Capítulo IV

Citas

O de cuando la acosadora número cuatro y el acosador número uno se enfrentaron.

Jodido.

Era esa la palabra que le quedaba realmente como anillo al dedo, jodido, no había algo mejor para describirlo en ese momento ni tan acertado. Simplemente jodido le quedaba a la perfección.

Cuando Malfoy se fue estaba bastante seguro que la escena se iba a seguir reproduciendo en su mente, porque así era lo que estaba pasando, la imagen se seguía reproduciendo una y otra vez en su cabeza, la cercanía del rubio, la manera en que había dicho las palabras, incluso estaba pensando que la situación estaba cambiando en su cabeza, porque estaba seguro que muchas de las cosas que comenzaba a imaginarse en definitiva no habían sucedido. Y también, ¿qué diablos había sido ese encuentro?, porque Malfoy fácilmente pudo haberlo besado y comenzaba a atemorizarle un poco el hecho de que quizá no hubiese podido poner demasiada resistencia y se hubiese dejado llevar por la situación. Pero la parte racional de su cabeza hizo acto de presencia, recordándole que ahora no podía quedarse tanto tiempo pensando en las cosas o viendo a la nada, porque de nuevo tenía que sobrevivir si o si en la escuela. Suspiró, cayendo en cuenta después de que Ron y Hermione lo observaban todavía extrañados.

- ¿Estás bien Harry? – preguntó la chica colocándose frente al chico al ver que su cara estaba demasiado roja y que también estaba tratando de controlar su respiración, o al menos estaba dando esa apariencia.

Y no pudo evitar pensar que esa era la pregunta más estúpida que pudieron hacerle, porque no, no estaba ben, sentía que su maldito corazón se quería salir del pecho o en el peor de los casos sufrir una hiperventilación lo que seguramente ocasionaría que terminase desmoronado en el pasillo, porque era normal que se sintiera tan frágil ¿no?, porque así se estaba sintiendo, de esa manera en que con solo dar un paso su cuerpo se derrumbaría y por consecuencia toda su mente se iría al carajo, quedando como algo inservible en el sitio. – Estoy bien, solo han pasado muchas cosas, - comentó sintiendo que la voz de urgencia dentro de su cabeza comenzaba a elevarse dentro de todo el mundo de emociones que sentía en el momento, porque la supervivencia se estaba haciendo presente, por eso era que Harry tomo sus libros, guardándolos en su mochila lo más rápido posible, tenía que moverse, siempre tenía que moverse.

-Compañero, ¿qué pasa? – preguntó Ron extrañado sintiendo que estaba viviendo una especie de deja vu al verlo de esa manera tan acelerada, demasiado similar a cuando se enteraron de los acosadores. Aunque también podría decir que era incluso más paranoica.

-Escuchen, ayer, todo fue demasiado complicado ayer, sucedieron muchas cosas – tomo una pausa, cuidando que no hubiese alguien demasiado cerca de ellos, acción que los otros dos entendieron y se acercaron más al chico, -primero, por alguna razón, no sé bien porque el hecho de haber invitado a salir a Cho ocasiono que me viera desesperado por jugar o algo así, ni siquiera pude entenderlo bien, pero eso llevó a que Cedric charlara conmigo y... fue algo... fue... no fue una plática normal, ¿de acuerdo?, ni siquiera puedo decir que fue una charla, fue demasiado una insinuación. Me comentó incluso que, si quería salir con una porrista para asegurar mi lugar en el juego, mejor buscase algo que me diese mejor resultado, como invitar a salir al capitán.

-Dios, Harry... entonces él...

-Si Hermione, técnicamente me dijo que lo invitara a salir también, - dijo tomando algo de aire de nuevo, porque charlar sobre eso le hizo recordar la escena de apenas unos minutos.

-Pero, debe de haber algo más, estás demasiado paranoico como para que solo haya sido algún comentario de ese tipo. – dejó en claro el pelirrojo, buscando también por los pasillos, aunque pensando que el otro solo estaba al pendiente por si Diggory se aparecía.

-No, no, solo me dijo eso, fue un coqueteo demasiado obvio, pero no es por qué estoy así, - dijo acomodándose la mochila una vez más, sintiendo que la ansiedad se estaba haciendo presente en sus manos, se estaba poniendo de los nervios y a su parecer todo había sido culpa d Malfoy, porque si, ya le debía un favor pero, quién le decía que el rubio no iba a tomar eso a su favor, seguramente lo estaría acechando más para salvarlo de su matón personal, (situación que no encontraba tan mala, tenía que admitirlo) y así acumularle más favores pendientes.

-Entonces, ¿por quién?, ¿es por lo que pasó con tus padres?, ¿por lo que Remus vino por ti? – preguntó la chica acomodando también sus cosas para poder avanzar hacia donde sería la primera clase, la urgencia de Harry también se le estaba pasando.

-Sí, con eso- susurró tratando de calmarse o al menos de obligarse a eso. -Escuchen, mis padres llegaron tarde ayer, al parecer recibieron una llamada de la escuela de mi primo.

-De tu odioso primo- comentó Ron recordando perfectamente que esas eran las palabras que el chico había usado para describir a Dudley Dursley, bueno esas y otras más subidas de todo.

-Sí, ese, no sé porque al final decidieron llamarlos, mis padres me lo dijeron ayer pero no tengo cabeza para recordarlo ahora, el punto es que... mi primo va a estar viviendo con nosotros.

- ¿No dijiste que era tu matón personal? - preguntó la chica comenzando a comprender porque Harry se estaba comportando de esa manera.

