Realmente para Waver, Japón no era su lugar preferido para estar o siquiera vivir, y mucho menos en la ciudad de Fuyuki de entre todos los lugares habidos y por haber en la Tierra del Sol Naciente.
Y pensar que todo había comenzado por una disputa con su profesor en la Torre del Reloj, el Lord El-Melloi, Kayneth Archibald, quien había desprestigiado su investigación relacionado en que un magus sin importar su linaje podría ser un gran magus.
Naturalmente, para un magus tan tradicionalista como Kayneth, quien provenía de un prestigioso y largo linaje de magia ... Pues no fue una sorpresa que el hombre mayor se burlara de su trabajo y creencias.
Lo cual dio como resultado que terminará robando el catalizador de invocación de su profesor quien iba a participar en un ritual especial, una especie de competencia mágica y secreta entre magus en el Oriente ... La Guerra del Santo Grial, por un deseo al legendario objeto homónimo para el ganador de dicho ritual.
No fue cuando Waver entró a la primera línea de combate que el joven se dio cuenta que en vez de "competencia", era mejor considerarla una carnicería. Ahora el nombre de "Guerra del Santo Grial" cobraba más sentido en la cabeza del magus londinense.
Habiendo invocado al Servant Rider, el Rey de los Conquistadores, el mismísimo Iskandar, Waver se refugió con una pareja de ancianos australiana llamados Glen y Martha Mackenzie, quienes se habían mudado a Japón hace cuarenta años. El joven magus los había hipnotizado para hacerles creer que él era su "querido nieto" que venía de visita desde Inglaterra.
Y así oficialmente comenzó su travesía en la Guerra del Santo Grial, teniendo su primer encuentro con su profesor Kayneth durante el combate de su Servant Lancer contra el Servants de los Einzbern, Saber. Donde Rider había declarado que prefería mil veces más a Waver como Master, quien entraba al campo de batalla a su lado, que el Lord El-Melloi, quien se escondía en las sombras.
Su búsqueda del Servant Caster y su Master, quienes dejaban una pila de cadáveres por su camino hasta que por fin había sido derrotado en un esfuerzo combinado ... Aunque no muy coordinado por los Servants Saber, Lancer, Archer y Rider, a pesar de las interrupción del Servant Berserker y demás detalles, Saber había desintegrado al Servant de la Magia con su espada sagrada.
El gran banquete de reyes, donde Saber, Archer y Rider, los Servants de la Realeza habían discutido sus puntos de vistas, y sus ideales habían chocado con los unos y otros antes del ataque del Servant Assassin, pero este último había sido eliminado con suma facilidad gracias al último Noble Phantasm de Rider.
El Ejército del Rey de la Conquista.
Ionioi Hetairoi.
Un Reality Marble irregular, que combinaba los deseos y voluntades de Alejandro Magno y su ejército al encarnar las tierras que conquistaron con su poder y fuerza. No hacer falta decir que Assassin, había sido aplastado ante el poder del innumerable de soldados y guerreros que incluso hablando grabado sus nombres en la historia, siguieron una vez más a su señor a través del tiempo y el espacio.
Finalmente, la Guerra del Santo Grial terminaría, y a pesar de no haber estado cerca de la victoria, Waver sintió que había salido muy bien parado de la "competencia". Saber los había atacado creyendo que habían secuestrado a su Master, cuando en realidad había sido obra de Berserker, para luego Rider y él tuvieran su batalla final contra Archer.
El Servant Dorado, quien el magus londinense no había logrado discernir su verdadera identidad a pesar de que este libero varios de sus Noble Phantasms, habiendo demostrado ser un completo monstruo. Una fuerza de la naturaleza almacenada en un solo hombre con el poder de nivelar continentes con facilidad. No importo con que atacara el Rey de la Conquista, no había logrado ni siquiera hacerle un rasguño a Archer.
Sin embargo, a pesar de la derrota aplastante que tuvieron Rider y Waver, este último no pudo evitar mirar a su Servant con admiración que rozaba la obsesión. Incluso con su Reality Marble y su ejército diezmado por aquella cosa que Archer hacía llamar "Espada", incluso cuando su querido caballo Bucephalus había caído por el gran número de espadas que habían atravesado su cuerpo, incluso con las espadas y lanzas que habían perforado su piel ... Iskandar siguió hacia adelante ...
Hasta nada más que su amargo final ... Si, no pudo haber sido de otra manera.
Encadenado por las Cadenas del Cielo, Archer perforó el corazón y a su vez destruyendo su Núcleo Espiritual en el acto, para luego perdonarle la vida a Waver como una última muestra de respeto a su compañero rey derrotado, y a pesar de que el magus quería guardarle rencor al Servant Dorado, sabía que Rider no le hubiera gustado ... ¡Lo más seguro es que el tipo lo hubiera golpeado por actuar tan infantil!
Así que por ello, a pesar de sentir la pérdida y extrañar hasta el día de hoy a Rider, un sentimiento que quizás nunca desaparezca hasta el final de sus días, simplemente Waver recordaría con cariño a lo más cercano que tuvo a una figura paterna en su vida hasta el final.
