Hola chicos, sé que los he dejado un rato sin capítulo, pero justo cuando empezaba a pensar en como seguirlo, a mi novio le sucedió un accidente en la motocicleta, horrible, si, pero nada tan grave, al menos sin ninguna fractura (yeih!), y me toco hacer de enfermera, pero ya estoy de vuelta, también por lo mismo que pasó posiblemente no haya quedado tan largo como esperaba o tan claro, pero en el próximo prometo explicar lo que sucedió, porque tuve que hacer un salto de tiempo para dejarlo como un flashback. En fin, también voy a necesitar de su apoyo para algunas ideas, pero ya las verán al final del cap.
Disfruten la lectura.
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Capítulo XII
Castigos
O de cuando a Harry le propusieron pensar en uno
Había llegado de la nada, lo había odiado, porque estaba bien, estaba perfectamente bien, no había tenido quejas de nada, mucho menos algún indicio de que algo así iba a pasar.
No podía respirar.
No podía escuchar.
No se podía mover.
Hasta hace unos minutos atrás había estado disfrutando de la simple idea y acción de besar a Draco, había sido algo que al parecer había anhelado demasiado y no era del todo consciente de ello. Pero ahora, ahora estaba tratando de calmar el temblor en sus brazos. Sólo había llegado, así de la nada y mientras trataba de tomar todo el aire posible que sus pulmones le permitieran podía sentir una especie de martilleo dentro de su cabeza, lo que ocasionaba que solo el pitillo tan característico que se escuchaba en ocasiones fuera lo único que podía percibir.
Iba en el autobús, iba solo, había querido ir solo a pesar de que Draco se había ofrecido a acompañarlo, incluso dijo que su padre bien podía dar toda la vuelta que fuese necesaria para llevarlo a casa, pero él desistió.
¡Se había sentido bien!
Pero al parecer ese era el truco, uno que estaba comenzando a descubrir de la peor manera posible, porque podías estar bien, riendo, disfrutando de todas las sensaciones posibles, pero solo hacía falta un detalle, un golpe, una palabra, un ruido, una idea, un algo para poder desencadenar ese monstruo que se encontraba en tu espalda, esperando, esperando el momento adecuado para poder atacar, porque te quería vulnerable, te quería tranquilo y te quería de esa manera para poder obtener lo mejor de ti.
Trató de enforcar su mirada a la ventada, trató de ver algo más allá de simples manchas de colores, algo que le indicase donde estaba, algo que le ayudara a controlarse, pero no encontraba nada, nada servía, lo único que iba en aumento era la apremiante necesidad de llevar su mano a su pecho, tuvo que hacerlo, posiblemente cuando estuviese más tranquilo se daría cuenta de los rasguños que se había causado al tomar su playera de manera tan brusca, pero necesitaba aferrarse algo y estaba seguro, en algún lugar dentro de su mente y todo ese tumulto, que nadie iba a acercarse a ayudarlo, aunque su respiración fuese demasiado acelerada, aunque comenzara a sudar un poco o que su mano libre se aferrara a su mochila lo más fuerte posible.
Por eso ya no lo resistió, no supo dónde estaba, no iba a saberlo, pero se bajó del autobús, incluso no pudo esperar lo suficiente a que se detuviera por completo, o quizá sí lo hizo, no podía recordarlo, solo supo que tenía que correr.
Fue lo que hizo.
Corrió, no supo que dirección, no supo si cruzó las calles con cuidado, solo corrió, necesitaba correr, correr, solo correr, sus brazos se tensaban, la espalda también e incluso podía sentir el rechinido de los dientes, pero no podía calmarse, necesitaba movimiento, pero también necesitaba quedarse quieto, necesitaba contacto con alguien, pero también quería estar solo. Tuvo que obligarse a detenerse, le costó toda su energía posible, incluso puede que le haya costado algo más, las manos seguían en puños. No recordaba cuando había soltado su playera, cuando había ignorado el hecho de que no podía respirar, no recordaba nada de eso, ni siquiera cuanto tiempo había corrido o que direcciones había tomado, solo se había detenido, sintiéndose cansado de golpe, pero ya un poco más claro en sus ideas. Tuvo que poner parte de su peso en sus rodillas, inclinándose, respirando a bocanadas, todo el aire que pudiese, temblando, notando en ese momento los rastros de lágrimas, las pocas que aún salían y que él limpió con cierta rudeza.
