- ¡Hasta luego, Emiya-kun! - Dijo Rin en forma de despedida a su amigo.
- Nos veremos en otro momento, Shirou-kun. Saluda a tu hermano de mi parte. - Dijo Anne de manera mas cordial y elegante que la peli negra menor.
El susodicho niño asintió a las palabras de ambas féminas. - Hasta mañana. -
Con esas palabra dichas, el pelirrojo y las peli negras se separaron en caminos diferentes, cada uno con sus respectivos destinos. Shirou estaba caminando directo en la dirección de si hogar, pero justo cuando estaba a poco tiempo de distancia, se desvió por un camino diferente.
Esperaba que esto no causara un revuelo cuando volviera, solo quería un rato a solas para pensar, pero estar en aquella gran casa en solitario no era una sensación que a Shirou le otorgará tranquilidad.
Así que cambió de dirección hasta llegar a un pequeño parque local cercano en la zona de Miyama donde familias con hijos venían a pasar el rato. Sin embargo, aún era demasiado temprano para ver a alguien por los alrededores.
Los niños apenas estaban saliendo de clases directos a sus casas para almorzar y probablemente hacer sus tareas, así que quedarían unas cuantas horas para ellos venir. Eso dejaría todo el parque para la disposición de Shirou.
Que divertido.
Realmente el pelirrojo tendría que ir a casa a preparar el almuerzo para él y apartar la porción de su hermano, y quizás Taiga si venía de visita ya que se llevaba mejor con Mori recientemente, un acontecimiento que Shirou se preguntaba como ocurrió.
Además, al igual que los demás niños de su clase, tenía algunas cuantas tareas por hacer, pero tendría tiempo. El solo quería un rato para relajarse y reflexionar, así que por eso se sentó en uno de los columpios y empezó a observar las solitarias nubes en el cielo.
No intentaba darles una comparación en su mente, pero le gustaba relacionarlas con alguna cosa en especial, en este caso con los sucesos que repentinamente tuvo de un día perdiéndolo todo para que el siguiente tuviese una nueva familia y probablemente un interés claro por el cuál dedicar su vida.
¿Y quien sabe? Ser un artista marcial sonaba interesante. Por lo menos la meditación le traía cierta paz que el dormir no le podía otorgar, aunque las pesadillas fueron disminuyendo, la pesadez y la fatiga a veces permanecían en su cuerpo incluso luego de las diez horas de sueño que Mori le recomendó tomar.
Pero meditar hizo las cosas un poco diferente, tranquilizaba el cuerpo, despejaba la mente de cosas innecesarias, aunque aún se sentía cansado el pelirrojo lo sentía mas llevadero y él podía verlo ...
Podía ver a ...
- ¿Ese columpio esta ocupado? - Preguntó una voz sacando a Shirou de su ensoñación.
Cuando el hermano menor de Mori abrió los ojos y se fijó de quién se trataba pudo registrar mejor sus características, lo cual lo hicieron levantar una ceja por un momento.
La persona delante de él parecía alguien particular, era al menos dos años mayor que Shirou, quizás un poco más. Rasgos extranjeros notables debido a ese prístino cabello rubio cual oro que parecía brillar bajo el sol, sus ojos rojos parecían ocultar mas todas sus intenciones pero a su vez brillaban con una honesta expresión. No sabía mucho de ropa de marcas, pero incluso alguien como él podía percatarse que los ropajes de este niño eran bastante caros.
Y con una sonrisa digna de un ángel caído de los cielos, espera la respuesta del pelirrojo.
Shirou asiente, aunque con cierta sospecha. - Adelante, igualmente no hay nadie por aquí. -
- Jejeje, bueno, parecía que tenías intenciones de tener todo el parque para ti solo, que egoísta~. - Dice el chico rubio en un tono de burla, un claro contraste con el pelirrojo. - Pero no puedo decir que ese tipo de avaricia me disgusta. -
El hijo adoptivo del Magus Killer lo seguía observando, extrañado por sus palabras y su sola presencia alertaba algo en él que no podía expresar con palabras, aunque no podía identificarlo como un serio peligro, ciertamente era algo semejante.
