Capítulo II

Pandemonio

O de cuando los acosadores se declararon la guerra.

Aunque sus sospechas eran bastante claras en cuanto a lo malo que iba a ser el día Harry había aprendido ya que su imaginación siempre se quedaba muy corta con respecto a lo que pasaba con su día a día y un claro ejemplo de ello era la situación en la que ahora se encontraba, con Cho frente a él esperando una respuesta a su oferta de comer juntos, con un Malfoy que se movía de manera demasiado galante a su dirección, aunque la expresión en su rostro era demasiado contrastante con su andar, con un Cedric muy sonriente que le saludaba a la distancia levantándose de la mesa que posiblemente iba a ser la misma a la cual Cho lo hubiese guiado y él, en un lugar tan malo estratégicamente hablando que no importaba a donde se moviera iba a terminar por caer con alguno de los tres acosadores – solo esperaba que no fuese de manera tan ridículamente cursi- la pregunta ahora y la mejor idea que tenía para decidir era quien era la mejor opción.

-Entonces Harry, ¿quieres venir a comer con nosotros? – preguntó de nuevo Cho viendo que el chico estaba bastante indeciso.

-Me gustaría Cho, pero Hermione y Ron deben de estarme esperando, pero espero que pueda ser en otra ocasión – se disculpó hablando demasiado deprisa solo para dar media vuelta y tratar de salir del lugar, claro que no esperaba que su acosador número uno apareciera junto con todo su grupo de serpientes demasiado cerca de él, ocasionando que chocaran a causa de su abrupto intento de salir huyendo de lugar.

- ¿Huyendo de la porrista Potter?, te entiendo, también haría lo mismo, - comentó con cierto toque de desdén en la voz dándole una mirada rápida a la chica, aprovechando el choque que Harry dio contra él para sujetarle un poco de los hombros, - pero deberías de ser más discreto con eso.

-A un lado Malfoy – comentó mientras daba un paso hacia atrás para hacer que el otro lo soltara, después de todo había sido su manera de demostrar que también podía hacer uso del tono mordaz.

-Pensé que tenías modales Potter, después de todo no son tan complejos como para que no puedas entenderlos – continuó con el intercambio de insultos tratando de lograr que el chico solamente le prestara atención a él.

-No molestes Malfoy y hazte a un lado – dijo de nuevo intentando pasar esta vez por el lado del chico, quería salir del lugar lo más pronto posible antes de que todo explotara.

- ¿Todo bien Harry? – preguntó Cedric al estar más cerca del pequeño grupo.

Eso era lo que había querido evitar, no quería ninguna interacción entre ellos y mucho menos estando él en medio de todo. – Si, todo bien, tengo que irme, gracias Cedric – dijo asintiendo aún con los nervios a flor de piel, pasando de lado al rubio, dirigiéndole una mirada rápida, sintiendo algo nuevo al ver la expresión molesta en su rostro, pocas veces la veía, de hecho, no recordaba si la había visto antes, pero en el momento en que por fin estuvo cruzando las puertas del comedor no se molestó en siquiera ver la escena que había dejado en progreso, solo huyó, así de sencillo, huyó.

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-Ese fue un movimiento bajo Chang – dijo el rubio sin despegar su mirada de la chica, logrando ver al otro involucrado por el rabillo del ojo.

-Fue uno osado diría yo – comentó Cedric viendo también a la asiática, incluso cruzándose de brazos viendo después al rubio. –Adelantado.

-Pero fue un movimiento – comentó para verlos a ambos, - ha pasado la etapa del coqueteo, si no logran hacer movimiento alguno entonces se estarán quedando atrás – dijo la porrista con una sonrisa triunfal, dándose la vuelta para dejar a ambos chicos.

Solo observó el andar de la chica para darse la vuelta también, viendo al mayor, - entonces no te quedes atrás Diggory, podrías perder. – Porque era hora de pasar al siguiente nivel, seguir con el juego y eliminar al resto de jugadores.

