Capítulo III
Cambio de prioridades
O de cuando al acosador número uno se le abrió una ventana.
A veces en situaciones complicadas uno puede pensar en sus planes a futuro, como el decir que cenará esa noche, o que tipo de música va a escuchar mientras haga ejercicio, incluso si es necesario tomar una ducha demasiado larga o lo estrictamente corta y necesaria posible, así que esa era la idea que Harry tenía ahora, sabía que apenas salir del lugar, después de calmar los nervios y las reacciones de su cuerpo iba a llegar a su casa, cruzaría la puerta, arrojaría su mochila a cualquier lugar, aunque eso le ganase un regaño de su madre, se tomaría su tiempo para subir las escaleras porque podía sentir sus piernas demasiado pesadas como para hacerlo corriendo, iría al baño a mojarse la cara por unos buenos minutos y después regresaría a su cuarto, se dejaría caer en la cama, tomaría una almohada y la pondría sobre su rostro, buscando ahogarse quizá y terminar con todos los problemas que estaba comenzando a tener, pero no, él no era dramático, lo que sucedía es que no sabía como actuar ante tantas atenciones tan atrevidas de golpe, también estaba seguro que nadie iba a saber como actuar cuando el capitán de tu equipo se te insinuaba de forma tan directa. Por eso ya tenía todo planeado, ya sabía todo lo que iba a hacer e incluso ya sabía como iba a alejarse de los chicos que posiblemente aun lo esperaban en el campo. Si, tenía todo su plan, pero ese plan se fue abajo cuando apenas llegó al campo, lo único que pudo seguir al pie de la letra fue el de dejar a Hermione y a Ron atrás, porque apenas verlo tuvo la necesidad de ir con él, olvidándose momentáneamente de todo lo que acababa de pasar.
- ¡Remus! – saludó emocionado, le tenía demasiado aprecio al hombre que ahora se encontraba frente a él, siempre lo había considerado la voz de la razón de su padrino y el hecho de que el hombre se llevara de maravilla con su madre era solo otro punto a su favor, también tenía mucho que ver el hecho de que siempre lo apoyaba en los malos momentos y le brindaba consejos que para él resultaban bastante efectivos, era por esa razón que sin importarle mucho lo que llegaran a decir de él siempre saludaba a Remus de la misma forma, con un abrazo que podía tomarse como si no se hubiesen visto en años cuando en realidad solo había sido dos días atrás.
-Cachorro, ¿Cómo estás? – preguntó mientras contestaba al abrazo, saludando con una de sus manos a los otros que se acercaban a paso más lento. – Chicos, un gusto verlos de nuevo.
-Remus – saludaron al unísono, esperando de manera paciente a que Harry se separa para poder saludarlo mejor.
Cuando por fin ese ritual terminó, la expresión de Remus cambio de inmediato a una más seria. – Cachorro, Lily me pidió que te esperara fuera de la escuela, surgió una situación y tuvo que salir con James para poder resolverla, aunque ella me aseguró que no se trataba de nada grave – comentó viendo de inmediato como la expresión de Harry cambiaba a una preocupada, - pensaron que lo mejor era que en vez de que los esperaras en casa fueses a la de nosotros, estoy seguro que Sirius va a querer interrogarte como siempre y así él también tendrá más tiempo para ello.
-Pero... ¿ellos en realidad están bien?
-Lo están, es sólo que necesitaban de su presencia, no tengo muchos detalles, James dijo que nos contaría después de que regresaran.
Tuvo que asentir, aún sintiendo parte de la duda por esa información tan vaga, confiaba en el hombre, pero también sabía que a pesar de su edad sus padres aún le ocultaban algunas cosas, - de acuerdo- dijo finalmente, viendo de manera rápida a Ron y a Hermione, - les contaré mañana – con eso les dio a entender que no tenía ninguna intención de contestar el teléfono el resto de la tarde, al menos no hasta saber que había pasado con sus padres. Con eso dicho subió al auto de Remus, pensando ahora que todos sus problemas con sus acosadores estaban pasando a algo muy muy bajo en su lista, su prioridad eran sus padres y ahora la cuestión de tener que decidirse por uno le estaban dejando en claro que era algo de niños, cosas infantiles así que simplemente desecho la idea, era algo que ya no le interesaba de momento.
Apenas subir al auto y que este se pusiera en marcha volvió su atención al mayor, esperando a que dijese algo antes de que él comenzara a preguntar, pero nada salió, así que tuvo que actuar- ¿enserio no es nada malo?
-No lo sé Harry- comentó con un suspiro- lo único que me dijo Lily fue que algo había pasado, no a ellos que estaban bien, pero que lo mejor era que te quedaras con nosotros, que después ellos nos explicarían todo en cuanto llegaran y James dijo que probablemente te enojarías muchísimo por lo que iba a pasar.
-Eso no me calma mucho. -admitió con un leve apremió en la voz.
