- '¡Esto en verdad es ridículo!' - Pensó Mori con molestia mientras usaba una escoba para defenderse de los ataques del torashinai de cierta joven sedienta de combate.
- ¡Vamos! ¡Lucha! ¡Muéstrame lo que tienes! - Exclamaba Taiga con fiereza digna de un tigre salvaje mientras que atacaba con su espada de practica de kendo favorita al joven de cabello azul verdoso.
La princesa Yakuza atacaba con golpes fluidos y fuertes, demostrando una gran maestría en su habilidad con la espada a pesar de su corta edad, simplemente exaltando de esta manera porque era llamada la infame Tigre de Fuyuki aunque a ella no le gustara ese titulo.
Mientras todo eso pasaba, los espectadores de dicho combate solo podían limitarse a observar con asombro el encuentro entre ambos jóvenes maestros de artes marciales. Shirou especialmente miraba con ojos brillantes el cómo su hermano mayor adoptivo usaba una mundana escoba para defenderse. En el caso de Kiritsugu, el ganó cierto interés en el pasado del joven que acaba de adoptar, llegando a la conclusión de que era aún más misterioso de lo que aparentaba debido a la gran habilidad con la que se defendía de la maestra de la espada.
Sin embargo, el combate en el patio de la residencia Emiya empezó volverse más intenso. La frustración empezó aparecer en la hermosa cara de Taiga, haciendo que su rostro gane un semblante enojado que asustaría a cualquiera, incluso a su querido abuelo Raiga, famoso por ser un infame Yakuza desalmado por décadas ... Ni siquiera el estaría tan tonto como para desafiar a la Tigre de Fuyuki estando tan enojada.
- ¡¿Que te ocurre?! ¡Solo te defiendes! ¡Pelea! - Rugió la joven de cabello castaño.
- ¡Yo no quiero pelear! - Le gritó Mori, algo sorprendente para quienes lo conocieron como el infame Sun Wukong de antaño o el intrépido Jin Mori, pero ahora como Dan Mori había ganado una forma de ser ya no tan sedienta de combate ... O al menos a los combates sin propósito alguno.
- ¡Grrr! - Gruñó su oponente lanzando golpe al costado del peli turquesa.
Moviendo la escoba que tenia como un Yeoui de reemplazo, Mori fue capaz de bloquear el ataque con éxito y usando su arma improvisada como punto de apoyo, el joven logró empujar a Taiga para obtener más espacio.
- ¡Cálmate, no quiero pelear contigo! ¡Quiero limpiar mi casa! - Exclamo el antiguo Rey Mono, pero la princesa Yakuza hizo oídos sordos.
La susodicha arremetió nuevamente contra su oponente lanzando esta vez varias estocadas que Mori logró desviar sin mucho problemas gracias a la escoba que tenia en manos, este último utilizado la parte de cepillo para lanzar un golpe horizontal de advertencia para hacer retroceder a la chica. Lo cual funcionó por un momento, pero la intrépida chica volvió abalanzarse hacia adelante oscilando su torashinai por la guardia baja de Mori por su movimiento anterior que fue demasiado abierto.
Taiga dirigió su ataque hacia la cabeza del peli turquesa que si llegara a conectar dejaría inconsciente a cualquier hombre adulto por toda la fuerza concentrada detrás del ataque, pero afortunadamente el Dios Caído aún conservaba una buena parte de su gran flexibilidad de mono y con ella logró inclinar la parte superior de su cuerpo hacia atrás, esquivando así la poderosa huelga de la chica para sorpresa de muchos, especialmente de algunos de los espectadores que conocían la fama o la habilidad de la mejor espadachín de Fuyuki.
- 'Aquí vamos.' - Pensó Mori con calma volviendo nuevamente a su posición original.
Posteriormente, balanceó la escoba con gran habilidad como si de verdad fuese un bastón apropiado para luchar y lanzó varias ataques oscilantes contra Taiga, aunque esta última lograba bloquearlos, los golpes tenían una cantidad considerable de fuerza que hicieron que la chica retrocediera y perdiera terreno nuevamente.
Pero eso no molestó para nada a la joven Taiga, quien sonrió con algo de euforia cuando su oponente empezó a responder sus ataques haciendo que este tonto encuentro progresará cada vez más a convertirse en un verdadero combate, lo cual era lo que la princesa Yakuza quería desde un principio.
