Dipper y Mabel Pines regresan a Gravity Falls tras un año, donde en su primer día se cruzan con un enigmático joven empleado en la Cabaña del Misterio. Su regreso desencadena una nueva serie de intrigas y desafíos, incluyendo la resolución de enigmas tanto recientes como del pasado, mientras buscan descubrir la identidad de Lincoln.


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De regreso a Gravity Falls

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El verano, una fecha para disfrutar en familia y amigos en sus hogares o de viaje. Esto mismo pasaba con Dipper y Mabel Pines, mejor conocidos en el lugar a donde van como, Los Gemelos Misterio.

Dipper y Mabel estaban en un autobús, a punto de llegar a Gravity Falls, un pueblo en medio de la nada, donde nada extraño ocurría. Los gemelos estaban sentados y despiertos en un asiento del autobús. Junto a la ventana estaba Dipper Pines, un adolescente de 13 años, de cabello castaño un poco largo, una camisa roja bajo una chaqueta con capucha azul oscuro, pantalones azules y para terminar, una gorra de leñador en la cabeza. A su lado estaba su hermana, Mabel Pines, muy parecida a él, pero con varias diferencias. Mabel era un poco más alta que su hermano, tenía un suéter rosa oscuro con una estrella fugaz estampada y una falda blanca, además, a los pies de Mabel había un cerdo rosado con un traje de negocios.

Dipper estaba viendo por la ventana del autobús, pensando en la última vez que había visitado ese pueblo.

Había sido el verano pasado, sus padres los mandaron con su tío abuelo Stanford, para pasar su verano y darse un respiro de la ciudad. Pero lo que sus padres y los gemelos no sabían, era que Gravity Falls ocultaba muchos misterios. Gran parte del verano se la pasó resolviendo los misterios del pueblo, pero hubo un cierto misterio que Dipper quería resolver sí o sí. El misterio era quien había escrito los diarios, un conjunto de libros que describían los misterios del pueblo, pero resolver ese misterio fue bastante… curioso. Resultó que el autor de los diarios era el gemelo de su tío Stan, que en realidad se llamaba Stanley, y había suplantado la identidad de su hermano.

Resultó que su tío Ford había estado vagando entre dimensiones por 30 años, gracias a una pelea que tuvieron él y su hermano. Después de que un mago de otra dimensión quisiera comerse sus cerebros, Dipper y su tío Ford se habían vuelto más cercanos, incluso que, casi al final del verano, su tío Ford le propuso ser su aprendiz y quedarse en Gravity Falls para aprender de él, pero después, por un error de su hermana, Bill Cypher, un desquiciado demonio interdimensional, invadió su dimensión y desató el Raromajedón. Y después de que el pueblo se uniera para crear un robot con la Cabaña del Misterio y su tío Ford intentará hacer un ritual con un círculo raro, Bill terminó siendo borrado junto con la mente de su tío Stan. Para alivio de todos, su tío Stan logró recuperar su memoria, aunque con esto había una leve posibilidad de que Bill pudiera regresar.

Dipper salió de sus pensamientos cuando su hermana le dio un codazo.

—Ey, "Dip", ya llegamos a la estación —dijo Mabel, mientras apuntaba a la ventana.

—¿Qué? —Dipper regresó su mirada a la ventana, y vio que sí, ya habían llegado al pueblo y estaban a punto de entrar en la estación de autobuses.

Cuando el autobús se detuvo, Dipper y Mabel tomaron sus maletas, y bajaron del autobús junto a Pato, el cerdito. Cruzaron la estación rápidamente y al llegar al final se toparon con Soos, su robusto amigo de la Cabaña del Misterio.

—¡Soos! —gritó Mabel, soltando sus maletas y corriendo hacia Soos para darle un gran abrazo.

—Hola "Calabacita", ¿cómo fue el viaje? —preguntó Soos, regresando el abrazo a Mabel.

—Bastante largo —respondió Dipper, acercándose con las manos en los bolsillos de su chaqueta.

—¡Dipper, mi amigo! —dijo Soos, para jalar a Dipper con un brazo y unirlo en el abrazo.

—Soos... —dijo Mabel con la voz ahogada.

—No podemos… respirar… —terminó Dipper, con la misma voz que su hermana.

