~~Perspectiva Pereza~~
/
— Kazuma esta muerto, se negó a obedecerme y aceptó su muerte.
/
Cuando lo dijo me costaba un poco creerlo, ¿de verdad acepto morir tan fácil?
Podrá haber perdido su cuerpo y haber arruinado muchas cosas en su juventud, pero en el infierno él tenía más ganas de seguir viviendo que yo.
No sentí nada cuando murió, incluso Envidia me pregunto si sentía pena por él, más solo sentía confusión por ser tan de repentino.
De todas formas lo único que hice fue conservar las cosas que quedaban de él, no sabía ni porque lo hacía, pero sentía que debía. Supongo que extrañaré hablar con él, no logre aprender nada de su alquimia aunque supongo que su potencial ahora está en mi, si es así lo aprovecharé.
— ¿Sigues pensando en él?- pregunto Envidia quien se sentó al lado mío.
— *Bostezo* Un poco, pero lo mejor será que solo lo olvide, tampoco es que fuéramos amigos- cerré mis cansados ojos.
Esperaba recibir mi misión en unos instantes, tuve que levantarme de mala gana.
Solo lamentaba mi poco sueño mientras esperábamos a padre, dijo que iba a darnos una misión y lo esperáramos desde temprano.
— Si no viene me voy a dormir a un lugar más cómodo- me levante, pero sentí que algo me impedía avanzar.
Notando molestia en mi cuello vi una cadena que me sostenía de ahí.
— Siéntate, es una orden- dijo Envidia.
De inmediato opté por obedecer, algo que noté es que detesta que las que estén por debajo de ella desobedezcan, al día siguiente de que regresara del infierno ella me mando a acabar con monstruos desobedientes que buscaban una rebeldía contra padre por alguna razón estúpida.
No quería obedecer para seguir descansado, pero cuando pronuncio "es una orden" termine por hacer caso. Fui rápido y luego me fui, siendo recompensado con un tazón de Katsudon y más horas de sueño.
— Majestad dijo que esta misión es importante y debíamos esperarlo, no importa cuán tardado sea- note molestia en su voz, tampoco estaba feliz de esperar.
Envidia y padre eran algo parecidos en cuanto a lo de mandar, a los dos les gusta dar ordenes o eso creo, aunque envidia odia recibirlas de sus superiores.
Ahora que lo pienso...
— Envidia, ¿Por que llamas a nuestro padre "su majestad"?
— No te equivoques- su tono de voz fue más tétrico- el podrá ser tu padre, pero no el mío.
Sentí algo de curiosidad por esa reacción, pero antes de preguntar fuimos interrumpidos.
— Fufufu, ¿así que este es el nuevo hijo del rey demonio?, no estás nada mal- una voz femenina me hablo.
Una mujer pelinegra con mechones rojos y piel morena me hablo.
— ¿Ah? ¿y esta quien es?
— Es Sylvia, una poderosa quimera y general del rey demonio... por cierto no le hagas caso a cualquier propuesta que te haga- me susurro Envidia.
¿Otra general? ¿pues cuantos tiene?
Mire de arriba a abajo a esa mujer y lo que más resultaba en ella eran esos mechones rojos.
— ¿Y que es una quimera?- antes de que me respondieran Sylvia me tomo y me acerco a ella, poniéndome en medio de sus pechos.
Se sienten como almohadas...
— Ara ara~, irradias un calor maravilloso, ¿no te gustaría ser uno conmigo?
— Sylvia-san, el no te va a hacer caso.
— No te metas Envidia, aprovecharé que el rey no está y será uno con este chico, es tan... ¿Ah?
— zzz
— ¿Se quedó dormido?
— [Cadena de dominación]
Sentí como me jalaron del cuello y Envidia me sostuvo antes de caer, dejándome sentado.
— ¿Que pasa, uno no puede descansar?
— Sylvia-san, para su información, Pereza es mi mascota ahora y él no puede irse con cualquiera que le hable.
— ¿Mascota? ¿con que lo engañaste para que aceptara, o lo forzaste?
— Acepte por voluntad propia, me dio comida y horas de sueño, es un ángel.
De inmediato sentí algo de tensión en el lugar, Envidia y Sylvia se miraban con cara de pocos amigos, lo cual hacía que me dieran ganas de irme.
— ¿Te aprovechaste de la inocencia de un recién nació no es cierto?, no me esperaba eso de ti, Envidia-san
No soy un recién nacido.
— Querías que hacerte uno con él, bajo mi punto de vista eso es mucho peor.
Parecen no llevarse bien.
Sylvia fue la primera en mostrar más hostilidad, Envidia se mantuvo calmada pero se iba a defender. Sin embargo dos manos grandes salieron de la tierra sosteniendo a Sylvia.
— ¿Se puede saber por que iban a atacarse?- pregunto padre detrás de mi.
Su cabello estaba desalineado y su ropa mal puesta, también se veía algo sudoroso, pero sin dejar esa aura imponente que siempre siento cerca suyo.
— Sylvia... ¿no le ofreciste a mi hijo ser uno contigo, verdad?- sonaba aún más intimidante que Envidia.
— Por su puesto que no, solamente estaba conociéndolo.