¿Y como no tener sospechas al respecto? Este chico extranjero pasaba por estas horas por el parque, ¿Quizás estaba de vacaciones? Eso explicaba porque no estaba estudiando en la escuela o estando en casa como la mayoría de los niños, pero aún así tenía un japonés tan perfecto que le costaba pensar que no fuera un local.
Y de cierta forma ...
- Te veo pensando mucho sobre algo. - Comentó el rubio sacando por segunda vez a Shirou de sus pensamientos. - Ser cuidadoso esta bien, pero a veces uno debe dejarse guiar por sus deseos, ambiciones e instintos. Las sensaciones serán las cosas mas confiables que encontrarás en esta vida. -
El pelirrojo lo miró sin comprender cuando empezó a hablar con un toque filosófico que él no podía discernir.
El niño extranjero sonrió con sorna a la incomprensión de Shirou. - Creo que estoy pidiendo mucho, estaba curioso, lo juró. Pero no podía quedarme quieto y esperar, es tan aburrido, aunque supongo que la espera vale la pena, pero es cruel tener que vivir dos veces un mismo suceso y aún así estar fascinado por ello. -
- Yo ... Yo no entiendo de lo que estas hablando. - Dijo Shirou haciendo una mueca de confusión ante las palabras del niño rubio, esperando que simplemente fuesen las divagaciones de un niño que decía tonterías a diestra y siniestra.
Pero como bien hablaba él, dejándose llevar por las sensaciones por un momento, el pelirrojo podía sentir que todo lo que su acompañante decía tenía un significado oculto que Shirou no podría ubicar con exactitud a corto plazo.
El niño de cabellos rubios resopló antes de levantarse del columpio. - Tranquilo, faltan al menos unos diez años para que lo entiendas. Y para cuando menos te des cuenta, notarás que todo era demasiado sencillo al final. -
Con esas palabras dichas, el niño extranjero se empezó a alejar bajo la mirada de incomprensión del pelirrojo.
Shirou tenía que preguntar, no, tenía que exigirle una explicación mucho mejor, ¿De que hablaba? ¿A que se refería? ¿Que le esperaba? Pero ninguna de aquellas preguntas salió de su boca, excepto por una, la que mas resonaba en su corazón con esta persona desconocida.
- ¿Q-Quién eres? -
El rubio se detuvo, apenas a pocos metros de la salida del parque, Shirou ni siquiera había gritado la pregunta, pero de alguna forma él se detuvo al instante al escucharla.
- De cierta forma ... Alguien igual a ti, Emiya Shirou. -
Una herramienta para los ...
Luego de decir aquello se fue, dejando mas preguntas que respuestas para el pelirrojo, especialmente una en particular ...
- ¿Como ... Sabe mi nombre? -
Y de alguna forma, no estaba preocupado por eso, simplemente estaba ... Cautivado.
...
Para muchos este sería un día normal en Homurahara, sin embargo, para otros este era un día mas que histórico. Fue una mañana normal a pesar del pequeño encuentro entre Byakko y Suzaku que afortunadamente no llego a mayores, pero en el transcurso del día, uno de los maestros había hecho uno de los mayores descubrimientos de su carrera.
Un ex atleta olímpico que solo alcanzó la medalla de plata antes de tener una lección que destruyó su carrera hace varios años, pero desde entonces ha guiado a los jóvenes a un tesoro que ni él mismo pudo poseer. Enseñando en Homurahara, su escuela natal y utilizando sus contactos para llevar a los diamantes en bruto a las grandes ligas.
Gracias a este hombre, Fujimura Taiga había sido conocida como una de las mejores espadachines de todo Japón ... Si tan solo la chica dejará de lado aquel adorno en su shinai, entonces ya habría sido la mejor del mundo.
Lamentablemente Seiryu ni su hermano menor estaban interesados en una vida de éxito, fama y fortuna, así que no había forma de tentarlos para que compitieran en torneos como había hecho con Byakko. La princesa Yakuza fue rápidamente convencida ante la posibilidad de luchar con oponentes fuertes. Suzaku también fue sencillo ante la promesa de fama y fortuna.
