Prólogo [2/2]
(...)
El joven héroe nunca antes había utilizado su forma final, [Berserk] o, dicho de otra manera, la nueva armadura que pudo invocar para enfrentarse a Shigaraki. Anteriormente, había escuchado mencionar en conversaciones con los antiguos portadores lo peligrosa que era tanto para el usuario como para aquellos a su alrededor. Sin embargo, nunca había oído hablar del inmenso poder que esta forma le otorgaría. Sentía el mundo a su alrededor desacelerado, como si su velocidad fuera tan extraordinaria que no podía distinguir si él iba rápido o si el mundo entero se movía lentamente.
Sus Quirks secundarios, aquellos que les fueron confiados por sus antecesores, también se potenciaron al máximo. Por ejemplo, [Blackwhip], los látigos negros derivados de su Quirk, incrementaron su velocidad, dureza, elasticidad y, por supuesto, alcance.
—¿Eso es todo, Shigaraki?— preguntó Izuku en un acto de provocación.
Después de esa descarga de energía descomunal, la batalla volvió a comenzar. Izuku, aprovechando toda su fuerza liberada, se lanzó contra Shigaraki con sus garras endurecidas por los látigos. Este se defendió cubriendo su cuerpo con sus antebrazos, ahora cubiertos por su armadura orgánica. De repente, acumuló energía en su puño, similar a la de Izuku, pero con un matiz amarillo. Luego, dijo:
—Es más que evidente que nuestras habilidades tienen el mismo origen
Después, le propinó a Izuku un contundente golpe en el abdomen, liberando su energía en su interior y haciéndolo retroceder alrededor de veinte metros. Mientras se reincorporaba, Tomura dijo con desdén:
—No está nada mal, héroe.
Luego, se arrodilló en el suelo y lo tocó con sus cinco dedos, utilizando solo una de sus manos.
—A ver qué haces ante mi desintegración.
De repente, la tierra comenzó a temblar de manera ominosa. Un rastro destrucción acompañado de una inminente desintegración de flora y suelo se dirigía hacia Izuku.
Sin previo aviso, Izuku se teletransportó detrás de su enemigo y, en un instante, arqueó su pierna hacia atrás para ejecutar una poderosa patada circular vertical. Al hacerlo, liberó una gran ráfaga de aire comprimido.
—[St. Louis Smash Air Force]
El impacto directo se dirigió hacia el rostro de su enemigo con toda su furia.
—Cuida tu rostro—murmuró Izuku, con una determinación arrolladora—...viejo.
Este último ataque de Izuku dejó el área llena de pedazos de tierra en vuelo y un espeso polvo flotando en el aire. No pasó mucho tiempo antes de que la silueta de su formidable enemigo emergiera a pocos metros de distancia, apenas recuperándose.
—Para tu información, solo soy unos años mayor que tú—declaró con desdén Tomura— Incluso, me atrevo decir que tengo más imaginación para utilizar mis habilidades que tú.
De repente, Tomura invocó una espada especial con una empuñadura en forma de cabeza de dragón, con dos alas abiertas donde se encontraba la hoja. El mango presentaba intricados diseños de un remolino que conectaba con un cráneo en la parte inferior. La espada había surgido en un instante de la propia piel de su mano.
—Supongo que el Quirk de la señorita Yarozou resulta ser un elemento valioso en la batalla después de todo, aunque consume mucha energía. Debo reconocerlo, tener el Quirk adecuado en cada ocasión es una habilidad destacada por sí misma—comentó Tomura con cierta admiración hacia su padre, a pesar de que fue él mismo quien lo asesinó.
Sin temor alguno, Izuku se acercó a Tomura con pasos firmes y una postura poderosa. Cada paso resonaba con un crujido metálico proveniente de su armadura.
—A pesar de que quiero asesinarte por lo que has hecho a mis amigos…..Veo que eres fanático de las historias de caballeros, ¿no?—observó Izuku con curiosidad, sin perder de vista el objetivo de acabar con su enemigo.
Al examinar más de cerca la espada recién invocada por Tomura, pudo notar el brillante filo, iluminado por el resplandor lunar.
—Solía disfrutar de las leyendas artúricas cuando era niño. ¿Qué hombre renunciaría al placer de tener una espada y librar una batalla con ella?—exclamó con determinación mientras apuntaba a su enemigo con la espada en mano.
Dentro de sí mismo, Izuku sonreía con determinación.
—Hubiera sido interesante tener una batalla en la que pudiéramos mostrar nuestras habilidades. Yo con mis movimientos especiales y tú con tu famosa desintegración. Pero sabes…
Sin previo aviso, Izuku también invocó una espada hecha de los látigos negros de su Quirk. Los látigos negros se extendieron desde su armadura como si se estuvieran creando desde cero. La empuñadura llevaba las iniciales "OFA" grabadas. La hoja era completamente negra pero brillaba intensamente debido a su filo.
