Harry Potter No me pertenece.
Esta historia se encuentra participando en el #Omegacember de la Fanpage Es de fanfics de Facebook.
Sugerencia de la página: La mordida sella el compromiso o pacto entre un superior e inferior. Suele ser en el cuello, pero también puedes jugar con ellos haciendo que en épocas de celos dónde no hay receptividad el omega o beta ofrezca su mano, por ejemplo, para calmar los deseos del alfa. También puedes elegir la fuerza con la que será ya que la mordida puede arrancar la piel o limitarse a dejar su marca.
_Dia: 17_
Mordida (Cortejo + Deseo)
Realmente había intentado mantener las cosas con calma, Draco no se caracteriza por un control absoluto sobre sí mismo y si hay alguna pequeña falla entre sus emociones, siempre será relacionada a Harry Potter. La idea de un cortejo a la antigua siempre estuvo descartada, en esta época era muy extraño que siguieran algunas tradiciones y por supuesto, ambos ya eran la epitome de hacer las cosas a su manera. Pero aun así, aunque no lo pareciera, Draco pensó que, si algo vale la pena, lo mejor es tomarse el tiempo y la calma para poder hacer que esta relación se mantuviera.
Nadie apostaba mucho por ambos.
Incluyéndose.
Estaban a una discusión realmente mala para que todo se fuera al carajo y en general, eran una gran combinación de contradicciones que podría terminarlo todo en cualquier momento.
Draco no quería eso.
Lucharía por esta relación como su yo adolescente nunca pudo saber hacerlo, porque si bien Harry no había estado por años en su vida, cuando apareció era como si fuera simplemente lo que siempre quiso.
Lo quería en su vida.
A futuro.
Quería un futuro con este.
Durante los primeros meses de relación esperaba que eso era también lo que Harry quisiera, así que llevar las cosas con calma, en lugar de estampar a su querido Omega contra una pared para follarlo y marcarlo como su alfa interno solía decirle: bueno, era un gran no en su lista de cosas por hacer. Así que tal vez se encontró un poco (bastante) sorprendido, cuando en lugar de ser Draco quien arremetiera contra Harry, fuera su omega luciendo bastante molesto quien arremetiera contra él.
Desde los artículos del periódico hasta comentarios poco inocentes de terceros, Harry poco a poco parecía perder la paciencia. Era curioso cómo, aunque Draco no ocultaba la relación de ambos, nadie parecía creer que fueran a durar mucho o que estuvieran unidos como pareja.
Ser novio no lo es todo.
Una marca es lo que se necesita para que nadie pueda negarlo.
Cuando había estado en el celo de Harry anteriormente este había pedido que lo marcaran, pero en general, cualquier omega en celo diría eso y Draco pensó que tendrían que discutirlo en algún momento. La marca de un alfa en el cuello de un omega era incluso más seria que el propio matrimonio o compromiso, no era algo que tomar a la ligera.
Pero cada que el celo de Harry pasaba, este no tocaba el tema y Draco puede que fuera un poco cobarde para tomarlo por su cuenta.
No quería asustarlo.
Odiaba su dependencia a su omega, Draco nunca había sido de quienes tienen una relación estable antes de Harry, pero no era algo que quisiera cambiar actualmente. Quería eso, lo que los estúpidos medios de información solían difundir, sobre la estúpida idea de una pareja perfecta omega y alfa, con familia, una casa con jardín y un puto perro de ser necesario.
Era ridículo.
Pero cada que veía a Harry sonreírle, solamente podría pensar que quería eso para una vida entera.
Paso a paso, pensó de forma inocente.
Estaba pensando seriamente hablar con este la próxima semana, ya que su siguiente celo estaba cerca, para saber si era hora de hacerlo oficial; había tomado mucho tiempo reunir el coraje, pero pensó que era tiempo.
Ir lento es bueno.
¿Verdad?
.
Tal vez no.
.
Definitivamente no.
.
Draco se sintió atacado por el cuello y todo su cuerpo se estremeció mientras Harry seguía dando pequeños mordiscos mitad juego, mitad en serio sobre su glándula de forma que lo hicieron estremecer. No sabe que había pasado exactamente, en algún momento había estado trayendo comida china y dejando todo en el mostrador, al siguiente estaba descansando en el sofá del departamento de su pareja (donde Draco pasa más tiempo que en el suyo) y al siguiente Harry estaba sobre él luciendo enojado.