— ¿Envidia?- se dirigió a la pelirroja.
Ella solo movió la cabeza en señal de negación con desinterés.
Eso enfureció a padre, se acercó a Sylvia y extendió su mano, ella solo cerró sus ojos como si supiera lo que le esperaba.
— ... [𝒜𝓁𝓆𝓊𝒾𝓂𝒾𝒶: 𝒮𝓊𝒷𝓎𝓊ℊ𝒶𝒸𝒾ℴ́𝓃 𝒞ℯ𝓁ℯ𝓈𝓉𝒾𝒶𝓁]
En ese instante Sylvia salió volando por los aires.
— ¡NO ME ARREPIENTOOOOO!
.
.
— Bien, ya que ustedes están aquí es momento de encargarles su misión.
Usted llegó tarde y oliendo a sudor...
— Tendrán que trabajar con Sylvia, ella irá a la aldea Kouma por algo que sospechamos en una gran fuente de poder al que ella quiere unirse.
— Ay- se quejó la mencionada quien estaba siendo sostenida del cabello por padre.
— ¿Gran fuente de poder?- pregunto confuso.
— Sylvia-san le estuvo rogando a majestad por unos meses el querer ir donde los Koumas a por esa fuente de poder- explicó Envidia- ¿Es necesario que vayamos?
— Está será la primera misión importante de Pereza, y tú estas encargada de él así que si, Sylvia les explicará mis condiciones para que fueran, cúmplanlas al pie de la letra, consigan algunos guerreros y ustedes dos se irán adelantando cuando estén listos- arrojo a Sylvia y la sostuve.
Se levantó con pesar y me agradeció por sostenerla, volviéndose a acercar a mí lo cual me incomodaba, pero Envidia me tomo de la mano para asegurarse que no se pase de la raya.
Esa sensación de calidez volvió a mi cuando me tomo la mano, me gustaba por más que no lo entendía, aunque esa inquietud también volvió, pero lo ignoré por el momento.
Reclutamos a varios soldados monstruos, un montón de estos parecían ser fieles a Envidia, incluso más de los que habían con Sylvia.
Con todo listo, Sylvia dio la orden de teletransportarnos a Envidia y a mi.
— Los teletransportaremos a la posición más cercana que tenemos, en uno o dos días nosotros llegaremos, vayan recorriendo el lugar para encontrar puntos de fácil acceso.
— Entendido- hice una seña militar en broma.
— Pereza, dame tu mano- dijo Envidia.
Hice caso y nos dimos la mano, llegue escuchar como algunos de los soldados me maldecían o decían estar celosos de mi, no lo entendí.
[Teleport]
.
.
.
Aparecimos en lo que parecía un valle despejado.
— Apresuremonos
La seguí sin dejar de mirar alrededor, es bueno ver un lugar pacífico que no tenga el cielo rojizo o sea muy desértico.
¡Hom Hom Hom!
— No puede ser, ¿tan rápido?- dijo en un tono de molestia.
— ¿Que, qué pasa?
— Corre.
— ¿Eh?
— Corre, es una orden.
¡UN HOMBRE!
Un fuerte grito repentino que hizo que mi espalda se tensara se escuchó detrás nuestro, de inmediato la obedecí y corrí con todo.
Cuando voltee vi la razón del porque, orcas.
Un montón de orcas, sabía muy poco de ellas, solo escuché decir a unos soldados en el castillo que ellas son sumamente peligrosas cuando ven a un hombre.
Deje a Envidia atrás, vi como mataba varias orcas con suma facilidad solo usando sus puños, intimidando a algunas, pero la mayoría aún me perseguía.
Antes de darme cuenta casi caigo por un precipicio, di un salto atrás antes de caer.
— ¡OYE, ¿NO TE GUSTARÍA TENER TU PROPIO HAREM DE ORCAS?!- gritó una de estas eufórica.
— No se ni que es un harem, y no me interesa, si me dejan en paz prometo que mi compañera no los matará.
— ¡IMPOSIBLE, NO VEMOS HOMBRES GUAPOS COMO TÚ HACE TIEMPO!
Todas se lanzaron una por una, tuve que optar por defenderme.
Patee a la que se lanzó sobre mi primero y la mandé a volar lejos, hice una patada giratoria que decapito a otra, cosa que las aterro.
— Que conste que les advertí...
Golpeaba una tras otra usando bastante fuerza para asegurarme de acabar con ellas de un solo golpe.
Aprovechaba en practicar algunas técnicas que vi en los recuerdos de Kazuma, practicando un uppercut, patadas hacia las piernas, la entrada dinámica, huracán de la hoja, ráfaga de leones, etc.
Esas técnicas de esa cosa llamada anime sí que servían, en cuestión de minutos había acabado con la gran mayoría.
— ¡ARRGGGG!- gritaban aterradas.
— [Cadenas de dominación]
En los cuellos orcas aparecieron cadenas y estas dejaron de reaccionar.
— Bien hecho- Envidia me sonrió.
— Que cansado, al menos practique mis ataques- le correspondí.
— Peleas más físicamente a pesar de que el recipiente era un mago, deberás cambiar tu clase en algún momento.
— Ajá, ¿Y que harás con ellas?
— Facilitar nuestro trabajo.
