Mori camino por los pasillos de la academia Homurahara siendo guiado por un profesor hacia su respectivo salón, no tardó mucho tiempo en llegar. El profesor que lo guió habló un momento con su futuro maestro además de darle una carta firmada por el director, luego de eso se despidió del peli turquesa y se dirigió a su respectiva clase. Ahora el maestro de Mori se encargaría de él.
- Bueno, pase adelante, Dan-kun. - Pidió el profesor abriéndole la puerta a su clase.
El antiguo Rey Mono asintió antes de entrar al salón de clases donde fue recibido por varias miradas de diversos tipos. Algunas curiosas, otras emocionadas, algunas indiferentes, hasta algunas hostiles, sin embargo, el peli turquesa no les dio importancia alguna.
En ese momento, el profesor decidió tomar la palabra. - Bien, ya puedes presentarte, Dan-kun. -
El susodicho asintió. - Muy buenas a todos, mi nombre es Dan Mori y espero que podamos llevarnos bien. - Dijo finalizando con una leve sonrisa y reverencia.
- Oye, parece agradable. -
- Un poco afeminado si me lo preguntas. -
- De hecho, es un poco lindo. -
- Hmph, será mejor que conozca su lugar. -
Eran los comentarios susurrados por parte de los ahora compañeros de clase del peli turquesa, y a pesar de que este último escuchaba con claridad lo que decían no les dio mucha importancia.
- Muy bien, silencio todo el mundo. - Ordeno el maestro por todo el bullicio que sus alumnos causaban con sus susurros. El hombre miró a Mori. - Bueno, ya puedes tomar asiento. Ocupa ese lugar atrás junto a la ventana. - Indicó apuntando al lugar especificado con su dedo.
- Muy bien. - Respondió el peli turquesa junto a un asentimiento antes de dirigirse hacia el lugar anteriormente señalado.
Mientras se movía hacia su respectivo asiento, no pudo evitar sentir como varias miradas aún permanecían en su persona. Especialmente una de unos tipos muy fornidos y altos, Mori fue lo suficientemente inteligente como para reconocerlos como los típicos bravucones de la escuela. Sin embargo, el notó que sus músculos estaban bien entrenados, como si entrenarán algún deporte, incluso un arte marcial.
Sin embargo, dejó de pensar en ello cuando se sentó en su asiento para luego centrarse en su profesor.
- Bien, con todo dicho y hecho, sigamos con la clase. - Dijo el hombre antes de hablar de su materia.
- 'Bueno, aquí vamos otra vez.' - Pensó Mori con un suspiro. - 'Espero que a Shirou le vaya bien.' -
...
A Shirou no le iban tan bien las cosas como esperaba sinceramente, pero por lo menos no iban tan mal como imagino que serían. Por lo tanto, era un termino medio. Así que no era ni bueno ni malo, sino simplemente tedioso.
Realmente, había sido un día bastante largo ... Y solamente era mediodía para gran consternación del pelirrojo. Había pasado casi todo el día escolar recibiendo las miradas fulminantes de su compañera de clases, Tohsaka.
Shirou entendía que quizás no había sido muy correcto escuchar la conversación de ella y su sirvienta, pero tampoco era para tanto, ¿Verdad? Además, también era culpa suya por llamar tanto la atención al frente de la escuela.
Sin embargo, el niño podía explicarlo bien, pero él sentía que había algo más allá de simplemente de "escuchar una conversación privada de una señorita", es como si hubiera una sombra en ella que la mortificaba en cada segundo, provocando que su tensión aumentará a la vez que su tolerancia se redujera a cero.
Aunque no muchos parecieron darse cuenta de ello, pero lo que su profesor y demás compañeros si se percataron es que había una atmósfera muy opresiva entre ambos en el salón de clases y aunque trataran de hacer caso omiso de ello, era un poco difícil cuando se cernía desde detrás de todo el mundo como un depredador que se preparaba para abalanzarse hacia su presa.
Pero milagrosamente todo eso culminó con la finalización del día escolar señalado por el resonar del último timbre de la escuela, y de esta manera permitiendo que los estudiantes volvieran a sus hogares al ser recogidos por sus padres o representantes.
Lamentablemente para el pelirrojo su hermano Mori aún debe estar en la academia, así que tenia la obligación de permanecer cerca de la escuela como le había prometido al peli turquesa. Así que aquí estábamos, justo en frente de la escuela viendo como los demás compañeros de Shirou como otros alumnos se iban de la mano con sus padres o madres con un rostro impasible.
Realmente el niño no se sentía mal por ello, ni tampoco tan triste por la muerte de sus padres, ya tenia una nueva familia pero lamentaba estar ahí esperando sin hacer nada.
El ya quería aprender artes marciales con su hermano y hacer patadas ninjas geniales. Aunque para ello tendría que esperar un tiempo.