—Es como has dicho. Ningún hombre renunciaría a este placer. Además, sería una forma adecuada de poner fin a tu vida de una vez por todas, Tomura.
(...)
—¡Endeavor-san, son demasiados!— exclamó Uraraka mientras atravesaba la garganta de un villano con un cuchillo, quien había intentado matarla anteriormente. A su lado, Shoto creaba diversos muros de hielo para protegerse de las balas enemigas.
La guerra que estaban viviendo actualmente los había obligado a sobrevivir, utilizando cualquier herramienta a su disposición. Incluido un simple cuchillo de combate.
—¡Debemos resistir! No permitiremos que nos venzan fácilmente—proclamó Endeavor mientras lanzaba ráfagas de aire combinadas con fuego, reduciendo a cenizas a varios enemigos. Incluso se podían ver los huesos carbonizados de algunos individuos entre las llamas.
—[Hell Fire]— gritó Endeavor.
—[Ap Shot]— retumbó Katsuki. Extendió una mano y, con la otra, formó un círculo en la palma de esa mano extendida. Luego disparó una explosión a través del círculo, creando un rayo de energía concentrada que impactó directamente en el abdomen de un villano que estaba a punto de aplastarlo con un enorme mazo. El impacto fue contundente y el villano cayó derrotado en el acto.
—El idiota está enfrentándose al Albino. Sería un favor ser valientes y ¡darles a esos hijos de perra su merecido! —comentó Bakugo exhausto.
—Debemos tener fe que lo lograremos— dijo Uraraka mientras levantaba a un villano con su Quirk para luego estrellarse violentamente contra el suelo.
—¡Maldita sea! No dejan de llegar más enemigos—dijo Bakugo al notar que se aproximaban más enemigos.
Enfocando las explosiones en un punto específico en lugar de dispersarlas por toda su palma, Katsuki creó una explosión concentrada con un área de impacto reducida pero lo suficientemente poderosa como para atravesar exitosamente el concreto sólido. Este ataque iba dirigido al grupo de villanos que disparaba contra el muro de hielo de Shoto.
—Tsk, eso no es suficiente—gruñó Katsuki. Podía sentir un dolor infernal en sus músculos debido al exceso de uso de su Quirk.
Los demás también lucían evidentemente agotados, lo que creó un ambiente pesimista en el que ninguno de los presentes creía poder resistir ante las interminables oleadas de enemigos.
—No podemos seguir así, Uraraka-san. Mi hielo apenas puede resistir los disparos. ¡Muchas de sus armas tienen alto calibre! Creo que no…¿Que?
Ninguno de los presentes se esperaba lo que sucedió a continuación: un fuerte estruendo resonó en el aire. Todos giraron rápidamente y contemplaron cómo un misil se dirigía directamente hacia la base de villanos. Aquel misil parecía una flecha de justicia, destinada a poner fin a aquellos que sembraban el caos.
La incredulidad se reflejó en los ojos de Uraraka y sus compañeros. No podían creer lo que sus ojos estaban presenciando. La ayuda había llegado de la manera más inesperada, otorgándoles la oportunidad de salir victoriosos de aquella batalla.
El misil impactó con precisión en el centro del grupo de villanos que los estaban poniendo en aprietos debido a su artillería pesada, desatando una poderosa explosión que hizo temblar los cimientos de la base. Los escombros y el humo se elevaron, envolviendo el lugar en un manto de caos y destrucción.
Mientras el humo se iba dispersando, el grupo también miraron con asombro con asombro a los helicópteros Black Hawk surcando los cielos y aterrizando en varios puntos estratégicos de la base. La escena era una verdadera exhibición de poderío y rescate.
Desde los helicópteros, descendieron soldados y héroes con profesionalismo. Vestidos con sus uniformes y portando armamento especializado, avanzaban con paso firme hacia la base de villanos.
—¡Al fin la caballería llegó!—comentó el top hero, Endeavor, jadeando del cansancio que lo invadía.
Uraraka no podía apartar la vista de aquel espectáculo asombroso. En su corazón, sintió un nuevo aliento de esperanza. La cual le daba ánimos de esperar a que la guerra que azotó a Japón finalmente acabará.
—Al fin todo acabará ...—murmuró la castaña con esperanza.
—¡Tsk! Se tardaron mucho esos idiotas—dijo Bakugo con su evidente mal humor, apenas reincorporándose de la batalla que había tenido.
—Por lo que veo, alguien debió llamar a los refuerzos —comentó Shoto al ver el nuevo panorama.
