¡Saludos, queridos lectores!

Tal como mencioné en el capítulo anterior, esta historia tendrá algunas actualizaciones en esta semana, y empezamos con el día de hoy, sólo que, por desgracia, el capítulo no tiene nada que ver con el tema del calendario.

Día 25: Canto SasuKarin Month Junio 2023

Admito que tenía una idea un poco cliché para este tema, aún así, me agradaba la idea de poder escribirla, pero por desgracia, sólo se quedó en una idea y quizá en otro momento será escrita. A pesar de lo anterior, tengo capítulo para hoy para cumplir con los treinta días de SasuKarin, así que pese a no encajar en el tema ni ser una historia nueva, espero que les agrade la idea de poder leer un capítulo más de esta historia n.n

Sin más por el momento, los dejo con la actualización de hoy n.n


Era jueves y Karin no había ido a trabajar los días anteriores, por enfermedad, según lo que reportó, y Sasuke no perdió oportunidad en irla a ver a su oficina en cuanto supo que había llegado. Si ella iba a renunciar, quería que se lo dijera de frente y no enterarse por la administración o por alguien más.

—¿Karin?

—Supongo que ya te imaginas que no estaba enferma. ¿Verdad?

—¿Está todo bien? —preguntó el varón, pues no le importaba la mentira.

—¿Qué? Sí, todo está bien —respondió Karin— ¿No te llegó mi mensaje?

—Sí —respondió inquieto, porque aunque quería preguntarle sobre lo ocurrido, no supo cómo hacerlo.

—Luces angustiado. ¿Qué pasa?

—Yo… estaba preocupado por ti —se atrevió a decir, lo que evidentemente confundió a la chica por la expresión en su rostro.

Sasuke sólo intentaba seguir el consejo de su hermano sobre decirle sus sentimientos a ella.

—Estoy bien. Yo… sólo necesitaba tiempo para pensar muchas cosas. Fue una charla muy larga.

—¿Ya… has resuelto todo?

—Estás preocupado de que pueda renunciar. ¿Verdad? —planteó Karin y Sasuke no supo qué responder, pues aunque sí tenía esa preocupación, no era la única que tenía en mente— Te dije que si decidía renunciar, te lo diría con tiempo, así que…

—Me preocupaba más que estuvieras triste.

Karin se vio sorprendida al principio, pero después sonrió.

—Creo que al menos debí decirte un poco más en ese mensaje que sólo poner que todo estaba bien. ¿Verdad? —Sasuke no supo qué contestar— Las cosas fueron bien, pero tenía varios asuntos qué resolver, ya que Neji y yo no hemos vuelto aún.

—¿Ya no…?

El corazón de Sasuke comenzó a latir acelerado con la esperanza de que ella le dijera que habían terminado definitivamente, pero no pudo terminar de hacer la pregunta por miedo a equivocarse.

—Hablamos muchas cosas de acuerdos y desacuerdos. Por supuesto, le planteé las inquietudes que te comenté el sábado y él me habló de otras —explicaba la pelirroja— Hicimos propuestas y nos dimos este tiempo para reflexionar todo lo que hablamos. Pretendemos tener otra conversación el viernes a ver si llegamos a algo.

—Es muy pronto.

—Lo sé, pero si vamos a terminar, no quiero prolongarlo más y si seguimos juntos, no será como si nada hubiese pasado, habría que mejorar en adelante, aunque admito que lo haré temiendo que al final termine en nada —respondió la pelirroja con seguridad, para luego bajar la mirada— Quizá me esté precipitando y sea una equivocación manejarlo así, pero lo hago de esa forma porque siento que él podría ser el tipo de persona que espera que cambie de opinión con el tiempo.

—¿Sobre qué?

—Muchas cosas, pero principalmente, que él parece querer que me someta a las costumbres de su familia como si yo no tuviera las mías propias —respondió Karin y notó que él levantó una ceja curioso— Tú, Juugo e incluso el imbécil de Suigetsu son como mi familia. Si no puede aceptarlo y respetarlo, no llegaremos más lejos que esto.

—¿Estás segura que quieres dejarlo ir si no lo acepta? —cuestionó Sasuke, pues entendía que parte de esas viejas costumbres, no miraban con buenos ojos la amistad de hombres y mujeres, lo que explicaba mejor el desagrado de Hyuuga al verlo en el departamento de Karin, aún si habían sido sólo tres veces en un plazo de tiempo largo.