Afortunadamente o desafortunadamente dependiendo del punto de vista, Shirou no era el único que permanecía en la entrada para esperar a ser recogido por algún familiar. Y esa persona no era nada más ni nada menos que el origen de toda la tensión e incomodidad que había sentido desde el comienzo de las clases hasta ahora.
Cuando Tohsaka Rin se percató de la presencia del pelirrojo que tenia a un par de metros al lado suyo, su alegre rostro por ver a su Anne-san se disipó por completo e hizo una visible mueca que provocó que Shirou le respondiera con una mueca similar.
- ¿Tu qué haces aquí? - Le pregunto la peli negra con irritación antes de poner una cara de horror. - No me digas ... ¡Me estas acosando! - Exclamó con un jadeo audible.
En ese momento el hijo adoptivo del Magus Killer se dio cuenta que esto se estaba volviendo ridículo, especialmente por la parte donde estaba siendo acusado por algo sin pruebas reales.
- No te ... - Intento aclarar el chico aprovechando que la niña no estaba emanando tanta animosidad como en el salón de clases.
Sin embargo, apenas tuvo el tiempo de decir dos palabras hasta que fue interrumpido por la misma niña que supuestamente estaba siendo "acosada" por él.
- ¡Oh, cielos! Jamás había sido acosada antes ... ¡Es mi primera vez! ¡Anne-san se va a molestar mucho! - Exclamó la Rin nerviosa.
Al parecer ella estaba más preocupada por eso tumulto que pusiera causar su sirvienta que el posible hecho de ser intimidada en la escuela.
Por alguna razón Shirou sintió que toda la conversación se estaba desviando por el lado equivocado debido a aquellas palabras. No obstante, el no tenia ninguna oportunidad de tratar de aclarar las cosas a causa de que la chica seguía balbuceando cosas sin mucho sentido para el.
- Esto es malo, malo pero muy malo ... - Susurraba la pequeña antes de mirar con intensidad a su acosador. - Mira, haz lo que quieras, pero no seas muy rudo conmigo que lo vas a lamentar. - Le advirtió, aunque también podría sonar a una especie de amenaza.
Shirou no daba crédito a lo que veía, era la primera vez que veía a una víctima de acoso pidiendo que su acosador sea "amable" con ella mediante una amenaza ... Para el pelirrojo era algo sin precedentes, pero que tenia que rectificar ahora mismo antes de que las cosas se salieran de control con algún adulto escuchándola, o peor aún, la sirvienta la escuchará ...
El no sabían quién era exactamente Anne-san además de ser la sirvienta de la niña Tohsaka, pero algo en su interior le decía a Shirou que era una mujer muy peligrosa.
- Así que por favor, en la cara no ... - Seguía hablando la castaña hasta que se vio interrumpida por el pelirrojo.
- ¿Podrías escucharme por solo cinco minutos? - Exclamó el niño con exasperación.
La niña cerró la boca en ese instante para luego hacer un puchero. - Moo, no eres divertido. -
En ese instante Shirou quiso darse una palmada en la cara, pero antes de poder hacer eso tenia que aclarar las cosas de una buena vez.
- Mira, no te estoy acosando en lo absoluto. Si lo dices por lo que pasó esta mañana, me disculpo sinceramente por haber escuchado su conversación, me había entrometido en asuntos que no eran míos por mi curiosidad y lamento eso, prometo que no volverá a ocurrir. - Dijo Shirou en un tono serio, denotando que no mentía en ninguna de sus palabras.
Rin alzó una ceja como si no le creyera en absoluto. - ¿Eh? ¿Lo dices en serio? ¿Y entonces por qué terminamos en la misma clase? ¿Seguro que no me acosas desde hace tiempo? -
Ahora si el pelirrojo quería golpearse la cabeza en consternación, ¡Nunca había visto a esta chica en su corta y miserable vida de siete años!
- Eso es ridículo. - Tuvo que decirlo el niño. - ¿Como podría haber hecho que nos pusieran en la misma clase cuando solo tengo siete años? Eso fue cosa de la administración de la escuela. - Dijo el niño lógicamente.
Rin resopló. - Eso ya lo sé, tonto. -
Shirou la miró con confusión. - ¿Entonces por qué hablaste de todo eso del acoso? -
- Oh, porque estaba molesta y burlarme de la gente me ayuda a quitarme el estrés. - Respondió la niña sin darle mucha importancia. - En realidad estaba molesta por otras cosas, y como estabas cerca decidí que fueses tu mi alivio por un rato. Fue un poco divertido de hecho, gracias. - Le dijo Rin con una leve sonrisa.
El pelirrojo meditó sus palabras por un momento, comprendiendo ahora un poco más la situación y reconociendo que la niña a su lado tenía una personalidad muy peculiar, pero en lo que más se enfocó fue en la sonrisa obviamente falsa de la castaña, la sombra detrás de ella se hacía más profunda de alguna forma.