Mori lanzó un barrido por el suelo con la escoba hacia los pies de su oponente para derribarla, pero la Tigre de Fuyuki logró esquivar el ataque con gran velocidad de reacción y reflejos saltando antes de que el implemento de limpieza la tocará y luego ella lanzó un ataque diagonal hace el hombro del peli turquesa.
El Dios Caído logró esquivar el ataque sorpresa de la joven de cabello castaño dando unos giros hacia un lado para luego proceder a lanzar una estocada con el extremo opuesto del cepillo de la escoba hacia el costado izquierdo de la joven, para algunos la escoba pareció ser una peligrosa lanza que empalaria a la chica.
- ¡Hmph! ¡No te atrevas a subestimarme! - Exclamó la Tigre Celestial de Fuyuki con una sonrisa feroz cuando ella aterrizó en el suelo y en rápido sucesión dio un giro veloz para acumular fuerza centrífuga y en conjunto a su propio poder dar un golpe devastador para enfrentar el ataque de su adversario. - ¡Ve, torashinai! -
Crack.
Fue el sonido que resonó en todo el patio de la residencia Emiya cuando el shinai de Taiga golpeó por el lateral el extremo de la escoba, provocando que ese lado saliera volando por el aire. Y de esta forma, Mori se quedó con la mitad de la escoba en mano, perdiendo de esta manera alcance de ataque.
- ¡Kukuku! ¡¿Que te ha parecido eso?! - Le pregunto divertida la Tigre de Fuyuki a su oponente.
El dios caído frunció el ceño. - Eres mejor de lo que creí. - Admitió dándose cuenta que si está chica frente a él hubiera participado en el torneo The God of High School, hubiese sido una feroz oponente, y posiblemente también hubiera sido una gran rival para Mira.
- Oí, ¿Esto no está saliendo de control? -
- ¡Si! Esos últimos ataques ... ¡Parecían ir a puntos vitales! -
- ¡Alguien deténgalos! -
Exclamaban los obreros del público ante la extraña situación que había desarrollado sin sentido aparente, pero a pesar de sus palabras ninguno hacía algo para detener el dicho combate que poco a poco escalaba para ser aún más brutal.
- Mori-nii ... Es fuerte ... - Murmuró por lo bajo Shirou. El pelirrojo frunció el ceño recordando como el peli turquesa lo había salvado en el incendio. Si, solo alguien fuerte pudo haberlo salvado de aquel infierno.
Mientras tanto, Kiritsugu miraba de manera analítica la situación sin ningún indicio de interrumpir el combate. Este era un desarrollo interesante y le daba cierta pista de donde podría provenir Mori ...
- 'Salió de la nada, no está registrado en el sistema ... Al parecer es un maestro de artes marciales a pesar de su corta edad, solo habiendo entrenado desde muy pequeño sería capaz de lograr eso, además de ocultarlo bastante bien para el ojo mundano, pero otro maestro de artes marciales lo reconoció ... ' - Era la diatriba mental a la que la mente del antiguo Magus Killer estaba vociferando. Y con un ceño fruncido, llego a la conclusión. - 'Parece que los vestigios de los Hitokiri no Akai Hasu siguen sueltos ... Y acabo de adoptar a uno de ellos ...' - El antiguo mercenario soltó un suspiro cansino. - '¿Que pensarías de esto ... ? Natalia.' -
Taiga sonrió con euforia. - ¿Oh~? Eso no es nada, ahora mismo te voy enseñar que tan buena soy con una espada. - Dijo la castaña para luego colocarse en posición de combate nuevamente.
Mori miró con seriedad a la princesa Yakuza con el extremo roto de la escoba que le quedaba, era incómodo pero era lo mejor que tenia en el momento.
La Tigre de Fuyuki dejó salir un suspiró profundo. - Aquí vamos. -
Apenas termino de formular aquellas palabras, la peli castaña ya se había abalanzado contra su oponente a una velocidad mayor a la de antes.
- 'Es ... ¡Más rápida!' - Exclamó el antiguo Rey Mono sorprendido por el explosivo cambio en las habilidades de Taiga.
- ¡Ya no tendré más piedad! - Rugió la Tigre Celestial.
[Kogaku no Gyō]
El Camino de la Mandíbula del Tigre.
El joven de cabello turquesa apenas tuvo tiempo para levantar su guardia para el ataque entrante ... Pero dicho acto sería en vano para esta técnica de la mejor espadachín de Fuyuki.