—Oh, lo siento chicos, creo que me dejé llevar un poco —se disculpó Soos, soltando a los gemelos, que tomaron grandes bocanadas de aire en cuanto pudieron respirar—. Bueno chicos, vamos, suban sus cosas a la camioneta.

Los gemelos volvieron a recoger sus maletas y las subieron en la camioneta de Soos. Cuando los tres ya habían subido a la camioneta, con Soos y Dipper enfrente y Mabel atrás, Soos prendió la camioneta y comenzaron su camino.

—¡Oye Soos, ¿ya regresaron tío Stan y tío Ford?! —preguntó Mabel en un grito de emoción.

—No, "Calabacita", el señor Stan y el señor Ford no han regresado de su viaje —respondió Soos, con alegría.

—¿Hay algo nuevo en el pueblo, Soos? —preguntó Dipper, mientras miraba por la ventana de la camioneta.

—Hmm... —Soos se llevó un dedo a la barbilla—. Veamos. Agregué varias atracciones en la cabaña...

—¡¿En serio?! ¡¿Qué atracciones agregaste?! —preguntó Mabel, con su típica personalidad vibrante y alegre.

—Coloque a Shmebulock en una vitrina para que la gente supiera cómo es un gnomo en verdad —explicó Soos. Regresó a mirar a Dipper y continuó—. Abrieron un nuevo arcade; abrieron una pizzería con animatrónicos... espero que no sean como los anteriores, y cerraron temporalmente el museo.

—¿Solo eso? —preguntó Dipper, un poco desconcertado, ya que creía que el pueblo cambiaría mucho en un año.

—Oh, no. Han cambiado varias cosas desde que se fueron, pero esas fueron las más notables a simple vista —explicó Soos, justo cuando habían llegado a la cabaña.

Soos y los gemelos bajaron las maletas y entraron en la cabaña, dentro ya estaba Melody, la novia de Soos, en la caja registradora.

—¡Hola Melody! —saludo Mabel, dándole un abrazo.

—Hola Mabel —le regresó el abrazo Melody, con una sonrisa amable y alegre—. ¿Cómo estuvo el viaje?

—Muy bien —respondió Mabel, separándose de Melody.

—Esperen chicos —dijo Soos de repente.

—¿Qué pasa Soos? —preguntó Dipper.

—Aún falta que conozcan al nuevo.

—¿Qué nuevo? —preguntó esta vez Mabel.

—Hace 2 o 3 meses, empezó a vivir y trabajar un chico aquí —explico Soos—. Melody, ¿dónde está "Copo de Nieve'"? —pregunto, volteando a su alrededor.

—Está reparando el tejaban en el patio trasero —indicó Melody.

Soos y los gemelos se acercaron al patio trasero, dónde se escuchaba un constante golpeteo contra la madera. Salieron de la cabaña y vieron una escalera de madera, con unas botas en el último escalón visible.

—¡"Copo de Nieve", baja, quiero presentarte a alguien! —llamó Soos, al que estaba sobre la escalera.

—Te he dicho que no me llames así, Soos —dijo la voz sobre la escalera, que se escuchaba joven y un poco irritada.

El joven comenzó a bajar la escalera y los gemelos por fin lograron verlo. Era un joven de la misma estatura de Dipper, con un cabello tan blanco como la nieve, un poco largo y desordenado, y una piel inquietantemente pálida; llevaba puesto una chaqueta con capucha blanca, sobre una camisa negra, pantalones grises y botas de campo blancas. Pero lo que más llamó la atención de los gemelos, fueron sus espeluznantes ojos amarillos y unos audífonos de diadema, colocados en su cuello.

El joven se acercó a ellos y miró a los gemelos con curiosidad.

—¿Soos? —cuestionó el joven, volteando a ver a Soos con duda.

Soos, con una sonrisa, tomó a Dipper y Mabel de los hombros y los puso frente a él.

—"Copo de Nieve", te presento a Dipper y Mabel Pines; chicos, les presento a Lincoln…, perdón, olvide tu apellido —los presentó Soos, al principio con una sonrisa, pero al final con una expresión de culpa y vergüenza.

