Hechizados para amar
Después de la derrota de Thanos, todo parecía haber vuelto a la normalidad en el Universo; eso no significaba que los villanos se habían acabado, pero ninguno representaba gran peligro como el Titán. No solo la paz había regresado a la normalidad…
-¿Por qué de nuevo, Loki?-
-Tenía que hacerlo, Thorpe, era la única forma de terminar con su imperio de una vez por todas. Ustedes se encargaron del pez gordo, yo de sus otros aliados. Ganar-Ganar-. Claramente se mostró cada vez más nervioso al ver como el rubio se acercaba lentamente a él; retrocedió sin apartar su mirada, hasta que se topó con la pared –T-Te juro que no planeaba engañarte… No de nuevo-
Al ver como lo acorralaba contra la pared, colocando una de sus manos al lado de su cabeza, cerró los ojos, esperando un golpe; pero en su lugar, un par de brazos rodearon su cuerpo, apretujándolo a tal grado que podía sentir sus huesos crujir peligrosamente –Creí que te había perdido-
¿Un comentario sarcástico? Era lo más probable que Thor podía recibir a cambio del pelinegro. Pero no hoy. A pesar de lo frío que intentaba mostrarse ante su torpe hermano mayor, se permitió relajarse, sabía que ya estaban a salvo, libres de todo peligro. Correspondió su abrazo, ocultando su rostro en la curvatura de su hombro –Puedo sentirme orgulloso de llamarte "Mi rey"-
-Por supuesto que tú serás mi mano derecha-
-No, Thor. No pertenezco a los asgardianos, ni siquiera sé si pertenezco a Jotunheim-
-Pero eres mi hermano, mi familia… ¿Eso es suficiente para ti?-
El más joven permaneció callado, en su interior deseaba gritarle a los 4 vientos que hacía siglos dejo de verlo como un hermano, sino que lo amaba, lo amaba de la misma forma que sus padres lo hicieron. Pero sabía que jamás seria correspondido, no solo por las tantas veces que lo vio retozar con doncellas del palacio, sobre todo por su antigua relación con esa humana llamada Jane, sino porque siempre le recordaba que era su hermano a pesar de la inexistencia de lazos sanguíneos; cuando esto último podría haber sido de confesarle un posible amor –Si, es suficiente para mí- respondió con una leve sonrisa, que escondía una enorme desilusión. Por supuesto que el regreso del Dios de las Mentiras causó un mar de respuestas entre los asgardianos sobrevivientes, por un lado, estaban aquellos que aún lo repudiaban por sus acciones en el pasado; pero el resto lo admiraban por haber arriesgado su propia vida por la de su rey. Le tomó algo de tiempo a Loki adaptarse nuevamente al reino, pero con el apoyo de Thor, fue más sencillo que en su infancia
-¡Sif!-. Tanto Thor como Loki se aproximaron a la camilla donde se encontraba la guerrera, a pesar de que la cubrieron con una de las sabanas, se podía notar la ausencia de su brazo. La pérdida de sangre era alarmante, rápidamente Loki usó los conocimientos brindados por su madre, y logro curar la herida -¿Qué fue lo que sucedió?-
-E-Es muy fuerte, Thor… Mucho más que Malekith-
-¿De quién estás hablando?-
-Gorr. Q-Quiere asesinar a todos los dioses, incluyéndolos. D-Debes detenerlo-. Sif cayó inconsciente gracias al esfuerzo y la pérdida del líquido vital. Ambos se miraron fijamente, sabían perfectamente lo que debían hacer
-Sabes que necesitaremos ayuda-
-Algunos de los Vengadores…-
-Esto es algo fuera de sus límites, ese sujeto es un asesino de dioses, a dioses debemos reunir-
-¿Pero que otros dioses hay?-
-Y aquí es donde entro yo-
Más pronto de lo que creía, a Nueva Asgard arribaron diferentes dioses, egipcios, griegos, mayas, y otras culturas muy diferentes a la de Thor –Me sorprende que nos llamaras, Loki, mucho más que aun sigas con vida-
-Tan amable como siempre, Deméter, ¿Acaso tu hija regreso con su tío-esposo?-
