LA CASA DE TENOME

.-.-.-.

Historia sin fines de lucro.

.

.-.

.-.-.

.-.-.-.

.-.-.-.-.

.-.-.-.-.-.

Giró a su izquierda por el largo pasillo sintiendo que los pulmones comenzaban a quemarle, pero no podía detenerse. El corredor tenía cada tres o cuatro metros una puerta diferente, la mayoría sin poder abrirse; y cada 15 o 20 metros había bifurcaciones a pasillos aledaños, todo aquello sin un fin vislumbrado.

Ranma probó suerte en una puerta, cerrada.

- Maldición. - Dijo casi sin aire.

~ Igggggrrrrr ~ El extraño grito gutural resonó a sus espaldas y corrió más rápido, esa cosa estaba por alcanzarlo.

En la siguiente división de pasillos giró a la derecha, probó suerte con otra puerta y tampoco cedió, por experiencia sabía que ni, aunque usara la fuerza esta se derrumbaría, sería un gasto inútil de tiempo y energía.

~ Igggggrrrrr ~ De nuevo resonó más cerca y esta vez las pisadas también comenzaron a oírse. Ya le estaba pisando los talones.

~ ¡ Igggggrrrrraaaa! ~ Ranma dio todo de sí para acelerar el paso, esa cosa ya estaba en el mismo pasillo que él.

- Por favor... - Imploró cuando probó suerte en otra puerta y esta abrió con facilidad. En esta ocasión, tras la puerta había una habitación en lugar de otro pasillo y lo único que pudo hacer fue deslizarse rápidamente bajo un antiguo y gran escritorio de metal oxidado, encogiéndose, logró acomodarse sobre la barra reposa pies y de esta manera, su cuerpo quedaba suspendido y oculto.

~ Iggrr ~ La creatura por supuesto que entró al lugar, Ranma se tapó la boca y nariz con fuerza para no dejar ir ni un solo jadeo que lo delatara. Los pasos se movieron lentamente por el sitio que era amplio y estaba lleno de muebles de tamaños extra grandes, todo hecho de metal y todo en colores grises y azules óxido.

Los pasos que retumbaban debido a la gran altura y peso de esa cosa hasta el punto de sentir que su propio cuerpo retumbaba contra la barra de acero, notó que se detenía junto al escritorio por la parte de enfrente y escuchó como sus largas uñas rozaban la madera del piso con suavidad. Se quedó petrificado del miedo de saber que, si a esa cosa se le ocurría meter, aunque sea un poco la mano por debajo del escritorio lo vería, pero como al parecer solo hacía un escaneo para estar a la altura del suelo y ver si sobresalían algunos pies, no pudo ver al chico; así que después de unos segundos, las manos que arrastraba por el piso subieron a su altura natural, caminó lejos del mueble donde se ocultaba Ranma, abrió la segunda puerta del recinto y salió hacia un nuevo pasillo.

Cuando la inercia terminó de cerrar la puerta casi un minuto después, Ranma bajó los pies intentando controlarse, si sucumbía al miedo era una sentencia segura. Ahora, aunque hubiera sobrevivido después de casi una hora de persecución de esa bestia, no se sentía mejor que antes, si ya no lo tenía en su rango de vista significaba que podía estar en cualquier otro lugar, más específicamente en cualquier sitio donde Akane estuviese escondida.

Respiró profundamente para calmarse, debía mantenerse sereno, debía tener la cabeza fría si quería encontrar a Akane.

- La casa de Te..nome... Tenome. - Pronunció Ukyo con dificultad la última palabra al leer el grabado en el marco de madera de una puerta al centro del lujoso salón de fiestas en la mansión Kuno, literalmente había colocada una puerta como si fuera un adorno.

- "Ven y diviértete en la gran fiesta prenavideña de la gran Rosa Negra, habrá comida, bebida y juegos con jugosos premios en efectivo." - Releyó la invitación Ryoga, la tarjeta la había recibido hace unos días, se le había hecho extraño que la hermana de Kuno lo invitara a él porque nunca habían cruzado palabra más allá de las batallas en las que se veía involucrada la marabunta de artistas marciales de Nerima.

- Para mí que esa chica nos engañó. - Dijo Mousse enojado, pero sin retirarse del lugar, al igual que todos los invitados en el salón quería ganar un "jugoso premio en efectivo", un simple mesero siempre necesitaba dinero, especialmente en pos de las fiestas próximas, deseaba regalarle algo bonito a Shampoo.

- Yo creo que deberíamos irnos. - Dijo Akane insegura mirando al rededor. - Vámonos Ranma, algo no está bien con esto. - Dijo despacio observando más allá a otros invitados que no conocía, además de los artemarcialistas, había compañeras de curso de Kodachi, maestros, socios y otros tantos que no imaginaba que clase de relación tenían con la chica gimnasta, que por cierto no estaba en el lugar.

- Esperemos un poco más. - Contestó Ranma bailando entre sus dedos la invitación que había recibido la chica pelirroja, porque justamente a ÉL no lo habían invitado, necesitaba el dinero al igual que su prometida, recientemente ambos habían sido vaciados por Nabiki.

- Si esta tonta fiesta no comienza en los siguientes cinco minutos, ¡Shampoo se irá! - Exigió como si su petición fuera a ser atendida.

- ¡¿Qué está pasando Sasuke?! - Se oyó la voz de Kuno Tatewaki gritando en la doble puerta de entrada. - ¡Exijo que me dejes pasar!

- Se...señor, no puedo... - Intentó decir el hombrecillo. - La señorita Kodachi ordenó que solo dejara entrar a las personas que tenían invitación.

- Dímelo a mi... - Habló cínicamente Ranma que por supuesto se había transformado en hombre tan pronto lo dejaron pasar, no le gustaba estar como mujer y para qué negarlo, le gustaba llevarle la contraria a Kodachi, además quería saber porque no lo había invitado a él como hombre si se supone que era su querer.

Las puertas de entrada se abrieron de par en par y Tatewaki entró a pesar de las suplicas de Sasuke. Tras de Kuno, entraron otros dos invitados, y mientras Akane suspiraba al ver como comenzaban a pelear Ranma y el recién llegado, observó que Sasuke revisaba su lista y enseguida cerraba la puerta.