[Gōhō Hagan]
¡El Devastador Rugido del Tigre que Destroza Montañas!
Taiga en vez de golpear a Mori directamente, golpeó el suelo por debajo de el con una fuerza abrumadora pero no para destrozar la tierra sino para levantar una onda de viento que fue capaz de desequilibrar la postura del joven, además de también romper su guardia.
- '¡Es igual que ... La Danza de los Cuatro Dioses!' - No pudo evitar hacer la comparativa el dios caído.
El ataque que había utilizado Taiga era muy similar a las funciones de las tres primeras posturas de la Danza de los Cuatro Dioses de su querido amigo Han Daewi de su Full Contact Karate, técnicas especializadas creadas por el antiguo maestro del nuevo y joven Emperador de Jade para derrotar y asesinar a los practicantes del Renewal Taekwondo.
Mori nunca esperó encontrar una técnica similar en este nuevo mundo.
- ¡Aquí voy! - Anunció la castaña su ataque lanzando un golpe ascendente con su torashinai.
Haciendo uso de sus grandes reflejos y velocidad de reacción, el peli turquesa logró esquivar el ataque dirigido a su barbilla pero había logrado golpear el extremo de escoba que conservaba haciendo que saliera volando. Como consecuencia, ahora el antiguo Rey Mono quedó desarmado.
- Ahora si ... - La princesa Yakuza le dio una mirada gélida a su oponente. - Muéstrame tu verdadero arte marcial. -
- ¿Que? - Vociferó el joven desconcertado.
Taiga resopló con molestia. - ¿Me crees tonta? ¿Acaso crees que no me di cuenta que no ibas en serio? ¿Que no me percate que no hacías uso de tus verdaderas artes marciales? Seras muy bueno, pero seria mejor que dejaras de subestimar a tu oponente. - Le dijo la Tigre Celestial de Fuyuki con frialdad.
La gran tigre estaba enojada ... ¡Y tenia ganas de cazar una buena presa ahora mismo!
Un ceño fruncido apareció en el rostro de Mori antes de suavizarse. - Si ... Creo que tienes razón. - Aceptó las palabras de su oponente antes de entrar en la postura base del Renewal Taekwondo.
Sus pies estaban separados, sus manos estaban a los costados. Su postura parecía relajada para el ojo mundano, pero a los ojos de un artista marcial o experimentados como Taiga y Kiritsugu lograron discernir que el Dios Caído estaba preparado para responder con cualquier amenaza entrante a su espacio personal.
- Bien. - Asintió la castaña complacida antes de sonreír con descaro. - ¡Continuemos! - Ella se abalanzó contra Mori ... ¡Incluso más rápido que antes!
Pero el peli turquesa no se desesperó y empezó a usar una de las técnicas del Renewal Taekwondo.
[RE-]
Mori ... Por favor ... Vive ...
Dolor.
- '¡Guh! ¡Ack!' - Gruñó el dios caído cuando vislumbró el recuerdo de su abuelo en sus últimos momentos.
De manera instantánea, un dolor inimaginable atravesó todo su cuerpo desde la punta de los pies hasta la coronilla de su cabeza. Mori solo podía describirlo como si un montón de agujas ardientes atravesarán sus puntos de presión inhabilitando su cuerpo por completo.
- 'Es ... ¡El rebote del Removedor de Límites!' - Pensó en conclusión el peli turquesa.
Eran las consecuencias de haber utilizado el Removedor de Limites por doscientos cincuenta mil para enfrentar a Satanás, ¡El rebote de la técnica había destrozado su cuerpo por completo!
Y debido a ello, el antiguo Rey Mono tuvo que detener su ataque ...
Todos miraron expectantes el cómo el joven se había vuelto a su posición original mientras que Taiga seguía con su ataque, y en pocos instantes el torashinai ...
No golpeo a Mori en la sien porque Taiga había detenido su huelga a una pulgada de conectar contra la cabeza del chico y al mismo asestar un golpe devastador, y quizás mortal.
La joven espadachína tenía su rostro oscurecido por sus mechones castaños, pero el peli turquesa quien estaba estaba más próximo a ella podría ver el semblante mortalmente enfurecido que la princesa Yakuza tenia impreso en su bello rostro.
- ¿Por qué ... Por que ... ? - Murmuraba la Tigre de Fuyuki por lo bajo, el único que podía escucharla era él dios caído. - ¡¿Por qué te detuviste?! -
Sin embargo, Dan Mori no le dijo nada, su mente aún era asaltada por aquel dolor fantasmal que recorría todo su cuerpo y el recuerdo de los últimos momentos con vida de Taejin.