- ¿Qué demonios pasos? - se preguntó quitándose de la mitad del camino, recargándose en el muro más cercano, aprovechando que había unas escaleras, era una especie de banco, al menos lo que su cansancio le dejaba ver. Un banco, un banco, no recordaba donde había uno. No sabía dónde estaba.
- ¿Qué carajos acaba de pasar? - se preguntó una vez más, sentándose en uno de los escalones, haciéndose un poco hacia atrás, dejando las manos a su espalda para poder recargarse, levantando el rostro, jadeando, también comenzó a ser consiente del sudor y del temblor de sus piernas. Se tomó cinco minutos, necesitaba calmarse, se sentía mareado, la cabeza atontada, no podía pensar bien todavía, por eso fue que hizo lo que hizo, por ello fue que tomo su celular y marcó el primer número que encontró, ni siquiera pudo leer bien el nombre, solo marcó esperando lo más paciente que se podía en ese momento. Y estuvo seguro de escuchar un hola del otro lado, o un Harry, no lo recordaba, tampoco le importaba mucho en ese momento, solo respiró y lo pidió. -Ven por mí... hay... hay un banco...- y podría ser a causa de como lo escuchó la persona al otro lado de la línea por lo que no le preguntaron nada más, solo detalles, un nombre – Gringotts – el cual esperaba haberlo dicho bien y colgó simplemente colgó, porque ya no podía ni sostener el teléfono cerca de su oreja, se sentía cansado. Eso había sido peor que su primer ataque.
Y sabía que no iba a ser el último.
Y eso era lo que le asustaba, tenía que admitirlo, porque de no poder controlarlos después sabía que podrían pasarle cosas peores, pero también no tenía energías para preocuparse por eso ni por algo más, simplemente se concentró en recomponerse y en esperar a la persona a la que había llamado, ni siquiera la duda de saber quién había sido llegaba a su cabeza y solo estaba medio al pendiente de quien podría llegar, una parte de él, demasiado pequeña pedía que hubiese llamado a Draco, otra estaba ya dándose por vencida y esperar pacientemente a que alguien llegara por él, incluso Sirius podría ser buena idea, aunque le terminara regañando. Y otra parte en su cabeza pedía que por favor hubiese llamado a Ron, era toda una apuesta en su cabeza, quien podría ser que llegara a ayudarlo, o a darle uno de los mayores regaños de su vida.
-¿Harry?, ¿Estás bien? - preguntó una voz frente a él no sabiendo ya si maldecir o agradecer por su presencia, porque no lo esperaba a él, o quizá sí, solo un poco.
-Hola Cedric - saludó viéndolo apenas un poco difuso, ni siquiera recordaba cómo había quedado con el chico, ¿había hablado con él?
-¿Te encuentras bien? - preguntó preocupado inclinándose un poco hacia él. - Te ves pálido.
-No tan bien como quisiera – dijo en un tono cansado, apenas en ese momento se había dado cuenta de cuanta presión había puesto en su mandíbula, había apretado demasiado los dientes y en ese momento también estaba llevando sus manos a su rostro para cubrirlo un poco, el bajón de energía seguía estando demasiado presente, necesitaba descansar un poco, un mucho o un algo, pero descansar.
- ¿Estás solo? - preguntó el mayor sentándose de forma lenta a su lado, observando al chico con toda la atención posible, intentando también de forma discreta y sutil el atraerlo hacia él, sintiéndose agradecido al ver que Harry solo se estaba dejando guiar, por ello fue que terminaron con el de lentes pegado a su costado y él abrazándolo de los hombros para mantenerlo cerca.
-Si – dijo sin inmutarse de la repentina cercanía, solo bajando de forma lenta sus manos –bueno, le marqué a alguien, pero no sé bien a quien. - Comentó girándose un poco para ver a Cedric, no le importaba en ese momento si le abrazaba o no.
- ¿No sabes a quién? - preguntó algo extrañado, ya incluso pensando en pedirle el teléfono al chico.