.
.
.
.
Dos días después
~~Perspectiva Megumin~~
Luego de haber leído esa carta comenzamos los preparativos para ir a la aldea Kouma, una vez terminamos nos dirigimos a la tienda de Wiz, ella es la única que puede teletransportarnos a todos de inmediato.
Ahora debo dirigir este grupo que consta de mi, Darkness, Mitsurugi, Fío y Clemea.
Los primeros dos meses cuando Kazuma y Aqua se fueron estuvimos buscándolo a solas Darkness y yo, pero nos encontramos con Mitsurugi un día cuando regresamos muy tarde de una misión.
El al principio no estaba al 100% enterado de todo lo que sucedió y hablo más de Kazuma, cosa que nos enfado, pero Darkness le explico y él se quedó pensativo.
Al final termino insistiéndonos que nos ayudaría a buscar a Kazuma y Aqua, no queríamos aceptar pero después de hacerlo mucho tuvimos que hacerlo.
En ese momento comprendí cómo se debió de sentir Kazuma cuando lo moleste en que hiciéramos equipo.
— Nooo, detente!- se escucharon los gritos de Wiz afuera de la tienda- Po- por favor para...~~!
._.
— Wiz!- Darkness de inmediato pateo la puerta, siendo seguida por Mitsurugi.
— ¡Darkness-san no vea!
— Escúchenme, antes de que intenten matarse, les pondré al tanto.
Hace tiempo que Vanir un día como si nada apareció delante de su tienda y empezó a vender ahí como si nada.
La primera vez que hablé con él nos dio algo de información de Kazuma, sobre que ese mana liberado que sentí hace ya un tiempo era de él, pero después de que dijera lo que le debía por eso y empezara a cobrar mucho por más información, no pude más.
Vi que trajo inventos que sinceramente me parecían interesantes, algo llamado licuadora que servía a través de un poco que le ponías y giraban las cuchillas y cortaban frutas, verduras u otras cosas, es muy popular entre las amas de casa.
— Esos inventos... son de donde vengo- susurro viendo la licuadora.
— ¡¿De donde vienes?!- grite
Alcance a escucharlo y Mitsurugi se puso nerviosa, todas nos le quedamos viendo en forma de interrogatorio.
— Vanir, podría ser que tú proveedor viene del mismo lugar que yo.
— Por supuesto idiota de la espada maldita, de hecho tú ya lo conoces!
— ¡¿Es Kazuma Satou?!- gritó sorprendido.
Todas ahora miramos a Vanir para interrogarlo, pero este solo empezó a reírse.
— El futuro lleno de exquisitas emociones ya vendrá al parecer.
— ¡¿A que te refieres?!- me levantó e intentó tomar del cuello a Vanir.
Este me evito con gran facilidad.
— Moi no busca pelear con ustedes, solo les dirá que están prontos a encontrarse a quienes buscan, ¡y va ser maravilloso!
— ¡¿Volveremos a ver a Kazuma y Aqua?!- mencionó Darkness con mucha felicidad.
Yo también me encontraba animada, los verías nuevamente.
— Hay una alta probabilidad de que eso pase, pero habrá algo negativo en todo esto.
— ¿Ah?, ¿qué cosa?
— ... Moi dice: Para conseguir más información, inserte medio millón de Eris.
— ¡¿MEDIO MILLÓN?!
— MUAJAJA, si esa decepción es asombrosa!- dijo extasiado.
— Vanir-san, debería decirles sobre Kazuma-san.
— Tu cállate Tendera inútil, que Moi es el que trae la plata a este negocio
— Oye, así no se trata a las mujeres!
— Kyoya-sama tiene razón, debería revelarnos algo de vital importancia- gritaron Fío y Clemea.
— Si Moi no recibe dinero, no hay información, es negocio simple, hasta su amigo lo entendió y me pagó para ayudarle.
— ¿En serio? ¿pues cuánto le sacabas?
— Somos socios, las ideas dan dinero a muy largo plazo- hizo un círculo con su mano.
No íbamos a conseguir nada insistiendo y nos enojamos, por lo que seguimos con lo íbamos a hacer en un principio.
Hablé con Wiz y accedió a teletransportarnos lo más cerca posible a la villa carmesí, mientras Mitsurugi quería deshacerse de Vanir, pero este último lo ignoró y lo votó para que no espanta a la clientela con sus gritos.
— Cuídense mucho, y tomen en cuenta lo negativo que podría pasar.
— ¡¿Y como vamos a hacerlo si ese demonio no nos lo dice?!
— Aunque no lo haga, las predicciones de Vanir-san aciertan en su mayoría, tómenlo en cuenta.
— Muy bien- dijimos todos al unísono.
Wiz empezó a conjurar el hechizo, aunque en el último segundo...
— Oigan chicos, tengo algo importante que decirle- era la voz de Dust, quien al venir corriendo hacia nosotros se tropezó y cayó sobre Mitsurugi.
Wiz terminó el conjuro y todos fuimos teletransportados.
.
.
— Yo solo quería decirles que no podía venir con ustedes- gritaba un Dust frustrado mientras hacía un círculo en el suelo.