- ¿Esto será parte de los juegos que menciona la invitación? - Ukyo observó la puerta desgastada.

- ¡Qué ridiculez! - Dijo Shampoo tomando el pomo de la puerta y abriéndola, Mousse se puso del lado contrario y dijo en broma.

- ¡Bienvenida mi querida Shampoo!

- Qué tontería... - Bufó molesta al darse la vuelta y caminar lejos de Mousse, quien incluso paso por entre el marco de la puerta abierta y cerró la madera como gesto de una cortesía innecesaria, para ir tras ella.

- "Bienvenidos todos a mi humilde fiesta prenavideña, me encanta que me amen tanto para venir a una velada en honor a mi ¡jojojojo!" - Se escuchó fuerte y claro desde unas bocinas en el techo. - "Quiero decirles que todos ustedes están aquí por alguna razón particular que por supuesto me gustaría decirles antes de comenzar este maravilloso juego." - Dijo felizmente antes de comenzar con su lista de invitados. - "Aina, eres una zorra." - Habló de pronto y todos se congelaron ante el drástico cambio de tono de voz, especialmente la chica mencionada en una de las esquinas del salón. - "El primer lugar del torneo de gimnasia, ¡era mío! ¡me robaste mi victoria! ¡púdrete en el infierno perra!"

- Pero Kodachi te descalificaron por usar tus polvos, yo no tuve nada que ver, además somos amigas. - Explicó en vano porque la Rosa Negra siguió hablando.

- "Profesor Matsumoto, ¡es usted un reverendo hijo de puerca!" - Lo acusó - "Veremos de que le sirven sus malditos números en este juego."

- Siga hablando señorita Kuno, eso no hará que la apruebe en mi materia. - La retó el maestro mencionado.

- "Y tú Kitazato." - La mujer mayor mantuvo la pose recta, el elegante gesto no dejó sus facciones aun cuando comenzó a insultarla. - "Vieja zopilota usted y todos los inversionistas que se opusieron, pagarán caro no haber apoyado mi petición en la junta directiva."

- Mierdilla malcriada... - Murmuró la mujer, luego avanzó con paso decidido hasta la puerta, pero esta no se abrió. - ¡Exijo me dejen salir de aquí! - Otros intentaron también abrir, pero no funcionó.

Kodachi, ignoró las quejas y siguió mencionando a cada uno de sus invitados, contra algunos tenía más insultos, otros solo los calificaba como insulsos en su vida y esa era razón suficiente para tenerlos ahí, casi al final dijo.

- "El cerdo y el pato." - Era obvio que hablaba de Mousse y Ryoga. - "Me tienen harta, no dejan de molestar a mi querido Ranma."

- Si de esto se trataba todo, hay que largarnos de aquí. - Habló Ryoga sin creerse que había invertido tanto esfuerzo en llegar para esto.

- "Shampoo, Ukyo, la pelirroja y Akane, ustedes son quien más me molestan... por eso quisiera que alguna de ustedes, de preferencia la plebeya pobre" - Akane bufó. - Haga los honores para comenzar este juego. Debajo del marco de la puerta encontrarás las instrucciones de inicio. - Akane no se movió, pero Ukyo se acercó con curiosidad y encontró lo que mencionaba Kodachi, ¿qué podía pasar?

- Veamos... ¡oye! - Mousse le robó el papel que había sacado de un sobre, comenzó a leer.

- Bienvenidos a "La Casa de Tenome", el señor Tenome estará altamente complacido con su llegada, le gustan mucho los invitados nuevos. - Ranma se acercó y le quitó el papel, a su gusto leía muy lento y prosiguió él.

- Sin embargo, estimado visitante, antes de entrar debes saber lo siguiente ya que el señor Tenome aprecia el entretenimiento y le aburre de sobre manera los invitados poco astutos.

- "¿E-esa... esa voz es de mi Ranma?" - Preguntó desde el altavoz. - ¡¿Qué hace ahí mi querido Ranma?!" - Gritó desesperada.

- ¡Kodachi es tu querido hermano mayor! - Se auto identificó Kuno. - ¡Quiero saber que está pasando aquí! ¡También exijo que abras la puerta, bien sé que cerraste por fuera con la trampilla de acero! ¡Así que ven a abrirla de una vez! ¡No aguanto estar ni un minuto más con éstas personas! A excepción de ti hermosa Akane. - Dijo con galantería.

- "¡¿Qué haces ahí hermano?!" - Luego sonó el clásico chillido de interrupción de micrófono.

- Dame eso. - Ryoga le arrebató el papel a Ranma y continuó. - 1. Debes de ser rápido, este lugar no es para quien gusta de la tranquilidad. 2. La casa consiste en un laberinto gigante, la puerta de salida no será encontrada si no sabes usar tu astucia. 3. Para encontrar la salida deberás seguir al sol. 4. Las puertas en los pasillos son caprichosas, a veces permite el paso, otras no; a veces conduce a otro pasillo, otras, a habitaciones curiosas, es parte del juego. 5. El señor Tenome les recuerda que, aunque sea inmortal, no significa que no sienta dolor, y él es muy respetuoso, así que siempre y cuando sean respetuosos con él, llegado el momento, será menos o más amable con ustedes. - Ryoga levantó la vista. - Esas son las reglas, luego dice por aquí... - Regresó su vista al papel.

- ¡Abre! ¡Abre maldita sea Sasuke! ¡Abre! - Se oyó a las afueras y un ligero sonido de sistema eléctrico se dejó oír, probablemente al estar quitando la trampilla de acero.

- ¡Yo leo ahora! - Shampoo le quitó el papel a Ryoga. - ¡Shampoo no lee japonés! - Se quejó dándole la nota a Mousse. - Continúa. - Ordenó.

- Para comenzar, toquen la puerta cerrada en este orden: 4 golpes cortos; 3 largos; 1 corto, 1 largo, 2 cortos; 1 corto, 1 largo. Bienvenidos sean todos los invitados. - Al terminar de hablar Shampoo terminó de hacer la sucesión de golpeteos.

- ¿Y ahora qué? - Dijo la amazona esperando algo.

