo que no había cambiado mucho, también era una suerte que la guerra no les haya alcanzado. Sonrío levemente, el complejo no era un lugar de gran extensión mucho menos ostentoso, si lo comparaba era la mitad del tamaño de la mansión Shihōin, ya que además de la casa principal que era una mansión, tenían un Onsen privado y elegante, el enorme jardín, un Dōjō amplio bien equipado y al final una bodega de seguridad donde se encontraban guardados todas aquellos artefactos y armas celestiales que desde siempre el noble clan Shihōin resguardaba por mandato real.
El complejo Fong siempre fue un poco espartano con terrenos donde había casas de estilo antiguo y alrededor pequeños cuartos a los familiares que iniciaban una nueva familia, todo siempre se sintió simple y acogedor a su manera, aunque en un siglo había mejorado exponencialmente y todo gracias al trabajo de Soi Fong como capitán y Gundanchō de la segunda división. El clan Shihōin mediante Shiro decidió darle un premio por su encomiable labor cuando ya llevaba 30 años al mando de las dos instituciones, de alguna manera inteligente había predispuesto comprar el terreno pegado al complejo Fong para que dispusiera del lugar de la mejor manera, algo que ayuda a que la joven Fong bajara la guardia con respecto a la familia Shihōin.
Soi Fong decidió que era momento de que su clan tuviese una mejor calidad de vida, así que busco trabajadores que ayudaran a construir el complejo. Lo primero que hizo fue buscar algo que le ayudaban con ideas para la construcción, aunque el terreno era amplio abonado al ya existente aún era menor a los terrenos de los Shihōin. Entonces por cosa de suerte llego a sus manos una revista del mundo de los vivos, ahí sin querer encontró un reportaje sobre arquitectura y diseño antiguo. Tomo la idea ingeniosa e innovadora de hacer del complejo Fong apartamentos que ciertamente no eran tan pequeños, primero construyo en el nuevo terreno haciendo cinco edificios de dos plantas con áreas verdes circundantes y jardines, ahí traslado a las familias mientras el antiguo terreno era reconstruido.
En el antiguo lugar hizo otros seis apartamentos de dos plantas, boto la cerca vieja para volver hacerlas alrededor del nuevo terreno y el viejo con un muro perimetral, a la vez que unió todo el complejo dejando una enorme puerta para entrar, al finalizar todos los edificios convergían hacia una edificación de dos plantas que era el lugar comunitario, la primer planta la usarían sala de reunión para el consejo, cualquier actividad o celebración familiar, la segunda era un Dōjō para entrenamiento. Para terminar su construcción al fondo en los terrenos anteriores donde se encontraba la casa de su familia se alzaba una casa de dos plantas como la de su familia, la que todos reconocían como la rama principal de los Fong donde habían vivido los lideres, ahí puso todos los recuerdos que guardaba, esa casa que según los consejeros decían que debía vivir con su familia cuando ella se casara.
Noto que su primo veía a su encuentro y que de alguna manera muchos de sus familiares habían salido a verle llegar desde sus casas. Suspiro, debía prepararse para lo inminente.
Set Fong se acercó a la peli azul que caminaba con cierta prudencia — Shaolin — llamo y pudo notar la mueca inconforme de su prima que muchas veces le había señalado llamarle con el nombre que había tomado "Soi", el pelinegro reprimió el instinto de acercarse y dar un abrazo a su prima, por lo que hizo una pequeña venia en saludo.
— Te he dicho que no es necesario hacer eso cuando estamos solos — apunto la peli azul.
Set sonrío levemente — por si no te has dado cuenta todos en el complejo están mirando.
La peli azul miro alrededor un poco cohibida — bien vamos — dijo seria — ¿ya están esperando por mí? — Pregunto.
— Por eso vine a recibirte — señalo Set Fong y noto la exasperación en la peli azul — les dije que lo tomaran con calma, que aun te encuentras convaleciente, aunque ya saben que hoy fuiste a una misión.
— Bien, terminemos con esto — dijo Soi haciendo que su primo asintiera.