-Lo sé, a mí tampoco, pero es lo único que sabemos, se escuchaban calmados, así que confió en que de verdad no les haya pasado nada malo. - Comentó tratando de calmarse a sí mismo y al chico con él y aunque Harry había intentado averiguar lo más posible no había más información que Lupin pudiese decirle y estaba seguro que tampoco Sirius iba a decirle más al respecto.
Aunque el dato de que posiblemente él iba a enojarse apenas los viera llegar estaba ocasionando que se pusiera de los nervios, porque eso no podía augurar muchas cosas buenas y aunque las ideas iban y venían en su cabeza ninguna terminaba de convencerlo, porque, ¿qué podría ser tan malo como para que terminara enojado con ellos?, nada llegaba a su mente, después de todo, a pesar de tener sus quince años, no había tenido una disputa tan grande con sus padres, solo los comunes y banales descontentos. Pero tuvo que dejar todas sus sospechas y vagas ideas al ver que llegaban a Grimmauld Place.
La tarde no fue tan rápida como hubiera querido, incluso cuando le dijo a Sirius que el capitán del equipo se le había insinuado totalmente hace unas horas atrás, tampoco fue por los mimos que Remus le daba y mucho menos fue cuando los dos adultos que había en el lugar, que sólo pensaba que era uno porque aún dudaba que Sirius lo fuera, empezaron a ponerse medio acaramelados entre besos y abrazos que para él era mejor evitar, no por incomodidad, sólo para poder darles la privacidad que él les había robado ese día. Pero ahí estaba, en esa casa en la cual llegaba a pasar muchos fines de semana cuando era pequeño, encerrado en la habitación que siempre habían dispuesto como suya, esperando a que sus padres llegaran por él, a que les explicaran a los tres que era lo que había pasado. Y seguía viendo las manecillas del reloj, maldiciéndolas porque al parecer se habían puesto en su contra y avanzaban más lento de lo que hubiese querido.
Él no había esperado encontrar algo más de lo que ya sabía, se había dedicado a ver ese lugar de pies a cabeza todas las veces que iba a visitar a su padrino y a su esposo quien había sido su profesor en la secundaria, siempre indagaba en todos los rincones que podía, incluso en los cuartos que al parecer siempre estaban vacíos, recordaba que se preguntaba muy seguido porque seguían en esa casa con tantas habitaciones cuando sólo eran ellos dos, pero nunca había tomado tanta importancia ese hecho como para preguntarles y ahora tampoco lo hacía o al menos eso pensaba hasta hace unos segundos, enserio, segundos, porque por primera vez o quizá se debía a que cuando estaba en ese lugar nunca había podido ver más allá de la cuarta repisa del librero que había en la habitación, su otra habitación, porque si, era un poco bajo y también estaban hablando del hecho de que era un niño de escasos doce años y de haberlo hecho se habría dado cuenta de algunas fotos que estaban en ese lugar, posiblemente en un sitio donde no se cayesen con demasiada facilidad o para mantenerlas alejadas de sus entonces mano inquietas. Tomo el marco, que supuso era de toda la familia Black y lo vio, al chico que era su nuevo matón, a su terriblemente denominado acosador número uno. Estudió la fotografía con tanto ahínco que sintió que todos los miembros se le quedaban grabados en sus retinas, porque no pensaba poder olvidarlos, la mujer de cabello rubio supuso era la madre de Malfoy, que a sus ojos era bastante linda, venga ya, era hermosa, lo admitía, igual que su madre que siempre lo había pensado y aunque buscó a alguien que pudiese dar una muestra de que era el padre del chico no había nadie que se lo indicara, después mantuvo su atención en el menor, en quien primero había llamado su atención, era una revelación, acababa de tener una maldita revelación mucho más fuerte que la resolución que había llegado a su cabeza apenas dos días atrás y ahora no sabía cómo reaccionar.
Había estado tan perdido en sus pensamientos que no escuchó los pasos que se acercaban por el pasillo, ni de cuando abrieron la puerta.
- ¿Harry? - pero si cuando le llamaron, girándose para ver a Sirius quien le veía extrañado más por haberse percatado ya de que tenía en sus manos. - ¿Qué encontraste?
-Esto- dijo levantando la foto para volver a estudiarla -no la había visto antes.
-Bueno, no es como que te gustara ver mucho las fotografías- comentó mientras se acercaba -la familia Black, supongo que no conoces a nadie.
-A él- dijo señalando al chico rubio -Malfoy.
-Si, mi sobrino, en ocasiones llegó a verlo, pero no congenio mucho con ellos, puedo tener una buena conversación con Narcisa, incluso con Draco, el problema es Lucius.
- ¿Lucius?
-El esposo de Narcisa, digamos que no teníamos buena relación con él en la escuela, algo parecido a lo que paso con Snape. – Comenzó levantando los hombros. -De ahí en fuera, aunque un poco odiosos, ellos no son tan desagradables como pensaba... ¿de dónde conoces a Draco?
