Hola chicos, ¿Cómo va todo? Espero que excelente y de no ser el caso les envió toda la energía positiva posible. Hoy ya un nuevo capítulo, último de desarrollo de este arco. Muchas ideas a considerar para la historia, unas evidentemente más llamativas que otras. Espero que se sientan bien servidos con lo que se plasme en la historia a medida que avance. Ahora sin tanto relleno vamos con la historia que es lo importante.

- No los perdonaré nunca. Persona hablando

- [Balance Breaker] Habla Ddraig

- "Lo siento." Pensamientos

- "Nunca más" Comunicación mental

Capítulo 15 – La Petición de Gremory

Issei se encontraba caminando a casa tranquilamente mientras estaba profundamente sumergido en sus pensamientos.

- "Un partido de ajedrez interesante, aunque no le veo lógica. Si quiere que me relacione de mejor manera con los demonios jugar ajedrez no ayuda en eso. Ni siquiera cruce palabras con su reina, cosa que las hace quedar atrás en términos de interacción. Claro que el ambiente durante el juego fue agradable. En fin, que importa. Ahora lo más importante es ese asunto del contrato con su familia." –

Dejando a un lado sus pensamientos, Issei se detuvo a solo un par de cuadras de su actual hogar. Apreció como el sol terminaba de ocultarse a lo lejos hasta que le llego una sensación desagradable.

El castaño volteo a ver en otra dirección que se alejaba de su camino a casa y empezó a caminar desviándose de su destino original.

- [¿Compañero?] – Ddraig llamo con la gema brillando en el dorso de la mano izquierda de Issei.

- Tengo un presentimiento Ddraig. – dijo el castaño.

- [¿Qué sucede?] – cuestiono el dragón.

- Es la misma sensación desagradable de aquella noche. – dijo Issei mientras su rostro mostraba ira.

Ddraig no tuvo nada que decir al respecto. Sabia mejor que nadie que el odio por los demonios que Issei tenía se estaba reprimiendo debido a sus interacciones recientes con los miembros de nobleza de Sona y Rias, sin embargo, eso no decía que su rencor estuviera desapareciendo.

Issei actualmente podría ser neutro con los demonios pertenecientes a casas o clanes, pero era otra historia si se trataba de un demonio renegado. Todo su odio y rencor empezaba a salir a flote cuando pensaba en los demonios rebeldes.

Sin darse cuenta Ddraig, el poder de Issei empezaba a despedirse de su cuerpo poco a poco mientras este caminaba.

Después de pasar por al menos unas 10 cuadras, Issei llego a un lugar conocido para él.

Sus puños se apretaron con tanta fuerza que le temblaron y su mirada se afilo. Decidido, el castaño se dirigió a la entrada de una casa donde en el buzón de cartas frente a la misma se podía leer "Familia Hyoudou".

Esta era la casa a la cual se había mudado con su familia originalmente al llegar a Kuoh, misma que no había visitado desde que se fue a vivir a la casa de Kazumi.

Tan pronto cruzo la entrada, Issei pudo apreciar como todo el interior era un desastre. Los muebles, decoraciones y demás cosas no habían sido robadas, pero si estaban hechas pedazos.

Después de unos momentos de haber entrado, pudo sentir nuevamente la sensación desagradable de hace un rato, solo que mucho más intensa.

- Tch, de todos los lugares… eligieron mi antigua casa. – dijo Issei con veneno en su voz y se dirigió a las escaleras subiendo así al segundo piso al lugar donde sentía mucho más intensa la energía negativa.

- "[Sin duda sus sentidos han mejorado mucho con el entrenamiento de senjutsu. Ya puede sentir la energía sin tanto problema, aunque también puede que sea por la situación.]" – pensó Ddraig.

Después de subir las escaleras, Issei se dirigió a la habitación principal de la casa. Justo cuando estuvo frente a la puerta pudo sentir como su sangre empezaba a hervir. El Boosted Gear fue invocado así decidiendo abrir la puerta del cuarto que perteneció a sus padres.

Una vez entro pudo ver el mismo panorama en ruinas que en la sala ubicada en la entrada de la casa. Sin embargo, su ya creciente ira alcanzo su límite cuando vio a un ser tirado en la cama mientras devoraba lo que parecía ser un gato.

La criatura volteo a verlo mientras mostraba afilados colmillos y su rostro lleno de sangre del animal que estaba devorando. Una lluvia de imágenes vinieron a la cabeza de Issei al instante así su visión distorsionándose y llevándolo a ver ante él la escena de sus padres muertos siendo devorados.

La alucinación fue tan fuerte que Issei la sintió tan real al punto que exploto.

- [¡Welsh Dragon, Balance Breaker!] –

La reacción del Sacred Gear ante la ira explosiva del castaño fue casi instantánea así activando el estado del balance breaker.

El poder de Issei se disparo de tal manera que la entrada de la habitación fue hecha pedazos al tiempo que su juicio de realidad y juicio psicológico estaban completamente alterados.

- ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué sigues viva maldita demonio?! – rugió con ira Issei ya que el demonio ante él se distorsiono en su mente tomando la misma apariencia que la demonio araña que asesino a sus padres.

Fue casi instantáneo que el castaño cargo al demonio y empezó a masacrarlo con golpes certeros. Sin embargo, su estallido repentino de poder atrajo la atención tanto de los residentes de su actual hogar así como de las encargadas del territorio.

No habían pasado ni 5 minutos cuando círculos mágicos aparecieron en la casa así del primero apareciendo Rias con su nobleza, del segundo Sona también con su nobleza y del último Raynare junto con Aiko.

Todas las personas aparecieron en la sala donde tuvieron que moverse al poco tiempo al ver como el techo colapso así mostrando a la armadura roja mientras en el guantelete derecho estaba sujetado un demonio renegado por el cuello.

Debido a la apariencia del mismo era evidente que había llegado al punto del no retorno siendo una amenaza, sin embargo, escucharon como Issei gritaba con ira.

- ¡Yo te mate! ¡¿Cómo sigues con vida maldita sea?! – fue la voz acalorada de Issei.

El demonio sujetado por el castaño estaba intentando zafarse sin éxito mientras el chico ejercía mayor presión con su mano en el cuello de este.

- Issei. – dijo suavemente Raynare.

No le fue difícil entender lo que pasaba por la cabeza de Issei, después de todo era imposible no hacerlo para alguien en el lugar.

- ¡Muere de una vez! – grito Issei así su mano izquierda llenándose de energía.

- ¡Aléjense! – grito Sona al prever lo que haría el castaño.

Básicamente dando un salto mientras levantaban barreras, todos se separaron solo para que seguido la mano izquierda de Issei se estrellara con la cabeza del demonio renegado haciéndola explotar al tiempo que la energía en su mano creaba un agujero considerable en el suelo.

Después de que se despejo el polvo de la pequeña explosión, vieron un gran agujero en el piso que daba paso al sótano de la casa.

Acercándose al borde del agujero, pudieron apreciar a la armadura en el fondo que posteriormente desapareció dejando a la vista al castaño. Este seguía sosteniendo lo que quedaba del demonio renegado con su mano derecha.

Raynare no lo dudo mucho y descendió seguida de Aiko. Las dos noblezas por su parte parecían algo temerosas hasta que las primeras en avanzar fueron Asia junto con Ruruko y Koneko así posteriormente bajando los demás integrantes.

La vista que los recibió era la de un Issei que tenía un mar de lágrimas corriendo por su rostro mientras sus brazos temblaban un poco.

- Issei-san. – Asia dijo y casi al instante estaba aferrándose a Issei en un abrazo.

No pasaron ni 5 segundos de que recibió el abrazo de la rubia para que el castaño callera de rodillas sollozando tras soltar los restos del demonio renegado.

- ¿Por qué?... ¿Por qué no pude tener este poder en ese entonces? No es justo… – dijo con voz quebrada Issei golpeando el piso con su mano derecha con impotencia tras recuperarse de su episodio alucinatorio.

Su mano se lastimo con los escombros mientras parecía simplemente miserable tras derrumbarse. Era una vista lamentable ver al portador de un Longinus con el potencial de acabar dioses en dicho estado. Era la simple manera de ver que incluso los más fuertes tienen su punto de quiebre.

- Issei-san. – susurro Asia intentando calmar al castaño mientras tomaba su mano lastimada curándola.

- Senpai. – dijo en un suave susurro Koneko.

La albina en cierta medida sentía que entendía a Issei y no pudo evitar empatizar con este. Algo temerosa, se acerco a este y lo abrazo junto con Asia.

La reacción de la albina fue una sorpresa para quienes conocían su actitud usual, aunque para sus compañeros de nobleza no tanto.

- "Así que has empatizado con Issei." – pensó Rias viendo a la albina.

Aiko finalmente dejo a un lado sus dudas y se arrodillo junto a Issei limpiándole las lágrimas para luego abrazarlo.

- Esta bien Issei-kun, no era algo que pudieras controlar en ese momento. Estoy segura que donde sea que estén tus padres ahora no te culpan de nada. – dijo suavemente la kitsune.

Raynare que se había congelado sin saber que hacer finalmente también se acerco al castaño y lo abrazo por la espalda.

- Aiko-chan tiene razón, no es tu culpa lo que sucedió. No podías controlar esa situación como eras en ese momento. Tus padres contrario de culparte seguramente estarán orgullosos de que cuidaras a Isami y hasta donde has llegado de momento. – dijo la pelinegra aferrándose con suavidad a Issei.

Después de varios minutos, Issei finalmente se calmo lo suficiente como para partir con Aiko y Raynare.

- Nos veremos. – dijo Raynare mientras Aiko creaba el círculo mágico para partir con la pelinegra y el castaño.

