Quizás
Spy x Family © Tatsuya Endo
Sinopsis: La carrera de Twilight como espía había sido una parte integral de su vida durante más de diez años. Pero ahora, mientras trabajaba en la operación Strix, comenzó a preguntarse si su identidad se reducía solo a eso. ¿Quizás había más…?
Prólogo
Lo primero que hizo Twilight fue darse cuenta de que estar en su cama era diferente. Por alguna razón, después de un día agotador en el hospital y una breve misión para recuperar joyas, no se sentía tan exhausto. Incluso si su descanso se limitaba a dos horas, no lo notaba.
—¿Estoy bajando la guardia? —se preguntó en la oscuridad. No había nadie más que él y sus secretos. El resto de la familia tenía sus propios espacios donde, si no se equivocaba, descansaban—. No, es imposible. Soy un espía —se dijo.
Pero algo en la última oración resultó molesto. Era diferente. Simplemente se sentía mal.
Suspirando, se levantó de la cama y echó un vistazo, sin un propósito claro. Como si la respuesta fuera fácil de encontrar y no necesitará al espía, sino a Loid Forger.
Loid Forger, el psiquiatra. El esposo de Yor y padre de Anya. El dueño de Bond.
La máscara de Twilight en la Operación Strix.
—¿Es eso? —soltó la pregunta en voz alta, sintiendo que algo se apretaba en su interior—. ¿Es otra máscara o…?
De repente, Twilight eliminó cualquier rastro de duda. Quería evitar cualquier pensamiento de ese tipo, al menos por un momento. No es que no tuviera derecho a pensar en ello, pero debía evitarlo y reconocer que estaba trabajando duro. Pero, entendía que se estaba reprimiendo y luchando contra lo que realmente deseaba sentir.
Era algo que anhelaba de verdad.
Permitir que Anya estuviera a su lado cambió las cosas. Asumió el papel de ser un esposo y padre ejemplar, al menos a ojos de la sociedad. Hubo días en los que algo tan natural podría convertirse en algo desconocido, desencadenando sus peores temores. Deseaba hacer lo mejor, y a veces terminaba haciendo el ridículo o teniendo un éxito efímero que se desvanecía en el caos.
No obstante, de alguna manera, eso no disminuyó el cariño que Anya sentía por él.
Siempre podía comentar sobre el comportamiento inquieto de su hija adoptiva; era uno de sus rasgos más notables, además de su constante esfuerzo por mejorar sus calificaciones. Sin embargo, nada de eso se comparaba a la intuición que Anya poseía. Era capaz de hacer comentarios que lo dejaban asombrado y lo llevaban a cuestionarse si tenía alguna habilidad especial.
Todavía tenía a Anya en mente cuando su expresión cambió de pensativa a alerta al escuchar ruidos en el pasillo. Se acercó a su puerta, puso una mano vacilante en el marco y observó con fascinación la forma en que Yor se movía hasta que ella se giró, como si supiera lo que estaba haciendo.
—¿Loid? —preguntó Yor. Incluso en la oscuridad que envolvía la casa, sus ojos estaban abiertos como los de un niño en Navidad—. ¿Está todo bien?
—Sí —respondió. Su mirada se desvió hacia cualquier otro lugar para asegurarse de no revelar lo que pasaba por su mente—. Escuché ruidos y salí a mirar —agregó, para no quedar sin explicaciones.
Siendo sincero, con relación a Yor, no tenía idea de cuál era la situación, pero hacía tiempo que había llegado a la conclusión de que era mejor no preguntar. A pesar de lo nerviosa y peculiar que podía ser, estaba lejos de ser la peor mujer con la que podría haberse quedado. Hasta había momentos en los que incluso sentía que podría quedarse a su lado para siempre.
Y Loid no podía evitar preguntarse cómo podían seguir adelante sin cambiar nada. No necesitaba ser un espía para notar que había más que un simple sentimiento de apoyo mutuo, contenido porque nadie hacía nada al respecto. Ya estaban funcionando, por lo tanto, parecía lógico que continuarán de esa manera.
Sin embargo, su hogar estaba lleno de secretos, y tal vez deseaba algo diferente.
—Yor —soltó, con un tono juguetón. La agudeza de su esposa se hizo evidente al mantener una expresión serena—. Mañana podríamos salir, ¿qué te parece?
Ella levantó la vista para mirarlo, ajustando ligeramente su cabeza a su altura. Curiosa, preguntó:
—¿Sucede algo?
—Quizás —afirmó, incapaz de mirarla. No podía hacer nada, pero deseaba que algo sucediera. Cualquier cosa. Con una sonrisa en su rostro, agregó—: Pero lo sabrás mañana.
Nota de la autora: "Quizás" es mi primer proyecto de Spy x Family, donde busco explorar al personaje de Twilight y un posible desenlace del manga. Esto implica que habrá algunos spoilers del manga, así que están advertidos.
Ciao.