-Sí, lo era, lo es en realidad- comentó sobresaltándose un poco al escuchar que Ron cerraba su casillero, -pero eso no es todo, no conforme con que viva en mi casa, que tenga que soportarlo en las tardes y en las noches, también va a estudiar aquí.

- ¿Qué? - preguntó Ron demasiado sorprendido, - ¿le han permitido entrar, aunque ya haya empezado el semestre?

-No lo sé, parece que sí, Dumbledore no es tan exigente con esos casos ¿o si Hermione?

-No creo, al parecer su ideología es que todos merecen estudiar y si está dentro de las posibilidades del cupo de estudiantes, entonces podría dejarlo entrar. - Explicó recordando una conversación de sus padres con el director.

-Con eso tengo firmada mi sentencia de muerte entonces- exclamó Harry comenzando a moverse hacia donde sería su primera clase, ver a la Profesora McGonagall, nunca le había resultado tan gratificante como en ese momento.

-Pero, ¿crees que quiera hacerte lo mismo que en la secundaria? - preguntó de nuevo el chico acelerando un poco para quedar junto al pelinegro y la castaña.

-Seguramente, - contestó sin ninguna duda en la voz, -ya lo hizo de hecho, antes de que llegaran.

- ¿Qué te hizo ese mal nacido? - preguntó sintiéndose un tanto colérico por eso, tal vez se burlaba de la mala suerte de su mejor amigo, pero no por ello lo dejaba morir solo, él era de los chicos que se metían en una pelea, en la cual no le llamaban con tal de ayudar a su compañero.

-Creo que quiso golpearme, no sé, quizás intentó meterme al casillero, no voy a saberlo, al menos por los próximos cuarenta minutos. Malfoy estaba conmigo, si Ron, Malfoy quien no tengo idea que era lo que buscaba, pero me ayudó... bueno, me defendió, aunque técnicamente lo hicieron Crabe y Goyle, pero para el caso es lo mismo- explicó de manera apresurada llegando por fin al salón, deteniéndose sólo unos segundos para ver a su primo uno cuantos metros más al fondo, maltratando notoriamente el casillero y maldiciendo no tan por lo bajo como le hubiese gustado.

-Harry, Harry- llamó Hermione tratando de calmar la manera tan rápida que estaba teniendo de contar todo, -recapitulemos, ¿quieres?, Cedric se te declara, de cierta forma, tu primo va a vivir contigo y a estudiar contigo por quien sabe cuánto tiempo, que además de eso era tu bully y ahora nos dices que Malfoy te defendió. - terminó de decir notando hacía donde veía el chico, ubicando a la persona que veía, - ¿él es Dudley?

-Lo es...

-Compañero... estás jodido.

Y no era necesario que Ron se lo dijera, porque eso ya lo sabía.

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Uno podría pensar que el deberle un favor a alguien no es motivo para una tortura auto impuesta, es sólo cuestión de esperar a que la persona llegue y te diga que quiere cobrar ese favor y siendo una persona justa y razonable tenía que cumplirla porque sabría que su integridad física no estaba en peligro, claro, eso es lo que cualquiera podría suponerse, pero no él, porque no había razón para pensar que Malfoy fuese una persona justa y razonable, porque no lo era y él lo había descubierto hace algunos días. Por eso, aunque intentaba seguir con su día, algo en su mente le decía que no iba a terminar mejor de lo que había empezado, era esa misma vocecita la que le había dicho que sus días o iban a ser raros u horribles. Y por lo que había visto, no se había equivocado.

Cuando salió de la clase de literatura, teniendo especial dedicación en esperar a los otros dos mientras escaneaba los pasillos, sintió la primera advertencia de que el día terrible estaba sólo comenzando, porque ver a Dudley saliendo, de nuevo maldiciendo a viva voz del mismo salón en que se encontraba Malfoy no podía augurar muchas cosas buenas. No por el hecho de que le preocupase la seguridad de alguno de los dos, más bien era que si el rubio hacia enojar a su primo él iba a pagar las consecuencias y supo que algo malo había pasado cuando Goyle salió del aula también observando el rumbo que el primero había tomado y Crabbe salía junto a Draco quien solo sonreía, esa sonrisa que él había visto aparecer en su rostro antes de comenzar a molestarlo.

-Oye Potter- llamó cuando pasó a su lado después de nada más verlo de pie fuera del aula, -ya se está corriendo el rumor de que ese bruto es tu primo- comenzó a decir quedándose de pie junto a él, señalando a un muy cabreado Dudley, -vaya familia que te cargas Potter, tan finos en sus modales como sueles serlo tú.

-Al grano Malfoy - comentó de manera cortante, si iba a pedirle algo quería que fuese rápido, - ¿qué es lo que quieres?

-Como siempre directo al punto, ¿no? - preguntó sin borrar la sonrisa de su cara, -como me debes un favor Potter y es bastante justo que me lo pagues, te espero después de clases, tendrás que...

-No puedo después de clases - interrumpió, recordando que ese día iba a tener su cita con Cho y no planeaba dejarla plantada o algo por el estilo.

- ¿Acaso me rechazas Potter? - preguntó Malfoy con el ceño fruncido, ya sabía o al menos intuía la razón por la cual el chico lo estaba rechazando y esa había sido la primera intención para exigirle que fuese esa tarde.

-No te rechazo, te debo una y lo admito, pero para cobrarte un favor tan sencillo tiene que coincidir también en los días que yo tengo libre y en qué puedo hacerlo - explicó manteniéndose lo más calmado posible a pesar de sentir ya la necesidad de salir corriendo del sitio, solo por mantenerse en constante movimiento.