-Escuela – dijo por fin observando todavía la fotografía con demasiada atención, podía sentir perfectamente a su padrino hilando las ideas de porque lo conocía, así que no tuvo otra forma de demostrarlo, después de todo iba a enterarse tarde o temprano de lo que estaba pasando con su sobrino y con el resto de los chicos. – Es uno de ellos, siempre me molesta en clase de inglés o en los pasillos, tiene una forma rara de acercarse a las personas en realidad.
Sonrió al escucharlo, tuvo mucha intención en realidad de burlarse de él, pero decidió acallar un poco las risas en ese momento. – Estoy bastante seguro que James va a encontrar muchas razones por las cuales estar en contra de eso y Malfoy solo va a secundarlo, no puedo esperar a ver sus caras sinceramente – comentó entre risas, rodeando a Harry por los hombros ocasionando que el menor lo viera, - todavía recuerdo lo que dijo, "mis hijos no tendrán nada que ver con los Potter", conmigo no tenía opción por la cuestión familiar, pero no puedo creer que seas la presa de Draco Malfoy. – Terminó con un par de risas más.
- ¿Qué es tan divertido?,- preguntó una tercera voz desde la puerta.
-Oh, solo Sirius que se burla de mi triste situación – comentó Harry tratando de poner un poco de drama fingido a la situación, -algo que ver con que mi papá va a oponerse y todo ese tipo de cosas, ¿pasa algo?
-Moony, tienes que... es que es bastante divertido – comentó mientras se calmaba poco a poco viendo ahora el rostro de su esposo, cayendo en cuenta de la situación, -ah, cierto, yo venía aquí primero por Harry.
- ¿Por mí? – preguntó de pronto interesado. - ¿por qué?
-Lily y James te esperan abajo Harry – dijo por fin Remus al suspirar primero por como se le había olvidado al otro porque iba en primer lugar a la habitación del más chico. – Por eso habíamos mandado a Sirius a que viniera por ti. – Aunque no pudo decir algo más al respecto, el chico ya había tomado sus cosas y bajado de inmediato, tenía demasiada curiosidad por saber cómo estaban sus padres, esperaba que estuviesen bien y confiaba en las palabras de su padrino y tío, pero no había nada mejor como verlo por propia cuenta, aunque cuando por fin bajo no pensó encontrarse con eso. Podía haberse esperado cualquier cosa, incluso había pensado que sus padres habían tenido algún accidente, algo trágico o que habían recibido un llamado por parte del trabajo, todo menos eso. - ¿mamá?, ¿papá? - llamó sin atreverse a entrar a la sala, escuchando los pasos de los dos que le habían ido a buscar en primer lugar.
-Harry, cariño, - la primera en levantarse fue Lily, seguida de James para acercarse a su hijo. -Harry, pasó algo esta tarde y...
-Harry- llamó su padre, tratando de llamar su atención, notando que la mirada de su hijo seguía en el chico que se encontraba en uno de los sillones, con notable hastió por el lugar, incómodo por estar con personas que no conocía y que simplemente no le agradaban.
- ¿Qué hace él aquí? - preguntó viendo por fin a su padre- ¿dónde estuvieron? - al soltar esa pregunta escuchó un suspiro de su madre, lo sabía, iban a comenzar con malas noticias.
-Harry, escucha, va a ser difícil de entender, eso lo sabemos, pero al parecer el proceso que Dudley ha llevado con sus padres ha sido demasiado largo, la escuela ha notado actitudes demasiado preocupantes con él – comenzó a explicar la mujer, tomando siempre una mano de su chico para tratar de suavizarle la información, - hicieron investigaciones, - a cada palabra que decía se tomaba su tiempo para poder explicar mejor lo que sucedía, - dieron con nuestro número, nuestro lazo familiar...
-No hay ningún lazo- dijo todavía sin saber bien a que parte dirigir su atención, aunque por el rabillo del ojo seguía observando a la persona que más odiaba en ese momento.
-Tenemos parentesco – comenzó a decir su padre, - y las oficinas de los servicios sociales dieron con eso... así que en lo que se concluye la investigación a los Dursley... Dudley va a estar viviendo con nosotros.
- ¿Y no puede irse con Marge? – preguntó viendo ahora al hombre.
-Lo siento cariño, no puede – se disculpó la mujer – van a investigar a toda la familia paterna, así que somos la mejor opción, porque o era con nosotros o en un hogar de acogida – explicó dándole ahora al chico una caricia en la mejilla, - es mucho pedir, pero... ¿puedes apoyarnos en esto lo más que puedas?, trataremos de que no sea tan complicado ni tan largo.