Y de esta manera decidió vivir la vida más allá de una investigación o tratar de probarle algo a alguien, algo que le había enseñado Rider. Así que se quedó con los Mackenzie, a pesar de que Glen había descubierto todo el engaño, aunque desconocía como los habían engañado.
Y a pesar de estar un poco molesto por lo ocurrido, el enojo del hombre mayor había desaparecido por completo al ver la sonrisa y la felicidad con la que su esposa Martha hablaba de su "nieto Waver Mackenzie", después de todo, ella no había sonreído desde hace diez años en la última visita que habían tenido de su hijo y su familia, quienes no habían tenido ningún contacto desde entonces.
Glen se había arrepentido en el fondo de haber traído a su familia a Japón por aquello, sin embargo, ante todo pronóstico llegó un elemento que había devuelto felicidad a la pareja de ancianos, quienes fueron Waver y Alexis, el seudónimo de Rider, un dúo que a pesar de haberlos engañado, había una extraña franqueza en ellos y en ningún momento hicieron algo para lastimarlos, sino que solo querían un lugar donde quedarse.
Fue debido a ello que Glen había permitido que siguieran con el acto, incluso le había pedido a Waver que se quedara todo el tiempo que necesite para así Martha estuviese feliz de convivir con su "amado nieto", además de que el viejo hombre disfrutaba hacer las antiguas actividades que hacía con su nieto, ahora con el magus. Especialmente ver el amanecer desde la azotea de la casa.
Y así Waver había vivido el último mes en Fuyuki, viviendo de verdad una vida pero sin dejar de lado sus responsabilidades como magus pero de una manera más flexible. Lo primordial fue aprender japonés, que con ayuda de Glen, Martha y otros maestros de la escuela donde Glen trabaja a tiempo parcial como profesor de Inglés, Waver había podido aprender hablar japonés con fluidez a pesar de su notable acento británico.
Aún había ciertos detalles como leer o escribir en kanji, pero nada que un par de meses de estudio no solucioné. Todo gracias al ingenio del joven y quizás un poquito de Magecraft para acelerar las cosas no venían para nada mal.
Por otro lado, Waver había conseguido un trabajo de medio tiempo para ahorrar dinero, a pesar de que su compañero de clases Melvin Weins le había dado suficiente dinero para un boleto de ida y vuelta de Londres a Fuyuki, sus planes habían cambiado con el final de la Guerra del Santo Grial y la influencia que Rider había tenido en él.
No quería volver a la Torre del Reloj, por lo menos no por ahora. Rider le había enseñado que de hecho habían cosas más allá de una biblioteca o una investigación, le había enseñado a vivir en verdad, algo que le hacia mucha falta al joven retraído.
Así que viviría, experimentaría nuevas cosas y ganaría experiencia. Viajaría por el mundo, aprendería y seguiría disfrutando el significado de vivir sin arrepentimientos.
Pero le daría tiempo al tiempo, para poder hacer eso necesitaba dinero para ello, así que para conseguirlo necesitaba trabajo. Por lo tanto, para cuando Waver logró hablar y entender el japonés a un nivel aceptable, el peli negro empezó a buscar algún empleo.
A la final, Glen lo había ayudado para conseguir un trabajo con un viejo amigo de él, donde la paga era bastante buena considerando todo el trabajo físico que había en algunas ocasiones y los turnos nocturnos.
Un trabajo en Copenhague, una licorería y un bar por las noches. Conociendo el gusto que le tenia el hombre mayor por la bebida al verlo competir varias veces contra Rider, no fue extraño que se llevará tan bien con el dueño de uno de los mejores bares de Fuyuki.
Como la hija del dueño del lugar estaba estudiando arduamente en la secundaria, el lugar necesitaba un par de manos extras para ayudar y como Glen era un gran amigo del hombre, pues le había pedido el favor para que le diese trabajo a su "querido nieto", algo que el dueño acepto completamente a gusto debido a lo concurrido que se ponía el lugar por las noches.
Al principio, Waver estaba féliz y a gusto con su trabajo ... Por los primeros cinco minutos. Tampoco ayudo que su primer turno fuese en la noche ... ¿Que? Un joven que aún estaba en crecimiento aún necesitaba sus ocho horas de sueño, ¡De hecho, Waver dormía diez horas de sueño bien planificadas para que tanto su piel y cabello estuvieran en su máximo esplendor! Algo que el joven magus había dejado de hacerlo durante la Guerra del Santo Grial por todas las batallas nocturnas y esperaba recuperar el hábito hasta que comenzó con este trabajo en Copenhague.
Mover cosas, actuar de mesero, ayudar a sacar a los borrachos del lugar ... Le fue terrible como barman casi rompiendo cinco vasos y derramar tequila sobre una mujer.
Pero lo peor de todo fueron ... ellos.
Unos delincuentes de poca monta que habían llegado al Copenhague como perros por su casa y empezaron a causar alboroto casi toda la noche. Eran realmente ruidosos, molestando a los demás clientes del lugar, derramaban comida y bebida en todo el suelo, además de incomodar en gran medida a las mujeres presentes con sus comentarios degenerados, especialmente a las meseras.