- Ya veo ... Pero pudiste haberlo dicho antes y quizás podría haberte ayudado. - Le dijo un poco irritado por todas esas miradas intensas durante la clase como también el ser acusado de acosador.
Rin sonrió más ampliamente. - ¿Entonces donde estaría lo divertido? -
- "Definitivamente tiene un personalidad horrible." - No pudo evitar pensar el pelirrojo con una gota de sudor cayendo por su rostro.
La castaña no pudo evitar reír ante la expresión del niño a su lado, estaba tan centrada en ello que no se percató el acercamiento de una mujer con traje de sirvienta. Sin embargo, Shirou si se dio cuenta de que esa mujer de cabellos negros venía hacia donde estaban ellos dos y la reconoció como la sirvienta de Rin, eso sí la ropa de mucama significaba algo.
- Ojou-sama. - Llamo Anne a la niña. Aunque su voz sonó completamente neutral, estaba un poco sorprendida de ver a la pequeña con mejores ánimos que en la mañana.
- ¡Oh! Anne-san ya llegaste. - Dijo Rin con un leve sobresalto.
- Si, me disculpo la tardanza, pero tuve que hacer unas regulaciones con Kirei-san sobre ... Los negocios de la familia. - Dijo la peli negra mirando de reojo al pelirrojo, algo que este último notó.
Como conocedora del mundo del magecraft, era su deber no revelar nada de este a las personas normales y comunes en el resto del mundo.
Entiendo la indirecta de la sirvienta, Rin asintió.
Ella miró al pelirrojo a su lado. - Gracias por acompañarme un rato ... Y ser el alivio de mi mal humor. - Dijo la último un poco avergonzada por aquel hecho. Principalmente por la presencia de Anne en el lugar, como también porque estaba actuando de una manera muy poco elegante para un Tohsaka.
El pelirrojo negó con la cabeza. - No hay problema, Tohsaka-san. Nos vemos mañana, fue un gusto. -
- Igualmente, Emiya-kun. - Dijo la niña en señal de despedida.
Sin embargo, cuando Anne escuchó el apellido del chico se puso tan rígida como un roble mientras su expresión normalmente sería y profesional se agrieto. ¿Como ella no podría reconocer ese apellido? Incluso los más novatos de la Torre del Reloj conocían el nombre de aquel poseedor del infame título de Magus Killer.
- De hecho ... - Empezó a hablar la peli negra llamando la atención de los dos niños. - Ya que todavía es temprano, ¿Por qué Emiya-kun no nos acompaña a almorzar y a jugar con usted un rato, Ojou-sama? -
Aquella proposición llenó con interés los ojos de ambos niños.
- ¿Eh? Pero Anne-san, pensé que teníamos que hacer ... Tarea cuando llegara a casa. - Dijo Rin evitando que la palabra magecraft se deslizara por accidente por su boca.
- Es cierto, pero usted ha hecho mucha tarea en las últimas semanas y el descanso es tan importante como la práctica. Además, Emiya-kun es el primer amigo que veo que hace en la escuela y creo que no estaría mal que se relacionen un poco más. - Se explayó la mujer por sus razones para que el pelirrojo los acompañara a casa "amistosamente".
- Bueno ... - La niña de cabellos castaños dudo por unos segundos antes de voltear su mirada hacia su compañero de clases y de hecho, su primer amigo en la escuela primaria Homurahara. - ¿Tu qué dices, Emiya-kun? -
Como era de esperar, el pelirrojo la duda se sembró en su interior mientras su rostro aún infantil la reflejaba tan claro como el cristal.
- No creo que deba, le prometí a mi hermano que lo esperaría. - Fue su respuesta finalmente.
- 'Un hermano, ¿Eh? ¿Acaso has formado una familia Magus Killer? Luego de todos estos años, ¿Por qué?' - No pudo evitar pensar la mujer, tratando de discernir las razones del Freelancer, pero aún así nada esclarecedor le venía a la mente. Aún así ella no dejaría pasar aquel asunto relacionado al Emiya Kiritsugu tan fácilmente. Una sonrisa amistosa que ocultaba sus verdaderas intenciones se hizo presente en el hermoso rostro de la sirvienta Tohsaka. - Oh, no creo que haya problema que te quedes un rato. Puedes llamar a tu casa para que tu familia no se preocupe de ser necesario. -
- Um, aún así ... - Dijo Shirou aún dubitativo con respecto a aceptar la oferta. Primeramente sonaba genial el hecho de tener un amigo, sin embargo, el deber de seguir las órdenes de Mori permanecían quemadas en su mente.
- ¡Vamos, Emiya-kun! - Exclamó Rin ya exasperada por la falta de decisión de su nuevo amigo. - Será divertido. - Dijo ella haciendo una cara de cachorrito pateado.
Dos pensamientos pasaron por la cabeza del pelirrojo cuando vio la cara de su nueva amiga. El primero, era que se veía un poco linda en realidad cuando no estaba enojada o burlándose de el, mientras que el segundo fue ...
