You really got me
Flechazo
Conforme la embarcación se acercaba al puerto, el cambió de clima se agradecía. Shurima e Ixtal eran unas regiones muy interesantes, con una rica cultura, paisajes preciosos y mucho por ver, pero el calor era asfixiante y el ambiente fresco de Piltover era el oasis que necesitaba en aquel viaje.
Cuando el ferri arribo, Lux fue de los primeros pasajeros en descender pues tenía mucho por ver y muy poco tiempo, había tomado más días de los que creyó recorrer todo lo que quería de las últimas dos regiones y si quería ponerse al día tenía solo un par de días para disfrutar de piltover y Zaun.
Lo primero que hizo fue buscar hospedaje barato, no fue difícil siendo que no temía preguntar a pesar de no conocer del todo el idioma, y que además se topo con gente muy amable. Hizo check-in en un hostal, fue una agradable sorpresa darse cuenta que sus compañeros de cuarto eran un grupo que había conocido en El Monte Targon, que también estaban en un viaje por todo runaterra y no solo eso, eran oriundos de Jonia, su siguiente parada.
—¡Hey, Lux! — saludo una chica de ojos rasgados y cabello negro en cuanto Lux entro a la habitación que tenia varias literas que la verdad no lucían muy cómodas, pero por el precio nadie podía quejarse.
—¡Akali! — la rubia no pudo evitar soltar un grito de emoción, además de dar saltitos infantiles hasta que llego a la joven para abrazarla con fuerza —¡Creí que no volvería a verte! ¿Están los otros también? Me encantaría saludarlos. —
—¡Ay! ¡Yo también lo creí! Pero el destino jamás se equivoca. — ambas se separaron, con una gran sonrisa en sus rostros —Sí, pero en cuanto llegamos se fueron a ver la ciudad, yo no quise acompañarlos porque realmente estoy cansada y quiero tomar una siesta. Este viaje ha sido toda una aventura, pero también súper cansado. — suspiro sentándose en su litera.
Lux asintió en silencio, había días en que realmente no quería levantarse de la cama, pero su sed de aventura era motivación suficiente para seguir con todo aquello, eso y que estaba segura que su tía le había regalado este viaje segurísima de que volvería a las pocas semanas a casa. ¡Cuan equivocada estaba! Ahora más que nunca quería vivir el mundo.
—¿Qué tal va todo? — la voz de Akali la saco de sus pensamientos.
—¡De maravilla! — Lux dejo su gran mochila en la única cama libre de la habitación compartida —No hubo día en que no aprendiera algo nuevo, Shurima e Ixtal son regiones interesantísimas. —
—Sí que lo son. — estuvo de acuerdo Akali — Pero ¿Paso algo? Nosotros ya te hacíamos en Jonia. —
—Oh bueno…— Lux comenzó a reír —… es que sinceramente me costó despedirme de Shurima e Ixtal, siento que me falto mucho por ver y me retrase un poco. Por suerte Piltover y Zaun no tienen tantos paisajes y estaré sólo un par de días antes de irme a Jonia. —
—¿De verdad? ¡Nosotros también! Esta es nuestra última parada ¿Qué tal si nos vamos juntos a Jonia? Sirve que te doy un tour personalizado. —
—¿De verdad? ¡Me parece fantástico! — La demaciana pensó que tenía mucha suerte y su animo, de por si chispeante, tomo más fuerza —Entonces deja me apuro. — busco en su mochila su cartera y cámara fotográfica —No hay mucho tiempo, pero quiero aprovecharlo al máximo y además tu necesitas descansar. — se aproximó a la puerta donde se detuvo para hacer un gesto de despedida con la mano. —Nos vemos más tarde. — dijo antes de salir.
Paso el día entero de aquí a allá, no se detuvo ni si quiera a comer, para alimentarse compro comida rápida que pudiera ingerir mientras caminaba y es que no quería perderse los tours gratuitos, sobretodo el del museo principal de Piltover que tenía los últimos avances en tecnología, no era su fuerte, pero no por ello resultaba menos interesante a los ojos de una joven como ella que sólo quería verlo todo.