— En la aldea Kouma podrás pedir que te teletransporten de regreso- le explique mientras empezaba a caminar hacia mi aldea- por cierto tengan cautela, en este lugar hay una manada de orcas, y si ven a los hombres se volverán locas.
— Oye Megumin, cuando dices locas te refieres a que...- Darkness hizo una cara pervertida.
— Solo atacan mujeres, no pienses así, perverness.
— ¡¿Q- que?!, ¡Megumin no me digas así!
Caminamos por bastante rato sin ver a ninguna orca, esto era bastante extraño, pero no me quejo.
Hasta que fuimos detenidos por goblins armados que nos hablaban.
— Deténganse ahora mismo en nombre de Sylvia-sama
— ¿Sylvia-sama?- pregunto confundida.
— ¿Está enfermito?- Dust se acercó y comparó su tamaño con el del goblin.
— ¡Cállate!, ¡ahora entreguen todo lo que tengan y lárguense o verán las consecuencias!
— ... ¡pfff jajajajaja!
Todos empezamos a burlarnos de él, era tan enanito que nos lo podíamos tomar en serio.
— Mira, no me gusta hacerle daño al resto, puedes irte y no te lastimare- dijo Mitsurugi quien fue el único que no se rió de él.
— ¡Ustedes, son unos imbeciles! ¡ahora mueran!
Escuchamos como un montón de goblins corrían detrás suyo hacia nosotros.
— Estos son míos- empecé a conjurar mi hechizo- ... ¡[EXPLOSIÓN]!
— ¡MEGUMIN-SAN A NOSOTROS NOOOO!
.
Luego de mi maravillosa explosión todos estaban tirados y los goblins hechos polvo.
— Veo el cielo...
— ¿Y como se ve?
Mitsurugi y Dust estaban extraños, pero unos segundos después se levantaron.
— Ayuda...
— Ya voy- Darkness me levanto y me cargo, esta se veía muy feliz después de recibir mi explosión.
Fuimos interrumpidos en el caminos por cuatro de mis compañeros de clan Kouma, mencionaron que vieron la explosión y vinieron directamente.
Junto a ellos también estaba Yunyun, se veía tan nerviosa como siempre al estar rodeada de gente.
— Yunyun, creí que ya estarías en la aldea.
— I iba camino para haya, m- me encontré con bastantes monstruos y ellos me a- ayudaron- podía hablar con más justas.
— Claro, bueno no perdamos más tiempo y vayamos.
.
.
.
Llegamos a la entrada y fuimos recibidos bien, salude a varias conocidas de la academia Kouma y fuimos directos a ver al líder del clan, el padre de Yunyun.
Pero su respuesta... nos hizo enojar a todos.
— Yunyun esa parte del principio de decir qué tal vez ya esté muerto es común cuando escriben cartas todos los carmesís - mencionó algo nervioso- teníamos un problema pues nuestra aldea a estado siendo atacada por monstruos que dicen ser del ejército del rey demonio, pero nos encargamos de ellos fácilmente.
Todos nos enojamos con él y tronamos nuestros puños.
— Yunyun, voy a golpear a tu padre.
— Adelante...
— ¡Pero aprovechando que ahora están aquí podrían aprovechar en hacer turismo por el pueblo! ¡Apuesto que sus amigos están interesados!
— Bueno no negaré eso- dijo darkness.
Darkness y las compañeras de Mitsurugi sentían curiosidad, pero este último dijo que deberíamos irnos ya que hay gente que podría necesitar ayuda.
Pero le insistieron y se rindió.
— Yo si me quiero ir, ¿pueden teletransportarme cerca de Axel?- pregunto Dust
— Hmmm tal vez, aunque es una pena, las jóvenes koumas no siempre ven jóvenes de otros lugares y se emocionan con solo ver uno.
— ... ¿donde me puedo hospedar?
Salimos del lugar y les dije que les daría un tour por el lugar mañana, me encuentro demasiado cansada ahora mismo, nos despedimos de Yunyun y Dust, pues este le pidió que si le podría mostrar un lugar donde quedarse (de preferencia gratis)
Darkness me seguía cargando y caminó un poco más rápido dejando atrás al resto.
— El papá de Yunyun nos preocupó a todos por nada.
— Si, no pude dormir bien por la preocupación, pero me alivia saber que no pasó nada grave.
— ¿Su esposa no lo regaña por hacer eso?
— Oh... bueno, el... su esposa lo abandonó.
— ... lamentó haber hablado sin saber.
— No, no hay problema, hubiera sido peor si Yunyun estuviera con nosotros, no le gusta hablar sobre su madre.
— Me lo imagino, es un gran dolor no tener a tú madre- Darkness se puso algo decaída.
Es cierto, ella también perdió a su madre según me contaron cuando fingí ser sirvienta en su mansión.
— No te pongas así, aveces esas cosas nos ayudan a crecer ¿no es así?
— Si, supongo, aunque igual me siento mal por Yunyun.
— Lo suyo es diferente, su madre la abandono y escapó del clan Kouma, es odiada por mucho, aunque he escuchado por mi madre que siempre esa mujer había sido muy extraña entre los carmesís, y que posiblemente en algún punto de harto de todo y huyo.
— ¿Pero para abandonar a su hija?