- Vámonos Ranma. - Pidió de nuevo Akane, esta vez Ranma asistió cuando el marco de la puerta crujió como si estuviera reparando todas sus astillas, la puerta igual, y comenzó a abrirse por sí misma.

- ¡Ranma mi amor! ¡Hermano! - Entró corriendo mientras despejaba la puerta con su listón impidiendo la salida de todos los que querían irse.

- ¿Qué demonios es eso? - Dijo un invitado al ver que la puerta abierta dejaba ver una habitación diferente a la que estaban, era otra dimensión.

- ¡No! - Gritó Kodachi con horror. De pronto todos los que habían visto el interior caminaban hacia la puerta.

- Ranma, no quiero ir – Dijo Akane en susurro, además de que su cuerpo se movía por sí solo, le costaba hablar. Ranma a duras penas pudo extender la mano y tomó la de ella cuando ambos entraban a ese extraño lugar.

Así había comenzado todo, habían llegado a una extraña habitación que parecía la vieja recepción de un hotel, la puerta de ingreso se cerró y volvió a ser una puerta vieja, alrededor había cientos de puertas, todas abiertas, efectivamente, algunas mostraban habitaciones de toda índole, otras, mostraban solo pasillos con más puertas.

Se habían escuchado gritos de reclamo hacia Kodachi que se veía más asustada que todos los demás, casi hiperventilando.

- ¡Hermano vámonos! - Había suplicado Kodachi cuando las pisadas de Tenome retumbaron y su horrido grito se escuchó. Algunos pudieron moverse y escapar por las puertas, otros murieron rápidamente, cuando la creatura apareció, al ser atrapados por la cosa de más de tres metros de alto, manos largas y piel colgante sin cara, solo boca; que levantaba a la altura de su cabeza sus huesudas y extremadamente largas manos con uñas negras y filosas, dejando así, ver sus ojos incrustados en las palmas, antes de estirarse y tomar de individuo en individuo con ambas manos.

La fuerza que tenía era exorbitante y al dejar inmovilizada a su víctima abría la boca a niveles estratosféricos, daba un gran mordisco en cualquier lugar del cuerpo, como quien quita con la boca la tapa de un refresco y sorbía, no quedaba nada más que la piel del pobre incauto.

Ranma había permanecido con Akane cerca de dos horas, a los demás los había perdido de vista desde el principio, ni siquiera sabía si estaban vivos. En algún punto la cosa esa los había encontrado, habían corrido despavoridos, hasta que Ranma había decidido pelear para salvarla, todo había sido en vano, a Tenome no le afectaban los golpes, solo se enfurecía más.

Akane había gritado que una de las puertas estaba abierta y le insistía que fuera con ella, corrió rápidamente y ella se apartó de la entrada para darle paso, entonces la puerta se cerró de golpe y no volvió a abrir; esquivó de milagro las manos de la bestia y se había escabullido. Solo esperaba que ella estuviera bien.

Regresando de sus pensamientos, se quedó en la habitación algunos minutos tratando de recuperarse, antes de continuar.

.-.-.-.

- Por favor, por favor no me vayas a dejar sola. - Pidió la chica. - Tengo mucho miedo. - Comentó y Tendo trató de ser comprensiva, según lo que le había contado la chica, llevaba intentando salir de ese sitio al menos medio mes, había visto morir a toda su familia y ya no tenía fuerzas para seguir resistiendo.

- Tranquila... - Pidió Akane a la joven.

~ Igggggrrrrr ~ se oyó en la lejanía.

- Vamos, no te detengas Kokona. - Caminaron más rápido por el pasillo, ambas girando de manija en manija.

- ¡Está abierta! - Exclamó.

- ¡Shh! - Pidió akane al tomarla de la mano y jalarla dentro.

~ ¡ Igggggrrrrr! ~

- Viene hacia acá Akane, viene tras nosotras. - Tendo revisó con la mirada la habitación y decidió que se esconderían tras un sofá de elegante estilo europeo. Ambas permanecieron agachadas, Kokona tomándole del brazo ante su angustia.

~ Igggrrrrr ~

El sonido les puso los pelos de punta, esa cosa las estaba cazando y ya estaba dentro del cuarto. Kokona tironeó de la manga de Akane y le señaló una esquina del cuarto, oculta entre las cortinas estaba la mujer que Kodachi había descrito como una socia, temblaba como una hoja y sus ojos estaban llenos de lágrimas.

Akane le hizo una seña para que se moviera a esconderse a otro lugar, desde donde ellas estaban alcanzaban a ver la sombra de esa cosa y se dirigía al espacio donde estaba la mujer mayor. Sin embargo, ella las ignoró, en cambio aferró en su mano temblorosa algo que a la distancia parecía un abrecartas; La chica Tendo negó con la cabeza desesperada, estaba segura de que eso no serviría de nada, de hecho, pensando en las muertes que ya había visto, resistirse hacía enojar más a la bestia, y por ende, alargaba el sufrimiento de sus víctimas antes de devorarlas.

~ ¡ Igggggrrrrr! ~ El sonido de la creatura esta vez fue de festejo cuando alargó la mano y vio a la mujer.

- ¡Ahhh! - Gritó al ser levantada, lo único que logró hacerle con el abrecartas fue una pequeña cortada cerca de la muñeca de la creatura; este gruñó más fuerte, enojado la tomó de ambas muñecas y estiró fuerte arrancando de tajo ambos brazos, la mujer daba alaridos de dolor; y mientras ella se desangraba en el suelo, Tenome se tomó el tiempo para tomar un brazo y sorber por el extremo, la piel del mismo quedó vacía, luego sorbió dentro de la otra extremidad y finalmente, tomó de nuevo a la mujer, puso su boca en una de las heridas de los brazos y succionó, en apenas segundos la piel quedó sin nada dentro.

Ambas chicas se taparon la boca para no emitir sonido alguno de horror o asco.

Tenome volvió a caminar por la habitación y sus pisadas y sombra indicaron que venía hacia ellas, Akane le hizo una seña a la chica para que se moviera lentamente al otro lado del sofá, de pronto Kokona movió los labios sin hacer sonido, sin embargo, Akane le había entendido

- " Perdón" - Y tras la gesticulación la empujó fuera de la protección del sofá.