- 'Es increíblemente manipuladora ... ' - Pensó el niño con un leve rubor en sus mejillas infantiles. Finalmente soltó un suspiró que no sabia que estaba conteniendo antes de asentir. - Supongo que está bien ... Mientras que pueda llamar a casa y decirle al viejo donde me encuentro. -
El rostro de Rin se iluminó, mientras que Anne lucía satisfecha por como resultaban las cosas.
- No te preocupes, me aseguraré de llevarte a tu casa sano y salvó antes del atardecer. Por ahora, vayamos a casa para que pueda terminar el almuerzo. - Dijo la sirvienta de cabellos negros mientras recibía un asentimiento de ambos niños.
Posteriormente, los tres se abrieron camino hacia la zona de casas occidentales de la Zona de Miyama. Mientras hacían eso, Anne no pudo evitar sumergirse en sus pensamientos.
- 'Y pensar que permanecerías aquí luego de destruir el Santo Grial, Magus Killer ... Nuestro encuentro será inevitable.' -
Esos fueron los pensamientos de la mujer, sin embargo, aunque era cierto que el destino había decidido que tendría un encuentro fatídico aquel día, no sería con el último Emiya de sangre, sino con cierto dios caído de otro mundo.
Solo podíamos esperar que no hubiera ningún malentendido, o los últimos vestigios de la familia Tohsaka lo podrían pagar caro, muy pero muy caro.
...
Devuelta a la academia Homurahara, ya había terminado el segundo periodo de clases dando entrada al segundo descanso donde los estudiantes tenían la oportunidad de comer sus almuerzos o comprarlos en la cafetería de la escuela para luego reposar luego de digerir los alimentos.
Sin embargo, Mori tuvo la fortuna en no molestarse en hacer fila y comprar su almuerzo en la cafetería, todo gracias a que Shirou y el habían preparado sus propios almuerzos, simples pero capaces de saciar el hambre. Pero al terminar de comer se percató de lo aburrido que estaba en ese momento, tampoco la clase que había visto había ayudado debido a que recordaba haber visto el tema en su mundo.
Así que el antiguo Rey Mono se vio en la obligación de buscar algo con que distraerse por un rato, y fue de esta manera que el peli turquesa decido recorrer las instalaciones educativas de la academia Homurahara con motivos de familiarizarse con la zona. Ya le habían entregado su horario junto a las indicaciones de en donde encontraría los lugares donde vería las diversas materias que tenía. Pero Mori sabia que con solo visitar aquellos lugares una vez sería suficiente para memorizarlos con relativa facilidad.
Por lo tanto, el proceso fue fácil y demasiado rápido para su gusto así que terminó yendo a su siguiente clase antes de que comenzará. Además, no lo había tomado en cuenta, pero cada vez las miradas de los demás estudiantes se enfocaban en él debido a su rostro nuevo en el lugar. Además, puede que haya sido su imaginación, pero creyó haber visto una cabellera castaña con una coleta entre la multitud de estudiantes.
El no estaba seguro, pero la posibilidad de que sea la infame Tigre de Fuyuki puso un poco nervioso al joven. No porque pudiera lastimarlo o viceversa, sino porque no quería causar una escena en medio del patio de la escuela en su primer día. Eso mancharía su corto y pobre historial estudiantil. Como también atraería demasiado la atención, más de lo que ya hacía de por sí.
Mori no era tímido de ninguna manera, pero tampoco le gustaba este tipo de atención. Claro, en su viejo mundo y antes de comenzar el torneo de The God of High School, tomó esto como una oportunidad para pelear con diversos bravucones y demostrar quién era el jefe consiguiendo así ser invicto de casi trescientas batallas callejeras hasta el fatídico encuentro con el Juez R o también conocido posteriormente como Ultio R, uno de los "hijos" del Emperador de Jade Original, Okhwang.
Sin embargo, en este punto de su vida en este nuevo mundo ... Ya la lucha sin sentido dejó de tener un significado para el luego de todo lo que había pasado.
Estaba cansado.
Pero dejó rápidamente aquellos pensamientos negativos al cruzar el umbral del salón de clases. El peli turquesa miró con curiosidad el lugar, donde había unos pocos estudiantes platicando sin ningún cuidado en el mundo. Algunos de ellos se percataron de su presencia, donde así algunas miradas de diversos tipos mientras que otros no le dieron importancia la llegada del dios caído, algo que este último agradeció.
En el salón había un grupo de chicas asumidas en sus chismorreos, otro de chicos hablando de diversos temas como deportes, música e incluso videojuegos o mangas. Sin embargo, fue el tercer grupo que más estaba centrado en él. Dicho grupo estaba conformados de aquellos tipos atléticos y fornidos que Mori supuso que eran los bravucones de la escuela.