Las dos noblezas se quedaron por un rato largo en silencio hasta que Tsubaki fue la que extrañamente tomo la iniciativa para romper el hielo.

- Es un cambio tan extremo de cuando estuvo hoy en el consejo estudiantil. – comento la reina Sitri.

- A pesar de todo lo que me aterra, no es agradable verlo en un estado tan vulnerable. – comento Reya.

- No pensé que lo vería en tal estado. – dijo Momo.

- El daño emocional de Issei-san es grave. Lo de antes… seguramente la imagen de ese demonio se distorsiono a tal punto que lo vio como a la demonio que ataco a sus padres. – dijo Sona.

- Si, así parece. – comento Rias finalmente.

- La verdad creo que me sentiré un poco extraña mañana al verlo. – comento Akeno con un tono de voz que demostraba empatía, algo extraño en la chica que normalmente disfrutaba el sufrimiento ajeno al ser una sádica.

- Si así esta Issei-san, ¿Cómo creen que este su hermana? – comento Meguri.

- Es difícil saberlo, pero algo me dice que esta mejor que su hermano. Es más que evidente que Issei se ha llevado la peor parte. – dijo Sona.

- Kaichou, si me permite decirlo, creo que es mejor no involucrar a Issei-san en patrullajes nocturnos de nuevo. Ver demonios renegados parece traerle recuerdos desagradables y no creo que sea bueno que nos crucemos a un demonio renegado para que termine de esta manera. – dijo Tsubasa.

- Si, estoy de acuerdo. – dijo la caballero castaña.

La razón de la petición era simple, ambas chicas pudieron ver el estado más vulnerable de Issei cuando este dormía así notando lo que ellas llamaron su rostro real. Un chico inocente que no merecía lo que ha pasado recientemente, simplemente ha tenido mala suerte.

- A la hora de la verdad, creo que tienen razón. Sin embargo, debemos estar agradecidos de que haya encontrado a este demonio renegado y lo haya eliminado. No habíamos recibido informes recientes y tampoco lo habíamos detectado. – dijo Sona.

- Si, es cierto. Le debemos un favor y el no involucrarle más en la vigilancia de la ciudad sería una buena forma de recompensarle. – dijo Rias de acuerdo.

- Aun así, creo que es complicada la situación. Issei-san pudo haber llamado la atención no deseada con ese estallido de poder que libero. – dijo Kiba.

- Si, es cierto. Deberíamos darnos un recorrido por los alrededores solo para asegurarnos. – dijo Sona.

- Estoy de acuerdo. Vamos a darnos una vuelta antes de empezar a realizar contratos. – dijo Rias.

Con un asentimiento de todos pasaron a distribuirse por el área.

Mientras ambas noblezas daban un recorrido por el área, el caballero rubio iba un tanto sumergido en sus pensamientos.

- "No somos tan diferentes, los dos perdimos algo importante." – pensó Kiba mientras iba acompañado de Koneko.

La loli por su propia parte también estaba algo pensativa, pero junto a su compañero rubio no indagaron demasiado en sus mentes así enfocándose en lo que estaban haciendo.

Por otro lado, Issei ahora mismo estaba en su habitación mientras Kazumi estaba con el chico hablando con este para tranquilizarlo. Raynare y Aiko estaban en la sala con Azazel mientras que Isami se quedo en su cuarto con Kalawarner y Mittelt para evitar que interrumpiera a la kitsune mayor mientras trataba con Issei.

- Y bien, ¿Qué sucedió? – pregunto Azazel a la rubia y la pelinegra.

- Issei por alguna razón fue a su antigua casa. Al parecer allí estaba habitando un demonio renegado al cual acabo por matar. – dijo Raynare.

- No solo eso, él no paraba de decir que ya lo había matado antes. Suponemos que la imagen del demonio se distorsiono de tal manera que lo que vio fue a la misma demonio que mato a sus padres. – agrego Aiko.

- Ya veo, tal parece que tuvo una experiencia alucinatoria. – dijo Azazel soltando un suspiro.

- ¿Es algo malo? – pregunto Raynare.

- Si, es algo malo. Si en algún momento se llega a sentir tan perturbado podría confundir a alguien más con un demonio renegado y atacarle. Creo que hay que considerar el dejarlo salir ahora ya que podría convertirse en un potencial peligro. – dijo Azazel.

- Creo que exageras Azazel. Es obvio que lo que provocó que Issei tuviera esa alucinación fue el demonio renegado en cuestión. – dijo Raynare.

- Además dijiste que debemos evitar que se encierre en una burbuja. Dejarlo en la casa hará que eso suceda más rápido. – dijo Aiko.

- No lo tendré aquí en la casa. Haré que Smith lo interne. – dijo Azazel.

- Eso no pasara Azazel. – escucharon la voz de Kazumi que bajaba las escaleras.

- Sabes que no estamos en condiciones de manejar a Issei en esta situación. No somos expertos en la salud mental y no podríamos asegurar que no suceda algo más. – dijo Azazel.

- Soy consciente de ello Azazel, pero no podemos alejar a Issei de Isami. Los dos se necesitan mutuamente o acabaran por romperse completamente, en especial Isami. – dijo Kazumi.

- Aaaahhh, que situación en la que nos metimos solo por el chico. – dijo Azazel suspirando pesadamente.

- ¿Qué? ¿Ahora te arrepientes de ayudarlo? Sabes bien que esto no será sencillo, Issei esta más que traumado con lo que sucedió esa noche. No esperes que lo supere de un momento a otro como si nada. – dijo Kazumi.

- Eso lo sé, de hecho es bueno que ningún mecanismo de defensa se haya presentado en Issei o Isami tras lo sucedido. Pero tampoco podemos estar así Kazumi. – dijo Azazel.

- ¿Entonces solo planeas deshacerte de Issei y ya? – dijo la kitsune evidentemente molesta.

- No sugerí nada como eso. – respondió Azazel.

- ¿Entonces? – cuestiono Kazumi.

- Le daré un plazo de un mes a Issei. Si no sucede nada similar a lo de hoy no lo enviare con Smith para internarlo, pero de lo contrario, no podrán oponerse a mi decisión. – dijo Azazel.

- Bien. – dijo Kazumi suspirando con molestia.

Raynare y Aiko por su parte se quedaron en silencio para luego retirarse. Una vez subieron las escaleras ambas miraron en dirección de la habitación del castaño con ganas de pasar a verlo, pero se abstuvieron de hacerlo así yendo a sus propias habitaciones.

- ¿Pudiste calmarlo? – le pregunto Azazel a Kazumi después de un rato en silencio.

- Si, solo estaba un poco alterado. Después de que mato al demonio renegado pareció salir de ese estado así siendo más leve. Sin embargo, evidentemente siente remordimiento por lo sucedido con sus padres. Se siente culpable y débil por eso. – dijo Kazumi.

- Tch, tan pronto se acabe este asunto de Kokabiel nos iremos de esta ciudad y nos lo llevaremos junto con su hermana. – dijo Azazel.

- ¿Qué estas pensando? Los dos deben terminar sus estudios. – dijo Kazumi.

- Seguirán estudiando, pero lo harán desde Grigori. Será más fácil para Issei sanar desde allí al no tener interacción con demonios. – dijo Azazel.

La mujer no tuvo forma de argumentar algo en contra del caído, después de todo el plan de este era bueno y ayudaría en gran medida a Issei e Isami. Además, tampoco estarían aislados así pudiendo relacionarse con los otros ángeles caídos de Grigori.

- Odio admitirlo, pero es una buena idea. – dijo Kazumi.

Después de su breve conversación, los dos se dedicaron a sus propias ocupaciones.

Ya llegada la hora de la cena, todos se reunieron en el comedor así comiendo en silencio. Como se empezaba a hacer costumbre, Issei fue el primero en terminar y después de eso se fue a su cuarto. Los demás en el comedor no dijeron nada así terminando de comer y retirándose a sus habitaciones.

Kazumi más tarde paso al cuarto de Issei para decirle que no entrenarían en el senjutsu por esa noche ya que le daría algo de prioridad al desarrollo del círculo mágico de Isami. La razón principal de esto era dejar que el castaño descansara lo mejor posible, aunque también necesitaban enfocarse en el círculo mágico de Isami debido a que querían que para el sábado ya tuviera una base para cuando se viera con Penemue.

La noche avanzo y en plena madrugada Kazumi decidió pasarse por el cuarto de Issei. Pensó que con lo ocurrido antes podría haber tenido pesadillas, sin embargo, la recibió la vista de un Issei durmiendo pacíficamente.

Con lentitud se acerco a la cama y se sentó en uno de los bordes así mirando el rostro del castaño mientras dormía. Una pequeña sonrisa se dibujo en su rostro mientras tentativamente le acaricio el cabello al chico.

- Te ves tan tranquilo. Sin duda alguna tu momento más vulnerable no es cuando te rompes, es en realidad cuando duermes. – dijo suavemente la mujer.

- [¿Por qué has venido?] – pregunto Ddraig mientas el brillo verde de la gema parpadeaba en el dorso de la mano izquierda de Issei.

- Pensé que con lo ocurrido podría tener pesadillas por la noche, por eso decidí pasarme. Aunque me alegra que este durmiendo tan tranquilamente. – dijo Kazumi.

- [Creo que es por el hecho de que libero mucha de su ira cuando acabo con ese demonio. Digamos que pudo desahogarse un poco tras esa abrupta explosión de su poder.] – dijo Ddraig.

- Ya veo, tiene sentido. – dijo Kazumi.

- [Aun así espero que esto no se prolongue demasiado tiempo, no disfruto de verlo así cada día. Es tan diferente de hace tantos años.] – dijo Ddraig.