~ ¡ Igggggrrrrr! ~

Akane vio como la enorme mano venía hacia ella y se rodó lo más rápido que pudo, se levantó del suelo en la primera oportunidad y corrió lo más rápido que le dieron las piernas sin creer aún aquella traición, ahora sabía cómo esa chica había sobrevivido tanto tiempo.

Sabía que no lograría nada sin pensar en un plan y prontamente hizo su maniobra; saltó sobre el sofá, los cojines le dieron impulso y se sostuvo de una larga cortina, que a su vez le sirvió como si fuese una liana que la ayudó a llegar a otro punto de la habitación cerca de la segunda puerta, corrió e inmediatamente salió, cerrando tras de sí.

Akane solo pensaba en su supervivencia, pero a pesar de lo que había pasado, no pudo evitar sentir pena cuando los gritos de Kokona se hicieron insoportables dentro de la habitación.

.-.-.-.

Los hombros de Akane temblaron y lloró de impotencia, acababa de entrar en una habitación llena de plantas de todo tipo, sin embargo, lo que llamó su atención fue que en el centro había abandonada, como si fuese la piel de una serpiente, algo que se le parecía mucho a Ryoga.

Se acercó de a poco esperando que no fuera cierto, pero para su horror, si era él...

Inmediatamente cayó al piso de rodillas llorando más fuerte, se echó hacia atrás intentando poner distancia entre ella y lo que alguna vez había sido su amigo y sin contenerse más, vomitó, era la primera vez que lo hacía en estos tres días.

Se levantó sintiendo que sus piernas eran de gelatina y se encaminó a la salida, no quería estar ahí un segundo más; tomó el pomo y abrió la puerta, había fuera un largo pasillo y se lo replanteó mejor. En las últimas horas no había escuchado el sonido de Tenome y ella necesitaba descansar, aunque fuese un rato.

Volvió a cerrar la puerta.

Miró alrededor observando todas las plantas que ahí había y se dedicó a juntar con mucho esfuerzo varias de ellas que estaban en macetones enormes, y que podían moverse, hasta que armó un recoveco en una esquina, esperando que eso fuera suficiente para que, si Tenome llegaba de improviso, la ocultaran de él.

Vio una última vez lo que quedaba de Ryoga y por fin se acomodó en el pequeño espacio, sus ojos se cerraron y en susurros dirigió una plegaria antes de caer inconsciente del cansancio.

- Por favor... por favor... - Lloró con sentimiento, con desesperación, con miedo y mucha angustia. - Por favor Dios, que Ranma esté vivo... por favor.

.-.-.-.

Ranma entró en la nueva habitación y se le iluminaron los ojos, era una cocina.

Rápidamente se dirigió al refrigerador que era al menos el doble de su altura, con dificultad lo abrió y al observar el interior volvió a cerrarlo con premura, asqueado estuvo a punto de abandonar el lugar, era obvio que la nevera contuviera restos humanos.

Decidió revisar en las estanterías a ver si de casualidad había algo comestible y grande fue su sorpresa al encontrar pan, en otro apartado algas y pescado seco; y al final se dio a la tarea de llenar una botella vieja con agua, se quitó la camisa roja, le hizo algunos nudos acomodándola de tal manera que fuese una mochila improvisada y guardó todo lo reunido; no sabía cuándo volvería a ver comida y debía prepararse. No consumió de los alimentos que guardó, comió de lo que todavía había en la estantería y luego se fue de ahí.

- Resiste un poco más Akane, resiste... nos volveremos a encontrar y saldremos de este maldito lugar.

.-.-.-.

- Ayúdame Ranma suplicó. - Mi hermano está muerto. - Lloró con fuerza. Apenas había sobrevivido estos últimos cuatro días y creía que Ranma había llegado a salvarla.

- ¡Eres una maniática! ¡¿Por qué demonios nos hiciste esto?! - La tomó de la blusa y la levantó del suelo con furia, Kodachi tenía un tobillo, por mínimo fracturado y no podía andar.

- ¡Yo no quería hacerte esto! ¡Se supone que tú no estarías ahí! ¡Yo no te invité!

- Maldita bruja. - La soltó dejándola caer de nuevo al suelo. - ¡Ni siquiera te importa lo que le pase al resto de personas que encerraste aquí! Sabes qué... ¡Me alegro mucho de que estés aquí atascada como nosotros! ¡Te lo mereces!

- ¡No! ¡Ranma mi amor! ¡No te vayas! - Estiró la mano en la dirección del muchacho.

Ranma regresó sobre sus pasos, se acuclilló frente a ella y comenzó a cuestionarla.

- ¿De dónde sacaste la puerta de entrada?

- Una tienda de antigüedades.

- ¿Y por qué lo hiciste? ¡¿qué demonios pretendías?!

- Tengo muchos enemigos Ranma… - "Explicó". - Alguien como yo no puede darse el lujo de tener tantos "cabos sueltos". Tal vez tu no lo entiendas, pero…

- ¡Por supuesto que no lo entiendo loca de mierda! ¡La mitad de las explicaciones que diste contra la gente era patética! - Casi le escupió las palabras. - ¿Cómo salimos de aquí?

- La persona que me vendió la puerta dijo que todo estaba en las instrucciones. No sé más que eso… Ayúdame… por favor … - Le extendió las manos como si fuese una niña esperando a quien la tomase en brazos, aún lloraba, era obvio el dolor que sentía en su extremidad. Ranma no pidió detalles de lo que les había pasado a los hermanos, pero Kodachi seguro se habría salvado de puro milagro, su pie estaba girado en una posición antinatural, hacia afuera y hacia arriba, además el zapato parecía fusionarse en la punta de los dedos con el miembro machacado.

~ ¡Igggggrrrrr! ~ Se oyó y no era lejos, Ranma supuso que la cosa esa debía de haber salido de una de las habitaciones contiguas.

- No me dejes aquí, no me dejes Ranma. - Pidió desesperada arrastrándose hacia él.

Saotome tuvo que tragarse las ganas de abandonarla, la tomó de la mano que le extendía y la puso de pie, enseguida la chica Kuno dio un alarido de dolor ahogado al rozar el pie deforme al costado de Ranma, quien pasó el brazo femenino por sus hombros y la ayudó a caminar hasta colocarse entre unas tablas de madera que estaban recargadas a la pared, la habitación era una especie de carpintería.