Pero ahora este busca talentos deportivo, el profesor de educación física de la academia Homurahara había encontrado su mayor hallazgo, incluso superior a los Cuatro Dioses de Fuyuki.
El Quinto Dios Oculto de Fuyuki le había llamado, Kizaru, el Mono Dorado.
El hombre con un cuerpo bastante entrenado a pesar de los años tenía unas cuantas carpetas gruesas en su escritorio, todas recopilaban toda la información física de los estudiantes de Homurahara agrupados en diferentes años y clases.
La mayoría tenía puntajes promedios o por debajo de la media, muy pocos destacaban por encima de los demás y mucho menos para compararlos con los Cuatro Dioses de Fuyuki.
Sin embargo, la información mas destacable era de aquellos que se encontraban en segundo año. En una de la paginas estaba el siempre recto joven de cabellos morados, el hermano menor de Seiryu.
Ryuudou Reikan, puntuación general, cuatro estrellas. Salto de longitud: 4,6 metros; Salto de altura: 2,13 metros; Salto vertical: 1,02 metros; Carrera de 100 metros: 11,04 segundos.
Un perfil bastante destacable, aparte de ser un gran artista marcial en karate, era una lastima que deseará seguir los pasos de su padre.
Otro de los perfiles de una carpeta diferente se destacó al ser nada mas que Suzaku.
Nagasawa Takamaru, puntuación general, cinco estrellas. Salto de longitud: 4,71 metros; Salto de altura: 2,32 metros; Salto vertical: 1,13 metros; Carrera de 100 metros: 10 segundos.
Aquel joven se volvería uno de los mejores atletas del país con un futuro prometedor como un karateca incluso mayor que Reikan, y lo mejor de todo es que Byakko y Seiryu tenían perfiles aún mejores, pero este último seguiría estando en anonimato al igual que su hermano menor desgraciadamente.
Pero nada de eso importaba, en este momento, el ex atleta olímpico podría tirar todos estos perfiles y quedarse con el que estaba viendo todas las veces que fuesen posibles. Una parte de él podría pensar que todo era falso y que sus datos eran erróneos, pero el mismo los había registrado. La única posibilidad era que el niño utilizara alguna especie de dopaje o similar, pero todas las pruebas médicas decían lo contrario.
Ahora tendría que poner a prueba estos datos, los mejores de toda la escuela, probablemente este joven se volvería el mejor en el mundo.
Salto de longitud: 6 metros; Salto de altura: 2,7 metros; Salto vertical: 1,22 metros; Carrera de 100 metros: 9,5 segundos. Dan Mori, puntuación general, seis estrellas.
Aquel que ha superado a los Cuatro Dioses de Fuyuki.
...
Cuando Waver abrió los ojos, se quedo anonadado al percatarse que se encontraba en su cama. Fue tanta la impresión que ni siquiera sabia que se encontraba en su habitación. Incluso llegando a pensar que todo lo que habia ocurrido era solo un producto de su imaginación y que simplemente se había quedado dormido luego de terminar de armar la calabaza.
Y que aquel beso con aquella mujer fue simplemente la pequeña necesidad de interacción humana mas saludable y no el comienzo de un sueño húmedo. El magus londinense no era creyente, pero en este momento le estaba rezando a todas las deidades para que no fuese así.
- Oh, ya despertaste. -
Sin embargo, aquella voz era su perdición. El joven de cabellos negros volteó tan abruptamente que incluso su cuello hizo un sonido de latigazo, pero poco le importó si se rompía el cuello en aquel momento, tenía que comprobarlo con sus propios ojos.
Lamentablemente, si era verdad.
Sentada casualmente en su escritorio leyendo varias de su notas y libros, se encontraba ella, Sun Tzao, sin ningún cuidado en el mundo, un verdadero había sido liberado ... Y todo fue culpa de Waver.