-La verdad es que no, fue solo un momento en que tomé el teléfono y marqué, no sé quién haya sido. - Dijo centrando ahora su atención a la calle, viendo los autos pasar, si reconocía alguno entonces podría decir que había hecho una buena decisión. -Espera, ¿no fue a ti a quien le marqué? - preguntó viendo de nuevo a Cedric, sintiendo que algo de la sorpresa le daba cierta cantidad de adrenalina para mantenerse despierto de nuevo.
-No Harry, vine aquí con mi padre - contestó sonriendo un momento, - ¿quieres que te llevemos a casa?, él aún sigue en el banco, yo solo salí a tomar algo de aire.
-Oh... eso sería de ayuda, pero... - comenzó a decir viendo una vez más a los autos pasar, - creo que tengo que esperar a que lleguen por mí.
- ¿Y por qué no ves el registro de llamadas?, así podrías saber quién se supone que tiene que venir por ti – dijo todavía procurando no dejar que el chico se le separara tanto.
-Es algo que podrías haber hecho desde el principio Potter, así me habría ahorrado esta vista - escuchó que dijo una voz de pronto demasiado molesta, lo que ocasionó que girara de golpe no sabiendo bien si debía sentirse aliviado o con algo de miedo. - O al menos no me habrías hecho venir de forma tan apresurada de saber que ya tenías compañía. Y yo que todavía le dije a mi padre que cambiara la dirección. - se quejó cruzando los brazos.
-Pansy - saludó a la chica, pensando en que era curioso como había sido a ella a la que le había marcado. - Así que fue a ti...
-No fue a mi Potter, fue a Blaise, vivimos cerca, así que nos vamos juntos. - Dijo extendiendo la mano para que el otro la tomara, - anda ya, seguramente Draco ya contactó a tu padrino y por lo que nos ha contado ha de estar a nada de salir disparado en su motocicleta. - comentó sintiendo como le tomaban la mano.
-Si, tienes razón - comentó Harry mientras se ponía de pie con ayuda de la chica, viendo nuevamente a Cedric. - Gracias. - dijo de manera escueta, incluso con una sonrisa para sentir como la chica le jalaba de nuevo.
-Vamos Harry, ¿qué pasó contigo? - le preguntó mientras le seguía guiando al auto, dejando que entrara primero al auto mientras ella observaba de manera fija a Cedric, no pensaba que hubiese hecho algo malo, pero era probable que hubiese tratado de aprovecharse de la situación al mejor estilo de un caballero.
-No lo sé - contestó una vez la chica estuvo sentada a un lado de él y el auto se ponía en movimiento, dándole un saludo corto con la mano a Blaise, - solo... tuve la necesidad de correr.
-Y corriste demasiado al parecer, estás demasiado lejos de tu rumbo - comentó Blaise que iba sentado al frente con el padre de Pansy, habían optado por esa opción al pensar que era la mejor que podían tomar.
-Lo supuse, ni siquiera podía recordar bien donde se encuentra el banco. - comentó relajándose un poco, sintiendo que al menos ya comenzaba a tener un mayor control sobre sí mismo.
-¿Tomaste algo Potter?, pareciera que no puedes controlarte del todo. - Comentó el chico observándole por ratos.
-Nada, solo me siento cansado, demasiado. - Y es que eso ocasionaba un ataque tan grande, venía de distintas formas pero a él le había tocado lidiar con el tener que escapar del lugar, con no sentirse encerrado, alejarse de todo y las energías de por si ya gastadas por el entrenamiento habían quedado demasiado reducidas.
-Definitivamente tú eres todo un caso.
-La historia de mi vida Pansy, la historia de mi vida.
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Casa de los Black
Apenas cruzó la puerta de la casa de los Black y ya estaba siendo cuestionado a más no poder, ya sabía que algo como eso le iba a pasar, decir que su padrino y su "tío" estaban siendo algo un poco sobreprotectores con él era poco, todo desde el ataque, pero los entendía.
-¿Dónde te habías metido? - y aunque la pregunta de Sirius había tratado de sonar tranquila y calmada podía sentir el tono tan brusco que iba implícito.