-No quiero – dijo viendo ahora a su madre, luego a su padre, sabía que era complicado para ellos, para todos en realidad, después de todo estaban hablando del chico que siempre le hizo la vida imposible o al menos se esmeraba en ello. Tuvo que suspirar, incluso llevó sus manos a su rostro para tratar de aclarar su mente, al menos lo más que podía en esa situación. -No son nuestra familia – dijo aún con el rostro cubierto por sus palmas, - no quiero. – Dijo de nuevo, quería ser egoísta con eso, quería serlo de verdad, no quería aceptarlo, no a él, no en ese círculo seguro que era su casa y su familia. -En verdad que no quiero – dijo bajando las manos, viendo de nuevo a sus padres – y no puedo prometerles el aceptarlo ni siquiera un poco... sé que no hay opción, pero no lo acepto. – Dijo por fin tratando de relajar un poco sus hombros, - pero haré el intento de vivir lo mejor posible con él.
-También ira a Hogwarts. -añadió su madre.
Y Harry maldijo de nuevo, está vez entre dientes, por lo bajo, porque también lo iba a tener que vivir en la escuela. De nuevo.
.-.-.-.
Apenas llegar a su casa, a lo que era su refugio de todos los males que podía tener en el mundo exterior se dio cuenta que ya había algunas cajas en el recibidor, eso incrementó su ya de por sí mal humor, incluso se había prometido no ayudar en nada a su primo para que pudiese instalarse y con ese pensamiento aun rondando por su mente subió a su habitación, cerrando la puerta con más fuerza de lo normal, alegando a su padre quien le llamo que tenía tarea que hacer.
No quiso bajar a cenar y se contuvo a salir cuando escuchó las palabras tan hoscas que su primo les decía a sus padres, no ellos lo habían llevado así que ellos iban a tener que lidiar con él. Aunque sabía que el portarse de esa forma con ellos iba a ocasionarle quizá problemas en un futuro, uno que ya no veía demasiado a largo plazo y uno que en realidad no le importaba.
-Harry.
Pero no había pensado que ese futuro fuera demasiado cercano, porque ahí estaba su padre, eran las diez de la noche y el hombre estaba en su habitación con un tono demasiado serio para su gusto, aunque iba acorde a la expresión en ese momento que también tenía. - ¿qué pasa?
James hizo un movimiento de cabeza nada más antes de cerrar la puerta de la habitación buscando que la conversación quedara entre ambos, - es un inicio difícil – dijo por fin yendo a sentarse en la cama con el chico.
-Pude notarlo, no creo que estemos tranquilos en mucho tiempo. – comentó sin verlo de forma tan directa, jugando un poco con sus dedos.
-Sabemos que es difícil para ti.
-No, no lo sabes – dijo de inmediato ocasionando que su padre soltara una risa por demás fingida.
-Créeme Harry, sabemos más de lo que crees, hay cosas que ni tu madre ni yo podremos olvidar, tanto que le pasaron a ella como que te pasaron a ti, pero... es la única y realmente la última oportunidad de Lily de poder recuperar a su hermana.
-Es tiempo perdido...
-Los tres lo sabemos, pero no quiere arrepentirse de nada y por eso va a intentarlo. Además, eso es lo que nos diferencia de los Dursley.
-Pero... - interrumpió viendo de nuevo a su padre a la cara, - ¿por qué tratar de ayudarlo si no quiere la ayuda?
James solo alzó los hombros y se tomo un momento para volver a hablar, - porque al menos podremos decir que lo intentamos y podremos cerrar todo el asunto con ellos, sabiendo que hicimos todo lo que estaba en nuestro poder.
Cerró los ojos un momento, incluso hizo la cabeza un poco hacia atrás, antes de sentarse a un lado de su padre, recargándose en un hombro, sintiendo como este le abrazaba. -No voy a tratarlo como una especie de hermano.
-Lo sé.
-Tampoco voy a estar con él en la escuela.
-Lo sé.
-Va a tratar de ser de nuevo mi matón, me va a hacer la vida imposible en clases.
-Lo sé, pero también sé que tienes amigos en quienes apoyarte y que no eres precisamente un chico débil que necesite protección, sin embargo, ya el trabajador social ha hablado con él y también nosotros, tendrá que comportarse si quiere poder ver a sus padres de nuevo, si quiere regresar con ellos.
-... De acuerdo.
-Te daremos tiempo, todo el que necesites y si crees que en algún momento te sientes demasiado sofocado aquí, siempre puedes quedarte de nuevo un día o dos con Sirius y Remus.
Al escuchar eso sonrió, sí, siempre podía regresar a la casa de los Black, con su segunda pareja favorita, porque era obvio que sus padres eran la primera.
-Peter estará viniendo más seguido, ha regresado de su viaje y se ha ofrecido a ayudarnos a lidiar con Dudley, dijo que algo del diplomado que fue a tomar podría servirnos y no sé cuanta palabrería más, tu madre se entendió con él, ya sabes que para mí todo eso es un lío- dijo con una risa baja, tratando de aligerar el ambiente. Y supo que lo logró al conseguir una risa baja también de Harry.
