Capítulo V
Protección
O de cuando Harry se vengó de Sirius nueve años después.
Si había pensado que lo peor ya había pasado supo que no podría estar más equivocado, porque justo en ese momento estaba sintiendo el ambiente realmente pesado y eso que apenas iban en el auto, sus padres habían decidido, muy sabiamente a su parecer que fuesen en autos separados, entiéndase que él iba con Sirius y Remus mientras que Dudley iba con sus padres y aunque en el momento en que habían decidido eso había querido reclamar de dicha decisión, la parte de su mente que aún era bastante sensata decidió quedarse callado, más al ver a su padre con esa expresión y el tono de voz que solía utilizar con sus trabajadores o con él cuando hacía algo estúpido, como en ese momento. Aunque eso no evitaba que aún fuese medio refunfuñando en el asiento trasero del auto de los mayores, porque incluso Remus y Sirius estaban enojados con él, igual lo había esperado un poco de Remus, ¡pero Sirius!, ahora entendía a su padre, eso había sido completa traición, misma que también dejó de importarle al momento de llegar al Valle de Godric, muchas imágenes ya se habían planteado en su cabeza y ninguna era mejor que la anterior, porque en todas y cada una de ellas se veía castigado, también ya podía imaginarse el regaño que su padre le daría y de sólo imaginar todo eso se sentía tan injusto todo. ¡Él sólo se había defendido!, de no haberlo hecho habría recibido más golpes y posiblemente no sólo su mejilla tuviera un moretón, podría incluso haber terminado con la nariz rota y eso sin contar en si no tenía ya algún otro moretón en los costados o algo.
Cuando el auto se detuvo tuvo que suspirar, observando a la puerta de su casa, viendo como su padre se quedaba en espera de que Dudley entrara, siguiéndolo mientras su madre se quedaba esperándolo a él.
-Cachorro- escuchó que le llamaba el castaño, al menos era buena señal, no estaban tan enojados como lo pensaba. -No puedo decirte que estoy orgulloso de lo que hiciste, porque no lo estoy, sabes que no soy partidario de eso, pero...
-Pero fue bueno que te defendieras- cortó Sirius girándose también a verlo con una sonrisa apenas notable, -James lo sabe y Lily también, quizá te regañen, pero, no estamos del todo en desacuerdo contigo, así que puedes bajar tranquilo, nosotros no estamos enojados.
Eso, escuchar esas simples palabras, esas cuatro palabras le hicieron que se relajara al menos contaba con el apoyo de esos dos y ya era algo muy bueno a su favor, -Gracias Moony, Sirius. - y con eso último bajó del auto, despidiéndose de los otros dos antes de entrar a casa al igual que lo hizo su madre.
Para cuando estuvieron dentro de lo primero que se percato fue de que seguramente tenía que dirigirse a la sala, así que no queriendo alargar más todo ese asunto fue hacia el sitio, notando que su madre le seguía con la mirada al momento que quedaba en uno de los sillones, porque no tenía ninguna intención de quedarse junto a Dudley y comenzar otra pelea.
El silencio que se acomodó en el lugar no pudo hacer que se relajara, al contrario sólo le estaba ocasionando que su cuerpo se pusiese más y más tenso y nuevamente la ansiedad que al parecer quería empezar a atacarlo desde la mañana surgía de nuevo con más fuerza, estaba comenzando a pensar en cuál sería su mejor defensa, que podría decir para salir bien parado de todo eso, para que su madre no le llamara "animal impulsivo" o algo por el estilo, pero incluso ese pensamiento aunque en ocasiones lograba tranquilizarlo ahora sólo hizo que se preocupara más, ¿qué tan enfadados iban a estar con él?, ¿le atribuirían toda la culpa?, por andar pensando en todos los posibles escenarios no recordó que si sus padres podían ser estrictos al menos no eran injustos, pero no tuvo tiempo para que esa resolución apareciese en su cabeza porque el suspiro de James y verlo de pie en medio de la sala ocasionó que despejara su mente y esperara lo peor.
- ¡¿Se puede saber en que estaban pensando ustedes dos?!- gritó, porque seguía enfadado, estaba molesto y aunque sabía que todo ese sentimiento estaba dirigido a uno sólo de los chicos tenía que al menos aparentar que era para ambos. - ¡¿Por qué razón fuiste así en contra de Harry, Dudley?!