El sonido de las hélices de los helicópteros se intensificó, mezclándose con los gritos de guerra de los soldados y héroes. Al presenciar esto, Uraraka y sus compañeros estaban decididos a unirse a ellos y contribuir una vez más en la lucha contra los villanos. Afortunadamente, el destino les brindó una oportunidad de respiro sumamente necesaria, ya que varios héroes ingresaron por otras entradas de la zona en donde estaban ubicados, tomando por sorpresa a los villanos restantes. El aumento en las rendiciones era evidente debido a la superioridad numérica.
En cuestión de minutos, la mayoría de los villanos que habían participado en la batalla estaban sometidos, transformando el ambiente pesimista en uno más optimista y esperanzador.
Sin embargo, había algo que la chica castaña no podía evitar cuestionar a pesar de esta victoria tan inesperada.
—Creí que las comunicaciones estaban bloqueadas... —comentó Uraraka con dudas al recordar que no habían solicitado refuerzos, ya que la Comisión estaba ocupada enfrentando a los villanos en otras ciudades.
Inesperadamente, todas sus dudas se desvanecieron temporalmente cuando una voz conocida se hizo presente.
—¡Chicos!
De repente, Mina, una de sus compañeras y una gran amiga, irrumpió en escena, corriendo directamente hacia el equipo. La acompañaban Sato, Tokoyami y, por último, Kirishima. Al parecer habían llegado junto con los refuerzos.
Uraraka no tardó en correr hacia ella y abrazarla, mientras los hombres expresaban su alegría por volver a verse después de estar ocupados en sus misiones.
—Bakugo-san, te ves bastante mal. Menos mal que nos tienes a nosotros para llevarte a la enfermería de la U.A —comentó Kirishima abrazando a su amigo de costado.
—Idiota, ¿no ves que me duele todo el cuerpo?
Sato y Tokoyami se acercaron también al rubio para unirse a la conversación, sus expresiones de alivio eran evidentes. Finalmente, la guerra estaba a punto de terminar, solo quedaban algunos detalles menores, como capturar a los villanos que estaban huyendo de la base.
—Tranquilo, Bakugo-san. Esta guerra está por terminar. Solo tenemos que confiar en Midoriya-san para que finalmente derrote a Shigaraki —comentó Sato con optimismo.
—Midoriya ganará esta guerra —dijo Tokoyami con confianza en su voz.
Inesperadamente, Shoto, quien estaba cerca del grupo pero un poco distante de la celebración, dijo algo que desconcertó a todos. Mientras mantenía su clásica postura de brazos cruzados.
—No debemos tener demasiadas esperanzas, chicos —comentó Shoto con seriedad, mirando seriamente a sus amigos—. Confío en que mi amigo logrará derrotar a Shigaraki, pero no podemos dar nada por hecho...
Kirishima se separó de Bakugo para acercarse a Shoto, manteniendo su optimismo inquebrantable.
—¡Vamos, Shoto! Midoriya se ha vuelto mucho más fuerte desde nuestro primer año. Ese desgraciado finalmente caerá y podremos vengar a nuestros compañeros.
—Exacto, Todoroki-san —añadió Sato—. No permitas que nuestras derrotas anteriores definan el resultado de esto.
—Estoy de acuerdo con ambos —respondió Tokoyami en tono serio.
Sin previo aviso, Bakugo se acercó inesperadamente a Shoto. Aún si el propio chico estaba herido.
—Todoroki tiene razón. Ese idiota es fuerte, pero ese monstruo también lo es. Lo único que podemos hacer es esperar lo mejor —dijo Bakugo, apoyando las palabras del chico, sorprendiendo a todos los presentes, incluido Shoto.
Mientras sus compañeros charlaban y debatían sobre el punto de Shoto, Uraraka, una vez que abrazó con fuerza a su amiga, comenzó a reflexionar sobre la situación. Recordó que durante la guerra, la U.A. había formado equipos de élite de alumnos para llevar a cabo misiones estratégicas. El Equipo 7, liderado por Izuku, era uno de ellos, pero durante la invasión de la base, el Equipo 4 dirigido por Mirio y supervisado por la heroína Ryuko había caído y ellos ejercían como fuerza de apoyo. Esto significaba que el ataque a la base estaba destinado a fracasar, a menos que alguien hubiera intervenido.
Intrigada por esta idea, Uraraka deseaba preguntarle a Mina, una vez que se separaran del prolongado abrazo fraternal, ya que eran las únicas miembros femeninas vivas de su clase. A medida que pasaban los segundos, la expresión preocupada en el rostro de Uraraka se hacía cada vez más evidente.
—Mina, necesito preguntarte algo —dijo Uraraka con seriedad—. ¿Sabes quién envió el mensaje solicitando refuerzos? No puedo evitar pensar que hubo alguien más involucrado en todo esto.
Mina se tomó un momento para pensar, mirando a su alrededor mientras los héroes continuaban buscando más prisioneros en el lugar. Finalmente, se volvió hacia Uraraka y la miró directamente a los ojos.