Pero el punto de ruptura fue cuando el que parecía ser el líder del grupo empezó a insinuarse a la hija del dueño que había llegado para ayudar en aquella concurrida noche.
Y luego ... Waver maldijo a Rider desde el lugar mas recóndito del Tronó de los Héroes para influenciarlo tanto como para hacer la siguiente estupidez.
Luchar.
...
Aquel sujetó era alto, por lo menos una cabeza mas alto que Waver, mientras que la hija del dueño del Copenhague, que se llamaba Otoko si no recordaba mal, era un par de pulgadas mas bajo que el magus londinense.
- ¿Que dices, cariño? - Preguntó el hombre con falsa amabilidad. Tenía el cabello teñido de rubio y ropa similar a la de un motociclista genérico. Todos sus amigos vestían igual de ridículos con cortes de cabellos que solo quedaron de moda en los años ochenta.
La joven tenia el cabello castaño con rasgos afilados, como los de un felino, de hecho, esa era una de las razones por la que sus amigos cercanos la llamaban Neko por cariño. Pero Otoko frunció el ceño cuando el sujeto le llamó de aquella forma pero solo dijo lo que vino a decir.
- Te dije que es mejor que tu y tus amigos se vayan esta noche, están causando demasiados problemas y están incomodando a los demás clientes con su presencia. - Le dijo la peli castaña con firmeza a pesar de saber a quien tenía en frente y su reputación.
- Oh, vamos, no digas eso. Nos estamos divirtiendo aquí, y se que divertirás también si nos acompañas un rato. Aunque si lo deseas podemos pasarla bien tu y yo en otro lugar. - Le respondió el sujeto con una sonrisa perversa mientras sus ojos miraban a la joven estudiante de secundaria con lujuria.
Muchos de los presentes miraron con desprecio al hombre, especialmente los empleados del Copenhague, quienes sabían que Neko estaba apenas en la secundaria, pero nadie estaba mas furioso que el jefe, quién miraba con frustración e impotencia como aquel sujeto trataba de coquetear con su hija de manera tan vulgar sin que pueda hacer por temor de invocar la ira del actual Genbu de Fuyuki.
- Me encantaría ... - Empezó a decir la peli castaña para gran consternación de muchos y júbilo para el hombre de cabello rubio teñido y sus amigos, hasta que Neko terminó la frase. - Tomar estos tarros de cerveza y partilos en tu cabeza. Sin embargo, no tengo tiempo que desperdiciar en alguien como tú, además, sería un desperdició de un buen licor. - Entonces, ella miró directamente a Genbu a los ojos con una expresión llena de fiereza. - ¡Así que no vales absolutamente la pena! -
Todo el lugar quedó en un silencio sepulcral cuando la joven Neko terminó de decir aquella palabras, los espectadores se quedaron mudos mientras miraban con preocupación a la chica, especialmente los empleados y el jefe del Copenhague, mientras que Genbu y sus compañeros se quedaron viendo a la peli castaña con confusión antes de empezar a reír con diversión y burla a sus palabras.
El hombre de cabello teñido de rubio fue el que sonrió con mayor malicia. - Para serte sincero, eres de mi tipo. ¿Que puedo decir? - Dijo encogiéndose de hombros mientras Neko se estremecía por sus palabras. - Me gusta que mis mujeres sean fuertes y luchadoras como tu. Sin embargo ... - Le dio una mirada oscura a la peli castaña. - Lo único que conseguirás es salir herida actuando de esa manera conmigo. -
Luego de decir eso, Genbu tomó a Neko del brazo con fuerza, lo cual probablemente dejaría un moretón. Dicho acto de violencia comenzó a alarmar a todos en el lugar, procurando que por favor llegasen las autoridades policiales a resolver la situación.
Sin embargo ...
Dicho acto también fue el desencadenante de un suceso ...
La aparición de un héroe ...
El nacimiento de ...
Un nuevo Genbu.
Una mano tomó del hombro al hombre de cabello teñido de rubio, haciendo que este se de la vuelta. Su atención junto con la de los demás espectadores se centró en la de un joven de largo cabello negro atado con una coleta y usando el uniforme de Copenhague.
- ¿Uh? - Fue lo único que Genbu pudo expresar antes de que el puño del joven fuera directo a su cara.
Y aunque fue por un mero segundo, creyó haber visto unas líneas azules por encima de la piel de su brazo, pero no tuvo el tiempo de procesarlo cuando todo se volvió oscuridad.
...
¿Sabes, Waver? Me gustan mucho las personas fuertes. Ya sea fuerza física, poder, mentalidad, incluso ideales.
Si son débiles de voluntad no me interesan mucho ... ¡Oh, pero no te preocupes! ¡A pesar de ser un enano hay una gran fuerza en ti! ¡Puedo verla en ti aunque tu no te des cuenta de que esta ahí!