-Es bastante obvio- contestó el chico cruzado de brazos retando al mayor en ese momento, -creí que estaba claro que no soporto verlo, mucho menos estar viviendo con él.
-Claro, como no puedes hacer nada en la escuela prefieres hacerlo frente a todos, como un idiota- refunfuñó el aludido cruzándose también de brazos, mordiéndose los labios para no decir nada más al ver que su padre ahora le veía a él.
- ¡¿Y tú?!, ¡ya los habían separado, no había razón para golpearle de nuevo!
- ¡¿Qué?!, ¡Él es quien me ataca y ¿ahora me regañas a mí?!- preguntó indignado, lo dicho, sabía que todo iba a ser una injusticia.
Suspiró de nuevo, tomando aire para retomar el control mismo que sabía no iba a poder contener por mucho tiempo. -Harry James Potter.
Nombre completo, mala señal, muy mala señal y Harry lo sabía.
-Si, te defendiste, pero eso no explica que hayas iniciado de nuevo la pelea- bufó su padre observándole mientras entrecerraba los ojos, -y tú- dijo viendo ahora al otro chico, - ¿no te dije que tenías que comportarte?, ¿no quedó claro que papel tienes tú en esta casa?, ¡Sabías perfectamente que el golpear a Harry es algo que no íbamos a tolerar!
- ¡Como si me importara! - gritó de vuelta poniéndose de pie para encarar al mayor. - ¡Yo no quiero estar aquí con todo un grupo de fenómenos que no saben del buen trato y de...
Nadie la vio moverse, los tres estaban enfrascados en lo que parecía convertirse poco a poco en una competición de gritos, pero la bofetada que en ese momento Lily le dio a su sobrino hizo que dos de los tres presentes se quedaran callados.
-Basta- dijo con voz firme, observando al chico, estudiándolo.
- ¡¿Cómo es que te atreves siquiera a...
-Me atrevo porque es mi casa, tú eres un invitado y nada más. -Se mostraba seria, incluso severa, con esa imagen Harry recordó que su madre podía dar más miedo estando enfadada que su padre. -Se te aclaró la situación, James lo hizo en la mañana y yo lo hice cuando fuimos a recogerte, no mereces un buen trato, no cuando te comportas de esa manera, pero yo quiero dártelo porque sé que no es del todo culpa tuya, no quieres estar aquí y mi esposo e hijo tampoco lo quieren, pero vas a estarlo y mientras estés aquí tendrás que apegarte a nuestras reglas y si con todo eso sigues estando en desacuerdo la puerta es muy grande y bien sabes que sólo bastará una llamada al trabajador social para que te vayas de aquí- cuando dijo eso incluso señaló la puerta de su hogar, -Dudley Dursley, tienes una oportunidad más, tendrás que compórtate, ganarte los privilegios por tus méritos y si vuelvo a saber que pones un solo dedo en Harry te olvidarás de todo esto, te irás de aquí y no me importara a que sitios vas a ir a parar, ¿ha quedado claro?
Se quedó callado un momento, aún con una mano en la mejilla afectada por el golpe de la mujer, observándola con odio, quería a su madre, ella nunca le habría tratado así, no lo merecía, -que te...
-No te equivoques Dudley, mi esposo puede ser peligroso enojado, pero conoces bien a tu madre, es mi hermana y sabes que tanto ella como yo somos capaces de hacer cualquier cosa por nuestros hijos y para mala suerte tuya tú no eres el mío, así que preguntaré de nuevo, ¿ha quedado claro?
Una vez más guardó silencio, ese era un punto, aún recordaba todo lo que su madre había hecho por él, así que si, lo sabía perfectamente por lo que, aunque no quería darles el gusto terminó por asentir manteniendo la mandíbula tensa y la respiración descontrolada.
-Una respuesta verbal Dudley, no retes más a tu suerte.
-Quedó claro- dijo entre dientes, forzándose a contestar y a mantener algo de la poca compostura que le quedaba.
-Bien, entonces subirás a tu habitación, te darás una ducha y después bajarás a cenar, tratando de mantener el aura de tranquilidad de esta casa lo mejor posible. -Dijo irguiéndose todo lo que pudo, poniendo las manos en sus caderas, -y te disculparás con Harry.
-No, eso no voy a hacerlo- se quejó de vuelta, bajando por fin las manos observando al más bajo.