Soi entro tras su primo a la sala de reuniones del complejo, atrás había quedado el salón de fiestas como solía llamarlo, aunque su primo le había puesto un título elegante como "sala de reuniones familiares" Entonces los vio a todos sentados es sus respectivos lugares y dos sillas vacías, no pudo evitar sentirse observada. Aunque le sorprendió que al momento que se disponía a tomar siento todos se pusieran de pie inclinando su cabeza, al a instante Soi miro confusa hacia su primo que sonrío levemente.
— Damos la bienvenida a Shaolin Fong, que ha vuelto victoriosa de la Guerra contra los Quincys trayendo honor a este clan — dijo Set, al momento los miembros del consejo alzaron sus rostros — podemos tomar asiento — sugirió Set, Soi noto como todos esos ancianos del clan tomaban asiento con calma, muy diferente a la ultima vez que los vio.
Por supuesto, la última reunión esos ancianos se sintieron con el derecho de exigirle que se casara de una vez para poder tener hijos fuertes y sanos ahora que era joven. Había tenido la fortuna de que en el pasado no fueran tan directos o presionaran demasiado con eso, pero desde el regreso de Yoruichi como cabeza del clan Shihōin las cosas se habían revuelto un poco y algunos nobles corrían para ver qué beneficios podían conseguir. Ella por supuesto no estaba en su mejor momento, el regreso de la morena había afectado su mundo tal como lo conocía desde su deserción, las visitas esporádicas después de la invasión Ryoka eran manejables, pero su permanencia en la Sociedad de Almas fue algo difícil de asimilar, tanto que en un abrupto de su parte anuncio al consejo que entregaba el liderazgo del clan a su primo y mano derecha desde hace sesenta años Set Fong.
Recordaba haber abandonado el lugar de manera poco educada, ante el llamado de Zhuo uno de los ancianos más jóvenes que pedía que se quedara. Estuvo a punto de detenerse al escuchar a Shun Fong comentar que estaba tomando el mal ejemplo de la princesa Shihōin al evitar un matrimonio arreglado. Al final se marcho y no dio vuelta atrás aun cuando recibió varios mensajes del clan para una reunión. Después de eso ella no tenía más cabeza que no fuese para entrenar y luego vino la guerra.
Zhuo le sonrío levemente, ese era el primo mas cercano a su padre y de alguna manera era el que le aconsejaba y hasta apoyaba la mayoría de sus ideas, también resultaba ser el padre de Set Fong. Luego estaba Zihao que era el hermano menos de Shun quien era el de más edad y uno de los más exigentes del consejo dado a que era de la vieja usanza, estos eran primos segundos ya que eran hijos de la hermana de su abuela. Luego estaba Takahiro, Ryochi, Jin y de ultimo la única mujer del consejo, la hermana menor de su padre Hikari, ella siempre había sido reservada, aunque siempre la molestaba con sus señalamientos para que fuese mas femenina, con su primo Kosuke que era el hijo mayor de Hikari siempre tuvo diferencias, mas cuando ella nombro a Set como su mano derecha.
— Creo que todos estamos alegres de saber que Shaolin sobrevivió a la guerra contra los Quincys después de ser considerada muerta en la pasada guerra — dijo serio Set Fong.
Hikari sonrío levemente — al parecer has madurado un poco, tu cuerpo se nota mas femenino —apunto la mujer alta de piel blanca, cabello azul y ojos grises. Casi todos los ahí reunidos carraspearon descolocados por el comentario un poco fuera de lugar, pero ciertamente la chica que habían visto darles la espalda y abandonado su título como cabeza del clan en la última reunión se veía un poco diferente.
La peli azul sonrío — todo fue gracias a Kirio-san que según su observación necesitaba un poco mas de crecimiento para soportar el entrenamiento al que fuimos sometidos en el palacio.
— Aunque la observación sea cierta, todos estamos de acuerdo que ese no es el motivo principal de esta reunión — señalo Shun el mayor de todos los de ese consejo.
Ryochi se enderezo en su asiento — cierto, pero admito que fue satisfactorio escuchar sobre eso de ser uno de los capitanes que fue al palacio del Rey — señalo.
— ¿Fuiste a entrenar? — Pregunto Zhuo curioso — ¿con que propósito? — Volvió en su cuestionamiento.