Se quedó callado unos segundos, supuso que no iba a poder hacerlo cambiar de opinión, así que él también tuvo que ceder con esa cuestión. - Mañana, después de clases entonces, vas a acompañarme y después regresaremos al partido, no puedes oponerte a eso, ¿o sí? - preguntó procurando que se escuchase lo más altanero posible.

Dio un vistazo rápido de nuevo a sus alrededores, asintiendo, - mañana después de clases, claro. - Comentó viendo que el chico frente a él solo asentía, no bastante de acuerdo con los planes, pero ya los había aceptado. Se le quedó observando por unos segundos, notando como Crabbe se acercaba más al rubio, le susurraba algo y sólo asentía, no puso más atención a eso, después de todo tenía otras cosas de las cuales preocuparse, una de ellas era salir del lugar para poder pensar con claridad sólo unos segundos, tratando de calmar sus nervios que aún no podía entender bien porque rayos se habían disparado tanto, culpando claramente a Dudley, aunque de nuevo esa corazonada le decía que el chico no tenía nada que ver con eso aunque pareciese que sí, no importaba, de verdad no importaba, no cuando estaba observando claramente que Dudley volvía a encontrarlo entre la gente mientras Ron y Hermione seguían sin salir del aula, pudo ver con claridad como se acercaba de nuevo con ese tono morado característico de él y también pudo sentir como la apremiante necesidad de moverse del lugar para esquivarlo se hacía más y más notoria y de nuevo, una vez más en ese día veía como Goyle quien se interponía de una manera demasiado bruta para gusto de cualquier refinado, entiéndase serpiente, entre su primo y él, aunque al menos la discreción si había estado presente en ese movimiento, también le dijo algo, porque si, Harry estaba observando todo con completa atención incluso con algo de fascinación y eso, ver esa interacción causo que sus nervios se calmaran un poco al menos lo suficiente para no alertar a los dos chicos que por fin se dignaban a salir para encontrarse con él.

- ¿Pasó algo? - preguntó Hermione al verlo tan interesado en algún punto en específico.

-...- estuvo a punto de contestar de que lo único que había pasado era que ahora posiblemente iba a tener que darle una cuota de protección a Malfoy por dejar que uno de sus chicos estuviese oportunamente cerca de donde le había dejado, pero quiso guardarse el dato al menos de momento, -nada interesante- dijo por fin notando que su voz sonaba bastante calmada. - ¿qué clase tenemos?

-Álgebra- contestó el pelirrojo con un tono cansado. -Al menos no es la primera clase o me hubiese quedado dormido.

Harry sólo alzó los hombros, total, su día ya no podía ser peor, claro que después supo que no tenía que retar a su suerte porque al parecer sus retos siempre se los tomaba enserio.

Cuando las clases del primer periodo terminaron y se encontraba bastante tranquilo en el jardín, disfrutando de su almuerzo, en compañía de sus amigos y viendo a Dudley lo más lejos posible de él, su cerebro decidió por fin ponerse a analizar todas las cosas que habían pasado en apenas una corta mañana, esa tarde iba a salir con Cho, no tenía ni idea de a donde llevarla, ni siquiera se había dado bien a la tarea de averiguar qué sitios frecuentaba o que lugares había cerca de la escuela para no perder demasiado tiempo en el traslado, sabía que había algo que se le estaba escapando en sus pensamientos, después estaba el hecho de que no satisfecho con eso, el día siguiente iba a tener una cita con Malfoy, bueno algo demasiado vago como para ser llamado una cita, pero algo había de razón en ello y claro, faltaba ver como Cedric reaccionaba a eso, sin dejar de lado que Ginny seguramente también lo iba a estar observando. - Mierda- maldijo entre dientes llamando la atención de los otros dos, con todo lo que había pasado en un lapso corto de tiempo incluso se había olvidado de sentir los nervios característicos de antes de una cita.

- ¿Qué pasa? - preguntó Ron deteniendo su emparedado a la mitad de camino para verlo, seguía insistiendo que le preocupaba en demasía lo paranoico que se estaba comportando el chico.

-Hoy tengo la cita con Cho y no tengo ni idea a donde ir. - se lamentó llevando ambas manos a su rostro para frotarlo un poco.

-Se te da bien improvisar - declaró la castaña tratando de quitarle importancia a la aparente resignación del chico, porque era una actitud demasiado extraña, aunque se notaba demasiado nervioso y ansioso, con temas como ese se le notaba por demás resignado. - Aun tienes tiempo para planear algo.

-Si, eso creo – dijo relajándose de nuevo un poco, suspirando, - y mañana salgo con Malfoy.

- ¿Con Malfoy? - preguntó extrañada, viendo como Ron se atragantaba un poco con su almuerzo.

- ¿Cómo es que tienes también una cita con él? - preguntó el pelirrojo una vez ya se hubo recompuesto de la sorpresa.

-Le debo un favor, ¿recuerdas? Y, presiento que no será el único que le deba... ¿podrían decirme por qué presiento que casi voy a deberle mi vida a esa Serpiente?

-Sencillo- empezó a decir Hermione al momento que de igual forma alzaba los hombros, -te va a proteger de tu matón personal, después de todo es tu acosador número uno, ¿no?, no creo que quiera que alguien te haga daño antes de que te ponga las manos encima.

Tuvo que hacerlo, tuvo que girar de forma brusca a ver a la castaña, ese comentario había sido lo más certero que había escuchado y había tenido tanta lógica que no entendía cómo era que no lo había pensado antes, después pensó que se debía a la aparente presión a la cual se estaba sometiendo y él ni por enterado, pero si, todo eso tenía lógica y no sabía si terminaba por agradarle o no.