Es curioso.
Estaba enojado.
Pero estaba sobre su regazo viéndolo enojado, antes de unir sus labios de forma desesperada como si hubiera querido esto todo el día. Draco estaba dividido, en una parte preocupado sobre que pudo haber enojado a su omega y en su otra parte, deleitado de sentir todo el cuerpo de Harry contra el suyo.
No era un omega promedio.
Lejos de ser suave y delicado, el cuerpo de Harry tenía músculos en cada lugar que se necesitaba, su trasero era la gloria en la que se podía perder siempre y comer como si fuera el néctar más delicioso del mundo; para él lo era al menos. Muchos preferían a pequeños omegas adorables y suaves, pero desde que Draco tiene memoria, la figura masculina mucho más robusta y firme, siempre le llamo la atención.
Eran sus gustos.
Harry sin duda siempre fue un modelo de lo que siempre admiro en el físico de alguien más.
Tener sexo con Harry era su actividad favorita, al lado de comer los postres que este siempre hizo con diversión.
Estaba acostumbrado a tener sexo con Harry, hacerlo en cada parte del departamento y cuando este entraba en celo, era de las experiencias más alucinantes que había sentido en su vida. Su querido Omega estaría suplicando siempre por él, para que lo anudara, para que lo azotara contra cualquier superficie, siempre queriendo tener a su alfa a su alrededor y todo su interior quemaría en deseo de solo el recuerdo.
Fuera de la rutina de Harry el sexo también era natural, aunque era mucho más juguetón y menos desesperado, daba más tiempo para aventurarse entre ambos y pasar de un momento divertido a uno candente en alguna habitación o la ducha. Harry disfrutaba tener parte del control fuera del celo, disfrutaba llevar a Draco al límite y Draco simplemente se dejaría hacer por su omega adorable y perfecto para él.
Habían tenido mucho sexo luego de discutir, porque ambos tenían personalidades que disfrutaban de llevar al otro al límite y algunas discusiones eran serias.
Sexo de reconciliación, otra actividad perfectamente en su rutina que disfrutaba.
Pero esto se siente diferente de alguna forma.
—¿Harry? —pregunta dudoso, nervioso, y terriblemente caliente por la forma en que su cuello es atacado, mientras su pareja mueve sus caderas de forma pecaminosa contra las suyas.
Caliente.
Demasiado caliente.
El jogger suelto de su pareja le hace poder sentir casi todo su ser contra sus caderas, claramente duro, caliente y algo húmedo que le hizo agua la boca. Si no fuera porque todo se siente un poco diferente a lo normal, Draco habría estado azotando ese culo perfecto hace rato. No hay mejor lugar en este universo que sentirse dentro del culo de su querido omega, tan perfecto y estrecho solo para él.
Pero no.
Harry se siente diferente, su aroma dulce parece algo frustrado.
Quiere saber cómo ayudar, para luego follarlo sin culpa alguna.
—Muérdeme—gimotea Harry luciendo algo avergonzado de sus palabras, pero Draco levanta una ceja confundido, porque en realidad era Harry quien lo mordía ahora mismo—una marca, quiero que me reclames ahora mismo—añade frustrado de su falta de comprensión.
Sus ojos se abren incrédulos e intentar separarse un poco de Harry para poder pensar bien, lo cual su omega no hace cuando se sienta más cerca de él. Draco maldice y gimotea ante el calor que hace de ambos miembros juntos, solo separados por un poco de ropa que no está ayudando mucho para no sentirlo.
Húmedo.
Siente la humedad y lo vuelve loco.
Draco lo conoce.
Sabe la forma, textura, sabor del miembro de Harry de memoria, puede imaginar que se sentirá tenerlo en su boca en este momento o los sonidos que haría dependiendo como lo toque.
Su cabeza comienza a nublarse y no es bueno para la charla seria que deberían tener.
—Espera Harry, deberíamos hablar esto de otr…joder…tan caliente—susurra al final cuando Harry se sigue moviendo nuevamente, ahora utilizando sus manos para mantenerlo sobre su asiento y mordiendo su hombro.
—Quiero ser tu omega—
—Ya eres mi omega—gimotea con dificultad, solamente dejándose hacer cuando Harry prácticamente arranca su camisa de diseñador rompiendo algunos botones.
Usualmente lo reprendería por eso, no era la primera vez que Harry hacia pedazos alguna de sus camisas favoritas, pero se ve tan caliente y desesperado cuando ve su pecho al desnudo, que Draco piensa que esa charla podrían tenerla después.