Soi asintió — efectivamente se llamó a tres capitanes, Kuchiki, Hitsugaya y yo — informo al instante — pero deben saber que no puedo dar muchos detalles sobre lo que sucedió en el palacio — dijo seria — el propósito de ese entrenamiento no era otro que ganar la guerra además de salvaguardar los tres mundos.
Un anciano canoso con ojos negros un poco regordete suspiro — entendemos que por seguridad no puedes hablar sobre lo sucedido en el palacio del Rey — indico — en la guerra no pudimos tener mucha información más que las que nuestros familiares pudieron darnos después que la matanza termino, lo importante fue salvaguardar el clan — señalo Jun — el objetivo principal de los Quincys era el Gotei y no alcanzo muchos de las áreas circundantes o sus afueras, lo que en cierta forma ayudo a que no nos afectara directamente.
— Fue un orgullo para nuestro clan saber que fuiste tú quien al final termino con el enemigo dando fin a esa guerra — dijo con una sonrisa Zhuo.
Soi carraspeo — fue un trabajo en conjunto para terminar con Yhwach y no fui la única que peleo en esa guerra contra el rey Quincy — indico — hubo muchos más que pelearon hasta sus últimas fuerzas.
— Tienes razón — apoyo Takahiro — escuche que un grupo pequeño de esos Quincys ataco la puerta norte, Danzōmaru resulto muy herido al tratar de repelerlos — informo, este era un Shinigami con cabello entre negro y canoso, sus ojos siempre parecían ser un poco más achinados que el de todos dándole un aire de sospechas, aunque sus ojos eran los típicos del clan grises. Su rasgo más importante era que tenía una cicatriz en su mejilla izquierda — dicen que algunos del quinto escuadrón que los venían persiguiendo se hicieron cargo de ellos evitando que salieran al Rungokai.
— Aun así, ninguna familia noble estuvo en peligro inmediato — Señalo Zihao con seriedad y calma digno de un Fong — los arreglos que hiciste con el Onmitsukidō sobre el resguardo de las familias nobles funciono a la perfección — felicito a la peli azul y después de eso hubo un breve silencio.
— Pero por supuesto que ese no es la razón de tu convocatoria — apunto Shun el más anciano del consejo, el era delgado no tan alto para ser intimidante, sus ojos eran de un gris oscuro y su cabello canoso largo que siempre mantenían en una media coleta, tez pálida y con una aura que daba una sensación de respeto — en nuestra última reunión no nos diste oportunidad para llegar a un acuerdo — señalo con calma, la peli azul suspiro ante lo que parecía un reclamo del anciano — la noticia de tu muerte fue algo inesperado, hasta antes de eso teníamos la posibilidad de que pudiésemos llegar a un mutuo acuerdo por el bien del clan.
Soi soltó un suspiro — antes no parecían dispuestos a dialogar — se quejó — más bien fueron exigentes desestimando mis propias razones y deseos — indico — sé que mi abrupto estaba fuera de lugar, pero sentía que no podía cumplir con sus exigencia.
Hikari sonrío — ¿sentías? — Cuestiono — el deber no es por el sentir Shaolin — señalo la mujer mayor con tono severo.
— Creo que nos estamos desviando nuevamente del tema — apunto Jun con una leve sonrisa divertida mirando a su prima que había interferido en lo que podía ser una larga discusión.
Shun carraspeó — como expresamos en la última reunión, el regreso de la princesa Shihōin revoluciono ambiente noble, debo agregar que todo fue mucho más efervescente cuando retomo sus títulos en la segunda división y Onmitsukidō — señalo — sorpresivamente ante tu regreso la noble casa Shihōin cedió uno de sus títulos para que tu pudieras ostentar uno de ellos quizá reconociendo tus logros pasados — dijo serio el anciano — no solo vuelves a ser en Gundanchō, ahora todos te identifican como uno de los héroes de la ultima guerra.
— Las personas son volubles, sobre todo cuando son nobles — señalo Soi — mañana podrían estar lamentando mi posición cuando haga algo que les desfavorezca y querrán que regrese a sus respectivos dueños el titulo de Gundanchō.
Ryochi frunció el ceño — ha pasado mas de un siglo desde la deserción de la princesa Shihōin y aun hay personas que hablan de eso entre susurros —comento y la peli azul puso los ojos.
