Muy buenas chicos, aquí Cozmiik Zix.
Es un gusto volver para traerles el primer capitulo oficial de la historia. Un regalito adelantado de navidad para ustedes, espero que lo disfruten.
Una disculpa de antemano. No pense que demoraría tanto. Aunque la verdad, no se que tanta atención esta recibiendo dado que las estadisticas de Fanfiction No parecen que esten funcionando.
Una de las razones de la demora es porque he estado esperando a que oficialmente salga el DLC completo de Marie. Tengo entendido que sale este mes o a principios del 2024. Estoy emocionado por ver que nos trae y de que forma expandirá el Lore del juego.
Esperamos 10 años para que sea un personaje jugable de forma oficial, Quien lo diría, eh?
También ando siguiendo el Webtoon de Skullgirls (esta algo... descontinuado aún, espero que lo puedan retomar pronto).
También ando reviendo la serie de las Tortugas Ninja para evitar perderme con detalles y dar continuidad concisa a la historia. Aunque como ya había mencionado, este fic tiene unos cuantos cambios en el canon. Espero que les guste igualmente.
ACLARACIÓN:
He de aclarar que las franquicias y los personajes no me pertenecen, TMNT pertenecen a Nickelodeon/Paramount y Skullgirls pertenece a Autumn Games y Lab Zero Games. Esta obra es un trabajo/idea crossover hecho por un fan para fans. Todos los personajes y elementos utilizados en esta historia son propiedad de sus respectivos dueños.
Sin más que mencionar, comencemos:
—Capítulo 1-
—El Umbral Oculto -
La vida en las alcantarillas volvía a su curso habitual.
Con las amenazas alienígenas siendo cosa del pasado, la familia de mutantes estaba recuperando un sentido de normalidad en su hogar subterráneo, pasando el día inmersos en actividades que les ayudaban a fortalecer su vínculo y mejorar sus habilidades, bajo la atenta tutela de su maestro en ninjutsu.
En una soleada mañana, después de una sesión de entrenamiento matutina con sus hermanos, Leonardo se encontraba inmerso en una sesión de meditación solitaria en el tranquilo dojo. Sentado sobre sus rodillas, sus ojos cerrados y su mente enfocada en encontrar la paz interior.
Meditar era un refugio de serenidad para Leo, una pausa necesaria en su ajetreada vida como líder de su grupo de hermanos. En ese tranquilo rincón del dojo, junto al arból que crecía en la sala, podía buscar la claridad mental y profundizar en su viaje espiritual, siguiendo los pasos de su venerado maestro.
A medida que su mente se sumía en la quietud su respiración se volvía pausada y profunda, la joven tortuga se esforzaba por alcanzar un grado más alto de consciencia espiritual. Si bien todos los hermanos habían superado la prueba espiritual durante su estadía en la granja de los O'Neil, buscando conquistar sus propios espíritus, Leo era quien seguía dedicando tiempo y esfuerzo a perfeccionar esta disciplina.
'Está bien, por hoy es suficiente', se dijo a sí mismo mientras se ponía de pie y estiraba sus músculos, liberando cualquier tensión acumulada.
'¿Qué estarán haciendo los chicos?'
—¡NO! ¡Rafa, por favor! ¡PIEDAD!
No tuvo ni que dar un paso fuera del dojo para escuchar el alboroto que ocurría en medio de la sala de estar.
Rafael y Miguel Ángel ambos sentados en el sofá, sosteniendo los mandos de lo que era una vieja y reparada consola Play-Station 3, inmersos en un juego amistoso frente a la pantalla de su televisor...
—¡Es mi venganza Mikey! —...o al menos sería amistoso si no fuera por la sádica sonrisa de Rafa y que Mikey sufria de una desesperación profunda en todo el sentido de la palabra.
Con la mirada intensa en su rostro, presionaba los botones coordinadamente y su personaje estaba aplastando al de Miguel Ángel de manera despiadada. Los gritos de protesta y las súplicas de clemencia de su hermano menor llenaban la habitación, pero la tortuga temperamental no mostraba piedad. Sus ojos estaban fijos en la pantalla, concentrados en la victoria inminente.
Mientras tanto, recostado en un cojín cerca de ellos, la mascota de Rafael, el pequeño Chompy Picasso, la diminuta tortuga bebé de piel rojiza y un caparazón adornado con púas rocosas, observaba el caos con ojos curiosos y emitía chillidos de regocijo que casi parecían risas, deleitándose con la desgracia del joven de bandana naranja.
—¡No, NO, NOOOO! —La desesperación de Mikey llegó a niveles máximos mientras veía como la barra de vida de su personaje era erradicada por completo y finalmente acabar la partida.
La pantalla mostraba las crueles palabras mientras una voz grave y profunda leía el texto desplegado:
[Player 1 Wins – Flawless Victory]
[Player 2... You suck]
Ante su humillante derrota el hermano menor de los cuatro solo podía desmoronarse en el suelo y sufrir de un leve colapso emocional —¡Años de entrenamiento desperdiciados! —Rafael por su parte, tomó al pequeño Chompy en su mano para acariciarlo, una relajada expresión de victoria adornaba su arrogante semblante.
'Típico' El líder del grupo solo miraba a sus hermanos desde lejos. Rafa atormentando a Mikey era lo usual, tal vez en otra ocasión se una con ellos al juego, para vengar a su hermanito.
Por el momento, su hermano ausente paso por su mente. No solía pasar tiempo solo con Donatello a menudo, pero no le haría mal ver que hacía el genio del grupo. Conociéndolo, a esta hora debería estar en su laboratorio inventando quien sabe qué.
Leo se adentró en el laboratorio de Donnie, sus ojos curiosos recorriendo los componentes hechos con la chatarra que su hermano encontraba en las alcantarillas y las piezas de tecnología dispersas por todo el escritorio y mesas de trabajo. Su hermano se encontraba absorto en su trabajo, observando a través de una gran lupa el equipo frente a él, cuidadosamente manipulando con sus herramientas lo que parecía ser un nuevo invento.
—Hola Donnie ¿Qué tienes ahí?
Donatello levantó la vista de su trabajo y le ofreció una sonrisa emocionada. —Hola Leo. Estoy tratando de replicar la tecnología de las armas que Fugitoid nos dio, incluyendo mi bastón holográfico y los astro-trajes —Señaló a dichos objetos, el bastón metálico con lo que parecía ser una bombilla purpura en la punta y las piezas de los trajes espaciales que obtuvieron de su amigo robótico, postrados sobre una mesa de trabajo cercana —Planeo usarla para crear un sistema de seguridad avanzado para la alcantarilla. Aunque, también estoy desarrollando esto...
El cerebro del grupo sostenía un par de gafas peculiares en frente de su hermano mayor. Los sofisticados lentes parecían estar hechos de plástico con una cubierta metálica que conectaba con lo que asumía era una pequeña linterna que reposaba encima de estos. —Te presento, las nuevas y más avanzadas gafas inteligentes de realidad aumentada del mundo o como yo las llamo: Las Videntes —se rió antes continuar —Ja ja, ¡Con esto vencí a Google!
—¡Adelante pruébalas! —Leo tomo las gafas y las coloco sobre sus ojos. El líder de las Tortugas apreció la interfaz HUD que se desplegó frente a él, mostrando una serie de funciones y lecturas de datos a través del cristal. —Aun no están terminadas, pero funcionan igual que el bastón holográfico, tienen los mismos sensores que detectan todo tipo de energías, realiza análisis y lecturas detalladas de lo que enfoque, proyección de hologramas táctiles y tiene conexión Wi-fi y teléfono integrado.
—Wow, esta vez te luciste Donnie —elogió a su hermano para el orgullo de este —Oye, ¿Qué tal me veo con lentes? ¿Sigo siendo galán o me veo igual de nerd que tu?
Donatello le siguió el juego y rió sarcásticamente —Ja, ja Qué chistoso... —pausó antes de preguntar —Oye, ¿Sabes a quién le hubieran gustado?
Leo se quitó las gafas para devolvérselas a su hermano para responder a su pregunta —¿A Fugitoid?
—Si... creo que lo extraño un poco —Respondió su hermano, su voz un poco melancólica ante la mención del profesor. El sentimiento era mutuo para Leo —Oye, ¿No crees que Renet hizo lo mismo con él que con nosotros?
El lider del equipo recordó los acontecimientos al final de la batalla contra los Triceraton. Después de su larga travesía por el universo que los había llevado seis meses atrás en el tiempo hasta volver al presente, sus contrapartes del pasado también coexistían al mismo tiempo que ellos.
Esto llamó la atención de una vieja amiga: Renet, la aprendiz de guardiana del tiempo, quien había llegado para asegurarse de que el flujo temporal volviera a su curso normal. Usando su cetro del tiempo, restauró la línea temporal fusionando a las Tortugas y sus amigos con sus contrapartes pasadas, evitando así alteraciones futuras.
Fugitoid, en cambio, había sido una parte crucial de su victoria en esa batalla. El cyborg se sacrificó para destruir la nave nodriza de aquellos aliens junto con el generador de agujeros negros. La pregunta sobre si su contraparte "pasada" o "presente" también existía en esta línea temporal flotaba en el aire, y no habían tenido noticias suyas desde entonces.
—No lo sé, ¿Tal vez? —Leo respondió inseguro, sus propios recuerdos de Honeycutt plagados de un conflicto emocional. Se había sentido enojado con el profesor cuando se reveló la verdad de que él había creado el Corazón de las Tinieblas, la misma arma de agujeros negros que los Triceraton usaron para destruir la Tierra en la línea del tiempo original. Sin embargo, el sacrificio valiente de su amigo había demostrado su sincero deseo de redimirse por el error de haber construido el arma en primer lugar —Sería genial volver a verlo.
Después de un breve momento de silencio por el paradero desconocido de su amigo cyborg, Leo permaneció en el laboratorio para ayudar a su hermano en lo que pudiera.
Un par de horas más tarde, Donnie decidió que ya era suficiente y animó a su líder a darse un descanso de su trabajo.
—Oigan —la voz de Rafa irrumpió en el laboratorio, sosteniendo su celular con una sonrisa pícara —¿Ya vieron el mensaje de Casey? Dice que hoy habrá un partido de baloncesto en el Madison Square... ¿Qué dicen si vamos?
La idea sonaba tentadora. Había a pasado tiempo desde la ultima vez que habían ido a ver un evento deportivo en vivo. Entrando y saliendo como ninjas sin ser detectados por las personas. Leo no aprobaba del todo la idea de colarse evitando pagar en entradas, más no tenían de otra, no es como que pudieran ir libremente sin preocupación alguna por ser vistos. Sin mencionar que tenían los mejores asientos desde el interior del Jumbotron del estadio.
La sugerencia convenció al resto de los hermanos —Si ¿Por qué no?... Siempre y cuando ALGUIEN no termine tirando pizza sobre la cancha como la última vez —agregó Leo, mirando de reojo a Mikey, quien solo pudo encogerse de hombros de manera sospechosa mientras reía y silbaba nerviosamente.