- Si, lo es. Sin embargo, trabajaremos lo mejor posible por ayudarle. – dijo Kazumi.

- [Espero ver que se empiece a recuperar.] – dijo Ddraig mientras el brillo verde desaparecía.

- Si, igual yo. Igual yo Ddraig. – dijo Kazumi mientras se ponía de pie y dejaba la habitación de Issei.

Ella hubiera querido hablar un poco más con Ddraig, pero simplemente no era el momento. El dragón seguramente también estaba cansado mentalmente con todo lo que ha pasado relacionado a Issei.

La mañana llego y justo el cuarteto de chicos había dejado la casa. Issei parecía relativamente bien, incluso su energía se sentía en armonía según Kazumi.

Durante la caminata a la academia, Raynare y Aiko estuvieron extrañamente muy pegadas a Issei desde la perspectiva de este. Después de todo estaban casi sobre él con la rubia casi sujetándolo del brazo que dejo libre Isami y con Raynare casi colocándose en su espalda.

- Ehh, chicas… ¿todo esta bien? – pregunto Issei un tanto avergonzado por la proximidad.

- Eso deberíamos preguntar nosotras. – dijo Aiko.

- Si, ayer estabas muy alterado después de lo que paso. Incluso tu hermana estuvo preocupada por un rato según me dijo Kalawarner. – dijo Raynare.

Issei miro a su hermana la cual asintió en confirmación a las palabras de Raynare.

- Ya veo. – dijo Issei y dejo escapar un profundo suspiro. – Lamento si las preocupe, simplemente… todo exploto de golpe y ya. Pero hoy me siento bien, no se preocupen. – finalizo el castaño con una pequeña sonrisa que Raynare pudo decir que no era falsa.

En cierta medida sintió que se acerco más a Issei, aunque lo mismo aplicaba con Aiko. Claro que eso no importaba en ese momento, el castaño era lo importante y era fundamental mantenerlo alegre.

Una vez llegaron a la academia se separaron como de costumbre y justo cuando Issei iba entrando a su salón fue recibido por Asia que lo abrazo sin reservas para los celos de algunas de sus compañeras. Raynare también estaba celosa, pero teniendo en cuenta que fue Asia la primera en reaccionar el día anterior para intentar calmar al castaño no podía decir que esto fuera malo. La rubia empezaba a convertirse en un pilar para Issei ya que este siempre parecía extrañamente feliz con la presencia de la chica.

Por eso Raynare decidió sonreír y empezar a ser algo más atrevida al abrazar a Issei por la espalda.

- R-Ray-san, ¿Qué haces? – dijo Issei un poco incomodo por la atención fijada en él por sus compañeros masculinos.

- Nada, solo quería abrazarte también. Siempre dejas que Asia lo haga, no hay problema si yo también lo hago. ¿Verdad? – dijo Raynare.

- Ugh, bueno… si lo pones así. – dijo Issei notando que no tenía un buen argumento que no hiciera parecer que le desagradaban los avances de la pelinegra.

Una vez se dio inicio a las clases, Issei pudo notar que Raynare ahora había acercado más su pupitre a su lugar.

- "Creo que lo de ayer a sido una molestia completa para todos en casa." – pensó el castaño creyendo que la razón de la cercanía de la pelinegra era que estaban preocupados al creer que algo volviera a ocurrir.

Llegando la hora del almuerzo, Issei tuvo que pasar por el momento bochornoso de que tanto Asia como Raynare se fueran con este enganchadas a sus brazos.

- Mmm, Asia-san, Ray-san, no es que me moleste, pero me preguntaba por qué están tan cercanas hoy. – dijo el castaño.

- Estoy preocupada por Issei-san. – dijo Asia.

- I-Igual yo, lo que ocurrió ayer nos preocupó a todos Issei. No creas que en casa no nos importas. – dijo Raynare.

- E-Eso es válido, pero no me parece algo necesario estar andando así en la academia. – dijo el castaño así las chicas pareciendo notar finalmente la mirada que recibían de todos los otros estudiantes.

Tanto la rubia como la pelinegra se sonrojaron de tal manera que sus rostros casi brillaban y se apartaron un poco de Issei, aunque no se soltaron del todo ya que seguían sosteniendo sus brazos con una de sus manos.

Issei solo suspiro mientras llegaban al punto donde siempre se reunían con Isami y Aiko para comer. Sin embargo, esta vez un par de chicas conocidas para el castaño estaban con la kitsune y su hermana. Eran las dos amigas que Isami hizo los primeros días que llegaron a la academia.

Después de saludarse todos y presentarse los que no se conocían, pasaron un rato agradable hablando. La idea de que las dos amigas de Isami vinieran fue de Aiko ya que también se había hecho amiga de las dos chicas. Recordando el hecho de que Azazel recomendó ayudar a Issei a socializar con más personas creyó correcto añadir al pequeño círculo social que mantenía con Isami en su propio salón de clase.

Aunque no espero que el resultado fuera tan positivo ya que Issei participó activamente en la conversación mientras se lanzaban bromas entre algunos. Aunque claro que lo peculiar del grupo no paso por alto, después de todo solo había un chico mientras el resto eran únicamente chicas.

Los comentarios volaban entre algunos estudiantes, pero el grupo los paso por alto al estar pasando un rato agradable charlando.

Una vez volvieron a clases, Raynare se sentía satisfecha de ver que Issei no estaba tan cerrado como se supone o como habían pesado que sería tras los sucesos ocurridos. Quizás el descargar parte de su ira fue más beneficioso de lo que creyó que sería en un principio, o al menos eso quería creer.

Las últimas clases pasaron en un simple abrir y cerrar de ojos así ahora mismo Issei y Raynare dirigiéndose al club de tenis. Aiko e Isami ya se encontraban en el club donde Kiyome estaba dirigiendo entrenamientos como era la costumbre antes de que empezaran con los partidos de clasificación para el torneo entre academias.

- Issei. – Raynare llamo al castaño después de que se cambiaran su ropa para jugar.

- ¿Sí? – Issei le prestó atención a la pelinegra.

- Quizás es algo repentino, pero me gustaría jugar un partido contigo. – dijo tímidamente Raynare.

- ¿Quieres un partido de equipos mixtos? – pregunto Issei.

- Si, eso mismo. – dijo Raynare segura.

- Claro, aunque debemos buscar contra quien jugar. – dijo Issei mientras caminaba hacia las canchas seguido de Raynare.

Los dos se dirigieron a la que estaba libre así tomando la atención de algunos miembros del club, entre estos incluida Kiyome.

- Issei-kun, Raynare-san, ¿Por qué pasaron a la otra cancha? – cuestiono la castaña.

- Nada en particular. Queremos calentar para luego tener un partido de equipos mixtos. – dijo Issei.

- Oh, ya veo. Me interesa jugar contra ustedes. – dijo Kiyome así rápidamente varios chicos del club discutiendo sobre querer participar junto con su capitana.

Al final, el chico con el que se enfrentó Issei la última vez fue quien terminó siendo el compañero de Kiyome.

- ¿Lista? – pregunto Issei a la pelinegra.

- Si. – dijo segura la pelinegra con una pequeña sonrisa.

Sirviendo primero el equipo rival, Issei se preparo para responder junto con Raynare.

Tras un partido bastante largo, el equipo de Kiyome acabo por ganar cuando Raynare no pudo golpear la pelota así perdiendo el equilibrio y cayendo al piso raspándose el codo derecho con parte del antebrazo.

- ¡Ray-san! – Issei soltó su raqueta y se acercó rápido a la pelinegra.

- Tch, duele. – se quejo la pelinegra mientras un poco de sangre salía de su herida.

- No debiste lanzarte así, era imposible para ti responder a la pelota. – dijo Issei mientras ayudaba a la pelinegra a levantarse.

- Mmm, pero perderíamos si no lo hacía. – dijo Raynare un poco nerviosa por la proximidad y atención de Issei.

- Vamos, solo es un juego. Hay mejores cosas que ganar, pero vamos. Debemos limpiar la herida antes de cubrirla. – dijo Issei mientras se iba con Raynare a los vestidores.

Kiyome vio alejarse a los dos mientras hacia un pequeño puchero.

- "Esperaba que al menos me felicitara, aunque bueno… tampoco fue un partido justo. Raynare-san es una novata mientras yo y mi compañero no lo somos. Issei-kun era el único con experiencia entre ellos." – pensó Kiyome suspirando al final.

Isami y Aiko se quedaron allí estáticas por un momento hasta que procesaron finalmente el hecho de que Issei se retiró con Raynare a los vestidores.

- "Nii-chan…" – pensó la castaña mientras sentía que su hermano empezaba a tener algún tipo de apego por la pelinegra.

- "Se me esta adelantando." – pensó una Aiko un tanto celosa.

Por su parte, Issei estaba en la entrada del vestidor de las chicas mientras limpiaba la herida de Raynare con una gasa estéril para evitar infecciones.

- Sabes que no es necesario hacer esto. Se hacer uso del senjutsu por lo cual me puedo curar. – dijo Raynare después de un momento largo en silencio mientras veía al castaño atenderla.

No era que le molestará, por el contrario estaba disfrutando de la atención del chico exclusivamente en ella.

- Lo sé, pero aun así debe ser importante limpiar la herida ya que se le adhirió mucha suciedad. Por otro lado, deberás venir los próximos días con una gasa amarrada para que no se den cuenta que ya se ha curado después de que cierres la herida. – dijo Issei.

- Bueno, en eso tienes razón. Gracias… Issei. – dijo Raynare.

- No es nada. Más bien, gracias por estar cuidándome y estando pendiente de mí. Creo que te he causado dolor de cabeza con mis cosas. – dijo Issei con una pequeña sonrisa mientras se rascaba la parte trasera de la cabeza.