Vaya que el comentario no fue del agrado de la diosa de la agricultura, si los ojos fueran hoces, Loki habría acabado despedazado-Creo que nos estamos desviando del tema, habla de una vez, Loki. ¿Cuál es el motivo de esta reunión?- comentó Zeus, tratando de calmar un poco el ambiente
-Ha aparecido un nuevo enemigo, Gorr-
-¿Qué tiene eso de extraño? Ustedes han acabado con todos los villanos que amenazan la Tierra-
-Este es diferente, Vishnu. A lo que he investigado, Gorr perdió a su hija, así como a su raza, gracias a la escasez de alimentos. A pesar de sus rezos y suplicas hacia su dios, no se pudo evitar su muerte, y esto provoco su odio hacia los dioses. Obtuvo una poderosa espada, con la que ha asesinado a varios dioses-. Usando sus poderes, logró mostrarles a los demás dioses quienes habían sido víctimas del arma; algunos se sorprendieron al descubrir las deidades caídas
-¿Vencieron a un Titán loco que logro eliminar a la mitad del Universo por algunos años y ahora están diciendo que les es complicado derrotar a un simple mortal ayudado con una espada? Vaya que tu reputación ha bajado, querido Loki-. La mayoría rodó los ojos ante ese comentario, no había necesidad de girar el rostro para saber quién lo había dicho. Qadesh, la diosa egipcia del amor y placer sexual. Una de las menos preferidas entre las demás deidades
Pero por supuesto que Loki no se quedaría con las manos cruzadas, sin que nadie lo notara, se transformó en serpientes y se deslizó por debajo de la mesa; la diosa tampoco lo notó, estaba demasiado ocupada retocando su maquillaje. Pero de pronto, una extraña sensación recorrió su pierna, al bajar la mirada, vio a una serpiente de color verde subir por su muslo mientras siseaba. Lanzando un agudo grito, se levantó de la silla, sin notar que (Aún con uno de los pinceles en mano) la pintura de sus labios terminó siendo una extraña línea que cubrió gran parte de su pómulo. Rápidamente, Loki se desvaneció en un humo verde antes de volver a su forma humana en su asiento –Oh, vaya, Qadesh, me parece que tu maquillaje barato no está apto para una diosa con tan bajo intelecto-
Apenas lograron detenerla cuando intento lanzarse sobre el Dios de las Mentiras; pero al ver que no lograban calmar su ira, decidieron sacarla de la sala -¡Esta me las vas a pagar, Loki! ¡Te lo juro!-. Fue lo último que se escuchó antes de que las puertas se cerraran. Realmente nadie tomó en serio sus palabras, siempre era así de impulsiva. El resto de la tarde y noche discutieron la forma en que lograrían vencer a Gorr, pasando la noche en Nuevo Asgard. El lado positivo ante esa peligrosa situación era que las diferentes deidades podían conocer un poco más de las otras culturas. Por supuesto que esa tranquilidad no sería eterna, pues apenas los primeros rayos del Sol salieron, su descanso fue interrumpido por el ataque de una extraña bestia. Claramente era uno de los sirvientes de Gorr, Sif logro identificarlo gracias a las marcas similares a la Necroespada. Pero aquello no era un rival difícil para Thor o Loki
Acabaron con él en pocos segundos, otros dioses y asgardianos celebraron su triunfo. Esa fue la oportunidad perfecta que Qadesh encontró para vengarse, hizo un movimiento en sus manos, de las cuales brotó una especie de polvo dorado que rodeo a los hermanos –Ustedes 2. Dense un beso en la boca. ¡Es una orden!-. Todos los demás dioses miraron expectantes a las víctimas, era bien sabido que los poderes de Qadesh solo funcionaban en aquellas personas, o dioses, cuyos sentimientos no eran de amor