Cuando ya era bien entrada la tarde y la mayoría de lugares históricos estaban cerrados se dirigió al puente atirantado que dividía Piltover de Zaun y tomo un par de fotografías. No era profesional, pero tampoco se le daba tan mal o al menos eso le decía su hermano cada que le respondía algún correo en el que le mandaba sus capturas. Durante este viaje había descubierto muchas cosas de sí misma como este pasatiempo y su amor por la historia, nunca le había interesado estudiar una carrera universitaria, su familia tampoco se la exigía, al ser hija de una familia pudiente lo único que esperaban de ella era que se casara con un hombre de su misma clase social para ampliar su círculo social. En cuanto llegará vería la manera de estudiar algo relacionado a la investigación o historia, sabía que su familia probablemente no la apoyaría, que este viaje no había sido más que para darle la sensación de que tenía opciones, pero estaba dispuesta a alzar la voz por lo que quería y dejar de arrastrarse por los ideales de su familia que ni si quiera sabían de sus preferencias sexuales.
Allí, en medio del puente, se dio cuenta de la diferencia de esas dos ciudades. Piltover tenía colores blanco y oro mientras que Zaun era negro y verde. Le habían aconsejado no visitar la segunda, le decían que no había nada bueno que ver, pero persistente como ella sola pensaba todo lo contrario, esos colores que comenzaban a brillar en la apenas incipiente oscuridad le atraían, ya sería mañana, estaba cansada, quería una cena más o menos decente, un baño rápido y dormir bien.
Después de comprar algo rico para cenar se dirigió al hostal y tomo una ducha rápida en las regaderas compartidas donde se topó a una más renovada Akali quien la invito a pasar con ellos un rato en la azotea del edificio, para ponerse al día y ponerse de acuerdo con el próximo viaje a Jonia. Lux, aunque deseaba cenar e irse a dormir no pudo rechazar la oferta ya que era de su incumbencia así que en cuanto estuvo lista subió junto a los demás, cargando su cena, dándose cuenta de que ellos también estaban comiendo. No se quedó mucho tiempo, sólo lo suficiente para terminar su comida, convivir un poco y hacer planes para cuando tuvieran que irse lo cual sería pasado mañana. Cuando no pudo más con el sueño se retiró entre disculpas y risas a dormir, era un grupo muy animado, le encantaba convivir con ellos, pero realmente ya no podía más.
Se fue a la cama pensando en lo afortunada que había sido de reencontrarse con el grupo de Akali, contenta por haber podido abarcar todo lo que quería de Piltover y con la ilusión de ver que le deparaba en Zaun, además estaba emocionada porque pronto estaría en Jonia que era una zona que le atraía bastante por sus exóticos paisajes. Cerro los ojos con una radiante sonrisa en el rostro, mañana sin duda sería un mejor día.
XXX
Sus compañeros de habitación seguían dormidos cuando ella salió de la habitación, seguramente se habían quedado hasta muy tarde charlando.
Lux estaba mucho más animada que ayer, quizás un poco ansiosa porque sólo le quedaban pocas horas, sin embargo, la promesa de estar en Jonia próximamente la animaban a completar su recorrido en aquella desvencijada ciudad. Con el mapa de las dos ciudades que había comprado el día de ayer, en mano se puso en marcha.
Al atravesar el puente en el que estuvo el día de ayer, había una especie de mercado ambulante donde parecía que vendían de todo. Curiosa, se acercó a los puestos que más llamaron la atención. Compro uno que otro recuerdo para su hermano mayor y amigos, pensando en los gustos particulares de cada uno, imaginando las expresiones que tendrán cuando se los entregue. Lo que más le gustaba a Lux de regalar, eran las impresiones que estos regalos causaban, por eso elegía los regalos a conciencia, a veces con un poco de humor, para que la persona receptora lo disfrutara de verdad.
Su estómago gruño enfadado, no había comido nada aún y a su nariz habían llegado varios aromas deliciosos así que mientras echaba un vistazo al mapa para recordar la que debía ser su siguiente parada, se encamino hasta el siguiente puesto de comidas. El mapa era tan grande como un diario, no le permitía ver el camino bien, pero Lux pensaba que no había problema, era temprano y no se veía mucha gente, al menos hasta que choco de lleno con alguien.