— Es todo un tema... mejor hablemos de otra cosa para subir el humor.
— Claro.
.
Luego de una conversación que se volvió discusión sobre si se decía maíz o choclo, habíamos llegado a mi casa.
Darkness tocó la puerta y fuimos recibidas por mi hermanita, Komekko-chan
— Hola Komekko-chan, he regresado- le sonreí.
— Con que ella es tu hermanita, es muy tierna- alago Darkness
— ... ¡Mamá, Papaá, mi hermana batea para el otro lado!
— ¡¿Que?!
.
.
Estábamos siendo vistos por mi papá y mi mamá, ambos se encontraban con rostros bastante incómodos.
Mitsurugi, Fío y Clemea también fueron recibidas, en un principio mi papá lo confundió con Kazuma, pero luego le explicamos que no era él.
— Hija...
— Nosotros...
Parecía que les costaba hablar, pues hasta parecía que se les querían salir las lágrimas.
— ¡Comprendemos si bateas para ese lado!
— ¡Darkness es mi amiga, no mi novia!- les grite furiosa.
— En cartas hablabas sobre cómo te llevabas muy bien con los miembros de tu equipo, creíamos que llegarías a algo con ese tal Kazuma, pero no con ella- mi mamá señaló a Darkness.
— ¡Que somos amigas!
— Me presente, me llamo Darkness, una paladín, el líder de nuestro grupo y la archipreste no pudieron venir.
— Megumin nos explicó su situación en una de sus cartas, al parecer su amigo fue inculpado injustamente, pero los rumores sobre él se han extendido un poco, que no sabemos qué pensar...- dijo mi papá.
— ... Se lo que él provocó en Axel en su escape, fue culpa nuestra también- agáchenla mirada junto con Darkness- pero queremos encontrar a Kazuma y ayudarlo, en es una víctima de esto, buscaremos una solución.
— Eso lo veo muy difícil Megumin..., por cierto, ¿ellos son tu nuevo grupo no es así?
— Ah si.
— Un gusto señores, mi nombre es Mitsurugi Kyouya.
— Yo soy Fío, compañera del grupo original de Kyouya-sama.
— Yo soy Clemea, al igual que Fío soy compañera de Kyoya-sama.
Los tres se presentaron formalmente.
— Mitsurugi Kyouya... eres popular, el héroe de la espada maldita, ¿piensan quedarse aquí todo el tiempo que estén?
— Bueno, no quisiéramos ser una molestia, podría pagarles, pero si no aceptan nos iremos- puso una bolsa con Eris en la mesa.
De inmediato mis padres se pelearon por ella y aceptaron que se quedaran.
— Nee-chan- Komekko me llamo.
— Dime.
— ¿Tus compañeros se fueron cierto? ¿Como eran?
— Pues Aqua es una gran archipreste, aunque se gastaba todo lo que ganábamos en bebida, se la pasaba peleando con Kazuma, aunque esos dos se querían mucho, también es inusualmente poderosa, es capaz de revivir personas más de una vez.
— ¡Asombroso!, ¡el otro era el líder de tu equipo ¿no?!
— Si, Kazuma Satou, un alquimista... se que no suena la gran cosa, pero era bastante fuerte, le cayó la boca a muchos con lo que ha logrado.
— Kazuma Satou, Kazuma Satou... hermana, yo conozco a alguien llamado así.
— ¡¿QUE DICES?!
— ¡¿EHHHHHHH?!
Todos gritamos sorprendidos, mis padres se asustaron y de inmediato empezaron a hacerle preguntas a Komekko.
No puede ser posible... Kazuma, ¿Está aquí?
Aqua y él están muy cerca, pronto nos... veremos...
— ¡¿CONOCES A ALGUIEN CON ESE NOMBRE?!
— ¡¿QUIEN ES?!
Gritaban mis padres aterrados, a pesar de lo que les expliqué aún le tienen miedo a Kazuma, pero no los culparé.
— Es ese chico que me encontré cuando salí ayer, estaba por un lago pescando tranquilamente, vi que no pescaba nada y se moría de hambre.
— ¿Por el lago?, Kazuma... está cerca de aquí.
— Si, cuando me vio me saludó y me pregunto si sabía como pescar para que le ayude, quería hacerlo tranquilamente pero termino sacándolos de una forma extraña.
— Seguramente fue con la alquimia- respondió Darkness.
— No lo se, pero golpeó el suelo del lago y varias langostas salieron, me dejó quedarme con la mitad por el buen rato que pasamos juntos.
— Komekko, ¿y por que no nos dijiste que las langostas que conseguiste ayer fueron gracias a la ayuda de ese muchacho?- pregunto mi padre.
— No me lo preguntaron.
— Kazuma está aquí... Darkness.
— Hay que buscarlo de inmedia-
PUMMMMMP
Un fuerte sonido se escuchó lejos de aquí.
— ¿Que ha sido eso?
— Mencionaron que algunos monstruos del Rey demonio atacaban la aldea, seguramente es eso.
— ¡¿Y si atacan a Kazuma?!- me preocupe.
Darkness se levantó de inmediato junto a mi, pero mis piernas no reaccionaron y me caí.
— Maldición- suspire- sigo con ese cansancio.