De Sobra sabía que lo único que podían hacer era rezar para que Tenome pasara de largo por la habitación en la que estaban y entrara a otro lugar, ya que para ellos la única salida desbloqueada era la del pasillo de la creatura, la entrada por la que había aparecido Ranma se había bloqueado tras el ingreso de este.

Para su desgracia la creatura humanoide entró a la estancia arrastrando los pies, pero con las manos en alto. Las cuencas de los ojos en sus palmas miraban con atención a todos lados esperando cazar algo bueno.

Ranma alcanzaba a ver un poco por entre las rendijas formadas por las largas tablas, así que cuando vio que iba hacia ellos, pensó que era el final, porque esa cosa caminaba como si supiera de su escondite.

Tenome usó su mano izquierda para quitar la primera tabla.

- Akane… donde sea que estés, mantente viva, lucha por seguir. Por favor, Dios, si muero déjame quedarme aunque sea en espíritu a protegerla. - Rezó sintiendo el temblor en el cuerpo.

El monstruo quitó otra tabla y definitivamente pudo verlos.

~ ¡Igggggrrrrr! ~

- ¡Ahhh! – Gritó Kodachi presa del miedo, lo que provocó que la bestia pusiera su atención en ella dibujando una tétrica sonrisa de dientes afilados. Cuando la tomó por los hombros, la levantó y prácticamente le arrancó la cabeza, Ranma espabiló, ya no podía hacer nada por ella, así que solo corrió lo más que dieron sus piernas y salió de la habitación.

.-.-.-.

- Es un laberinto… y siempre está cambiando… - Ratificó Akane en voz alta con desazón. Había entrado en una habitación del doble o triple más grande que las anteriores, era una biblioteca, donde en el apartado final encontró varios libros, todos con la misma descripción "Plano".

Algunos libros parecían que con cualquier toque se desharían debido a su antigüedad, otros, como el que sostenía Akane parecía casi nuevo.

Sabiendo que era inútil usar un mapa del lugar, se movió a otro apartado de libros y encontró uno llamado "Reglas".

.-.-.-.

- No... - Soltó en un jadeo. Tenome se posicionó frente a ella, la miraba con las palmas en alto. No estaba contento, todo lo contrario, Akane se había defendido y aunque se libró por un instante de la muerte, sabía que le esperaba algo peor, al monstruo no le gustaba que su comida lo desafiara.

Ya no había donde más huir, estaba acorralada contra la pared, había entrado en esa habitación esperando encontrar algún recoveco, pero era, literalmente una habitación vacía.

- Que al menos Ranma, donde sea que esté... pueda encontrar la salida. - Suplicó internamente.

- ¡Ahhhhh! - El gritó fue acompañado del ataque de una espada, la cual, entró desde el hoyo que era el oído de Tenome hasta traspasarle la cabeza.

~ ¡Igggggrrrrr! ~ Esta vez el alarido fue agudo demostrando dolor, mientras que con sus manos intentaba sacarse el indumento que le atravesaba de lado a lado.

Akane observó en shock como la creatura se tambaleaba gritando con agonía, quería correr, pero sus piernas se doblaron y la mirada se le nubló, no había comido nada en estos cinco días y apenas había bebido agua. De pronto alguien la cargó y salieron rápido de ahí, tan pronto sintió el cuerpo de quien la había salvado, se aferró llorando a él, a su amado Ranma.

Tras minutos y minutos corriendo, Saotome encontró una cerradura abierta, una habitación llena de cajas, no se detuvo, sabía que Tenome vendría y enfurecido era peor, necesitaba despistarlo lo suficiente. Abrió la puerta de salida y continuó corriendo por el nuevo pasillo, encontrar una nueva cerradura fue difícil, pero lo hizo, encontrando esta vez un salón de juegos, al fondo, había una barra de bebidas y decidido, los ocultó tras ella.

- Akane, ¿estás bien? - Preguntó en voz baja, se había sentado en el suelo con ella en su regazo, el alivio de tenerla viva después de tantas cosas horribles era inimaginable.

Ella seguía abrazada a él intentando controlar su llanto, finalmente asistió con la cabeza antes de mirarlo a la cara.

Ranma le quitó el cabello del rostro, le pasó el pulgar por la mejilla intentando limpiar un poco de la tierra sobre su piel y sin pensarlo le besó los labios, ya no había lugar para los juegos en este punto, la había añorado demasiado hostigado por la incertidumbre constante de que ella ya estuviese muerta.

Tan pronto se separaron, Akane lo tomó del rostro, y pensando en algo similar a él e incluso previniendo lo peor, dijo entre llanto.

- Te amo... Ranma, te amo... doy gracias a la vida por haberte conocido y porque sigas con vida. Yo... solo quería que lo supieras, solo quería al menos una vez... si no salgo de este lugar, quiero que...

- Sh... ya... va-vamos a salir de aquí, lo prometo... - Sus palabras también se le atoraban en la garganta, sin embargo, se mantuvo sereno, lo que menos necesitaban ahora era rendirse.

- Pero y si...

- Vamos a salir. Tranquilízate, si pierdes las esperanzas lo haré yo también, tienes que tranquilizarte. - Volvió a besarla.

Los labios de ella se sentían resecos hasta el punto de estar cuarteados, incluso debían dolerle, pero ella no se quejó aun cuando el beso subió de intensidad.

- Espera... - Pidió él cuando dejaron de besarse, la puso en el piso y se quitó la improvisada mochila, sacó la botella de agua que de tanto en tanto rellenaba en las habitaciones donde había oportunidad, ya fuese agua de consumo o de grifo, todo era mejor que nada. Le puso la botella en los labios y ella tragó con desespero.

- Tú... - Le ofreció. - Bebe tú también. - Pidió ella.

- No, yo estoy bien. Bébela toda te hará bien. - Luego le ofreció un pedazo de pan que ella engulló de igual manera.

.-.-.-.

- ¿Está lista? - Preguntó Ranma, se habían pasado los siguientes dos días buscando de habitación en habitación materiales para crear una brújula casera.