-Suena lógico- secundó el pelirrojo, asintiendo incluso mientras contestaba, -también eso podría explicar porque está más cerca de nosotros, ¿has notado que sus "guardaespaldas" han estado rondando por donde nosotros nos movemos?

Con eso se dio cuenta que Ron también era observador, igual que Hermione y que también él aún no estaba tan paranoico como para haber imaginado eso, al menos no más paranoico de lo normal. - Así que planea tenerme en su campo de visión el mayor tiempo posible.

-Va a ser tu sombra Harry y posiblemente encuentre la manera de estropear tu cita con Cho y así quitarla del camino, después de todo estás hablando del Príncipe de las serpientes, tienes que recordar eso- volvió a aclarar la chica, cerrando el libro que en ese momento leía, un libro de química el cual él siempre había tenido ganas de arrojar de una patada como si se tratase de un balón de fútbol americano.

-Una serpiente rastrera- se quejó por lo bajo regresando también a su labor de comer o de intentarlo.

-Y bastante astuta. - agregó de nuevo la chica.

Estaba por lamentarse una vez más cuando vio que Krum, extrañamente se acercaba al lugar donde ellos estaban, situación que ocasiono que se obligase a cerrar la boca un momento y a cortar el hilo de sus pensamientos.

-Harry- llamó quedando frente a él, viendo por un instante a Hermione, después de todo esa parecía ser una especie de afición para él, -Cedric me ha dicho que quiere verte después del segundo periodo. Parece que los uniformes han llegado y tenemos que entregarte el tuyo antes del partido- explicó un poco lento para gusto del pelinegro, aunque también comprendía que se debía a que el mayor estaba viendo a su amiga, quien de nuevo había encontrado interesante el libro.

-Si, gracias Víctor- agradeció recibiendo como respuesta sólo un movimiento de cabeza, viendo como el chico volvía a alejarse. - ¿Aceptarías una cita con él si te lo pidiera? - preguntó ahora a la chica una vez el mayor se alejó lo suficiente.

-No está dentro de mis planes salir con alguien ahora.

-De verdad le gustas ¿sabes?, siempre me pregunta algo de ti en los entrenamientos, creo que es su versión del "dato curioso del día", aunque relacionado contigo.

-Eso... suena algo escalofriante. -Contestó observando algo preocupada al chico.

-No tanto, me pregunta cosas simples, como cuál sabor es tu favorito en las gelatinas, qué libro has estado leyendo, qué color es tu favorito está semana, porque al parecer tienes algo de diferente color cada semana y si, es muy notorio- se apresuró a aclarar cuando vio que la chica iba a quejarse, -también me pregunta cuál ha sido tu opinión sobre el clima del día, sobre las clases, a que profesor te gusta prestarle más atención, cuál crees que no ha investigado bien el tema, cosas simples, siempre una pregunta al día y si me preguntas creo que espera ansioso ese momento.- Terminó de explicar lo más tranquilo posible, esa táctica se le había hecho muy tranquila y pacífica para conocer a una persona, incluso pensaba que si sus acosadores la hubiesen aplicado quizá no se habría mostrado tan paranoico como lo estaba cuando le contaron del juego.

-Sigo pensando que suena algo escalofriante.

-Bueno, lo es si has leído algo sobre acosadores- comentó ahora el pelirrojo con un toque burlón en la voz, -pero debes admitir que también es una forma de acercarse, al menos una discreta.

-Claro.

No encontró adecuado decir nada más, no cuando de nuevo sintió que iba a tener que correr en unos minutos, tampoco lo hizo cuando se percató por fin de la mirada que Malfoy le estaba dedicando en ese momento y tampoco lo hizo cuando vio a Cho pasando a un lado de ellos. No dijo nada más porque para él simplemente no tenía caso, su primera cita, al menos la que él había planeado iba a ser totalmente improvisada.

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Harry ya tenía claras varias cuestiones para el final de segundo periodo y los escasos cuarenta minutos que lo separaban de su cita con Cho, una era que el uniforme que le habían entregado era genial, con el número 7 en la espalda, con una buena combinación de colores, la segunda era que Cedric había dejado muy MUY en claro que ya quería verlo en el partido y él dudaba, sinceramente que fuera sólo para ver su avance en los entrenamientos, la tercera era que las porristas podían causar cierto miedo si te metías con una de ellas, porque había recibido ciertas amenazas a su persona, todo para que no jugara con Cho, lo cual era una muy ligera presión en su persona a comparación de lo que estaba comenzando a vivir y la cuarta y última era que Draco Malfoy podía ser un engreído, egocéntrico, narcisista, orgulloso, pedante y calculador, porque no había otra razón para encontrarlo en los lugares que al parecer eran bastante distintos a los que él solía frecuentar. Y si, él no había elegido los lugares, no había siquiera pensado en alguno bueno para pasar la tarde, solo se había dejado llevar por la chica y por algún sitio que viesen en la caminata, terminando en una especie de cafetería, si, demasiado cliché, pero no se quejaba, al menos las bebidas eran buenas, pero seguía pensando que era un lugar demasiado bajo para alguna de las serpientes, Pansy por ejemplo, pero no quería centrarse en eso, solo quería centrarse en su cita y nada más, no era demasiado pedir.

Aunque al parecer si lo era, porque la cita era extraña, incluso él sabía que estaba llevando toda la situación por una ruta que no era demasiado conveniente para él, porque no era conveniente que solo estuviese concentrado con lo que pasaba a su alrededor, ni tampoco era conveniente que la chica frente a él comenzara a disgustarse por no tener la atención completa de Harry.