— Megumin-san, lo mejor será que se quede.
— Ni hablar!, ¡tengo que ver a Kazuma!
— Megumin en tu estado es peligroso que vayas, aún si te pudieras levantar no podrías usar tu explosión y te atacarían fácilmente.
— ¡Pero!
No puede ser, justo ahora que podría reencontrarme con él uso mi explosión y me quedo agotada.
— Yo iré junto con los demás, y descuida, si encontramos a Kazuma te aseguro que lo traeré para poder conversar a gusto los tres.
— ...- baje la cabeza desanimada- bien, tal vez Aqua este con el, y todo el equipo se unirá de nuevo, si recupero mi energía iré ayudar de inmediato!
— De acuerdo- me sonrió.
Todos partieron hacia el lugar del ataque.
.
.
.
~~Perspectiva Darkness~~
¡No puede ser! ¡De verdad Kazuma está aquí!
¡Tenemos que ponernos al día con él!
Pero... es cierto, ¿que haré con lo que paso en Axel?
Prefiero pensar que cometió un error y no fue por resentimiento, ¿si es así como lo ayudaré?
Podría causarle más problemas a mi padre con el reino el hecho de que defienda a un criminal, a pesar de que se que él no lo hizo. Pero lo de Axel es otro tema.
Muchos guardias y criminales murieron, cadaveres fueron encontrados por callejones, el nombre de Kazuma está por los suelos, eso al menos no afecto negativamente ni a Megumin ni a mi, sino posiblemente nos hubiéramos tenido que separar también.
Quizás... si lo ayudó a huir, ¿o huir todos juntos?
Pero mi deber con el reino... aunque, si el forzará a acompañarlo~~
Golpeándome e insultándome solo para que me vaya con él, dejarme sin opción más que abandonar mi hogar y servirle como ama~~
¡No!, ¡esto es en serio, contrólate!
— ¡Ya estamos cerca!- gritó Mitsurugi.
— !!!!
Una gran nube de humo estaba ahí, Mitsurugi usó su espada con gran fuerza para disiparla.
Encontramos varios carmesís tirados, sangrando.
— ¡Por Eris-sama!
— ¿Más refuerzos?, de verdad que son un fastidio- la voz de una mujer se escuchó.
Apenas la pude ver y un ligero temblor empezó.
El suelo se agrietó fuertemente y algo cayó en el suelo extendiendo mucho tierra por el lugar.
— Cof cof.
— ¡CÚBRANSE!, ¡ÉL ES PELIGROSO!
Esa voz, ¡Dust!
Mitsurugi quien se encontraba a mi lado se lanzó hacia el lugar a atacar a la mujer que vimos, sus compañeras fueron a atacar a los monstruos alrededor.
Le perdí el rastro y solo escuchaba golpes y hechizos por todos lados.
Monstruos venían a atacarme, pero sus golpes no me hacían nada y los lastimaba a ellos.
El polvo se disipó y pude encontrarme con alguien conocido.
— ¡[Light Saber]!
— ¡¿Yunyun?!
— ¡¿Darkness-san?!
Casi golpeaba a Yunyun y ella casi me ataca con su hechizo.
Antes de calmarnos de inmediato se volvió a extender toda la tierra por el lugar por otro fuerte movimiento.
— ¡¿Que ha sucedido?!
— ¡Esos tres atacaron!
— ¡¿Quienes?!
— ¡No se sus nombres, pero Dust está peleando con uno de ellos y me preocupa!
— ¡BARGGGG!- un grito de dolor se hizo presente.
— ¡DUST!
Los golpes resonaron y los temblores fueron más seguidos, nos defendíamos de quienes venían pero no visualizaba nada.
— BANG
— ¡URG!
Algo me dio, siento un dolor cerca de mi pecho, que rayos fue eso.
Busque de dónde venía el ataque y alcance a visualizar dos siluetas quienes peleaban.
— [Once estocadas]
Era un ataque de Dust, Yunyun se dio cuenta antes de mi fue para ayudar, la otra silueta recibió los ataques de Dust y cayó.
Pero unos rayos salieron de este y se levantó.
— ¡OTRA VEZ NI!
— ¡RÁFAGA DE LEONES!
Esa voz... se parece a la de...
Varios golpes se escucharon y escuchamos los gritos de dolor de Dust, fue mandado al aire y Yunyun dudaba si atacar por miedo a lastimarlo, así que usó su magia para disipar el polvo.
Alcanzamos a ver cómo Dust era golpeado en el aire y fue tirado hacia nosotras.
— ¡Dust!, ¡tu cuerpo!
— ¡Carf carf!- escupía mucha sangre.
El sujeto de arriba desapareció en un instante, pero la tierra dejó de extenderse.
— ¡El héroe Mitsurugi Kyoya!- fue la mujer que vi en un principio.
Vestía un traje rojo igual que unos mechones de su cabello.
— ¡No voy a permitir que lastimes a nadie más!- blandió su espada y casi lograr cortarla.
La mujer retrocedió con temor, pero Mitsurugi fue atacado por detrás.
— Mitsurugi Kyoya, he oído de ti, si que eres un problema- una mujer de cabello albino fue quien lo atacó- Bang
¡Era el mismo ataque que me lastimó hace un momento, logró mandar atrás a Mitsurugi, pero iba directo a su cabeza, pudo ser mortal!
