Los personajes de Twilight no son míos sino de Stephenie Meyer, yo solo me divierto un poco con ellos.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ NNAM ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Capítulo 5
5 de diciembre
—Cuando era niña, siempre hacía estas galletas con mi madre —contó mientras amasábamos la masa—, verás que las galletas quedarán perfectas para cuando tu papi llegue.
Seguí haciendo mi trabajo. Muy pocas veces mami y yo hacíamos galletas, normalmente las comprábamos en la pastelería del centro.
»Incluso podemos intentar hacer una casita de jengibre y usarla como centro de mesa.
—Eso sería fantástico —dijo su madre, dejando lo que sea que estuviera haciendo en la estufa—, sería bueno tener algo hecho por mis dos chicas.
Ambas me sonrieron.
Sonreí, aunque no supe por qué.
Me pasó las chispas de colores para que se las agregara a la masa, se rio cuando agité el botecito intentando que saliera la mayor cantidad posible.
Papi me había dejado aquí con ella, me dijo que tenía cosas que hacer y no podía llevarme con él, pero que me divertiría mucho al quedarme con ella, tenía su día libre así que podíamos pasar todo el día juntas.
Habíamos visto la televisión, jugado un rato afuera en la nieve y hablado.
—¿Pasan mucho tiempo los tres juntos?
—Sí, ¿por qué?
—Curiosidad. ¿Te gusta tu vida en Florida?
—Mucho. ¿Has ido a Florida?
—Estuve una vez ahí, pero no recuerdo mucho.
—¿Has ido a Disney?
—No, ¿tú sí?
—Sí, varias veces, a mami no le gusta subirse a muchos juegos, por eso lo hago solo con papi, aunque mami se sube a algunos.
—¿Así que haces muchas actividades con papi?
—Sí, papi es divertido.
—Claro que lo es —sonrió acomodándome el gorro—. ¿Te está gustando Forks?
—Me gusta, aunque extraño estar en casa.
—Pero aquí están tus abuelos y tíos.
—Los abuelos casi no hablan conmigo y parecen estar enojados con papi todo el tiempo, Alice es muy entrometida y ha intentado hurgar en mi ropa, y Emmett da miedo.
—Bueno…
—Y mis primos dicen que no van a jugar con una bebé como yo, en casa están mis amigas del club de juegos a donde mami me lleva.
—Tal vez pueda hablar con tus abuelos, no creo que nadie quiera que te sientas de esa manera.
—Si quieres...
Habíamos seguido jugando con la nieve, hasta que dijo que necesitábamos entrar a casa pues estábamos muy frías.
Por eso ahora estábamos haciendo galletas.
—Este año Lauren es la encargada de la villa navideña, ella junto con Leah están haciendo grandes planes, han hablado de toda una aldea de duendes con un gran sofá rojo para Santa —siguió hablando la mujer rubia—, una casita de caramelo y un buzón en donde puedan meter las cartas, toda la algarabía navideña. Sería bueno llevar a Alannah para tomarse una foto con Santa y que entregue su carta.
—Es una gran idea, mamá, también podemos llevarla a la juguetería, así se da una idea de lo que quiere para Santa.
—Eso sería maravilloso, ¿qué te parece, cariño? —preguntó mirándome.
—Santa no existe —dije encogiéndome de hombros.
—Claro que existe, preciosa —me dijo ella.
—No es así, mami me lo dijo, me lo explicó todo, y está bien, es divertido que los niños pequeños crean en eso, aún recibo regalos y me porto bien y nunca jamás le digo a otro niño que yo sé la verdad. Mami me dijo que no podía decirlo o lastimaría los sentimientos de los demás, así que no lo digo, pero ustedes son adultos, así que no importa si se los digo.
—¿Por qué te dijo eso? —preguntó ella.
—Porque sí.
Nunca le diría que fue porque papi no podía comprar mi regalo de Navidad, así que me lo explicaron. Mami dijo que era difícil para algunos papis conseguir un regalo, para otros era más fácil. Lo entendí, o al menos un poco.
Pero no por eso la Navidad dejó de gustarme, me gustaba incluso más, mami decía que era para estar en familia y demostrar lo mucho que nos queríamos entre todos, de eso se trataba, no de los regalos que podíamos recibir.
Por eso aún celebrábamos Navidad, íbamos a los desfiles navideños, participaba en obras, comía galletas de jengibre y obtenía regalos por la mañana, pero no me tomaba fotos con Santa ni le escribía cartas.
—Hablaré con tu papi —dijo ella.
—Bien, también dile que venga por mí.
Ambas asintieron.
Esperaba que papi viniera pronto.
…
—Tenía problemas financieros, apenas podía llegar a fin de mes.
—¿No pudiste pedirle ayuda a tus padres?
—No me dirigían la palabra, ¿crees que solo porque te dieron todo el apoyo a ti me lo dieron a mí? Claro que no, me dejaron hacerme cargo de todo a mí, no estaba pasando por un buen momento, apenas tenía para mantener un techo sobre nuestras cabezas.
—No sabía…
—Claro que no, fue una decisión difícil de tomar, ¿crees que fue fácil para mí decirle la verdad? ¿Terminar con una fantasía porque no podía conseguir su lista de regalos? No lo fue, ni un poco.
—Lo siento, Ed, no sabía.
—No tenías por qué saberlo.
—Tienes razón… yo solo… creo que me alteré, es que Alannah es tan chiquita.
—Lo sé, pero lo hecho está hecho.
—Aun así me gustaría llevarla a tomarse fotos con Santa, podemos comenzar una tradición entre nosotras.
—Creo que tienes razón.
Se quedaron en silencio un momento, quería salir y decir que no quería tener ninguna tradición con ella, pero sabía que papi me regañaría por estar escuchando a escondidas.
—Lo siento, Edward, realmente lo siento, nunca debí reclamarte.
—No debiste.
—Lo sé, no volveré a hacerlo, realmente lo siento, te prometo que no volverá a pasar.
—Está bien… se está haciendo tarde, es mejor que lleve a Alannah a casa.
—Sí, ha sido un día largo.
—¿Fue difícil?
—Es pequeña, seré todo lo paciente que ella necesite hasta que confíe en mí.
Eso jamás iba a pasar.
¡Hola!
Conocemos un poco más de la vida de Alannah y sus papis.
¿Comentarios?
Nos vemos en el siguiente capítulo.