- ¡Lo siento!¡Lo siento! – Lux doblo el mapa torpemente sólo para darse cuenta de que con quien había chocado era una chica de largas trenzas azul eléctrico y no sólo eso, parecía haberle tirado todo lo que llevaba consigo. - ¡Oh por la luz de demacia! ¡Lo siento! ¡No veía por donde iba! - el sonrojo del bochorno invadió sus mejillas, torpemente doblo el gran mapa y lo guardo en el bolsillo trasero de sus pantalones vaqueros.
-Tranquila. - dijo la chica con una amplia sonrisa, más que molesta parecía muy divertida con la extrema preocupación de la rubia –Yo también iba un poco distraída, no llevaba una cartulina que cubría todo a mi paso, pero sí iba distraída. - bromeo al tiempo que se agachaba para recoger las cosas que se le habían caído.
- ¿Serviría de algo si me vuelvo a disculpar? – Lux puso unos ojos muy grandes y pestañeo un par de veces, imitando a un cachorro inocente. Se agacho a ayudar a la chica.
-Déjame lo pienso. – aquella burbujeante chica hizo un ademán de comenzar a contar con sus dedos –Nop. Creo que disculparte tres veces es más que suficiente. -
Ambas rieron divertidas.
Mientras Lux ayudaba se tomó un momento para observar a la joven. Si tuviera que describirla, en una palabra, sería: salvaje. Tenía una forma muy atrevida de vestir, llevaba un short muy corto al igual que un top con el cual enseñaba todo el abdomen perfectamente plano, prendas que ella jamás se atrevería a usar en su vida. Unas botas militares con medias de red y una chaqueta de cuero negra complementaban su atuendo. Sin embargo, pese a que mostraba bastante piel la demaciana quedó atrapada por sus ojos, demasiado grandes para su rostro, en un color que oscilaba entre el carmesí y el violeta. Pese a lo mucho que había viajado, no había visto a alguien así, lo más cercano era Akali, pero alado de esta chica quedaba totalmente en segundo plano. Básicamente esta persona parecía ser todo lo que Lux no era y por eso no podía dejar de mirarla.
Se vio descubierta cuando la mirada carmesí choco con la suya, ella se ruborizo como si hubiera estado haciendo algo malo y a cambió recibió una sonrisa de lado, pero no era burlona, Lux la percibió como un coqueteo silencioso. El sonrojo en sus mejillas no cedió.
-No eres de por aquí, ¿cierto? –
- ¿Eh? – Lux pestañeo un par de veces, tratando de enfocarse - ¿Se nota mucho? – sus hombros se hundieron levemente.
-Pueeeeees… - la peliazul arrastro la palabra mientras desviaba la mirada, sonriendo de una forma que enseñaba todos los dientes -... casi no, de no ser por tu acento y el gran mapa que llevas diría que eres toda una Zaunita. – soltó una risa que enseguida contagió a Lux.