—Sabes, mi equipo y yo estábamos en un pueblo cercano, deteniendo una operación clandestina de la Liga, mientras ustedes, junto al equipo 4... —dijo Mina, tratando de reprimir su tristeza por la muerte de más de sus amigos, ya que previamente había encontrado sus cuerpos en una sección concurrida de la base —... tenían que invadir la base. Fue sencillo para nosotros, los detuvimos sin problemas. Pero de forma inesperada, recibimos un comunicado de la Comisión convocándonos a prestar refuerzos para ayudarlos. Cuando pregunté, dijeron que alguien de los equipos había enviado la alerta. Según mi técnico de confianza en el helicóptero, la voz en la llamada de auxilio tenía un tono masculino grave. Él pensó que era Endeavor-sama.
Uraraka quedó atónita ante las revelaciones de Mina. A su vez, no podía dejar de pensar en la batalla que Midoriya estaba librando.
—Uraraka-san, ¿En qué estás pensando?—dijo Mina al ver que su amiga se había quedado atónita.
Inesperadamente, no tardó en volver en sí e ir directamente al grano.
—Mina-san, ¿Tienes la grabación de la llamada de auxilio? Mi equipo claramente no pudo haber hecho la llamada de refuerzos.
—Si. El técnico me había enviado la grabación a través de mi correo electrónico. Me dijo que la escuchara y reconocería la voz, pero nunca lo hice. Más que nada, él quería rellenar el informe y reconocer quién solicitó refuerzos. Siendo honesta, jamás pensé ver una llamada de refuerzos más extraña. No parecía ser la voz de ninguno del equipo 4.
Después, Mina le entregó su teléfono a su amiga y rápidamente lo desbloqueo para acceder a su aplicación de mensajería. Rápidamente accedió al archivo de audio para ver si ella reconocía la voz.
"Hola, todos están muertos. Necesitamos refuerzos. En la base principal de la liga de villanos….."
Inesperadamente, algo en esa voz se le hacía familiar a la chica.
—Esa voz y frecuencia…
Pero, aún más importante, hubo algo en el nombre del archivo que hizo que su corazón casi se detuviera. Ella podía considerarse una chica con una excelente memoria, y el nombre del archivo contenía la frecuencia captada por la Comisión que solo los miembros del equipo conocían en ese momento. Desafortunadamente, la Comisión no había investigado lo suficiente para darse cuenta de que el intercomunicador tenía escrito el número de serie "14-b", el mismo que había sido asignado a su compañero fallecido del equipo 4, Tamaki Amajiki.
Fue Tamaki mismo quien le había dado ese número de serie personalmente para comunicarse con el equipo 4 al inicio de la misión. Esto significaba que alguien había tomado el intercomunicador del cadáver de su compañero.
—Esto no ha terminado —concluyó Uraraka—. Alguien nos entregó esta victoria a propósito.
—¿Qué significa eso, Uraraka-san? —preguntó Mina, llena de dudas.
—Veo que también estás de acuerdo en que nuestra victoria resultó muy conveniente.
—¿Shoto? —preguntó Uraraka, sorprendida por su acercamiento inesperado.
Inesperadamente, Shoto se había apartado del resto del grupo para acercarse a Uraraka y discutir sobre el mismo tema que ella había planteado.
—¿Qué has descubierto, Uraraka-san? —preguntó Shoto.
—Yo...
Justo cuando estaba a punto de decir algo más, inesperadamente su intercomunicador, que llevaba colgando de su cintura, se activó, emitiendo su característico tono grave para indicar una comunicación entrante.
—¿Qué sucede?
La llamada puso a los tres héroes en alerta. Una vez que Uraraka respondió, su expresión de horror se hizo más que evidente.
Finalmente, ella reconoció la voz que solicitó los refuerzos.
—¡Hola, héroes! Felicidades por su victoria...
La voz poseía carisma, la misma voz que había escuchado cuando Kurogiri, la mano derecha de All For One, asesinó a su amiga Tsuyu durante una misión en Kyoto. Nunca olvidaría cómo se burlaba de lo fácil que había sido llevar a su amiga a una gran altura y, simplemente, dejarla caer.
—Lamento este cambio repentino de planes. Ustedes debían haber muerto en la base y nosotros debíamos esperar a que Tomura Shigaraki derrotara a su "elegido". Pero, desafortunadamente, el joven señorito terminó traicionando a All For One y, por ende, a todo lo que la Liga representaba. Desafortunadamente, en la base principal había muchos seguidores del señorito. Al ver que la Liga que mi señor creó con tanto esfuerzo se corrompió debido a sucesor, no me quedó otra opción más que entregarles esta victoria...
La furia de la chica solo se equiparaba a su sorpresa.