Pasadas unas cuantas horas, las luces de la ciudad de Nueva York parpadeaban una vez más, anunciando la llegada del anochecer. Los rascacielos y edificios se alzaban contra el cielo en constante cambio de colores, la ciudad que nunca duerme se preparaba para una noche más.
A pesar de lo ocurrido hace unos días, las calles rebosaban de vida. Cientos de ciudadanos caminaban por las aceras, ocupaban los cafés y bares, o se desplazaban en sus vehículos a lo largo de las vías congestionadas de la ciudad.
En la parte trasera de una furgoneta amarilla con un techo verde que llevaba un patrón hexagonal peculiar, se encontraban las cuatro tortugas mutantes, mientras sus amigos humanos ocupaban los asientos delanteros. El Fiesta-móvil, como los chicos la llamaban, se deslizaba por las calles iluminadas, siguiendo su camino por las calles de Manhattan.
—¡Y listo! Cuatro pizzas extragrandes mixtas en camino, Kevin estará esperándonos en la esquina de siempre —anunció Mikey, quien se había adelantado a pedir la comida para el partido y habiendo hecho un trato con su repartidor de confianza.
—Oye Donnie, bonitas gafas, te hacen ver más nerd que de costumbre —bromeó el joven delgado de complexión atlética, sentado en el asiento del conductor. Su cabello negro caía desordenado sobre su cabeza, y llevaba una bandana negra anudada alrededor de la frente. Vestía una playera de mangas largas de color café debajo de una playera gris. Sobre su conjunto, llevaba una sudadera negra con las mangas rasgadas. Sus jeans desgastados, sus zapatillas negras y sus guantes sin dedos completaban su look casual.
—Eso mismo le dije yo —continuó Rafa siguiéndole el juego a Casey Jones, ambos riéndose de la apariencia que el nuevo invento del cerebro del grupo le daba.
Donatello ignoró las bromas de su hermano y amigo. Concentrándose en las gafas en sus manos de tres dedos, prefirió mantenerse ocupado dándole unos cuantos ajustes a las Videntes en lo que llegaban al Madison Square. Su invento aun estaba en etapas iniciales por lo que muchas funciones aun necesitaban calibración.
—En lo personal, se ven increíbles Donnie —comentó Abril O'Neil desde el asiento del copiloto. De brillantes ojos azules, su cabello pelirrojo recogido en cola de caballo con una diadema negra sosteniendo su peinado y unas ligeras pecas adornaban su rostro. Estrenando una blusa amarilla brillante debajo de un traje jumpsuit negro con llamativas líneas amarillas que recorrían las mangas y los costados. Un cinturón negro realzaba su cintura, y su calzado consistía en un par de botas negras.
—Ah, Gracias Abril —respondió con una sonrisa la tortuga de máscara violeta saliendo momentáneamente de su concentración con el dispositivo.
Leonardo decidió cambiar el tema de conversación —¿Saben? me sorprende que hayan reanudado los juegos tan pronto, digo, hace una semana la ciudad pasó por otra invasión alienígena.
—Es un evento de beneficencia, para ayudar a las personas afectadas por la invasión —explicó Abril.
—Vaya, De repente me siento algo mal por entrar así —exclamó Donatello algo incomodo por básicamente aprovecharse de la caridad de otros.
—Nah, solo basta con que entremos y se te pasará. No es como que el estadio no se llene de todos modos. —Rafa contestó haciendo toda preocupación a un lado —Además, nosotros salvamos al mundo por milésima vez. En lo que a mi me consta, nos la deben.
Unos minutos después la camioneta había llegado a una intersección un poco congestionada por el trafico. El semáforo marcando la luz roja y el vehículo estaba hasta atrás de la fila de coches.
En ese momento, una sensación incómoda invadió la mente de Abril, haciendo que cerrara los ojos y se frotara la sien con la mano. Un extraño presentimiento la alertaba sobre algo que aún no podía identificar.
Superando la molestia inicial, la joven abrió los ojos y miró a través de la ventana, posando su mano sobre el accesorio que colgaba en su cuello, oculto bajo su traje. Escudriñó entre los autos y los edificios, tratando de identificar la fuente de su inquietud.
Casey no tardo en notar el comportamiento de su amiga —¿Todo bien, pelirroja? —preguntó con un cierto tono de intriga y preocupación, algo que compartía con los demás pasajeros del Fiesta-móvil, quienes apartaron su vista de lo que hacían para enforcar su atención en ella.
—Ah sí, estoy bien. Solo... sentí algo familiar de repente —respondió, tratando de encontrar las palabras adecuadas para describir su experiencia.
Los chicos conocían bien el don psíquico que su amiga poseía, y también conocían el objeto que la había ayudado a amplificar esas habilidades.
La chica decidió halar del hilo alrededor de su cuello exponiendo el cristal de los Aeones que la joven pelirroja había obtenido durante una de las aventuras vividas con el equipo durante la travesía en el espacio. Lo que era el pequeño y delgado trozo de cristal con una forma que vagamente recordaba una lanza o flecha, atado a dicho hilo como si fuera un collar; brotando en el centro de la punta, resplandecía en un tenue tono celeste.
Abril nuevamente cerró sus ojos apretando su cristal en total concentración...
y de pronto lo vio —¡Ahí! —señaló a un vehículo en especifico.
—¿No es esa la camioneta de Bebop y Rocksteady? —Mikey preguntó, alzando una ceja al reconocer la nada sutil camioneta blanca que se encontraba unas cuantas posiciones adelante en el carril opuesto. En los laterales y las puertas traseras, habían letreros pintados con estilo vintage que decían: "Bebop Records" y "Rocksteady Rascals", rodeados de notas musicales y caricaturas de personas en el mismo estilo retro.
'Todo este tiempo ¿Y siguen usando la camioneta más obvia del mundo?' era el pensamiento que todos los ocupantes del Fiesta-móvil tenían en común al ver el vehículo que usaban los secuaces de su mayor enemigo. —¿Qué hacen ese par de tontos por aquí?
Al igual que el resto, Donnie enfocó su atención en la camioneta señalada. La joven tortuga colocó su nuevo invento sobre sus ojos, el cual se activo automáticamente para analizar el entorno frente a ellos.
Una vez encontrado, el avanzado sistema de localización de las Videntes hizo un zoom hacía el vehículo enemigo y comenzó a analizar su interior. En la pantalla de las gafas, se revelaron las siluetas de ambos mutantes, uno en el asiento del conductor y el más grande de ellos en la parte de atrás, junto a lo que aparentaban ser portafolios y cajas reforzadas.
Sin embargo, lo que alertó al genio de las Tortugas fue la revelación del contenido del cargamento —Esto no me gusta. Según mi análisis en esa camioneta están transportando una gran cantidad de equipo de tecnología Kraang y botes de mutágeno.
Ante esta información, el grupo de mutantes y humanos rápidamente empezó a intuir los oscuros planes de sus enemigos: transportar esa peligrosa carga a una posible base. ¿Pero a dónde exactamente? Esa seguía siendo una incógnita.
Desde la desaparición del Destructor, la mayoría de las guaridas del Pie habían quedado inactivas o abandonadas, pero si los mutantes al servicio del malvado líder del Clan del Pie estaban merodeando por la ciudad, podría ser un indicio de que su archienemigo estaba a punto de regresar al escenario del crimen.
Dada la urgencia de la situación, el líder del grupo tomó las riendas de la situación —Chicos, tendremos que cancelar la noche. Casey, sigue esa camioneta, mantente a distancia para que no nos descubran —ordenó, a lo que el chico tras el volante asintió con determinación —Abril ¿Tienes tu Tessen contigo?
La joven sacó su abanico metalico con el emblema del clan hamato de su bolsillo antes de responder —Nunca salgo sin el.
—Pe-Pero ¿Y las pizzas? Kevin nos estará esperando en 30 minu-¡Auch! —Miguel Ángel intentó protestar, pero un rápido golpe en el brazo por parte de Rafael lo hizo callar.
—Cancelalas Mikey, tenemos cosas más importantes —ordenó la tortuga de bandana azul.
En cuanto la luz del semaforo cambio a verde, la fila de vehiculos avanzó, la camioneta de los mutantes siendo discretamente seguida por los pasajeros del Fiesta-móvil.
Durante la siguiente media hora, la furgoneta se mantuvo a una distancia segura detrás del auto enemigo, asegurándose de no ser detectados por los mutantes. Donatello y Abril ofrecían su apoyo, manteniendo la ubicación de la camioneta enemiga a través de las gafas y los poderes psíquicos de la chica. Navegaban por avenidas y barrios, siguiendo a sus enemigos hasta llegar a su destino.
Finalmente, la camioneta se estacionó en un pequeño recinto amurallado frente a un edificio que mostraba signos evidentes de abandono y deterioro.
El Fiesta-móvil fue escondido en un callejón al otro lado de la cuadra, fuera de la vista, mientras sus ocupantes se preparaban para un posible enfrentamiento.
Casey, con la capucha puesta y una máscara de hockey blanca pintada como una calavera, llevaba hombreras y coderas con púas; rodilleras protectoras, un guante de lacrosse en la mano derecha y un guante de portero en la izquierda. Además, tenía un par de Sticks y un bate de béisbol atados a su espalda.
El grupo de adolescentes salió de la furgoneta para observar el edificio en cuestión desde una esquina.
—Ok, es aquí —informó Leo
—Conozco este lugar, es el centro de detención del Kraang del que rescaté al papá de Abril la otra vez —aclaró Donnie observando el entorno con sus gafas puestas.
Las videntes escanearon la estructura mostrando un plano completo del edificio, el cual se extendía hasta un amplio complejo subterraneo —Parece estar desmantelado, pero hay sistemas de seguridad kraang activos en la entrada y ventanas, también estoy recibiendo lecturas de grandes cantidades de energía concentrada en una de las salas. Es todo lo que puedo ver hasta ahora.
Con la información proporcionada, el líder del equipo no perdió tiempo en dar a conocer su plan de acción —De acuerdo, nos infiltraremos sin ser vistos, averiguamos lo que planean, saboteamos lo que podamos y salimos. ¿Están listos?
Antes de que pudieran avanzar, el hermano de bandana morada intervino, sacando un objeto de su caparazón —Espera Leo, vine preparado y será mejor que usemos esto —dijo, mostrando una lata de aerosol con un dibujo de un símbolo de prohibición rojo sobre la imagen de un calcetín maloliente, junto a una nota que decía [Mikey, NO lo toques].
—¿Y eso qué es? —preguntó Rafael, confundido al igual que él resto del equipo.
—Es un neutralizador de olores en el que he estado trabajando, si nos rociamos esto, ocultará nuestra esencia —Donatello procedió a rociar el spray sobre su hermano, lo cual ocasionó una inmediata repulsión en los demás.
—¡Ahgg! ¡Hijo de-! ¡Donnie esto huele a basura de un mes! —exclamó la tortuga temperamental, frunciendo el ceño y cubriendo su nariz ante el repentino hedor.
—Ah, el olor se quita en unos segundos —se rió disimuladamente, mientras su hermano gruñía de molestia.
Una vez que todos estuvieron rociados con el aerosol, los miembros del grupo alistaron sus armas y se prepararon para entrar en acción.