-No lo sé - dijo por fin, caminando a la sala para poder descansar un poco más, posiblemente era a causa de la montaña rusa de emociones que había estado teniendo a lo largo del día. - Sólo...
-Solo que Harry- preguntó Remus sentándose a su lado, sintiendo como el otro se acercaba para una especie de abrazo.
-Solo quise correr, empecé a sentirme desesperado... me faltaba el aire...
-Tuviste otro ataque - confirmó Sirius sentándose frente a ellos.
-Eso creo, pero... estaba bien, todo había estado bien.
-A veces solo aparecen Harry - comenzó a explicar Sirius. - De la nada, estás bien y empiezas a cuestionarte muchas cosas, a preocuparte por todo o a querer dejar todo y solo salir corriendo. - Lo decía por experiencia, porque él había hecho eso muchas veces en su motocicleta, había salido corriendo, sin destino, solo escapar de todo un poco.
-Es horrible. - Comentó haciendo el abrazo más fuerte a Remus quien solo le daba algunas caricias en la cabeza.
-Lo es cachorro, aún no sabes como lidiar con ellos, por eso te toman por sorpresa, pero veremos la forma de ayudarte con eso.
-Por ahora creo que lo mejor será que descanses un poco- dijo por fin Sirius, ni siquiera iba a comentar algo acerca de la cercanía que estaba teniendo con su marido, no era el momento, sabía de esa sensación, lo único que el chico iba a querer era dormir y no podía quitarle eso, aún con la buena noticia que le tenía, porque seguramente esa buena noticia lo único que le traería sería más estrés, más preocupación y también estaba el hecho de que iba a tener que hablar con Lily y James, ambos iban a tener que cuidar mucho ese tipo de arranques, está vez había pasado uno que quizá no se repetiría, pero que era mejor pasara de ese tipo, porque si lo atacaban en la noche y solo, las cosas podrían ponerse más complicadas.
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Cuando Harry quedó por fin dormido, tampoco es como que tuvieron que esperar demasiado pudieron hablar de nuevo entre ellos, aun cuidando al más chico al quedarse los tres en los sillones.
-¿Crees que puedan lidiar con todo esto? - preguntó Remus sin soltar al chico.
-Tienes que hacerlo, de cierta forma se lo deben. - Comentó viendo un momento a su ahijado y después a su esposo. - Aunque va a ser algo complicado para los tres.
-Va a haber gritos - continuó Remus – y golpes... y heridas. - Porque lo sabía, cuando regresó después de la intervención de los Black, tuvo que lidiar con los repentinos arranques de Sirius, con sus miedos y con su baja de ánimo, no había sido fácil, nunca lo era, pero había logrado pasar por esa etapa complicada, demasiado complicada para ambos. Pero lo recordaba, recordaba como en ocasiones Sirius se encerraba, se alejaba de todos y cuando regresaba o le permitía entrar a la habitación que había elegido como su santuario para alejarse de todos, había un gran desastre y él mismo lo era, porque escuchaba los gritos, el llanto y los golpes, demasiados golpes, Sirius terminaba mal siempre con esos ataques, herido de todas las formas posibles, porque al golpear la pared o lo que se pusiera enfrente terminaba con cortadas, con rasguños, siendo una imagen demasiado patética del gran Sirius Black, imagen que incluso su marido había apodado para sí mismo. Y no estaba dispuesto a ver a Harry de esa forma.
-Muchas heridas - confirmó Sirius soltando un suspiro para después sacar su celular. - Voy a llamar a James, decirle lo que le espera, aunque estoy seguro que ya se lo imagina y... - estaba diciendo mientras buscaba el número de su amigo, pero se detuvo un momento. - Parece que el pequeño Harry está en problemas no solo con nosotros. - Comentó mientras abría el mensaje de su sobrino.
-¿Draco te mandó algo? - preguntó Remus no pudiendo evitar soltar una risa baja, cuando el pequeño Malfoy le había marcado a su esposo pudo escuchar a pesar de que el celular no tenía el altavoz el tono de voz alterado del chico.