-De acuerdo... voy a intentarlo.
-Pero también Harry, si hace algo, si TE HACE ALGO- recalcó bien esas palabras- tienes que decírnoslo a tu madre o a mí, ya nosotros nos encargaremos de recordarle como tiene que comportarse.
Asintió, su enfado aún no se marchaba y estaba seguro que no lo haría en un buen tiempo, pero iba a aceptar. -Lo tendré en cuenta.
-Bien, eso es lo que más nos importa – comentó poniéndose de pie, recordando algo de golpe antes de abrir la puerta. – Por cierto, Harry, Sirius mencionó algo sobre un chico interesado en ti, bueno, tal parece dos de esos chicos innombrables, de los cuatro que nos has comentado, ¿puedes aclararme esa situación.
Al escucharlo solo soltó una risa baja, negando con la cabeza, - me dijo que no va a gustarte – empezó a decir, pensando en una forma que le doliera a su padre saber eso, porque quería regresarle solo un poco la sorpresa que le habían llevado. -Hay dos chicos y dos chicas en toda esa situación de la escuela que es bastante extraña, tienden a acercarse mucho a mí en formas demasiado distintas pero que de alguna forma les funciona, - esperó unos segundos mientras veía de nuevo al mayor. – Hoy Sirius supo quien era uno de ellos, o al menos ya conoció a uno, en realidad les doy un número para que así solo Ron, Hermione y yo sepamos de quienes hablo.
-Bien, entiendo eso, ¿y quién es?
-Pues, Sirius me dijo que se llevaban "muy bien" en la escuela con su padre y que posiblemente te alegrarías de saber que de alguna forma puedes terminar relacionado con él, que también sería algo maravilloso para él porque también lo conoce.
-Bien, entonces Sirius también lo conoce, supongo que eso reduce la lista.
-Digamos que lo conoce bastante bien, parece que tuvieron una historia muy larga en la escuela – un nuevo movimiento de cabeza de su padre lo hizo seguir, - este chico ha sido el que se ha acercado más a mí y la táctica que uso... da un poco de miedo, la verdad, quizá puede que sea el que más me llama la atención, puede que se deba a que s sobrino de Sirius.
-... No...
-Hijo de Lucius y Narcisa
-No- repitió todavía tratando de sopesar la noticia.
-Draco Malfoy, mi acosador número uno- terminó de decir con una sonrisa.
-No, no y no, no puedes estar hablando en serio- se puso de pie, llevando sus manos a cubrirse el rostro un momento, pasándolas después por su igual de desordenado cabello, -no, no, Harry James Potter Evans, no puedes hacerme esto- se giró señalando con su dedo al momento de que lo encaraba de nuevo.
- ¿Por qué? – preguntó divertido, no había creído que en realidad su padrino iba a tener razón en cuanto a que su padre iba a reaccionar de esa forma, pero ahora agradecía internamente que le hubiesen dado ese dato. – No es tan malo en realidad y creo que puede llegar a ser algo agradable, fuera del círculo de las serpientes y esas cosas.
- ¡No!, Y claro, también es una serpiente, clásico de los Malfoy- comentó entre dientes, sintiendo como las maldiciones hacia esa familia comenzaban a atorarse en su garganta - ¿cómo es que pues interesarte en un Malfoy?, puedo aceptar a Ron, a un Weasley, a Hermione incluso, pero ¿un Malfoy?, somos enemigos naturales. – Seguía tratando de explicar, haciendo incluso demasiados movimientos con las manos y usando un tono de voz exasperado, pero no había enfado en su voz, porque incluso él entendía que era la manera que Harry iba a tener para enfrentar toda la situación y estaba cediendo con eso, no le quedaba otra opción más que ceder.
-Posiblemente no lo seamos tanto. Aunque si admito que es demasiado astuto y molesto en las clases, pero no tendría ningún problema si lo tuviera en la clase de química, ya sabes, con el Profesor Snape, seguramente me iría mejor, más por el hecho de que es su padrino y eso...
- ¡¿Y también es ahijado de Snape!?, ¡Harry!, ¿¡Por qué tienes que hacerme esto!?- preguntó acercándose de nuevo al chico, tomándolo de los hombros un momento. -Lo prohíbo, prohíbo que te acerques a un Malfoy, él tendría que ser tu sujeto de bromas, tendrías que ser tú quien lo molestara, tendrías que ser tú quien...