- ¡Que mala eres! - se quejó, pero no podía parar de reír, esa chica era sumamente divertida –Oh…- tomo lo último que faltaba por recoger, era una caja plástica que contenía diversas frutillas como fresas, moras y frambuesas. –Espero que no les haya pasado nada, sino puedo pagártelas. –
-Nah, están bien. – tomo la caja y ambas se enderezaron, la abrió y mostro que efectivamente todas estaban en perfecto estado, listas para ser consumidas. - ¿Ves? - Tomo una mora y se la comió, manchando un poco sus labios de un color morado intenso. - ¿Quieres una? – le extendió las frutillas –Por cierto, mi nombre es Jinx. –
-Gracias. - la verdad es que desde que vio las frutas, pensó que se veían súper apetitosas, más con el hambre que se cargaba y en cuanto le ofreció no dudo en tomar una fresa particularmente grande–Yo soy Luxana, pero puedes llamarme Lux si quieres. - dio una mordida a la fresa y un poco del jugo de esta chorreo por la comisura de sus labios, realmente estaba deliciosa - ¿No se te hace curioso que nuestros nombres terminen con la misma letra? – soltó una risilla nerviosa –Disculpa, tengo una amiga que siempre habla sobre el destino y supongo que me ha pegado una que otra cosa. –
-¿Umnh? – Jinx había tomado un par de frutillas más mientras escuchaba hablar a Lux para luego asentir, primero con la cabeza, luego verbalmente - ¡Tienes razón! Muy curioso. – sus ojos brillaron con cierta emoción –Y dime Lux ¿Qué es lo que te trae a la ciudad de Zaun? –
-Sólo ando conociendo un poco, ya sabes, turisteando y buscando bonitos paisajes para tomar fotos. –
-Bueno, no creo que encuentres mucho de eso aquí. – Jinx se hundió de hombros –Pero si quieres, yo podría enseñarte más de los que vienen en tu mapa. –
Lux abrió mucho los ojos, ahora eran los de ella que brillaban de emoción y es que había estado alargando lo más que podía aquel encuentro fortuito sólo porque no quería tener que separarse de Jinx, la idea de no volverla a ver nunca le encogía el corazón, tenía que pedirle al menos su número de teléfono.
- ¿De verdad? - intentó contener su emoción, pero su sonrisa la traicionaba – ¡Me encantaría! – al igual que el tono de su voz.
XXX
Lo primero que hicieron juntas fue buscar que desayunar, Jinx la llevo a una pequeña cafetería escondida porque, según dijo, los precios en ese mercado rodante estaban elevados casi al triple por estar pegado al puente y ser una zona turística. No era algo que le sorprendiera, era completamente normal que los comerciantes trataran de aprovecharse de los extranjeros. Eso pasaba desde Zaun hasta Demacia.
Ambas pidieron lo que querían en la barra, después se dirigieron a buscar una mesa.
- ¡Vaya! — Lux no pudo evitar sorprenderse, aquella pequeña cafetería tenía un encanto urbano atrapante, las paredes no eran de un color plano y aburrido como la mayoría de estos lugares, en esta cada pared tenía un distinto mural con colores vibrantes. Además, estaba decorada con fotografías de gente famosa, discos de vinilo y recortes de periódicos interesantes. Lo que más le llamo la atención de la rubia era la música, alegre, divertida y juvenil. - ¿Vienes seguido aquí? – no sabía ni a donde mirar, todo le llamaba la atención.
-Todos los días sin falta, debo aprovechar el descuento que me gane por pintar este. – señalo la pared de la izquierda a la que ambas se acercaron para apreciar lo que había pintada en ella.
El mural era una reinterpretación contemporánea de los tres monos sabios, esos que hacen alusión a no ver, no escuchar y no hablar el mal solo que estaban dibujados con trazos cúbicos y exagerados, los colores estaban en la gama de los azules, rosas y blancos, aunque también había algo de negro.
- ¿De verdad tu hiciste esto? - Lux no podía dejar de mirar la obra de arte, se acerco lo suficiente a la pared como para tocarla y con sus dedos siguió los trazos de uno de los monos, aquel que se tapaba los ojos. Entonces, antes de que la chica le contestara vio en la esquina de la pared la firma en la que se leía perfectamente "Jinx".
-Yep. También ese es mío. – Jinx aprovecho para señalar un cuadro que pendía sobre la pared sin estorbar la visión de su obra, en el se mostraba la pintura de una mujer de largo cabello rosa sosteniendo un micrófono y dirigiéndose a una audiencia que no se alcanzaba a vislumbrar en la pintura. El estilo era muy diferente al del mural, realista y muy detallado.
- ¿Es Seraphine?- preguntó esta vez mirando a Jinx y al verla asentir sonrió muy amplio -¡Me encantaba su música! –
- ¡A mi también!
-Es una lastima lo que paso con ella, pienso que pudo ser una de las cantantes más importantes de nuestros tiempos pero que de pronto desapareciera… Es todo muy extraño. ¿Qué crees que le haya pasado? –
-Me gusta creer que simplemente decidió retirarse. No ha de ser fácil ser así de famosa. – suspiro y ambas guardaron silenció por unos minutos, Lux aún observaba ambas obras con asombro.