-Algo como que mantenga vivo al idiota de Potter, que él se va a encargar de matarlo mañana - comentó mostrándole la pantalla a Remus. - Sus palabras, no las mías. Creí que incluso iba a marcarle a él primero. - Aún se sentía algo incómodo al saber que su ahijado ya había intercambiado incluso números con las serpientes, pero no podía reclamarles nada, lo estaban cuidando. - O a Ron o a Hermione.
-Creo que no está teniendo muy buena relación con ellos ahora, recordando lo que nos dijo, ellos están siendo algo...
-Atosigadores – dijo Sirius saliendo del mensaje para regresar a su tarea principal de marcarle a James.
-Eso mismo, no podemos culparlos tampoco ¿sabes?, no ha tenido alguna experiencia de este tipo y quieren ayudar pero no saben como.
-A veces lo peor que puedes hacer con una persona en una situación como la de Harry es preguntar cada cinco minutos si está bien o tratarlo como si fuese de cristal, con algunos puede funcionar, pero cuando es con alguien que se siente una molestia no es la mejor forma de hacerlo, solo tratar de llevar el día bien y darle el espacio que necesita por momentos. - Dijo más para si mismo que para el otro encontrando por fin el número.
-Lo es - contestó para no decir nada más, sabía esa situación, porque no era solo desgastante para la persona que la sufría, también para los que estaban con él y si también a eso podría aumentar que Ron y Hermione parecían pelear más y más entre ellos, eso tampoco iba a poder ayudar a Harry, aunque quisiera.
-James, hola, ¿mucho papeleo atrasado? - preguntó con una risa incluida, pero tratando de no levantar tanto el volumen.
-Sabes que sí, no pensé que fuese a tener tanta acumulación de trabajo.
-Eso te pasa por tomarte tantos días... dime, ¿ya arreglaste tu asunto?
Se escuchó un suspiro del otro lado de la línea, - lo hemos arreglado, se ha ido, Lily estaba algo preocupada por saber a donde se iba pero al parecer regresa con su familia, no me agrada el muchacho, lo sabes pero... quizá allá cambiado un poco, solo un poco, con eso puedo darme por satisfecho.
-Supongo que esa es una buena noticia.
-Lo es, ¿ha pasado algo canuto? - preguntó dejando lo que estaba haciendo para prestar más atención a lo que el otro tenía que decirle.
-Si, ha pasado algo, no tan grave como para que te alteres, pero si es algo para tenerlo en cuenta.
-¿Le ha pasado algo a Harry?- preguntó dejando notar que comenzaba a alterarse por eso.
-Justo por eso te llamo... - tomo un poco de aire, no había forma bonita de decirlo, - ha tenido otro ataque hoy, por lo que nos dijo solo tuvo necesidad de huir, al parecer se bajó antes de tiempo del bus y corrió, fueron a recogerlo al banco.
-Pero... ¡¿Canuto él está bien?!
-Lo está, solo está cansado, no fue tan grave, tuvo similitudes con su primer ataque, al parecer no podía respirar y no podía concentrarse, se sentía encerrado... James, tienes que calmarte, es muy probable que esto le siga pasando, incluso Colagusano te lo dijo, no es algo que cures de la noche a la mañana.
La respiración seguía siendo acelerada pero no se escuchaba nada al otro lado fuera de eso, al menos no lo hizo por unos segundos. -Lily y yo iremos por él, llegamos a tu casa en una hora.
-Lo supuse, pero... no llegues alterado, lo que menos necesita es una actitud como esa.
-Ya lo sé, recuerdo como tenía que llegar contigo – dijo mientras se ponía de pie, buscando sus cosas. - Tengo la experiencia para lidiar con eso.
-Lo sé, te creo, solo recuerda que no estás hablando de un hombre de 30 años, si no que de un chico de 15, va a ser más complicado tratar con eso.
-Solo encárgate de estar ahí cuando lleguemos.
-Oh demonios y yo que pensaba salir por unas cervezas y dejarlo solo, ¡por supuesto que voy a estar aquí idiota!, date prisa entonces. - dijo finalmente para por fin colgar.
-Se altero - comentó Remus viendo como Sirius estaba maldiciendo su teléfono y le veía con muchas intenciones de lanzarlo.
-Demasiado – dijo tomando algo de aire para tratar de calmarse. - Es un idiota.