- Ya casi... - En un suspiro puso con sumo cuidado el corcho sobre el recipiente con el clavo; la escarpia incrustada giró muy lentamente y cuando la chica pensó que debía intentar de nuevo imantarla un poco más, el objeto puntiagudo se detuvo en una sola dirección. - Ahí está... - Dijo orgullosa. - Ese es nuestro norte... entonces... el lugar donde saldría el sol es hacia allá, el este... esa es la dirección de la salida. - Dijo triunfal.

- Excelente. - Dijo festivo dándole de pronto un beso rápido. - pronto saldremos de aquí.

Desde que se habían vuelto a reunir habían compartido información y llegado a conclusiones benéficas para su huida, la más importante, sobre hacia donde estaba la salida según las reglas del "juego", solo esperaban estar en lo correcto.

De ahí en adelante comenzaron a avanzar buscando materiales para hacer la brújula, luego siempre yendo en lo posible al este, fue difícil por la distribución de los pasillos y el acceso restringido a la mayoría de las puertas, pero se mantenían según la indicación de la brújula, pues fuera de eso no tenían idea de cuando era de noche o de día, menos aún, ninguna referencia de donde era la salida del sol, pues no había ventanas en ese lugar.

Tras horas sin descanso abrieron una última puerta que condujo a lo que parecía una recepción de hotel, que a diferencia del sitio en donde habían comenzado, parecía sacada del hotel más lujoso de la ciudad, cuidado, ordenado y limpio.

Al fondo, una puerta de algún tipo de madera cara se vislumbraba; se miraron con ansiedad preguntándose si sería la anhelada salida y caminaron hacia allí con prisa, Ranma tomó el pomo y este no cedió.

- Está cerrada... - Dijo con desilusión.

- Mira... - Akane señaló sobre la pared tras el mostrador, había un reloj dorado que marcaba las 11:50. El número doce en la parte superior era diferente al resto de números, su tamaño y color dorado lo destacaban. - Eso es... el medio día... la hora más alta del sol... tal vez si esperamos a que sea medio día...

~ ¡Igggggrrrrr! ~

- Maldición... - Masculló Ranma cuando el sonido gutural se oyó a lo lejos, no quitó la mano de la manija, y mantuvo su mirada intercalándola entre la puerta por la que habían entrado, la segunda puerta que deducían conducía a otro de los pasillos sin fin y el reloj en la pared.

11:53

- Vamos... - Pronunció él y Akane se tomó del mismo brazo que él alargaba a la perilla.

~ ¡Igggggrrrrr! ~

Se distinguió más cerca y Akane comenzó a temblar, Ranma podía sentirlo.

11:55

~ ¡Igggggrrrrr! ~

Era seguro que el monstruo entraría en los próximos segundos.

- Lo enfrentaré. - Anunció.

- No, espera, mejor vámonos... - Negó sin soltarlo, él la tomó de los hombros.

- Asegúrate de abrir a las 12:00, sabes que, si realmente se abre, la puerta podría cerrarse en segundos, así que no dudes, sal, si realmente abre, sal, no mires atrás, no importa que yo...

- ¡No! ¡No me voy a ir sin ti! ¡No hay manera de que te abandone aq...

~ ¡Igggggrrrrr! ~

El sonido estaba justo detrás de la puerta por donde ellos mismos habían llegado, notando que el pomo de la misma comenzaba a moverse.

- ¡Harás lo que ya te dije! - Le dijo con furia. - Y si la puerta no se abre, corres por allá. - Señaló la tercera puerta. - Mientras yo lo entretenga tu podrás ir...

~ ¡¡¡¡¡Igggggrrrrr!!!!! ~

El sonido gutural retumbó en cada una de las paredes del lugar al abrirse la puerta, Tenome rugía con furia, ya iban varias veces que esos dos se le escapaban de las manos.

Ranma se puso frente a la chica para defenderla, Akane inmediatamente puso su mano sobre la manija, si la puerta abría no perdería la oportunidad de sacarlos a los dos de ahí.

11:57

- ¡Bestia infernal! - El joven corrió hacia la cosa que volvía a aullar como si respondiera a su reto.

Ranma esquivo todo lo que pudo una y otra vez sabiendo que los ataques directos no le causarían nada y ahora no tenía ninguna arma con que ayudarse.

11:58

A pesar de su gran altura y corpulencia huesuda, Tenome se movía rápido, logró alcanzarlo de hecho varias veces con sus largas uñas causándole heridas que sangraban cada vez más, y en un desafortunado movimiento, logró encajar cuatro de sus pesuñas en el costado derecho de Ranma, este quedó tendido en el piso hasta que Tenome se acercó, lo levantó sin cuidado del brazo derecho, causándole con esto más dolor, y aún más cuando torció la extremidad hasta dislocarla.

- ¡Ranma! - Gritó su prometida desesperada.

11:59

- ¡Vete! ¡Akane vete! - Gritó a sabiendas que la bestia lo torturaría antes de matarlo y no quería que ella viera aquello.

Tomó impulso e intentó patearlo, cosa que también salió mal, el demonio logró capturar el chamorro y también dislocó la parte de la rodilla izquierda; para más inri de Ranma, la bestia lo sostuvo con su gran mano arrugada solo de esa extremidad lastimada.

12:00

Akane giró el pomo mientras oía de fondo el alarido de dolor de su prometido, ya ni siquiera eran gritos, cada vez perdía más fuerza; la puerta cedió y fuera pudo ver la tranquilidad de un claro en el bosque.

- ¡Maldito bastardo! - Ranma oyó la voz de su prometida y giró a verla, tras de ella la puerta abierta asomaba a un lindo paisaje mientras ella corría hacia ellos, más bien hacia Tenome, quien extendió su brazo en la dirección de ella esperando atraparla, ella no cambió de rumbo, siguió corriendo.

- ¡No Akane! - Gritó Ranma.

~ ¡¡¡¡¡Igggggrrrrr!!!!! ~

Gritó esta vez de dolor, Tendo no solo había corrido hacia la propia mano, se había colgado a ella para que el clavo que les había servido como brújula, se encajara en lo más profundo de la cuenca ocular.

Tenome intentó sacudirse a la chica, se movió de un lado al otro hasta que no le quedó más opción que arrojar a Ranma por el aire para defenderse.