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En cuanto estuvo cerca del lugar donde siempre estaban en el almuerzo se detuvo de golpe, porque esa epifanía que acababa de tener ahora mismo le estaba golpeando en la mente de todas las formas posibles y de las que no creía posibles, pensaba que era quizá al hecho de haber llegado a su límite ese mes o quizá se debía a que en realidad estaba sufriendo de demasiado estrés, más del que era consciente, no lo sabía, incluso podía ser que era a causa de la situación a la que ya se había acostumbrado, en realidad no lo sabía, solo sentía que comenzaba a ver todo de una forma distinta, demasiado distinta, porque sus acosadores no tenían que parecerle atractivos, ninguno, pero pensaba en ellos ahora y lo notaba, el encanto de cada uno y eso lo ponía más y más nervioso. Por eso tuvo que tomarse más tiempo, unos segundos más antes de llegar por fin con los chicos.

-Pensamos que ya no te unirías a nosotros – comentó Hermione apenas verlo, percatándose de inmediato en el cambio de actitud del chico, recordaba que cuando salió de clases iba molesto, pero ahora se veía como desubicado, una cuestión que no podía describir del todo.

- ¿Y con quién más estaría de no ser con ustedes? – preguntó obligándose internamente a calmarse, incluso él se sentía alterado. – Solo me retuvieron un poco, alguien escuchó mis maldiciones hacia Snape, pero logré escabullirme antes de tiempo. – Explicó con una risa nerviosa sentándose a un lado de Ron, viendo a las dos chicas frente a él, - hola Luna – saludó primero, dándole un movimiento de cabeza a Ginny como saludo de nuevo.

-Me gustaría saber, sinceramente compañero, ¿cómo le haces para librarte de todos esos problemas? – preguntó mientras intentaba terminar el bocado que aún mantenía en la boca.

-En realidad, no lo sé – dijo de la manera más sincera posible, viendo nuevamente a Luna, - tenía cierto tiempo que no te veía Luna, ¿cómo has estado?

-Muy bien Harry, gracias – comentó con una sonrisa buscando de inmediato en su mochila, - tenía la necesidad de darte esto de manera inmediata Harry, supuse que podría ayudarte, se dice que tienes problemas para aceptar una relación.

Al escucharla decir eso la sensación que le embargó fue una especie de combinación extraña entre la desesperación y resignación, ya no sabía que hacer con todo ese tipo de comentarios y el hecho de que ahora le confirmaban que también estaban formando parte de la secundaria no hacía más que molestarlo y sofocarlo. – Supongo que últimamente se han dicho demasiadas cosas, - comentó mientras buscaba su almuerzo.

-Demasiadas cosas – comentó Luna tendiéndole la revista que ya le habían comentado al chico le daría, - mi padre dice que llegó una chica que al parecer tiene consejos y experiencias que narra acerca de todo lo complicado que puede haber con una relación, parece que le llegaron muchas cartas donde se pedía una columna de consejos, pensé que podría servirte. – Terminó de explicar con una sonrisa en el rostro esperando a que le pelinegro la tomara.

-Gracias Luna... no sé si me ayude, pero... gracias – agradeció de manera forzada, solo por el hecho de aceptar el esfuerzo que la rubia había puesto en llevar ese número a la escuela y hablar de ellos, también porque tuvo que requerir demasiada atención de su parte para reconocer de quien se trataban los rumores. Fue por ello que también decidió hojearla, encontrando de inmediato la sección que la chica le había comentado, sintiéndose atrapado de inmediato.

-Calma compañero, al menos podrías disimular un poco, - comentó con una sonrisa el pelirrojo, hubo demasiada gracia en la reacción de su amigo como para poder dejarla de lado.

-Solo es curiosidad Ron, nada más. – se defendió viendo los puntos que al parecer la columna quería abarcar.

-Claro, curiosidad, eso dices.

Hermione solo pudo rodar los ojos, no entendía como ese tipo de lectura podía ser de demasiado interés para los chicos y para las dos chicas, en su opinión "El Quisquilloso" era una revista que no valía la pena ni tomar del estante o revistero en el que estuviese, pero la vez que dijo eso sin pensar Luna se había ofendido muchísimo, después se enteró de que el Señor Lovegood era el Director de dicho esperpento, así que para evitarse problemas mayores y otros malos momentos había optado por mantenerse callada y seguir con su lectura en turno, como en ese momento que le era más interesante comprender los conceptos básicos que se tuvieron en cuenta para la declaración de los derechos de ciertas categorías marginadas de la población en el siglo XVII a entender que puntos se necesitaban comprender para poder aceptar una relación amorosa, una que no le importaba tener.

-Hay puntos que son claros, - comentó Ron al ver por encima del hombro de Harry para poder echar un vistazo a la revista. – Usa solo cinco puntos.