—¿Se supone que debemos agradecerte? ¡Bastardo! ¿Tu jefe fue derrotado?
—No me digas que es... —intuyó Mina horrorizada.
—...Kurogiri. —concluyó Shoto.
—Sí, para tu deleite, AFO murió a manos de sus propios hijos y la Liga ha llegado a su fin. Míralo de esta manera, mi bando cometió el error de no prever una traición y ahora tendrán el gusto de haber ganado. Pero….
— ¿Pero...?
— Si bien, también les concederé el placer de presenciar la muerte del joven señorito, a causa de mi intervención, por supuesto. No les daré la total satisfacción de que su "elegido" salga con vida de esta situación. Después de todo, la última voluntad de mi señor era ver la eliminación del sucesor más poderoso de su hermano. Eso es precisamente lo que haré...
El pánico invadió a Uraraka.
—¡Espera!
Una risa maniática ensordecedora resonó a través de la llamada.
—Solo les diré, héroes, que disfruten del espectáculo de luces. No estoy seguro si mi poder podrá ser contenido hasta donde se encuentran. Les recomendaría rezar para sobrevivir. ¡Adiós!... —Kurogiri colgó el intercomunicador.
De repente, un fuerte terremoto sacudió la zona, tomándolos a todos por sorpresa: héroes, soldados y villanos capturados. De repente, en el cielo se elevaron rayos de colores; uno verde, otro amarillo, impactando en algún lugar no muy lejano.
—¿Qué?— preguntó un soldado cercano.
—¿Cómo es posible? — dijo Mina sorprendida.
Jamás había visto algo parecido en su vida, de hecho nadie jamás había visto el impacto que una batalla que podría tener en la propia naturaleza. Mientras tanto, las reacciones de los demás chicos eran similares.
Después de eso, y ver que la intervención de Kurogiri podría resultar en un desastre definitivo, Uraraka supo que tenía que hacer.
—¿Qué te dijo Uraraka-san?—preguntó Mina.
— La batalla está en desarrollo y la amenaza de la intervención de Kurogiri podría resultar en la muerte de Izuku, en los peores de los casos. El quiere hacer algo en contra de nuestro amigo. ¡No podemos dejar que suceda!
—¡Uraraka-san! Tenemos que acércanos a la batalla—dijo Shoto con determinación.
De repente ella dijo, mirándolo seriamente.
—¡Él nos necesita!
—¡Hay que detener a ese hijo de perra!—dijo Mina seriamente.
Solo fue cuestión de tiempo para advertir a Endeavour y sus compañeros. Después, la comisión les prestó un helicóptero para ese fin.
(...)
En el Reino de los Vestigios, todos los antiguos portadores de One For All se reunieron para presenciar el desarrollo de la épica batalla entre Tomura Shigaraki e Izuku Midoriya. Mientras los portadores del cuarto, quinto y sexto animaban a Izuku con emoción contenida, el primer portador se mostraba distante, como si estuviera perdido en sus propios pensamientos incromprensibles. Su mirada vagaba por el horizonte, sus ojos cansados reflejaban una tormenta de emociones sin descifrar.
Nana Shimura, la séptima portadora y abuela de Tomura, se acercó a él con una mezcla de preocupación y compasión en su rostro. Con delicadeza, le preguntó por qué no estaba prestando atención a la batalla que se libraba frente a ellos.
El primer portador pareció despertar de su ensimismamiento, pero su expresión sombría persistía. Con una voz cargada de angustia, respondió de manera distante:
—¿Por qué debería prestarle atención? ¿Acaso importa en qué se ha convertido mi legado? En el que otro joven pelee y probablemente muera a mano de mi hermano o un sucesor suyo.
Nana Shimura sintió un amargo nudo en su garganta mientras lo escuchaba. Una tristeza profunda recorrió su semblante, ahondando aún más en los abismos de su corazón.
Entonces, el primer portador, mirándola fijamente, le hizo la siguiente pregunta de forma casi desesperada:
—Si hubiera una forma de evitar que Izuku-kun no terminase consumido por esta guerra, ¿lo harías?. Es decir, ¿no cambiarías tu futuro si fueras el?
La pregunta resonó en el aire, cargada de un peso difícil de soportar. Nana se sintió sacudida por una oleada de dolor, pero sabía que debía responder con sinceridad. Con una voz suave pero llena de pesar, dijo:
— Quisiera haber sido la abuela perfecta para el nieto que se ha convertido en ese monstruo que está peleando contra Izuku. O, incluso, haber sido la madre de mi hijo…..