— Aun así, todos reconocen la autoridad que posee la princesa Shihōin — dijo Zihao en tono serio — los que hablan a sus espaldas solo son quienes buscan que cometa un error para tomar ventaja.
El más anciano del consejo Fong carraspeo y todos guardaron silencio — podemos hablar en otra reunión sobre llegar a un acuerdo mutuo por el futuro del clan, ahora lo importante es que retomes el liderazgo del clan como novena cabeza.
Soi Fong miro hacia su primo — ya hay un líder en el clan — señalo seria, aunque su primo le sonrío tranquilamente.
— Set es muy bueno como apoyo o tu mano derecha — apunto Shun — pero tú eres la única descendiente de la rama principal de la familia Fong, el liderazgo del clan siempre ha recaído sobre los descendientes, por eso mismo se te…pide matrimonio y que tengas descendencia — dijo serio el anciano — no solo se trata de familia o sangre Shaolin, todos aquí reconocen que has trabajado para traer grandeza al clan llegando a alturas inesperadas, por esas mismas razones es tu deber y privilegio seguir siendo la cabeza del clan Fong.
Hubo un momento de silencio en la sala, Soi suspiro sabiendo que no tenía más opción que aceptar volver como líder del clan. Tendría que casarse, procrear un hijo que sería al final llamado como guardia en el palacio del rey. Miro que Zhuo le daba un asentimiento de cabeza instándole a aceptar — acepto — dijo suavemente Soi Fong, la tensión en la sala bajo notablemente — pero tendremos que hablar para llegar a un acuerdo con respecto al matrimonio.
— Creo que todos entendemos muy bien que apresurarte no es conveniente para llegar a un común acuerdo beneficioso para el clan — señalo Ryochi con seriedad.
Shun carraspeo — como dije antes, después de unos días podríamos reunirnos para hablar sobre cosas más serias — dijo con seriedad.
— Además, antes que vuelva al segundo escuadro tengo que darle un pequeño informe a Shaolin — dijo serio Set Fong.
Todos empezaron a salir de la sala de reuniones, como siempre Zihao ayudaba a Shun en el camino a casa, los demás tomaban su camino a parte. Soi se adelantó dando un paso flash hacia el apartamento donde vivía su primo con su familia, se detuvo en la puerta esperando que su primo le alcanzara sabiendo que odiaba que fuera condescendiente, había tenido el error de ser indulgente con Set los días posteriores al atentado, con eso solo consiguió ser regañada por Retsu sin olvidar el ceño molesto de su primo, después de todo eso decidió que lo trataría como a cualquier otro que no tuviese ese problema en su pierna.
Le tomo unos segundos para que el llegara — vamos, seguro Azumi esta esperando — dijo con seriedad mientras abría la puerta y la peli azul le seguía de cerca.
Como siempre se detuvo a pocos pasos de entrar, la pequeña sala que estaba iluminada miro notando que el lugar no había cambiado mucho. Todo ordenado y con pequeños accesorios de bebe en los sofás, como era de esperar luego de la llegada del bebe que seguramente ahora no era un recién nacido. Set se había adentrado llamando a su esposa mientras la peli azul soltaba un largo suspiro contenido para soltar un poco de tensión luego de esa reunión con los consejeros. Su primo apareció y junto con la venia Azumi, su esposa que como siempre le sonrío como todas las veces que le visitaba.
— Shaolin — saludo con un asentimiento — ven, la mesa esta lista.
Con ese anuncio se encaminaron al pequeño comedor, la peli azul miro la mesa que había varios platos de comida, pero sintió el olor de uno en particular que no era mas que pescado asado, arroz y salteado de verduras, su favorito. Su primo le invito a tomar asiento, sirvió sake para el y té para su esposa y ella a sabiendas que no bebía. Hubo una pequeña charla sobre como se encontraba el bebe que por ahora estaba dormido, por mucho que Set deseaba informar algunas cosas del clan a la peli azul su Azumi no permitió que hablaran de cosas de trabajo en la mesa, en medio de la cena se escuchó el llanto del bebe que se despertó cosa que aprovecharon para que Soi lo cargara un poco. La charla paso a la recuperación que tuvo que pasar la peli azul, Azumi volvió con el pequeño Kenta que era alimentado.