-También lo eres.
-No ayudas Remus.
-Lo sé, no quiero ayudarte mucho. - dijo con una risa baja.
-A veces te odio.
-No es verdad, siempre me amas. - Comentó viendo al otro con una sonrisa, porque ambos sabían que era cierto.
En la noche
Una hora, lo habían cumplido, había sido una hora exacta lo que Lily y James tardaron en llegar a casa de los Black, tenía que ir por Harry, necesitaban estar con Harry, pero las palabras de Sirius seguían en la mente de James, tenía que calmarse.
-Tranquilo – dijo Lily tomándole del brazo antes de bajar del auto. - Si te ve alterado él también se va a alterar, más porque no tiene mucho que le pasó.
-Lo sé, lo sé, es solo que...
-Yo también, - comentó sabiendo bien lo que iba a decir su marido, - pero vamos a arreglar eso. Así que tranquilo ¿si?
Asintió una vez más, tomando aire nuevamente para poder bajar del auto, aún seguía pensando en lo iba a decirle a Harry, pero no había mucho que decir, no podían llegar con la idea de que todo iban a ser risas y diversión, porque no era así como funcionaban ese tipo de situaciones o cualquier situación en general de esa índole. Por ello tomaron aire de nuevo, no importaba que ya lo hubieran hecho nunca iba a ser el suficiente, acercándose a paso lento a la puerta de la casa de los Black, iban a regresar por su hijo.
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Martes en la mañana
Harry podía decir que el día anterior había tenido demasiadas experiencias y sensaciones en un solo día, desde el encuentro con Draco en el campo, pasando por la intensa sesión de besos con él en los vestidores de las serpientes, llegando al punto en que tuvo que bajar de manera rápida del autobús, encontrarse con Cedric, soportar el leve pero aún así presente regaño de Pansy para después llegar a casa de los Black, quedar dormido y ser despertado por sus padres. Habían sido demasiadas emociones, tantas que en ese momento no sabía siquiera como era que podía estar tan tranquilo, recordaba que había tomado sus cosas, que sus padres lo habían abrazado, se habían disculpado, pero no recordaba sentir algo en específico, solo llegar a casa de nuevo, a su cuarto y sentirse tan fuera de lugar. Había perdido el concepto de hogar cuando se fue de ahí. Pero no había resentimiento hacía sus progenitores solo, sentía que ya no encajaba en esa casa.
Pero las ideas tuvieron que irse, todo tuvo que quedar de lado cuando bajó del auto de su padre, después de una charla que sinceramente no recordaba y ver la entrada de la escuela, porque ya podía verlo, podía ver a Ron y a Hermione de un lado, buscando acercarse a él, posiblemente enterados por Remus o Sirius de lo que había pasado ayer. Se les veía preocupados e indecisos, pero creía poder entenderlos, había sido algo demasiado extraño y, en cambio, por el otro lado podía ver a las serpientes, pero a alguien en específico que se veía molesto, demasiado para su gusto. Fue por eso que entendió porque no le importaba lo que había pasado, porque ver a Draco con el ceño tan fruncido ya le hacía imaginarse el tremendo regaño que le daría y todo a causa de haberse negado a que lo acompañara.
-Ni siquiera somos novios y ya me va a sobreproteger demasiado – se lamentó, optando por acercarse primero a sus amigos, iba a necesitar algo de apoyo más ligero para enfrentarse al príncipe de las serpientes.
-¡Harry! - gritó Hermione cuando lo tuvo más cerca, abrazándolo como solo ella lo hacía, de forma demasiado brusca. -¿Estás bien?
-Si no lo dejas respirar dudo que pueda estar bien – comentó Ron riendo un poco para acercarse también al chico una vez lo soltaron del abrazo. - ¿Cómo te encuentras?
-Bien... mal... no sabría decirlo. - Contestó reacomodándose un poco.
-Sirius nos contó lo que pasó ayer, ¿qué fue lo que sucedió? - preguntó la chica
-Sinceramente, no lo sé. - Dijo sin ningún interés en realidad por contar lo sucedido, - solo, pasó.