En el estacionamiento de aquel edificio, un delgado jabalí humanoide, salió del vehículo con una ligera patada a la puerta del conductor. Tenía dos prominentes colmillos que sobresalían de su mandíbula, su cabeza rapada destacaba su exuberante mohicano violeta, y sus ojos estaban ocultos tras unas gafas futuristas ochenteras. Su atuendo consistía en un chaleco corto de oscuro violeta, un cinturon abrochado a sus pantalones ajustados con rodilleras y botas. Todo conectaba a lo que parecía ser un arnes o circuito que brillaba como el neón, incrustado en su piel que recorria desde su pecho hasta sus brazos, piernas, espalda y cabeza.
Bebop caminó hasta la parte trasera de su furgoneta y golpeó el costado un par de veces, gritando —¡Oye, Rock! Ya llegamos, baja y ayudame con la mercancía.
Las puertas traseras se abrieron de golpe cuando un par de imponentes manos las empujaron, seguidas del enorme cuerpo de su compañero saliendo de la camioneta.
Un robusto y corpulento rinoceronte gris antropomorfo con un par de gigantescos cuernos sobresaliendo de su nariz, su ojo derecho prostetico con un diamante incrustado y un pequeño colmillo de oro que salia de su mandibula. El enorme mutante estaba vestido con una camisa de tirantes, hombreras doradas con puas, una placa dorada con el emblema de una estrella amarrada sobre su pecho por un par de cinturones y llevaba un cinturon adicional sobre sus pantalones de camuflaje con un par de fundas a sus costados.
Rocksteady soltó un breve bostezo estirando sus brazos —Да, ya te oí camarada Bebop —respondió con un fuerte acento ruso.
Ambos mutantes procedieron a bajar el cargamento de la camioneta, el jabalí sostenía un malentín plateado mientras que su compañero levantó la parte más pesada: un par de grandes estuches metalicos uno sobre su hombro y el otro bajo su brazo opuesto.
El jabalí mutante abrió la puerta de la cochera, pero cuando estuvo apunto de entrar, algo llamó su atención. *Sniff* *Sniff* olfateo con sospecha varias veces soltando gruñidos de su nariz porcina.
—¿Qué pasa? —le preguntó el rinoceronte al ver el comportamiento de su camarada.
Bebop alzó su cabeza y siguió oliendo el aire en busca de ese extraño olor —Creí haber olido algo... *Sniff* *Sniff* Hmm... —Aquel aroma le resultaba extrañamente familiar, pero no podía identificar de que se trataba... Finalmente, agitó su cabeza —Nah, seguro es la basura que lleva acumulada un mes aquí ¡Este lugar es un chiquero! —concluyó, sin preocupación, y cerró la puerta tras de ellos.
Sin moros en la costa, el equipo de adolescentes entro en acción. Donatello había localizado todos los posibles sistemas de seguridad y los desactivó hábilmente.
La entrada fue sencilla y silenciosa. Dentro del edificio, que resulto ser el mismo taller automotriz de una mision anterior, estaba ahora desmantelado, pero conservando parte del equipo y los viejos elevadores para autos vacios.
No había rastro de Bebop ni de Rocksteady, como si se hubieran esfumado. Sin embargo, las tortugas sabían que se ocultaba tras aquella ilusion. El cerebro del grupo se acercó a uno de los paneles de control que regía la maquinaria del taller, manipulando unos cuantos botones. Uno de los elevadores se activo, pero en lugar de subir, comenzó a descender, hundiéndose más allá del suelo.
Sin dudarlo, el grupo saltó sobre la plataforma y continuó descendiendo. Mantuvieron la cautela, conscientes de la posibilidad de una trampa.
Al llegar al fondo, se encontraron en túneles subterráneos envueltos en una profunda oscuridad con una escasa iluminación que provenía de las pocas luces al final de cada pasillo.
El lugar parecía un laberinto enorme sin rumbo alguno, sin embargo, las gafas de Donatello ubicaron la misma concentración de energía que mencionó antes, incluso indicando una ruta para llegar hasta la zona donde esta se encontraba. 'Esta vez me supere con estas gafas' pensó elogiándose así mismo.
Era hora de usar las sombras a su favor. Las tortugas saltaron para posarse sobre las vigas metálicas que se encontraban en el techo, mientras Abril y Casey los seguían desde el suelo; todos hábilmente camuflados con la oscuridad de su entorno, avanzando por los oscuros pasillos hacia su destino.
A paso rapido, pero sigiloso, por cada segundo que pasaba podian apreciarse el leve sonido de voces provenientes de una sala al final del tunel.
—¡Hello~! Ya llegamos —el tono jovial y juguetón de Bebop se olló a lo lejos.
El grupo llegó hasta la entrada abierta de una gran sala con poca iluminación, entraron sin separarse de la seguridad de las tinieblas en profundo silencio.
Las tortugas seguían usando las vigas sobre sus amigos humanos, mientras ellos se ocultaban detras de las columnas que sostenían la estructura. La posición les proporcionaba a cada uno una vista del interior: las paredes cubiertas de maquinaria y tecnología avanzada, los mutantes que habían seguido hasta aqui y no eran los unicos presentes...
Garra de Tigre tambien estaba aquí.
—Ya era hora de que llegaran —el tigre mutante se expresó con impaciencia ante la llegada del par.
Las tortugas y los chicos seguían ocultos, escuchando la conversación de los mutantes enemigos desde sus escondites.
—¡Oye! No dirías lo mismo si vieras el tráfico que hay ahí afuera —protestó el jabalí y señaló el cargamento que llevaban. —Pero al menos aqui tenemos la entrega especial.
—Да, y hablando de eso, ¿Donde esta cerebro extraterrestre? —preguntó Rocksteady.
'¿¡Cerebro extraterrestre!?'
—Estoy aquí —aquella voz terriblemente familiar alertó a los presentes, pero lo que dejo sin habla a todos fue la figura que se alzaba desde las sombras al fondo de la habitación.
Una oscura entidad metalica de casi de 3 metros de alto y de apariencia anormalmente humanoide se presentó ante ellos.
A pesar de su complexión esqueletica, tenía un pecho amplio y un abdomen delgado conectando con sus extremidades, sus brazos se extendian hasta tocar el suelo con manos que terminaban en afiladas garras, piernas inhumanas pisoteaban con fuerza mientras los tres afilados digitos de cada una se anclaban en el suelo, una larga y delgada cola que terminaba en una punta punzante. El cuello encorvado extendía su cabeza con una forma similar a un craneo, con sus dientes expuestos y un par crestas que sobreasalian de donde deberían estar las orejas. Un par de ojos triangulares fijos y brillando con un intenso color fucsia en un rostro congelado en una inquietante expresión sin emoción.
Tanto su altura como su apariencia emanaba un aura amenazante.
Aquella estructura robotica se enderezó para revelar al ser que se encontraba dentro de su abdomen. —¡Bienvenidos, Caballeros! —El Kraang Superior saludó con una afilada sonrisa siniestra y arrogante, mientras un pequeño soporte lo alzaba fuera del torso del androide.
Todos en la habitación, a excepcion de Garra de Tigre, quedaron completamente anonadados por la aparición del Kraang.
Para el grupo de adolescentes ocultos, no solo los sorprendió la apariencia de la entidad en la que se transportaba el cerebro andante, si no el hecho de que uno de sus enemigos más problematicos, uno al que ya habían dado por acabado, había vuelto y se encontraba allí mismo.
—¿El Kraang volvió? ¿¡Otra vez!? —preguntó Rafael susurrando, incredulo de lo que sus ojos veían.
—Pero, ¿Qué los Triceraton no habían destruido el Tecnodromo con Kraang Supremo y Superior dentro? —siguió Mikey, confundido
—Si, pero recuerda, cuando viajamos en el tiempo, la ultima vez que enfrentamos a Kraang Superior lo mandamos a una dimensión alterna —Donatello explicó el cambio en la linea temporal que habían cometido. Éstaba preocupado y a la vez impresionado con el nuevo exo-traje que el cerebro alienigena ahora portaba —De alguna forma logró regresar y veo que incluso se hizo mejoras.
Esta alarmante noticia daba un giro entero al panorama. Si el Kraang había vuelto una vez más, entonces significaba que habrían problemas aún mayores, en especial ahora que pareciera ser que el Clan del Pie retomaba alianzas con los extraterrestres de otra dimensión.
Una vez superando el momento de estupor —Wow... Oye Kraang ¿Estas... estrenando traje nuevo? —Bebop comentó asombrado, hasta el punto de levantarse las gafas y frotarse los ojos.
—¿Les gusta? Esta belleza la construí yo mismo —El cerebro andante no pudo evitar alardear —Les presentó: ¡El Kraang-droide, clase: Titan! —exclamó con orgullo mientras hacia que su cuerpo robotico flexionara sus brazos, posando para demostrar sus "musculos" y el poder de su nueva creación —Me inspire en un vieja leyenda de la Dimensión X para fabricar esta hermosura ¿Soy asombroso o qué?
—No hemos venido para adularte Kraang —Garra de Tigre chasqueo los dedos, a lo que el cerdo y al rinoceronte reaccionaron.
—Trajimos lo que nos pediste —Rocksteady bajó las cajas que llevaba cargando para abrirlas, revelando el contenido: en una había varios componentes de tecnología alienigena, incluyendo piezas de Kraang-droides comunes y en la otra, uno lote de frascos llenos de lo que era un peculiar liquido verde fosforescente. Mutágeno, sin duda alguna.
Bebop abrió el malentín que llevaba, este contenia piezas más pequeñas, pero fue lo suficiente para llamar la atención de Superior.
—¡Si! Justo lo que necesitaba —se acercó al estuche para tomar una pieza en especifico con su tentaculo, su ojo cibernetico analizando detenidamente lo que era una placa metalica con tres hexagonos alineados en el centro.
El soporte que lo sostenía lo adentró nuevamente al interior de su cuerpo, avanzó al fondo de la habitación donde literalmente salió a la luz cuando el ambiente se iluminó automáticamente, revelando lo que se ocultaba en la densa oscuridad hace unos momentos:
Sobre una plataforma metalica bordeada de barandillas y con escalones que conducian a una enorme estructura hexagonal rodeada de cableado que se conectaba a múltiples pantallas activas como computadoras. El cerebro alienígena se acercó y encajó la pieza, los dedos de su exo-traje destellaron soldando la pieza en la parte superior. Después, se dirigió a un amplio pedestal en el cual reposaba un panel ubicado en frente de la estructura.
Su Kraang-droide se desplazaba con movimientos precisos, sus brazos y tentáculos danzando, presionando a las pantallas llenas de caracteres alienígenas. Todos los espectadores, tanto los miembros del Pie como los jóvenes observaban con intriga mientras el extraterrestre manipulaba los controles.
Finalmente, el androide presionó la superficie del panel, lo que ocasionó que la máquina "cobrará vida".
Los cristales dentro de las celdas de energía que estaban acoplados a la maquina brillaban con una intensidad que apenas se podía soportar, iluminando la habitación con destellos de luz púrpura que se reflejaban en los rostros asombrados de los presentes. Rayos púrpura salian disparados desde el centro del extraño umbral, zigzagueando hacia los bordes y recorriendo el intrincado cableado que rodeaba la estructura hexagonal.