—Aún no tengo todo resuelto para el viernes, pero hay dos cosas que tengo seguras. Número uno, no estoy hecha para todas esas costumbres. Puedo seguir algunas y ceder a otras de vez en cuando, pero no a todas —respondió la pelirroja con una sonrisa triste— Te lo dije, no soy una princesa ni una dama. Y número dos, ya he tomado mi decisión sobre el trabajo aún si no es la mejor, así que si no está de acuerdo, será suficiente para que rompamos.

—¿Qué decidiste? —preguntó Sasuke tratando de disimular que esto lo había puesto tenso.

—Me quiero quedar aquí —respondió para luego bajar la mirada— Sé que sería mejor irme y aprender nuevas cosas tal como lo sugeriste y de hecho, he visto buenas ofertas en otros lados para no ir a Hyuuga Corp., pero… —levantó la vista a él y le sonrió— Me gusta mucho aquí.

El corazón de Sasuke casi se detiene al escuchar la respuesta, pues no estaba muy seguro de si estaba alucinando o ella lo decía en serio. Él había pensado que ella terminaría yéndose.

—Karin…

—Sé que puede sonar muy infantil de mi parte, pero ¿qué motivos tengo para cambiarme? Me gusta mi trabajo, gano bien, estoy contenta con mis compañeros de trabajo… la mayoría, y domino lo que hago —lo interrumpió al adivinar lo que le diría— Un día quizá deje el trabajo cuando quiera aprender algo nuevo. Por ahora, no está en mis planes y no quiero cambiarlos. Quiero conseguir mi casa para que mi bebé corra libremente y estoy a poco de conseguirlo.

—Entonces quizá sea yo quien deba cambiarse, por lo menos de área.

—¿Qué? ¡No! ¿Por qué harías eso?

—Hyuuga no te quiere cerca mío —señaló el varón muy serio.

—¿Te dijo algo cuando estaban en mi casa? —preguntó Karin y se veía inquieta.

Sasuke no iba a contestarle, no quería ser quien diera razones para que se pelearan, pero se le escapó el comentario, así que cuando ella le preguntó si él le había dicho algo al respecto, quiso negarlo.

—Sólo lo pensé porque me vio en tu casa.

—Dime la verdad.

—No…

—Sasuke, ¿crees que no me di cuenta que algo debieron decirse ese día? Neji tampoco quiso decirme nada, pero cualquiera con dos dedos de frente sabría que algo se dijeron —reclamó la pelirroja— Mi sala apestaba a testosterona y aún no sé, pero agradezco que no haya pasado, cómo es que no hubo una pelea a golpes entre ustedes. Me asfixiaba con el ambiente pesado.

—¿Qué razón tendría para ponerme a la defensiva con él? —planteó Sasuke, fingiendo que él no tenía motivos.

—Tu y yo sabemos cuál es esa razón —respondió Karin cruzándose de brazos mientras lo miraba acusadoramente.

Aquella mirada lo hizo sentir incómodo al pensar que sabía que estaba enamorado de ella, lo que lo puso nervioso porque no estaba preparado para hablar de eso con ella, mucho menos cuando se suponía que él estaría al margen para no perjudicarla.

—¿Cuándo te diste cuenta? —fue lo único que pudo preguntar nervioso.

¿Por qué estaba tan nervioso? Era la primera vez que se sentía así frente a ella.

—No es difícil percibirlo cuando los hombres tienen ese instinto de "yo soy muy macho". ¿Sabes?

—¿Qué? —él no entendía a qué se refería ella.

—Has mostrado celos cuando empecé a salir con Neji. Algo que imagino, tiene que ver con la sensación de que él me alejaba de ti.

—No…

—Tranquilo. Soy consciente que esos celos no son porque me amaras o algo así. Supongo que es esa horrible idea de los hombres de que una mujer es suya y hay un impulso extraño de marcar territorio —comentó Karin disgustada con la idea— Eso sí, agradezco que seas lo suficientemente razonable para no causar dramas innecesarios y por fortuna, Neji tampoco es tan impulsivo, pero el sábado podía cortar la tensión con un cuchillo.

Saber que Karin había notado sus celos, lo había hecho sentir nervioso, principalmente porque pensó que tendría que confesar sus sentimientos, pero cuando ella empezó a hablar sobre que creía que él sentía celos por mera sensación de territorio, comenzó a sentir una desazón que le era difícil de describir.