A añadir otra cosa a la lista de cosas impulsivas ... Desde la Guerra del Santo Grial la lista se estaba alargando abruptamente, naturalmente culpó a Rider de esto.
- ¿Uh? No me digas que el mono te volvió a robar el habla. - Dijo la Rey Macaco de Seis Orejas con una expresión burlona. - No puedes quedarte sin aliento cada vez que me ves, aunque es divertido y todo lo demás, a la larga se volverá aburrido y bastante problemático por nuestro contrato. -
- ¿Contrato ... ? ¿Así todo no fue un sueño ... ? - Decía Waver con incredulidad claramente escrita en su rostro.
La demonio ancestral resopló por la actitud de su contratista. - Creo que lo que tienes en la mano es suficiente evidencia de nuestro pacto. -
Sin comprender con exactitud sus palabras, el peli negro mira la palma de su mano, y se queda completamente nudo al verla ahora. Impreso como si fuese un tatuaje, se encontraba dibujada la Calabaza Mágica del Rey Mono, con el ojo de Sun Tzao en el centro de Gourd.
- ¿Que? ¿Como es que? - Balbuceaba el magus londinense.
- Un pequeño truco, creo que es mas útil si la llevas contigo a todas partes. - Pero entonces ella le da una mirada afilada. - Pero no te pongas arrogante por poseer a Gourd, yo soy la que tiene absoluta autoridad sobre ella, si así lo deseo puedo mandarte de nuevo adentro de ese lugar y puedo decidir que absorber y que no. -
Waver alzó una ceja. - Y todo ese control es gracias al contrato, ¿No es así? -
Sun Tzao sonrió ante la deducción correcta de su contratista. - Exacto, por lo que veo no estas acostumbrado a este tipo de contrato, mucho menos un directo, pero esta bien. Lo que tienes que saber es que olvídate de los Geas, contratos con familiares o el resto de cosas. Esto, mi querido contratista, es el verdadero negocio. -
Especialmente si encuentras la forma de divisar la llave.
Esa ultima parte lo pensó de manera distante la hermana mayor de Sun Wukong, creía que era demasiado para explicar y tampoco era necesario para este caso. Aunque su primer contratista parecía muy listo, demasiado para su propio bien, no creía que pudiera despertar el poder de las llaves para abrir el sello de los tabúes del mundo.
La Llave la Ira del Planeta contra los Dioses, las Lagrimas Malditas de Gaia.
Solo aquellos con seres con sed de venganza contra los dioses, ya sea humano, demonio, dios o cualquier especie del planeta, recibía esta poderosa bendición del mundo mismo.
Daji, también conocida como Hojosa, Kumiho, o simplemente el legendario Zorro de Nueve Colas; Pandora, la Muñeca de los Dioses, la Terminal Central de la Atlántida; Gilgamesh, la Cuña del Cielo, el Hijo de la Estrella Omnisciente. Estos tres eran algunos de aquellos que habían recibido el poder de las Llaves del Planeta, poseyendo una autoridad para superar la mayoría de las restricciones divinas impuestas por los dioses o incluso la misma Gaia. Y Sun Tzao tenía el privilegio de estar entre ese selecto grupo gracias a la ira que le guardaba a su hermano menor, a Tathagata y a los cielos.
No como el maldito Sun Wukong, que su sola existencia era capaz de doblar todas las reglas a su favor. La Rey Macaco de Seis Orejas frunció el ceño, como se notaba quien era el favorito de sus padres.
- Esto es ... Increíble. - Dijo Waver levantándose de la cama y notando la clara diferencia que sentía su cuerpo ahora en comparación al de antes.
No quería hacerse tan musculoso ni esperaba una fuerza hercúlea, pero sentía que había alcanzado el pico de su destreza física, además de que sentía una agudeza mental que lo hizo temblar por lo poderosa que podría ser la demonio con quien acaba de realizar un Contrato Directo o como se llame. Era una buena forma de compensar sus deficiencias mágicas, sin embargo, el joven de cabellos negros no pudo terminar de pensar al respecto de aquello cuando alguien toco la puerta de su habitación.