-Tienes que hacerlo- repitió con su voz firme.
-Qué él lo haga primero entonces- exigió señalando al pelinegro- hizo que dos chicos me siguieran todo el día en clases, me estuvieron hostigando- se quejó sintiendo de pronto esa satisfacción tan conocida para él de cuando delataba a alguien.
- ¡No es verdad!
- ¡Claro que lo es!, ¡estuvieron tras de mí todo el maldito día sin dejarme respirar tranquilo!
- ¡Estás mintiendo!
- ¡Basta! - gritó de nuevo el mayor deteniendo una vez más los gritos, -Dudley, ya oíste a tu tía ve a tu habitación. –sentenció señalando ahora las escaleras.
Bufó de nuevo, no había obtenido lo que quería al menos no al completo, pero tuvo que aceptar, sabía que lo más sensato que podía hacer era eso, aunque una vez más dirigió su mirada al más chico, teniendo en la punta de la lengua el poder insultarlo una vez más.
-Ni siquiera lo pienses.
Aunque al escuchar una vez más a Lily vio que no era la oportunidad perfecta, lo haría después, porque no iba a quedarse con ese "que te den Potter" en la boca ni en su persona. Así que con notable enfado subió las escaleras, cerrando de un portazo la puerta de su habitación.
Cuando el chico desapareció el ambiente tenso se relajó un poco, aunque Harry no pudo respirar del todo aliviado, porque de inmediato sintió la mirada de sus padres sobre él, ahora iba a tener que enfrentarlos solo y eso no siempre resultaba bien.
-Entonces Harry, ¿qué tienes que decir en tu defensa? - preguntó James cruzando los brazos, viendo ahora a quien si era su hijo.
-Solo me defendí- comenzó a decir en todo bajo, evitando ver a los otros dos.
-La primera vez- se quejó su madre.
- ¿Y la segunda? - preguntó ahora el hombre.
-... Estaba enfadado- comenzó a explicar, olvidando por completo las excusas que ya había planeado en su cabeza, -¡me atacó por la espalda!- se quejó de nuevo, viendo ahora a la mujer buscando con eso tratar de obtener algo de comprensión, comenzando a sentirse desesperado al no ver ningún rastro de eso -sólo quería terminar el partido, pedirte ayuda para zafarme de una cita que ni siquiera quería tener con el capitán y de repente ya estaba en el suelo con Dudley encima golpeándome, ¡estaba enfadado!, todo el día tuve que estar escapando porque sabía que en cualquier momento iba a ir sobre de mí y quien sabe, igual y me hubiese metido en el casillero como normalmente lo hacía y antes podía sentirme seguro en casa pero ahora él también está aquí, pero ahora lo que importa es que soy yo quien está siendo regañado por sólo haberme defendido- terminó de decir con la respiración acelerada, notando que si había sentido bastante desesperación por toda la situación en la que estaba en ese momento, olvidando ya lo que recién acababa de decir, incluso pensó que no iba a reaccionar a lo que le dijeran, pero cuando sintió la mano de su madre en su hombro se tensó.
-Harry- su voz ya se oía tranquila, incluso con algo de dulzura, y aunque quería regañar a su hijo, bueno más bien sabía que tenía que hacerlo sólo pudo abrazarlo, dándole caricias en la espalda para poder calmarlo, -entiendo que estuvieses enfadado, pero eso no significa que puedas golpear a alguien de esa manera, él te atacó por la espalda, pero tú lo atacaste cuando lo estaban sujetando.
-No importa eso- dijo ahora James sentándose a un lado del chico, -el que te hayas defendido está bien Harry- habló con un tono de voz también más tranquilo, -pero, oye, ¿mandar a dos chicos detrás de él para que no se acerque?, no sabía que podías controlar así a tus compañeros.
Cuando escuchó eso se separó de su madre un momento, pensando en ese dato que se le había pasado, él no había mandado a nadie y por un momento iba a decir que no sabía de qué hablaba Dudley hasta que pensó en alguien que si lo haría y no pudo evitar sentir que se sonrojaba un poco, -no fui yo...- dijo en voz queda llamando la atención de los otros dos, su madre ya se había sentado a su otro lado, dejándolo en medio de James y ella.
- ¿Entonces? - preguntó curioso su padre, había otra pregunta que estaba rondando su cabeza, pero primero quería aclarar ese punto.