Un pequeño cúmulo de energía se originó en el interior. Creciendo y creciendo hasta abrazar la habitación con un intenso resplandor. La brillante luz era tan deslumbrante que todos se vieron obligados a cubrirse los ojos, ya que era demasiado fuerte para soportarla directamente. Seguido de un estruendo ensordecedor que resonó en todo el complejo subterráneo, haciendo que todos se estremecieran; sacudiendo las estructuras de concreto hasta sus cimientos. Las paredes temblaban, y el suelo vibraba bajo los pies de los presentes.
...
La luz se desvaneció gradualmente, permitiendo que todos recuperaran la visión. La caída de escombros se detuvo y el lugar quedó sumido en un silencio expectante.
Cuando el humo y el polvo se dispersaron, todos pudieron apreciar que los bordes de la estructura hexagonal ahora estaban cubiertos con una especie de masa carnosa que se adhería a todo lo que la rodeaba, como una repugnante goma de mascar.
En el centro de la estructura, un radiante vórtice translúcido de color rosa ocupaba todo el espacio.
La expresión de asombro en el rostro del kraang se intensificó con cada manipulación del panel frente a la máquina, haciendo que el vórtice se abriera y cerrara una y otra vez, revelando un entorno distinto con cada "parpadeo":
Los rascacielos majestuosos que se alzaban en una metrópolis futurista, con un paisaje que recordaba poderosamente a la ciudad de Nueva York. Las luces y vehiculos voladores se denotaban en la distancia, reflejando la actividad de una civilización avanzada.
Luego, una torre imponente se erigía en otra versión de la misma ciudad, un caracteristico emblema de una "A" estilizada en uno de los lados del edificio.
Un bello palacio enteramente hecho de hielo ubicado al costado de una gran montaña gelida.
Una gigantesca estación espacial en forma de esfera flotando en el vacio del espacio.
Una zona de guerra metálica y devastada. Enormes seres metálicos, tomando la forma de diversos vehículos, protagonizaban un conflicto épico.
El interior de un garage, donde se encontraba un anciano de desalineado cabello azul grisaceo y vistiendo una bata de laboratorio junto a un chico de camisa amarilla. Ambos individuos fueron tomados por sorpresa. El anciano dejó escapar un eructo antes de exclamar —¿¡QUÉ CARA-
...
—¡Funciona! ¡FUNCIONA! JA JA JA —La euforia de Superior se desbordaba ante el resultado de su hazaña. Su intensa risa maniática inundó la habitación mientras se elogiaba a sí mismo con júbilo —¡Lo logre! ¡El poder para viajar a realidades más allá de las 10 Dimensiones, FINALMENTE ES MIO! ¡SOY MÁS QUE ASOMBROSO!
La mayoria de los presentes compartian el asombro del Kraang por su maquina, pero para el grupo de ninjas y humanos la preocupación tambien era evidente en sus seres. Por lo que habían observado hasta ahora y por las palabras del alienígena, era obvio que esta máquina era una especie de portal a otros universos o dimensiones más allá de los que ellos conocian. Ahora, la pregunta era: '¿Qué planea hacer con esto?'
—¿Un Portal? —Comentó Garra de tigre al ver en primera fila el funcionamiento del umbral mientras el kraang-droide se acercaba a una de las computadoras —Conociendo a los de tu tipo, esperaba más que estuvieras creando un arma o algún medio para mutar la Tierra.
El Umbral pestañeo por ultima vez, permaneciendo fijo en un entorno desconocido que apenas podía distinguirse.
De uno de los extremos de la máquina, una sonda esferica sostenida por un brazo mecánico se adentraba al vórtice, desapareciendo de la vista en su interior.
El Kraang rió levemente ante la suposición del tigre mutante —Je je, temo decirte, bigotes, que la Tierra no es más que un objetivo secundario para mí, conquistarla no es algo que me interese… por el momento —Declaró, dejando confusos a todos '¿No le interesa la Tierra?' —Este planeta es una ganancia minuscula comparada con lo que YO podría obtener de otras realidades. Así que me ire, tengo grandes planes para lo que el multiverso desconocido me depara.
Desde las sombras, los pensamientos de las tortugas estaban en conflicto
—¿Se irá? —Abril se preguntó compartiendo los mismos sentimientos que sus amigos.
—Eso es bueno ¿No? —Casey también se preguntaba sin comprender del todo la torcida vision del alien.
Aunque no se podían negar las ventajas en la posible partida del Kraang Superior, Leonardo seguía pensando mientras observaba el vórtice —Si se va, no tendremos que preocuparnos por sus planes en la Tierra... pero él dijo: "por el momento"... ¿y si regresa? ¿y que podría traer consigo? —Dijó planteando una sólida posibilidad que causaba incertidumbre e inquietud.
—Pues yo no quiero saber qué clase de "recuerdito" podría traer de sus "vacaciones". Hay que volar esa cosa —Sugirió Rafael.
El resto del equipo estaba de acuerdo que lo que fuera que Kraang estaba tramando debía ser detenido por la seguridad de su mundo, pero tenían que ser cuidadosos en su siguiente acción. Donatello estaba a punto de sugerir algo cuando la voz del Tigre interrumpió sus pensamientos.
—Sea como sea, nosotros cumplimos con nuestra parte del trato. Ahora tu cumple con la tuya —exigió.
—Ah sí, el pago... —Su animo se decayó por un momento al recordar que aun tenia una deuda que pagar.
Si bien el cerebro andante consideraba la idea de no dar nada a cambio, la verdad era que se encontraba de muy buen humor como para incumplir el acuerdo que tenían… sin mencionar que sería un esfuerzo innecesario.
De una de las computadoras alienigenas, su Kraang-droide extrajo un dispositivo rectangular parecido a una memoria portatil y volteo hacia sus socios —Como lo prometí: la ubicación de la guarida de las tortugas.
—! —Si antes no estaban preocupados, las ultimas palabras del kraang los dejo completamente perplejos.
Aunque no debería sorprenderlos el hecho de que el Kraang Superior conociera su base secreta, dado que él había sido el unico de sus enemigos que había tenido exito en descubrir la ubicación de su hogar. El hecho de que ahora estuviera dispuesto a compartir esa información con el Pie y, por ende, Destructor; representaba una problematica que habían tratado de evitar desde hace casi dos años.
Debían impedirlo a toda costa.
Garra de Tigre observó el aparato con cautela —¿Cómo sé que es verídica? ¿Que nos garantiza que se trata de un truco?
—Ah por supuesto ¿Qué te parece si también te llevó de la mano para asegurarme de que no te pierdas? —El alienígena respondió con un tono sarcástico que dejaba clara su irritación. Su dedo metálico se acercaba peligrosamente hacia la pantalla del dispositivo —¡ESTA es la ubicación! Observa-
Era ahora o nunca.
*CRACK*
—¿¡QUÉ!? —Gritó de sorpresa al ver una estrella ninja incrustada en la ahora destruida memoria que sostenia en su mano.
Alarmados, tanto el Kraang como los mutantes del Pie se volvieron inmediatamente hacia la dirección de donde la estrella había sido lanzada.
*BOOM*
Una densa nube de humo los envolvió, obscureciendo por completo sus campos de visión. La confusión se apoderó del grupo. Bebop soltó un quejido al sentir un impacto en su costado, mientras su compañero rinoceronte bufó al ser abatido por la explosión de multiples discos de hockey con petardos adheridos que chocaron contra su rostro.
Entre la niebla, más estrellas ninja surgieron de la nada. Con un movimiento ágil, Garra de Tigre desenvainó su machete y bloqueó cada uno de los proyectiles con una concentración asombrosa.
El Kraang, percibiendo las figuras en movimiento entre la humareda, decidió cambiar su enfoque táctico. Las líneas en el brazo de su exoesqueleto comenzaron a irradiar un intenso tono violeta y azotó contra la nube de humo. Una violenta corriente de viento surgió de su embestida, dispersando el humo por completo, y así, dejando al descubierto a los responsables.
—¿¡Las Tortugas!? —exclamó dentro de su cuerpo robótico y en su enojo aplastó el dispositivo averiado en su puño. Furioso ante la constante molestia que representaba en sus planes la presencia de sus más despreciables adversarios; un sentimiento que compartia con sus socios —¡Ay por el amor de Kraang! ¿¡Como diablos me encontraron!?
Cada uno de los cuatro hermanos mutantes, junto con sus amigos humanos, se posicionó estratégicamente, rodeando a sus adversarios, empuñando sus respectivas armas en espera del inminente enfrentamiento.
—Ja, eso fue fácil goma masticada con ojos —Dijó Miguel Angel sujetando sus nunchakus en concentración.
—La proxima vez, no encargues tus mandados a un par de idiotas que usan una camioneta con sus nombres escritos en ella —Se burló Casey Jones blandiendo un bastón de hockey en sus manos.
Ante aquella explicación, los dos mutantes en cuestión se encogieron de hombros y se sumieron en un incómodo silencio, inmediatamente percibiendo la furia emanada por Garra de Tigre y el Kraang hacia ellos por su torpeza.
—¡Te dije que borraras nuestros nombres de la camioneta! —señaló el cerdo mutante a su compañero, intentando eludir ser el centro de la culpa.
—¿¡Por qué tenía que hacerlo yo!? Habiamos acordado que yo le instalaría el armamento —Contraargumento molesto Rocksteady.
—¿No pudiste al menos pintarla, ya que estabas? Cabeza de chorlito.
—¡Tu la usas más que yo! ¡глупая свинья!
Tanto el grupo de jóvenes como el Kraang levantaron una ceja, mirando confundidos el extraño y embarazoso giro en el ambiente que la tonta discusión entre los mutantes del pie estaba provocando.
Con los puños cerrados, la expresión en el rostro del tigre mutante junto a sus leves gruñidos reflejaban el descenso de la poca paciencia que le quedaba...
—¡No me hables así! Sabes que no entiendo Ruso.
Finalmente no lo soportó más —¡YA CIERREN LA BOCA!
Habiendo reprendido a sus socios, el felino mutante rapidamente desenfundó su pistola modificada y abrió fuego contra las tortugas. Los adolescentes reaccionaron esquivando la aguda punteria del tigre.
—Mas te vale que nos ayudes a matarlos si no quieres que terminen destruyendo tu proyecto de ciencias —Le advirtió al cerebro extraterrestre, sin perder su precision al disparar contra sus adversarios, para luego empezar su asalto contra un objetivo fijo.
—Tsk, debí haber construido en Jersey —murmuró con cierta molestia en su tono, pero su rostro denoto una mirada cruel —Aunque, mentiría si dijera que no anhelaba probar mis nuevas mejoras en estos desagradables reptiles.
Como un depredador listo para saltar hacia su presa, usó los brazos de su exosqueleto para impulsarse con el piso y abalanzarse contra las tortugas; desplegando navajas arqueadas con cuchillas que emitían un peligroso resplandor.
Una vez recuperandose del tiroteo de Garra de Tigre, los jovenes se abalanzaron contra sus enemigos en un ataque de frente.