Pero ... Aquellos que piensan o fingen ser fuertes, a pesar de ser débiles ... No hay nada que me enferme mas que eso.
Por ello, a los fuertes conquistare sus corazones con mi fuerza. Pero a los débiles ...
¡Los conquistare con mi sonrisa!
...
- "Que idiota de tu parte pensar que puedes resolver cosas con una simple sonrisa, Rider." - Pensó con amargura Waver mirando a su alrededor con desprecio.
En el suelo del Copenhague, alrededor del peli negro estaban esparcidos los maleantes junto a su líder dolorosamente en el suelo del lugar, en un estado semi consciente, aunque se notaba que algunos ya se encontraban en el reino de Morfeo gracias a las acciones de Waver.
- ¿A donde se fue toda su sorna, eh? ¿O simplemente era un acto para parecer fuertes? - Decía el joven magus con seriedad bajo las miradas incrédulas de los espectadores a su alrededor.
Naturalmente, el joven londinense se percató de todas las miradas y atención que estaba recibiendo, lo cual lo hizo maldecirse a si mismo en su mente, como un magus no debería llamar la atención sobre si mismo para ocultar los misterios del magecraft bajo ninguna circunstancia y aquí estaba él, actuando como un héroe ...
Por alguna razón, sintió que Rider estaría orgulloso de él si lo pudiera ver ahora mismo.
- Bueno, me voy. - Anunció Waver dirigiéndose directamente hacia la salida del local. - Lamentó todos los inconvenientes, no volveré a-
Sin embargo, antes de que pudiera terminar de hablar y a su vez salir del Copenhague, una mano que lo tomo de su brazo lo detuvo completamente. Al voltearse, el peli negro descubrió que la persona que lo detuvo no era nadie mas que Neko, la chica que aquellos hombres estaban acosando y a la vez, hija del dueño.
- ¡Espera! Mucha gracias por salvarme. - Exclamo la chica honestamente agradecida.
- ¿Eh? - Fue lo mas inteligente que el magus pudo decir. Después de todo, no estaba acostumbrado a esta hospitalidad de otras personas que no fuesen Glen y Martha luego de pasar tanto tiempo en la Torre del Reloj.
- ¡Bien hecho! -
- ¡Es un héroe! -
- ¡Cuanta valentía! -
- ¡Y fuerza! -
- ¡Y muy guapo además! -
- ¿Eh? ¿Huh? ¿Yo que ... ? - Balbuceaba Waver sin entender mucho lo que pasaba y todo el alboroto que estaban armando por el simple hecho de golpear unos maleantes.
Y todo se volvió aún mas complicado cuando su jefe, el padre de Neko se acercó con una expresión agradecida bastante evidente en su rostro.
Su jefe puso sus manos en sus hombros. - Gracias, en verdad muchas gracias, Velvet-san ... No, ¿Que estoy diciendo? Se lo agradezco de corazón, Genbu-sama. -
- ¿Eh? -
Esa había sido la gota que había colmado el vaso.
...
No fue que regreso a la casa de los Mackenzie, donde Glen y Martha le explicaron lo que había pasado luego de que Waver explicará lo que había sucedido en el local. Luego de una larga charla donde los ancianos lucían preocupados y el joven irritado había entendido la situación.
El era Genbu ahora, uno de los luchadores mas fuertes de Fuyuki aparentemente junto a Suzaku, Byakko y Seiryu.
Waver no había parado de maldecir a su antecesor hasta el día de hoy.
Por hacer un acto de humildad había atraído una gran atención innecesaria en su vida actual cuando vio su rostro en las noticias la mañana siguiente, quién solo quería vivirla normalmente por ahora, ¡El sólo quería esa fama en la Torre del Reloj y cuando sea unos veinte centímetros mas alto, por la santa Akasha!
Sin embargo, Waver no pudo evitar burlarse un poco de la poca capacidad del anterior Genbu, aunque le advirtieron que tuviera cuidado con los demás dioses de Fuyuki, quienes eran una historia completamente diferente.
Al parecer, el título de Genbu era uno que cambiaba mucho de persona, como una especie de camisa que pasa de persona en persona. Pero todo cambiaba con los otros, ¡El portador del título de Byakko actual no ha cambiado desde hace cinco años, y cuyo portador es una joven de secundaría! Mientras que Seiryu es considerado incluso mucho mas fuerte que ella.
Esos eran sujetos que no podría derrotar en una pelea directa ... Ni tampoco era su intención. Lo que había hecho fue simplemente un accidente que no debió ocurrir y simplemente lo había hecho porque esos sujetos estaban interrumpiendo su trabajo. No había sido totalmente un acto de nobleza pero tampoco fue con mucho egoísmo.
Sin embargo, en circunstancias normales, la existencia conocida como Waver Velvet no habría derrotado a un sujeto mucho mas alto y fuerte que él. Pero en eso radicaba la fachada que todos veían en el joven londinense, un disfraz que solo Glen había visto a través ... Pero solo en la superficie, apenas la punta del iceberg que solo el lado mas oculto del mundo era consciente.