Ahora hay cosas más importantes que hacer.
No solo follar.
Aunque cada momento eso parecía ser lo único importante en esta situación.
—Quiero que todos sepan que soy tu omega—joder si verlo suplicar así no era caliente, porque Draco estaba a un comentario bien hecho de mandar todo al carajo—tu eres mi alfa, voy a marcarte y nadie más va a volver a tener dudas sobre eso—gruñe casi de forma tenebrosa, pero tan caliente cuando se quita su propia camiseta.
Draco siempre deja de respirar un segundo cuando ve su cuerpo sin camisa, porque es tan hermosa y Draco no sabe que ha hecho en otro universo para obtener este bombón que lo ama.
Salvo el mundo alterno de algún mago oscuro o algo por el estilo.
—Harry—intenta ser la parte racional de esto, hablar porque es lo que Harry merece y espera que sus palabras puedan calmar a su omega.
Que lo ama y no quiere a nadie más para él, no importa que digan los demás, Harry es siempre lo que deseo y nada va a cambiar.
El chico lo ve con molestia como si supiera sus intenciones.
Tan caliente y sexy.
Draco no podría estar más duro, aunque lo intentara.
—Quiero tu marca—el aliento de Harry lo siente en sus labios por su cercanía, sus labios tocándose por cada palabra que el chico dice—vas a ser mío completamente Draco Malfoy, voy a tener a tus cachorros y vamos a iniciar ahora, suplicare si es necesario…pero ambos sabemos que cederás porque eres mío, mi alfa—añade para luego darle un leve mordisco en su labio superior.
Draco lo ve fijamente.
Durante unos momentos su cerebro no parece procesar que está pasando, parpadea ante la caliente mirada de Harry, antes de tomar aire y, perderlo. Harry siempre supo cuales botones tocar para destruirlo totalmente, dejarlo una pequeña masa en su cerebro y estos habían sido los indicados.
También hay que agregar que Draco había querido esto por demasiado tiempo.
Bueno.
Algunas cosas simplemente no salen como uno las planea, esta bien, Draco es bueno adaptándose.
Su omega no parece para nada sorprendido cuando por un momento las posiciones dan vueltas, ya no se encuentran sentados sobre el sofá, Harry esta con la espalda en este y Draco simplemente termina de desvestirlos rápidamente. Puede ver a la pequeña y perversa cosita de omega sonreír de forma satisfecha, aunque al final termina gimoteando cuando Draco lo hace sufrir un poco.
O bastante.
Harry tiene un poco de mancha, no es tan común fuera del celo de un omega, pero si este se excita lo suficiente en condiciones normales, podrían soltar ese delicioso líquido desde su interior y hacer que todo fuera incluso más caliente de lo que ya era. Draco ama comer el culo de Harry, especialmente cuando este se comporta tan fanfarrón, porque tener la lengua dentro de este siempre provoca que Harry termine una pequeña bola de gemidos y maullidos que no comprende.
Se retuerce contra su boca y Draco puede sentirlo estirado por dentro, su acceso es tan fácil.
Se había preparado antes de atacarlo.
Probablemente cuando estaba comprando la comida.
—Odio cuando lo haces sin mi—farfulla separando un poco la boca del pequeño agujero estirado, que parece contraerse como si no pudiera dejar de estar lleno—puedo meter tres dedos fácilmente—gruñe mordisqueando el interior del muslo de Harry, mientras mueve sus dedos de forma que Harry siempre disfruta.
Este se encuentra gimoteando casi sin aire, con sudor rodeando su cuerpo, sujetándose torpemente del reposabrazos y una almohada que milagrosamente aun no estaba en el suelo.
Todo el lugar estaba lleno de un dulce aroma a tarta de melaza, espeso que mostraba que estaba comiéndose el postre más delicioso de todos.
—Draco—gimotea Harry su nombre moviendo sus caderas, pero Draco rápidamente lo sujeta con fuerza contra el sofá.
No.
No iba a dejar que se moviera hasta que se corriera, por suerte el lívido de Harry siempre fue mayor que el suyo (bastante curioso desde su punto de vista) para soportar ser destrozado un poco antes de follarlo con su polla. Muerde su muslo interno dejando una marca, Harry gimotea un poco y parece estar luchando para no correrse, lo cual es algo admirable.