Leonardo tomó la delantera, con sus katanas desenvainadas avanzó con agilidad hacia el kraang, apuntando asestar un par de cortes precisos, que fueron hábilmente bloqueados las cuchillas del androide. La reacción de Kraang fue intentar un puñetazo, que Leo logró esquivar con un salto en el último segundo, llevándose a la defensiva en su evasión.
Antes de que el alien pudiera continuar, Donatello aprovechó el instante de distracción del kraang y relevó a su hermano. Asestó golpes con su Bo, apuntando al costado y las rodillas del Kraang-droide, haciendo que perdiera el equilibrio momentaneamente.
—¡Pestes molestas! ¡No me van a arruinar otra vez!
La cabeza del androide se volvió, su mirada centelleando al fijarse en la tortuga de máscara morada. Sin previo aviso, un destello de energía láser estalló desde sus ojos, apuntando directamente hacia Donnie. Este último reaccionó con agilidad, esquivando por poco el ataque soltando un jadeo repentino —¡WOAH! —apenas a tiempo para desviar con su bastón el brillo punzante que se lanzaba desde la punta de la cola del androide. La cuchilla parecía tener vida propia, danzando en un asalto continuo, buscando conectar con el genio del grupo, quien desesperadamente se esforzaba por bloquear cada estocada.
La intervención de Leonardo fue inmediata: mientras su hermano se ocupaba de la acometida de la cola, él se lanzó al ataque contra la parte frontal de su adversario. Sus sables chocaban incesantemente con las extremidades metálicas del Kraang-droide, pero no lograban infligir daño significativo más allá de unos cortes superficiales. De repente, de uno de los brazos del androide se desplegó una torreta en su antebrazo, apuntando directamente a Leonardo y lo hizo retroceder con una lluvia de láseres que surcaban el aire.
En el otro extremo de la habitación, Rafael se hallaba inmerso en un feroz enfrentamiento contra Garra de Tigre. Ambos mutantes se sostenían en un tenso punto muerto, presionando con firmeza sus armas el uno contra el otro. El pistolero presionaba su machete, que se encontraba trabado contra los sai de la tortuga de bandana roja, en una prueba de fuerza donde ninguno de los dos estaba dispuesto a ceder.
—Te has fortalecido, tortuga. Pero tu solo no eres rival para mi —Con un ágil y repentino movimiento, Garra de Tigre aprovechó la fuerza de su adversario para acercarlo lo suficiente y lanzar un certero cabezazo contra Rafa. El joven ninja retrocedió, rodando en el suelo, aturdido por el impacto, pero se recompuso al instante, esquivando con destreza los proyectiles criogénicos que salían disparados de la segunda pistola del secuaz de Destructor.
—¿Quieres apostar?, Tigre Toño —Rafa dió un ultimo salto para esquivar las balas de hielo antes de dar una patada giratoria en el aire contra su oponente.
Abril y Casey se encontraban a la defensiva, tratando de evadir los proyectiles de luz de parte de Bebop. El jabalí mutante su forma de pelear era muy extravagante, como si ejecutara una extraña coreografía estilo pop ochentero. Entre risas estridentes, disparaba los láseres desde el equipo que llevaba en sus manos y caderas —¡Hee Hee~! —cada disparo iba acompañado de un grito peculiar imitando al rey del pop.
—¡Rinoceronte en camino! ¡ABRAN PASO!
La urgente advertencia de Miguel Ángel desde la retaguardia los alertó a ambos —¡Casey, Cuidado! —La joven pelirroja se abalanzó sobre el jugador de hockey, justo a tiempo para evitar la embestida de un iracundo Rocksteady. Este, sin tener exito, forcejeaba por deshacerse de la tortuga de máscara naranja quien, de alguna forma, se había aferrado a su cabeza, montandoló como si fuera un caballo.
En el suelo, ambos jóvenes lucharon por ponerse de pie cuando la voz burlona de su adversario mutante los interrumpió. —Aww, que tiernos se ven los dos. Casi me da pena hacer: ESTO —Casey sintió que todo el aire abandonaba su boca al recibir un contundente impacto en el estómago. Antes de que Abril pudiera reaccionar, un segundo ataque alcanzó su flanco izquierdo, cortesía de Bebop, quien desaparecía y reaparecía ante sus ojos mientras sus risas burlonas resonaban a su alrededor.
Era irritante cuando el jabalí se volvía invisible, pero continuaba mostrando una debilidad al hacerlo —Vamos niños, me estoy aburriendo, al menos hagan que esto se sienta intere-¡AUCH! —chillando cual cerdo, llevó su mano a su hocico al sentir cómo el abanico metálico de la joven psíquica lo impactaba.
—Y sigues sin cerrar la boca —Abril se mofó, orgullosa de haber acertado el golpe.
Su amigo, aprovechando el momento de distracción, se recompuso. Con su calzado, ahora equipado con ruedas, patinó hasta el jabalí para blandir su palo de hockey contra él.
—¡YEE HAW! ¡Corre como el viento, Rocoso! —En el caso de Mikey, él se la pasaba genial teniendo una ventaja sobre el oponente que el tocó.
—¡AY! ¡Quitate de encima! —Para Rocksteady, tener a una tortuga mutante sobre su cabeza, tirándole de las orejas constantemente, era una verdadera tortura. Corrió y forcejeó en un intento desesperado por liberarse, pero cada vez que intentaba usar sus enormes manos para atraparlo, estas eran repelidas por los nunchakus del joven ninja.
Sin embargo, en un ligero descuido, Mikey perdió la estabilidad cuando Rocksteady agitó su cabeza. Ahora se encontraba encima del rostro furioso del corpulento mutante, su única respuesta: una risa nerviosa. El rinoceronte bufó y aumentó la velocidad —¡Voy a aplastarte como una uva, tortuguita! —amenazó mientras se dirigía directo hacia una de las paredes de la habitación.
Mikey captó la estrategia del secuaz y con un grito de temor, saltó justo antes de ser aplastado contra el muro. *PUM* Rocksteady se estrelló de cara con toda su fuerza contra la pared, haciendo que polvo y escombros cayeran en cascada.
El rinoceronte ruso se desprendió de la pared, cuyos cuernos habían perforado, sobó sus adoloridas orejas antes de girarse molesto hacia la tortuga de bandana naranja. Sacando su mazo y hoz dorados, se lanzó en un asalto implacable contra el ninja.
Miguel Ángel se deslizaba entre volteretas y ágiles esquivas, manejando sus nunchakus con destreza para evitar ser aplastado o herido por las armas de su oponente. —¡Esto es por arruinar mi juego de esta noche! ¡HYA! —Remarcó y aprovechaba cada oportunidad para golpear el rostro de su adversario. —¡Y esto es por hacerme cancelar mi orden de pizzas! ¡WAOH! —Cada golpe aumentaba la frustración de Rocksteady.
—¡RAAAHH! —Rugió furioso mientras finalmente lograba embestir a la tortuga con su cuerno frontal, lanzándola por los aires.
El combate entre Rafael y Garra de tigre se había convertido en un intercambio violento de balas de hielo, laseres y estrellas ninja. Rafa esquivaba hábilmente la munición que venía del pistolero mutante, quien ahora se elevaba en el aire gracias al jetpack desplegado en su espalda. Tratando desesperadamente de cerrar la distancia entre ambos, el ninja saltó entre paredes y vigas sueltas para alcanzar con sus sai al asesino. Sin embargo, su táctica resultó ser un error fatal, ya que Garra de Tigre interceptó el brazo de la tortuga en el aire y lo lanzó de vuelta al suelo con una patada brutal.
—¡Uff! —Rafa y Mikey terminaron chocando el uno contra el otro y cayeron uno al lado del otro.
El ninja de máscara roja se incorporó para revisar a su hermano —¡Mikey! ¿Estas bien?
—Ugh... ¿Donde esta la gotera, señora?
—Meh, no estas tan mal.
Poco tiempo tuvieron para recobrar el aire, esquivando otra ráfaga de láseres y la estampida del gigantesco rinoceronte mutante.
La habitación entera albergaba la batalla campal entre ambos bandos, el frenético intercambio entre sables y proyectiles desencadenó un caos inevitable, donde el daño colateral era ineludible.
Para desgracia del kraang, mucho de esos destrozos también se extendían al poco equipo de computo y tecnología que poseía. Su enfado creció al darse cuenta de que eran sus propios aliados los que estaban empeorando el estado de sus preciadas pertenencias. —¡Oigan, Inútiles! ¡Tengan cuidado a lo que disparan!
Leonardo y Donatello se abalanzaron una vez más contra el enorme kraang-droide. Como una perfecta combinación de espada y escudo, los hermanos luchaban en total sincronía. El líder manejaba sus katanas, desviando los ataques láser del extraterrestre, mientras evitaba que las garras y la cola del exo-traje atravesaran su defensa, brindando así la oportunidad al genio que giraba su bastón para asestar golpes contundentes.
En un ágil movimiento, Leo hizo rebotar uno de los láseres, golpeando directamente la cabeza del androide y desorientándolo justo en el momento en que Donnie lanzó una estocada con su bastón, impactando en el abdomen donde la cara de Kraang recibió el golpe directo.
Superior retrocedió desorientado, pero mantuvo su intensa mirada en el duo de hermanos —¡Ya estoy harto de ustedes! —El mismo briilo de antes se extendió desde su torso y comenzó a girar repetidamente como un remolino, con los brazos extendidos chocando con las armas y desestabilizando a las tortugas. Una de las espadas de Leo salió despedida por el impacto. Ambos quedaron vulnerables ante lo que vendría a continuación.
Ninguno de los dos pudo reaccionar a tiempo, la cola del androide se enroscó rápidamente alrededor de Donatello, mientras que Leonardo recibía una patada frontal, las garras del pie aferrándose a su caparazón. Con una sonrisa maliciosa, el titán mecánico dio un potente salto mortal hacia atrás, llevando consigo a las tortugas atrapadas y lanzandolos hacia el extremo opuesto de la sala. Ambos quedaron aturdidos al chocar con uno de los muros y caer en la plataforma que sostenia el umbral hexagonal.
Leo le ayudó a reincorporarse, notando donde se encontraban y miró a su hermano con determinación —Donnie, yo lo distraigo, tú busca la forma de desactivar o destruir el portal —El de bandana violeta asintió, deseandole suerte a su hermano antes de separarse.
Donatello corrió hasta llegar al panel que controlaba la máquina 'Muy bien, veamos que tenemos aqui' ajustando sus gafas, el genio del equipo hizó su "magia". No era un secreto que no era la primera vez que manipulaba tecnología kraang, traducir los caracteres alienigenas para él era sencillo,entre varios de estos el capto entradas como: [Apertura Dimensional en Linea] [Sonda de Reconocimiento Desplegada] [Analizando Zona...] [...].
Sus acciones no pasaron desapercibidas por su el cerebro alienigena —¡TÚ! ¡Alejate de ahí! —Intentó llegar hasta el intruso que se atrevía a manipular su creación, solo para ser interceptado por el líder de las tortugas.
Leonardo, con su único sable en mano, adoptó una postura defensiva. Con una de sus katanas perdida y sin tiempo para recuperarla, el joven ninja se encontraba en clara desventaja. El armamento mejorado del kraang-droide demostraba ser un desafío formidable para un único oponente...