-Puntos muy básicos, - empezó a decir Luna, - incluso Ginny ha hecho algunos y le han funcionado, ¿verdad Ginny? – pregunto Luna viendo ahora a su amiga, quien solo sonreía y asentía.

- ¿Estás saliendo con alguien Ginny? – preguntó repentinamente interesado en la vida amorosa de su hermana mejor, porque, como hermano mayor era algo en lo que definitivamente iba a tener que verse involucrado.

-No oficialmente – comentó buscando dejar en claro que seguía soltera. – simplemente pensé que también era una forma de tener algo llamado amor propio Ron. – dijo a modo de burla.

-Ja ja ja, me muero de la risa Ginny. – contestó el mayor con el ceño fruncido.

-No parece que haya nada de malo en todo esto... aunque soy algo susceptible – empezó a decir Harry por los puntos que habían anotados, - Primero tú, descúbrete, sé tú mismo, sólo hay un hoy y haz lo que te guste, me parecen demasiados sencillos, - siguió explicando viendo ahora a las chicas frente a él, suspirando y mostrando una sonrisa, - pero trataré de llevarlos a cabo chicas, puede que en verdad me funcionen. – Concluyó siguiendo con la lectura, simulando al menos, porque con eso la idea y la imagen de cada uno de sus acosadores llegó de nuevo a su cabeza y una parte racional de su mente le decía que eso se debía a la escena que acababa de presenciar en el centro de todo el posible pandemonio que le seguía molestando en verdad pasara. Tenía que arreglar su vida, lo sabía, tenía que poner un orden y definir de manera concreta si se sentía atraído a alguno de sus acosadores, porque también estaba la opción de que comenzara a ceder por la presión social que le estaban ocasionando.

No supo como sentirse al respecto con eso.

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Sus compañeros de clase, sus amigos, sus padres y estaba seguro que alguno de sus acosadores sabía un dato demasiado interesante de él:

Era impulsivamente estúpido.

O estúpidamente impulsivo.

Realmente para la situación era lo mismo, pero había entendido también a la tierna edad de doce años que no había nada que podía hacer al respecto, porque tal parecía era una especie de característica de la familia de su Potter, así que incluso había un dicho: "Un Potter que se respete tiene que ser estúpidamente impulsivo" nada tenía que ver que la frase se la hubiese dicho su madre y su padre solo hubiese comentado algo entre dientes.

Pero no era algo de orgullo, era un problema enorme, porque cuando él creía que ya lo tenía controlado su cuerpo reaccionaba de inmediato y se metía en demasiadas situaciones tontas para su gusto, como en ese momento, justamente en ese instante estaba sintiendo ese impulso de mandar al diablo todo porque, era joven y podía hacer lo que quisiera, aunque tenía la necesidad de hacerlo de inmediato como una salida para todo el conflicto que le estaba pasando por la cabeza. Y posiblemente había sido cuestión de suerte o mala suerte o competencia desleal o lo que fuera, pero se había dicho que iba a invitar a salir al primero de sus acosadores que se le apareciera y de verdad se estaba mentalizando para Cedric o Draco, no para ella, porque la primera en aparecer fue Cho y antes de que su boca pudiese ligarse a su cerebro ya estaba hablando con ella.

-Cho, ah... quería disculparme por haberte dejado sola en el almuerzo. – dijo viendo agradecido que la chica en verdad se había detenido para charlar con él.

-Oh, no te preocupes Harry, creo que al final fue una situación demasiado extraña para cualquiera.

-Es bueno saber que no fui el único que se percató de ello... ah, Cho...

- ¿Sí?

-Estás, ¿estás libre mañana después de clases?, quizá... quizá podríamos ir a algún lugar... - dijo sintiéndose demasiado nervioso de golpe, posiblemente a causa de comenzar a ser consiente de la situación en la que se encontraba.

- ¿Mañana?, no creo poder después de clases, pero quizá después del entrenamiento – comentó con una sonrisa.

-Claro, yo – yo... olvidé que mañana hay entrenamiento... entonces, ¿después de eso?

-Me gustaría salir contigo, entonces, nos vemos mañana Harry – se despidió con Marietta a su lado quien solo veía a Harry con demasiado desdén.