La falta de respuesta hizo enfurecer aún más a la joven de cabello castaño, y estuvo a punto de comenzar un asalto verbal por la falta de respeto al honor de los artistas marciales hasta que sintió una mano en el hombro que la sacó de ese umbral de ira.
- Creo que deberíamos calmarnos, ya es suficiente pelea por hoy, ¿No creen? - Dijo Kiritsugu con calma mientras miraba a la chica, pero en la última parte le dedico una mirada inquisitiva a uno de sus hijos adoptivos.
Ambos jóvenes no dijeron nada, Taiga volteó su rostro hacia el otro lado sin querer mirar al peli turquesa, mientras que este último bajo la mirada, como si el observar el pasto fuese la octava maravilla del mundo.
- Bueno ... - Comenzó a decir el hombre quien era conocido como el Magus Killer en el mundo de la Taumaturgia centrándose completamente en la princesa Yakuza. - Si estas aquí eso significa que tu abuelo quiere verme, ¿No es así? -
- ¿Eh? - Vociferó la Tigre de Fuyuki confundida, antes de quedar conmocionada al recordar la razón por la que había visitado la residencia Emiya originalmente. - ¡Si! El abuelo quería hablar unas cosas con usted, aunque no se muy bien de que tratan pero el abuelo dijo que era muy urgente su presencia. - Dijo apresuradamente la castaña, queriendo cumplir la tarea que Raiga le había encomendado y no tardarse más para no ser regañada.
Si el líder de los Fujimura la castigaba ... ¡No podría comer dulces en un mes! ¡Ella no podía pasar por eso de nuevo!
- Ya veo. - Kiritsugu sonrió levemente. - Bueno, no hagamos esperar más al viejo Raiga. Por favor, lidera el camino. -
- ¡Si, sígame! - Exclamó la chica comenzando a caminar hacia afuera de la residencia Emiya, no sin antes dedicarle una mirada fría a Mori, quien solo pudo sudar.
- 'Genial ... Solo dos semanas en este mundo y ya me odia alguien ... ¡Bien hecho, Dan Mori!' - No pudo evitar pensar el peli turquesa con pesar y cansancio.
- Mori. - Sin embargo, cuando fue llamado el susodicho corto esos pensamientos negativos. El que había hablado fue Kiritsugu. - Iré un momento a la residencia de los Fujimura, regresaré en unas pocas horas. Tu te quedas a cargo, les encargo la cena y todo lo demás. -
- Si, seguro ... Todo estará listo esta noche, viejo. - Le respondió el antiguo Rey Mono de manera frívola.
Esa respuesta fue suficiente para satisfacer al antiguo Freelancer antes retirarse con Taiga, con destino a la casa de esta última.
Mori dejó salir un suspiro que no sabia que estaba conteniendo cuando el dúo se retiró del lugar, luego volteó su mirada hacia los trabajadores quienes se sobresaltaron por la mirada dorada del joven y continuaron con su trabajo de manera apresurada. El dios caído negó con la cabeza con algo de diversión, ciertamente ese pequeño encuentro con la princesa Yakuza les había arrebatado mucho tiempo de trabajo a pesar de que había durado muy poco, pero eso no quitó el hecho de que tenían que volver al trabajo.
- ¿Estás bien? - Una voz sacó al peli turquesa de sus pensamientos nuevamente.
Mori bajo su mirada. - Oh, Shirou ... Si, todo está bien. No tengo ningún rasguño. - Le dijo con una sonrisa frívola.
El pelirrojo lo miró de manera crítica, como si dudará de las palabras de su hermano mayor adoptivo pero aún así no dijo nada para discutir.
- Eres bueno luchando, Mori-nii. - Le dijo Shirou decidiendo que era lo mejor para decir.
El joven se rio nervioso. - Si, puede que sea algo bueno. -
- ¿Me podrías enseñar algo de eso? -
Esa pregunta hizo que el cerebro de Mori se detuviera por completo para luego procesar muy bien lo que su hermanito le había pedido.
- ¿Quieres té enseñe a pelear? - Le pregunto con el peli turquesa. - ¿Por qué? ¿Alguien te molesta? ¡Lo voy a pulverizar! - Exclamó lo último molesto al llegar a una conclusión errónea.