Después de tantos años detrás de él, ella al fin se había convencido de que él no podía sentir nada por ella más allá de una amistad y aunque no podía culparla, porque él se había encargado de abstenerse a darle alguna muestra de afecto romántico, podía sentir que se le rompía el corazón de nuevo.

—Apenas y hablamos —fue lo que pudo responder, porque una parte de él quería olvidarse de los nervios que había sentido previamente y confesarse, pero sujetándose a la razón, debía evitarlo.

—¿Por qué no puedes sólo decírmelo? Neji quiere quedar bien conmigo, así que sé que no va a decírmelo aunque le insista, pero tu no eres de las personas que ocultan las cosas —él seguía contrariado y ella podía notarlo— Sasuke, si él dijo algo que puede cambiar mis decisiones, necesito saberlo, porque si no me lo dices, igualmente él lo revelará en algún momento tarde o temprano con sus acciones.

—En realidad hay algo que me gustaría…

Llamaron a la puerta de Karin y ella bufó por la interrupción, pensando que él al fin le diría lo que hablaron.

—Adelante —la pelirroja dejó pasar a quién sea que estaba tocando. Por poco se olvidaba que se suponía que estaba trabajando.

—¡Estoy esperando que actualices los malditos datos! —exclamó Suigetsu enojado— ¡Nos has atrasado con tu escapada!

—Mandé los datos actualizados antes de que Sasuke viniera a verme —respondió Karin enojada.

—¡No es cierto! ¡Acabo de entrar al documento y todo sigue igual que en la mañana! —exclamó el albino para mirar al azabache— ¡Exígele que se ponga a trabajar o despídela! ¡No hace su trabajo!

—¡Vuelve a cargar la página! —gritó Karin irritada.

—¡Se actualiza en tiempo real, no tengo por qué actualizar nada! —exclamó Hozuki.

—Vuelve a cargar la página —dijo Sasuke.

—Pero…

—Ve y hazlo —ordenó el azabache levantando la voz lo suficiente para reafirmar la orden, pero sin gritar.

—¡Bien! ¡Ya voy! ¡Pero si no hay nada, ponla a trabajar! —dijo saliendo de la oficina descontento y azotando la puerta tras de sí.

—Creo que todo el día estará aquí haciéndome reclamaciones —espetó la pelirroja dando un suspiro. Enseguida, se repuso y miró al azabache— ¿Qué era lo que me estabas diciendo?

Sasuke había estado a punto de confesar sus sentimientos cuando Suigetsu llegó y, aunque fuera una interrupción breve, fue suficiente para darse cuenta que ese no era el momento ni el lugar. Se había abstenido de decirle de sus sentimientos para no ponerla en entredicho y ese momento era el peor de todos.

Primero que nada, ella estaba en un dilema sobre seguir o no su relación, eso incluía la decisión de quedarse o dejar su trabajo y en segundo lugar, ella estaba segura de que él no sentía nada por ella, así que decirle lo contrario, podría ser poco convincente. Por último y más importante, ella ya había pasado página. ¿Qué caso tendría que confesarse sabiendo que sería rechazado?

—Me dijo que debía mantenerme alejado de ti. Es todo —respondió Sasuke. Aunque no quería decirle lo que habló con Neji, era mejor decir un poco de ello que confesar sus sentimientos.

—¿Te dijo eso? —preguntó Karin sorprendida y descontenta— No debió…

—Nos encontró en una situación dudosa. Es natural que se sintiera tenso —respondió el azabache— Sólo acláraselo. Él es razonable y lo entenderá cuando le expliques todo.

—¡Ya sé lo he…! Olvídalo. Voy a hablar con él muy seriamente —él podía notar el enojo contenido de la fémina— Gracias por decírmelo. Era muy importante para mí saberlo.

—Karin. No actúes precipitadamente.

—No lo haré. Te lo prometo. Es algo que ya he meditado mucho —ella le sonrió después de unos momentos silenciosos— ¿Sabes? Has resultado ser un mejor amigo de lo que esperaba.

—Yo… Lo intento.

—Haces un excelente trabajo —ella lo abrazó contenta— Gracias por ser mi amigo.

El abrazo se sintió agridulce, porque pudo tenerla cerca, pero que ella se viera más feliz siendo su amiga que cuando tenían sus encuentros sexuales, era doloroso de ver, especialmente cuando era consciente de que en aquel entonces la había hecho llorar.

Sí, era verdad que él había considerado que por la felicidad de ella, era mejor ser sólo amigos, y aún lo sostenía, sin embargo, eso no borraba los sentimientos de tristeza y enojo.