Sólo asintió observando que Cho se iba, ignorando a la otra chica o a cualquiera que estuviese a su alrededor, como por ejemplo su acosador número uno, o su acosador número dos o los chicos o quien fuera, no le importaba, porque si quería comprobar la teoría de que en realidad solo estaba cediendo a la presión social, entonces era necesario salir con ellos...

Con cada uno de ellos.

Y ya se estaba maldiciendo por eso.

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Acosador número uno:

Draco Lucius Malfoy Black

Decir que su día iba mal era poco, había llegado a sus oídos que el idiota de Harry Potter había invitado a salir a Cho Chang, la detestable Chang como le gustaba decirle, eso había ocasionado que maldijera a Potter y a todos sus ancestros por haber ignorado sus coqueteos, ¡porqué eso eran!, ¿Cómo podía San Potter ignorarlo de esa manera?, vale, que él sabía que el otro era un idiota pero no pensaba que hasta ese extremo, incluso quizá, sólo quizá, podría haber preferido que saliese con el Capitán del equipo de futbol, era más entendible, ¡pero no con esa manipuladora!, porqué él era el único que podía manipular de esa manera. Estaba furioso y lo daba a notar con el fuerte golpe que uso para cerrar su casillero, maldiciendo de nuevo segundos después porque él era un Malfoy y no tenía que llamar la atención de esa forma.

-Puede arreglarse- le dijo Pansy en un tono bajo, acercándose más a él para que nadie más escuchara, ya había sido testigo más de una vez de dejar que el rubio fuese controlado por completo por sus emociones.

-Claro que puede arreglarse – dijo entre dientes, aunque hubiera querido decir que él iba a arreglarlo, se encargaría de que esa chica no llegase a la cita, no iba a darle la oportunidad de que se acercara de más a su objetivo. Porque si de encantos hablaban, era obvio que él tenía más que esa odiosa chica que intentaba ser sensual con su uniforme de porrista, uno que a opinión de Pansy y casi todo el grupo de las serpientes, era bastante vulgar en ella. Y aunque había dicho eso estaba tratando de pensar en una manera de conseguirlo, tenía que pensar en algo bastante bueno como para poder conseguir lo que quería, alguna oportunidad.

Y la oportunidad apareció a los pocos minutos de su frustración, con cabello rojizo, castaño, no sabía, pero la conocía por ser la mejor amiga de Chang, la tal Edgecombe iba a servirle y mucho, la observó por un momento, notando que Pansy, que hasta hace unos segundos buscaba la manera de poder ayudar a su querido rubio, le seguía la mirada, viendo también a la chica, sonriendo. -Tenemos una opción viable.

-Sólo nos falta el camino, ¿no? - preguntó la chica sonriendo de una manera apenas perceptible, había prometido apoyar a Draco como fuera y si para ello tenía que lograr que Marietta se pusiera de su parte, iba a hacerlo sin ningún problema, no por nada era la chica del grupo de las serpientes. -Yo me encargo, tú mientras puedes seguir distrayendo a Potter.

Sonrió para sí, ese era un buen avance, un avance que Chang vería bien claro, porque justo en ese momento le había declarado la guerra oficialmente, después de todo no puedes actuar de esa forma y esperar que un Malfoy solo se quede de espectador.

Había llegado el momento de actuar.

Por eso cuando Pansy tomo el camino para lo que parecía ser el mejor plan de acción; él tomo otro, uno que lo llevaría a su presa o al menos eso pensaba, después de todo era más que seguro que solamente lo encontraría con el dúo que siempre parecía tener con él, más valía que así fuera. Y quizá fue por esa idea que no le sorprendió el verlo cerca de la salida del colegio, las clases habían terminado, Pansy estaba llevando acabo su plan y él tenía cancha libre para poder molestar a Potter, porque había sido la única manera que tenía de poder acercarse a él, después de todo lo único que tenía en común con el chico era la clase de inglés y nada más. También encontraba cierta satisfacción en poder molestar al chico, por ello fue que se decidió por un movimiento simple y tan banal pero que estaba seguro le dejaría mella al chico. Pasó a su lado, procurando pasar lo más cerca posible, dándole un empujón que ya tenía la fuerza calculada en el hombro.