El niño miró a su hermano mayor con una ceja levantada y visiblemente muy confundido. - ¿De qué estas hablando? Nadie puede molestarme cuando a penas salí del hospital. -
- Oh ... - Vociferó Mori comprendiendo su equivocación. - ¿Entonces por qué quieres aprender a luchar? -
Shirou se encogió de hombros. - Se veía interesante. -
El dios caído vio a su hermano por un par de segundos sin parpadear antes de reír divertido por el razonamiento del pelirrojo.
- Si ... Es muy interesante. - El Antiguo Rey Mono le dio una sonrisa extraña, como melancólica al niño. - Quizás algún día te enseñe algo, pero por ahora sigamos preparando todo para que la casa sea habitable ... Y también hay que preparar la cena. - Dijo lo último con un suspiro. El jamás había sido muy bueno cocinando, no al nivel horroroso de Mira, pero era aceptable. En cambio, Daewi si era un master chef certificado.
Shirou sonrió. - Claro. -
Y de esta manera ambos hermanos Emiya continuaron con sus tareas en aquella tarde. Y milagrosamente descubrirían la habilidad divina de Shirou en la cocina.
...
Por otro lado, el patriarca de la familia Emiya estaba en una reunión de "negocios" con el líder Yakuza del grupo Fujimura, Fujimura Raiga.
A pesar de ser un grupo Yakuza eran muy diferentes a los típicos Yakuza que se ven los animes, mangas, películas y demás medios, en los cuales eran estereotipados generalmente. Pero algunas veces si eran muy similares, pero eso no aplicaba para el grupo Fujimura, quienes seguían un código similar al bushido o al menos eso era lo que Kiritsugu entendía, y por ahora parecía ser cierto.
El antiguo Magus Killer se sentó en un cojín frente a Raiga, quien estaba igual que su invitado.
Si había una forma de describir al abuelo de Taiga era ... Tigre, era como ver a un tigre con aspecto humano.
Raiga tenia rasgos afilados, piel arrugada y cabello gris corto. Sus ojos eran negros y tenia una nariz prominente. Usaba un yukata verde y blanco y encima un haori con diseño de tigre que simplemente conseguía acentuar su parecido con un tigre.
Pero a pesar de su apariencia intimidante, era una buena persona ... Mientras que no te metieras con el o con su querida nieta.
Raiga sonrió ampliamente a su amigo. - Es bueno verte tan pronto, Emiya-san. Según estoy informado ya te estas instalando en tu nuevo hogar. - Dijo en cortesía el hombre mayor.
Kiritsugu asintió. - Si, la casa estará completamente lista en unos pocos días. Esos trabajadores que me recomendaste son muy buenos en lo que hacen. -
Raiga rio gratamente. - ¡Hahahaha! Te lo dije amigo mío, sólo confia en mi después de todo yo soy el señor de estas tierras, ¡Hahaha! -
- 'Estoy seguro de que a los Tohsaka no les gustará escuchar esas palabras tan presuntuosas.' - Pensó el ex Freelancer según la investigación que había hecho de Tohsaka Tokiomi justo antes de comenzar la Cuarta Guerra del Santo Grial. A la final formo una sonrisa amistosa, o al menos trató. Sus sonrisas eran muy cansadas y melancólicas. - Pues tienes toda la razón en eso, ¿Pudiste conseguir lo que te pedí? -
- Oh, cierto. Casi lo olvido. - Raiga se levantó y buscó entre unos cajones hasta sacar unas carpetas con documentos. Posteriormente volvió a su posición original antes de entregarle los dichos documentos al ex Magus Killer. - No fue muy difícil pero me tomo un poco por sorpresa, no suelo conseguir nuevas identidades para personas a menos que sea necesario. -
Kiritsugu tomo los documentos. - Gracias, lamento haberte molestado con eso pero era muy necesario. - Dijo mientras revisaba los papeles, en todos ellos tenían información falsa y nueva para Dan Mori. Después de todo, el chico salió de la nada y necesitaba ponerlo en el sistema o sería un problema para un futuro.
- No es necesario para que me agradezcas, solamente te devuelvo el favor, mi querido amigo. Ya sabes como dicen, "Hoy por ti, mañana por mi", además, para eso están los amigos, ¡Hahaha! - Dijo alegremente Raiga.