Waver Velvet no era un joven completamente normal y tenía algo que la mayor parte de la población del mundo carecía a pesar de no ser un prodigio pero en un futuro sería consumado como el mejor en su oficio.
Era un magus.
Naturalmente, había algo de Refuerzo en su débil cuerpo para mejorar su fuerza y velocidad a algo mas respetable. Era algo que sería prácticamente inútil en una Guerra del Santo Grial con los oponentes que tuvo en esa ocasión, pero bastante efectivo con humanos normales como el anterior Genbu y su pandilla de pocas nueces.
Además, la razón por la que no actuó mucho antes es porque estaba haciendo un brebaje con diferentes licores del Copenhague con su conocimiento en la alquimia para esparcir un olor por todo el lugar para debilitar y confundir a los delincuentes, se había tardado principalmente encontrando la longitud de ondas adecuada para que solo afectará a los maleantes.
Pero en este punto, Waver pensó que eso fue un error, ya que pudo haber dejado a todo el mundo inconsciente y luego llamar las autoridades de emergencia e irse como si no fuese asunto suyo.
Sin embargo, una parte de él sintió que no sentiría satisfecho con tomar ese curso de acción ... Por lo tanto hizo algo que hubiera hecho Rider.
Seguramente el Rey de los Conquistadores estaría riendo afablemente a costa de Waver en estos momentos, o al menos eso fue lo que pensó el magus, así que eso atenuó un poco la irritación que sentía por su nueva posición social en Fuyuki, aunque ya tenía planes para dejar el título cuando sea momento de irse de viaje por el mundo.
No lo abandonaba ahora debido a ciertos beneficios que traía, como mayor paga como también descuentos en todas las tiendas de Fuyuki, lo cual fue demasiado bueno como para dejarlo de lado. ¡Incluso tenía descuento para los boletos de avión!
Así que lo ocurrido en Copenhague aquella noche fue tanto una bendición como también una maldición.
¿Una maldición? Si, de seguro algunos se preguntarán el porque de eso, pues ...
- ¡Vamos, Genbu! ¡El descanso ya terminó! - Le exclamo su jefe.
Aunque el hombre estaba agradecido por las acciones del joven, el trabajo era trabajo, y como buen jefe tenia que sacarle todo el jugo a sus empleados sin importar quiénes sean.
- ¡Ya voy ... Y no me llamé así! - Parloteo el joven con cansancio y sudoroso, apenas había tenido un descanso de cinco minutos, donde antes se había dedicado casi todo el dia en mover cajas y aún se encontraba exhausto.
¡Además de que odiaba de todo corazón ese tonto título!
Poco sabría él que en unos años obtendría títulos mucho peores cuando alcanzase una posición respetable en la Torre del Reloj.
...
Devuelta en la academia Homurahara, aún era hora de descanso y nos encontrábamos con dos amigas de cabello castaño pasando el rato cerca del dojo de entrenamiento de kendo de la escuela.
Una de ellas era Fujimura Taiga, la infame Tigre de Fuyuki, "Byakko", considerada la segunda persona mas fuerte públicamente en la ciudad, superada obviamente por Seiryu. A su lado se encontraba su mejor amiga, Hotaruzuka Otoko, también llamada Neko por sus amigos debido a la aversión que la chica tenia por su nombre.
Ambas tenían una fragante discusión sobre chicos, un tema inédito que nunca esperarían que la princesa Yakuza participará activamente, pero tomando en cuenta de quienes eran las personas de quienes estaban hablando, entonces era algo mas comprensible.
- ¡No puedo creer lo que dijiste sobre el nuevo estudiante! - Exclamó Neko. - ¡Literalmente admitiste que cometerás un crimen, un intento de asesinato ni mas ni menos! ¡¿Ya te has vuelto loca, mujer?! ¡Tu abuelo te esta metiendo ideas raras en la cabeza! -
- ¡No metas a mi criminal abuelo en esto! - Le respondió Taiga con fuerza. - Tengo mis razones, ¡Así que no te metas sobre mis asuntos con Mori! -
- ¿Acaso no ves que has llegado muy lejos con ese tal Mori? ¡Nuestro profesor tuvo un ataque cuando dijiste la palabra matar! - Dijo Neko alarmada pero a la vez preocupada por su amiga. - ¡Ya es demasiado, esto ya es un obsesión, Taiga-chan! -
- ¿Obsesión? - Repitió el Tigre de Fuyuki con indignación. - ¿Llamas a eso obsesión? ¡No ha habido un solo día que no hables de tu príncipe azul Genbu desde que ocurrió aquel incidente en la licorería de tu padre! -
En ese momento, la joven con rasgos felinos se sonrojó levemente pero no perdió ni por un segundo su postura sobre el tema.
- ¡Por lo menos no he dicho nada de lastimarlo o matarlo como tu! - Le exclamó de vuelta a su amiga.
Ambas jóvenes se vieron con fiereza, aunque Neko no tenía ninguna posibilidad en una pelea contra la infame Byakko de Fuyuki, esta no era una pelea de poder o fuerza, sino un combate de voluntades y si eras tan testarudo como la maestra de kendo, Fujimura Taiga, entonces tenías una mínima cantidad de victoria.