-... Fue Malfoy- dijo atando cabos en su mente, -seguramente hizo que Crabbe y Goyle le siguieran para que no se acercara tanto.
-Espera, espera- lo detuvo Lily, a él y a James, - ¿Malfoy?, ¿un Malfoy protegiendo a un Potter?, nunca pensé escuchar eso.
- ¡Malfoy!- gritó James cubriendo sus ojos con la palma de su mano al momento que echaba la cabeza hacia atrás, -ya está, todo oficialmente está perdido, no sólo por el hecho de que al parecer mi hijo iba a tener una cita con el capitán de su equipo, si no que ahora un Malfoy lo está defendiendo... tú sí que no comprendiste la misión de los merodeadores ¿no?
Lily y Harry rodaron los ojos al escuchar ese drama del otro, -al menos puedo estar segura que no serás tan "merodeador" como tu padre o Sirius.
-Claro...- dijo ya más tranquilo, aún estaba incómodo por todo, pero ya no se gritaban, esa era una ventaja, pero la idea de preguntar que iba a pasar con él, si estaba castigado o no seguía en su cabeza.
-Bueno Harry, también sería bueno que te fueras a dar un baño y... tendré que ir por alguna pomada o algo para poder ponerte en ese golpe, te va a quedar marca por algunos días. -explicó pasando sus dedos de forma cuidadosa por el golpe.
-Entonces... ¿no estoy castigado? - preguntó un poco dubitativo, no se creía que hubiese salido bien parado de todo eso.
-Ah sí, el castigo- dijo de pronto James, recordando que habían estado en medio de un regaño, -cierto, cierto, Lily, ¿tú crees que pasar el fin de semana con Moony y Sirius sea suficiente castigo? - preguntó viendo ahora a su mujer con una pequeña sonrisa.
-Si, creo que es buen castigo- comentó ella al parecer maravillada con la idea.
- ¿Qué? - sí, en definitiva, no pensaba salir bien librado de todo eso.
-Cariño, sólo ha sido un día y ya estás completamente estresado y ansioso- empezó a explicar su madre, -quizá, pasar el fin de semana con ellos pueda ayudar a relajarte un poco, también vamos a tener que lidiar con Dudley y, podría ser mejor si lo hacemos solos.
Seguía tratando de comprender esa situación, no lo entendía, pero tampoco se quejaba por lo que solo asintió, -de acuerdo- dijo por fin aun dejando notar lo sorprendido que estaba. -Entonces... iré a bañarme- dijo poniéndose de pie, la experiencia le había dicho que era mejor hacerlo lo más rápido posible antes de que cambiaran de opinión.
-Si cariño, subiré después para ponerte algo en ese golpe.
Asintió una vez más para comenzar a caminar a las escaleras escuchando una vez más a su padre.
-Harry, antes quiero preguntarte algo...- dijo levantándose también, observado al chico, - ¿eres gay?
Sintió de nuevo que su rostro se enrojecía, la pregunta no la esperaba, no tan directa al menos, - ¡papá! - gritó subiendo por fin las escaleras, dejando a una Lily con una risa medio ahogada y a James exigiendo una respuesta y algo que de nuevo involucraba el apellido Malfoy.
-Bueno- empezó a decir la mujer cuando estuvieron solos de nuevo. -Nos dijeron que no iba a ser fácil.
-No, pero tampoco pensé que iba a tener a mi hijo estresado y medio paranoico.
-Tu idea de mandarlo con Sirius y Moony ha sido bastante buena.
-Necesita relajarse un poco... también servirá para arruinarle un poco el fin de semana a Sirius, estuvo riéndose de mí todo el día por el hecho de que su sobrino está interesado en Harry.
-Y yo que creí que ya habías madurado con eso Potter.
-Bueno Evans, fue eso lo que hizo que terminarás enamorada de mí.
-No, en definitiva, no fue eso- contestó con una sonrisa.
-Sabes que si lo fue.
-Bueno, quizá un poco- concluyó dándole un beso corto al otro para después subir, tenía que buscar lo que iba a ponerle a Harry para quitarle un poco el dolor.