Y se ponía peor.
El joven lider cuestionaba aún más su propia suerte, cuando el exo-traje de su enemigo se extendía, incrementando su altura. Los brazos del androide se dividían en un par adicional de extremidades, cada una terminando en afiladas sierras circulares que emitían un chirrido agudo al oscilar.
'... Ay ¿Como se me ocurre?...' —Donnie, date prisa.
'Tengo que desactivarlo primero' pensó Donatello. Tecleó sin descanso, desentrañando los comandos necesarios para apagar la máquina. —Vamos... esto aquí... ingresamos aquí... y... ¡Listo! —presionó el panel, esperando el resultado...
[Cerrando portal... ERROR] [Conexión Inactiva]
—¿Uh? —quedó confundido al ver el mensaje desplegado en pantalla y que, después de unos segundos, el portal seguía activo. Expresó su confusión repitiendo el mismo procedimiento —¿y listo? — [Cerrando portal... ERROR] [Conexión Inactiva] sin cambio alguno.
—¡Casey Jones dispara... y ANOTA! —seguido de las palabras del vigilante, las explosiones de los pucks que chutaba ponian a Bebop en una situación peligrosa.
La pelirroja blandía su tessen y redirigia psíquicamente los petardos perdidos de su amigo contra el cerdo mutante, dejandole poco espacio para esquivar.
Pero tres podian jugar ese juego. El jabalí paso ambas manos remarcando su mohicano siendo este cubierto por un haz de luz violeta —¡SHAMONE~! —lanzó hacia los adolescentes un proyectil con la forma de su exhuberante peinado.
Abril y Casey se separaron de un salto, evitando por poco la poderosa explosión. El joven enmáscarado se levantó rápidamente para contraatacar.
La chica psíquica habría seguido enfocada en su enfrentamiento con el mutante... Si no fuera por un repentino presentimiento que la detuvo en seco. Apoderándose de su mente.
El cristal de los Aeones que colgaba de su cuello empezó a emitir una tenue luz y se elevó misteriosamente ante sus ojos —¿Qué? —se preguntó confundida. Esto nunca había pasado...
—Nri-... Svinzmz... -vh vhgl?... Fmz hzorwz...
Un suave pero incoherente murmullo recorría sus pensamientos de una manera tan vivida que que parecía resonar en sus propios oídos. Giró la cabeza hacia la dirección desde donde creía que provenía el sonido, y su mirada se clavó en el vórtice rosado que surgía del umbral de la máquina.
Como si toda fuente de luz se hubiera extinguido de repente, un profundo velo de oscuridad la envolvió por completo. Imágenes borrosas de lugares y personas, mujeres en su mayoria, que nunca había visto antes inundaron su mente, fusionándose en una visión que la desconcertó aún más:
*THUMP-THUMP*
Brillantes llamas azules danzaban alrededor de un extraño objeto tan negro como el carbón, emitiendo un sonido repetitivo que recordaba a los latidos de un corazón humano, aunque su forma era muy diferente a la de dicho órgano vital.
'un… ¿Cráneo?' ella pensó, examinando detenidamente aquel artefacto.
Su confusión se convirtió en una aprehensión que se arraigó profundamente en su ser, pero lo que la perturbó de verdad fue el efecto de las cuencas vacías y radiantes del "cráneo", que parecían mirarla fijamente, como la mirada intensa de un depredador que observa a su presa.
La visión se volvía cada vez más inquietante a medida que un ojo inhumano emergía desde la oscuridad en el fondo; seguido de otro... y otro, luego otro...
¡Miles de ojos invadieron completamente su campo de visión!
—¡AAAAHHH! —Gritó, sus manos se aferraron a su cabeza mientras apretaba los ojos con fuerza, en un intento desesperado por calmar la intensa jaqueca que la atormentaba.
El grito de la pelirroja alertó rápidamente a todos sus amigos, quienes aún estaban inmersos en sus respectivas hazañas —¡ABRIL! —exclamaron Casey y Donnie.
Con una motivación extra, el chico enmáscarado aprovechó un punto ciego en la atención de Bebop. Desplegó una porra electrica que surgió de su guante izquierdo y la estocó contra su enemigo. El cerdo mutante chilló de dolor al sentir la descarga de cientos de voltios recorriendo su cuerpo, para luego recibir el impacto de un stick de hockey en su rostro, dejándolo fuera de combate en el suelo.
Con su oponente derrotado, Casey corrió hacia su amiga —¡Abril! ¿Te encuentras bien? —preguntó preocupado, levantando su máscara y posando sus manos sobre sus hombros.
Donatello estaba a punto de dejar de lado lo que hacía para ayudar a la chica, pero fue detenido por un intenso *BUMM* que emanaba del portal. Un impulso que casi lo hizo perder el equilibrio.
[Anomalía dimensional detectada] [Cerrando Portal... ERROR] 'Eso... no puede ser buena señal' A pesar del conflicto emocional que sentía, decidió priorizar su tarea. Sin embargo, por más que intentara decodificar la máquina, parecía que el vórtice se negaba obstinadamente a cerrarse.
El resto de las tortugas se había reagrupado, formando una barrera que impedía que el kraang y los mutantes del Pie se acercaran a su hermano intelectual. El enfrentamiento se volvia cada vez más reñido con ambos bandos motrando desgaste por la batalla prolongada —¡Donnie! ¿Quieres apresurarte? —exclamó Rafael antes de volver a abalanzarse a la pelea.
—Lo intento, pero el portal no responde a los comandos que ingreso en el panel —*BUMM* Un segundo pulso, acompañado de furiosos relámpagos, surgió del portal, obligando al joven mutante a agacharse antes de retomar sus intentos desesperados por controlar la situación —Vamos, por favor funciona.
No quedaban muchas opciones. Mientras sus hermanos mantenían a raya a sus enemigos y Casey se aseguraba de que Abril estuviera bien, Donatello comenzó a considerar otras alternativas para apagar la máquina. A pesar de los intentos por apagarla, la máquina seguía sin responder a los comandos ingresados. La opción más viable parecía ser desconectarla por completo de sus fuentes de energía.
Sin embargo, esta solución planteaba problemas. En primer lugar, el cableado estaba soldado de manera reforzada, lo que hacía casi imposible cortarlo sin herramientas especializadas. Y en segundo lugar, a parte de no contar con algún tipo de explosivo remoto para detonar, si intentaba destruir directamente las celdas de energía, aún si sobrevivían a la explosión resultante, corrían el riesgo de colapsar todo el complejo sobre ellos.
Sobrecargar la máquina tampoco era buena opción, causaría un efecto mucho más desastroso y no solo no tendrían el suficiente tiempo para escapar, sino que incluso ocasionaría la destruccion de una cuadra entera.
—Ugh... Chicos... —Abril, quien estaba arrodillada y se quejaba continuamente, sufriendo de una presión insoportable en su cabeza.
Casey, por su parte, hacía todo lo posible para apaciguarla. —Tranquila, Abril, solo resiste un poco más si-¡Woah! —el joven se sorprendió al ver cómo la joya de cristal que colgaba del collar de su amiga levitaba de repente. Bruscamente, tirando del cordón alrededor de su cuello, y la punta del cristal se orientó hacia adelante, como si intentara halar a su dueña en dirección al portal del Kraang.
Los susurros en su mente resonaban ahora como frases completas, provocando un eco que parecía ser conversación, pero para la chica, las voces seguían siendo igual de incomprensibles.
—Bz xzhr... ol gvmtl...
—Svinzmz... gvm xfrwzwl... vhgl vhgz wivmzmwl... mfvhgiz vmvitíz...
—Mzwz wv vhl... ¡Eznlh z hzori wv zjfí! ¡Gvmvnlh jfv hzori!
Sus sentidos estaban al limite, sentía que su cabeza estaba a punto de explotar. No sabía cómo o por qué, pero todo, hasta lo más profundo de su ser le gritaba que aquellas voces distorsionadas provenían del vortice del portal. Y finalmente lo comprendió.
Resistiendo el dolor con todas sus fuerzas para lograr articular su voz, llamó a sus amigos —¡Chicos! ¡Donnie! ¡Algo esta tratando de cruzar el portal!
Para ellos, especialmente para Donatello, la presión se volvía abrumadora. Leo, Rafa y Mikey estaban perdiendo terreno contra sus repectivos oponentes. Con cada minuto que pasaba, los pulsos del portal se intensificaban. Las gafas Videntes de Donnie confirmaban la advertencia de Abril al detectar una especie de apertura dimensional que mantenía activo el umbral desde el otro lado.
—¡Apartense, estorbos! —Leonardo soltó un quejido al recibir brutalmente un golpe de revés de la mano del kraang-droide, haciéndolo caer al suelo.
Con la oportunidad, el Kraang corrió hacia el panel, extendiendo su mano.
Sus garras a punto de rozar el caparazón de la tortuga de la máscara violeta.
Al mismo tiempo, un par de siluetas, aparentemente humanas, comenzaban a hacerse visibles entre las ondas del vórtice rosado.
—¡NO DEJES QUE SALGAN!
Y Abril no pudó contenerlo más.
En un destello, sus ojos brillaron con un azul celeste intenso y sus cabellera se elevó como si de estatica se tratase. Un grito potente escapó de sus labios mientras un estallido de energía psíquica concentrada emanaba de su ser.
Todos en la sala fueron azotados por una onda de choque tan veloz que se extendío hasta alcanzar el lugar donde reposaba el umbral. Casey, quien se encontraba cerca de Abril, fue arrojado varios metros lejos de ella. Las jóvenes tortugas cayeron dispersas en los escalones de la plataforma, mientras Garra de Tigre y Rocksteady también fueron derribados. Donnie chocó bruscamente con el rostro apoyado sobre el panel de control, y Kraang fue lanzado, pasando al joven tortuga por encima hasta alcanzar los pies de su máquina.
El umbral hexagonal, por su parte, recibió la mayor parte de la presión del poderoso pulso psíquico de la chica. Rayos y centellas se esparcieron por toda la maquinaria extraterrestre, haciendo que las pantallas de los ordenadores parpadearan y se distorsionaran por la súbita liberación de energía.
Abril, agotada, se desplomó inconsciente en el cráter formado debajo de ella como consecuencia de la demostración de tal poder.
...
Por unos instantes, hubo calma. Entre quejidos y gruñidos de dolor, poco a poco, la mayoría recuperaba la consciencia —¿Todos estan bien? —Preguntó la tortuga de bandana azul.
—Sigo vivo... —Rafael siseó al sentir dolor por el impacto que recibió —Aunque no se si es buena o mala suerte-Oww.
—Tengo la cabeza revuelta hermano —'Eso no es nuevo'
Los dos mutantes del pie que aún conservaban la consciencia se levantaron, visiblemente desorientados por el pulso psíquico. Confundidos por lo que acababa de suceder, pero aún dispuestos a reanudar la pelea.