- ¿Quién lo conquiste?, si papá, suena a una idea muy buena, creo que lo haré, gracias por aclararme las ideas con eso, en realidad pensaba que de verdad te opondrías, pero ahora que ya tengo tu permiso para hacerlo, quien sabe, posiblemente después lo traiga como mi novio. -lo estaba disfrutando, eso le había ayudado a olvidar momentáneamente el mal momento que había tenido apenas unos minutos. -Porque entonces lo que te molesta es que él me esté conquistando a mí y no yo a él, si tienes razón. Creo que haré eso, por eso me gusta charlar contigo. - Terminó de decir con una sonrisa en los labios, viendo como su padre boqueaba tratando de formular algo más, aunque supo que había dado ya con la palabra correcta cuando entrecerró los ojos y tensó los hombros.
-Traidor- dijo por fin para dirigirse a la puerta de su cuarto, -y no creas que tu madre te apoyará en esto, estará de mi lado.
- ¿Seguro papá?, ¿por qué no vemos de lado de quien está?
-Ya está, mi hijo es un traidor, me ha traicionado, le contaré a tu madre y veremos a quien apoya en la mañana.
-Hecho, descansa papá.
-Descansa Har... no, no, eres un traidor y un traidor no merece que le dé las buenas noches. - terminó de decir para salir por fin de la habitación, aun maldiciendo por los pasillos, pero escuchando perfectamente la risa de su hijo y supo que, si tenía que soportar eso por un rato para que Harry no estuviera tan enfadado con ellos, lo haría, aunque siguiese siendo un traidor a los merodeadores.
.-.-.-.-.-.-.-
La nueva batalla había llegado en la mañana, cuando había despertado por los llamados a su puerta, -Harry- llamó su madre mientras entraba a la habitación, -ya es hora Harry, tienes que prepararte para ir a la escuela.
-Voy mamá- contestó mientras se sentaba en la cama, viendo primero un poco borrosa a la mujer, colocándose después las gafas. - ¿papá habló contigo?
-Oh, si, al parecer ahora eres el pequeño traicionero de la familia y no puedo llamarte por tu nombre o cariño, porque ya no eres algo así como un merodeador honorario o en práctica o algo así me dijo anoche, no sé, habló muy rápido o yo estaba muy cansada. - Contestó con una sonrisa acercándose a él. -Hacía mucho que no lo veía así, ha sido bastante divertido, pero ten por seguro que te va a atacar cuando bajes a desayunar.
-Bueno, - contestó alzando los hombros, -parecía que papá quería una guerra.
-Y tú como buen hijo se la has dado- comentó riendo por lo bajo, acercándose a darle un beso en la cabeza, -gracias por eso, creo que es lo que necesitamos en estos momentos para poder sobrellevar la situación.
-Si mamá, si llega a necesitar más distracciones sólo dile que traeré a Malfoy a cenar alguna vez.
De nuevo la mujer soltó una risa al escucharlo, asintiendo, -será nuestro as bajo la manga, ahora anda, tienes que alistarte, tu padre los acompañará a la escuela.
Con ese comentario su buen inicio se había acabado, volvía a recordar que su primo comenzaría a ir a esa escuela, por ello su padre tendría que acompañarlos, bufó un poco antes de ponerse de pie, asintiendo a lo que su madre le decía para poder salir en dirección al baño, topándose con su padre quien acababa de salir de la que ahora era la habitación de Dudley. -Papá.
Al verlo sonrió primero, negando después, optando por una postura que le mostraba como alguien indignado. -Aún no te perdono – dijo incluso con un tono muy fingido.
-Y supongo que no merezco los buenos días ¿no? - continuó con lo que al parecer sería la broma más larga que llevarían a cabo entre los dos.
-No, y si no te apresuras puede que reconsidere si te mereces un desayuno.
-Bueno, siempre puedo convencer a mamá, ¿está de tu lado? - preguntó con una risa para adentrarse por fin al baño.
-Perfecto, ahora mi esposa también me traiciona- alcanzó a decir antes de que Harry se metiera al servicio, golpeando una vez más la puerta de Dudley, -diez minutos Dudley, el desayuno no va a esperarte- comentó con un tono nuevamente serio, que se ganó un "vete a la mierda" o al menos eso pensó escuchar, pero que también provoco que de nuevo abriese la puerta, -tú decides muchacho si vas a la escuela con un buen desayuno o con el estómago vacío, no voy a llamarte dos veces, diez minutos para que estés abajo y vayas a clases por tu propio pie.- amenazó -a menos que quieras que te lleve arrastrando, tal cual nos recomendaron que hiciéramos- sabía que era mentira, pero también sabía que iba a ser la mejor manera de tratar con su problemático sobrino. Después de eso volvió a cerrar la puerta, -y sin malas palabras- añadió para comenzar a bajar, sabía que el otro no iba a tener opción, no si quería que todo eso pasase tan rápido como quisiera al igual que Harry, hacía que tendría que poner de su parte y por lo que acababa de darse cuenta iba a tener que ser bastante.