-Un mucho. -Completó el otro subiendo también. Un poco de risas le caería bien a todos.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
Cuando Harry se despertó esa mañana olvidó por completo todo el trato al cual había llegado con sus padres, aunque regresó a su memoria al sentir la punzada de dolor en su mejilla, recordaba haber vuelto a escuchar algunos gritos, mismo a los que decidió no prestar completa atención porque justo en ese momento se escuchaban de nuevo, proviniendo de la cocina, supuso que su madre había obligado a Dudley a ayudarle en preparar el desayuno, tarea que él hacía sin poner muchas quejas, pero bueno, los Dursley y los Potter eran muy distintos.
Cuando pudo desperezarse y quedar más despierto que dormido se puso de pie yendo a mojarse un poco la cara, la pomada había ayudado a que no se inflamara su mejilla, pero el color rojo estaba pasando a ser un tinte de morado, esperaba que al menos no se notase tanto cuando volviese a la escuela porque de no ser así presentía que iba a tener que enfrentar muchas reacciones por parte de sus acosadores, aunque de unos más que de otros.
Se cambio tomando el pantalón de mezclilla que quedaba más cerca de su cama, la primera playera que vio y la sudadera que había usado apenas el día anterior, no tenía ganas de ponerse algo mejor pensado, tomo su mochila guardando los cambios de ropa justos para pasar el fin de semana con Sirius y Moony, al menos estaría más tranquilo y también podría charlar un poco con los dos, o al menos iba a tener que soportar las burlas de su padrino pero también iba a escuchar los buenos consejos del castaño y era eso lo que buscaba en realidad. Por ello cuando bajó por fin con mochila en mano a la cocina no se molestó en tomarle atención a su primo que seguía maldiciendo a los involucrados en la escena, sólo tomo un desayuno rápido y espero a que su padre terminara, al menos para que lo llevase a la casa de los Black.
Cuando estuvo en el lugar donde iba a pasar todo un fin de semana se sintió notablemente más tranquilo, ya no tenía que escuchar los gritos de Dudley ni los de su padre y aunque podía llegar a sentirse mal por el hecho de dejarlos por esos días supuso también que necesitaba preocuparse por él o de lo contrario no iba a poder ayudarlos como lo quisiera, por eso se despidió de James de forma rápida, diciéndole que si necesitaban apoyo de alguna manera siempre iba a poder mandarle un mensaje al celular que estaría al pendiente por si sucedía algo, gesto que el mayor agradeció para dejarlo por fin cuando la puerta se abrió y vio a un sonriente Remus esperándolo.
-Hey cachorro, ¿todo bien con tus padres? - preguntó cuando vio al menor acercarse a él con el tan conocido abrazo que siempre usaba para saludarlo.
-Ya, ya, no queremos empezar una nueva pelea por Moony, ¿o sí? - preguntó una voz detrás de ellos, notando a Sirius quien sonreía también, mostrando que al menos se encontraba con el humor suficiente para poder tomarse eso con todo el humor posible.
-Sirius- saludó en cambio sin separarse aún de Remus, después de todo la situación era algo complicada y porque no, era realmente su momento de poder vengarse de lo que Sirius le hizo hace unos años, una venganza perfecta.
-Que frialdad para con tu padrino muchacho- se quejó con una risa de por medio acercándose a él para poner una mano sobre su hombro. - ¿todo bien en casa?
-Si, ¿por qué? - preguntó viendo a Remus de nuevo.
-Bueno, Lily nos llamó anoche preguntando si podías pasar el fin de semana en casa, no es que no nos guste tenerte aquí, pero pedirlo después de que seguramente experimentaste una guerra en casa nos preocupa un poco.
Negó de forma suave sin apartarse del castaño, -ellos pensaron que era mejor que pasara el fin de semana aquí, para relajarme un poco y ellos pudieran lidiar con Dudley sin problema.
-Ese chico sí que les da muchos problemas entonces- opinó Remus soltándose un poco de Harry, sólo para rodearle los hombros, -vayamos a la sala y nos cuentas que pasó anoche.
Asintió dejándose guiar a la sala, quedando sentado en uno de los sillones junto a Moony, tenía toda la intención de separarse de él sólo para lo estrictamente necesario, necesitaba una distracción y que mejor que esa.
- ¿Entonces? - preguntó Sirius quedando sentado al otro lado del chico, -ayer antes de que nos fuéramos escuchamos un grito de James y es realmente raro escucharlo así, al menos fuera del trabajo.