El chico parecía tan casual que la pelinegra no pudo evitar sentir que esto era parte de los rasgos de personalidad característicos de Issei antes de lo sucedido con sus padres. Luego noto que el tema de conversación se les termino así decidiendo hacer una pregunta.

- Oye Issei, ¿Cómo quedo tu herida en el abdomen? – pregunto Raynare.

- ¿Ehh? ¿De qué hablas? – pregunto Issei.

- Hablo de la herida que tenías en el abdomen cuando te encontramos. La demonio araña te la hizo, ¿verdad? – dijo Raynare.

- Oh, esa herida. Kazumi-san la sano muy bien, apenas y me quedo una ligera cicatriz. – dijo Issei levantando su camiseta y mostrando el área donde se veía un área de un color más claro que le diferenciaba del resto.

- Ya veo, parece que sanas bien. – dijo Raynare.

- Si, siempre ha sido así. He tenido varios accidentes antes, pero ninguno a dejado marcas realmente notables. Quizás se deba a que soy mitad dragón. – dijo Issei encogiéndose de hombros. – La próxima vez no seas tan imprudente. Quizás sea poco probable, pero podrías lesionarte de peor manera si haces algo similar de nuevo. –

Tras esas palabras, Issei se dirigió al vestidor de chicos para tomar una ducha y cambiarse de ropa ya que las actividades del club casi terminarían. Raynare por su parte se quedo sentada en el mismo lugar mientras sonreía un poco.

- Ese idiota… realmente puede ser lindo a veces. – dijo suavemente para si misma con un ligero rubor en sus mejillas.

Varios minutos después, Issei dejo el club junto con su hermana, Raynare y Aiko.

- Entonces, hoy te reúnes con Gremory. ¿Verdad? – hablo Raynare mientras caminaban.

- Siendo que ya pasaron los demás incluyendo a Sona y su reina, la respuesta es sí. Hoy me veré con Gremory. – dijo Issei con un tono de voz solemne.

- No dejes que intente algo tonto. – dijo Aiko.

- Si lo hace no cumpliré con el favor que le prometí. – dijo Issei.

- Hablando de eso, ¿aún no te dice que es lo que quiere? – pregunto Raynare.

- No. Solo dijo que cuando llegara el momento me lo pediría. – dijo Issei.

- Que extraño. – dijo Raynare.

Mientras se seguían alejando, de la nada Issei sintió que choco con alguien. Al no ver a nadie frente a él bajo un poco la mirada encontrándose con la torre albina.

- ¿Koneko-chan? – interrogo Issei.

- Te encontré senpai. – dijo la loli.

- ¿Sucede algo? – pregunto el castaño solo para ver negar con la cabeza a la chica.

- Buchou me pidió que te llevará al club. – dijo Koneko.

- Ya veo. – dijo Issei y volteo a ver a sus 3 acompañantes. – Nos vemos en casa. – se despidió el castaño con una señal de su mano.

Luego de eso siguió a Koneko rumbo a la sala del club de investigación de lo oculto o abreviándolo, ORC.

Al cabo de un par de minuto llegaron así Koneko ingresando primero.

- Lo he traído Buchou. – dijo Koneko.

- Buen trabajo Koneko. – dijo Rias desde su escritorio así viendo entrar al castaño. – Pueden retirarse y volver hasta la hora de hacer los contratos. – dijo la pelirroja a sus siervos que asintieron y dejaron el club dejándola sola con su reina e Issei.

Varios minutos pasaron en silencio los 3 hasta que para la sorpresa de las dos Onee-samas, fue Issei quien hablo primero. Aunque no esperaron lo que salió de su boca.

- ¿Ya empezaste a entrenar a Asia? – pregunto el castaño.

- ¿Huh? – Rias pareció confundida al escuchar las palabras de Issei así volteando a ver a su reina que se veía igual de confundida.

- No te hagas la tonta y responde. ¿Ya has empezado a entrenar a Asia? ¿O acaso esperas que ella este segura por su cuenta? – dijo Issei.

- Pero Asia es alguien de apoyo. – dijo Rias.

- ¿Y eso qué? ¿Acaso quieres que la maten? Pensé que cuidabas de tus sirvientes, pero veo que no. – dijo Issei.

- ¡Claro que cuido de mis adorables siervos! – grito Rias algo molesta mientras Akeno también se veía molesta.

- Oh, ¿en serio? Entonces, ¿Qué pasa si Asia en algún momento se cruza con un enemigo estando sola? ¿Crees que por ser amable no le harán nada? – cuestiono Issei.

- Bueno… eso… yo… - la pelirroja no tuvo una respuesta para el castaño.

Issei se acerco al escritorio de Rias y golpeo sus palmas sobre este haciéndolo temblar.

- Dejame decirte algo Gremory, el mundo no es color de rosas. En términos de ser un líder competente Sona te lleva toda una vida de ventaja. Ahora te pediré de la manera más atenta que tomes en cuenta entrenar a Asia porque si le llega a pasar algo te haré pagar por ello. – dijo Issei mirando a los ojos a la pelirroja.

- Creo que eso es suficiente Issei-kun. – dijo Akeno mientras entraba en la conversación.

- No me trates de manera tan familiar Himejima-san. Que puedan usar mi nombre es solo porque mi hermana y yo compartimos apellido, por nada más. – dijo Issei.

- Uhh, c-comprendo Issei-san. – dijo Akeno.

- Sin embargo, podrías llamarnos por nuestros nombres Issei-san. – dijo Rias.

- No me interesa llamarlas por su nombre. – dijo Issei.

- P-Pero a Koneko si la llamas por su nombre. – dijo Rias recordando el día que Issei acompaño a Asia al club.

- Contrario de ti, ella se lo ha ganado. – dijo Issei.

Rias quería decir algo más, pero Akeno le susurro algo al oído.

- Recuerda que ayer Koneko-chan junto con Asia-chan fueron las únicas de nuestro grupo que fueron capaces de acercarse a Issei-san sin que este pareciera molestarse. Es claro que se han ganado parte de la confianza de él. No lo arruines ahora Rias. – dijo Akeno.

La pelirroja se abstuvo de abrir la boca y acabo por inhalar y exhalar profundamente para tranquilizarse. Una vez se calmó procedió a hablar nuevamente.

- Bien, tendré en cuenta entrenar a Asia. No había pensado en que algún enemigo la pudiera atacar si estaba sola, debo admitir que fue mi error. – dijo Rias.

- Bien eso era lo que quería escuchar. – dijo Issei.

- Bueno, entonces Issei-san… ¿estarías interesado en hacer alguna actividad? – pregunto Akeno.

- ¿Qué tienen planeado? – pregunto Issei a cambio.

- Bueno, esperaba jugar contigo una partida de ajedrez. Sona me dijo que la derrotaste ayer y eso casi me vuela la cabeza, por lo tanto quiero ver por mi misma lo bueno que eres. – dijo Rias.

- ¿Sabes jugar ajedrez? Porque siendo honesto no tienes apariencia de ser buena. – dijo Issei.

- ¿Q-Qué significa eso? – pregunto Rias.

- Simplemente digo lo que pienso. Mientras Sona es alguien respetada por su seriedad y rendimiento académico, tu solo llamas la atención masculina en la academia. Lo mismo aplica para Himejima-san aquí. Las dos solo tienen fans locos por sus apariencias maduras y quizás por el estatus que tienen. Sona y Shinra por otro lado son respetadas por verdaderas razones admirables al tiempo que les tienen respeto. – dijo Issei.

- Ara-Ara, siento que dices que Sona y Tsubaki son más formales que nosotras. – dijo Akeno con una sonrisa peligrosa.

- En términos simples, sí. Ustedes dos son solo un objeto de admiración material mientras que Sona y su reina son más admirables en el sentido de ejemplo a seguir. No digo que las dos sean terribles estudiantes, pero las apariencias y formas de comportarse hablan también. – dijo Issei.

Decir que las palabras de Issei fue un golpe bajo para ambas chicas sería muy simple, después de todo, ambas se sintieron ahora más mismo como objetos que como seres con sentimientos y razonamiento.

- En todo caso no veo el tablero para jugar. – dijo Issei.

- ¡Bien! – Rias levanto la voz mientras casi tiraba todo lo que había sobre su escritorio y sacaba un tablero de ajedrez que puso sobre este.

Al instante Issei noto una similitud con las piezas de Sona cuando Rias las puso sobre el tablero.

- "Las piezas negras de Sona son azules y parecen de cristal, en el caso de las de Gremory son las blancas de color rojo y también parecen de cristal". – pensó el castaño.

- ¿Con cuáles quieres jugar? – pregunto Rias una vez el tablero estaba listo.

- Con cualquier color estoy bien. – dijo Issei.

Rias dejo las piezas negras a Issei así ella iniciando la partida.

No habiendo pasado más de 40 minutos que inicio el juego, Issei marco el final del mismo.

- Jaque mate. – dijo el castaño.

- ¿Qué? – dijo incrédula la pelirroja mirando cualquier forma de escapar de la situación y viendo que no era posible.

- Ara-Ara, parece que Issei-san te derroto tan rápido como suele hacerlo Sona. – comento Akeno.

- ¡No hacia falta que dijeras eso! – dijo Rias avergonzada.

- No le veo el sentido a jugar el mismo juego contra alguien que ha derrotado a quien suele derrotarte. – dijo Issei.

- Ugh, eso lo sé. Solo quería ver por mí misma que tan bueno eres. Aunque no me esperé que me derrotaras tan fácilmente. – dijo Rias.