- ¿No te estás sintiendo cómodo Harry? - preguntó mientras tomaba un poco de su café, no quería admitirlo, pero se estaba irritando y no iba a ser del todo adecuado para una primera cita, después de todo estaba consciente de que si dejaba escapar esa oportunidad, esa primera cita, el resto de la competencia iba a tener el camino despejado y tampoco quería dejarles las cosas tan fáciles.

-No, no, no es eso Cho, sólo sentí que alguien nos estaba observando demasiado. - Comentó tratando de quitarse de encima la sensación que aún estaba demasiado presente. -Perdona por eso.

-Podemos ir a otro lugar si lo consideras adecuado, después de todo es para que podamos pasarla bien.

-No es necesario, solo podemos quedarnos aquí y seguir con lo nuestro. - Pero mentía y él lo sabía, estaba mintiendo por el hecho de que no podía quitarse la sensación y sabía que no iba a poder quitarla por un rato, así que si tuviera que describir esa cita y era bastante obvio que lo haría al día siguiente con Ron y Hermione solo iba a poder decir una palabra para describirla.

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-Tensa – dijo cuando los chicos se acercaron al día siguiente para charlar con él, recordaba haber llegado a casa, evitando a sus padres, a Dudley y bajar solo para lo necesario, apresurarse con sus tareas debido a que perdió algo de tiempo de ello con la salida con Cho y no mencionar nada hasta el día siguiente, mientras escapaba primero del auto de su padre para no quedarse ni dos segundos junto a su primo, solo para llegar a salvo a los casilleros.

- ¿Tan mal? - preguntó Ron sin saber si sentirse algo decepcionado con esa información.

-Tan mal- comentó suspirando de nuevo mientras cerraba su casillero. - Creo que estaba la intención de besarnos, al menos sentí que pasaría, pero...

-Pero... - dijo Hermione esperando a que terminara esa idea.

-Sentía que alguien nos estaba observando, incluso estoy bastante seguro de haber visto a Pansy en el lugar, pero... presté más atención a eso que a la cita en sí y creo que Cho se molestó conmigo por ello, así que si, fue demasiado tensa.

-Ay Harry, es que no tuviste que haberla dejado de lado – se lamentó la chica pensando en mil y un cosas que podría decirle al chico sobre lo mal que hizo en una primera cita.

-Lo sé, lo sé, pero también era demasiado tenso y como que ella estaba demasiado enfrascada en temas que no entendía del todo, Hermione, puedo fingir un poco e incluso tratar de comprender un poco algunas cosas, como algunos temas de las porristas y de fútbol, pero también es necesario que sea una conversación fluida en distintos aspectos.

-Entonces, ¿a qué llegaste con esa cita? - preguntó tomando sus cosas junto con Ron para poder seguir a Harry.

-A que... Cho es bastante linda, es bonita, pero en realidad no creo que me guste del todo.

-Así que ya hay uno menos - comentó Ron quedándose cerca del chico. - No te gusta Cho, quedan tres opciones ¿no? - preguntó, aunque comenzando a sentirse algo dudoso, - ¿y si vas tras las chicas?

- ¡Ronald! - gritó Hermione sintiéndose indignada por esa pregunta, más al ver que Harry se sonrojaba un poco, seguramente porque tampoco se había planteado esa pregunta. - No es la manera de hacer una pregunta de esa magnitud.

-No puedes decirme que tampoco tienes curiosidad - comentó sin ver del todo a Harry, centrándose solo en la chica que parecía demasiado enojada.

Y aunque supo que pudo haberse quedado a escuchar el resto de las preguntas o cualquier otra cuestión no quiso hacerlo, porque tenía que prepararse mentalmente, mentalmente para todo, principalmente para la cita que iba a tener ese día y para el partido y para lo que pudiese pasar en el transcurso en que estuviese con el rubio, o con cualquiera o con tantas cosas que habían pasado la tarde anterior que simplemente el día fue demasiado corto para su gusto, no estaba seguro de nada pero a la vez lo estaba de todo. Simplemente no sabía cómo sentirse, pero recordó parte de eso al entender porque decía que los Malfoy eran como eran, porque si, tuvo que aprenderlo a las malas.

-De verdad Potter, ¿te mataría ser puntual una vez en tu vida? - preguntó bastante enfadado mientras veía al chico acercarse a la entrada de la Preparatoria.

-Bueno Malfoy, no es como que hubiese estado perdiendo el tiempo nada más- comentó mientras se ponía la chaqueta que representaba al equipo, sentía algo especial al tenerla puesta, pero no pudo disfrutar demasiado de esa sensación al ver que el rubio comenzaba a caminar. - ¿Y se puede saber por qué de todo lo que podías pedirme fue que te acompañara?

-Potter, la razón por la cual necesite de tu compañía no es algo que tengas que saber. - Dictaminó para continuar con su camino, aunque prestando la atención necesaria por los alrededores, después de todo tenía que estar preparado.

-Sigo sin comprender en que te va a beneficiar esto.

-En mucho Potter, en mucho. – Y si, en mucho iba a beneficiarle porque no por nada había trazado esa ruta, no por nada había averiguado en qué momento la chica Chang pasaría por su camino para que comprendiera por quien la había cambiado Harry, no por nada estaba seguro que Diggory pasaría por el campo para comprobar el buen estado del mismo y lo vería pasar con Potter, manteniendo una distancia cercana y conversando, claro que sólo estaría contestando las preguntas que el otro le hiciera. Con ese simple "favor", había logrado quizás alertar a dos de sus contrincantes, pero también había sido una manera de dejarles en claro, de recordarles que él aún estaba presente, que, aunque tal vez no hubiese hecho ningún movimiento aún no significaba que se hubiese rendido, acababa de marcar la perfecta distancia con los otros dos y sabía que todo su plan aún no terminaba, no por nada Crabbe y Goyle se estaban encargando de su otro problema. -Así que deja de estar preguntando cosas inútiles, sólo dedícate a cumplir con el favor que ambos sabemos me debes.