- ¿Waver? ¿Estas despierto? Tu comida ya esta lista, debes prepararte para el turno nocturno. - Dijo Martha, la "abuela" de Waver, como la mujer diligente que era, siempre estaba al pendiente de las necesidades de cada residente de su hogar.
Para el magus londinense, sentía que no podría haber engañado a una mujer familia para sus motivos egoísta, incluso si le había sentado bastante mal cuando la pareja de ancianos los había tratado a él y a Rider como si fuesen de verdad de su familia. Aunque el pesar de Waver se redujo gracias a varias charlas con Glenn, se sentía bastante conmovido por las actitudes que tomaban con él. Pero en momentos como estés, no era nada mas que algo inoportuno. Especialmente cuando Martha no espero ninguna respuesta de su "nieto" y entró sin ningún cuidado en el mundo en la habitación, sin darle oportunidad al peli negro de decirle a Sun Tzao que se ocultará o algo similar.
- Oh, ya estas despierto. - Dijo la mujer mayor con una sonrisa beatífica. - Ven rápido, la comida se va a enfriar hoy, además preparé tus bocadillos favoritos para esta noche, necesitaras toda la energía posible para el horario nocturno. -
Waver la miró estupefacto antes de mirar a la dirección de Sun Tzao, quién también miraba a la mujer mayor sin darle mucha importancia, al sentir la mirada de su contratista, la Rey Macaco de Seis Orejas le devolvió la mirada como si no pasará nada.
- Eh ... ¿No ves nada raro aquí, cierto? - Tratando de ser precavido, el peli negro preguntó, esperando que Sun Tzao no sea un producto de su imaginación a pesar de las evidencias que hablaban en contra.
Martha alzó una ceja confundida pero aún así mantenía su sonrisa. - ¿A parte de que mi diligente y querido nieto no esta apresurado para irse al trabajo? Pues no, más allá de eso, nada. -
- E-Entiendo. Ahora voy. -
Aquella respuesta pareció satisfacer a su "abuela" quien se retiró de la habitación alegremente sin decir una palabra. Cuando por fin la puerta se cerró y de nuevo Waver tenía algo de privacidad volteó su mirada al nuevo dolor de cabeza con quién estaba ahora relacionado gracias a un pacto.
- ¿Que fue eso? - Exigió saber el peli negro.
- Creo que se le llama mujer anciana, "abuela" para ser específicos. Nunca tuve alguien para llamar abuela ... A menos que la Creación misma pueda llamarse como tal. - Dijo Sun Tzao sin darle importancia la crisis que estaba pasando su contratista ahora mismo.
- ¡No eso! ¿Por que no te vio? - Exclamó Waver con exasperación.
- Oh, eso. Simplemente no estoy aquí. -
- ¿Que? -
En este punto, el magus londinense de verdad pensaba que se estaba volviendo loco, que al final Rider le había dado tantos golpes entusiastas que lo dejó tonto de por vida.
- Lo que quiero decir, es que mi "yo completo" no esta aquí, es simplemente mi mente, espíritu, alma, ego, cualquier otra expresión, esencialmente soy una especie de fantasma que solamente tu puedes verme debido a nuestro Contrato. - Se explaya Sun Tzao con una sonrisa.
- Eso ... Tiene sentido. - Dijo Waver con mas calma. - Pero, ¿Entonces por que no saliste por completo? Tenías la oportunidad, ¿No es así? -
En ese instante la expresión de la Rey Macaco de Seis Orejas se torno mas seria de lo normal.