Ella le sonreía al terminar el abrazo.

—Karin…

—¡Oh! ¡Espera! ¡Ya es tarde! Hemos estado aquí mucho tiempo. Debo apresurarme a terminar un informe para Itachi-san —comentó la pelirroja tras revisar la hora— ¿Es importante lo que quieres decirme? Si es así, dame sólo unos minutos para terminarlo y…

—No. Sólo quería decirte que debíamos volver al trabajo —respondió Sasuke preguntándose por qué a veces su cuerpo lo traicionaba e iniciaba oraciones que no debía terminar— Es bueno verte de regreso. Trabaja duro.

Karin se despidió de él con alegría, pero Sasuke no prestó demasiada atención a ello porque necesitaba salir rápido de allí, antes de que algún estúpido impulso lo hiciera volver y decirle lo que realmente sentía. De hecho, tuvo tanto miedo de tener un desliz de lengua, que optó por irse del edificio y se mantuvo alejado durante parte del día hasta que se sintió más tranquilo.

Por desgracia, al volver, se encontró con un cuadro que no quería ver: Neji acompañando a Karin de vuelta a la empresa.

¿Qué hacía Neji ahí? Es decir, Sasuke estaba volviendo a la hora en que terminaba la comida de los empleados, por lo que verlo acompañar a Karin no era una locura cuando estaban saliendo, pero ahora que se suponía que esperarían al viernes para hablar, no entendía qué hacía él allí.

—Lo odio —Sasuke oyó una voz a su derecha y notó que Suigetsu se había parado a lado suyo con los brazos cruzados mientras miraba a Karin y Neji que hablaban frente al edificio. Juugo estaba con él.

—¿Qué…?

—Desde que ella sale con Neji, anda de mamona y quiere verse como una fina dama para él —decía el albino irritado— Por eso ya no se altera tanto cuando la jodo. He perdido mi diversión por su culpa.

El azabache miró al albino y levantó una ceja.

—Ella quiere ser una mejor persona. Quizá tú deberías hacer lo mismo dejando de molestar a todos para tu diversión —señaló Juugo.

—¡Bah! ¿Cómo esa bola de estirados pueden ser mejores personas? —replicó Suigetsu— Si se vuelve una de ellos, ya ni siquiera va a querer salir a beber.

—Tampoco te haría mal dejar de beber o al menos bajar un poco tu consumo —sugirió Juugo.

—¡¿Qué dices?! Si esos dos se casan, te aseguro que habrá botellas muy finas en la boda y yo voy a beber hasta ahogarme —respondió el albino— Si muero ahí, podrán decir que morí bebiendo el alcohol más caro, quizá vino bien añejo de mil años o mamar con champagne.

—¿Vino de mil años? —preguntó Juugo que no sabía que le confundía más, si hablar de un vino tan antiguo o que primero parecía estar en contra de esa boda y ahora la apoyaba en nombre del alcohol caro.

—Son millonarios, seguro hasta tienen un fósil de dinosaurio adornando la sala y un dodo clonado de mascota.

—Te sacarán de la boda a la primera señal de problemas —musitó Sasuke irritado para volver dentro de la oficina. Neji ya se había ido.

Por un momento, se quedó a escuchar lo que Suigetsu tenía que decir, porque de alguna forma, oír que él odiaba a Neji le daba algún consuelo, como si reflejara sus propias emociones, pero cuando empezó a hablar de la boda, ya no quiso oír nada.

Suigetsu no tenía verdaderas razones de odiar a Neji más allá de que Karin no explotaba igual que antes cuando la jodía, pero si ella se casaba, él encontraría una ventaja de eso.

En pocas palabras, no había quien pudiera entender cómo se sentía, porque aunque Itachi lo apoyaba, no era lo mismo. Y aún si hubiese alguien que lo entendiera, ¿de qué servía?

Uchiha quiso volver al trabajo porque era lo único que podía ayudarlo, más o menos, a no hundirse en sus pensamientos, pero las cosas fueron empeorando cuando Sakura llegó a la oficina a la hora de la salida.

—La actualización del esquema de trabajo para el proyecto de Kusa…

Llamaron a la puerta.

—Adelante —invitó Sasuke pensando que era Juugo que había ido a buscar algunos archivos.

—Hola, Sasuke-kun —Sakura saludó cuando entró a la oficina y enseguida notó a la pelirroja a la que había interrumpido al tocar— Buenas noches, Karin-san.

