En una eterna oscuridad, Waver Velvet recuperó la consciencia, en un principió creyendo que todo era un mero sueño producido por su imaginación por la falta de sueño por enfrascarse tanto en su trabajo.
Pero cuando intento levantarse de su "cama" y encender las luces de su habitación para prepararse para un nuevo día laboral, empezó a entrar en pánico cuando no conseguía moverse como deseaba.
Era como si estuviese en el fondo del mar, aunque no le faltaba el aire, la poca movilidad y la presión que sentía era algo semejante en este espacio infinito de oscuridad en el que se encontraba atrapado por la Calabaza.
¿Quien podría esperar que dentro de semejante y casi mundano objeto podría encerar lo que parecía una especie de dimensión de bolsillo? Pues por supuesto no fue Waver.
Y naturalmente el susodicho iba a entrar en pánico si no encontraba alguna salida de ese lugar.
Pero afortunadamente, antes de que el magus londinense pudiera gritar por frustración, una luz atrajo su atención. Creyendo ante la posibilidad de que pudiera ser una salida, el peli negro hizo lo que pudo para empujarse a si mismo hacia la luz.
Como decía el dicho: "Siempre hay una luz al final del túnel".
Solo esperaba que aquella luz no fuese un tren, ese sería el colmó para el pobre muchacho. Sin embargo, sin ninguna otra alternativa a la vista, Waver se tenía que arriesgar o sino podría acabar ahí por toda la eternidad ... Y la eternidad era demasiado tiempo para el joven adulto, así que puso toda su fe en aquel tiro a ciegas.
Y para cuando el joven magus alcanzó la luz, en un trayecto que le pareció horas a pesar de pudieron haber sido varios minutos, fue completamente cegado por unos instantes antes de que todo se calmara.
- ... Al menos ... No es un tren ... - Dijo Waver completamente estupefacto por lo que veía ahora mismo.
Hermoso ... Eso sería llamarle un eufemismo, lo que veía iba mucho mas allá ...
Auroras, estrellas, galaxias enteras, era el mismo firmamento lo que la Calabaza Mágica guardaba en su interior, la belleza del universo en un diminuto objeto. Pero el asombro no acabo ahí hasta que vio lo imaginable ...
Bestias ... Bestias Mágicas, demoníacas, fantasmales, incluso en el rango más alto ... Bestias Divinas de todos los tipos y tamaños danzando por el espacio. Algunas de las bestias mágicas parecían versiones ancestrales de los animales comunes de la tierra, pero otros eran seres míticos o antiguos que dejaron de existir o su existencia no era mas que un mito a voces y ... ¡¿Era eso un dinosaurio?!
Sin embargo, para fortuna y alivio de Waver ninguno de esos seres parecían hambrientos ya que incluso al hacer contacto visual con varias de ellas, simplemente lo ignoraron y siguieron en lo suyo o le daban una mirada curiosa antes de desaparecer en los confines de este espacio.
- Oh, cielos ... Si la Torre del Reloj se enterará de esto ... - Dijo Waver aún estupefacto por la vista privilegiada que tenía y probablemente el único en este mundo que podría tenerla.
- Entonces, ese sería un problema. -
No obstante, su fascinación se desvaneció cuando una voz femenina le respondió a sus palabras.
El peli negro se volteó en seguida hacia la fuente de la voz, asustado y aliviado por partes iguales, asustado debido a que lo habían tomado por sorpresa de que algún con la capacidad de hablar o comunicarse con él estuviese atrapado aquí y aliviado porque por fin podría hablar con alguien sobre todo esto y quizás encontrar una manera de salir de este lugar antes de que los Mckenzie se pudieran dar cuenta de su ausencia y llamarán a la policía y crear algún alborotó.
Pero nada en este mundo lo preparó para ver a la persona que tenía delante, ciertamente era un ser femenino, con una estatura solo un poco mayor a la de él por muy poco, su largo cabello rojo carmesí danzaba por el espacio como si fuese un llama viviente decorada por una diadema dorada en su cabeza.