- Ciertamente tuve la oportunidad, pero este mundo dejo de ser amable para los seres como yo, bestias mágicas, demonios, incluso los dioses más altos ya no pertenecen aquí. - Ella soltó un suspiró lleno de resignación. - Como se nota que los humanos son la "especie dominante" ahora, por eso no son mas que parásitos para el planeta ... Aunque hay excepciones. - Dijo eso último mirando por la ventana de la habitación, como si pudiera ver algo en particular, pero el peli negro no sabría decirlo. - En cualquier caso, en cualquier momento podría sacar mi cuerpo y vagar libre por la tierra aunque quizás sea problemático, por ahora me gustaría observar el panorama y ver cual sería mi siguiente curso de acción, ¡Así que, por ahora somos compañeros, Waver Velvet! -
La demonio ancestral dijo lo último con una gran sonrisa provocando un leve sonrojó en el joven magus quién volteó su mirada hacia otro lado, había pasado algo de tiempo de su separación con Rider, pero ese poco tiempo con aquel legendario rey conquistador que se volvió una especie de figura paterna se volvió un recuerdo que jamás cambiaría, pero jamás espero que volvería a formar un dúo con otro mítico rey demoníaco por accidente.
Era demasiado para procesar.
- ¡Waver! ¡Se te hará tarde! - Exclamó Martha desde la cocina de la casa probablemente.
Y no había tiempo para procesarlo.
Con un suspiró cansino, sentía que no había dormido en semanas, el actual Genbu preparó sus cosas para irse a su trabajo bajo la atenta y curiosa mirada de Sun Tzao.
- Bueno, muy interesante la charla y todo lo demás pero tengo que ir al trabajo. - Le dijo Waver a la demonio ancestral.
La susodicha asiente en comprensión. - Te acompañó. -
- ¿Que? -
- Dices mucho esa palabra, ¿Es tu palabra favorita o eres tonto? -
- ¡Cállate! ¡¿Por que quieres acompañarme al trabajo?! - Cuestionó el peli negro sin comprender.
- Pues en esta forma no puedo interactuar con cosas físicas y quedarme aquí mirando por la ventana no es lo mismo, suena mas a mi hermano Garuda. - Decía Sun Tzao con aburrimiento ante aquel pensamiento mientras recordaba a uno de sus hermanos mayores, el Gran Sabio, Unido a los Cielos, el Rey de las Bestias Celestiales y las Alas del Todopoderoso Lord Vishnu. Era un recuerdo amargo cuando se unió a los cielos, jamás dejaría de culpar a Sun Wukong por llevarlo a ese punto. - Al menos si te acompaño podre ver este nuevo mundo y tendré a alguien con quien conversar un rato ... Al menos hasta que pueda encontrarme algún club de fantasmas al cual suscribirme. -
- Tu si eres ... - Decía Genbu antes de suspirar. - No tengo tiempo para discutir esto, esta bien, puedes acompañarme. Pero con una condición. -
- ¿Cuál? - Preguntó Sun Tzao con curiosidad.
- Evita causarme problemas, estoy de acuerdo con tus condiciones del Contrato, pero espero que tu respetes también mis deseos y mis motivaciones. Así que, por favor no me causes problemas. - Pidió Waver con honestidad clara en sus palabras.
La Rey Macaco de Seis Orejas le dio mirada en blanco, en ese momento, el magus londinense recordó que no estaba con un don nadie, sino un demonio ancestral que alguna vez luchó con el legendario Rey Mono del Viaje al Oeste en igualdad de condiciones, no era alguien para tomar a la ligera.
- ¡Okay! ¡Estoy de acuerdo! - Dijo Sun Tzao con emoción.
Entonces, recordó que era la hermana de uno de los Espíritus Divinos mas problemáticos y bromistas del mundo que causó caos y miedo a lo largo y ancho de todos los reinos y el planeta, pero era un ser que se caracterizaba por ser alguien hasta cierto punto infantil. Al parecer, era un rasgo de familia.
- Bien, ¡Entonces, vámonos! - Exclamó Genbu apresurándose para salir.
- ¡Yei! - Exclamó la demonio pelirroja.
...
Mori caminaba tranquilamente hacia su hogar luego de tan buen día en la escuela sin ningún conflicto o problema, de hecho, había ido tan bien que podría tener un mal presentimiento sobre eso ... Pero decidió no pensar mucho sobre aquello, quería ser un poco entusiasta.