Al principio, Loki no hizo ninguna reacción, por dentro quería reírse a carcajadas en su cara. Pero al pensarlo por algunos segundos, sabía que era la oportunidad perfecta de hacer lo que siempre deseó. Sin apartar su mirada de Thor, tomó su rostro entre sus manos y se apoderó de sus labios. Sintió como el rubio se estremecía ante ese acto, pero no podía culparlo, estaba "bajo un hechizo"; lo que lo sorprendió fue que correspondió su beso, rodeando su fina cintura con sus enormes brazos. Por supuesto que Qadesh sonrió satisfactoriamente por haber logrado su cometido, las demás deidades contemplaron la escena en silencio, aunque algunas diosas (Mas específicamente, aquellas relacionadas al amor) sonrieron por esa muestra de afecto. Tras varios segundos, se separaron por la falta de aire, pero la intensidad en sus ojos no disminuyo. Thor tomó la mano del pelinegro, llevándolo consigo hasta su hogar; algunos temieron una posible represalia, pero sabían que era mejor no entrometerse
Una vez que la puerta se cerró, se apoderó de los labios del menor mientras lo arrinconaba contra la pared, dejándolo sin ninguna posibilidad de escapar. Loki se atrevió a ir más allá, con un ademan, se encargó de despojarlo de su armadura, solo vistiendo sus pantalones. Por supuesto que el rubio comprendió sus intenciones, por lo que sus labios abandonaron su rostro para darle atención a ese cuello que (Desde hacía siglos) le parecía apetecible. Sin dejar de lamer su piel, lo cargó por los muslos, haciendo que este rodeara su cintura; ambos soltaron un jadeo al sentir la dureza del otro. Caminó a su recamara, donde lo arrojó sin ninguna delicadeza en su cama. Lejos de enojarse por su salvajismo, aquello lo encendió aún más, se lo demostró mordiendo coquetamente su labio inferior. Cómo si se tratara de una bestia, gateo en el colchón hasta quedar encima de su cuerpo –No es nada justo que sea el único parcialmente desnudo-
-Un dios exigente, ¿Eh?- susurró con una sonrisa, chasqueando sus dedos, se mostró completamente expuesto ante Thor. Nuevamente lo besó, sus cuerpos se amoldaban perfectamente, como si hubiesen sido creados para estar juntos. Al ser la primera vez de Loki, sabía que debía ser cuidadoso con él, se encargó de preparar su cuerpo con ayuda de sus dedos; aunque al principio se sintió un poco incómodo, pronto tocó un punto en su interior que lo hizo estremecerse de pies a cabeza –Loki, necesito…-
Asintió con la cabeza –H-Hazlo ya, Thor, por favor-. No lo hizo esperar más, poco a poco comenzó a introducirse en su cuerpo, intento distraerlo del dolor besando su cuello y susurrándole palabras cariñosas. Un pequeño castigo por el dolor que, sin querer, estaba causándole, sintió un ardor en su espalda; claramente Loki estaba rasguñándolo, pero lejos de hacerlo sisear de dolor, aquello lo encendió más. Se quedó quieto por varios minutos, hasta que el menor movió sus caderas levemente; sus embestidas iniciaron lenta y tortuosamente, cada vez que entraba a su cuerpo, tocaba aquel punto –M-Maldita sea, Thorpe, hazlo más rápido-
-Lo que usted ordene, majestad-. Lo besó, antes de aumentar la velocidad de sus embestidas, los gemidos del pelinegro quedaron ahogados entre sus labios; sus manos no se quedaban quietas, acariciaban su pecho, su cintura, sus piernas y ese olvidado miembro que rozaba ambos vientres. Con cada minuto que pasaba, la voz de Loki comenzó a hacerse más aguda, sabía que estaba a punto de terminar. Aumento sus embestidas y el movimiento de su mano hasta que sintió como un líquido cálido se derramaba en la palma. Aquello estrecho aún más su interior, provocando que el Dios del Trueno derramara su semilla dentro de su cuerpo. Ambos cayeron exhaustos por toda esa acción, decidieron tomar una siesta para descansar; pero cuando Thor abrió los ojos, su "hermano" ya no estaba ahí