-Apártate Potter– comentó girándose a ver al chico, dándole una sonrisa e incluso un atrevido guiño – no te empeñes en ser útil solo para obstruir el camino – agregó moviendo la mano en un vago intento de despedida. – No llegues tarde a clase mañana. – Recordó solo para después continuar con su camino, viendo de una manera realmente fugaz como aparecía un sonrojo en el rostro del chico, si, había sido un movimiento demasiado vago pero eficiente.

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No lo entendía, él juraba que había estado bastante bien, juraba que sus ideas solo estaban rondando en la chica a quien le había pedido salir, entonces no había razón para que ahora el rubio ocupara ese lugar, porque claro, siendo ya consiente de su propia situación, o al menos a medias, podía estar seguro que no había una razón de Malfoy por molestarlo más que arruinarle el día, eso era seguro, así que no entendía la razón por la cual si, si se había sonrojado y lo confirmó cuando Ron soltó una risa a su lado, siempre podía contar con que Ron le aclarara sus situaciones si es que él pensaba que solo lo estaba imaginando.

-Tal parece no les gusta la competencia entre ellos – murmuró Ron aún con un atisbo de risa saliendo de su garganta.

- ¿De verdad es necesario que digas eso? – preguntó malhumorado mientras retomaba su camino.

-No es como que lo oculten mucho – comentó la chica observando también como el rubio se iba.

-Como sea – contestó de nuevo Harry.

-Bueno, nos estabas diciendo entonces que tenías una cita – dijo Ron retomando la charla anterior a la aparición de Malfoy.

-En realidad me sorprende que le hayas pedido una cita, después de todo te quejas mucho de ellos como para animarte a pedirle una a alguno. – explicó la chica que seguía sin comprender del todo la acción de su amigo.

-No lo sé, quizá se deba a que es la más tranquila o a que puede ser la única que esté interesada en mí sentimentalmente hablando – explicó sabiendo incluso antes de terminar de decir la idea que sonaba demasiado tonta para gusto de cualquiera.

-Espera, espera, ¿Cómo es que de cuatro pasamos a una solamente?

Sólo alzó los hombros al escuchar la pregunta, porque si, ya sabía que la idea sonaba demasiado tonta, - realmente no lo sé Ron, quizá solamente quiero empezar por algo menos intenso, no creo poder lidiar con Cedric como si nada o con Malfoy desde el primer momento y sinceramente salir con Ginny me haría sentirme nervioso por todo los Weasley que pueden juntarse de un momento a otro. – Aclaró viendo como el chico reía un poco al escuchar que nombraba a su familia. – También no encuentro una razón para que ella finja que le gusto.

-Solamente por el hecho de que es animadora y por alguna especie de estatus que no he logrado y no me interesa comprender deben de salir con algún jugador, - explicó Hermione sin ver realmente a los otros dos.

-Mione, ¿siempre tienes que arruinar las cosas? – preguntó Ron con un tono de fastidio, ya sin tanto poder en el tono puesto que siempre pasaba los mismo con ese tipo de temas. - ¿Y qué estatus consigue el jugador que sale con una de las chicas más aplicadas de la escuela? – preguntó añadiendo está vez la burla en la pregunta, puesto que no era secreto para ellos que Víctor Krum estaba interesado en la chica y que por ello se le veía más tiempo en la biblioteca.

-No lo sé, tampoco es algo que importe demasiado. – Dijo sintiendo ahora ella el mal humor por esa declaración, decidiéndose a alejarse de los otros dos, ahora estaba molesta con Ron y posiblemente también iba a estar molesta con Harry por añadidura.

-Mujeres – comentó Ron viendo como se alejaba y Harry sintió, mientras tomaba camino a casa, que no podía estar más de acuerdo.

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Acosador número dos:

Cedric Diggory

Sabía que había muchas formas para describir un entrenamiento, pero la que a él le gustaba usar estaba basada en la simple lógica, podía pasar tiempo con Harry sin ningún tercero o al menos no uno que le molestara, por eso había esperado lo suficiente, todo el día en realidad para poder aprovechar ese tiempo de entrenamiento, ese donde podía encarar a Harry, enfrentarlo y llevar a cabo el consejo de Cho, el tiempo de los coqueteos había pasado y aunque él tenía una norma sobre todo eso, tenía que admitir que también comenzaba a desesperarse por los lentos avances con el pelinegro y también el punto de que los demás se acercaban más que él comenzaba a molestarlo. Por eso cuando Marietta, si es que mal no recordaba se había acercado a él alegando algo acerca de que uno de sus chicos quería asegurar su lugar en el equipo saliendo solo con una porrista pudo pensar dos cosas:

1) Las porristas se tenían en muy alta estima, casi como las serpientes, solo que ellas de verdad pensaban que eran el cambio que cualquier chico necesitaba.