Lamentablemente para la segunda persona mas fuerte de Fuyuki, un cierto raciocinio llego a su cabeza luego de reflexionar por unos segundos mientras miraba el rostro serio, desaprobador pero sumamente preocupado de su mejor amiga. Neko y ella tenían mucha historia juntos, era una de las pocas personas que no la alejaron por pertenecer a una familia Yakuza, además de que nunca temió por su anormal fuerza y extrema habilidad en el kendo, en casi todas las escuelas de espadas del país.
Pero lo mas importante, Neko se preocupaba por su bienestar mas que nada, nunca hubo envidio o celos entre ellas, y aquí estaba ella, criticando a su amiga, cuando está temía que pudiera cometer el peor error de su vida.
Taiga bajó la mirada al suelo cuando reconoció que había sido derrotado. Ella cerró los ojos y dejo salir un profundo suspiró, que extrañamente la hizo sentir un poco mejor, para luego mirar con seriedad a su mejor amiga, quien la miraba con curiosidad y leve desconcierto.
- Yo ... Yo creo que tienes razón. - Admitió lentamente la Tigre de Fuyuki.
- ¿Eh? - Fue la única respuesta de Neko. Era extraño que su amiga cediera ante una discusión con lo testaruda que podía ser.
Taiga acarició su brazo izquierdo con su mano diestra, dejando ver una faceta algo vulnerable de su persona que muy pocos conocían de ella, solos los de mayor confianza dejaría caer su fachada de una chica entusiasta, impulsiva y deseosa de lucha. Todo para demostrar las verdaderas rayas del Byakko.
- Quizás tengas razón sobre esta leve obsesión con Mori ... - Empezó a decir la joven, antes de ser interrumpida por su amiga.
Neko alzó una ceja dubitativa. - ¿Quizás? ¿Leve? - Decía ella con un recelo notable teñido en su voz.
- Ok, tienes razón sobre mi obsesión con Mori. - Se corrigió a si misma la princesa Yakuza mientras rodaba los ojos, dicha acción le saco una leve sonrisa a su amiga. - Pero es algo difícil de explicar para alguien que sigue el camino de las artes marciales ... -
- ¿En serio es tan complicado? ¿Como en la película de Karate Kid? - Dichas palabras de su mejor amiga hicieron que Taiga pusiera los ojos en blanco.
- Por favor, no compares esas cosas de ficción con la vida real. - Le suplicó Taiga.
- ¡Entonces explica bien las cosas! - Exclamó Neko con exasperación notable en su rostro.
- ¡Es complicado expresar estos sentimientos que mi corazón siente, ¿No entiendes?! - Rugió Byakko igualmente exasperada.
La hija del dueño del Copenhague se quedo mirando extrañada a su amiga. - ¿Segura que no estas enamorada? -
- ¿Segura que no quieres entrenar kendo conmigo? - Respondió Taiga con otra pregunta mientras le sonreía muy inocentemente a su amiga, la cual palideció como si fuese un fantasma.
- D-Descuida, estoy b-bien. - Le aseguró Neko con una sonrisa nerviosa.
La Tigre Celestial de Fuyuki suspiró con cansancio antes de voltear su mirada hacia un lado, mirando nada en absoluto mientras entraba en una reflexión profunda a la vez que hablaba con su amiga.
- Realmente, no sabría decirte que es amor, pero te puedo asegurar que es algo más allá de un sentimiento normal, sino algo mas profundo que nunca había experimentado en mi vida. - Decía de manera distante Taiga, mientras Neko escuchaba con total atención y notable intriga. - Pero, hay algo ... Hay algo en el que no puedo ignorar. -
- ¿Q-Que es eso? - Le preguntó la joven con rasgos felinos ansiosa.
En ese momento, los ojos de ambas chicas se conectaron, los ojos castaños llenos de determinación con un par similar pero llenos de dudas.
- Un algo que yo también quiero alcanzar incluso si es por un solo segundo en el crepúsculo de mi vida. -
Quiero ser la única por encima de los cielos inquebrantables.
...
Un trío muy normal caminaba a paso moderado por las calles del distrito de Miyama, sin embargo, estaban en el lado opuesto de la zona residencial de casas japonesas. En cambio, el niño pelirrojo que acompañaba a su compañera de clases de cabello negro y su criada con características muy similares a la de su joven protegida, estaban caminando por la zona de residencias extranjeras.
El hogar de los Tohsaka, donde Rin y Anne vivían. El hogar ancestral de los Tohsaka por siglos desde que el primer Tohsaka, que originalmente era de China con el apellido Yuan, llego a Japón, estableciéndose en Fuyuki por sus poderosas líneas de ley.
Aunque eso es algo que el pelirrojo, Emiya Shirou no necesitaba saber en lo absoluto. Por lo tanto, simplemente siguió caminando junto a los miembros de la familia Tohsaka, sin el conocimiento de que en realidad iba al hogar de una familia de magos.