Set aprovecho el momento para hablar sobre el clan y Soi pudo notar que no era el tema que espera Azumi, aun así, escucho todo informe un poco resumido que su primo estaba dando, de pronto el silencio reino un poco en el comedor ya que el niño se había dormido nuevamente — Kenta volvió a dormir, será mejor regresar al escuadrón y deje que descansen — dijo suavemente Soi mientras se ponía de pie.
Azumi se acerco — buenas noches Shaolin, de verdad es bueno volver a verte — dijo con una sonrisa amable y luego se dirigió a su esposo para darle un beso — ella debe saber, así que dile — casi ordeno y salió del comedor.
Su primo le miro un poco nervioso — ¿vamos a tu casa? — Pregunto.
La peli azul asintió y reprimió su deseo de saber que era lo que tenia que saber — pensé que alguien ya vivía ahí — señalo — sabes que prefiero permanecer en los aposentos del escuadrón.
Set cerro la puerta de su apartamento tras de si y busco la casa de Soi que se encontraba a unos pocos metros del edificio donde vivía — es la casa principal del clan, donde deben vivir los de la línea principal Fong — le recordó — sé que no te agrada venir, pero es donde deberías de vivir con tu futura familia — apunto y noto la tensión en su prima — quien sabe que puedas cambiar de opinión o por fin encuentres ese alguien especial.
Soi Fong enarco una ceja ante las ultimas palabras dichas por su primo, lo cierto es que las cosas del amor nunca fue un tema de discusión en su clan, menos cuando era asociado con lo que se refería a un matrimonio arreglado — ¿realmente crees eso? — Cuestiono — justo ahora soy el boleto para que el clan mejore, según entiendo el destino es ese.
— Seguramente tienes razón de pensar de esa manera, pero algunas veces el destino puede sorprendernos y la vida también — dijo Set Fong.
Soi parpadeo — me sorprende que tengas esperanza — comento con cierta admiración. El silencio volvió mientras caminaban, ya estaban cerca de su destino, pero la peli azul pensó que era mejor terminar con eso — ¿Qué es lo que debería saber según Azumi? — Pregunto.
— Estamos llegando — dijo el pelinegro — será mejor que hablemos ahí.
La peli azul asintió entendiendo que no quería que cualquiera que estuviese cerca escuchara su conversación, era de esperar había algunos jóvenes corriendo hacia sus casas saliendo del Dojo, seguramente saliendo de algún entrenamiento y no había chico o jovencita que se inclinara y saludara con "Shaolin-sama" Por supuesto que todos en su clan se referían a ella con su nombre de nacimiento y hace mucho había optado por dejar de corregirlos, la hermana de su padre Hikari le había dicho que honrara el nombre que sus padres le habían dado, aunque pidió que fuera del complejo se refirieran a ella como Soi.
Set abrió pro fin la puerta y se adentraron a la casa, al momento encendieron las luces y Soi pudo sentir un olor flotando en el aire. En la esquina noto que había una pequeña mesa con su foto y flores específicamente jazmín blanco, la peli azul al instante miro a su primo curiosa y este hizo una mueca de sonrisa — no sabía que fueras tan ceremonioso — señalo.
El pelinegro puso los ojos — no lo soy, sabes que no nos educaron de esa manera — dijo con seriedad.
— Aun así, eso está fuera de lugar ya que estoy viva — señaló con cierto tono divertido.
— Lo sé, quería quitarlo cuando se corrió la noticia de que estabas viva — informo — pero Azumi dijo que debías de verlo, aunque las flores ya están marchitas todavía se puede sentir su fragancia — después de eso un silencio se hizo presente entre los dos, la peli azul carraspeo para decir algo, pero su primo fue quien hablo con claridad — pasaron tres meses de tu muerte y la princesa Shihōin llevaba un mes de haber tomados los títulos de capitán y Gundanchō, de pronto una de esas noches en que Kenta no nos dejaba dormir ella apareció en la puerta — informo — decir que me tomo desprevenido no describiría lo que sentí, ella no se parecía nada a como la recordaba y los rumores de su actitud en el segundo escuadrón circulaban como pólvora encendida en esos días.