Pero por ahora quería volver a casa y comer una comida caliente preparada por su hermano menor ... ¿Como un niño de siete años podía cocinar tan bien? El peli turquesa no solo sabía, pero estaba mas que féliz por ello.
Sin embargo, como era natural en la vida del Rey Mono, nunca podría vivir una vida tranquila.
- ¡Mori-kun! - Exclamó una voz bastante familiar detrás de él.
Cuando el Dios Caído volteó su mirada se encontró la sorpresa de ver a nada mas ni nada menos que Taiga corriendo hacía él para alcanzarlo. Una parte de Mori se preguntó si tenia intenciones de atacarlo o algo similar, pero al instante aquel pensamiento fue descartado debido a que no sintió ninguna hostilidad de la joven de cabellos castaños, así que se quedó esperando a que lo alcanzará.
- ¡Wah! Si que te mueves rápido. - Dijo Taiga con una sonrisa sin parecer nada cansada a pesar de la distancia que había corrido desde la academia Homurahara hasta la entrada de la zona de Miyama. - ¡Ni siquiera te dignas a esperarme, eso es bastante malo! -
Ante las quejas juguetonas de la princesa Yakuza, Mori no pudo evitar sonreír en forma de disculpa.
- Lo siento, pensé que tenías práctica de kendo hoy. - Comentó el joven de cabellos azulados.
- Exacto, tenía. Decidí que había cosas mas importantes y falte hoy. - Explicó Byakko con una sonrisa.
Aquel detalle de hecho sorprendió al antiguo Rey Mono. - Pensé que el kendo era tu vida. -
- La camino de la espada es mi vida, no un deporte donde gano sin usar todo mi esfuerzo. - Dijo Taiga de manera despectiva.
- Si ... Supongo que tiene sentido. -
- Además, necesito ayuda con mi tarea de Inglés, y como Kiritsugu-san no estará por algunos días esperaba que tu pudieras ayudarme. - Dijo la princesa Yakuza con una sonrisa, su estado de ánimo tan cambiante como el cielo.
- Así que de verdad me ibas a pedir ayuda para eso. - Dijo Mori con una gota de sudor cayendo de su cabeza, sin esperar que de repente se volviera una especie de tutor para la joven delante suya.
- No tengo a quién mas pedirle, Reikan generalmente pasa todo su tiempo ayudando en el Templo Ryuudou y pasa lo mismo con Neko en la licorería de su padre, y en mi casa están demasiados ocupados con cosas de criminales como para ayudarme. - Taiga suspiró con cierta tristeza. - Kiritsugu-san era el único que tenía el tiempo para ayudarme, pero sin él aquí probablemente vaya a reprobar. -
El peli turquesa hizo una mueca por sus palabras, ciertamente la chica a pesar de su título y fama que tenía por toda la ciudad, pasaba por una vida algo solitaria ... Él no pudo evitar sentirse identificado con aquella imagen.
- Esta bien, te ayudaré. - Aceptó el Dios Caído sin muchos problemas al final, solo sería ayudarla con una materia escolar, no debería costar tanto.
Taiga sonrió ampliamente ante la afirmativa de su amigo. - ¡¿En serio me ayudarás?! ¡Yei! ¡El camino del políglota por fin es claro en mi vida! -
- ¿Qué? -
- ¿Eres bueno en Inglés, no? - Ignorando la expresión confusa de Mori, Byakko cuestiona al joven con otra pregunta.
El antiguo Rey Mono alza una ceja en señal de desconcierto. - Espera, ¿Quieres decir que me pediste ayuda sin saber si era competente o no en algo? -
La joven de cabellos castaños ni siquiera se digno a darle una respuesta verbal al peli turquesa y simplemente se paso la mano por la nuca mientras sonreía con una expresión avergonzada en su rostro.
El hijo adoptivo de Kiritsugu suspiró. - Tranquila, soy bueno. -
Eso era un eufemismo a decir verdad, no era por presumir pero Mori conocía todos los idiomas del planeta, era capaz de hablar, comprender, leer y escribir cualquier dialecto en la tierra, incluso el lenguaje de señas era un juego de niños. Eso era parte de sus habilidades divinas, de esta manera había aprendido Chino, Coreano y Japonés prácticamente al instante, e incluso si un idioma alienígena o perdido se presentará el día de llamará, al instante al ver la forma de su comunicación mediante sus ojos era mas que capaz de replicar la forma de expresarse en cuestión de segundos.
