Iriana y el otro chico del 12 murieron ambos en el baño de sangre. Prim no lo vio, no se lo permití, de hecho el padre de Peeta nos ofreció estar en la panadería y ayudar a Peeta para despejarnos.

Prim ayuda a Peeta con los glaseados, yo estoy ahí ayudando a Tye. Prim parece tranquila, aunque debo dormir con ella cada noche. Pasan varias semanas antes de que pueda dejarla sola.

Ahora estoy en el bosque. En una roca parecida a mi antiguo encuentro. Estoy relajada antes de sentir unos pasos muy sigilosos.

—Catnip, mucho tiempo.— dice Gale anunciando su llegada. Se sienta a mi lado y yo me encojo de hombros. — ¿Qué tal Prim?

—Mal. ¿Y Rory? — pregunto de vuelta.

—Mal. No sé que decirle.

—Yo tampoco sé que decirle a Prim, más que, lamento que hayamos nacido aquí y veas morir a tus amigas, mejor suerte para la próxima. — Gale rie amargamente.

—Mejor así. Sabrán lo duro que es la vida.

—Lo saben, viven aquí.

—¿A qué se debe tu ausencia? ¿El panadero enamorado cree que le voy a quitar a su chica? — suelta de repente.

—No quería verte y ya — respondo ante su atrevimiento.

—No te creo. El chico está celoso. Sabe que soy su competencia — su expresión engreída no me hace sentir mejor.

—No hay competencia, yo estoy con Peeta. — sueno firme, porque no quiero hablar de un tema tan incomodo como este.

—Si no lo fuera el no te prohibiría verme, ¿no crees?

—No me prohíbe nada. Soy yo la que quiso tomar distancia. No hagas incomodo esto. — mi voz suena firme, mi frustración se está haciendo presente.

—El panadero tiene admiradoras, ¿sabes? Es más cotizado de lo que puedas pensar. Ese aspecto de chico bueno de verdad les gusta. Pero, ¿a ti? — suelta una carcajada burlona en mi contra. Frunzo el ceño. No quiero saber si otras chicas admiran a Peeta.

—No te importa.

—Claro que si, Katniss. Es un comerciante. No te aceptaran, nunca lo harán. El panadero por más simpatico que sea, buscará algo seguro. Eres un capricho, una probada del libertinaje que puede gozar por su posición. ¿De verdad quieres rebajarte a eso? — Me levanto de la roca y Gale se levanta a la par. Empezamos a caminar hacia la alambrada. — Contestame, Katniss.

—No quiero seguir hablando de esto. — lo corto mientras seguimos caminando. El sigue detrás de mi. El camino se hace eterno con algo tan incomodo como el tema de conversación que Gale decidió escoger.

Estamos cruzando la alambrada cuando Gale me toma del brazo.

—Está bien, no debí decirte eso. No quiero que nos alejemos. ¿Me quieres acompañar a casa para dejarle un encargo a la costurera? Mamá me lo pidió y lo olvidé por completo… — gale me sonríe. Asiento, solo no quiero seguir así de tensos.

Lo acompaño a su casa. Saludo a Hazelle. Llevamos unas sabanas que le pidieron lavar. Con gale hablamos de otras cosas, lo que me hace sentir más comoda. Tocamos la puerta de la costurera, nos pasa la paga y Gale se despide.

Cuando llego a casa veo a Prim llorando mientras pica una patata.

—Prim, ¿qué tienes? — pregunto. Ella niega y echa las papas a una olla con agua caliente. — ¿Es por tu amiga?

—Por todo. Rory hoy… Rory estaba besando a Lidya — susurra. Abro los ojos en respuesta a tal sopetón.

—Oh, patito, no sabía que te gustaba Rory — digo y la abrazo por la espalda. Ella se encoge de hombros.

—No es de hace tanto. Supongo que no es correspondido. Pero verlo fue…

—Lo siento, Prim. Me lo imagino… — intento consolarla, pero ella niega.

—No. Peeta jamás haría algo así. Pero ustedes son novios. Yo y Rory solo habíamos compartido un par de besos… — doy un beso en su hombro.

—Si. Quizá Peeta nunca haría algo así, pero cuando digo que te entiendo es porque cuando tu sufres, yo sufro. Créeme que verte llorar es de lo más doloroso para mí.

—Eres la mejor persona que hay en el mundo Katniss — dice y se da la vuelta para abrazarme bien. No puedo creer lo alta que está, pero eso quiere decir que su desarrollo no se vio interrrumpido por la falta de nutrientes.

—Quizá Rory recapacite, no es su culpa ser un chico. Los chicos son algo idiotas. — digo y ella rie.

—Hey! — escucho la voz de Peeta que nos hace darnos vuelta.

—Peeta, ¿cómo entraste?

—Estaba abierto, pensé que algo había pasado. ¿Interrumpo una conversación misandrica de hermanas? — Prim rie y seca sus lágrimas.

—Si y no. — Peeta y yo nos sentamos como nos señala Prim y ella nos sirve te, revuelve la olla y se sienta a nuestro lado.

—Le estaba diciendo a Katniss que, hoy despues de clases estaba esperando a Rory, para irnos juntos. No llegaba a pesar de que solo habia ido al baño, por lo que fui a buscarlo, y cuando lo encontré estaba ocupado besando a Lidya — Peeta escucha atentamente y cuando ve que Prim vuelve a llorar le da la mano.

—Lo siento muchísimo, Prim — Prim asiente y sonrie.

—Gracias. Estoy bien, solo algo… Consternada, supongo. No es nada más. No puedo ser como ustedes, tan tiernos y perfectos.

—Bueno, si te hace sentir mejor estuve 11 años buscando la forma de hablar con Katniss.

—Sin mucho éxito. — aporto yo. Haciendo reír a Prim.

—Sin mucho éxito — apoya Peeta. — No sabes lo ansioso y celoso que estaba cada vez que escuchaba a los chicos hablar de ella.

—Claro que no, los chicos creen que era y que soy una muerta de hambre — refuto y Peeta niega.

—No cariño, créeme que no. Le gustabas a muchos chicos. Y yo era tan cobarde que no decia nada ni me acercaba. — Peeta suspira. Toma mi mano con la que tiene libre y la besa. — Pero al final, te tengo aquí conmigo. — mira a Prim quien nos mira con una gran sonrisa a pesar de sus ojos tristes. — Quizá Rory sea muy torpe en estos momentos, pero eres una gran chica Prim, más teniendo este gran ejemplo — levanta mi mano sin mirarme. Me hace sonreír plenamente con sus palabras — Eres una gran chica y aunque ahora puedas sentirte triste por algo así, te darás cuenta con el tiempo que siempre llega algo o alguien mejor, puede que sea Rory, puede que no. Pero ten la certeza que si esa persona te quiere no te hará daño a proposito.

—Gracias cuñado. — dice Prim. Peeta siendo tan bueno con las palabras hace que me sienta segura de todo. El consuelo que logró darle a Prim pareció funcionar muy bien. Prim se levanta y hace el puré. La carne la había hecho mamá anoche. Yo recojo la mesa y comemos los tres. Prim se encargó de llevarle la comida a mamá.

La conversación entre los tres es muy liviana. No tocamos el tema de Rory, ni de los juegos del hambre ni de nada que pueda hacer llorar a Prim. Peeta hace bromas y yo comparto con ambos disfrutando. Prim estará bien. Me aseguraré de eso.

Holissss, disfruten el cap.

xoxoxoxoxoxoxoxo