- Dejas tus piezas demasiado descubiertas así yo pudiendo eliminarlas sin problemas. Por otro lado, no pareces pensar demasiado bien las jugadas. Desde mi punto de vista, solo eliges la primera jugada buena que se te ocurre y no piensas en otras. – dijo Issei.

Por su parte, Rias se avergonzó un poco ya que Issei prácticamente describió como solía hacer sus jugadas. No siempre elegía la primera buena opción que pensaba, pero la mayoría de veces era así.

- Ara-Ara, es mi turno ahora. – dijo Akeno mientras ponía un poco de té con unos bocadillos a un lado del escritorio. – Pero primero comamos algo. – finalizo con una sonrisa.

- Seguro, ¿Por qué no? – dijo Issei así tomando una taza de té negro junto con una galleta.

Akeno espero pacientemente cualquier reacción del castaño mientras Rias simplemente tomaba té.

- Mmm, es un buen té. – dijo Issei después de dar un sorbo a su taza.

- Que bueno que te guste, siempre me esmero por hacer un buen té. – dijo Akeno.

- Ya veo, aunque no por esto significa que te dejare ganar un juego de ajedrez Himejima-san. – dijo Issei.

- Ara-Ara, no esperaba que me dejaras ganar por darte una taza de té. Solo es una cortesía al ser un invitado. – dijo Akeno.

Issei asintió mientras acomodaba las piezas en el tablero de ajedrez para un nuevo partido.

Akeno se sentó a un lado de Rias para poder jugar, sin embargo, ella tenía pensado como jugar gracias a lo que dijo el castaño antes.

- "Si Rias deja muy abiertas sus piezas a ataques me debo asegurar de no dejarlas sin protección. Con eso debería bastar para tener un buen juego." – pensó la pelinegra dando el primer movimiento al ver que Issei tomo las piezas negras.

No paso ni media hora cuando la partida entre Issei y Akeno termino.

- Jaque mate. – dijo el castaño.

- Ara-Ara, ¿Qué hice mal? – Akeno dijo mientras apoyaba su rostro sobre su mano izquierda.

- Jugaste muy a la defensiva, nunca hiciste un buen avance. El juego pasivo es peor al juego poco planeado. – dijo Issei.

- Ya entiendo. – dijo Akeno asintiendo.

De manera no forzada, las dos chicas acabaron por hacer que Issei les hiciera tomar en cuenta algunos aspectos para mejorar su forma de jugar ajedrez.

- Bueno, creo que me iré. – dijo Issei poniéndose de pie.

- Pero aún no es tan tarde. – dijo Rias.

- Si, lo sé. Pero tampoco quiero pasar el resto de la tarde jugando ajedrez. Ayer mi juego con Sona fue muy largo, no quiero extenderme igual que ayer. – dijo Issei dirigiéndose a la entrada. – Nos veremos en otra ocasión Gremory, Himejima. – dijo el castaño saliendo de la sala.

Las dos chicas se quedaron en silencio por unos minutos hasta que finalmente suspiraron.

- No pensé que nos amenazara si le pasaba algo a Asia. – dijo Rias.

- Ara, es cierto. Parece que le ha tomado cariño a nuestra linda obispo. – dijo Akeno.

- Si, pero Koneko también parece haberse ganado mucha de su confianza. – dijo Rias.

- Ufufu, te dije que parece que las chicas lindas son de su agrado. Aunque por otro lado, Kiba se ha ganado su reconocimiento como para entrenar con él al igual que Saji. – dijo Akeno.

- Si, así parece. Además, creo que no hace falta decir que a Sona y su nobleza les fue mucho mejor que a nosotros, o al menos en relación a nosotras dos. Diría que somos las que menos confianza le damos a Issei. – dijo Rias.

- Así parece. – dijo Akeno.

- Debemos mejorar nuestro juego y pensar en algo mejor para la próxima vez. Simplemente copiamos la idea de Sona, aunque diría que nos fue terriblemente mal. – dijo Rias.

- Ara-Ara, no olvides que sugerí invitarlo a cenar. – dijo Akeno.

- ¡No bromees! Eso esta fuera del horario estipulado. – dijo Rias.

- Ufufu, no creo que sea problema para él sacar una o dos horas de su tiempo para cenar con las dos. A cambio, puede volver a su casa tan pronto termine sus actividades de club. – dijo Akeno.

- Vamos, deja de bromear. Además, una cena es algo demasiado serio. – dijo Rias un poco roja.

- Tu eres la única que piensa que ir a cenar con él sería algo romántico. ¿Estás segura que no te empieza a gustar Issei? – pregunto juguetonamente la reina obteniendo la reacción esperada de su rey.

- ¡D-Deja de decir eso! – dijo Rias airada y ruborizándose al punto que era difícil diferenciar su rostro de su cabello.

- Ufufu, eres como un libro abierto. – se burló Akeno.

Por otro lado, Issei en la salida de la academia se detuvo un momento mirando al cielo.

- "¿Estoy haciendo lo correcto? ¿Qué pensarían Oka-san y Oto-san?" – pensó Issei mientras sentía una opresión en su pecho al pensar en sus padres.

Decidiendo ignorar ese sentimiento se puso en marcha para regresar a su hogar. Sin embargo, de alguna manera acabo por ir a su anterior casa.

Issei no sabría explicarlo, pero sentía que tenía que hacer algo en ese lugar por lo cual se adentró una vez más en el interior y se dirigió a la habitación que perteneció a sus padres.

Cuando llego, una breve visión del demonio del día anterior paso ante sus ojos. Rápidamente los cerró e intento deshacerse de esta pensando en otra cosa así lográndolo.

- [Socio, ¿Por qué estás aquí? Es evidente que no es bueno para ti.] – hablo Ddraig mientras el brillo de la gema parpadeaba en el dorso de la mano del castaño.

- No lo entenderías Ddraig, simplemente siento que debo buscar algo aquí. Además, si sigo huyendo de mis propios demonios acabare por quedarme estancado. – dijo Issei.

- [Se que no comprendo mucho de lo que sientes, pero en cierta medida puedo comprender lo que es perder a alguien. Si necesitas curar tus heridas de alguna manera no olvides que también puedes desahogarte hablando conmigo, después de todo estoy aquí para ti. Somos un equipo, no lo olvides.] – dijo el dragón.

- Gracias Ddraig, lo tendré presente. – dijo Issei mientras empezó a buscar algo en las cosas que quedaban de sus padres.

Él no sabría decir que buscaba, pero simplemente sentía que había algo que debían encontrar.

Después de varios minutos buscando, el castaño encontró una pequeña caja de manera con un candado. Rápidamente la reconoció, después de todo sus padres solían guardar cosas de valor en esta.

El chico intento buscar la llave del candado ya que no quería dañar la caja, sin embargo le fue imposible. Con el mayor cuidado que pudo sujeto el candado con los dedos índice y pulgar de ambas manos con el objetivo de romperlo. Una vez que hizo fuerza, el candado se hizo pedazos y para su suerte no le hizo ningún daño a la caja.

Rápidamente reviso el contenido de la caja encontrando algunas joyas que su madre solía usar en eventos importantes como lo eran las reuniones a las que acompañaba a su padre, también encontró dos llaves de vehículos y lo que parecía ser una carta.

El castaño decidió abrir la carta y revisar su contenido. Rápidamente identifico la letra tanto de su padre como de su madre en la misma.

"Para Issei

Has cumplido finalmente 17 años y has sido un excelente hijo así como un buen hermano mayor con Isami. Hemos preparado un regalo especial para ti a pesar de que no pediste nada particularmente exigente, por lo tanto será una sorpresa que esperamos te guste. Dirígete a la siguiente dirección que dejaremos al final donde encontraras un depósito alquilado y busca el número 225 en el cual te espera tu regalo no solo de cumpleaños, sino por ser un buen hijo, estudiante y hermano mayor.

Esperamos no seas quisquilloso y lo aceptes.

Con todo el amor y cariño que podemos darte, Mamá y Papá"

Una vez leyó la pequeña carta a Issei le brotaron un par de lágrimas mientras miraba la dirección anotada al final de la hoja. No lo pensó tanto y decidió ponerse en marcha, aunque no sin antes guardar la pequeña caja en su maletín. Había planeado recuperar los dos automóviles de sus padres ya que había conseguido las llaves de estos.

Una vez salió se fue lo más rápido que pudo a la dirección designada y al llegar al lugar pudo ver que se trataba de básicamente de una zona de depósitos. Rápidamente busco el número que decía en la carta y lo encontró después de unos segundos. Este estaba cerrado por un candado del cual no espero mucho y lo rompió con sus manos al fijarse que no hubiera nadie cerca. La vista que lo recibió lo dejo sorprendido.

Ante sus ojos había un hermoso sedan de marca Mazda de color rojo, una marca a la que su padre y él le tenían mucho interés por sus productos. Acercándose al vehículo logró identificarlo como un Mazda 3 del año actual. (Hagamos de cuenta que es el modelo 2023 XD)

En el parabrisas de este estaba una pequeña nota que decía "Espero lo disfrutes" junto con una cuerda que sostenía las llaves.

- Oto-san, Oka-san… - murmuro el castaño mientras tenía una pequeña sonrisa.

Bajo cualquier circunstancia habría rechazado el "pequeño" regalo, pero ahora mismo era el último obsequio que le quedaba de sus padres por lo cual no podría abandonarlo sin más. Sin duda alguna lo tomaría y lo cuidaría lo mejor posible por el tiempo que lo tuviera.

- [¿Un vehículo?] – pregunto el dragón así la gema parpadeando en el dorso de la mano de Issei.

- Si, su último regalo para mí. – dijo Issei.

- [Ya veo. No es que sea necesario, pero sin duda alguna es importante para ti ahora.] – dijo el dragón.

- Si, así es. – dijo el castaño.