Su piel era morena haciendo contraste con sus demás características, como aquellos exóticos ojos hipnóticos que no paraban de mirarlo, tenía una pupila en forma de cruz dorada, con la iris roja como su cabello, con destacable contraste por la esclerótica de color negro.
Sus uñas eran largas y afiladas como navajas, de color negro y rojo. Usaba lo que parecía un chaleco oscuro con detalles grises abierto que apenas cubría sus destacables atributos superiores además de mostrar bastante de su piel color canela. Pantalones a juego con un faldón de pelaje de tigre, al igual que los guantes sin dedos que utilizaba. Ella iba descalza, mostrando sus delicados pies con uñas filosas y pintadas de rojo y negro.
Pero aparte de eso, lo mas destacable era la gran cantidad de arpones que atravesaban su cuerpo limpiamente junto a el número ilimitado de cadenas que la aseguraban en el lugar donde estaba, que era un pedazo de tierra que estaba conectado gracias a las cadenas a otros cuerpos de tierra lejanos semejantes a planetas.
A pesar de ello, esta desconocida mujer mantenía una sonrisa en su rostro incluso su precaria situación mientras miraba con cierto interés al magus delante de ella.
- Tu ... Tu ... - Decía el joven magus sin siquiera poder formular una oración apropiada debido a la poderosa presión que empezó a sentir de la mujer.
No se hacía percatado pero podía suponer que todo este espacio había sido creado para contenerla a ella, e incluso si se encontraba encadenada, la presión que ejercía era comparable a un sistema solar, con ella siendo el sol con todas las demás bestias oscilando a su alrededor.
- ¿Que pasa, pequeño? ¿El mono te robo el habla? - Dijo mujer pelirroja con diversión. - Un clásico de antaño. -
Waver respiro para calmarse, no podía perder la compostura ante una posibilidad de escape.
- Tu ... ¿Quien eres? - Preguntó al fin el magus.
La mujer desconocida resopló con burla. - Es de mala educación preguntar el nombre de alguien sin presentarse, incluso un demonio como yo sabe eso, muchacho. -
Esta mujer ... Frunció el ceño el peli negro con molestia, no teniendo paciencia con algo tan ínfimo como los modales en esta situación. Sin embargo, abrió los ojos al recordar con detenimiento sus palabras y una en particular resaltaba mas que las demás.
Demonio.
Una cosa eran las bestias mágicas que danzaban a su alrededor de manera pacífica sin darle importancia, pero otra cosa era un verdadero demonio. Leyes de la Naturaleza, similares pero intrínsecamente diferentes a las bestias mágicas comunes, creados por el hombre o bien, naciendo o descendiendo a dicha naturaleza, y eran contados aquellos demonios que eran amables con la humanidad.
Y aparentemente estaba en frente de uno, Waver no pudo evitar sentirse nervioso y tragar saliva por la posibilidad de tragarse el miedo que estaba naciendo en su interior ahora mismo.
- Al parecer si te robaron la lengua. - Dijo la mujer pelirroja cada vez mas divertida de la situación que presenciaba, después de todo, no había tenido ningún entretenimiento desde hace milenios hasta ahora.
Al instante, el magus londinense recuperó la compostura por sus palabras burlonas, incluso si estaba ante un verdadero demonio encerrado ferozmente en este lugar a diferencia de las demás bestias mágicas en este espacio, no se podía dejar intimidar por ello, tenía que encontrar una forma de salir y por ahora la mujer demoníaca pero la única que estaba dispuesta a tener un intercambio de palabras con él.
Además, dudaba de que Rider se dejará intimidar ya sea por un demonio o un dios delante de él. Y como uno de sus vasallos, se mantendría firme para demostrar ser digno del título.
Era menos ostentoso que el de Genbu, pero mas apropiado para alguien como él.