La emoción se apoderó del ambiente, envolviendo a los antiguos portadores en un aura de tristeza y remordimiento. Nana Shimura, con lágrimas en los ojos, continuó su confesión:
—...Quisiera haberle dado a mi nieto y a mi hijo una vida llena de amor y haber sido capaz de prevenir su camino hacia la oscuridad. Habiendo dicho esto, creo que Izuku es capaz de cometer los mismos errores que yo. Incluso, es capaz de jamás tener una vida ... .normal y querer morir con tal de derrotar a mi nieto.
El primer portador, con una mirada cargada de una angustia abrumadora, le preguntó una vez más:
—Si existiera alguna forma de salvar a Izuku de esta guerra, ¿estás dispuesta a tomarla?
El dolor se reflejó en el rostro de Nana, sus ojos brillaban con el peso del sufrimiento pasado, pero eso no impidió que contestará:
—Si.
(...)
Ahora, los compañeros de Izuku, incluyendo a Endeavor y otros héroes y soldados, se encontraban a bordo de helicópteros, dirigiéndose hacia la zona de batalla.
— Aguanta, Izuku-kun —dijo Uraraka, sintiendo un profundo temor por el estado de la batalla. No era la única; especialmente Shoto, quien no podía ignorar su intensa intuición.
Shoto pensó: "Midoriya, cuídate... No sabemos cómo terminará esto, así que aguanta", mientras veían cómo se acercaban al lugar de la batalla.
(...)
A medida que la batalla avanzaba, los movimientos de ambos se tornaban más rápidos, erráticos y cargados de poder. Los temblores que provocaban en la tierra se transformaban en auténticos terremotos. Incluso los villanos, el personal militar y los héroes tuvieron que evacuar la base antes de que el equipo 7 y sus compañeros se fueran a ayudar a Izuku, debido a la intensidad de los movimientos telúricos generados por la batalla.
Sin embargo, lo que no esperaban era la irrupción de una tercera fuerza.
De repente, un portal se abrió justo frente a ellos.
—Hola, Tomura. Veo que has desatado toda tu imaginación —dijo la figura que emergió del portal con una leve risa malévola , aunque su rostro carecía de expresión por su fisonomía de Nomu.
La batalla se detuvo momentáneamente al ver esa imponente figura frente a ellos. No sabían cuáles eran sus intenciones, al menos por ahora.
—¿Qué quieres, Kurogiri?... Si no puedes esperar a que te elimine, no tendrás que esperar mucho más —dijo Tomura apuntando su espada hacia el villano.
—Tomura Shigaraki, un monstruo que el maestro crió desde pequeño. Una joven promesa que creció bajo su tutela, destinado a ser un excelente sucesor... —comenzó a decir Kurogiri.
—¿A dónde quieres llegar con esto? —preguntó Shigaraki exasperado.
Izuku, por su parte, se limitó a escuchar en silencio, preparado para un posible ataque de ambos individuos.
—Un símbolo de la oscuridad. Aquel que guiaría nuestros intereses hacia lo que el maestro siempre ha visualizado. Pero desafortunadamente, te has rebelado y has traicionado nuestra causa. No solo a tu padre, sino a todos nosotros, y pagarás por ello —respondió Kurogiri.
Con una risa divertida, Tomura contestó:
—Ja. Poseo el poder heredado de mi padre en una medida que él nunca pudo alcanzar. Sé cuál es tu punto débil, esa cosa que te mantiene con vida, como los Nomu —dijo señalando el pecho de Kurogiri.
—No soy tan idiota como crees, Tomura-sama. Porque tengo esto...
De repente, Kurogiri mostró una jeringa metálica vacía con las iniciales "PQ3XZ". Sin previo aviso, Shigaraki quedó petrificado ante la revelación de su enemigo.
—Izuku, tenemos que eliminar a este tipo lo más rápido posible. Lo que él se inyectó es una droga llamada "Power Quirks 3XZ", un prototipo eliminado que desarrollamos para alterar el ADN del individuo, llevando su Quirk a niveles nunca antes vistos. Pero es sumamente inestable.
—Tsk.
Izuku se posicionó nuevamente en posición de combate, apretando firmemente su espada. Tomura lo siguió, haciendo lo mismo. Esta inesperada alianza era extraordinaria.
—¡Ahora!
Ambos cargaron a toda velocidad contra Kurogiri , guiados por la necesidad de acabar con él de una vez por todas. Sin embargo, lo último que vieron fue cómo él se despedía con el clásico gesto de la mano.
En un instante, una explosión de energía inimaginable se desató, desatando sobre el bosque una onda expansiva intensa y destructora. El estruendo retumbó en los oídos de todos los presentes en el area cercana, ensordeciéndolos e inundándoles de un temor visceral. La energía desatada por la detonación se arremolinó sin restricciones, reduciendo la vegetación a cenizas y escombros.