2) El querer salir con una porrista para asegurar estar en el partido era lo más estúpido que había escuchado.

Pero tuvo que asegurarle que se haría cargo de eso, así que ahí estaba, esperando a que las clases se acabaran, viendo como la chica incluso iba a hacerle una escena a Harry acerca de salir con Cho, tenía que admitir que la chica había hecho una buena táctica, le había funcionado y ahora estaba por salir con Harry Potter. Suspiró ante esa idea de nuevo, en ocasiones no podía dejar pasar eventos tan tontos como eso, estaba seguro que no había sido necesario que la chica quisiese abofetear al pelinegro, después de todo también se había percatado del aparente odio que le tenía, la duda era porque, una duda que tampoco le quitaba el hambre.

Fue en esa escena que también vio a Malfoy, sinceramente a él lo consideraba el mayor rival, Malfoy tenía una manera de acercarse a las personas demasiado astuta, rastrero al final de cuentas, una serpiente, así que había que andarse con cuidado con él, con demasiado cuidado porque sus planes aunque a veces sencillos eran certeros y él los había visto de primera mano, claro que había visto a Harry desde la distancia y podía decir que cuando veía a Malfoy ya no se sentía tan nervioso, siempre lo buscaba y pensó que se debía principalmente a que el otro había hecho un trabajo maravilloso al asegurarse en ser el centro de atención del objetivo, pero había algo con lo que no podía competir.

Él era el capitán del equipo.

Él podía tener más tiempo con Harry.

Él sería el primero en besarlo.

Fue esa la principal razón para que estuviese ahora frente al casillero de Harry, esperando a que apareciera, sonriendo cuando lo vio solo, porque esas ocasiones eran algo raras. -Harry.

-Cedric – saludó sorprendido, seguía pensando en la amenaza de la chica de tirarle, según ella su plan de salir con Cho, por ello no esperaba tan pronto la presencia de Cedric, - ¿pasa algo?

-Eso parece, una de las animadoras vino a hablar conmigo, - comenzó con su explicación, recargándose un poco en el casillero a un lado del chico. -Comentó algo acerca de una treta que estabas haciendo y cosas así, la verdad es que me plantó la situación demasiado descabellada y que en realidad podría ser algo grave, pero no voy a actuar solo con su versión. -Aclaró buscando tranquilizar al chico, -así que, para aclararlo ¿por qué no te quedas un momento después del entrenamiento para que charlemos?- ahora lo sugirió con una sonrisa, específicamente la sonrisa que ocasionaba que las chicas se detuvieran para verle por algunos segundos – sabes que el entrenador me pide que esté cerca de mis chicos para poder entender lo que les puede llegar a incomodar o preocupar con respecto al equipo y Harry, es bastante obvio que quiero estar muy cerca tuyo...- hizo una pequeña pausa antes de continuar -para evitar este tipo de malentendidos, así que, te veo en el entrenamiento y recuerda quedarte cuando termine.- concluyó para separarse del casillero y regresar al suyo, que estaba bastante alejado del de Harry, al momento en que Ron al fin se dignaba a aparecer.

-Harry, ¿qué te dijo? - preguntó mientras veía como el mayor se marchaba, viendo ahora a su amigo quien parecía no terminar de procesar lo que acababan de decirle. -Harry. - Y por respuesta solo pudo recibir un par de golpes que su amigo se estaba dando ahora con la puerta de su casillero, posiblemente había pasado algo grave.

-Mierda, mierda, mierda.

O posiblemente Harry sólo estuviese maldiciendo su suerte... otra vez.

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Había muchas formas de describir un entrenamiento, él en lo personal había esperado que ese día justamente el entrenamiento fuese demasiado exigente, que el cansancio lo matara para el final del mismo y ya no tuviese siquiera fuerzas para mentir después, pero contrario a todo lo malo que había imaginado no fue nada de eso, incluso podía decir que era, quizá el mejor entrenamiento que había tenido y también el más incómodo, por el hecho de que Diggory había estado demasiado al pendiente de él, si hacía bien los estiramientos, si había entendido bien las jugadas, incluso lo apartaba por momentos para explicarle de nuevo, siempre con un brazo sobre sus hombros e incluso con alguna palmada en el borde de la espalda y su trasero, sin duda había sido demasiado incómodo, aunque tenía el consuelo de que Hermione y Ron estaban viendo todo, era lo único que en ese momento le permitía sentirse seguro.