-... Idiota.

-Imbécil- contestó con una sonrisa bien disfrazada en sus labios, sólo contaba con dos horas y aunque sólo llevase a Potter con él de un lado a otro sin entablar mucha conversación era más que suficiente para un inicio. Su propio inicio.

Harry no tuvo mucho que decir acerca de ese encuentro, no cuando Hermione y Ron le preguntaron una vez regresó a la escuela, teniendo el tiempo justo para ir a casa, dejar sus cosas, tomar todo su equipo y decirle a su madre y a Remus que habría partido, no les dio mucha oportunidad tampoco a los mayores de hablar con él, era lo que menos necesitaba en ese momento, tampoco se detuvo al escuchar algunos pasos demasiado amenazantes en la habitación frente a la suya, después se preocuparía de eso. Así que cuando por fin estuvo en los vestuarios para los jugadores pudo respirar tranquilo, había decidido no prestar demasiada atención en lo que sucedía a su alrededor, al menos no lo haría mientras no estuviese en el campo de juego, por eso mismo no se había percatado de los murmullos que habían salido del equipo de las animadoras cuando pasó junto a ellas o de como Cho sólo lo observaba resentida por seguramente haber tenido una mala cita.

Tampoco se percató de las débiles palabras de aliento que le dio Ginny al acercarse a las gradas y mucho menos lo hizo cuando pasó junto a su capitán y no había visto la siempre sonrisa que le esperaba. No tenía caso pensar en eso, no cuando Malfoy sólo un par de horas atrás lo había llevado a una especie de zona residencial, alegando que tenía que dejar sus cosas y que lo esperara fuera, lugar y tiempo que tomo para ver a su alrededor y notar que el rubio en efecto era adinerado y que él desentonaba mucho con todo el aire que había en ese sitio, o de pensar también de como cuando Malfoy regresó con él tuvo que reprimir muchas emociones por verlo no con el siempre uniforme escolar, si no que de una forma más casual, cuidando al parecer su siempre elegancia ya innata. Incluso estuvo pensando en esa imagen mientras se cambiaba y se seguía preguntando al mismo tiempo porque no podía alejarla de su mente y también se contestaba de manera inmediata que se debía a su peculiar situación y que sólo le estaba en parte agradecido al chico, cosa que no admitiría nunca, por la ayuda que le había dado en los pasillos.

Cuando por fin llegó el momento del discurso de Cedric fue que noto la poca perceptible molestia que parecía aquejar el mayor, cuestión que simplemente no tenía ánimos de entender y que sinceramente no le importaba en esos momentos, por lo que decidió ignorarla de nuevo. Estaba seguro de haber escuchado algo sobre que los chicos de Beauxbatons, aunque de apariencia de etiqueta eran guerreros aguerridos y que no tenían que tomarlos a la ligera y algo también relacionado con las jugadas que harían, mismas que ya habían estado entrenando toda la semana, aunque sentir la mano en su hombro le hizo detenerse un momento.

-Harry, confió en que hoy estarás centrado.- le comentó el capitán dejando que los demás chicos fueran saliendo.

Ya acostumbrado a esos momentos privados con el otro solo asintió, -lo estoy, ¿por qué la pregunta?

-Por nada en particular- fue lo primero que contestó sonriéndole con menos ánimo del acostumbrado, -también, porque si ganamos, ¿no te gustaría ir a festejarlo?, hay una cafetería por aquí cerca, podríamos ir, ¿no te parece?

Con esa simple pregunta regresó a la tierra, a la normalidad o al menos lo que ya era denominada su normalidad, esa donde apenas el día anterior Cedric había dicho que aceptaría salir con él, esa donde Cho estaba enfadada con él por cancelar la cita y esa donde al parecer ahora le estaba dando más importancia al rubio que a cualquiera y sólo por haberle debido un favor. -Me gustaría- dijo por fin, después de que esa metafórica agua fría cayera sobre su cuerpo. Después de todo, los chicos, bueno, sus cuatro acosadores ya no le presentaban realmente un problema con el cual lidiar, no en ese momento y posiblemente no en algún otro, simplemente habían dejado de ser su principal preocupación.

-Perfecto, entonces vayamos a darlo todo en el campo. - Con eso la sonrisa de Cedric regresó, de nuevo ese ánimo y de nuevo él sintiendo que quizás el haber actuado por impulso no era tan bueno. Aunque pensó que después lo comprobaría, sólo alzó los hombros y también salió al campo.

Definitivamente lo había comprobado y había sido más rápido de lo que él hubiese querido, porque ahora, estando por primera vez en el campo, en la posición que le correspondía y en un juego verdadero y no solo entrenamiento comprendió, con el primer placaje que le hicieron, que había actuado por impulso, no por el cómo había sido la jugada, no porque Cedric había llegado de manera apresurada a levantarlo ni tampoco cuando lo felicitaron por no haber soltado el balón y que con eso aún tenían dos jugadas, no, lo hizo por el impacto, porque eso reacomodo sus ideas y había comprendido, a su pesar, que iba a tener otra cita ese día y con otro chico. Se sintió llorar internamente.

- ¡Bien hecho Harry! - le felicitó Krum mientras le ayudaba a ponerse de pie, presionándole también para que volviese a su posición, -conseguirás avanzar más yardas en el próximo intento.