Pero no hay persona mas féliz que un ignorante, sin preocupaciones del mundo del que lo rodea, así que para Shirou sencillamente iba a la casa de uno de sus compañeros de clases a pasar el rato como ... ¿Amigos?
¿Podía considerar a Rin como una amiga? Bueno, dejando de lado el pequeño altercado aquella mañana, se llevaban relativamente bien, a pesar de que la niña de cabello oscuro tenía una horrible personalidad, pero por lo menos no era tan mala.
Además, tener amigos era ... ¿Bueno?
Los pensamientos del pelirrojo se detuvieron en ese momento cuando llegaron a lo que podría considerarse una mansión extranjera. Aunque no era tan grande como un castillo, tenia una estructura similar con un tamaño considerable. Además, estaba muy bien mantenido, algo que seguro era trabajó de Anne, la cual lo ejecutaba con facilidad y efectividad pertenecientes a una increíble ama de casa.
- Bueno, este es mi hogar, ¿Que te parece? - Le preguntó Rin con una sonrisa de emoción a su compañero de clases, después de todo, era la primera vez que traía a un ... ¿Amigo? Si, un amigo a casa. Su difunto padre nunca lo habría permitido, para que su heredera se centrara completamente en sus estudios mágicos.
Pero ahora, el hombre ya no estaba aquí para impedirlo.
- Creo ... Que es un poco grande. - Comentó Shirou dándole otra mirada a la "casa" de la Tohsaka.
Anne rio entre dientes antes de abrir la reja de la entrada para permitir que los niños pasarán. - Si, un poco, a veces pienso que cuando compraron esta casa hace mucho fue para compensar algo. -
Los dos niños miraron con confusión a la sirvienta mientras cruzaban el umbral y caminaban directamente a la entrada de la casa.
- ¿Compensar algo? - Preguntó Rin confundida por las palabras de la mujer joven.
Anne sonrió con leve burla. - Oh, lo entenderás cuando seas mayor. -
Pero la heredera Tohsaka hizo un puchero. - Odio tener que crecer para entender las cosas. - Dijo pero no discutió mas con su sirvienta hasta que llegó a la puerta principal.
- "Yo también." - Pensó la peli negra mayor con cierta amargura.
Sin mas preámbulos, Anne abrió la puerta principal de la mansión y dejo que los niños entrarán. Rin camino sin ningún cuidado en el mundo, después de todo, era su propia casa. Mientras tanto Shirou miraba con curiosidad y sorpresa el hogar de su compañera de clases. El nunca había visto casas con decoración occidental en su vida, así que era una nueva pero a la vez una agradable sorpresa esta nueva experiencia.
Rin volteó a mirar a Shirou con una gran sonrisa mientras sus manos estaban en sus caderas. - Ahora si, Emiya-kun, ¿Que te parece mi hogar? -
- Es ... Es increíble, Tohsaka-san. - Dijo Shirou en respuesta, honestamente impresionado por algunas decoraciones al estilo victoriano. Habían cosas antiguas pero que aún se mantenían en un estado impecable.
Anne se posicionó a un lado del hijo de Kiritsugu. - A pesar de que puede ser un poco anticuada, hay cosas bastantes buenas por aquí. -
- Moo, no desprecies el estilo clásico de Otou-sama. - Dijo la pequeña Tohsaka con un puchero mientras le mandaba una mirada dura a su sirvienta.
- Creo ... - Empezó a hablar el niño, llamando la atención de los residentes de la mansión Tohsaka. - Creo que es genial. Las cosas antiguas tienen su propio encantó, además, retienen una historia detrás de ellos que creo que es bueno apreciarlas. -
La niña y la mujer joven se quedaron en silencio bajo la opinión sincera del pelirrojo, sin embargo, el silencio se cortó cuando una leve risa escapo de los rojos labios de la criada Tohsaka.
- Que interesante juicio, Emiya-kun. - Dijo Anne antes de mirar a Rin. - Ojou-sama, iré a preparar algo de té y traeré galletas para ustedes, los llamaré cuando este listo el-
Sin embargo, antes de que la mujer de cabello negro pudiera terminar de hablar, una puerta se abrió y alguien entró.
- ¡Rin! ¿Has visto a Sakura? - Dijo una reconocible voz adulta y femenina.
Shirou se sorprendió cuando una mujer de mediana edad que se parecía mucho a Rin, casi podía decir que era una versión adulta de su compañera de clases. Sin embargo, la mujer estaba en silla de ruedas, además, había algo en su mirada ... Sus pupilas estaban dilatadas, sus ojos vidriosos y esa sonrisa vacía.
Algo estaba mal con esa mujer.
- ¡Okaa-sama! ¡¿Que haces fuera de tu habitación?! - Exclamó Rin a su madre.