Casey sentía un molesto pitido resonando en sus oidos al intentar levantarse 'Espero no haberme roto algo' pensó mientras volvía a dirigir su mirada hacia la causante del suceso anterior y corrió a toda prisa hacia ella —¡Abril! ¿¡Puedes oirme!? ¿¡Estas bien!? —exclamó, pero su amiga no respondió. Preocupado, el joven revisó sus signos vitales lo mejor que pudo. Afortunadamente, seguía viva, lo cual fue un alivio, pero era evidente que necesitaba ayuda urgentemente —¡Chicos! ¡Abril esta inconsciente!
Donatello, adolorido, alzó la mirada del panel de control. Su vista se ajustó para ver al titan robotico que Kraang Superior usaba como cuerpo elevándose frente al todavía activo portal. La mirada furiosa y llena de odio del alienígena se fijó en el genio, mostrando su una clara disposición de desplegar todo su armamento contra él...
Pero, ambos fueron interrumpidos... un ligero estruendo seguido por una ligera brisa que pasó por sus cuerpos. Una corazonada común los hizo voltear para mirar el portal, sin esperar lo que estaba por suceder.
*FWOOSH*
La brisa se convirtió en un vendaval extremo, una potente fuerza los amenazaba con arrastrarlos de sus posiciones. Donatello se aferró con fuerza al panel mientras el Kraang-Droide se anclaba al suelo de la plataforma. Quedaron momentáneamente desconcertados por este extraño suceso, el cual parecía empeorar con cada segundo que pasaba.
Finalmente, una terrible realización se apoderó de ellos: No se trataba de un simple vendaval; era el propio portal, actuando como un agujero negro, absorbiendo todo lo que se encontraba en la sala hacia su interior.
—¡Sujetense de algo! —La advertencia de la tortuga de máscara morada, pusó al resto en alerta. A los pocos segundos, todos los presentes pudieron sentir la fuerza atrayente del "vendaval" que el vortice estaba ocasionando.
Dicha fuerza iba en aumento, sacudiendo los cimientos del complejo. Tanto los suelos como los muros se estremecían como si estuvieran siendo sacudidos por un terremoto, y varios objetos pequeños salieron volando para ser absorbidos por el voraz portal.
La intensidad de la fuerza fue tal que Donatello soltó un grito de temor al sentir cómo su cuerpo era levantado —¡CHICOS, AYUDENME! —gritó con angustia, buscando la asistencia de sus compañeros mientras luchaba desesperadamente, agarrado al borde del panel, con el resto de su cuerpo colgando en el aire.
—¡DONNIE! —los tres hermanos gritaron en unísono al notar el predicamento en el que encontraba el genio del grupo. Con cuidado, los tres avanzaban por la plataforma, usando las barandillas como soporte.
—¡Resiste, Donnie! —Mikey sujetó la mano extendida de Leo, quien a su vez tomó la de Rafa. El de máscara roja se mantuvo agarrado a la barandilla y Mikey la soltó, formando una cadena humana improvisada entre los tres para rescatar a su hermano. La tortuga de naranja estiraba su brazo lo más que podía para alcanzar a Donnie —Ya casi... un poco más. ¡Te tengo! —logró sujetar la mano de su hermano.
—¡Aún tengo que apagar el portal! ¡Usen sus pistolas de garfios! Así estaremos más seguros —sugirió la tortuga con el bō.
Mikey miró de reojo a sus hermanos esperando a que alguno de ellos siguiera la sugerencia... pero ninguno lo hizo —Umm, ¿Y... si mejor usamos la tuya? —le preguntó con una nerviosa sonrisa a Donnie.
—¿¡Qué!? ¿¡Ninguno trae su pistola de garfio!? —respondió molesto ante tal descuido, aún sabiendo que él tampoco tenía la suya.
A lo que Rafa contestó —¡TU traes unas gafas de VR y un desodorante apestoso, si alguien debería traer su pistola de garfio, eres tú!
—¡Son de AR! ¡Y ESO es precisamente a lo que me refiero! ¡YO soy el que tiene que cargar con todo aquí!
—¿¡Podemos discutirlo después de salir de esta con vida!? ¡Donnie, apagalo! — ordenó Leonardo mientras sus hermanos comenzaron a tirar para mantener a Donatello sobre el panel. Tratar de mantenerse estable y evitar ser engullido al interior de una grieta en el espacio-tiempo, con una sola mano libre para manipular la máquina, tendría que esforzarse el triple para que fuera suficiente.
El cerebro alienigena, aferrándose con sus garras a la superficie metálica, se veía arrastrado lentamente hacia su propia creación. Sus garras crujían contra el metal y dejaban marcadas líneas sobre la superficie, y en medio del pánico, gritaba —¡No! ¡NO! ¡NO OTRA VEZ! —Desesperado, utilizaba todas sus extremidades para sujetarse a los bordes del umbral y evitar ser absorbido —¡Tontas Tortugas! ¡No se desharán de mí otra vez! —exclamó con rabia y temor mientras luchaba por mantenerse fuera del portal.
En un intento por encontrar algo a qué aferrarse, extendió su brazo, logrando agarrar el pie colgante de Donatello y tirando de él para alejarse del remolino dentro de la estructura. El joven ninja gritó de sorpresa al sentir la extremidad mecanica aferrarse a su pie, y tanto él como sus hermanos gruñeron al percibir el peso extra que había sido añadido. Angustiado, Donnie intentó patear la mano del androide para liberarse, pero sus esfuerzos no dieron resultado alguno.
En el centro de la habitación, las cosas también se ponian turbulentas para el resto.
Casey había cargado el cuerpo inconsciente de Abril hasta un esquina resguardada de la sala, cubriendo a ambos de la fuerza gravitacional generada por el portal.
Mientras tanto, Garra de Tigre se mantenía a distancia usando su jetpack, propulsándose al máximo para evitar ser arrastrado por el vendaval. Afortunadamente, su socio Rocksteady, siendo más pesado y corpulento, lograba mantenerse firme y no ser desplazado por los fuertes vientos. Sin embargo, el rinoceronte mutante notó la forma inconsciente de su compañero Bebop, siendo lentamente arrastrado en dirección al umbral, al igual que las cosas que les habían encargado que trajeran. Sin dudarlo, fue en su rescate.
—¡Hay que salir de aquí! —El tigre mutante sugirió la retirada. Aunque la idea de marcharse sin haber acabado con sus enemigos hería su orgullo, priorizar su propia vida era lo más sensato en ese momento. No obstante, al evaluar la situación actual, consideró que aún podría tener una última oportunidad para eliminar a las tortugas.
—¡Camarada! —Rocksteady llamó intentando despertar al jabalí desmayado, alzando su cuerpo entre sus manos —¡Despierta, debemos irnos!
Bebop soltó un débil gruñido mientras recobraba el conocimiento. —¿Rock? ¿Qué ocurre? ¿De que me perd-¡AHHHH! —Antes de que pudiera terminar su pregunta, un grito desgarrador escapó de sus labios.
Al alazar la mirada, por una milesima de segundo su terror se volvió mutuo al ver una viga que, desprendida del techo de la sala, se precipitaba a gran velocidad hacia ellos —¡AHH-UFF!
El impacto los lanzó violentamente, haciéndoles perder el agarre mientras eran bruscamente jalados por la corriente de vientos. Los dos mutantes gritaban por sus vidas. Las cajas, repletas de tecnología alienígena y canisters de mutágeno, se abrieron al colisionar con ellos, esparciendo su contenido por el aire. Todo siendo aspirado hacia el interior de la estructura hexagonal.
Al escuchar la conmoción, Rafael se volteó y reaccionó ante la avalancha de objetos que se avecinaba hacia ellos. —¡CUIDADO! —Advirtió a sus hermanos, quienes intentaron cubrirse y agacharse para evitar ser golpeados por algún proyectil suelto. Incluso Mikey metió su cabeza en su caparazon, esquivando por poco un frasco de aquel líquido verde. Todos quedaron sorprendidos al ver a los aterrorizados Bebop y Rocksteady volar sobre ellos.
En cuanto a Kraang Superior, al notar a los dos mutantes que encabezaban el "torbellino" y se dirigían hacia él a toda velocidad, solo pudo expresar resignación.
—Ay, kraang... —antes de ser impactado.
Y en un instante, los tres enemigos de las tortugas junto con todos los objetos sueltos de la sala fueron engullidos. Sus gritos de terror lentamente se desvanecieron en el interior portal...
'Bueno... un problema menos' Aunque los cuatro quedaron algo desconcertados por el destino de sus enemigos, sin el kraang-droide sujetando su pie y habiendo evitado ser absorbido con Kraang Superior y los secuaces del Destructor, Donnie pudo concentrarse mejor en apagar el umbral.
Desafortunadamente para el equipo, el tubo que sotenía Rafa, al no soportar el esfuerzo de los cuatro hermanos, se desprendió de un extremo de la barandilla. Los ninjas gritaron de sorpresa al abruptamente ser acercados al portal. Leonardo y Miguel Ángel mantenían sus agarres; Donatello fue alejado del pedestal con los controles y ahora tenía los pies rozando el interior del vortice dimensional mientras que Rafael se aferraba desesperadamente a la barandilla suelta, esperando que esta aún pudiera soportar el peso de los cuatro —¡NO SE SUELTEN!
Con un problema extra, los cuatro hermanos ignoraban la presencia del último de sus enemigos aún presente en la habitación.
Garra de Tigre, quien se había aferrado a una columna con su jetpack a toda potencia, se encontraba en una situación desfavorable. Las Tortugas habían arruinadotodo una vez más y ahora sus socios habían desaparecido, posiblemente muertos, en cualquier lugar al que llevase el portal del Kraang.
Dada la situación, no hacía falta ser un genio para darse cuenta de que quedarse sería una muy probable sentencia de muerte. Estaba a punto de irse para regresar con Destructor y explicar el desafortunado fracaso, cuando notó cómo los jóvenes ninjas se sujetaban el uno al otro para evitar sufrir el mismo destino que sus compañeros.
Una idea surgió... y sonrió de manera siniestra, denotando una intención asesina contra los hermanos mutantes. Con su mano libre apuntó su pistola, su posición le brindaba un ángulo más que favorable para acabar con los cuatro de un solo disparo. Su dedo indice listo para apretar el gatillo —Adiós, reptiles...
—¡Déjalos en paz, furro mutante! —Casey, milagrosamente, se abalanzó hacia el asesino del Clan del Pie, su bastón de hockey conectando con fuerza contra el rostro del felino.
Garra de Tigre soltó un quejido —¡AARGH! —*BANG* pero aun así, se dedo apretó instintivamente el gatillo.
El mundo parecía moverse en camara lenta, el chico veía cómo el láser de la pistola del tigre se disparaba en dirección a sus amigos. El rayo avanzó hasta impactar, no con alguna de las tortugas, sino con el barandal al que se aferraban.
Rafael apenas percibió como su único soporte se desprendía. Sin la oportunidad de encontrar algo más a que sujetarse. Primero fue Donnie, luego Mikey, Leo y finalmente él. Solo pudieron observar como el que tenían enfrente desaparecia entre las ondas de la apertura dimensional mientras eran atraídos a su interior.
—¡AAAAAAHHHHHhhhhh...! —En cuestión de segundos, los cuatro hermanos fueron succionados hacia el interior del vórtice. Desapareciendo de la vista de todos los presentes.