- M-Mi nombre es Waver Velvet ... - Replicó el susodicho con seriedad, aunque por dentro aún sentía nervios. - ¿Y tengo el honor de hablar con ... ? -
La expresión burlona de la demonio permaneció en su hermoso y pecador rostro, pero sus ojos ardientes parecían brillar de manera indescriptible. Por lo tanto, no podía intuir como podría ir la conversación desde aquí.
- Bueno, si tienes algo de labia en ti, Waver Velvet ... - Dijo la mujer pelirroja probando el nombre extranjero saliendo de su boca. - Nombre extraño ... Para mis estándares, pero eso es lo de menos. ¿Querías mi nombre, no? -
El joven peli negro asintió lentamente, preguntándose porque su nombre podría ser extraño para esta persona, aunque simplemente lo terminó atribuyendo al hecho de que sea un demonio de la antigüedad que no estaba acostumbrada a los nombres fuera de su época.
- Bueno, me presentó. Mi nombre es Sun Tzao, Macaco de Seis Orejas, el Rey Macaco. - Se presenta la mujer ahora identificada como Tzao.
Sin embargo, eso no trajo nada más que preguntas al peli negro. - 'Ese nombre, ciertamente es oriental, Chino si puedo apostar, pero, ¿Un rey macaco? Jamás había escuchado un título tan ridículo, lo mas cercano es ... - Pensaba Waver antes de abrir los ojos sorprendidos ante un personaje sin igual que era reconocido ante en el Oriente y el Occidente, el "Heracles de Oriente". - Por casualidad ... ¿No estarás alguna relación con Sun Wukong? -
De repente, el espacio se volvió extremadamente frío y opresivo, como si de verdad estuviera fuera de la atmósfera, sentía que en cualquier momento sus órganos internos iban a explotar. Pero tan repentino como llego, la fuerza invisible se desvaneció al instante cuando las cadenas se ajustaron con mayor fuerza alrededor del cuerpo de Tzao, haciendo que la susodicha soltará un leve quejido de dolor para luego soltar un risa sin humor.
- Bueno, bueno, creo que no me puedo quejar ... Su nombre es mas conocido, aunque pudo haber sido el mío. Es natural que reconozcas el nombre de mi hermanito. - Dijo la Rey Macaco con una sonrisa ominosa.
- ¿Hermanos? - Preguntó Waver levantando una ceja con más calma. - No sabía que tenía hermanos, además, tu no pareces tanto a ... Un macaco, ¿Y en donde están tus seis orejas? - Dijo dándole una segunda mirada para nada lasciva.
Tzao simplemente volteó su cabeza, mostrando que efectivamente, tenía tres orejas en cada lado, sin embargo, parecía que tenía orejas bastante grandes y que fueron cortadas de manera puntiaguda como una especie de elfo, y de esta forma formulando las seis orejas.
- Ahí esta tu respuesta con respecto a mis orejas y con mi forma "humana" ... Es un poco mas complicado que eso, así que la manera sencilla de verlo es que Sun Wukong, Sun Shihe, Sun Fanwei y yo, somos los cuatro primates espirituales nacidos directamente de los elementos de la tierra, nuestra forma no esta completamente anclada a lo que somos, imitando completamente la forma de la especie dominante del planeta, los "primates", en este caso son los humanos, por lo tanto nuestra forma es tan destacable como la que puede ser un humano. - Explayo Tzao lo mas sencillo posible para que el magus entendiera, ante la mirada brillante que recibió supo que había captado toda la información con facilidad. - Pero era un poco diferente en la tan famosa "Era de los Dioses" donde los dioses dominaban el planeta, por lo tanto teníamos diferentes formas, algunos mas que otras. Desde una forma humana, emulando la forma en que los dioses se comunicaban con los humanos. Una forma de la calamidad, la manera en que los dioses liberaban un sin fin de tribulaciones para castigar la humanidad y una forma verdadera que es esencialmente todo nuestro poder liberado. - Repentinamente, la expresión de la Rey Macaco se puso tensa, como si estuviera reviviendo desagradables recuerdos de la antigüedad. - No entiendo como la gente puede seguir venerando a Sun Wukong, su verdadera forma, su verdadera naturaleza, su verdadero ser ... Era digno de un Dios Demonio que aterrorizó los cielos por siglos. -
Waver se quedó un momento en silencio, procesando la información, era increíble todos estos datos que le daba esta demonio, un demonio tan antiguo como la Era de los Dioses, si no de uno de los Espíritus Divinos mas famosos de Asia, llegando alcanzar una fama que el invencible Heracles. Sin embargo, esa no era la información que estaba buscando lamentablemente.