Desde los cielos, los helicópteros que se dirigían apresuradamente hacia la zona de de la batalla perdieron súbitamente su estabilidad, desorientados y tambaleantes. Los ocupantes a bordo se aferraron a sus asientos, asombrados y aterrorizados ante la magnitud de la explosión. El estallido de materia oscura consumió una fracción considerable del bosque, convirtiéndolo en un mar de destrucción y desolación.
Afortunadamente, el destino tenía un atisbo de misericordia. La ciudad más cercana y habitable fue librada de la furia de la explosión, fundiendo las fronteras de la realidad y la pesadilla en el horizonte pero sin llegar a tocarla. No obstante, un pueblo entero, con sus calles y hogares llenos de vida, fue engullido por la ola inmisericorde de la energía desatada.
El impacto devastador de la explosión se cobró numerosas vidas inocentes. El aire quedó denso con el olor a humo y llamas, las llamas que consumieron la esperanza y la alegría de quienes una vez habitaron ese lugar. Un silencio doloroso se cernió sobre la desolación, solo interrumpido por los sollozos de las almas afortunadas que habían escapado de la explosión pero no del horror en sus corazones.
En el epicentro de la destrucción y el caos, solo quedaban los supervivientes del trágico accidente de los helicópteros. Desafortunadamente, solamente quedaron dos: Uraraka Ochaco y Shoto Todoroki.
Todoroki había creado una cápsula de hielo para ambos cuando el helicóptero se estrelló, pero no pudo salvar a los demás compañeros ni a su propio padre.
Aparentemente, la fuerza de la explosión los arrojó lejos del punto de impacto. Todoroki tuvo que utilizar todas sus fuerzas para reforzar las capas de hielo y protegerlos del fuego abrasador que amenazaba con matarlos.
—Uraraka, lo siento... todos están muertos... —dijo, con pesar.
Una vez liberados, solo encontraron desolación y cenizas. El icónico bosque de Nagasaki había sido transformado en un árido y humeante desierto lleno de escombros.
Uraraka yacía en el suelo, empapada en sangre debido a un fragmento metálico del helicóptero que le atravesaba el abdomen. Todoroki sangraba por las comisuras de los labios, habiendo llevado su cuerpo al límite.
—Todos están muertos... —murmuró, sollozando— Mina, Bakugo, Tokoyami, incluso Izuku...
Sin darse cuenta, una explosión había abierto un portal en el cielo ahumado y cubierto de cenizas. El portal irradiaba colores vibrantes, destacando el tono azul oscuro que difuminaba las nubes. Dos figuras, profundamente reconocidas, se elevaban lentamente hacia el portal.
—¿Izuku? —exclamó Uraraka, al notar las figuras flotando hacia el cielo.
La armadura de Izuku estaba destrozada, pero él se mantenía ileso, con heridas marcando su cuerpo y su distintiva cabellera verde ondeando al viento.
Shoto también percibió lo que Uraraka veía.
—Uraraka, ayúdame a alcanzarlo. Permíteme usar tu habilidad. Necesitamos rescatarlo. Él es lo único que nos queda.
Desesperado, Shoto buscó la mirada de Uraraka.
Con las últimas fuerzas que le quedaban, ella tocó su hombro, activando su habilidad.
—Ve por él... —susurró, decidida.
El destino de sus amigos pendía de un hilo, pero ahora tenían una oportunidad de luchar y salvar a Izuku. En un último acto de heroísmo, Uraraka le otorgó a Shoto el impulso necesario para enfrentar el desafío y traer de vuelta a su compañero.
(...)
El destino parecía ser benevolente con Izuku al principio.. Cuando estaba flotando, siendo guiado por la fuerza de atracción que el portal emanaba, estaba indefenso. Demasiado débil para poder escapar, la gran explosión le había hecho añicos su armadura, había dado todo de sí para aguantar la fuerza que dejo la catástrofe, y las pocas energías que le quedaban eran para seguir consiente de si mismo. De hecho, incluso le quedaba tan poca que podía dejar de respirar en cualquier momento.
Creía que iba a ser arrastrado sin poner resistencia alguna, que iría algún lugar desconocido, probablemente el espacio profundo, probablemente moriría al instante que cruzara.
—¡Izuku!...
De repente una voz ronca y débil se oía desde no muy lejos de donde estaba. Con una gran dificultad puedo voltear su cabeza, para poder ver a su amigo Shoto flotando muy cerca de el. Parecía herido, incluso se le hacía irreal que estuviera flotando ahora, con el estado de desgaste que veía en sus manos.
—Uraraka parece que te ayudo, eh...—Concluyo algo feliz que su amigo haya intentado salvarlo.
Shoto, también parecía sonreír, estaba cerca de salvarlo. Solamente tenía que agarrarlo, y aunque sea un pequeño impulso de su Quirk de fuego, podrían escapar a tiempo de la atracción del portal. Eso sí, aún dudaba si si cuerpo reaccionaria como el quisiera.