No durara.
Lo ve en su rostro, como parece contraerse entre estar tenso para no correrse y el deseo de simplemente dejarse llevar por él.
La suave piel del chico comienza pronto a verse levemente roja, su rostro, su trasero, las mordidas que hace.
Delicioso.
—No esas marcas—gruñe Harry sujetándolo del cabello, para atraerlo contra él y poder besarlo aun con sus dedos en su resbaladiza entrada.
Los besos en medio del sexo son desordenados, detenidos cada pocos momentos por gemidos, gruñendo en lugar de palabras.
Calurosos.
Sabrosos.
Harry gimoteando luego de correrse (lo cual siempre lo ha hecho sentirse un poco fanfarrón al respecto) y Draco aprovechando la sobreestimulación de hacerlo correrse solo con sus dedos, para entrar dentro de él de una estocada. Es un poco apretado, el chico había estado contrayéndose por el orgasmo y Draco es un intruso en su interior mucho más grande que algunos dedos. Draco jadea en el oído de su amante al sentirlo tan apretado, lubricado por su propia mancha y tan caliente en su interior que puede sentirlo todo.
La piel contra su pene, caliente, suave, apretándolo como si no quisiera soltarlo nunca.
No puede esperar por hacerle un nudo a ese hermoso culo omega.
Su culo omega.
Harry parece sin aire, sujetándose de él como si no pudiera sujetarse de nada más.
—¿Quieres esto realmente? —pregunta luego de que Harry se recupera parcialmente de su ultimo orgasmo, siente calor en su espalda por como este lo sujeto contra él, pero lejos de molestarle esas marcas.
Eran su mejor regalo.
El ardor en la ducha al recordar a su omega volviéndose loco.
—Alfa por favor, alfa márcame—suplica Harry en su oído y es tan lindo como cuando está en celo, pero no lo está.
Harry suele negar mucho o tanto como puede algunas de sus acciones como omega, parece siempre querer demostrar que es mejor que eso, que es independiente y puede con todo el mundo de ser necesario.
Pero en la cama con Draco.
Era el omega más perfecto que podría tener nunca.
—Ocupo hacerte un nudo primero, ¿Quieres mi nudo? —dice con diversión y casi sin aliento, sintiendo el sudor resbalar por cada parte de su cuerpo.
Gimotea al sentir el interior de Harry apretarse más contra él.
Ve a su pareja a los ojos, quien luce sus pupilas casi totalmente dilatadas y sonriendo malditamente descarado, que provoca que la garganta de Draco se sienta seca.
—Siempre quiero tu nudo, si pudiera viviría siempre con este dentro de mi—canturrea casi demasiado ido, pero todavía luciendo lucidez en medio de su excitación y Draco podría vivir aquí también.
Con Harry calentando su polla todo el tiempo.
La medida perfecta para él.
Arremete contra Harry, este gruñe de lujuria cuando Draco comienza a salir de este y entrando rápidamente, pasando la parte de ir lento como suelen disfrutar para jugar, en este momento Draco apenas si se controla o lo intenta. Harry lo acepta tan bien, gimoteando como si necesitara más de todo, como si no fuera suficiente y simplemente para ambos parece no ser. Todo parece un baile violento, pero solamente entrar y salir de este, sentirlo estremecerse bajo él.
Si.
Draco ama a este hombre mucho más de lo que debería.
Es tan perfecto.
Su lindo omega suplicando por más velocidad, insaciable y solo para él.
Se sujeta con fuerza de él, porque es su única ancla y Draco teme perder en cualquier momento la cordura.
Su omega.
Aceptando su polla mientras comienza acelerar incluso aún más las embestidas, provocando un leve canturreo de su amante que van entre gemidos hasta su nombre repetidas veces.
Toda la piel de Harry puede tocarlo.
Todo es tan caliente, cálido, el aroma es delicioso como ambos de sus aromas se unen y Draco solo puede ver hipnotizado a su pareja pedir más.
Su omega está lista.
El nudo estalla dentro de Harry, quien grita de placer que solo se identifica cuando Draco ataca sin piedad su glándula en su cuello. Esta inflamada levemente, no lo había tocado hasta ahora, pero cuando sus colmillos salen y se estampan en la piel de su omega como tantas veces había querido antes.
Perfecto.