- Eso suena muy interesante, en serio, en cualquier otra circunstancia me encantaría escuchar esta clase de historia con tu completa sabiduría, pero ... Me gustaría salir de aquí, ¿Sabes de alguna? - Preguntó el magus provocando risas en la mujer pelirroja.
- Si hubiese una forma de hacerlo, ¿No crees que la hubiera intentado hace mucho y me vengaría de Sun Wukong? - Cuestionó de vuelta Sun Tzao con ironía provocando que el peli negro frunciera el ceño por la preocupación de no encontrar una salida.
No podía ser imposible salir, la Calabaza lo había atrapado de una manera tan sencilla que era hasta ridícula, no podía ser tan determinante esta especie de sellado. Pero por las palabras de Tzao, quien era un demonio antiquísimo que estuvo involucrada con el mismísimo Rey Mono, pues todo apuntaba que estaría atrapado por un buen rato.
- ... A todo esto, ¿Como acabaste aquí? - Indagó Waver tratando de no pensar tanto en la desgracia en la que se hallaba atrapado.
- Oh, digamos que a Sun Wukong no le sentó muy bien que cambiará lugares con él y reclamar su "prometida Budeidad". Ambos somos hijos del Cielo y la Tierra, ambos teníamos el mismo poder, ambos teníamos el mismo derecho ... Y él fue escogido por encima de todos nosotros. - Decía la Rey Macaco de Seis Orejas con frustración e indignación por los recuerdos. - Incluso luego de comenzar la guerra santa que nos costó todo es recompensado como el perro faldero de los dioses, ¿No te parece indignante? -
- Yo ... Creo que entiendo el sentimiento. - Concordó Waver recordando sus días en la Torre del Reloj, como sus compañeros de clases y especialmente su antiguo y difunto maestro, tenían mas relevancia o privilegios por simplemente haber nacido en una alta cuna y no por méritos realmente propios.
- Pero en fin, intenté tomar el lugar del Rey Mono y aunque pude engañarlos por un tiempo, esa maldita de Xuanzang se percató del cambio y trajo devuelta a Sun Wukong. Nuestra lucha duro días, días enteros sin descansar, por poco no creamos un nuevo diluvio por nuestros choques de poderes ... Pero a la final me derrotó y me selló aquí, Gourd, la Calabaza Mágica del Rey Mono, capaz de encerrar todo tipo de cosas, excepto dioses, a menos que se encuentren debilitados o su Divinidad se haya degradado lo suficiente como parecer un Semidiós o un Espíritu de la Naturaleza. - Se explayó Sun Tzao con amargura por los recuerdos de aquella batalla, en mas de una ocasión había puesto a Sun Wukong contra las cuerdas a pesar de la igualdad de sus poderes, pero ella incluso con una mayor experiencia fue derrotada por la voluntad indomable de su hermano.
- Así que esta calabaza ... El Gourd era un arma mágica del mismísimo Rey Mono ... ¡Un Noble Phantasm incluso! - Dijo Waver sorprendido a más no poder, encontrar un Mystic Code o reliquia de cierta antigüedad era una hazaña, ¡Pero literalmente haber encontrado un Noble Phantasm de un Espíritu Divino era el premio mayor! Pero ahora solo tenía una pregunta. - ¿Por que se encontraba roto en Fuyuki? -
Aquellas palabras hicieron reaccionar las seis orejas del Rey Macaco quién miro al magus londinense con incredulidad.