Alzó los hombros buscando quitarle importancia al asunto, -empezó a gritarle a Dudley, creí que también iban a tomarse las cosas más enserio conmigo, pero en realidad papá estaba enfadado con él y... bueno, después de los gritos fue mamá quien tuvo que entrar en la conversación.
-Supongo que la situación se calmó pronto entonces. - continuó el pelinegro centrándose sólo en su ahijado y nada más, no en la forma que aún parecía querer estar pegado a SU Moony.
- ¿No has visto a mamá enojada? - preguntó sorprendido un poco, -da más miedo que papá. Ella puso orden porque seguramente papá iba a seguir gritando, terminó por amenazar a Dudley y mandarlo a su habitación, después siguieron conmigo y... tuve que contarles lo que paso.
- ¿Y qué fue lo que pasó cachorro?
-Cuando acabara el partido, yo... ammm... iba a pedirle ayuda a mamá para evitar una cita que sin querer acepté.
- ¿Una cita? - preguntó interesado Sirius, había oído de todos sus pretendientes, pero hasta la fecha ninguno le había pedido salir y eso era un dato que necesitaba saber si o si, - ¿con quién?
-... el capitán del equipo.
-Oh- el primero en decir algo fue el castaño, no esperaba que el chico estuviese interesado en los atletas o en los chicos, aunque claro, no tenía ninguna queja y tampoco podía quejarse, después de todo él estaba casado con una especie de "rebelde sin causa" o al menos esa era la forma en que casi siempre se definía su marido. - ¿Te gustan atléticos?
-Espera, espera, ¿y qué pasó con el niño Malfoy?
- ¿Malfoy?, ¿también te gusta el niño de los Malfoy?
-No me gusta ninguno, ¿sí?, - siguió negándose, no estaba listo del todo para admitir la aparente atracción que si sentía por alguno de los acosadores frente a alguno de los adultos que había en su vida - Cedric me invitó en un momento de crisis y por impulso le dije que sí.
-Y el chico Malfoy fue a revisar que estuvieses bien después de la pelea, o si, recuerda que estaba con James y los dos lo vimos, es obvio que le gustas a esa serpiente- se burló Sirius. -Aunque pobre de ellos, es bastante obvio que prefieres a una chica, no creo que haya mucho valor tuyo como para estar con un chico.
- ¿Me llamas cobarde Sirius?
- ¿Has besado a algún chico?, ¿has dado siquiera tu primer beso Harry? - Preguntó riéndose ya por la respuesta, porque sabía que no lo había hecho, conocía bien la vida amorosa de su ahijado y fuera del enamoramiento que tuvo hacia Remus no había hecho nada con nadie.
-Sirius- llamó en un tono serio el otro, sabía lo que quería hacerle al chico, quería provocarlo, tener otra de esas peleas que siempre habían tenido, -no deberías de molestar a Harry de esa forma- comentó cerrando un momento los ojos, llevando dos de sus dedos al puente de su nariz para apretarlo, no llevaban ni una hora juntos y ya comenzaban con esas cosas. -No está en una especie de carrera por...- pero si, ahora un roce muy delicado de labios le había interrumpido, incluso había olvidado que estaba por decir algo porque abrió los ojos con sorpresa, viendo como Harry ahora volvía a su lugar, volviendo a marcar la distancia, imaginándose por el rostro de Sirius frente a él, que se estaba burlando de su padrino.
-Bueno, ya di mi primer beso y he besado a un chico, así que supongo que puedo salir con cualquiera. - dijo con una sonrisa poniéndose de pie. – Iré a acomodar mis cosas.
Y así como si nada se fue, sin importarle que el castaño estaba sorprendido por eso con una risa baja también y con un Sirius Black gritándole por el nombre completo, al fin había obtenido su venganza.
- ¡Harry James Potter Evans!
-Bueno, te lo tienes merecido- dijo Remus relajándose más en el sillón, aún con una risa baja, -te hizo algo similar a lo que tú hiciste cuando tenía seis años.
-Besó a mi esposo.
-Y tú a su amor platónico, han quedado igualados.
-Remus Lupin, no lo defiendas. - se quejó.
-No lo hago, sólo actuó bien. Supo manejar la situación y al menos ya no estará tan nervioso para cuando bese a alguno de sus pretendientes.
-Acosadores.
-Claro... acosadores.