Los otros dos se quedaron observándose un momento, pensando en que era obvio que Harry no quería hablar de lo sucedido y tal vez era la mejor opción. - Bueno, al menos te encuentras bien Harry, es lo que importa.
-Supongo. - Comentó cambiando el centro de su atención, viendo de nuevo al rubio quien lo seguía observando con un semblante demasiado molesto, lo que ocasionó soltara un suspiro.
-¿Preocupado por Malfoy? - preguntó Ron al ver hacia donde veía.
-Quizás... es posible que me reclame un poco.
-Pero no fue culpa tuya lo que sucedió. - reclamó Hermione viendo también al rubio.
-¿Y crees que lo entienda?, a veces pienso que esa serpiente solo piensa en su bienestar - completó Ron buscando tomar camino al interior del recinto.
Y al escuchar ese comentario no pudo evitar sentir como empezaba a molestarse, porque no, el rubio no pensaba solo en su bienestar, porque lo había cuidado, había hablado con él e incluso se había encargado de tratarlo como si nada hubiese pasado, no lo trataba como alguien frágil. - No lo hace- dijo para tomar camino hacia Draco, tanto por lo incómodo que se sentía ahora, como para ponerle fin a esa incertidumbre. Aunque conforme se acercaba al chico sentía que solo lo atacaba la ansiedad por no saber bien lo que le iba a esperar, claro que tampoco ayudó el hecho de que el resto de las serpientes se fuera apenas quedó cerca de él. -Hola... - y tuvo que ser un saludo escueto, no podía ser algo más, no al ver como Draco solo cruzaba los brazos.
-Al menos te encuentras bien. - Comentó sin dejar de observarlo de manera tan detenida.
-Si... ayer no pasó nada tan grave.
-Solo decidiste emprender tu aventura solo, como al parecer te gusta hacerlo.
-… No tengo nada que decir a eso. - Porque no, no lo tenía. - ¿serviría si dijera un lo siento? - preguntó sintiéndose demasiado pequeño en ese momento, más de lo que se sintió cuando vio a sus padres.
-No.
Suspiró al escuchar eso. - Me lo imaginé.
Draco tuvo que cerrar los ojos un momento, pensando mejor en lo que iba a decir, - no fue tu culpa- comentó, -pero eso no quita que estás siendo demasiado despreocupado con algunas cosas.
-Lo sé.
-Pansy me contó como fue que te encontró ayer.
-Lo supuse.
-Y pienso que el tener restricciones contigo sería bastante bueno - amenazó viendo como Harry le observaba de forma más atenta, incluso se tensaba un poco. - Al menos de las cuestiones más básicas.
-Aún no eres mi novio – dijo como mejor defensa.
-No, aún no lo soy, por eso no debería importarte lo que hiciera o te dijera.
-… pero si importa- comentó con un tono bajo, casi entredientes.
-Entonces estás de acuerdo en que hay que hacer algo contigo con respecto a lo que pasó.
-Espera – dijo cayendo en cuenta de lo que parecía proponer el otro, tomándole incluso del brazo, - suenas casi como mis padres antes de castigarme.
-Ahora que lo dices creo que esa es una buena idea un castigo. - dijo Draco bastante burlón.
-Pero... creí que habíamos dicho que aún no eres mi novio.
-No, no lo soy, pero estoy seguro que también sabes que lo mereces de alguna forma, por no aceptar la ayuda que te dan.
-… No sería justo.
-La justicia Harry es algo que no pasa muy seguido. - Comentó escuchando que la campana sonaba. - Pensaré en algo, también podrías hacerlo para darme ideas, hablaré contigo en el descanso o después de clases, también tengo que pensar en que hacer con Diggory, porque no voy a dejar que alguien se acerque tanto a mi no novio. - Terminó de decir con una sonrisa para tomar su camino, sabiendo que dejaba a un Harry ansioso, nervioso y descolocado. Y eso, le había gustado.
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Hasta aquí ha quedado, dije que sería corto, pero ahora si, lo que importa, ¿que sugerencias de castigos tienen?, porque tengo muy pocas ideas de esto y sinceramente quiero que sea algo que todos disfrutemos de leer y bueno, yo de escribir también, así que, dejen sus comentarios y veamos que sale para el siguiente.
Nos leemos.