Sus miradas eran burlonas, incluso hostiles logró notar el peli turquesa. Este último no pudo evitar preguntarse que había hecho para ganar esta atención tan indeseable en su primer día ... Y fue en ese momento que era por eso mismo que estaba atrayendo dicha atención. Recordó uno de los comentarios cuando se presentó a la clase, "que conozca su lugar", al parecer este era el proceso de acondicionamiento para los nuevos y "debiluchos" como él.
En serio esto era lo último que necesitaba en preocuparse a decir verdad, sin embargo, por ahora estaría "jugando" su pequeño juego hasta que sea el momento adecuado. Lo mejor era no causar ningún problema durante las horas de clases y mientras aún permanecían en las instalaciones educativas de Homurahara.
El dios caído no pudo evitar soltar un suspiró con exasperación, aunque estos chicos no se la estaban poniendo fácil con la indirecta demasiado directa cuando el líder del grupo estaba sentado prácticamente al lado del asiento de Mori, con el resto de sus lacayos a su alrededor.
Pero el antiguo Rey Mono decidió ignorar eso, el podría aguantarlos por una clase ... ¿Verdad?
Sin más vacilación o duda decidió dejar de lado esas preocupaciones para luego dirigirse a su asiento y que sea lo que dios quiera ... Afortunadamente o desafortunadamente para algunos, el era un dios ... Aunque caído en desgracia seguía siendo un dios en casi toda la regla.
Pero al parecer el destino había decidido no ponerle las cosas tranquilas al peli turquesa, ya que en el momento en que Mori se acercó y estaba a solo unos cuantos pasos de su asiento respectivo, justamente en ese momento un lápiz cae al suelo frente a él.
- Ups, se cayó por accidente. - Dijo el líder de los bravucones con suficiencia. - ¿Podría levantarlo por mi? -
Un silencio sepulcral cae repentinamente en el salón de clases, como si todo el tiempo se hubiese congelado en el momento de que su compañero de clases dijo esas palabras. Posteriormente, los susurros empezaron.
- No puede ser ... -
- Pobre chico, en su primer día ... -
- ¡Ese bastardo de Yamamoto haciendo lo que quiere! -
- ¡Todo es culpa de Nagasawa! -
Fueron los comentarios que los pequeños grupos de chicos y chicas que estaban en el salón decían, dichos comentarios fueron captados con facilidad por el peli turquesa gracias a sus sentidos mejorados. Y lo primero que se le vino a la mente fue ...
¿Quienes diablos son Yamamoto y Nagasawa? Estaba casi cien por ciento seguro que ni siquiera lo conocían a en sus casas.
Entonces, pequeñas risas de los bravucones alrededor de Mori y de su líder no se hicieron esperar.
- Tu si que no pierdes el tiempo, Yamamoto. -
- Cierto, Nagasawa de seguro quería encontrarse con el primero. -
- Oh, vamos, Nagasawa no tiene el porqué de molestarse con este debilucho. -
- Tienes razón, con uno de nosotros basta y sobra. -
Mori se aisló de aquellos comentarios, comprendiendo un poco más el asunto. El miro hacia el líder ... No, parecía uno de los subalternos del verdadero líder de todos los bravucones de la academia Homurahara, el cual al parecer tenia por nombre Yamamoto, quizás era su apellido pero el peli turquesa no tenía ganas de averiguar si nombre completo en lo absoluto.
Yamamoto era algo extravagante en cierto sentido, tenia el cabello negro al igual que sus ojos, su piel era algo bronceada pero lo que más se denotaba fue que era bastante fornido a la vez que obeso pero a la vez el antiguo Rey Mono logró discernir músculos bastantes considerables debajo de tanta grasa. No le sorprendía que fuese alguien importante en esta jerarquía, con su tamaño, peso y fuerza podría eclipsar a cualquier oponente.
Internamente, el dios caído no pudo evitar preguntarse que tan fuerte era este tal Nagasawa ... Y también si Fujimura Taiga tenia cierto prestigio en el lugar, después de todo, con solo lo poco que lucharon en su primer encuentro, Mori estaba seguro que las artes marciales de la joven de cabellos castaños estaban de primer nivel ... Por lo menos comparables a las de Mira o Daewi durante el torneo de The God of High School.
- ¿Acaso no me escuchaste? - Volvió a hablar Yamamoto. Provocando de nuevo que el lugar quede en silencio.
Al parecer Mori no había hecho ningún movimiento para seguir las órdenes del joven obeso y eso lo había impacientando, y quizás lo había irritado más aún.
- ¿No te pedí amablemente que recogieras mi lápiz por mi? - Preguntó Yamamoto mientras su mirada y su actitud denotaban más hostilidad que antes.
Mori hizo una mueca pero no protestó y simplemente decidió hacer lo que se le pedía por ahora, lo mejor era terminar con esto de una vez por todas ... Aunque también sería agradable que el profesor llegará en ese preciso momento para salvarlo de esta leve humillación pero sabia era demasiado pedir.