- ¿R-Roto? ¿Acabas de decir roto? ¡¿El Gourd estaba roto?! - Exclamó ella sin poder creerlo, pero cuando el peli negro respondió con un asentimiento serio, la pelirroja pudo confirmarlo. - Roto ... Eso explica porque este mundo imaginario se siente diferente ahora ... Y de alguna forma, el Gourd esta lejos de las garras de Sun Wukong ... ¡Eso quiere decir ... ! - Sun Tzao le dirigió una mirada al humano delante de ella y sonrió de manera ominosa. - Creo que tengo una idea para no solo sacarte se aquí, sino a mi también. -
Waver levantó una ceja con dudas, en este punto sin saber si confiar en un demonio que había luchado hace muchos siglos contra Sun Wukong, después de todo, el Rey Mono era el "héroe" del Viaje al Oeste de una manera similar a Heracles y sus Doce Trabajos ... Pero la historia no siempre era muy fiel, ya que era escrita por los ganadores, incluso el héroe mas famoso y grande Grecia había cometido una gran cantidad de pecados en su vida, y ciertamente Sun Tzao no dejaba de pintar a su propio hermano como el mismísimo diablo en persona.
- Supongamos que te apoyó, ¿Cuál es tu idea? - Preguntó el joven de cabellos negros sin comprometerse completamente, al menos quería escucharla y darle el beneficio de la duda.
Aunque ya con la promesa de salir lo tenía casi ganado ... Casi.
- Es sencillo, con el Gourd una vez roto y lejos de la influencia de Sun Wukong, ha perdido a su maestro, el Rey Mono ya no tiene control en su Calabaza Mágica, por lo tanto necesita un nuevo dueño. - Explica Sun Tzao con una sonrisa cada vez nas grande. - Ahí es donde los dos tenemos que hacer nuestra jugada, necesito que me ayudes a quitarme estas restricciones que anulan toda mi Autoridad, ya libre podre tomar el control del Gourd y liberarnos de este lugar. -
Waver lo medito por un momento, parecía tan confiada de sus propias palabras que por un momento le recordó a Rider siendo tan seguro de si mismo durante la Guerra del Santo Grial ... ¿Y a donde lo había llevado? Caer ante el invencible Archer dorado, sin embargo, incluso ante la derrota inminente ... Su orgullo nunca fue manchado.
- De verdad suena muy tentador la posibilidad de salir de aquí, ¿Pero como se que si te liberó no vas a causar estragos? No es por juzgarte por ser un demonio ni nada por el estilo, pero si estas aquí debió ser por algo ... - El magus suspiró antes de darle una mirada seria a la pelirroja. - Solo quiero saber si de verdad puedo darte un voto de confianza, porque si es así, yo te daré el mío. -
El rostro hermoso pero animado de Sun Tzao decayó visiblemente, pasando a ser uno lleno de neutralidad hasta luego parecer pensativo, como si estuviera meditando por un momento, sopesando sus opciones para de verdad demostrar fidelidad en sus palabras y acciones. Entonces, tuvo una idea ...
No era particularmente agradable, pero era mejor que nada, pensó Sun Tzao con resignación.
- Bien, ¿Quieres un voto de confianza? Pues no hay nada mas fidedigno que esto ... - Dijo la demonio ancestral antes de suspirar con resignación. - Hagamos un contrato. -
Aquellas palabras llamó la atención del peli negro. - ¿Un contrato? ¿Te refieres a un contrato de Servant y Master? -
- No exactamente, de hecho, será mucho mas beneficioso para ambos. - Dijo ella sin dar mucho lujo de detalles pero se veía confiada de sus palabras. - Ese es el mayor voto de confianza que te puedo dar, un Contrato Directo no se hace todos los días. -
- ¿Contrato Directo? ¿Como que directo? - Cuestionó Waver sin entender muy bien aquel término, ¿Que lo hacía diferente a un contrato con familiares o Master y Servant en una Guerra del Santo Grial?