—Buenas noches.

—¿Qué haces aquí? —preguntó Sasuke confundido.

—Yo… quería darte una sorpresa e invitarte a salir para celebrar nuestra nueva relación —contestó Sakura tímidamente, pues no esperaba decirlo frente a alguien más.

Sasuke miró a Karin, quién lo miraba incómoda.

—¿De qué estás hablando? —preguntó Sasuke confundido. Con todo lo ocurrido, no recordaba el acuerdo que tenía con Sakura.

Haruno dio una mirada a Karin, pues se sentía avergonzada de tratar ese asunto frente a alguien más.

—Iré por los papeles que faltan —dijo Karin y luego miró a Sakura— Nos vemos luego.

Obviamente, Karin buscó una excusa para dejarlos solos porque salvo lo que Juugo llevaría, no necesitaban nada más para seguir con el trabajo que estaban haciendo en ese momento.

—¿Puedes explicarme qué haces aquí? —preguntó Sasuke cuando la pelirroja se fue.

—Había pensado que sería agradable celebrar que nuestra relación ya no es una farsa y empezar a trabajar en ella —respondió Sakura sonriendo y acercándose al varón.

—No estamos reanudando la relación.

—Pero aceptaste…

—Este tiempo veremos si podemos tener una relación real —respondió Sasuke que ya tenía más claras las ideas y había recordado la conversación telefónica. De no ser por los problemas que le traería, habría terminado con eso— Si sigues entendiendo lo que quieres, esto nunca va a funcionar.

—Pero prometiste que harías un esfuerzo, así que pensé…

—Deja de asumir cosas. Quedamos en algo, pero si lo que realmente quieres es tener una relación chantajeándome, dímelo de una vez.

—No, no quiero eso. Sólo quiero una oportunidad porque sé que puedo conseguir tu amor.

—Entonces, si eres consciente de la diferencia, céntrate en ello.

—Por eso vine a invitarte a cenar. Ese es mi esfuerzo, el tuyo debería ser aceptarlo.

Sasuke dio un suspiro pesado.

—Llegaste y me viste trabajando con Karin, ¿aún así piensas que tengo tiempo para salir contigo?

—Pensé que estaban atendiendo últimos detalles.

—Les he dicho a ti y a Naruto que el ritmo de trabajo aquí no es igual que el de ustedes —respondió Sasuke irritado.

—Si vinieras con nosotros, no tendrías que quedarte tan tarde. Nos gustaría…

—Sakura, hablo en serio. Tengo mucho trabajo y hablar contigo sólo nos retrasa a Karin, Juugo y a mí.

—Yo… —quiso protestar, pero no pudo y bajó la mirada— Lo siento.

—Hablaremos cuando tenga tiempo.

Una vez más, Sakura intentó decir algo más, pero no pudo hacerlo porque comenzó a sentirse culpable de retrasarlos, pues sabía que ellos querrían volver a casa pronto.

—Entonces, los dejo trabajar. Lo siento —respondió Sakura bajando la mirada.

—Dile a Karin que regrese cuando salgas —espetó el azabache regresando la vista a los papales que la pelirroja le había estado explicando antes de la llegada de Sakura.

—Adiós, Sasuke-kun, que tengas buenas noches —Sakura se despidió antes de abrir la puerta y esperó respuesta, pero aunque obtuvo apenas un sonido proveniente de él, ni siquiera levantó la vista hacia ella.

Karin y Juugo entraron a la oficina poco después de que Sakura se fuera, pues la pelirroja había detenido al naranjizo cuando llegaba con los papeles. En cuanto volvieron, aunque tenían curiosidad, reanudaron el trabajo y para cuando terminaron y se preparaban para irse, Sasuke la llamó a ella para que se quedara sólo un poco más.


¿Sasuke conseguirá aclararle a Karin que no ha vuelto con Sakura pese a lo que ella dijo? ¿A Karin no le afectó saber esto? ¿Sakura se rendirá en algún momento? ¿Qué era eso que a Karin le molestó demasiado de Neji, pero que no quiso decirle mucho a Sasuke? ¿Hay alguna otra duda que les gustaría resolver?

Me encantará leer sus preguntas y teorías en los comentarios n.n

Espero mañana poder subir la actualización para no seguir subiendo capítulos atrasados, pero como ya he mencionado, si llegara a ocurrir, estaré subiendo lo restante del mes el fin de semana n.n

Sin más por ahora, me despido n.n

¡Hasta la próxima actualización!