- Rin ... - Dijo la mujer mayor antes de centrar su mirada en el pelirrojo. La mujer sonrió tan brillantemente que ... Estaba mal. - Oh, ¿Tenemos visitas ... ? -
- Okaa-sama ... - Al principio la Tohsaka menor dudo pero al segundo siguiente habló. - El es Emiya Shirou-kun, un amigo de la escuela. -
- ¡Oh, un compañero de clases! Eso es maravilloso, Rin. - Dijo Aoi encantada antes de sonreírle al pelirrojo. - A Sakura le encantará conocerte, ¿Pero ha donde se ha metido esa pequeña? -
Shirou no sabia porque, pero notaba que cada vez que la madre de Rin decía el nombre de esa tal "Sakura", el ambiente en la sala se hacía cada vez mas y mas tensó.
Pero toda la situación desapareció cuando Anne abrió la boca.
- Rin, ¿Por que no llevas a tu madre a su habitación para que descanse? Yo me encargaré de atender a nuestro invitado, luego iré a atender a tu madre, ¿Puedes hacerlo? - Decía la sirvienta con una nota de voz totalmente profesional que no dejaba espacio para la discusión de ninguna de las partes involucradas.
Rin asintió, un aire sombrío la cubría. De nuevo el pelirrojo sintió la presencia de aquella "sombra" haciendo presión en la espalda de la niña. - Entendido, Anne-san. -
La peli negra menor fue agarró las asas de la silla de ruedas y empezó a llevarse a su madre.
- ¿Rin? ¿Vamos a buscar a tu hermana? ¡Oh, quizás Tokiomi se anime y nos ayude! - Dijo alegremente Aoi mientras aplaudía emocionada por el "juego familiar" que estaban teniendo.
- Seguro, Okaa-sama. - Dijo la heredera Tohsaka en un tono fúnebre, antes de llevarse a su madre a otra parte de la mansión.
Finalmente, Shirou y Anne quedaron solos en la sala de estar.
- Debes tener preguntas, ¿No es así? - Preguntó la peli negra con suficiencia.
El pelirrojo se encogió de hombros. - Tengo intriga pero creo que no es asunto mío. Lo último que quiero en meterme en un lugar en donde no me llaman y perjudicar aun mas la situación. -
Anne se quedó en silencio unos segundos, procesando las sabias palabras que un niño de siete años acababa de pronunciar.
- Bueno ... Si vas a ser amigo de la Ojou-sama, lo mejor es que sepas en donde estas parado. - Dijo la sirvierta llamando así la atención del pelirrojo. - No daré detalles, pero los padres de Rin y su hermana tuvieron un ... Altercado. -
Shirou alzo una ceja con extrañeza por el tono de la mujer. - ¿Altercado? -
- Como dije, no daré detalles. Pero su padre murió, su madre terminó con daño cerebral y ahora terminó como la vez. - Explicó con brevedad Anne en un tono solemne.
El hermano adoptivo de Mori bajo la mirada, procesando la poca información que la criada de la casa Tohsaka le había dicho, antes de darse cuenta que ella había omitido una cierta parte.
- ¿Y su hermana? - Preguntó al darse cuenta que Anne no había dicho si estaba viva o muerta.
- Desapareció. -
- ¿Desapareció? - Preguntó con cierta duda el niño.
- Desapareció. - Confirmo la mujer mayor antes de mirar al posible hijo del Magus Killer. - Espero que esto no provoque un atisbo de lastima en usted, Emiya-kun. No hay nada que la Ojou-sama odie mas que recibir lastima. -
Shirou se quedo en silencio luego de aquellas palabras, Anne se quedo mirándolo esperándo que dijera algo al final, pero cuando vio que no lo haría empezó a retirarse ...
- Creo que entiendo. -
Pero justo cuando estaba a punto de cruzar el umbral a la cocina, el pelirrojo habló atrayendo completamente la atención de la mujer.
- ¿Entiendes? -
Shirou bajo la mirada, era nubloso pero podía recordar los gritos, la preocupación y la desesperación de sus padres biológicos al sacarlo de su antiguo hogar en Shinto. Aún recordaba el dolor de tener cenizas y humo tóxico en sus pulmones, las personas sufriendo a su alrededor ...
Pero la mayor impresión de todo fue la sonrisa de su hermano. Ante toda calamidad, adversidad y sufrimiento ... Esa sonrisa trajo lo que Shirou creyó perder.
Esperanza ... A pesar de que no sabía que hacer con ella.
- Yo tampoco apreciaría la lástima para nada, pero si otra cosa ... - Dijo el pelirrojo de manera reflexiva.
- ¿Otra cosa? - Preguntó Anne realmente intrigada por lo que diría.
Entonces los ojos color cobrizo del pelirrojo conectaron con los ojos celestiales de la mujer joven, y quizás fue su imaginación pero los ojos del niño parecían opacos, teniendo mucho parecido a los ojos muertos de un pez.
- Una razón por la cual sonreír de nuevo. - Fue lo último que dijo Shirou antes de seguir viendo las antigüedades de la sala de estar de los Tohsaka.
Al ver que el niño no seguiría hablando, Anne se retiró a hacer lo que tenía que hacer, pero con un pensamiento muy pesado en su mente.
- "Emiya Shirou ... Mas interesante de lo que creí originalmente." -
...