En cuanto bajó al comedor pudo sentir algo de tensión en el ambiente, realmente mucha tensión en el ambiente, cuestión que le parecía demasiado obvia en realidad, por ello prefirió no decir nada o no al menos con respecto al tema, pensó que lo mejor era seguir la "pelea" con su padre, al menos eso podría relajarlos un poco a todos o a los dos que realmente le importaban. -Entonces papá, ¿tengo desayuno?
Al verlo bajar también se relajó un poco, puesto que aún tenía que seguir discutiendo con el no tan grato invitado, pero aun así retomó su papel, está vez viendo a Harry y murmurando entre dientes, -voy a mostrarme indulgente contigo, aunque seas un traidor a tu padre.
-Eso cariño y que si no lo permitías ibas a ser tú quien se quedara sin desayunar. - comentó Lily comenzando a servir los platos.
Al ver a su madre se acercó a ella, no sin antes reírse de nuevo por la nueva derrota de su padre, tomar los platos y pasarlos a la mesa, donde un molesto Dudley veía el plato como lo más asqueroso que fuese a comer, cuestión que captó Harry y también que ocasiono que se mordiera la lengua para no decir nada hiriente o malo o que le chico en realidad se merecía. También dejó el plato frente a él de forma más bruta pero no tenía intención de ser demasiado amable con su primo, no por ahora. -Bueno, entonces papá, ¿qué vas a hacer?, somos dos contra uno, en teoría el traicionero eres tú- comentó una vez se sentó a un lado de su madre, porque bueno, era buena idea tener una especie de escudo, si madre lo defendía vaya.
-Nada de eso... con un Malfoy- comenzó a decir mientras clavaba su tenedor en el huevo revuelto que había en su plato aun murmurando entre dientes, -con un Malfoy, eso supera tu momentáneo enamoramiento con Remus- soltó sin notar el inmediato, aunque bajo sonrojo que se apoderó del chico.
- ¿Cuándo vas a dejarlo pasar?, ¡tenía seis años! - recriminó comenzando a comer también.
-Eso no le importó a Sirius que se puso demasiado celoso con Moony por tu culpa, desde entonces ya cometías traición.
-James, Sirius y tú ya deberían de superarlo, también tú te pusiste celoso porque decías que Moony iba a robarte a tu Harry.
- ¡Y lo estaba haciendo!, le dio la espalda a su padre, igual que ahora... un Malfoy, de verdad que...
-Esto es horrible- comentó cortando de golpe toda la conversación que la familia estaba llevando a cabo, cortando todo posible rastro de una mejora de ambiente en el momento. -No lo quiero.
-Dudley- pronunció James ocasionando que también Harry se quedara quieto, pocas veces escuchaba ese tono de voz en el mayor y sabía que era lo mejor, -vas a estar con nosotros una buena temporada, bastante larga incluso, tendrás que adecuarte a esto, si no te gusta lo que mi esposa, tu tía prepara, eres libre de prepararte tu comida- empezó a decir sintiendo la mano de la mujer sobre su brazo.
-James...
-No Lily, hay que dejar las cosas en claro, -dijo volviendo su atención al chico, -estás en mi casa, te vamos a dar techo, comida y estudios y tanto tú como yo sabemos que no es nuestra responsabilidad, en esta casa vas a recibir la misma atención y trato que Harry, porque por ahora somos tus tutores, pero depende de ti el cómo te comportes con nosotros y también depende de ti el cómo seamos nosotros contigo. Dar y recibir, una simple ley de vida, así que, si no quieres desayunar, es decisión tuya porque no te estamos negando nada, pero tampoco esperes que mi esposa se ponga a rogarte porque ingieras alimentos como lo hacía tu madre y tampoco esperes que decida consentirte igual que tu padre. Así que todo es tu decisión, comes lo que te damos o te preparas tú mismo lo que quieras. -Sentenció.
Harry tuvo que dirigir su atención un momento a su padre, observaba a Dudley con atención y con una expresión severa, después a su madre quien sólo le veía con algo de pena, posiblemente ella no quería comportarse así con él, pero sabía que era necesario, porque de no pensar así hubiese dicho algo a favor del chico y finalmente en Dudley quien en ese momento se mostraba bastante rojo de la cara la misma expresión y reacción que había visto en Vernon en algunas ocasiones. No supo muy bien cuanto estuvieron así pero cuando finalmente su primo comenzó a comer pareciera que todo se había relajado un poco, sólo lo mínimo para poder seguir con un desayuno calmado.
-Bien, entonces, como decía- dijo el mayor girándose de nuevo a ver a Harry, -con un Malfoy, ¿en serio?, ¿no hay nadie más?
-Oh, ¿ahora quieres negociar?, dime tus opciones entonces. - Contestó con una sonrisa, deteniendo un momento el tenedor que iba directo a su boca.
-... Pequeño traicionero.
-Estoy en medio de dos niños- suspiró resignada Lily siguiendo con su desayuno.
.-.-.-.