- ¿Y bien? ¿Que esperas? Sabes que si no lo haces estaremos aquí atrapados por toda la eternidad ... O hasta que el desgraciado Sun Wukong o alguien con una Autoridad semejante encuentre el Gourd ... Y sinceramente ninguna de las opciones suena apetecible ambos. - Dijo Sun Tzao con un movimiento parecido a un encogimiento de hombros, pero se le dificultaba por el montón de cadenas y clavos en su cuerpo.
Sus palabras hizo que el joven de cabellos nuevos reflexionar sobre sus opciones, quedarse aquí atrapado por un tiempo indefinido era algo realmente malo, además, no sabía si en este espacio podía envejecer, si necesitaba agua o comida y si era así, ¿Donde encontrarlos? Este lugar tenía cierto parecido al espacio sideral artificial, pero no parecía haber algún cuerpo de agua cercano o la comida ... No estaba tan loco como intentar cazar unas de las bestias mágicas titánicas que danzaban por los alrededores.
A la final, ni fue necesaria demasiada labia como para convencerlo y con un suspiró derrotado se acercó como pudo al cuerpo de tierra donde Sun Tzao estaba confinada, haciendo que esta última sonriera de manera victoriosa.
- Oh, no te vas a arrepentir de esto. - Le dijo la pelirroja.
- Eso espero ... - Murmuró Waver entre dientes cuando por fin llego a pisar tierra firme, otorgándole una sensación calmante luego de tanto raro flotando en ese espacio infinito. - Bien, es hora de quitar esto ... -
Y con mucho cuidado para no dañarse así mismo por accidente, el magus londinense empezó a ayudar a la hermana de Sun Wukong sacando las estacas que estaban clavadas en su cuerpo con una expresión de repulsión. Por parte de Sun Tzao, no parecía molestarte excepto por la forma en que su cuerpo se tensa notablemente ante cada toque. Pero poco a poco, el famoso Genbu de Macedonia pudo sacar varios de los clavos de su cuerpo, el cuál se regenero casi al instante en el momento en que cada estaca salía, aparentando como si nunca hubiera estado algo clavado ahí por milenios y a su vez, se podía ver como la pelirroja se podía relajar cada vez más mientras que sentía como recobraba sus fuerzas divinas de antaño.
- Si, sigue así, ya siento como recobro mis viejas fuerzas. - Decía la demonio con una sonrisa emocionada por el suceso que había estado esperando por tanto tiempo.
- ¿Que hay del Contrato? - Dijo Waver con el ceño fruncido mientras detenía el proceso de quitarle los sellos a Sun Tzao, de esta manera teniendo una garantía por si ella tenía planeado engañarlo.
La susodicha demonio frunció el ceño, aunque parecía mas un puchero que verdadera molestia.
- Así que eres ese tipo de hombre que lo quieren todo ya, eso no es divertido. - Dijo la pelirroja entre burlona e irritada, molestando un poco al magus pero este no dijo nada. - Pero esta bien, toma lo que te mereces por ayudarme, oh, mi gran héroe. -
Antes de que Waver pudiera preguntar como funcionaba el "Contrato Directo" del que estaba hablando o siquiera decir algo, Sun Tzao se inclinó hacía delante y lo besó.
... ¡¿Lo besó?!
...
Shirou nunca creyó que hacer una sola amistad cambiaría tanto su vida, especialmente su vida escolar. Pero cuando se presentó a la escuela siendo cercano a la famosa Tohsaka Rin, pues todo el mundo se estaba conglomerando alrededor de ambos como moscas a la luz.
Fue sorpresivamente incómodo para el pequeño pelirrojo, aunque no excesivamente malo, aunque las preguntas constantes no se hacían de esperar para ambos.