Soi frunció el ceño — ¿a qué vino, porque nadie dijo esto en la reunión? — Cuestiono curiosa, nunca ningún líder del clan Shihōin había visitado al complejo Fong en todos estos siglos.
Set le señalo el lugar — primero que nada ella vino de manera furtiva, así que nadie se dio cuenta — explico — dijo que venia para dar las condolencias respectivas al nuevo líder del clan — indico — ella hizo eso — dijo señalando el pequeño altar — pidió conocer la casa principal del líder y por supuesto no podía negarme a la petición de la princesa del clan Shihōin — la peli azul puso los ojos, había cosas que nunca cambiarían con el clan — debo confesar que no la había visto de cerca, mas que en la plataforma en la formación general y puedo entender porque hace un siglo tenia a tantos nobles alborotados, cualquiera que se case con ella será un suertudo.
Soi frunció el ceño, no le agradaban ese tipo de comentarios — debo recordarte que eres un hombre de familia y no es correcto el que hables así de la princesa Shihōin — señalo y Set rio un poco divertido.
— Lo siento, solo me deje llevar — admito con cierta diversión — pero realmente no estoy interesado — dijo sonriente ante el rostro serio de su prima — pregunto por la casa, si habías dejado alguna instrucción al respecto — señalo — obviamente nunca hablamos de eso, aun así, pidió que la mantuviese en buen estado.
Soi suspiro — no pensé que moriría en un futuro próximo — acepto — quizá fui arrogante al respecto, además nunca fui muy apegada a esta casa, era muy joven cuando entre al Onmitsukidō.
Set asintió — imagina mi suerte, soy el único líder del clan que ha recibido en el complejo, más bien en su casa a la princesa del clan Shihōin y nadie se dio cuenta, pero ella pidió guardar el secreto de su visita
— No es la gran cosa — índico suspirando.
Set miro hacia su prima — es evidente que te aprecia demasiado — comento y vio cómo su prima fruncía el ceño, volvió el silencio entre los dos entonces pensó que este era el mejor momento — ¿puedo ser sincero contigo y esperar que lo seas conmigo? — Cuestiono.
Soi Fong enarco una de sus cejas curiosa — creí que siempre lo hemos sido — señalo.
— Siempre hablamos de las cosas del segundo escuadrón, el clan y mi familia — apunto Set — nunca he dicho algo falso al respecto, pero lo que quiero hablar es algo personal.
La peli azul le miro al instante — ¿personal? — Pregunto curiosa y su primo asintió en respuesta — no creo...
— Cuando sucedió lo del atentado y fui yo quien recibió el golpe, tú me preguntaste si te odiaba — cortó cualquier cosa que su prima se negara a revelar, Soi asintió.
— Dijiste que no me odiabas — recordó ella — ¿lo hiciste? — Cuestiono.
Set negó — como te dije aquella vez, no te odie — respondió — pero si estaba molesto contigo — acepto y la peli azul le miro curiosa — estando en recuperación llegaste y de pronto me dijiste molesta "porque te pusiste en el camino, creíste que no podía defenderme" — susurro esa frase que le fastidió mucho en su momento.
Soi Fong suspiro — no tengo excusa, pero nunca fui muy buena con mis emociones o sentimientos — señalo — justo al llegar, Retsu me informo que no pudieron sanar tu pierna por completo — bajo su rostro — eras mi primo, te puse como mi guardaespaldas porque no confiaba en nadie más y por mi culpa quedabas lisiado, estaba molesta conmigo misma por lo sucedido.
— No fue tu culpa — indico — tu habías advertido que todo podía ser una trampa, además eras la líder del clan, Gundanchō y capitán del segundo escuadrón títulos que solo podía ser para un Shihōin y un Fong los ostentaba, un clan de la baja nobleza — apuntó — fue mi elección protegerte, así como tu siempre has tratado de proteger a mi familia y al clan.
La peli azul hizo una mueca de sonrisa — no soy tan buena Set, se que he cometido muchos errores antes y en un futuro también los puedo cometer — admitió.
Set suspiro — pueda que no seas perfecta Shaolin, pero eso nos hace quienes somos y por eso las personas nos aman o nos odian — reflexiono y hubo otro leve momento de silencio entre los dos, había veces que se le olvidaba que los dos tenían la misma edad.