Si se preguntan como el ex mercenario y el viejo líder Yakuza es bastante simple, los "pequeños negocios" que había hecho Kiritsugu en Fuyuki para conseguir una rápida estabilidad en la ciudad fue contactar con el señor de los bajos fondos de la ciudad, quienes resultaron ser el grupo Fujimura. La primera reunión fue bastante seria, pero eventualmente cuando el magus le presentó el equipo militar y munición restante que le habían sobrado de la Cuarta Guerra del Santo Grial, además de varios contactos de contrabando de armas y mucho más, el viejo e inflexible Raiga instantáneamente le agarró cariño a Kiritsugu y trataba de hacer su estadía en Fuyuki la mejor de todas, tanto para el hombre como para sus dos hijo adoptivos.
Su honor como Yakuza y como espadachín se lo exigía, además, al viejo tigre le caía bien el antiguo mercenario, un sentimiento que solo el sacerdote principal actual del templo Ryuudou le generaba al viejo hombre.
- Aún así, muchas gracias por todo lo que has hecho por nosotros. - Kiritsugu hizo una ligera reverencia en agradecimiento.
- Ugh, eres igual al viejo Ryuudou, ¡Ambos son demasiados serios! Pero supongo que eso es lo que me agrada de ustedes. - Dijo Raiga divertido antes de parecer recordar algo. - Por cierto ... Mi queridísima nieta Taiga estaba algo ... ¿Irritada? Desde que volvió a buscarte, me sorprende porque salió muy animada, ¿Sabes de algo al respecto? - Pregunto el hombre con seriedad, no porque estuviera molesto, todo lo contrario. El estaba preocupado de que algo fuera capaz de cambiarle el estado de ánimo a la Tigre de Fuyuki en poco tiempo fuera cierto.
El peli negro dejó salir un suspiro exasperado. - Supongo que eso sería culpa de uno de mis hijos. -
- ¿Oh? ¿El pequeño Shirou? Raro, ella es tan infantil que debería poder llevarse bien con cualquier niño ... O llevarse realmente mal con ellos ... - Dijo el hombre mayor recordando muy bien la personalidad de su nieta. Sin embargo, Kiritsugu negó con la cabeza a esa conclusión a la que Raiga había llegado.
- En absoluto, Shirou no tuvo nada que ver. De hecho, podríamos decir que es culpa de Mori. -
- ¿Eh? -
Al ver la confusión de Raiga, el ex Magus Killer decidió explicarle lo ocurrido hace no mucho con Taiga y Mori.
El líder Yakuza mostró una expresión reflexiva ante lo que Kiritsugu le había dicho.
- Ya veo ... Con una personalidad tan impulsiva no me extraña que Taiga haya intentado algo así, pero me sorprende que tu chico sea tan bueno como para llamar la atención de mi nieta de esa forma. Taiga no es la Tigre de Fuyuki por nada, solo debe ganar un par de torneos más para llegar a las nacionales y finalmente exaltarse como la mejor espadachín en todo Japón. Pero ... - Era la diatriba que el viejo Raiga estaba padeciendo ahora mismo.
- Creo que puedo darte una respuesta a eso. - Esas palabras captaron toda la atención del viejo Tigre en el peli negro. - Para que alguien sea tan bueno en las artes marciales además de no tener una identidad solo podría significar que formó parte de los Hitokiri no Akai Hasu. -
Los ojos de Raiga se abrieron como platos por un segundo antes de poco a poco quedar entrecerrados mostrando un semblante feroz como el de un tigre. Posteriormente el levantó de su asiento y miró los cuadros de la habitación de manera reflexiva bajo la atenta mirada del ex Freelancer.
- Y pensar que aún quedan pequeñas brazas ardientes de esa organización, pero no suena tan descabellado. Han habido casos de individuos como tú hijo Mori quienes repentinamente regresan a la sociedad ... Pero jamas esperé tener a uno en mi territorio. - Decía con el ceño fruncido antes de suspirar de manera cansada, algo extraño en el enérgico hombre mayor. - No me extraña que Taiga haya actuado así, sería su primera vez sintiendo la presencia de un maestro de artes marciales de ese calibre. También puedo imaginar su molestia por no haber tenido una batalla real. -
- ¿Por qué lo dices? -
Raiga suspiró nuevamente. - Aunque parezca increíble, los Fujimura descienden del gran Miyamoto Musashi. -
Los ojos del ex mercenario se abrieron levemente. - ¿Son descendientes del mejor espadachín de Japón del periodo Edo? -
- Hehe, bueno ... Más o menos. - Rio entre dientes el viejo Tigre. - Más bien somos descendientes de uno de sus discípulos, después de todo, nunca se encontró pruebas de que Miyamoto Musashi haya tenido descendencia, sin embargo, lo mas parecido que tenia a unos hijos eran sus discípulos, así que podríamos considerarnos descendientes del infame Shinmen Musashi no Kami Fujiwara no Harunobu. Pero Taiga ... Ella es un caso muy especial. -
- ¿A qué te refieres? - Pregunto Kiritsugu con interés, cada vez estaba descubriendo más secretos ocultos en la pequeña ciudad de Fuyuki ... Justo cuando pensaba que podría vivir en paz.