-Aquí están sus ordenes, ¿Dónde se las sirvo?- la chica que las había atendido en la barra interrumpió aquel solemne silencio.
-Aquí esta bien, gracias. - Jinx señalo la mesa que estaba justo debajo del cuadro que habían estado observando.
-Avísenme si necesitan algo más. – dijo la joven dependiente tras dejar la comida donde le había indicado. Ambas asintieron con la cabeza.
-Oye, ¿Entonces pintas por hobbie? – Lux volvió a tener su atención en la zaunita, se sentó frente a ella y mientras esperaba una respuesta tomo su café helado y le dio un trago.
-Pues más que hobbie es mi trabajo. – sonrió al ver como los ojos azules de Lux se abrían sorprendidos y al mismo tiempo brillaban de emoción -Soy artista plástica independiente pero también doy clases en la academia de arte de piltover algunas horas a la semana. – Tomo el croissant que había pedido y le dio una generosa mordida.
-¿Tan joven y ya das clases? Increíble. – susurro Lux, admirada pero también un poco celosa pensó en que esa chica resultaba ser todo un estuche de monerías. Entre más hablaba con ella se daba cuenta de lo interesante que era más allá de su llamativa manera de vestir, además se daba cuenta de todo lo que se estaba perdiendo al seguir los concejos de su conservadora familia.
De alguna manera Jinx le daba más impulso y motivación, cuando regresara a Demacia las cosas cambiarían le gustara o no a sus padres y tía.
-No es la gran cosa. – Jinx se sonrojo levemente, era una persona que conocía sus talentos pero Lux había logrado hacerla sonrojar con tantos cumplidos - ¿Tu que haces? ¿Estudias? ¿Trabajas? - Devolvió todo aquel interés que la rubia le daba en forma de aquellas preguntas.
Lux tomo el vaso del frape con ambas manos y tarareo los dedos en la superficie mientras desviaba la mirada un poco avergonzada, porque ella no era ni la cuarta parte de interesante que era Jinx, pero sobretodo, no tenía tan fijo el camino como parecía tenerlo la chica de amplia sonrisa.
-Bueno, yo… - le costaba decirlo porque no quería que Jinx pensara que era una "pobre niña rica" -… en realidad ahora mismo no hago nada más que viajar. – al final le fue imposible inventarse algo interesante, no quería mentirle a esa chica que tanto llamaba su atención -Me regalaron este viaje, antes de esto todavía no me decidía por una carrera y a mi familia jamás le importo mucho guiarme porque lo único que quieren es que me case con un hombre de alta alcurnia. – resoplo -Pero estas semanas he estado pensando porque ¿Sabes? Para empezar, casarme con un hombre no esta en mis planes, si tu me entiendes…- esperaba que Jinx entendiera lo que quería decir y al mirar a sus ojos encontró entendimiento del que sólo otra persona homosexual podía darle, lo cual la emociono porque, aunque ya lo sospechaba aún tenía la duda de si esa mujer también era como ella. -Además este viaje ha sido como un viaje de autodescubrimiento. He encontrado nuevas pasiones y por fin sé a que quiero dedicarme. Sólo espero que mi familia lo acepte y me apoye también. –
- ¿Y eso es? –
-La historia. Me gustaría especializarme en antropología y también dar clases como tú. – sonrió con un deje de vergüenza, pero se le notaba contenta y emocionada.
-Bueno, no es nada muy alocado y si tu familia es tan conservadora como supongo pienso que la idea no les desagradará del todo. – arrastro una de sus manos por la mesa y tomo una de las de Lux quien enseguida se sonrojo, pero no le molesto, sólo se quedo viendo fijamente aquella áspera mano con uñas pintadas en azul y rosa. -No es como si les fueras a decir que vas a ser artista independiente y esperar a que alguien valore adecuadamente tu talento mientras mueres de hambre. - bromeo y lux soltó una carcajada, definitivamente agradecía haberse topado con esa chica.