Una habilidad injusta, pero era la gran capacidad de aprendizaje del Gran Dios Sun Wukong. Incluso como un Dios Caído que había perdido la mayor parte de su poder, aún poseía este tipo de capacidades a su plena disposición.
- ¡Bueno, andando! ¡Tengo muchos trabajos para terminar! - Exclamó la Tigre Celestial de Fuyuki empezando a caminar hacia la residencia Emiya.
Mori la siguió luego de dejar escapar un suspiró por la actitud tan descuidada de la joven, ciertamente le recordaba mucho a él en el pasado, simplemente esperaba que al final ella no cometiera errores similares.
No paso mucho tiempo para que la pareja llegará al hogar del peli turquesa, donde en las cercanías se encontraban un par de hombres del grupo Fujimura que al notar la cercanía de la nieta de su jefe y amigo les saludaron de manera respetuosa, gesto que fue imitado por ambos jóvenes, siendo Taiga mas animada mientras que Mori un poco mas reservado. Finalmente entraron a la casa donde al instante un olor maravilloso asalto sus narices.
Al moverse a la cocina donde se encontraba el origen del olor, fueron testigos de la cena recién hecha y a Shirou terminando de colocar los platos. Cuando el pequeño pelirrojo notó su presencia sonrió.
- ¡Mori-nii! ¡Fuji-nee! La cena esta lista. - Anunció Shirou lo obvio con una gran sonrisa por ver a sus personas favoritas.
- Eso veo ... - Comentó Mori impresionado, mientras que Taiga no podía dejar de babear por la deliciosa comida.
- ¿Van a comer ahora? - Preguntó su hermano menor buscando algunos palillos extras.
- Bueno, tenemos tarea que hacer. -
Apenas el peli turquesa terminó esa oración, al instante fue asaltado por una mirada mortal por parte Byakko.
- No se puede estudiar con el estómago vacío. -
El antiguo Rey Mono dejó salir un suspiró debido la actitud de su amiga, sabiendo que discutir por algo como esto sería muy tonto, y al final si ayudaba a Taiga a estudiar mejor, entonces, ¿Por que no?
Además, también tenía hambre de la deliciosa comida de su hermano.
- Bien. -
El trío fue directo a sentarse, luego de dar las gracias por tan deliciosa comida, comieron plácidamente mientras que charlaban un poco de su día a día en las clases de cada uno. A Mori le daba bastante tranquilidad que Shirou tuviese algún amigo. Luego de un rato, ya todos habían comido y juntos limpiaron la mesa y los platos, para luego ordenar cada cosa en su lugar.
Shirou fue a hacer su tarea en su habitación, mientras que Mori y Taiga se quedaban en la mesa para ayudar a esta última en su tarea de Inglés.
- Ah, Taiga, escribiste mal esta palabra. - Dijo el peli turquesa mientras miraba a la peli castaña escribir una especie de informe.
- ¿Eh? ¿Donde? - Preguntó la susodicha confundida.
- Aquí. - Dijo señalando la palabra. - Es fácil equivocarse, así que ten eso siempre en cuenta. -
- ¡Bien! - Exclamó la espadachína con decisión poniendo mas esfuerzo y comprensión en su trabajo. De repente, volvió a levantar la cabeza para mirar a su amigo con preocupación. - Mori ... ¿Como traduzco la palabra "Last"? Además, ¿Qué hay de estos espacios para rellenar? -
- Ah, en realidad, en este contexto, "Last" no significa "El Fin", en realidad ... - Decía el Dios Caído con mucha paciencia al explicarle cada duda a la joven.
Sentía una paz al hacerlo que en realidad una parte de él esperaba que durará para siempre.
Lamentablemente eso no iba a ser posible.
...