- El padre de Taiga es sorprendentemente descendiente de otro de los discípulos de Miyamoto Musashi, pero este es un caso especial. Porque es descendiente de uno de los discípulos que se le permitió llevar el apellido de Shinmen Musashi no Kami Fujiwara no Harunobu como si fuera suyo, es decir, un Miyamoto. Eso quiere decir que ... -
- Fujimura Taiga es la más cercana a Miyamoto Musashi. - Concluyó Kiritsugu perplejo.
Raiga rio estruendosamente ante la conclusión deseada. - Efectivamente, así que ese mocoso tuyo ha llamado la atención de mi nieta ... Que kami-sama lo ampare. Aunque me gustaría conocerlo en algún momento. - Dijo con una sonrisa amistosa.
- Siempre podrán visitarnos a comer si es lo que desea. - Le propuso el magus con amabilidad.
- Igualmente amigo mío, igualmente. -
Kiritsugu sonrió levemente, ¿Hace cuánto que no tenia un amigo de verdad? Su esposa no contaba, además de que estaba muerta. ¿Maiya? Era más su ayudante que amiga, ¿Su antiguo Servant Saber? De hecho, hizo todo lo posible para mantenerse alejado de ella, ¿Natalia? Más bien era su madre adoptiva, ¿Shirley? ... Si, desde Shirley no tenia un verdadero amigo, así que era refrescante de cierta forma volver a formar lazos de amistad luego de décadas de tanto tormento, frustración y muerte.
- Bueno, si eso es todo me retiro por hoy, muchas gracias de nuevo, Fujimura-san. - Dijo el ex Magus Killer levantándose de su asiento y apuntó de retirarse.
- Espera, tengo otra cosa para ti. - Dijo el líder Yakuza interrumpiendo la retirada del peli negro, el cual lo miró con confusión. El viejo Tigre empezó a indagar en unos cajones hasta sacar unos documentos junto a unos pares de uniformes escolares, uno de secundaria y otro de primaria. - Ya formalice todo los preparativos para que tus mocosos comiencen sus clases la próxima semana sin falta, no fue tan difícil. Ambos estarán en la academia Homurahara, es una fortuna que esa escuela tenga una división de secundaria y otra de primaria, eso hizo más fácil las cosas. -
El hombre mayor le entregó las últimas cosas a Kiritsugu, el cual las aceptó con gratitud.
- Nuevamente gracias por todo, está vez si me retiro. - Fueron las últimas palabras del ex Freelancer de despedida antes de retirarse.
- Cuídate, mi amigo. Cuídate. -
...
Cuando Kiritsugu volvió a la residencia Emiya se encontró con la grata sorpresa de que la casa estaba casi por terminada, quizás en uno o dos días todo estaría listo. Además, todo el lugar estaba bien organizado y limpio, reviso un par de habitaciones y todo estaba aceptable para habitar.
Lo atribuyo a que sus dos hijos adoptivos eran los causantes de eso, lo cual agradecía en gran medida ya que no era muy bueno organizando cosas que no sean armas y munición o planes para matar magus.
Así que el ex Freelancer se fue a su habitación y se puso un cómodo yukata azul, aunque le gustaba su traje era algo incómodo llevarlo todo el tiempo y aún más con su cuerpo tan cansado.
Luego de haber pasado por aquel infierno conocido como la Guerra del Santo Grial, su cuerpo terminaba muy fatigado al final del día y eventualmente sentía dolores musculares. No había que ser un genio para saber porque estaba pasando aquello ... Todo era culpa de la entidad malevolente dentro del Santo Grial ...
Todos los Males del Mundo.
Angra Mainyu.
Por no haber aceptado su deseo y haber liberado un holocausto masivo, el Dios del Zoroastrismo decidió maldecir a Kiritsugu como castigó con una muerte muy dolorosa e insufriblemente lenta.