- [Entonces, ¿qué esperas para subirte y llevártelo? Eres su dueño.] – dijo Ddraig.

- Si, tienes razón. – asintió el castaño así tomando las llaves junto con la pequeña nota y subiéndose al automóvil.

Al subir reviso los interiores así en el compartimiento que separaba el asiento del piloto y el copiloto encontró todos los papeles junto a un permiso especial para poder conducir dentro de los límites de Kuoh.

Suspirando después de ello, decidió encender el vehículo y ponerlo en marcha. Sabía conducir de ocasiones anteriores que su padre le enseño en su propio automóvil, cosa que lo motivo más a recuperar los dos vehículos de sus padres así pensando en hablar con Azazel para poder buscar un lugar donde guardarlos.

Unos minutos más tarde llego a su hogar así deteniéndose en la entrada. El ruido de un vehículo deteniéndose en el frente de la casa llamo la atención de las dos personas en la sala así saliendo y llevándose la sorpresa de ver al castaño bajando de un coche.

- ¿Issei? – cuestiono Kazumi.

- Demonios, ¿robaste un auto? – pregunto Azazel.

- No digas tonterías Azazel. – dijo la kitsune dándole un golpe en la cabeza al hombre.

- Mmm, perdón por lo repentino del asunto, pero esto es un regalo que dejaron mis padres para mí. – respondió el castaño.

- ¿Un regalo? ¿Cómo sabes eso? – pregunto Azazel.

- Fui a mi anterior casa y me puse a rebuscar en las cosas de mis padres. En eso encontré una pequeña caja donde solían guardar cosas importantes y allí encontré esta carta. – Issei respondió mientras mostraba la carta a Kazumi que la reviso con Azazel.

- Ya veo. Bueno, la casa tiene el espacio para un coche, no le veo problema. – dijo Kazumi.

- Si, supongo que esta bien. – dijo Azazel.

- Gracias, sin embargo, quería hablar de algo más contigo Azazel. – dijo Issei.

- ¿Huh? ¿De qué se trata Issei? – pregunto Azazel.

- Encontré las llaves de los autos de mis padres también. Deben estar aún en el garaje de nuestra anterior casa y me gustaría conservarlos. – dijo Issei.

- Ya veo. Puedo pensar en algo, después te daré una respuesta. – dijo Azazel.

- Gracias. – Issei dijo con una pequeña reverencia.

- Heh, no hace falta tanta formalidad. Son de valor sentimental, ¿no? Estas en tu derecho de querer conservarlos. – dijo Azazel.

Issei solo sonrió un poco y asintió con la cabeza, ni siquiera fue consciente de un par de lágrimas escapando de sus ojos. Sin embargo, esto hizo que Kazumi y Azazel en cuestión sintieran que la condición del castaño iba por buen camino al sentir que este realmente se sentía feliz.

- Ahora mete ese automóvil a la casa, hará estorbo ahí afuera. – dijo Azazel mientras tuvo el impulso de revolverle un poco el cabello al castaño.

- Si. – dijo Issei mientras suspiro y hacia lo pedido.

Una vez llego el momento de la cena, Issei tenia toda la atención debido a que las demás residentes de la casa acabaron por apreciar el automóvil parqueado a un lado de la casa.

- Entonces Issei, ¿ahora nos llevaras en tu auto a la academia? – pregunto Raynare mientras cenaban.

- Huh, no lo creo. No esta tan lejos de aquí como para tener que ir en un vehículo. – dijo Issei.

- Oh, vamos Issei-kun. Será genial ver como los maestros con esas viejas latas con ruedas se quedan como idiotas viendo tu coche. – dijo Aiko a modo de broma.

- Tampoco estamos para presumir. – dijo Issei mientras se palmeaba la cara.

Luego de eso pudo sentir que alguien tiraba de un costado de su camisa. Al voltear a ver noto que era su hermana.

- ¿Qué sucede Isa-chan? – pregunto Issei a su hermana.

- Mmm, bueno… etto… a mi me gustaría ir en coche con nii-chan y el resto a la academia. – dijo tímidamente la castaña mientras se veía adorablemente linda.

Casi como si fuera automático Issei respondió.

- Seguro, iremos en mi coche a la academia. – dijo Issei.

Unos momentos de silencio pasaron hasta que la risa de casi todos fue escuchada.

- Siscon en potencia. – dijeron colectivamente Azazel, Kazumi, Kalawarner y Mittelt mientras que Raynare y Aiko tenia un puchero ya que Issei acepto llevarla en el automóvil solo porque lo pidió Isami con un rostro tierno.

Issei al instante se sintió avergonzado y se aclaro la garganta.

- S-Solo será 3 veces por semana y cuando haga mal clima. – dijo el castaño.

- ¿Qué hay de los días en los que haga mal clima cuando salgamos de la academia? – pregunto con ironía Raynare.

- Mmm, bueno… eso, no lo pensé. – dijo Issei.

- De todas formas tendrían que volver solas ya que el auto se quedaría en la academia porque Issei vuelve más tarde. – dijo Azazel.

- Es cierto. – murmuro Raynare mientras aguantaba sus ganas de querer ahorcar a Azazel por romper su argumento.

Después de eso siguieron hablando hasta que terminaron de cenar y se retiraron a sus cuartos. Sin embargo, Issei después de ir a su cuarto se dirigió al de su hermana.

Toc – Toc – Toc

- Isa-chan, ¿puedo pasar? – hablo Issei.

- S-Si. – escucho a su hermana del otro lado.

Issei entro al cuarto y observo a su hermana sentada en su cama con las piernas cubiertas por sus mantas.

- ¿Necesitas algo nii-chan? – pregunto la castaña.

- No, solo quería darte algo. – dijo Issei mientras tendía en sus manos un par de collares junto a un juego de arete y un anillo.

- Estos son… - Isami no pudo evitar sorprenderse al reconocerlos.

- Si, son de nuestra madre. Hoy pasé a nuestra antigua casa y lo encontré cuando encontré lo relacionado al coche. Ya que Oka-san no esta siento que esto te pertenece ahora. – dijo Issei entregándole un collar con un rubí en forma de corazón, un collar de gargantilla de plata con un zafiro en forma de gota de agua junto con unos aretes a juego y un anillo con una esmeralda.

- ¿En serio me los darás? – pregunto Isami mientras un par de lágrimas brotaban de sus ojos al no sentir que merecía las joyas.

- Si, nuestra madre hubiera querido que las tuvieras. – dijo Issei con una suave sonrisa.

- Los cuidare mucho. – dijo Isami mientras tomaba con cuidado todo, aunque se quedo mirando el anillo por un momento. – Sin embargo, no creo que el anillo me quede. Tengo manos pequeñas. –

Como para probar el punto, la castaña se puso el anillo solo para mostrar que este le quedaba suelto.

- Mmm, quizás lo podemos mandar a ajustar. – dijo Issei.

- No, tengo una mejor idea. – dijo Isami.

- ¿Qué tienes en mente? – pregunto Issei.

- Quédatelo tu nii-chan. Servirá para que se lo des a tu futura novia. – dijo Isami.

- ¡¿Q-Qué tonterías dices?! – balbuceo Issei sonrojándose.

- Ejejeje, nii-chan conseguirá novia en algún momento. Quizás consiga más de una, pero deberías darle algo especial a la primera. – dijo Isami.

- ¡¿C-Cómo que más de una?! – Issei estaba completamente rojo mientras su hermana se divertía bromeando con él.

- Kazumi-san me dijo que no me sorprendiera si en un futuro llegabas a tener más de una pareja, después de todo es común que un hombre fuerte atraiga mucho a las chicas cuando pertenece al mundo sobrenatural. – dijo Isami.

- E-Eso no va a pasar. – dijo Issei mientras se apartaba un poco de la cama de Isami.

- Ejeje, me gusta verte así de tímido. Casi nunca actúas así desde esa noche. – dijo Isami con una pequeña sonrisa.

- Tu, pequeña traviesa. – dijo Issei mientras se abalanzaba sobre su hermana y empezaba a hacerse cosquillas.

- N-No… n-nii-chan… b-basta. – decía Isami desesperada mientras reía.

- No, mereces un castigo. Chica traviesa. – dijo Issei si detenerse.

Los demás pudieron escuchar el pequeño escándalo, pero pudieron notar que la el par de hermanos se estaban divirtiendo por lo cual no fueron a interrumpirlo.

Ya varios minutos más tarde, Issei estaba acariciando el cabello de su hermana mientras esta acababa de quedarse dormida.

- Pequeña tonta. – sonrió Issei mientras besaba la frente de Isami y se iba del cuarto con el anillo en su mano.

Antes de cerrar la puerta del cuarto miro a su hermana.

- Lo guardaré por ahora. – murmuro el castaño apretando suavemente el anillo en su mano derecha y así cerrando el cuarto de su hermana una vez apago la luz.

La noche paso y en la mañana Issei se levanto tarde, o bueno, al menos eso pensaron todo cuando vieron a este bajar.

- Oye Issei, ¿no dormiste bien anoche? – pregunto Kazumi al ver al chico.

- No, solo me levante más tarde. Si vamos en el auto no tardaremos más de 5 minutos en llegar a la academia. – dijo Issei.

En ese momento Raynare, Aiko e Isami que estaban un poco apuradas pensando que llegarían tarde se avergonzaron ya que habían olvidado ese detalle a pesar de que pidieron la noche anterior que fueran en el coche.

- Si, es verdad. Tienes un buen calculo del tiempo. – dijo Azazel que estaba en el comedor.

- Si, como sea. – dijo Issei mientras se sentaba a comer.

Después de un rato el castaño ya estaba subiéndose a su coche mientras Isami se fue de copiloto. Raynare y Aiko hicieron un puchero ya que ellas también querían ir de copiloto, pero Issei le dio el lugar a su hermana.