Después de todo, era de esperar que Rin fuese tan popular, naturalmente era una niña bastante linda y agradable con todos, no solo portaba una elegancia poco usual en una jovencita de su edad, sino también una inteligencia avanzada para solo tener siete años como él. Así que si había alguna pregunta o dudas con respecto a algún tema en particular, pues generalmente Tohsaka Rin conocía la respuesta.
Ciertamente ser cercano a alguien como ella podría traerte varios beneficios como ayuda en la tarea y popularidad, pero también tenía algunas consecuencias que el hijo adoptivo de Kiritsugu no sabía si estaba listo para enfrentar.
Por ejemplo, había otros niños que querían la "posición privilegiada" que tenía Shirou como amigo de Rin, ya sea niño o niña, no tenías que ser un genio para notar como la pequeña peli negra lo tenía como prioridad a la hora de hacer alguna tarea referente a la clase o resolver dudas, siendo que la mas joven Tohsaka le preguntaba al pelirrojo si había entendido la clase o si necesitaba ayudaba con referente a algo y hasta que él no respondiera de manera positiva, entonces ella no iba a ayudar a nadie más.
Naturalmente, eso había traído consigo una leve ola de celos infantil por parte de unos cuantos compañeros de clases que habían intentado hacerse amigos de Rin durante el tiempo que ella se había transferido a la Academia Homurahara, pero en tan solo un día Shirou lo había logrado.
Ciertamente era frustrante para varios, lo cuál no tardo en producir varios problemas menores e infantiles durante la clase.
Algún comentario o burla fueron los mas comunes y menos molestos, luego estaba los intentos de empujarlo o hacerlo tropezar cada vez que el maestro le pedía que resolviera algún problema matemático en la pizarra, gracias a la percepción del pelirrojo pudo eludir cada uno de dichos intentos con facilidad, pero lo "peor" según quien lo viese resultó en el último período de clases del día.
Cuando entraron al salón de clases con la gran sorpresa de ver en el pizarrón un dibujo bastante grande de un corazón con el nombre de Rin y de él dentro, con frases tontas de parejas. Shirou no le dio mucha importancia, como un niño de siete años normal, no estaba interesado en ese tipo de cosas, las niñas tenían piojos después de todo, además de que no le importaba mucho estas "bromas" que sus compañeros le hacían.
Sin embargo, a Rin no le parecía para nada gracioso, porque en el instante en que vio el corazón y reconoció sus nombres, sus ojos se abrieron antes de fruncir el ceño. Sus mejillas se inflaron en una especie puchero mientras su cara se ponía extremadamente roja, ya sea por la vergüenza o enojo, probablemente una combinación de ambas. El pelirrojo apostaría que de hecho estaba aguantando la respiración por la ira.
Y luego explotó ... Metafóricamente hablando. Porque posteriormente procedió a darle un sermón a casa uno de sus compañeros de clases, y nadie, absolutamente nadie (excepto Shirou) se salvó, de hecho, incluso el pobre e inocente maestro que acababa de llegar al salón viendo tal alborotó intento detenerla, pero le salió el tiro por la culata ya que el también empezó a ser regañado por la joven Tohsaka.
Fue una situación hilarante y graciosa, pero eso le hizo recordar a Shirou lo inocentes y al mismo tiempo crueles que podían llegar a ser los niños. Aún podía recordar cuando en su anterior escuela era molestado por ser mitad japonés, con su horrible japonés de ese entonces o el hecho de que vivió la mayor parte de su vida en Europa, su madre siendo escocesa y muchas cosas relacionadas a eso.
Pero después de todo lo que había pasado hasta ahora, nada podía perturbarlo ... Excepto la comida de Kiritsugu, eso era digno de una película de terror de un chef satánico.
Y así había sido el día normal para Shirou, ahora encontrándose con Rin a fuera de la escuela, esperando a que Anne, los viniera a buscar para luego el pelirrojo tomar su propio camino a casa.