Puede sentirlo en todo su ser, como cualquier vínculo que hubieran tenido se termina de afianzar, como todo su centro realmente se une al de Harry; como si siempre hubiera sido así. No es como si alguna ley de la física hubiera cambiado realmente, todo sigue igual, la gravedad y el tiempo siguen de la misma manera que antes.
Diferente.
Algo cambia.
La gravedad de Draco cambia y por la forma en que Harry se retuerce contra él, mientras se corre entre ambos estómagos y Draco sigue cargando internamente a su omega con semen, todo parece diferente también. Draco se siente caliente dentro de Harry, este sigue aparentándolo por su segunda venida y su propio semen dentro hace que todo se sienta demasiado estimulante.
No es que pueda salir de este con el nudo extendido en el culo de su novio.
—Quiero morderte también—gimotea Harry cual niño pequeño y Draco no se había dado cuenta del desastre bajo él, el sofá con algunas manchas de sangre por la marca bastante notoria en el cuello de su novio.
Es poco usual que un omega marque a su alfa también.
Draco no duda cuando extiende su garganta expuesta ni un segundo, sintiéndose un poco incomodo ante los pequeños colmillos ahora clavados en su piel. Los omegas suelen morder en las glándulas en las muñecas, pero Harry parece ronronear encantado cuando sus dientes dejan la marca en su cuello, lamiendo la herida con su saliva y por último dándole un suave beso.
Los ojos de su omega brillan cuando Draco puede respirar correctamente.
Lindo.
Mio.
Es como si fuera el mismo pensamiento que ha tenido desde el inicio, ese que decía que Harry era suyo, pero tan amplificado que era aterrador.
Totalmente mío.
Su mirada se desvía a la marca del cuello de Harry, todavía demasiado expuesta, sangrante y que le diría a todos de ahora en adelante que era totalmente suyo.
Trago saliva.
Era suyo.
La euforia lo inunda y Harry parpadea antes de bajar la mirada curioso.
—Te estas poniendo duro de nuevo—gimotea un poco mientras el nudo aun entre ellos lo mantiene en su lugar—lo siento dentro de mi—susurra contra su boca y Draco solamente vuelve a besarlo.
Esperando cuando el nudo le permita volver a follar a su pareja.
Su omega.
No puede esperar por llenarlo de crías, porque es suyo y es todo lo que necesita saber.
.
.
Toma gran parte del día, la noche y en general algo de la madrugada lograr frenar los instintos de una pareja recién emparejada con una marca. Draco toma aire en medio de la habitación de Harry, usualmente no venían a su nido si no es durante su celo, pero Harry había suplicado por este y Draco tiene que ser un buen alfa que provea a su omega; los instintos los había llevado ahí donde Draco había continuado follando a su pareja que claramente estaba encantado con estos nuevos avances.
Ocupa tener cuidado cuando terminan de follar, porque el cuello de Harry si bien dejo de sangrar, siempre es mejor cuidarlo para su correcta recuperación. También se había excedido un poco con su omega, así que Draco toma gran parte de la madrugada con una toalla de agua tibia para limpiar a su pareja y busca un botiquín para tratar parte del cuello de Harry.
La saliva de un alfa suele ser suficiente, pero es tan tradicional y poco ortodoxo, que Draco siempre prefiere ir a un médico en unas horas.
Harry lo ignora, luciendo emocionado aun con la venda en su cuello.
La mordida en el cuello del propio Draco no era tan prominente como la de Harry y los alfas solían sanar más fácilmente, así que estaba tranquilo con que Padma lo viera en algún momento de la próxima semana.
Harry disfruta tocando el cuello de Draco alrededor de la herida el día siguiente cuando están acurrucados en el sofá, Draco quisiera pensar que todo está bien, pero es difícil no notar la mirada de completa adoración de Harry sobre su cuello.
—Deja de sonreír, es espeluznante—farfulla Draco sonrojado, pero Harry sobre él solamente sonríe.
No tendrían más sexo ese día, la noche anterior los había dejado desgastados a ambos, tampoco quería lastimar a Harry; aunque usualmente sus límites eran bastante fuertes en estos temas.
Su omega era perfecto.
—No puedo, me gusta tu marca, no puedo esperar por ver la mía—habla emocionado, pasando sus dedos casi de forma fantasma por el parche de tela en su cuello.
Si.
Draco quiere volver a verlo pronto, pero más que todo, quiere que Harry tenga una recuperación perfecta, para no tener que preocuparse por su omega.