- Es lindo. – dijo Aiko cuando se subió y vio el interior del automóvil.

- Y en cierto modo elegante. – agrego Raynare.

- Si, así siempre le gustaron los coches a nuestro padre. – dijo Issei encendiendo el coche y poniéndolo en marcha.

Mientras este conducía hablaron de cosas sin importancia hasta que llegaron a la academia y pasaban a una pequeña zona de estacionamiento que esta tenía.

Las vistas curiosas no se hicieron esperar al ver el coche nuevo llegar, aunque la sorpresa fue más clara cuando vieron descender del mismo a los 4 chicos.

- Ugh, sabía que esto pasaría. – dijo Issei al ver como todos los miraban.

- Atención innecesaria ejejeje. – dijo Raynare entendiendo porque el castaño se había negado la noche anterior llegar en el coche.

- Oh vamos, no es tan malo. – dijo Aiko.

- Oh genial, lo que faltaba. El chico guapo y popular ahora tiene coche. – se escucharon varios susurros entre los estudiantes.

Suspirando pesadamente, Issei empezó a avanzar con las 3 chicas siguiéndolo. Una vez se separaron de Aiko e Isami, Raynare y el castaño se apresuraron a llegar al salón al sentir como el castaño estaba siendo asechado.

Como no podía hacer falta, Asia recibió a Issei con mucha energía cuando este entro al salón y empezando a conversar con este feliz sobre el cómo volvería a pasar la tarde junto con Koneko y Ruruko.

En ese momento Issei cayo en cuenta que había pasado ya por cada uno de los demonios de ambas noblezas y sorprendiéndole lo rápido que paso el tiempo.

Con las clases pasando extremadamente lento para Asia, finalmente llego el momento de las actividades de club así Issei y Raynare llegando al club de tenis junto con Isami y Aiko. Sin embargo, tan pronto llegaron fueron recibidos por Kiyome.

- Issei-kun, necesito hablar contigo. – dijo la castaña de rizos así llevándose al castaño ante la vista de la pelinegra que luego se giro a ver a las otras dos chicas.

- Nii-chan la tiene difícil. – dijo Isami con una sonrisa nerviosa.

- Kiyome casi que parece la novia de Issei-kun, siempre lo toma así como si nada. – dijo Aiko.

- Mmm, bueno. Kiyome-senpai no parece mala opción para nii-chan. Honestamente creo que tienen química juntos. – dijo Isami mientras veía al par en cuestión que estaban hablando mientras sonreían y parecían ponerse de acuerdo.

Esto fue casi un golpe bajo para la kitsune y la ángel caído ya que la hermana menor de su interés amoroso estaba de acuerdo con que Kiyome fuera pareja de este.

Después de un par de minutos, Issei volvió con las 3 chicas.

- Bien, hoy empezaremos con partidos individuales para escoger a los mejores del club. Como las 3 son principiantes estarán jugando en los siguientes días en lo que la presión de la información se les pasa. Sin embargo, una de las canchas estará libre para que puedan practicar y calentar con los miembros que no jugaran hoy. – dijo Issei.

- Mmm, claro. En ese caso supongo que estaremos practicando en la con el resto. – dijo Raynare.

- Oh, no se preocupen. Estaré con las tres, ni primer partido es mañana. – dijo Issei despreocupado.

- ¡Genial! – dijo alegremente Isami.

- Claro, vamos a cambiarnos. – dijo Issei tomando camino al vestidor de chicos mientras las 3 chicas a su respectivo vestidor.

Mientras se cambiaban, Aiko le recordó a Raynare ponerse el trozo de gasa en su codo para que no se viera que ya estaba completamente sanado.

- Ray-nee, recuerda usar la gasa. – dijo la kitsune.

- Es verdad, sería raro que vieran mi brazo ya curado. – dijo la pelinegra mientras buscaba un poco de gasa y con ayuda de la kitsune se la ponía.

- ¿No lo ajuste mucho? – pregunto Aiko.

- No, está bien Aiko-chan. Aunque sí que incomoda. – dijo Raynare.

Después de eso salieron del vestidor donde vieron a Issei esperándolas así dirigiéndose a la cancha libre. Claro que no estuvieron todo el tiempo de la actividad del club practicando ya que algunos partidos acabaron siendo interesantes así decidiendo verlos.

Una vez finalizado el tiempo de las actividades, los 4 tomaron un rápido baño y se retiraron así Issei tomando una decisión.

- Ray-san. – llamo el castaño a la pelinegra.

- Umm, ¿Sí? – respondió Raynare.

- ¿Sabes conducir? – pregunto Issei.

- Si, se un poco sobre ello. – dijo Raynare como respuesta.

En ese momento el castaño le tendió las llaves de su coche a la pelinegra que se vio sorprendida por la acción.

- ¿Issei? – cuestiono Raynare.

- Lleva mi coche a casa y así pueden irse las 3 más rápido. – dijo Issei.

- No es necesario, lo sabes. – dijo Raynare.

- No te preocupes, confió en ti de que no pasara nada. – dijo el castaño.

Suspirando derrotada, pero principalmente feliz de escuchar a Issei que confiaba en ella, Raynare acepto las llaves.

- Bien, llevare el coche a casa Issei. – dijo la pelinegra con una pequeña sonrisa.

- Gracias Ray-san. Nos vemos en casa. – dijo Issei mientras identificaba a Koneko, Asia y Ruruko enfrente del edificio nuevo de la escuela.

Viendo como el castaño se iba con las 3 chicas, Raynare se retiró con Aiko e Isami. Sin embargo, la caído y la kitsune de repente sintieron un escalofrió recorrer su espalda cuando pudieron detectar un gran poder en la academia.

- Esa firma de energía, es de un demonio de clase suprema. – dijo Raynare.

- Si, y hay otro más. Clase alta y muy superior al de la Gremory o al de Sona Sitri. – dijo Aiko.

De repente, las dos chicas sintieron como Issei llegó al lugar donde estaban las dos energía que acababan de detectar.

No pensándolo mucho empezaron a correr en dirección de donde sentían la energía sin darse cuenta que Isami fue con ellas.

Por otro lado, Issei y Ruruko fueron con Koneko y Asia a la sala de club ORC para recoger algunas cosas que dejo la rubia, sin embargo, vaya sorpresa se llevaron al llegar al lugar.

- ¿Ehh? ¿Quiénes son esos dos junto a tu torre mi traviesa Rias? – hablo un hombre.

Este es un joven alto y apuesto de unos 20 años con cabello rubio corto y ojos azul oscuro.

Su atuendo consiste en una chaqueta color burdeos con bordado dorado a la derecha con pantalones a juego y zapatos de vestir negros. Debajo de su chaqueta abierta hay una camisa de vestir blanca que no está completamente abotonada, lo que deja ver ligeramente su pecho.

El hombre estaba sentado junto a Rias mientras jugaba con su cabello y le acariciaba uno de sus muslos mientras la pelirroja lucia molesta.

- Ojou-sama, ¿estas personas son de confianza? – pregunto una mujer.

Esta es una hermosa joven que parece tener poco más de veinte años con cabello plateado hasta la espalda que presenta una trenza larga a cada lado con pequeños lazos azules en los extremos, mientras que el resto está suelto y termina en trenzas gemelas y ojos rojos.

Esta viste un traje de sirvienta francesa azul y blanco con mangas largas y una diadema de sirvienta blanca sobre su cabeza con lápiz labial rojo como accesorio cosmético.

- Si Grayfia, son de confianza. Permíteme te los presento. – dijo Rias apartando las manos del hombre de ella y poniéndose de pie para caminar cerca de la entrada. – Esta linda chica rubia es mi más nueva miembros de nobleza. Se llama Asia y es mi obispo. –

Tímidamente, Asia asintió con la cabeza como saludo.

- Ya conoces a Ruruko y a su lado esta Issei. Este es un conocido que sabe del mundo sobrenatural, además, es mitad dragón. – dijo Rias evitando decir que el castaño era el Sekiryuutei.

- Ya veo, si considera que el chico es de confianza no me opondré. – dijo la mujer.

- Oh, así que esa linda rubia es tu obispo. Eso significa que ella también estará incluida cuando nos casemos. – dijo el hombre con una sonrisa mientras miraba a Asia como un depredador.

- ¡Ya te dije que no planeo casarme contigo Riser! – exclamo Rias furiosa.

- Oh, no puedes oponerte, lo sabes. – dijo el hombre identificado como Riser.

El ambiente en la sala se puso tenso cuando el aura de Rias y la del hombre empezaron a emanar de estos y chocar.

Sin ser conscientes, Asia, Koneko y Ruruko se aferraron a los brazos de Issei al sentir temor por lo que estaba pasando ahora mismo entre el rubio y la pelirroja.

- Claro que puedo. Si gano mi derecho en un rating game o un campeón elegido por mi te derrota. – dijo Rias.

- Ajajajajajaja, que buen chiste Rias. Tu y tu nobleza nunca podría derrotarme. – dijo Riser para chasquear sus dedos y un círculo mágico de llamas aparecer a un costado del cual aparecieron 15 mujeres. – Tu no tienes ni la mitad de tus piedad mientras yo si tengo a mi nobleza completa. Además, ¿Quién en su sano juicio aceptaría luchar con nosotros para librarte de un compromiso? – se burlo el hombre.

Rias le sostuvo la mirada por varios segundos para luego mirar a Issei.

- Issei, este es el favor que te quería pedir. – dijo Rias así el castaño entendiendo inmediatamente a lo que se refería.

- Así que, ¿esperas que luche con este tipo y su nobleza para que no tengas que casarte con él? – dijo Issei.