- ¡Aka... - La última visión que tuvo de ella, fue de su cuerpo femenino aferrado a la mano del monstruo dentro de la habitación. Luego la puerta se cerró...

.-.-.-.

Como todos los días Ranma se levantó a las cinco de la mañana, no porque quisiera, sino porque permanecer más tiempo acostado era un suplicio de pensamientos intrusivos.

Entrenó diligentemente como cada día con la katana que le había comprado a un maestro herrero de la zona y que con el tiempo él mismo había afilado más hasta el punto de poder cortar un árbol de tronco grueso de un solo movimiento como si fuese mantequilla.

Desayunó sin ganas, pero con conciencia y a las 10:30 se calzó sus zapatos, se colgó la katana a la espalda y salió de su casa hacia el bosque.

El camino, si lo hacía a paso apurado, era de aproximadamente media hora, así que para las 11:00 ya estaba llegando al claro central del bosque que a cada año se rodeaba de más y más frondosos árboles.

Tras su salida de la casa de Tenome se había arrastrado casi un día entero para poder llegar a la población, lo habían ayudado y lo habían dejado inmovilizado en el centro médico casi un mes antes de dejarlo salir, más bien, antes de que Ranma tuviera suficientes fuerzas para huir, sus lesiones habían sido graves y apenas había sobrevivido a ellas.

Había descubierto que mientras que para él había transcurrido una semana dentro de ese horrido lugar, la vida en el plano normal tenía otro modo de tiempo, un año para ser exactos, también que la salida lo había llevado a las afueras de un poblado rural en Oita a miles de kilómetros de Nerima y que la mayoría de los habitantes del lugar conocían la leyenda del monstruo que habitaba en la puerta del bosque.

Ranma, había tardado otro mes más en regresar a Nerima, esperaba que en la casa Kuno la puerta de entrada lo regresara con Akane, pero la impotencia sustituyó cualquier sentimiento positivo de poder ayudarla al saber que Sasuke había destruido el portal después de que succionara a sus amos.

- ¡¿Por qué lo hiciste?! ¡¿Por qué demonios la destruiste?! - Golpeó con rabia el rostro del ninja antes de volver a tomarlo de la ropa exigiendo una respuesta.

- ¡Yo sabía lo que era! ¡Había escuchado la historia, pero creí que era una estafa a la señorita Kodachi! ¡Yo no pensé que fuera a causar tanto daño! - Lloró con culpa. - Debía hacer lo correcto, además la persona que le vendió la puerta a la señorita dijo que la puerta de salida no era la misma que de entrada, mis amos tienen por donde salir en algún otro lugar y cuando lo hagan...

- ¡Ellos están muertos! - Lo soltó tomándose la cabeza entre las manos sin saber que hacer.

También había visitado la tienda de antigüedades donde Kodachi había comprado la puerta, primero no le quisieron dar información, después, tras algunas amenazas, descubrió que el dueño era descendiente de la trascriptora original de las reglas de entrada, quien, en su momento, había pactado con Tenome su liberación siempre y cuando ella y sus generaciones sucesoras se encargaran de movilizar la puerta en busca de "visitantes". La tienda había sido destruida, además de que el dueño sabía que, con la inexistencia de la puerta de entrada, en algún momento Tenome regresaría a buscar un nuevo "mayordomo" de su familia y estaba aterrado.

Entonces, Ranma había hecho lo único humanamente posible, regresar a Oita con la esperanza de ver salir algún día a Akane. Y en ese tiempo había hecho vida ahí, trabajo, casa, algunos vecinos amables… todo en la espera de su chica mientras mantenía informada a la familia sobre cualquier cambio.

Se sentó en la roca de siempre observando la puerta de salida fijamente, revisaba constantemente su reloj consultando la hora y de vez en vez, cuando la ansiedad era demasiada, se pasaba las manos por la nuca, el pelo y la barba que no había rasurado en varias semanas, con los años le salía cada vez más pronto.

11:30

- Si por fin hoy aparece Akane... nos dará tiempo para ir a Nerima a pasar Navidad con la familia. - Dijo en voz alta.

Ranma se rascó la cabeza pensando en que podía comprarle este año a su prometida, desde que se había instalado en Oita a esperar la salida de la chica y había conseguido trabajo en la región, le compraba regalos de navidad, cumpleaños y otras fechas importantes, como si con eso incentivara su regreso. Este año sería el quinto regalo navideño que guardaría para ella, haciendo un total de seis años que ella estaba en ese lugar.

- No... no lo guardaré. - Se corrigió, Ranma intentaba pensar positivo. - Este año si la pasaremos juntos. Si no sale hoy... aún quedan algunos días más... todavía tiene oportunidad.

11:50

- Tal vez... debí rasurarme esta mañana, ella nunca me ha visto con barba, ¿y si no le agrada?

11:55

- ¿Y si no me reconoce? - Se preguntó poniéndose de pie.

11:57

- Lo hará... ella me reconocerá, no he cambiado tanto... - Se dijo con ánimos desenfundando la espada por si acaso, siempre pensaba en la posibilidad de que esa cosa se le ocurriera salir.

11:59

- Vamos Akane... te estoy esperando... - Su voz se apagó gradualmente.

12:00

- Todavía puedes hacerlo... - Repitió como siempre

12:01

- Lo hará mañana... ella saldrá mañana... - Dijo como cada día en estos cinco años sin ella.

Enfundó de nueva cuenta su espada y se dio media vuelta dispuesto a irse.

- ¡Ranma! - El grito detrás de la puerta lo hizo detenerse en seco... luego reaccionando, corrió hasta la puerta y él mismo tomó el pomo, notando que había una pequeña apertura, seguro ella había abierto por dentro.

Al abrir, la vio arrastrándose ensangrentada por el suelo, intentando llegar nuevamente a la puerta. Tenome estaba también en el suelo y la sostenía del tobillo sin dejarla escapar.

Ranma tomó la mano de ella con su mano izquierda, y con su derecha desenvainó la katana, arrojándola con fuerza a la mano que Tenome levantaba para observarla a ella, a la puerta y ahora a él; el filo cortó la extremidad, dejándolo ciego al instante.