Ugh, lo que un dios caído hacia por venganza.
- Si ... Esta bien. - Dijo Mori sin mucha emoción.
Sin más preámbulos, el peli turquesa se arrodilló para tomar el dichoso lápiz y poder devolvérselo al obeso de Yamamoto.
No obstante, sin que el peli turquesa se diera cuenta, el obeso compañero de clases de Mori fue levantando su pie hasta estar a la altura de la cabeza del joven, cuando todos se percataron de dichas acciones, los compañeros de Yamamoto sonrieron con burla mientras que los demás presentes del aula se quedaron estupefactos, sin creer lo que el peli negro iba hacer ... Pero en realidad lo haría.
Para cuando Mori se percató lo cerca que estaba el pie de Yamamoto de su cabeza, vio como la suela de su zapato se acercaba rápidamente a su cara sin darle tiempo a reaccionar ... Pero igual no iba actuar, por lo menos no ahora.
Pero ...
- ¿Eh? - Llego a expresar Mori cuando se dio cuenta que la patada de Yamamoto nunca llegó.
Entonces, un jadeo colectivo resuena en todo el lugar. El peli turquesa en ese momento se percata que desviando el pie de Yamamoto para alcanzar su objetivo que era su cara, estaba la pierna de otra persona interponiéndose en el camino.
El antiguo Rey Mono levanta la vista entre curioso como también agradecido para ver quién lo había ayudado sin siquiera pedirlo.
Mori lo reconoció como otro de sus compañeros de clases, pero no lo había tomado en cuenta hasta ahora. Tenia cabello morado oscuro corto y era bastante alto, pero no podía ver sus ojos debido a permanecían cerrados. Al igual que el resto de los estudiantes utilizaba el uniforme masculino de la academia Homurahara pero con la chaqueta marrón cerrada.
- Reikan. - Escupió Yamamoto con hostilidad al salvador del peli turquesa.
Los demás amigos del obeso Yamamoto se pusieron tensos ante la llegada inesperada del peli morado.
- ¡Es Reikan-san! -
- Que fortuna que haya llegado. -
- ¡Ahora Yamamoto no podrá causar problemas! -
- Como quisiera que eso funcionará con Nagasawa ... -
Luego de escuchar los comentarios de sus demás compañeros de clases, Mori no pudo evitar mirar con curiosidad al tal Reikan, al parecer era alguien importante en esta jerarquía de poder.
- Tómatelo con calma, Yamamoto. - Le dijo Reikan con seriedad. Posteriormente, sus ojos abrieron aunque levemente, mostrando unas iris oscuras. - Es su primer día y ya estas provocando problemas, además, fuera de mi asiento. -
- 'Oh ... Cierto, el estaba sentado al lado mío en la clase anterior.' - Pensó Mori rememorando al joven peli morado en la clase anterior.
- Hm ... - Yamamoto se levantó del asiento de Reikan mientras miraba fijamente los ojos de este último.
La tensión empezó a aumentar en el salón de clases, los demás estudiantes empezaron a temer que una lucha comenzará si algún profesor no llegaba a tiempo. Pero todos sus miedos fueron infundados cuando Yamamoto se burló mientras desviaba su mirada, al parecer Reikan había ganado la competencia de miradas.
- Solo por esta vez, Reikan. - Dijo el joven obeso antes de retirarse a su respectivo asiento siendo seguido por sus colegas, no sin antes decir sus últimas palabras. - No me está gustando tu actitud últimamente y Nagasawa tampoco le ha agradado particularmente ... - Entonces una sonrisa maliciosa apareció en sus gordas facciones. - Quizás sea hora de que Suzaku te de una lección. -
Esas fueron sus últimas palabras antes de sentarse en su asiento, sin embargo, fueron lo suficientemente graves para aumentar la tensión del lugar a unos niveles descomunales comparado a lo de antes, incluso Reikan tan valiente como parecía empezó a sudar un poco ante la significativa amenaza de Yamamoto.
Fue en ese momento que Mori decidió ponerse de pie para luego mirar al joven de cabellos morados.
- Gracias. - Agradeció el peli turquesa llamando la atención de su salvador.
- No ... - Reikan frunció el ceño. - Eres nuevo así que es natural que no entiendas como funcionan las cosas aquí y la jerarquía de los Cuatro Dioses de Fuyuki. -
- Cuatro ... ¿Dioses? - Repitió el antiguo Rey Mono como si fuesen palabras dichas en una lengua perdida ... Aunque en realidad el joven conocía todos los idiomas conocidos y que existieron alguna vez.
- Me tomaré la molestia de explicarte en el siguiente período de descanso, te ayude y es mi responsabilidad informarte de algo que debías de conocer de antemano si decides estudiar en Homurahara. - Dijo el peli morado llenando de intriga a Mori.