Kiritsugu suspiró. El sabía que no se merecía algo mejor que eso y lo aceptó, pero al menos le dejaría una buena vida a los dos jóvenes que había adoptado. Era lo menos que podía hacer en el crepúsculo de su vida.
El cansado magus entró al comedor y se encontró con la mesa ya puesta y lista mientras que Mori y Shirou terminaban de cocinar la cena.
- Vaya, huele bien. - Dijo Kiritsugu con una sonrisa frívola.
- ¡Oh, viejo! - Dijeron ambos cocineros.
- No soy tan viejo ... - Murmuró el peli negro. - No sabía que podían cocinar. -
- No es para tanto, pero resulta que Shirou es muy bueno. - Dijo Mori con una gran sonrisa.
- No soy tan bueno, además, tú me ayudas con las cosas que aún no puedo hacer. - Le dijo el pelirrojo en respuesta, siendo muy testarudo como para recibir un halago así nomás.
- Oh, vamos. Si no me dijeras que hacer, la cocina quizás se hubiese incendiado. - Bromeó el peli turquesa, sacándole una sonrisa divertida al niño.
Kiritsugu se limitó en observar en silencio la interacción, le alegraba que ambos jóvenes se estén adaptando con rapidez a su nuevo ciclo de vida. Pero entonces los recuerdos de que posiblemente Dan Mori pertenezca a los Hitokiri no Akai Hasu lo hizo fruncir el ceño, si eso era cierto ... El ex Magus Killer negó con la cabeza para alejar esos pensamientos, si el en verdad era parte o formó parte de esa organización de asesinos, el peli turquesa nunca intentó nada para hacer daño a nadie ni siquiera a Taiga quien lo había atacado.
- 'Quizás el quiera una nueva vida ... ' - Pensó en conclusión Kiritsugu y el podía simpatizar con eso, después de todo, el estaba haciendo lo mismo en Fuyuki. Una forma de vivir los últimos momentos de su vida de manera tranquila y tratando de hacer las cosas bien a la final, además de escapar del pasado que lo carcome.
Y el recordó muy bien como Mori se detuvo de atacar a Taiga al final del encuentro, eso podría significar que ...
Dan Mori también quería alejarse de su pasado.
No pasó mucho tiempo para que la cena estuviera lista y Mori junto Shirou la llevarán a la mesa para que todo este listo para comer.
- ¡Itadakimasu! - Dijeron los tres hombres juntos y empezaron a excavar en los platos de comida típica japonesa en silencio pero con tranquilidad.
Mori no pudo evitar sonreír con nostalgia, recordando las cenas que había tenido con Mira y Daewi, cocinadas por este último. Un recuerdo que le trajo felicidad pero al mismo tiempo mucha tristeza.
En cuestión de minutos la cena había terminado y era de noche, así que iban a dormir hasta que Kiritsugu los llamó a ambos.
- Bien, quería decirles algo a los dos y entregarles esto. - El peli negro sacó los documentos y los uniformes escolares que Raiga le había dado aquella tarde. - Ustedes dos comenzarán clases la próxima semana, será mejor que se preparen. Ahora si, vayan a a dormir. - Dijo el hombre cansado antes de retirarse a su habitación para dormir. La fatiga lo estaba matando ... Literalmente.
Los dos hermanos miraron los uniformes y luego se miraron el uno al otro antes de encogerse de hombros e irse a sus respectivas habitaciones para dormir.
Sin embargo, el único que no podía caer en las manos de morfeo era Mori quien miraba el techo de su cuarto como la octava maravilla del mundo.
- Así que mi nueva vida está comenzando ... Incluso debo ir a la escuela ... Bueno, nunca terminé la secundaria y dudo que Hui Mori lo haya hecho por mí con todo el problema Ragnarok acercándose ... - El dios caído sonrió con ironía. - E incluso si lo hizo, no tengo el diploma aquí conmigo pero dudo de que sirva en otro mundo. -
Mori volteó su mirada hacia el uniforme, encontrando muchas similitudes con el uniforme que traía Taiga. Eso le hizo formar una mueca.
- Espero que solo sea una coincidencia ... -
Lamentablemente, el antiguo Rey Mono solo trataba de mentirse a sí mismo.
Y así, dio comienzo a la cotidiana vida del Rey Mono más Humano de la Historia ...
¿O no?
...