—Solo un poco más...
Mientras tanto, Uraraka había llegado a su límite. El dolor era insoportable y mantener su Quirk activo requería concentración y energía que escaseaban en su organismo. No le quedaba mucho de eso.
—Si detengo mi Quirk, ambos morirán. Debo resistir...
De repente, la hemorragia que tenía parecía empeorar. La formación que hacía en sus manos comenzó a temblar violentamente.
No tenía muchas esperanzas en sí misma. Sabía que, lógicamente, una hemorragia nunca es buena, especialmente si no se trata a tiempo.
"Moriré, eso es seguro... Todos están muertos, pero ustedes no. Quiero que los dos vivan, quiero que tú vivas".
Esas fueron sus últimas palabras antes de perder el conocimiento, ya que el dolor era insoportable.
—Izuku, te amo... ¡Vive!
Dijo Uraraka, siendo consciente de que el uso de su Quirk la estaba matando.
Por su parte, Shoto estaba a punto de alcanzar a Izuku. Solo faltaba un metro más, solo eso. Izuku parecía esperanzado, iba a ser rescatado. Sería salvado de un destino fatal. Incluso si pudiera, estaría llorando de felicidad en ese mismo momento.
Estuvieron a punto de tocarse los dedos, casi podían saborear el éxito de sobrevivir, el éxito de haber salido victoriosos de esta cruel guerra. Pero el destino tenía otros planes, se burlaba de su ingenuo protagonista y movió los hilos para que, finalmente, Izuku fuera agarrado o, más bien, abrazado por su propio enemigo por la espalda. Izuku casi podía oír el susurro burlesco en su oído mientras le decía unas palabras.
—Si me dirijo directo al infierno, tendrás que acompañarme.
Entonces, Izuku no supo cómo, pero debido a los poderes inhumanos que Tomura poseía, los impulsó a ambos con una pequeña explosión de su propia energía a través de sus piernas. Esto los llevó al punto sin retorno del portal. Ya no había salvación.
Desesperadamente, Shoto intentó alcanzarlos, pero era inútil. Tomura había alcanzado una velocidad más allá de los límites.
—Tsk, ¡MIDORIYA! —Gritó con dolor.
De repente, con su máximo esfuerzo, Shoto utilizó nuevamente su Quirk de fuego para impulsarse. Pero no le duró mucho, ya que sus brazos sintieron cómo se rompían los huesos. Lo había llevado al límite. Al final fue testigo de cómo el portal los absorbía por completo, llevándolos hacia un rumbo desconocido.
Sin previo aviso, el poder de Uraraka se apagó súbitamente y podría haber caído. Pero no, también había sido atrapado por la fuerza de atracción del portal
—Supongo que también es mi hora…
Lo único que hizo fue limitarse a cerrar los ojos y esperar lo peor.
Finalmente, él había sido absorbido. Sentía como si atravesara una espesa niebla, sin tener forma sólida. De repente, su entorno cambió por completo.
(...)
Uraraka, pudo ver cómo Izuku ya había dejado este mundo, junto con el único compañero y amigo vivo de aquella clase en la que ella creció. Todo había sido en vano, la hermorragia empeoró sus síntomas. Ya era hora.
—Izuku, Shoto...
Ahora, ella descanso sus ojos, siendo lo último que vio fue la desgracia, la impotencia de haber perdido todo, y la furia que sintió hacia quien había sido tambien su mayor enemigo.
Afortunadamente, lo último que pensó antes de morir, fue gozar todos los recuerdos que tuvo con Izuku. Todas aquellas experiencias que logro obtener con el y sus compañeros antes que todo eso pasara.
"¿Por qué tuvo que ocurrir esto? ¿¡Por qué perdimos a tantos de nuestros compañeros?! No lo sé, pero sé que fui feliz al lado de mis compañeros" Y también al lado de él...
Me pregunto si en el lugar al que voy, ellos estarán. Ojalá fuera un lugar tranquilo donde pudiéramos platicar como antes, tal vez emborracharnos como habíamos planeado.
... Adiós, Izuku. Adiós a todos."
Continuará...
Hola, espero que les haya gustado. También, espero aclarar unas cosas.
El universo en qué están ubicados nuestros protagonistas es el "Universo 345". Dónde las cosas, resultaron de una manera peor de la que el universo canon experimentó. Dichas vivencias afectaron a Izuku y a muchos en cuestiones Morales. Tales como matar enemigos. Espero que está explicación pudiera resolver algunas dudas jeje.
En fin, ¿Qué opinan de este prólogo? ¿Alguna otra duda? Si quieren, pueden escribirlo en los comentarios. También las críticas me ayudarán a mejorar.
Por cierto, también lo he pensado y al final decidí agregar a Hanna al Haren.
Bueno, nos vemos en el siguiente cap, bye.