Riser en ese momento volteo a verlo y se burlo de este.

- Heh, ¿qué podría hacerme un mocoso como tu a mí que soy un Phoenix inmortal? No importa que sea mitad dragón, nunca podrías hacerme algo. – dijo Riser burlonamente.

- "Así que Phoenix. Si la información de Baraqiel-sensei es correcta, este tipo debe poseer una llama monarca de la regeneración o llama del Phoenix. Sin duda alguna es alguien complicado de tratar para como soy ahora." – pensó Issei.

- "[No exageres Issei, tu poder mágico es lo suficientemente basto como para darle un ataque contundente. El problema es saber cargar un buen ataque e impactarlo.]" – le hablo Ddraig mentalmente.

- "Así que tengo oportunidad." – dijo Issei.

- "[Si, claro que la tienes. La cosa es encontrar el momento adecuado para un ataque.]" – dijo Ddraig.

- "Ya veo." – fue todo lo que dijo Issei mientras su mirada se cruzaba con la de Riser.

Mientras la tensión en la sala crecía más y más, un llamado desvió toda la atención.

- ¡Issei! – se escucho el grito de dos chicas que Issei reconoció bien así volteando a ver a las dos personas en cuestión que se acercaron a él.

- Ray-san, Aiko-san, ¿Qué hacen aquí? – pregunto el castaño.

- Idiota, nos preocupaste. – dijo Aiko mientras Raynare sentía como dos ojos se clavaban así notando que Grayfia la miraba fijamente.

- "Es mujer… es la que tiene la fuerza de un demonio de clase suprema. Por más que trate con todo mi poder, nunca le podría ganar." – pensó la pelinegra al sentir que estaban en la boca del lobo.

- Que señoritas tan lindas. Creo que el reto podría ser interesante si las apuestas también. – dijo Riser.

- ¿Qué insinúas? – pregunto con voz peligrosa Issei volteando a ver al rubio.

Antes del hombre decir algo, una voz más se escuchó.

- ¡Nii-chan! – escucharon claramente la voz de una chica.

Luego de eso en el pasillo apareció Isami que se acerco de inmediato a Issei.

- Isa-chan, no deberías estar aquí. – dijo el castaño.

- Perdón, es que Ray-san y Aiko-san se veían preocupadas cuando empezaron a correr. – dijo la castaña.

- Estoy bien, no te preocupes. – dijo Issei.

Un silbido llamo la atención así todos centrándose en Riser.

- Eso es todo, si ese chico planea luchar conmigo quiero que apueste a esas 3 señoritas. A cambio, apuesto también a mi nobleza. Aunque claro, yo ganare y me hare con esas bellezas. – dijo Riser.

- Deja de ver a mi hermana con esos ojos. – dijo Issei mirando a Riser que no apartaba la mirada de Raynare, Aiko y en especial de Isami.

- Oh, así que tu hermana. Eso lo hace mejor. – dijo Riser.

- Dije que dejes de verla así. – gruño Issei mientras su propia aura se empezaba a volver visible.

- ¿Así como? – dijo Riser burlonamente.

- ¡Como si fuera un maldito objeto! ¡Mi hermana no es un objeto que cualquier estúpido como tu pueda tener! – Issei grito furioso.

Ser llamado estúpido hizo que Riser también se molestara en gran medida así dando una orden.

- Mira. – dijo Riser así una de sus siervas cargando con un bastón de madera.

No esperando ese movimiento, Rias pensaba en interferir solo para ver como Issei también se movió atrapando el bastón con su mano izquierda donde después apareció el Boosted Gear.

- [Boost] – se escuchó desde el guantelete así Issei tirando del bastón y con ello a la chica a la cual recibió con un golpe de su mano derecha que la envió a estrellarse con Riser así derribándolo.

Luego de eso aplasto el bastón en su mano izquierda ejerciendo presión.

- El Sekiryuutei. – murmuro Grayfia no esperando este desarrollo pareciendo sorprendida.

El resto en la sala guardo silencio al ver lo sucedido así finalmente un Riser iracundo tirando a su peón de manera brusca a un lado mientras llamas eran desprendida de su cuerpo.

- ¡Maldito mocoso! – rugió el hombre Phoenix.

- ¡Es suficiente! Riser-sama, se supone que usted vino solo a una visita, no a provocar un conflicto. – dijo Grayfia con un tono severo que hizo helar a todos.

- Tch, si me lo pide la reina más fuerte no se puede hacer nada. – dijo el hombre suspirando y calmándose.

La mirada de una de los obispos de Riser se dirigió a Issei así sintiendo algo extraño del castaño, aunque decidió ignorarlo. Sin embargo, podía decir que se sentía débil ante su presencia.

- Bien, así que Ojou-sama a conseguido a un campeón para combatir contra Riser-sama. Por lo tanto informare a Lucifer-sama para hacer los preparativos del juego en unos días ya que no se tenía esperado que esto sucediera. – dijo Grayfia.

- Antes de eso, quiero que ese mocoso apueste a las 3 chicas también, de lo contrario no luchare. – dijo Riser.

- Eso no va a pasar, ellas no tienen nada que ver con esto. – dijo Issei con ira.

- Oh, vamos. Si tu ganas te llevas a mi nobleza, ¿Qué tienes que perder? ¿O acaso tienes miedo? – dijo Riser burlonamente.

- Mis compañeras aquí no tienen nada que ver con esto, además, ¿para qué quiero cosas usadas? Ni siquiera respetas a tus siervas por lo que veo. – dijo Issei.

La sonrisa de Riser se borro así empezando a molestarse, aunque su molestia se desvaneció cuando escucho las palabras de la pelinegra junto a Issei.

- Esta bien Issei, puedes aceptar ese tonto trato. Confió en que ganaras. – dijo Raynare.

- Yo igual Issei-kun, confió en que ganes. – dijo Aiko.

- Oigan, no digan eso. – dijo Issei rápidamente mirando a las dos solo para ahora Isami hablar.

- Nii-chan siempre me cuida, confió en ti. – dijo la castaña.

- Isa-chan, no… - iba a reclamar el castaño solo para Grayfia interrumpirlo.

- Las 3 están de acuerdo, por lo tanto esto es oficial. El Sekiryuutei se enfrentará a Riser-sama donde si gana romperá el compromiso de Rias-ojousama y obtendrá la nobleza de Riser-sama. Sin embargo, si pierde, tendrá que entregar como parte del compromiso de Ojou-sama a las 3 chicas a su lado. – dijo Grayfia.

- ¡Yo no acepte eso! – espeto Issei molesto.

- Heh, disfrutare mucho cuando tenga a esas 3 bajo mi poder. – dijo Riser relamiéndose los labios.

Un rayo de energía roja paso a un lado de sus rostro el cual fue disparado desde la mano izquierda de Issei.

El ataque le logro lastimar la mejilla, cosa que lo hizo enfurecer.

- Maldito mocoso. – gruño Riser.

- Evite provocar al joven Issei, Riser-sama. – dijo Grayfia.

El rubio solo chasqueo la lengua con molestia y se acerco a su nobleza.

- Nos veremos Rias, asegurate de que el chico no escape como un cobarde. – dijo Riser así desapareciendo de la sala del club.

La mirada de Issei luego se dirigió a Grayfia la cual se quedó quieta mirándolo.

- Tu… nunca acepte tales términos. Si llego a perder a mi hermana no me importa cómo, pero te encontrare y te haré pedazos. – dijo Issei así saliendo de la sala del club mientras Aiko, Isami y Raynare lo seguían.

- Supongo que ya no saldremos. – dijo Ruruko después de permanecer en silencio todo el tiempo.

- No debiste decir eso Grayfia. – dijo Rias.

- Si va a combatir entonces que piense en arriesgarse también. – dijo la peliplata de manera indiferente.

- ¡No lo entiendes! ¡Issei la ha pasado muy mal recientemente! – Rias grito furiosa. – Mejor largate, espero atenta que me digas cuando será el enfrentamiento. -

- Me retiro Ojou-sama. – dijo Grayfia así desapareciendo en un círculo mágico.

- Maldita sea, Issei debe estar realmente furioso por esto. – dijo Rias.

- Creo que esto nos resta muchos puntos. – comento Kiba.

El resto permaneció en silencio mientras Koneko tomaba su celular y le enviaba un mensaje a Issei.

"Perdón por lo que paso senpai." Eso fue todo lo que pudo escribir la albina.

Por otro lado, Issei llego a su automóvil y se subió dejando que Raynare condujera ya que no quería conducir con lo iracundo que estaba. Su hermana estaba tratando de calmarlo, pero este rechazo todos sus intentos.

Una vez estuvieron en casa, Issei fue el primero en bajarse y busco a Azazel.

- ¡Azazel! – grito Issei así el hombre que estaba en la sala sobresaltándose al no esperar al chico y menos escucharlo tan molesto.

- ¿Issei? ¿Qué sucede? – pregunto el caído.

- Llevame ahora mismo con Baraqiel-sensei. Voy a entrenar para matar a un pajarraco. – dijo el castaño mientras sus ojos brillaban en señal de lo molesto que estaba.

Las palabras del castaño tan cargadas de ira hicieron a todos congelarse cuando lo escucharon.

Fin del Capítulo

Bueno, eso es todo por esta ocasión. Revise en uno de los reviews de un invitado de la pagina que quería acceder a las imágenes así que lo explicare lo mejor que pueda. Al final dejaré el link de mega con espacios, solo tienes que copiarlo y borrar los espacios para que te envié a la carpeta de MEGA con los trabajo que he hecho. Espero esto sea útil. Ahora sí, espero les haya gustado el capítulo y hasta una próxima entrega. Bye-bye ✌