— [Muros de fuego]- el hechizo de Yunyun defendió a Mitsurugi.
— Gracias, ¿Fío y Clemea están con ustedes?
— No, debemos ayudarlas también.
Levantando su espada maldita Mitsurugi hizo un corte a gran distancia que logró darle a la mujer de vestido rojo.
— Tsk, maldito!
— No pierdas la calma Sylvia-san.
¡NOOOOOOOO!
Esa voz!
— ¡CLEMEA!- gritó Mitsurugi aterrado.
Un corte giratorio con mana ayudó a alejar a todos los que lo rodeaban y corrió directo a donde venía la voz.
— ¡FÍO, FÍO, NO!- gritaba aterrada.
— ¡¿QUE HA SUCEDIDO?!
— SE LA LLEVÓ, ESE HOMBRE!
— ¡¿QUE HOMBRE?!
Sus gritos me mantenían distraída de la mujer peli albina quien se veía tranquila ante todo esto.
— Encárgate de esa rubia, yo iré a por la Kouma.
— ¡¿A quien le ha-?!
ENTRADA DINÁMICA
Recibí una patada que casi da en mi cabeza pero fue cubierto con mi antebrazo, me hizo retroceder bastante y dejándome dolor en ese lugar.
— ¡Auch...! cuánta fuerza- me preocupe está vez.
— Aguantaste un golpe mío sin contenerme, vaya mujer.
— Soy una paladín de gran...- mis ojos se abrieron al ver quien estaba delante mío- N- no... no puede ser... Ka, Kazuma...
— ... [Golpe del rayo]!
— ¡[ESPADA DIVINA]!
El grito de Mitsurugi resonó antes de que chocaron esos ataques.
— Sa- Satou Kazuma...
Este había detenido la espada de Mitsurugi con ambas manos, se nota lo que le costaba hacerlo.
Con una gran agilidad dio un giro para darle una patada a Mitsurugi en todo el pecho, mandándolo metros atrás.
— No imagine encontrar a sujetos con mucha resistencia física, esto se pone interesante.
— ¡KAZUMA!
— ¿Uh?- me miró extrañado.
— ¡TÚ!, ¡¿POR QUE?! ¡¿POR QUE HACES ESTO?!
— ... ¿Kazuma?, no te equivoques...
Pateo el suelo ocasionando que varias rocas afiladas salieron a nuestro alrededor, atacandome.
Logre defenderme de todas estas con facilidad, pero antes de darme cuenta él estaba encima.
Dándome una patada en la nuca.
— Bargggg- tosí un poco- responde.
El solo se puso de pie y se estiró un poco, tomando la espada que yo portaba en ese instante.
— Kazuma Satou murió, yo soy Pereza, no me confundas, paladín.
.
.
.
.
.
.
[Castillo del Rey demonio]
~~Perspectiva Kazuma~~
Mi "entrenamiento" en este lugar era... aburrido.
Veía muchas obras interesantes que me dieron muchas ideas a decir verdad, también poseía algunas horas de descanso, Kyoichi venía una que otra vez a verme.
Veía una obra sobre un chico que era abandonado pero fue ayudado por una diosa y ahora posee el poder del rayo.
Varios de sus técnicas eran interesantes.
En general todo lo que vi tenía parecido con películas o series que habían en mi vida pasada, se me hacía muy extraño esto, pero sabiendo que seguramente hay más reencarnados en este mundo...
Recordaba viejos tiempos cuando veía mucho anime, todas las técnicas que vi ahí son posibles en este mundo tal vez, pero no todas servirían con alquimia.
En todo caso no debía limitarme y pensar en cómo usar todo a mi favor, ahora que trabajo para eso idiota de Kyoichi.
No tenía muchas opciones, solo me quedaba aceptar, incluso el me maldijo después de aceptar para que no lo traicionara.
Mi plan es vago, pero me aferro a este por ahora.
Primero averiguar todo lo que pueda sobre Kyoichi y este lugar, segundo, buscar alguna forma de recuperar mi cuerpo, tercero, encontrar a Aqua, ella es la única capaz de quitarme esta maldición, y por último... estoy entre enfrentarme a Kyoichi o huir.
Quiero el deseo, pero él parece estar en una liga diferente a la mía, pero si aprendo más y consigo alguna forma de hacerme más fuerte tal vez...
Pero en caso de que no, bueno irme a otro país y vivir tranquilo siempre es una opción.
Tampoco soy tan cliché como para decir que todas maneras pelearía con él o "todo tiene una debilidad"
Si no puedo, renuncio, así de fácil.
Otra idea que tengo es encontrar a Ruri... tengo tantas cosas que preguntarle, ahora es más que por una disculpa.
Quiero quedar en buenos términos con ella también, mis esperanzas de tener algo con mi sensei ya desaparecieron por completo, o tal vez no, pero preferiría tener un cuerpo antes de eso.
— Oiga, ¿en que piensa señor?
— ¿Ah?
PUM
Recibí un fuerte puñetazo que mandó a volar mi cabeza, pero quien estaba delante mío la agarró.