- ¿Hoy vas a pasar el rato en casa otra vez? - Le preguntó la pequeña peli negra con expectación.
Y aunque Shirou disfrutó pasar el tiempo en la residencia Tohsaka, jugando con Rin o siendo instruido en historia por Anne, lamentablemente tuvo que declinar.
- Lo siento, hoy no puedo y creo que en un tiempo tampoco podré. -
- ¡¿Que?! ¡¿Por que, Emiya-kun?! - Exclamó Rin mortificada, incluso atrayendo la atención de algunos niños pero lo ignoró. - ¿Es por las bromas que esos niños han hecho? ¡Te aseguró que después de lo de hoy no van a seguir haciendo bromas como esa! -
- Eso es lo de menos, pero como mi padre esta de viaje alguien tiene que cuidar de la casa, además, no quiero dejarle todo el trabajo a Mori-nii. - Explicó brevemente el pequeño pelirrojo.
Esa explicación parecía satisfacer a la Tohsaka, quién a la final dejó salir un suspiró de resignación para luego asentir de mala gana.
- Los siguientes días van a ser aburridos sin ti en casa. - Dijo Rin, a pesar de haber pasado solamente un día juntos jugando, había sido tiempo desde que tuvo un día sin tanto estudios de magecraft desde ... El incidente.
Ciertamente Anne velaba por su seguridad y futuro, pero era bastante estricta, aunque la prefería mas a ella que a Kirei, ayer fue el primer día libre que tuvo y fue realmente divertido tener un amigo cercano, aunque no podía revelarle nada con respecto al mundo oculto del magecraft, tener a un compañero de su edad y completamente normal era un respiro que no sabía que necesitaba.
- El viejo dijo que debería tardarse mucho, así que espero que mi ausencia no sea tan larga, al menos podremos vernos en clases. - Dijo Shirou con una sonrisa entusiasta.
La niña de cabellos negros resopló. - Si, siendo molestados por el simple hecho de ser amigos. -
- Pensé que dijiste que no nos iban a molestar por tu sermón. -
- ¡Ugh, olvídalo! -
- Rin-sama, Shirou-kun. -
Ambos niños voltearon para ver la aproximación de la sirviente de los Tohsaka acercándose con elegancia hacia ellos.
- ¿Estamos listos para irnos? - Preguntó Anne con una leve sonrisa, aunque parecía mas de cortesía que de felicidad genuina.
- ¡Por supuesto! - Dijeron ambos niños antes de irse con la peli negra mayor.
...
El dia en la sección de secundaria de la Academia Homurahara había ido de manera normal. Incluso por los rumores que circulaban con respecto al nuevo estudiante, Suzaku y Byakko.
Mori había tenía un día normal, lo cuál no esperaba para nada, especialmente por todo lo que había ocurrido ayer, pero aún así no había sido molestado por nada, con la excepción de alguna mirada molesta por parte de Yamamoto y sus amigos, pero por lo demás, todo fue de maravilla.
Lo mas destacable había sido las clases de educación física, donde dio todo de sí, pero sin exagerar para no levantar mas rumores y sospechas, así que satisfecho por su desempeño dejó las instalaciones escolares directo a casa, preguntándose que podrían hacer Shirou y él para la cena.
Inconsciente para el antiguo Rey Mono, que algunas personas estaban decidiendo su próximo gran revuelo escolar, como también por toda la ciudad.
Con el sol naranja bañando la escuela, con solo algunas personas, entre ellos la mayoría estudiantes como Byakko, Suzaku o Reikan que tenían actividades extracurriculares, los maestros aún estaban terminando el papeleo del día.
Era una actividad tediosa para algunos, pero había un hombre en particular que estaba mas que emocionado por lo que había registrado durante el día.
- E-Esto ... Será sublime. - Dijo el profesor de educación física mientras miraba el archivo del nuevo estudiante.
Dan Mori.
...