- Bueno, me mudé hace pocas semanas, apenas conozco la ciudad. El resto es desconocido para mí. - Las palabras dichas por el peli turquesa eran en su mayoría ciertas, aunque no estaba en sus planes se había "mudado" a este nuevo mundo en contra de su voluntad y sin medio previsibles de regresar.
- Hm, me lo imaginaba, en cualquier caso ... - Reikan miró a Mori con una sonrisa y una expresión amigable en su rostro. - Bienvenido oficialmente a Homurahara, Mori-kun. Yo, Ryuudou Reikan te enseñaré todo para que puedas sobrevivir a aqui. -
- Hehe ... Gracias ... - Respondió el dios caído sin saber que más decir.
- Bueno, la clase está a punto de comenzar, mejor sentémonos. - Dijo el joven peli morado con diligencia antes de sentarse en su asiento que había sido ocupado por Yamamoto con anterioridad.
Mori se dispuso a hacer lo mismo pero cuando se estaba sentando sintió las miradas de Yamamoto y de sus compañeros enfocadas en él, mirándolo como una presa que iba a ser el almuerzo de un gran depredador.
El asesino de Tathagata no pudo evitar suspirar internamente. - 'Primer día, es mi primer día en la escuela y ya estoy siendo cazado ... Por lo menos esta vez no es a manos de Fujimura Taiga.' - Pensó con alivio el joven de cabellos turquesa.
Posteriormente a eso, el profesor había llegado marcando que en pocos minutos daría por comenzada las clases del tercer período.
- 'Bueno, a ver lo que me espera.' - Fue lo último que pensó Mori antes de enfocarse en su siguiente y aburrida clase.
...
Luego de terminar el tercer período de clases Mori se estiró en su asiento antes de mirar a Reikan que está a su lado.
Este noto su mirada y asintió. - Bien, no prolonguemos más esto. - Dijo antes de ponerse de pie, una acción que fue imitada por el peli turquesa. - Ven, vayamos a un lugar donde no nos interrumpan. -
El antiguo Rey Mono no dijo nada y simplemente siguió al peli morado hasta su destino, el cual terminó siendo la azotea de la escuela. Dicho lugar parecía un lugar adecuado para hablar sin interrupciones debido a que el sitio se encontraba desolado excepto por ellos dos que acaban de llegar.
- Bien, siéntete cómodo. Tenemos un buen rato para charlar. - Dijo Reikan apoyándose contra la red de seguridad.
El dios caído hizo lo que dijo y se sentó perfectamente en posición de Loto, dicha acción ganó el interés del peli morado pero decidió pasarlo por alto y simplemente hacer lo que había venido hacer.
- Bien, hablemos principalmente de los Cuatro Dioses de Fuyuki. - Empezó a hablar Reikan. - Fue un término nacido hace diez años más o menos, son cuatro personas cuyas habilidades de combate son las mejores de Fuyuki y posiblemente de toda la Isla Kyushu así que ten cuidado con ellas. -
- Okay, creo que ya se a donde va todo esto. - Dijo Mori con el ceño fruncido.
Reikan sonrió levemente. - Eso es bueno. En cualquier caso, cada uno de ellos posee un título que se hereda venciendo al portador anterior. Están basados en los cuatro monstruos divinos que representan los cuatro puntos cardinales y los protectores de Kioto, ¿Sabes cuales son? -
- Genbu, Suzaku, Byakko y Seiryu. - Respondió el peli turquesa con facilidad, después de todo, dichos seres fueron representados en la Danza de los Cuatro Dioses de las artes marciales de su mejor amigo, Daewi.
- ¡Exacto! - Dijo el peli morado complacido. - Y en ese sentido estaban clasificados desde el más débil al más fuerte, siendo Genbu el más débil y Seiryu el más fuerte. También un portador de título puede retar a otro para derrocarlo, como Suzaku retando a Byakko para volverse el nuevo Byakko. - Explayó el joven.
- Y debo suponer que este tal Nagasawa es uno de esos tipos, ¿No es así? - Intuyó el antiguo Rey Mono.
- Efectivamente. - Confirmó Reikan con un asentimiento. - Nagasawa Takamaru, obtuvo el título de Suzaku el año pasado venciendo su antiguo portador el cual estaba en tercer año ... Eso hace bastante alarde de su fuerza para alguien de primer año. Maestro del karate, lleva practicandolo desde los siete años. -
- Ciertamente es algo en tomar en cuenta, pero eso solo demuestra que Byakko y Seiryu son mucho más fuertes. -
En ese momento, el peli morado se puso tenso. - Eso es cierto ... Byakko literalmente lleva aprendiendo el camino del kendo desde aprendió a ponerse de pie ... Muy conocida como la Tigre de Fuyuki, ella es Fujimura Taiga, una vieja amiga mía. -
Inmediatamente, el peli turquesa miró a su nuevo amigo con incredulidad. Quien hubiera dicho que la princesa Yakuza conformaba de dicho grupo ... Pero luego de su pequeño encuentro donde Mori logró medir algo de sus habilidades no le pareció algo tan descabellado.