Soi mostro una pequeña sonrisa — entonces — dijo suavemente — ¿Qué es eso personal querías preguntarme? — Cuestionó.
Su primo suspiro, solo esperaba que Soi perdonara su intromisión — ¿tienes sentimientos románticos por Yoruichi Shihōin? — Lanzo la pregunta de una vez y entonces vio lo que nunca había visto en su estoica y fría prima. El rostro se le tiño de un sonrojo y sus ojos se mostraban tan vivaces que podía decir que había mil y una emociones en su interior.
Soi Fong nunca espero un cuestionamiento de ese tipo viniendo de su primo y sintió que su propio cuerpo la delataba de alguna manera, se sorprendió tanto porque nadie podía haber imaginado algo como eso, era como aceptar que Soi Fong taichō tenía sentimientos y no era la perra fría sin corazón que solo pensaba en cumplir con la ley. Pero, aunque ese fuera el hecho el que la relacionaran con Yoruichi era de esas cosas inimaginables.
La peli azul frunció el ceño — no creo que sea de tu incumbencia Set — trato de terminar con el asunto.
— Si lo es, soy tu primo — indico, la falta de respuesta reforzaba su idea — supongo que esa es la razón por la cual no has querido casarte todo este tiempo — dedujo — además es obvio que ella siente algo por ti — dijo lo último con una pequeña sonrisa sagaz, Soi le miro seria — créeme no me hubiese dado cuenta, pero Azumi lo noto, ese día la princesa Shihōin parecía tan triste — indico — además no me parece algo malo.
Soi puso parpadeo descolocada ante lo último dicho por Set — ¿no? — Pregunto — todos saben que Yoruichi Shihōin debe casarse y tener hijos, yo también estoy en esa misma situación porque ese es nuestro deber y destino — señalo — al final no importan nuestros sentimientos.
Set suspiro — dije que no hay nada de malo en amar y ser correspondido, no que fuera fácil o un cuento de esos del mundo viviente — indico serio — sé que hay muchas cosas que las separan, pero eso no significa que lo que sienten no es importante.
Soi hizo una mueca de sonrisa — hay veces que la ignorancia es mejor que saber cosas que sabes nunca podrán ser.
— Pero la princesa seguramente tendrá algo que decir al respecto — indico el pelinegro.
— Sabes muy bien que no podemos dejar llevarnos por nuestros sentimientos, hay muchas cosas en juego, su clan, nuestro clan y es seguro que muchos nobles se frotarían las manos si hay otro escándalo alrededor de Yoruichi Shihōin — apunto la peli azul y miro a su primo que fruncía el ceño — confió en que no volvamos a hablar sobre esto.
— Pero… — refuto el pelinegro y vio esa mirada de advertencia de su prima, la conocía muy bien para detener cualquier cosa que quisiera decir, lo quisiera o no tenía razón. Eran cabezas de sus respectivos clanes y tenían el deber de seguir la línea sanguínea.
Soi suspiro — este tema esta cerrado — concluyo — habla con Azumi, confío en que no volveremos a hablar o mencionar este tema — Set asintió muy a su pesar — debo regresar al escuadrón, me despides de tu esposa.
El pelinegro sintió como la puerta se abría y cerraba en un breve segundo, seguramente Soi había usado paso flash. Camino hacia la esquina donde estaba el altar y empezó a quitar todo lo que había ahí. Set tenía muy presente en su memoria como la princesa Shihōin había arreglado ese pequeño lugar haciéndolo parecer un pequeño altar improvisado para al final colocar incienso. Nunca en su larga vida pudo imaginar que la despreocupada y juguetona líder del Clan Shihōin podía mostrarse tan apesadumbrada y herida, tanto que le recordaba un poco a su prima luego de haberse convertido en capitán interino de la segunda división y Onmitsukidō. Soi Fong tenía razón al decir que en el clan nunca les enseñaron a tomar en cuenta sus sentimientos, mas bien siempre los señalaban como un obstáculo, claro que eso cambio un poco desde que su prima se hizo líder del clan, quizá sabia que había cosas que eran injustas en la vida ya sea de la alta o baja nobleza.