—No te preocupes Soos —desechó Lincoln—. Mucho gusto, soy Lincoln —dijo, extendiendo la mano a los gemelos, que Mabel tomó con emoción.

—¡Mucho gusto, me llamo Mabel! —Mabel tomó la mano de Lincoln y la empezó a agitar con violencia y emoción—. ¡Espero que seamos amigos! ¡¿Te gustan los cerditos?! Yo tengo uno, se llama Pato! ¡¿Tu cabello es natural?!—Mabel empezó a divagar y hablar mucho más rápido.

Dipper le dio un codazo a su hermana y le estrechó la mano a Lincoln, mucho más tranquilo que su hermana.

—Hola, soy Dipper —se presentó Dipper, con una sonrisa qué ocultaba su curiosidad e inquietud sobre el joven.

—¿Dipper? ¿En serio te llamas así? —preguntó Lincoln, ladeando un poco la cabeza con curiosidad.

Mabel irrumpió en su plática con una gran sonrisa.

—¡Jajaja! No, no lo es, ¿quieres que te diga su verdadero nombre? —preguntó Mabel, sonriendo con emoción—. Se llama Ma... —Dipper cubrió su boca, con nerviosismo y enojo.

—Mabel, te he dicho que no digas mi nombre —susurró Dipper con enfado, mientras cubría la boca de Mabel con su mano, pero de repente la retiró con brusquedad y empezó a frotarla en su pantalón—. Buagh, me lamiste.

Dipper regresó su mirada a Lincoln y por un segundo creyó ver una expresión de tristeza y nostalgia en su rostro, pero en un parpadeo, se estaba riendo entre dientes con diversión en su mirada. Dipper entre cerró los ojos con cautela y desconfianza, si algo le había enseñado Gravity Falls en su verano pasado, era en que la gente no era lo que parecía.

Soos regreso a la cabaña, dejando a Lincoln y a los gemelos hablando entre ellos.

—Oye Lincoln —llamo Mabel, mientras entraban de vuelta en la cabaña.

—¿Si? —preguntó Lincoln.

—¿Cómo es tu trabajo en la cabaña? —pregunto, dando pequeños saltos, entre Lincoln y Dipper.

—¿Hmm…? Hago varias cosas en la cabaña: cajero, dirijo los tours y junto con Soos, soy reparador y mecánico —explicó Lincoln, mientras entraban en la Sala de Estar.

—¿Sabes de mecánica? —preguntó Dipper, sentándose en un sofá.

—Soy competente —respondió Lincoln, encogiéndose de hombros, mientras se sentaba en otro sofá—. Pero conozco…, conocí a alguien que era bastante buena en la mecánica —añadió, mientras miraba al techo—. ¿Es verdad lo que pasó hace un año? —preguntó abruptamente.

Dipper y Mabel se sobresaltaron con sorpresa por la repentina pregunta, se miraron unos segundos y después de asentir, Dipper respondió:

—Digamos que sí —dijo con cuidado.

—Ya veo —tarareo Lincoln, mientras regresaba su mirada al techo.

—No parece sorprendido —dijo Dipper con sospecha.

—Bueno, cuando tienes mi vida, pocas cosas te sorprenden.

—¿Por qué lo dices? —preguntó Mabel.

—Bueno. —Se detuvo un momento, pareciendo recordar algo—. No sé cómo explicarlo —admitió, encogiéndose de hombros—. ¿No van a dejar sus cosas en el ático?

Después de unos minutos más de plática, los gemelos llevaron sus maletas al ático.

Y así, Los Gemelos Misterio regresaron a Gravity Falls, haciendo que los engranajes volvieran a girar.


NA: Hola, he vuelto. De seguro me estarán diciendo "Javi, primero continúa las historias que ya tienes, antes de crear otra, imbécil". Pero ya saben, cuando uno tiene una idea, es difícil dejarla ir.

He tenido esta historia en la cabeza por mucho tiempo, desde que leí "Gravity Loud" de Banghg, (muy buen fic, por cierto).

Espero que les haya gustado leer este primer capítulo, dejen sus sugerencias, observaciones, o lo que sea, sus reviews son muy bien recibidas.

Sin más que decir, nos leeremos en el próximo capítulo de "Gemelos y albino".

(Qué nombre más original).