Taiga ciertamente estaba en el mismo nivel que Daewi y Mira durante el torneo metropolitano de The God of High School ... Lo cual le hizo preguntarse si el tal Seiryu estaba en el mismo nivel que Mori en dicho torneo.
- Taiga es la portadora de Byakko por más tiempo y al mismo la que mayor tiempo ha portado algún título de los Cuatro Dioses de Fuyuki, algunos creen que se ha estancado ... Pero si ellos lucharan contra Seiryu no pensarían lo mismo. - Dijo Reikan con gravedad.
Aquello llamó la atención del peli turquesa. - ¿A sí? ¿Lo conoces? -
El peli morado no pudo evitar reír entre dientes por la pregunta. - De hecho, vivo con el. Es mi hermano mayor adoptivo, mi padre lo acogió luego de una noche de tormenta hace tres años donde lo encontró desamparado y sin nada ... Apenas tenia un nombre. Desde entonces vive con nosotros en el Templo Ryuudou. - Luego su rostro se tornó serio. - Sin embargo, literalmente en pocos días luchó contra el portador de Seiryu anterior y lo derrotó con mucha facilidad. Yo mismo lo he enfrentado en combates de entrenamiento y siempre termino agobiado por sus técnicas. -
- ¿Oh ... ? Parece muy fuerte. - Dijo el antiguo Rey Mono con interés, por primera vez en mucho tiempo su sed de pelea se estaba haciendo presente aunque levemente.
- Si, Kuzuki Souichirou-san es la persona más fuerte que conozco y su derrota es un imposibilidad inimaginable para mi. - Declaró Reikan con seriedad.
Mori estudió el rostro de su nuevo amigo, y parecía muy seguro de lo que decía, puede que el peli turquesa no lleve conociendo por mucho tiempo al peli morado pero el podía darse cuenta que era un tipo que nunca mentía o hacía alarde se cosas sin sentido. Así que eso confirmaba que este tal Souichirou era el más fuerte de Fuyuki y posiblemente de la isla Kyushu.
Y fue en es momento que Mori se percato de un pequeño detalle que había pasado por alto.
- Oh, ¿Y quién es Genbu? - Preguntó el dios caído al darse cuenta que Reikan había dicho las demás identidades de los Cuatro Dioses de Fuyuki con excepción de Genbu.
- Oh ... Si, cierto, Genbu. -
- ¿Pasa algo malo con el? - Pregunto Mori alzando una ceja.
- Oh, no, nada malo. Solo que es el titulo que más cambia de portador, a veces cambia dos o hasta tres veces al mes. Al ser el mas "débil" de los Cuatro Dioses de Fuyuki, es relativamente el más fácil de alcanzar en comparación a Suzaku, Byakko y ni se diga de Seiryu. - Explayó el peli morado.
- ¿Entonces quién es esta vez? - Preguntó con curiosidad el peli turquesa.
- Pues ... - Reikan hizo una expresión pensativa. - Este podría ser el más raro de todos los Dioses de Fuyuki. -
- ¿El más raro? - Indagó con más interés.
- Ciertamente, además de ser extranjero, obtuvo el título por accidente hace dos semanas ... Desde entonces nadie lo ha derrotado por ahora. No parece particularmente fuerte, pero hay algo muy raro en el, puedo decirlo con seguridad. - Explico el peli morado con seriedad.
- ¿Oh~? ¿Y cómo se llama? -
- Genbu ... Waver Velvet. -
...
Mientras tanto, en la zona de Shinto, un joven de cabellos negros atado en una cola de caballo para que su cabello no se pegara al sudor que su cuerpo transpiraba al mover una gran cantidad de cajas llenas de mercancía a una tienda de licores.
- Ahh ... Esa fue la última. - Dijo el joven que sería conocido por el nombre de Waver Velvet mientras dejaba salir un suspiro cansado y limpiaba su frente llena de sudor.
Sin embargo, su descanso no duró mucho ya que un hombre de mediana edad lo llamó, aparentemente era su jefe.
- ¡Oi, Genbu! No seas holgazán, ¡Ven aquí! - Exclamo el hombre.
- ¡Ah, ya voy! - Chilló el joven, aún tratando de acostumbrarse al nuevo título que había ganado por accidente. - Malditos delincuentes, tenían que molestar y por su culpa tengo este tonto nombre ... -
- ¡Genbu! -
- ¡Enseguida voy! - Exclamó Waver antes de ir hacia donde se encontraba su jefe.
Esta sería la historia de cómo el sirviente del Rey de los Conquistadores, sería nombrando como la Tortuga Negra del Norte o como otros lo conocerían ...
Genbu de Macedonia.
...