XXX
Después de visitar aquella cafetería, en la que por cierto tomo unas cuantas fotografías e incluso le pidió a Jinx que le tomara una a ella junto a su mural, caminaron por toda la ciudad mientras conversaban de toda clase de temas.
Hablaron de sus pasatiempos, de como a Lux estaba comenzando a gustarle la fotografía y a Jinx le encantaban los videojuegos; de su música preferida en la que ambas tenían gustos muy similares; de sus series y películas favoritas, mientras que una prefería los dramas y el romance, la otra se iba por las películas de acción con mucho kabloom y kablamoo. Las comidas, los colores y libros favoritos también fueron tema de conversación por horas que se sintieron como minutos. Por eso cuando el cielo oscureció Lux estaba tan sorprendida, ciertamente habían alcanzado a visitar todos los lugares que quería y otros más que Jinx propuso, pero ella sentía que aún faltaba más por conocer, específicamente más de esa chica de largas trenzas azul eléctrico.
Había sido la mejor cita que había tenido en su vida y eso que no había sido una cita. Lastimosamente todo lo bueno tenía un final.
Jinx se ofreció a llevarla hasta su hostal.
-Muchas gracias por hoy, de v - Lux sabía que era momento de decir adiós, pero vaya que le estaba costando.
-No es nada, yo también me divertí un montón. Zaun no es tan desagradable con buena compañía. – metió las manos en su chaqueta de motociclista -Si gustas, mañana puedo pasar por ti también. –
-Sobre eso…- Lux bajo la mirada, en todo el día no había tenido oportunidad de mencionárselo -…mañana me voy a Jonia con unos amigos de viaje. – trago saliva, pudo ver en aquellos ojos color grosella un deje de tristeza, decepción y le dolió verla así. -Pero nos reunimos en la azotea del hotel por las noches ¿No quieres venir? – Lux le tomo de las manos, esperando desesperadamente que le dijera que si.
-Lo siento, pero ahora mismo no puedo, tengo que revisar algunos trabajos para subir calificaciones mañana. – Jinx acaricio aquellas suaves manos con sus ásperos dedos.
-Oh…- la voz de la demaciana sonó apagada, decepcionada.
-Pero puedo darte mi numero, así puedes mandarme una que otra foto y si decides regresar a Zaun podemos volver a salir. –
- ¡Cierto! - Lux saco su celular de inmediato y se lo dio a la chica que de inmediato grabo su numero, luego hizo una llamada sólo para guardar el numero de la rubia.
-Bueno, entonces… ¡Que te vaya bien en tu viaje! -
Lux le dio un fuerte abrazo a Jinx, se permitió permanecer unida a ella unos minutos antes de tener que separarse y entrar a su hostal, sabía que mañana iba a ser un día pesado y que si alargaba la despedida se iba a echar a llorar. Era ridículo, apenas la conocía, pero al menos ya tenía como comunicarse con ella.
Notas de la autora: ¡Hello! Bueno, al fin me anime a escribir a mi pareja favorita de todas. verdad espero que este fic y lo que tengo planeado les guste porque estoy muy entusiasmada.
¡No vayan a matarme! Ya sé que tengo otros proyectos sin actualizar, pero créanme que era necesario sacar este porque les juro que no podía pensar en otra cosa que este fic, no podía concentrarme en los demás, pero ya que escribí unos cuantos capítulos ya podre concentrarme en mis otros proyectos como es debido.
No puedo decirles cuando actualizare los demás, me encuentro en un bloqueo potente con la esencia porque, aunque se exactamente lo que pasa hasta el final no logro escribir algo que me guste. Sobre ultraviolence y cambio de perspectiva no se preocupen, la otra semana tendrán noticias. Solo ténganme paciencia, este mes cumple años un amigo que aprecio mucho y estoy trabajando en regalitos especiales para él. Pasando junio intentare avanzar más rápido.
Para finalizar, no olviden dejar un comentario, los aprecio a todos y cada uno de ellos de verdad (no importa el idioma) y un voto ayuda a que mi trabajo tenga más proyección. ¡Nos leemos en la próxima!
De