Sólo pudo asentir, volviendo a la jugada, dejando o más bien obligándose de nuevo a mantener la mente alejada de todo lo que había pasado y sólo centrarse en correr, igual que lo había hecho en ocasiones anteriores, hasta conseguir la anotación.

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Hubo festejos, porque si, los hubo, fueron varios y demasiado ruidosos, si, habían ganado, con una patada, sólo tres puntos por encima del otro equipo y se sentía maravilloso porque habían ganado y aunque ahora todo eran gritos y palmadas de trabajo bien hecho no pudo evitar dirigir su mirada a las gradas, vio a Hermione y Ron que también festejaban, de forma más civilizada pensó, sonriéndole cuando captaron que los veía, vio a Ginny también a un lado de Ron que también le saluda con una enorme sonrisa, misma que tuvo que admitir le había gustado, también sorprendido un poco posiblemente a que no estaba acostumbrado a verla tan expresiva, a su lado vio a Luna que aunque despistada se percató que mandaba un saludo vago. Cambio la dirección de su mirada hacía un poco más arriba, viendo a sus padres, a unos James y Sirius que seguían gritando por la anotación que había hecho o seguramente eso era lo que le iban a decir, a Lily y a Remus que sólo podían reír un poco, a veces pensaba que les causaban algo de pena ajena pero no vio a su primo, no porque quisiera verlo si no porque no pensaba que lo hubieran dejado en casa solo y también estaba el hecho que quería echarle un poquito en cara que era un buen jugador algo que el otro no era todavía, quería inflar un poco su ego.

Cuando volvió a cambiar el rumbo de su mirada fue ahora hacía más abajo en las gradas, viendo una cabeza rubia, con la cual había pasado esa tarde, rodeado, ¿cómo no? De las serpientes, ellos más tranquilos que el resto comentaban algo o al menos eso se veía, también cerca de ellos vio a las animadoras que cuando algunas se percataron de que tenían su atención fruncieron el ceño y le dieron la espalda, no le dio importancia, porque en ese momento alguien le rodeaba de nuevo el hombro para acercarlo de nuevo al grupo y dar un último grito, sólo se dejó hacer, dándole la espalda al público, estando listo para poder irse a las regaderas, revisar si tenía algunos golpes graves, porque los placajes habían sido algo intensos, pedirle a su madre que lo ayudara a excusarse con Cedric porque por ese día ya había tenido demasiada carga emocional y física y llegar por fin a casa y descansar.

-¡Potter! - ese grito hizo que se girará de forma rápida, conocía la voz y estaba demasiado cerca para su gusto y aunque quiso llevar a cabo el primer paso de su supervivencia que era el de nunca quedarse quieto no pudo hacerlo, porque el cuerpo de Dudley acababa de caerle encima, tacleándolo y comenzando a repartir golpes por los sitios donde la protección del uniforme no le cubría demasiado.

Estaba tratando de defenderse, el casco había ido a parar a unos cuantos centímetros de él, pero si apartaba los brazos del rostro sabía que ahí iban a parar todos los golpes, escuchó ruido, demasiado ruido de nuevo, de pronto manos que lo levantaban, manos que quitaban a Dudley de encima de él, los lentes habían quedado de lado también, pero pudo verlo, pudo distinguir a su odioso primo frente a él y no se detuvo a pensar, sólo lo hizo.

Golpeo a Dudley, un golpe en el que liberó toda la ira que se había acumulado en el paso de la noche, de apenas un día, por eso fue que se lanzó contra él de nuevo, evitando los brazos que iban a tratar de detenerlo, haciendo que ahora las posiciones cambiaran y ahora fuera Dursley quien estuviese abajo recibiendo todo el rencor que el pelinegro había guardado por tantos años.

Simplemente había explotado.

Todo se detuvo o más bien lo obligaron a detenerse cuando Cedric pudo separarlo, cuando Krum se puso entre ellos y Dudley quien habían vuelto a sostener entre otros dos chicos, alguien le pasó sus lentes, no supo quien, pero cuando los tuvo vio a su madre acercarse a él no pudo describir si la expresión que la mujer tenía era de enfado o preocupación quizá un poco de ambos, también vio a su padre, a Sirius y a Remus tratando de calmar los aires pesados que había en el lugar. Pudo escuchar reclamos que a él le parecieron gritos mientras todavía trataba de soltarse, pero también, vio que alguien más se acercaba, a paso más tranquilo, aunque lo más probable era debido a que al ver la situación controlada había aminorado el paso, Draco Malfoy estaba llegando con él, seguido de Crabbe y Goyle, al parecer nunca lo dejaban solo.

- ¡Harry!, ¡¿qué estabas pensando?!- riñó la mujer esperando a que quienes lo sujetaban lo soltaran.

-Nada- porque eso era, no había pensado en nada cuando lo hizo, solo fue impulsivo, tal como lo había sido cuando aceptó la invitación de Cedric.

-Perdón señora Potter- habló tocando de forma sutil el brazo de la mujer, -todos necesitamos calmarnos un poco y creo que, su esposo necesita ayuda con el otro chico- dijo el rubio señalando a Dudley que aún forcejeaba, -deje que calmemos un poco a Harry para que puedan retirarse, necesita de eso si quiere charlar mejor con él- pidió haciendo uso de toda la aristocracia que le habían enseñado sus padres.

La mujer lo observó, reconociendo de cierta forma los rasgos, asintiendo de manera muy forzada porque sabía que el chico tenía razón, tenían que calmar a Dudley.