—¡CHICOS! ¡NO! GRK- —Su angustia por el destino de sus amigos fue rápidamente reemplazada por el terror cuando Garra de Tigre cerró sus garras alrededor de su cuello.
El rostro enmascarado del joven quedó a escasos centímetros de los colmillos del mutante —Pequeño idiota, solo te condenaste a ti mismo —intentó golpear, patear y forcejear, pero el agarre del felino era inquebrantable —¡MUERE!
Una brutal patada en su estómago casi hizo que perdiera la conciencia por el dolor. Lo peor fue cuando secuaz de Destructor finalmente lo soltó, dejándolo a merced del remolino que lo arrastraba hacia el portal.
En cuanto a Garra de Tigre, su cohete lo propulsó fuera de la habitación.
Apenas consciente, Casey solo podía ver como todo daba vueltas provocandole un mareo terrible. '¿Voy a morir?' pensó con incertidumbre, sus amigos y familia pasaron por su mente mientras sentía la fuerza que lo avanzaba hacia el umbral. Sin la oportunidad de gritar, solo podía esperar que, al cruzar esa puerta, tanto él como sus amigos continuaran vivos en el otro lado.
Justo antes de que su cuerpo desapareciera en el vortice rosado, su mano se estrelló contra el panel. Los controles volvieron a cobrar vida, mostrando inscripciones alienígenas que nadie tuvo la oportunidad de leer:
[Conexión Reestablecida] [Multiples Aperturas Dimensionales Detectadas] [Iniciando Apagado Completo]
...
Instantaneamente, todo se detuvo. El remolino cesó de golpe y la puerta dimensional se cerró. Toda la maquinaria extreterreste se apagó junto con sus respectivas fuentes de energía. Después de que todos los objetos que quedaron en el aire finalmente cayeron al suelo, todo quedó sellado en un silencio profundo.
Segundos, minutos, horas, no sabía cuanto había pasado en el momento en que volvió a abrir los ojos. Abril estaba desorientada, recostada en el suelo. Los dolores de cabeza desaparecieron pero un inquietante sensación de incertidumbre persistía.
Al recobrar la consciencia, la joven pelirroja se encontró aún en la sala donde se ubicaba la máquina del Kraang. Sin embargo, todo estaba en penumbras, de la misma manera que cuando había llegado con sus compañeros. Y ahora que lo notaba, no había rastro alguno de ellos.
Se puso de pie y comenzó a explorar la habitación. Era como si un desastre natural hubiera ocurrido y destrozado gran parte de lo que había dentro. —¿Donnie? ¿Casey? ¿Leo? —Sus llamados solo hicieron eco en el abrumador silencio que la rodeaba —¿Alguien?
Esto no tenía sentido. Ella sabía que ellos no la habrían dejado atrás, no de esa manera.
Su primera acción fue llamarlos por celular, recorriendo su lista de contactos hasta dar con los numeros de cada uno... pero cada llamada resultaba en el mismo tono: fuera de servicio o no disponible. Trató de recapitular los eventos previos a su desmayo, recordaba las peleas contra el kraang y los secuaces de Destructor, la extraña visión que había experimentado, las voces que parecían susurrarle y los persistentes dolores de cabeza que le provocaban.
Por ultimó, vagamente recordó esa repentina descarga de poder que había sentido. La sensación que se acumulaba hasta volverse insoportable, antes de simplemente estallar.
No muy lejos de ella, encontró una de las katanas de Leo incrustrada en uno de los muros. Con un esfuerzo, la extrajo y la sostuvo por un momento, contemplándola con pesar. Un pensamiento terrible cruzó por su mente... ¿Acaso ella... '¡No!' se reusó a pensar de esa manera. Sus amigos estaban bien... tenían que estarlo.
Examinó la habitación en busca de respuestas, y su mirada se posó en el ahora estropeado umbral hexagonal. ¡El Portal! Esa debía ser la respuesta. Si los chicos no estaban aqui, tal vez cruzaron el portal.
Ella tenía que sacarlos, hacer que volvieran... ¿pero como?
Su urgencia por recuperar a sus amigos la llevó directo al panel de control frente a la estructura. Pasó un tiempo considerable intentando descifrar el funcionamiento de la máquina, pero cada esfuerzo fue en vano.
Ella era lista, pero no tan lista. La tecnología Kraang estaba a otro nivel y esto era más experiencia de Donnie.
'¡Vamos!' Intentaba contener su mente centrada sin caer en la frustración, viendo como cada intento por activar el portal fallaba. Nada respondia y la verdad... empezaba a preocuparse y mucho.
No era la primera vez que sus amigos eran transportados a otra dimensión, pero aun asi, no ayudaba a calmar su angustia.
No podía rendirse; sus amigos podrían estar atrapados en una dimensión desconocida, tal vez incluso peor que la Dimensión X, sin posibilidad alguna de regresar. Necesitaba encontrar ayuda para traerlos de vuelta.
'Chicos... donde sea que esten... por favor, esten bien.'
—¡AAAAAHHHH!
Dentro del vórtice rosado, las cuatro tortugas ninja se retorcían en una espiral interminable, gritando a medida que eran arrastrados por la ruptura en el tiempo y el espacio.
A pesar de lo familiar que era el panorama, la sensación de déjà vu no ofrecía ningún consuelo.
Leonardo luchaba por mantenerse sujeto a sus hermanos, pero la fuerza centrípeta que los sometía los forzó a separarse. Los cuatro fueron arrojados en diferentes direcciones.
La tensión lo acongojaba aún más al ver cómo, uno a uno, sus hermanos desaparecían de su vista. Llegando a lo que parecia ser el final del vórtice, cada uno de ellos había a travesado en una grieta en el espacio en un resplandor.
...
En un abrir y cerrar de ojos, la tortuga líder apenas notó el cambio en su entorno. se vio arrojado desde el vórtice rosado hacia un oscuro cielo nocturno. Su cuerpo descendía en caida libre, a pocos metros de estrellarse contra el suelo.
—AAAHH-*CRASH* ...
'¿Por qué siempre de cara?'
Depués de unos segundos, haciendo a un lado el dolor por el impacto de la caida, Leo se levantó y enfocó su vista en su paradero actual.
A pesar de estar al aire libre, la zona estaba parcialmente iluminada, lo que le permitío ver que se encontraba en el techo de algún edificio singular.
A medida que se acercaba a uno de los extremos, Leo notó que la estructura se encontraba a una altura considerable, como si estuviera sobre una especie de plataforma elevada. Desde su posición, apenas divisaba indicios de otros edificios en el horizonte. Tendría que acercarse al borde para obtener una mejor vista.
Mientras reflexionaba sobre su situación, también observó la presencia de individuos en el suelo. Soldados, o al menos el uso de uniformes de verde militar y de armas de fuego le daban esa impresión. La mayoría cubriendo sus rostros bajo máscaras de gas.
Al principio, la presencia de humanos le hizo pensar que aún estaba en la Tierra, pero había un par de cosas que refutaban su pensamiento:
En primera, la vestimenta y el armamento que los soldados usaban podrían describirse como: Anticuados. Leo no era un experto en historia o armas de fuego como Donnie, pero todo esto le daba vibras de la Segunda Guerra Mundial. El hecho de que pocos soldados hasta llevaban una banda de brazo roja con un emblema no calmaban sus dudas.
En segunda, tuvo que mirar dos veces para asegurarse de que su imaginación no lo estuviera engañando: algunos de los que tenían la cara descubierta exhibían rasgos que no eran propios de los humanos. Muchos poseían orejas, ojos y rasgos faciales, e incluso colas de animales. Digo, incluso algunos hasta tenían la apariencía completa de un animal pero con rasgos antropomorficos.
Otra peculiaridad que lo desconcertó fue la presencia de una cantidad considerable de dirigibles sobrevolando la oscuridad de la noche. Muchos de ellos llevaban en los costados el emblema de una bandera roja, con un símbolo negro de un paraguas sobre un fondo blanco. El mismo emblema que los soldados portaban ahora que lo notaba.
'Creo que ya no estoy en Kansas' — ¿¡En donde rayos estoy!?
Y Cliffhanger
Uff... ¡Listo!
¿Qué les pareció?
Se que esto es algo cliché de Isekai, pero la verdad es que disfruto mucho de esto. Trate de hacerse sentir lo más "organico" que pude.
Ahora, en cuanto a aclaraciones, pues, habrán notado los cambios al canon:
En primera, Las nuevas gafas "Videntes" de Donnie. Me pareció apropiado darle este artilugio a Donatello ya que siento que queda con el personaje, pero no quería que chocaran mucho con el estereotipo de "Es inteligente, asi que debe usar lentes". Asi que decidí hacerlas un poco más funcionales, pero aún son un trabajo en proceso, para que no esperen que estas resuelvan todo por que sí. Estan basadas en el equipo que utiliza tanto en las peliculas de Michael Bay y en la serie de RISE (Ya se, no son los mejores proyectos de TMNT, aunque tenían potencial que dar); pero con un diseño más sofisticado, casi parecido a los modelos de gafas inteligentes la vida real.
En segunda, La mención de Renet alterando la linea del tiempo. Para esto quiero dar un SALUDO enorme a: Iron117Prime, el autor de la saga de "Frozen Turtles" (historias crossover de TMNT y Disney Frozen). Su trabajo es muy bueno y les recomiendo leerlo (Aquellos que no se les dificulta las historias de habla inglesa).
Volviendo al tema, (pequeño spoiler) este fue uno de los cambios que él también realizó en su historia y la verdad yo estoy muy deacuerdo con él. Me pareció ser lo más sensato dado como sucedieron las cosas en la serie original (lo cuál me pareció apresurado y sin sentido). He de aclarar que NO me quiero aprovechar de la creatividad de los demás, ni TAMPOCO quiero parecer que me estoy robando ideas, así que debo dar el debido credito a este admirable Autor quien ha puesto todo su empeño en su trabajo.
Iron117Prime, si llegas a leer esto, eres asombroso y tus trabajos es de los mejores que he leido (¡Por favor no me demandes! XD) / if you happen to read this, you're amazing, and your work is among the best I've ever read. (Please don't sue me! XD)
En tercera, el diseño del nuevo Kraang-droide de Kraang Superior. Me imagino que muchos que son conocedores de la versión de RISE, habran notado en que esta basado. Solo les puedo decir que: Todo tiene una razón de ser en esta historia.
Los invitó a dejar un comentario, consejo o sugerencia, Si les parece entretenida o aburrida mi historia, Si hay algo que me salte del canon tanto de las Tortugas Ninja o Skullgirls, Si creen que puedo mejorar mi humor XD; con confianza pueden hacermelo saber.
¡Denle a favoritos y sigan!
Esta historia tambien esta disponible y actualizada en Wattpad, para su preferencia.
La versión en Inglés de esta historia ya esta disponible, por si quieren echarle un vistazo. / The English version of this story it's already available. So Why the Hell are you complicating yourself with this? Go check it out! (Unless you are practicing Spanish or just want to read the early updates).
Sin nada más que decir, Dios los bendiga mis chavos.
Una muy Feliz Navidad y prospero Año nuevo.
Nos vemos a la próxima.
Cozmiik, fuera.