A Loki le dolió dejarlo en la habitación, pero sabía que eso era lo mejor para seguir con la farsa del hechizo y que ninguno pudiera arrepentirse de lo sucedido –Vaya, vaya… Pero si es el pobre enamorado-. Lástima que esa paz no duro mucho tiempo, esa vocecita aguda lograba sacarlo de quicio en un santiamén
-¿Y ahora qué quieres, Qadesh?-
-Solo vengo a mirar los resultados de mi hechizo, a decir verdad, no creí que realmente pudiera encantar al Dios de las Mentiras. Pero es obvio que ni siquiera tú podrías evadirlo. Me das tanta lastima, Loki, es una pena que ahora Thor venga con ese sermón de "Olvidemos lo que pasó". Es claro que ni siquiera su "hermandad" podrá salvarlos de esta penosa situación-
Pero para su sorpresa, lo que obtuvo del pelinegro fue una carcajada burlona que resonó a su alrededor -¿Encantarme, dices? Eres tan ingenua al creer que una magia tan insignificante como la tuya podría hacer efecto en mí. Pero debo agradecértelo, gracias a tu "hechizo" logre obtener algo de Thor. Es cierto, tal vez el no esté enamorado de mí en ese sentido, pero créeme, el cariño que me profesa es mucho más del que tú podrías conseguir con todas tus artimañas. Yo solo tengo un torpe hermano, pero tú estás más sola que los perros- dijo con una sonrisa maliciosa, antes de retirarse, dejando a la diosa con el rostro hirviendo de ira. Todo lo que había dicho era verdad
Regresó a su casa, esta vez sintiéndose un poco más tranquilo gracias al desahogo de esa presión en su pecho. Ahora esa ansiedad se transformó en vergüenza cuando, al entrar, se topó con ese rubio que había profanado su cuerpo minutos atrás –Loki, necesitamos hablar-
-Si, Thor, se lo que vas a decir. "Sera mejor que olvidemos esto", "Finjamos que nada sucedió". O, si así lo deseas, haré un conjuro para que se borre de nuestras mentes-. A duras penas logro contener su voz entrecortada, vaya que hacía honor a su título de Dios de las Mentiras. A pesar de que lo sucedido había sido maravilloso, no quería perder el cariño de Thor, estaba dispuesto a todo para ello
-No, Loki, no podría pedirte eso-
-No es nada del otro mundo, un par de palabras y listo, nuestras vidas continuaran su camino. Tú podrías regresar con la humana, yo exploraré otros mundos, todos felices- respondió con una falsa sonrisa mientras tomaba uno de sus libros de hechizos, ya estaba dispuesto a buscar el conjuro que necesitaban, pero le fue arrebatado de las manos –Thor, ¿Qué ha…?-. Las palabras murieron entre los labios del rubio, al mismo tiempo que su espalda chocaba contra la dura pared y una mano lo sujetaba de la cintura para evitar que se escapara. Al separarse, y mirar de frente esos zafiros que tantos suspiros le habían robado en su juventud, no pudo evitar sonrojarse al sentirse indefenso ante su presencia –A-Aun estas bajo los efectos del hechizo de Qadesh, ¿Eh?-
-Nunca lo estuve-
-¿Qué?-
-Jamás hicieron efecto en mí, sé perfectamente que eso solo funciona en personas que no se aman. Fui lo suficientemente terco para comprobar que estoy locamente enamorado de ti con su actuar. Loki, aun si tú no me amas, yo quiero estar contigo-
-… Realmente eres un idiota-
-¿Cómo?-
-Eres un imbécil al creer que esa hechicera de cuarta lograría causar algo en mí, Thor, todo lo que sucedió yo mismo lo hice. Aun si eso implicaba perderte o alejarme de ti para no escuchar tú rechazo, yo… Yo quería entregarme a ti. Quería saber cómo sería sentirme amado por ti. Pero ahora ya no puedo callarlo más, ahora que te sentí, me es imposible seguir negando lo que siento por ti-
-Entonces dejemos de negarlo- susurró mientras acariciaba sus mejillas, lo levantó lentamente de su mentón para probar de sus labios una vez más; esta vez, ambos eran plenamente correspondidos. El Sol había brillado sobre ellos, dándoles el perfecto inicio de una nueva historia, una dónde ellos estarían juntos ante cualquier adversidad