Me quede tanto en mis pensamiento y prestando atención la obra al mismo tiempo, hasta yo estoy sorprendido de eso.
Mire a quien estaba frente a mi, era un puberto vendado por todo su cuerpo.
— ¿Y tú quien eres?
— ¡Oh cierto, me llamo Tim, soy un nuevo recluta del Rey demonio!- se presento de una forma enérgica- ¿Cual es su nombre compañero?
— Soy Kazuma...
Este chiquillo me habla como si nada, creo que es el más normal con quien he hablado desde que he estado aquí.
— Un gusto!, ¿esa obra que ve como se llama?, se ve genial lanzar rayos por todos lados!
— Ammm, tampoco se su nombre.
— El viaje del elegido del rayo.
Ay no, ya llego.
— ¡Jefecito!- hizo una señal militar- Aquí Tim presente.
— No hagas eso niñato- dijo incómodo.
— Recuerdo haber visto pocas obras cuando era pequeño, apenas y se la del Niño de madera que quería ser real, Pinocho!
Existe la obra de Pinocho también
— ¿Que cosa?, Kyoichi ¿cuantos años tiene este niño?
— No lo se, no le he hecho la prueba de carbono ¿ok?- parecía estresado- escuchen par de niños, ustedes van a tener su propia misión.
— ¡¿Ahhhhh?!
— Ya que el resto de mis hijos está en misiones por todos lados, ustedes van a ir a Axel.
¡¿QUE?!, ¡Ay no no no!
— A sus órdenes jefecito!
— ¡¿Axel?!, ¡¿Po- por que?!
— Hay un noble ahí el cual podría tener algo que necesito, partirán en al anochecer y les daré todos los detalles unos momentos antes, ahora tengo que ver otra cosa, sigue con tus obras, y tú Tim... no se, mira todo con él hasta la noche o has lo que se te dé la gana mientras no arruines algo o salgas.
Se veía muy estresado cuando se fue.
.
.
.
~~Perspectiva Narrador~~
Salí del teatro con mucho dolor de cabeza por todas las tonterías que tenía que ver.
Mis hijos ocupados, el asalto al castillo Belserg fue un fiasco al no haber nada ahí, tres generales sin reportarse, y de los que se quedaron solo Wolbach no es un fastidio.
¡Ni siquiera mi esposa puede comprenderme y ser un poco menos agresiva en la cama!
Y encima ahora que acepte a este muchacho como parte de mis tropas sin saber lo que era, pero puede ser de utilidad para lo que quiero.
— [Teleport]
.
.
.
— Por fin llegas, Kyoichi- hablo alguien delante mío.
El lugar donde estaba era el infierno, más específicamente los aposentos de uno de mis "iguales"
— Incordió, ¡te dijimos que trajeras al recipiente de Zagám contigo!
Ese fue otro idiota al igual que el primero que le habló, junto a ellos estaba el tercer idiota, manteniéndose callado como siempre a menos que sea necesario.
Esos tres eran los otros reyes demonios.
El de los elfos, llamado Neil, un peliverde delgado con orejas puntiagudas, porta un arco de no sé qué y ni me importa, con su característica voz tranquila.
El de los gigantes, llamado Gamesh, obviamente era enorme hasta para un gigante promedio, pelirrojo, musculoso, con seis brazos, cada par haciendo algo distinto, los primeros en apoyando su nuca, los segundos cruzados y los últimos por sus caderas.
Y el del noveno círculo del infierno, Agún, pelo largo de color azul oscuro, el mas bajito de los tres, aunque musculoso, muy callado.
— Has desobedecido un acuerdo entre todos- replico Neil.
— Yo no acordé traerlo aquí.
— ¡Incordió!- gritó Gamesh, acercándose a mí con intenciones hostiles- ¡Mantén tu lugar Kyoichi, no te mandas tu mismo!
— Te equivocas, tú más bien mantén tu lugar, a no ser que seas tan idiota como atacar al más fuerte de todos- extendí mi mano hacia el con una sonrisa arrogante.
Neil se puso entre los dos y nos separó.
— ¡El más fuerte de nosotros no está decidido!, ¡ese título te lo has puesto por mísera arrogancia!
— ¿Quieres comprobarlo entonces?, no me tomará ni diez minutos acabar contigo.
— Ya basta
Agún fue quien habló esta vez, me le quede mirando extrañado de eso, pero no era como si me importara.
— Se los voy a dejar claro a los tres, ese chico trabaja para mi y no va a ser eliminado, de lo contrario ustedes tres van a pagar las consecuencias.
Empecé a caminar y sentía la mirada de odio de los tres, me hacía sentir alegre el ser tan superior a ellos.
— El recipiente de Zagám tendrá un verdugo especializado en caso de salirse de control, quedas advertido Kyoichi.
— Si si si, iré a ver a mi mujer, más les vale ni interrumpir mi momento con ella o los acabaré ahí mismo.
— Incordió!
— Tsk, ese idiota.
— ... Infeliz.
No me interesa si incluso todo el infierno lo quiera exterminar, el recipiente de Zagám ahora trabaja para mi, y va a ser utilizado como es debido.
Nadie va a interponerse en mi camino a la verdadera libertad, a ser un verdadero Dios.
Continuará...