Estiró de Akane y tan pronto la sacó... la puerta se cerró haciendo que los berridos de dolor de la creatura cesaran sin más.

.-.-.-.

- Te ves... diferente. - Dijo con una diminuta sonrisa mientras se acurrucaba lo más posible con él.

- Es como la centésima vez que lo dices. - Le acarició la espalda sintiendo varias líneas rugosas, no le importaba, pero ciertamente desearía poder borrar todo lo que ella había sufrido, aunque para Akane, habían sido semanas, igualmente había sido un infierno, muestra de ello las cicatrices no solo en su espalda, también en otras partes de su cuerpo. - ¿Te molesta?

- No... eres un poquito más guapo. Aunque... me gustas más sin barba...

- Me la quitaré, te lo prometo. - Le aseguró otra promesa, cada que ella quería algo, él le prometía dárselo.

Los rodó en la cama y el quedó sobre ella, Akane rio un poco, era una sonrisa sincera, pero al mismo tiempo apagada, había pasado por tanto que necesitaba tiempo para sanar sus heridas. No le había contado todos los detalles de lo que pasó después de que él se fuera, pero había cosas que había dicho por encima que le hacían saber que su prometida necesitaría mucho apoyo. Por ejemplo, la tortuosa muerte de Ukyo, el como Shampoo había sido desgarrada por la mitad y Mousse se había vuelto loco hasta su muerte igualmente en las manos de Tenome.

Mientras él la besaba sintieron un estruendo a la lejanía y Akane se puso rígida y en un impulso casi sale corriendo de la cama.

- Tranquila, cerca hay una maderería, esos sonidos son de la descarga sin cuidado de los pesados troncos, nada más. - Le aclaró asegurándola con fuerza junto a él, a Ranma también le había costado adaptarse de nuevo a la vida real sin creer que a cada momento y cada mínima acción fuera algo relacionado con Tenome, aún ahora a veces sentía que había olvidado ese abismo, otras, recordaba todo tan nítidamente que se despertaba gritando pensando que aún estaba ahí.

Akane asistió, antes de que se le llenaran los ojos de lágrimas, hoy se cumplían tres días fuera de ese lugar y apenas comenzaba a hablar con más soltura.

- ¿Crees que algún día salga de ahí? - Ella le acarició el rostro aún estaba muy agradecida de que Ranma hubiera salido de ese lugar.

- Podemos destruir la puerta si quieres. - Le repitió la propuesta que ya le había hecho con anterioridad mientras la volvía a dejar bajo su cuerpo.

- No… aún hay personas dentro… estoy segura. No podemos condenarlos... - Por algunos segundos, Ranma sintió que no lo miraba, que tenía la vista sobre él, pero que sus pensamientos estaban en aquel lugar. Cuando comenzaron a temblarle las mejillas, el joven la besó enseguida para hacerla olvidar.

- Entonces, si llega a tener los huevos de salir estando ciego. - Mal-habló ahora besando su cuello. - Lo mataré con mis propias manos, en mi territorio nadie me gana. - Aseguró.

- Vaya juego estúpido. - Susurró abrazando el cuerpo de su prometido dejándolo hacer lo que quisiera con el suyo.

- Por eso, juguemos nuestro propio juego.

- ¿Qué? – Preguntó mirando como Ranma desaparecía bajo las sábanas sin dejar de besarla.

- Se llama "La casa de Saotome".

- No juegues con eso Ran… ma. - Suspiró, si él no estuviera poniendo tanto empeño en sus atenciones, lo amonestaría seriamente.

- Pregúntame cual es el objetivo

- ¿Cuál… cuál es…? ¡Ranma!

- Conquistar al dueño.

- ¿Entonces ya… gané?

- No… yo… ga.. né…

- ¿De… qué… habla-aa-aaaah…s?

- Hablo de conquistarte… a ti.

- Pero ni esta es mi casa, ni tampoco me apellido Saoto… Saoto… ¡Saotome!

- La casa es tuya mientras vivamos aquí, hasta que arregle el papeleo para regresar a Nerima. Y serás Saotome tan pronto pueda conseguir una maldita acta en domingo.

- De acuerdo… juguemos… - Aceptó agitada. - Juguemos todo lo que quieras, pero si quedas atrapado, no será mi responsabilidad.

- Créeme, si lo será y lo vas a disfrutar.

FIN.

.-.-.-.-.-.

.-.-.-.-.

.-.-.-.

.-.-.

.-.

.

ACLARACIONES

- Tenome es un demonio de la mitología japonesa que efectivamente no tiene cara y sus ojos los usa en las palmas de sus manos, hay varias leyendas, pero la que inspiró este relato es la que precisamente habla de cómo lo único que deja a sus víctimas es la piel. Este personaje de la cultura japonesa inspiró también un personaje de una película famosa llamada "El Laberinto del Fauno" de donde también tomé alguna que otra idea generalizada.

- La brújula que se menciona en la historia es una de las casera que te enseñan a hacer en la escuela.

- La razón por la que la puerta pudo abrirse después de las 12 es que se supone que en invierno, en cierta fecha, el sol dura un poco más en lo alto que de costumbre.

N/A

Para el 10 de diciembre, jaja no me rindo aún tengo la esperanza de emparejar este reto, siento las molestias.

Sobre la historia, hace mucho tiempo que llevaba en mi cabeza sacar algo orientado al género terror, y miren que esta no es la primera idea que ha visto la luz de este género por mi parte, pero si la primera que será publicada, espero haber podido detallar las circunstancias, los lugares y los sentimientos que rodeaban este relato.

Gracias a todos por el apoyo, especialmente a:

1. gatopicaro831

2. Picoro

3. Rowenstar,art

4. D-infinity

5. Benani0125

6. Akai27

7. Vero,Guti

8. Crisel Grajeda

9. Psicggg

10. Vane

11. Juany Nodoka

12. Luz

13. Akanita de Saotome

14. Felicius

15. Nita-chan84

16. Lelek An3li

17. Sandy

18. Kris de Andromeda

19. Pao Vedder

20. Jesse rj

21. Ranmaniatica

22. Arianne Luna

23. GabyCo

24. Guest01

25. Rash24

Ahora sí, nos vemos pronto, de este lado del internet, AkaneMiiya.