Harry ya había pensado que la escena del desayuno había sido demasiado tensa, más de lo que había estado acostumbrado, pero en definitiva no había tenido nada que ver con la que se hizo en cuanto llegaron a la escuela, había sido completamente peor porque obviamente su primo no había querido ceder en nada y el ir escuchando sus quejas sobre el tener que ir a esa escuela y su padre amenazándolo con que consiguiera otro lugar le había puesto en definitiva los nervios de punta, por eso había optado por separarse de ambos lo más rápido posible, ni siquiera pudo tomarse realmente el tiempo de decirle algo a su padre para levantarle el ánimo, simplemente se separó del par, dejándolos en camino a la dirección para él ir se a su casillero, buscando a Ron y a Hermione porque en definitiva había mucho que contarles. Y también no podía evitar su rutina de escapar, porque iba a tener que ponerla en práctica de nuevo, claro y ya no precisamente para escapar de sus acosadores, quienes habían pasado a un punto olvidado de su mente de un momento a otro, aunque había uno que era seguro iba a negarse a morir en el olvido.
Acosador número uno:
Draco Malfoy
Había una sola regla en todo Hogwarts que todos los alumnos sabían y esa era que los secretos no quedaban tan en secreto como a ellos les gustaría y también el hecho de que las serpientes siempre se enterarían, es por ello que debían de tener siempre mucho cuidado acerca de que o a quien le decía las cosas, esa fue una regla que Harry tuvo que aprender a la mala y ese "a la mala" era el tener ahora a Malfoy recargándose tranquilamente en el casillero a un lado del de Potter, con los brazos cruzados, observándolo de manera directa.
- ¿Qué quieres Malfoy? - y bueno, Harry no estaba del mejor humor para lidiar con alguno de sus acosadores.
- ¿Te dedicas a ligar con todos a tu alrededor Potter? ¿o solamente con aquellos que consideras demasiado fáciles?
-De que estás...- iba a reclamar, claro que iba a hacerlo, pero hubo dos simples cosas que lo detuvieron, la primera fue que ya sabía a lo que Malfoy se estaba refiriendo, aunque no entendía cómo podía haberse enterado, era obvio que le hablaba acerca de lo de Cedric, pero no encontraba alguna razón para que lo hubiese descubierto. La segunda fue nada más y nada menos un golpe en el casillero del otro lado donde él estaba.
- ¡Potter! - y su apellido dicho de esa manera, le estaba dando a entender que Dudley acababa de salir de la oficina del director, lanzando pestes y maldiciones posiblemente a su persona hasta encontrarlo. También su anterior respuesta quedo en el olvido en el momento en que sintió que su primo iba a por él y ni siquiera había tenido tiempo de poder marcar una ruta para poder evitarlo como mejor pudiese, aunque un segundo después le quedo claro que no lo necesitaba y eso también le había sorprendido.
- ¿Qué no te enseñaron que no debes de meterte en conversaciones ajenas? - preguntó el rubio al momento que jalaba a Harry del brazo, alejándolo de lo que parecía ser un golpe directo.
-Nadie está pidiendo tu opinión. - comentó Dudley dando a notar el tono violeta que siempre tomaba su rostro cuando se enfadaba.
-Claro- decía mientras soltaba al chico, dando un leve vistazo detrás del ahora agresor, mostrando una sonrisa maliciosa, -aunque debería de saber que no puedes hablarme de esa manera y salir bien parado- mientras decía eso Crabe y Goyle se acercaban a Dudley, poniendo algo de fuerza en cada brazo. -Eres nuevo, eso puedo verlo, así que antes de atacar deberías de conocer cuál es tu lugar en todo esto.
Para Harry todo fue rápido, ya sabía que los dos chicos que estaban con Malfoy también eran una especie de matones, pero eso acababa de confirmarlo, también confirmo que tal vez Draco Malfoy si era alguien de mucho cuidado y supo también que de alguna forma había quedado ligado al rubio, al sonrisa del mismo se lo confirmo, al ver como jaloneaban a un Dudley aún demasiado iracundo para su gusto, al menos sólo lo habían alejado y no lo habían golpeado como se había imaginado en su cabeza con esas series raras que luego veía con Sirius y su padre.
-Bien Potter, ahora me debes una- comentó el chico acercándose más al pelinegro, acorralándolo contra el casillero aprovechando que aún estaba algo confuso por todo lo que había visto, -así que, después vendré a cobrarme el favor- se acercaba más a él, -y está vez, no podrás negarte. -Y sin decir más se separó, tomando camino a, donde Harry supuso era su casillero.
Se quedó así unos segundos pensando en qué diablos acababa de pasar, tratando de mantener todas las emociones que habían pasado por su cuerpo en un segundo a raya. Así lo encontraron Hermione y Ron, divagando, murmurando y con un sonrojo bastante notorio en el rostro mientras se repetía de nuevo una y otra vez que su suerte apestaba.
Solamente la de él.