Toma la mano de Harry de forma cuidadosa, acercándola a su boca donde le da un suave beso a los nudillos, que provoca que este sonría recostándose mejor contra él.
Su aroma claramente es ahora más fuerte que antes.
Una combinación perfecta de ambos.
Cuando una pareja se logra emparejar formalmente por medio de una mordida, parte de su genética cambia ligeramente, siguen manteniendo ese aroma característico de cada uno, pero al mismo tiempo es como si una ligera capa de aroma de su pareja estuviera perpetuamente con ellos; al menos que se rompa el vínculo de alguna forma.
Por ahora, Harry olerá siempre un poco como él si siguen emparejados permanentemente.
Esa idea lo emociona demasiado.
—¿Lo habrías imaginado? —pregunta Harry de repente y Draco lo ve curioso—Que termináramos juntos de esta manera alguna vez—
No duda en contestar.
—Si—
La mirada de Harry parece sorprendida, pero Draco en realidad puede ver a su inmaduro yo de 15 años soñar con fantasías de esta misma escena, muchas veces, más de las saludables incluso cuando su padre estaba metido en problemas legales cuando era joven. Claro que la realidad había superado con creces a la ficción, jamás habría podido imaginar la cantidad de emociones que tuvo cuando Harry suplico que lo follara o mordiera.
Esa imagen viviría siempre en sus memorias.
—Entonces…cachorros—
—¿Esto tiene que ver con el embarazo de Granger? —
—Odio que seas un alfa tan observador—
Su novio estaba haciendo pucheros al respecto, pero Draco solamente sonrió habiendo notado desde hace semanas, como este miraba de forma muy intensa a su mejor amiga y como siempre tenía un tono algo dulce anhelante cuando hablaban del embarazo.
No había pensado que Harry quisiera cachorros, especialmente porque era una especie de defensor que no todos los omegas deben ser criados solo porque eso dice la sociedad.
Fue inesperado, pero parece que era algo que había estado pensando hace tiempo.
Cachorros.
Draco mira a Harry sin estar seguro de que quisiera un cachorro al 100%, pero recuerda como era este con Teddy y la cálida sensación en su interior al verlo sonreír al pequeño cachorro. Sus dudas vienen de su propio padre, del temor de hacer los mismos errores que este, sobre la idea de fallar de la misma forma que lo hizo su progenitor y arruinarlo todo.
Acaricia la mejilla de Harry, quien suela un ligero ronroneo viéndolo curioso.
—Creo que te verías encantador con un cachorro en tu vientre—dice con la honestidad que posee, porque la imagen realmente le parece encantadora.
Harry bufa.
—Me vería como una vaca—
—¿Una vaca preciosa? —
—Tan encantador, sin duda has aprendido—muerde ligeramente la mejilla de Harry haciéndolo reír—no tengo prisa en tener cachorros, solamente, me gusta la posibilidad a un futuro—añade este casi de forma soñadora y Draco se pregunta sobre el tema.
Sobre el tiempo.
Si es algo que deberían planear o trabajar más.
Pero mientras su omega se ve tranquilo, acariciando todavía parte de su marca, Draco piensa que puede dejarlo pasar. Ese día habían tenido sexo, un poco salvajemente, aunque usualmente están al día con los métodos anticonceptivos, no es como si quedaran embarazados solo por fuerza de voluntad.
¿Verdad?
Espera que no, aleja esos pensamientos con un encogimiento de hombros.
—Tenemos todo el tiempo del mundo—se decide Draco en voz alta, provocando una sonrisa brillante en el rostro de Harry que sujeta sus dos mejillas para poder besarlo bien.
Su omega.
Lindo.
Sonríe cuando este se aleja, no lo suficiente, porque mientras este sonríe puede sentirlo todavía sobre sus propios labios.
Si.
Esto sin duda, era felicidad y Draco podría acostumbrarse a esto.
Fin
Espero les gustara.
Vamos a ver como siguen avanzando en estas aventuras nuestros dos protagonistas, tenia ganas de escribir algunas escenas del capítulo, pero disfruto un poco más la ternura de ambos que contrasta claramente sobre como son en la cama.
Nota:
Por si no lo saben en mi perfil tengo un link de mi página en Facebook donde publico mis actualizaciones y donde chateo con los chicos sobre temas de anime, manga, juegos, libros, series…etc por si alguno quiere comunicarse conmigo o visitar un rato para conocerme mejor.
Sayonara sexys lectores.