Claro que la seguridad se fue al carajo en el momento en que entraron a las regaderas, porque podía haber culpado a los nervios, al cansancio o a su propia mente por haberlo distraído, pero ahora se encontraba sólo con otros dos chicos en el lugar, tratando de bañarse lo más rápido posible, porque uno de esos dos chicos era el capitán, aunque se dijo que se había preocupado por nada al ver que el mayor salía de las regaderas sin siquiera dirigirle una segunda mirada, con eso pudo respirar tranquilo y poder tomar las cosas con más calma, tomándose su tiempo para el baño, saliendo a los casilleros y comenzando a vestirse. Justamente estaba en ropa interior cuando llegó la voz del castaño, misma que le hizo detenerse.

-Bueno Harry- comenzó a hablar Diggory mientras veía que el chico batallaba, posiblemente a causa de la sorpresa, con el pantalón para ponérselo correctamente. -entonces, ¿has invitado a Cho a salir?

Se detuvo al escuchar la pregunta, se había puesto nervioso por lo que Cedric pudiera decirle sobre esa cita, incluso algunas imágenes llegaron a su mente y también había pensado en un diálogo en específico, pero todo eso cambiaba ahora que lo estaba viviendo, no sabía que decir, no lo tenía planeado y también, el estar ahí solo con los pantalones puestos y ni siquiera abrochados no era la imagen que había pensado en dar. -Si... yo... simplemente paso. ¿Hay algo con eso? -preguntó tratando de mantener su voz fuera de todo nerviosismo.

-Es una situación algo graciosa creo- comenzó a decir, recargándose de nuevo en el casillero de a un lado de Harry, iba sin camiseta, con la toalla aún sobre los hombros. -Me dijeron que la habías invitado para poder asegurar tu lugar en el partido de mañana.

- ¿Qué? - preguntó descolocado por la información - ¿por qué haría algo como eso?

-Esa es la pregunta Harry, ¿por qué lo harías?, pensé en varias cosas, no planeo culparte ni nada, mucho menos decir que la chica que me informó de la situación estaba en lo cierto, solo creo que a veces las porristas piensan de una manera más cerrada, ¿o acaso quieres asegurar tu lugar en el equipo Harry? – preguntó mientras se separaba de los casilleros, acercándose a Harry, quedando demasiado cerca para gusto del más bajo, moviéndose de manera sutil para hacerle quedar en una especie de situación arrinconada.

-No, no, bueno, no de esa forma al menos. – comentó moviéndose al ritmo que el otro marcaba, pasos pequeños y que hacía por inercia, como con los entrenamientos. – Sólo por el trabajo que puedo hacer, por lo esfuerzos y...

-Y por tus méritos, eso puedo entenderlo – dijo poniendo una mano en la mejilla ajena, sonriendo una vez más, - y también, hay otra forma de lograrlo y que te daría mejores resultados que si invitaras a una porrista – siguió explicando mientras se inclinaba más y más para poder invadir el espacio del otro. -Tal vez... - llegó a la altura de la oreja del chico, atreviéndose a morder el lóbulo de forma suave, podía ver el color rojo aumentar de inmediato en ella, por lo que en automático sabía que también el rostro del chico estaba igual, - invitar a salir al capitán del equipo – comentó bajando ahora al cuello ajeno, dándole una mordida suave también, seguido después de un beso en la mejilla. – Así que deberías de pensarlo Harry – concluyó con una última risa para separarse del otro y terminar de vestirse, sabiendo que lo había dejado en un estado bastante alterado.

Y Harry, él solo llevó sus manos a su cabeza, despeinando más su cabello, si es que eso fuera posible, comenzando a agacharse, bajando lo suficiente para quedar de cuclillas en el lugar, tratando de ordenas todas sus ideas. Tenía que decidirse sobre lo que sentía por cada uno de sus acosadores o no podría arreglar todo el remolino que comenzaba a formarse en su cabeza.

Tenía que decidir si alguno le gustaba.

El problema era que al parecer todos lo hacían.