Cuando su madre se apartó dirigió su mirada, aún colérica hacía Malfoy, olvidando por un momento que Cedric estaba justo delante de él. - ¿Qué es lo que planeas Malfoy?- escuchó que el mayor le preguntaba al recién llegado, mostrando un claro gesto de desprecio.

-Al parecer Diggory, hacer tu trabajo, ¿cómo es que eres capitán si no puedes cuidar de tus jugadores? - comentó con el mismo desprecio con el que se le había hablado, llevando ahora su atención al pelinegro. -Vaya espectáculo que has dado Potter- dijo ahora con un ligero toque de burla, procurando mantener una distancia prudente con el chico, -pero sabes algo, apuesto a que a tu primo le irá peor, después de todo- había dirigido su mirada al aludido un segundo para después dirigirla de nuevo a Harry, -se ha metido contigo y eso conlleva ciertas consecuencias. - Terminó de decir con una sonrisa ladina.

No podía decir nada, no podía decir mucho en realidad, aunque supuso que los chicos lo soltaban por el impacto que las palabras de Malfoy habían causado en él, ni siquiera podía pensar en una posible buena respuesta.

-Por cierto, Potter, al parecer vas a deberme otro favor- y sin decir nada más comenzó a alejarse dejando que la verdad de esas palabras cayese de golpe en el chico.

-Harry- llamó Diggory aun viendo por segundos a Malfoy.

-Estoy jodido.

Y si, lo estaba.

De nuevo.

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Bonus:

O de cuando Harry estaba enamorado de Remus Lupin

Harry entendía que los adultos hablaban mucho acerca del amor, escuchaba que sus padres se lo decían y escuchaba a su padrino decírselo a su esposo, así que él podía jactarse de entenderlo bien, por eso cuando le preguntaban a quien quería siempre decía que a su mamá y a su papá y lo seguiría diciendo siempre, pero cuando tuvo los seis años recién cumplidos alguien más se había sumado a su lista quitando de su puesto a Sirius como la tercera persona a la que más quería.

Harry siempre pasaba tiempo con su padrino, acostumbraba a quedarse con él los fines de semana, a pesar de los reclamos que James le daba sobre preferirlo a él que a su propio padre, pero también era algo que no estaba tan lejos de la realidad, porque si prefería pasar tiempo en casa de Sirius pero no precisamente por Sirius, si no por el tío Remus, porque siempre le contaba historias, siempre jugaba con él y siempre, siempre tenía chocolate para regalarle, por eso cuando llegaba era al primer en abrazar, no a Sirius que con el paso de esos fines de semana se dio cuenta que estaba siendo desplazado.

- ¡Harry! - siempre saludaba de forma muy animada, pero en esas ocasiones sentía que necesitaba más para poder darse a notar, puesto que su ahijado, su querido ahijado le estaba robando a su lindo Remus, a su muy cariñoso y tierno Remus y no podía permitirlo.

-Padrino- siempre saludaba de vuelta, claro que menos efusivo que con el castaño, a él siempre lo abrazaba y le veía con ese brillo singular en los ojos.

-Cachorro, ¿quieres comer algo?

-Si, tío Remus.

Con esa simple pregunta el padrino Sirius quedaba de lado, porque Harry siempre tomaba de la mano al otro, lo seguía de un lado a otro de la casa, estaba pegado a él y lo abrazaba a cada oportunidad que le daba, siempre se sentaba en su regazo cuando le contaba historias y no fue hasta después de tres meses que los celos de James y de Sirius se hicieron presentes, también un poco los de Lily, el momento que lo detono todo fue cuando Harry pidió que fuese Remus quien lo recogiera de la escuela, que lo llevara a su casa y que comiera con él o en caso de no poder que fuese con Lily a casa para comer y estar con él toda la tarde.

-Remus traidor- dijo James cuando llegó a su hogar esa tarde esperando encontrarse con su animado pequeño para poder abrazarlo y cargarlo, pero se encontró con que estaba, de nuevo, abrazado de Remus quien le estaba dando un pedazo de chocolate.

- ¿y eso por qué James? - preguntó con una sonrisa en su rostro ya sabía porque, incluso Sirius se había puesto demasiado meloso esos días a causa de la situación y, no iba a negarlo, estaba sacando provecho de ello.

-Me estás robando a mi hijo.

-Cariño, exageras, a Harry sólo le gusta pasar tiempo con Moony.

-Me lo está robando Lily, lo está engatusando con chocolate, es lo que hace, cuando menos lo esperes se llevara a Harry y dejara a Sirius- habló en un tono dramático dejándose caer en el sillón frente al susodicho.

-Si, es mi plan malvado ¿verdad cachorro? - preguntó divertido a Harry que sólo reía.

-Si, me iré a vivir con el tío Remus.

-Y también con tu padrino- completó la mujer quien sólo recibió una negación por parte del infante.

-No, el padrino Sirius se vendrá a vivir aquí y yo viviré solo con el tío Remus. - esa expresión causó una leve risa en todos los presentes, porque era algo tierno incluso, pero nada preocupante.

Y no lo fue, dos fines de semana después Harry se negó a ir a la casa Black, alegando que su padrino era un hombre malvado y que no quería ir a visitarlo. Eso supuso un cambio muy notorio y algo de preocupación en los mayores. Después se supo que Sirius había roto el pequeño corazón del entonces Harry al, en un momento de tío y sobrino, acercarse a besar a su esposo con una pasión desbordante, mirando después a Harry diciéndole mientras abrazaba al castaño por los hombros que el hombre era suyo y nada más.

Después de eso Harry ya no lo llamó padrino, era Sirius a secas, porque no iba a ser el único que iba a perder en esa guerra.