Aelita's Nature
Capítulo 6
Las semanas fueron pasando, y se encontraban en ese momento a 12 de Febrero de 2005. Los ataques de Xana se fueron sucediendo cada varios días, consistiendo en control de pequeñas cantidades de animales gregarios, cables pelados, y una ocasión bastante graciosa en la que intentó usar objetos metálicos sin demasiado éxito. Eso al menos le parecía a Odd, pues a Jeremy eso le preocupaba bastante. De ello hablaban mientras estaban en la cafetería, comiendo.
-Esa es mi opinión, al menos -comentó, mientras bebía-, de hecho estoy bastante seguro que está aprendiendo.
Ulrich suspiró un poco.
-Tiene sentido… -murmuró- Pero hay otra cosa que me preocupa, Jeremy.
Este le invitó a hablar, comiendo tranquilamente. Odd ya iba a coger la ración de este, de hecho, que le tendió el plato con una sonrisa.
-Los ataques no parecen ser tan… -se quedó callado buscando las palabras adecuadas- Peligrosos como antes. Me da miedo.
Odd murmuró algo, pero al tener la boca llena no se le entendió nada. Al tragar volvió a hablar.
-¡Yo no me preocuparía! -afirmó- De hecho creo que es bueno, es como si quisiera probarnos, mientras haga eso nosotros nos haremos fuertes.
En ese momento, Jeremy chasqueó los dedos.
-Exacto, Odd -murmuró-. Quiere aprender de nosotros…
Ulrich asintió.
-¿Crees que nos espía?
El otro negó entonces.
-Lo dudo bastante -comentó, entregándole su postre a Odd-. Pero sí se fija seguro en nuestra forma de actuar.
El tercero intervino de nuevo.
-¿Y entonces qué hacemos? ¿Encerrarnos en nuestros cuartos como tú, Einstein?
El aludido negó con diversión.
-Aunque nosotros nos volvamos monjes de nada serviría -explicó-. Tiene millones y millones de personas en las que fijarse, así que…
Se limitó a levantarse, los otros dos le imitaron.
-Cojonudo… -gruñó Ulrich- Por cierto, luego iré a entrenar fútbol, este finde tenemos partido.
Odd asintió.
-¡Es verdad! -exclamó, sonriendo- Me disfrazaré de animadora sexy para levantar vuestros ánimos.
Jeremy se rio un poco mientras el otro negaba molesto.
-Me encantaría ver eso, pero tengo que trabajar -suspiró entonces-. Cada día más cerca de mi objetivo…
Los otros dos asintieron, salieron entonces de la cafetería de Kadic y se dirigieron a los cuartos.
-¿Y de dónde sacarías el disfraz? -preguntó con diversión Ulrich- ¿De alguno de tus ligues?
El aludido le sacó la lengua.
-Tengo mis fuentes, chaval -aseguró-, de todas formas efectivamente tengo un ligue…
Los otros esperaron a que comenzara a hablar de lo maravillosa que era esa chica, de lo lista que es, guapa, carismática… pero por alguna razón no lo hizo. Igual estaba madurando… sin darle más vueltas a todo eso, cada uno fue a sus cuartos con la intención de reposar algo la comida o repasar el programa de virtualización. Sin embargo, Odd no tardó demasiado en echarse colonia, mirarse al espejo, y colocarse bien su pelo pincho, saliendo disparado por la puerta. Apenas se despidió de su amada mascota, incluso, cosa sorprendente dado que él pensaba que eso le daba buena suerte con las tías… manías raras del chico, en todo caso.
-Vaya tío… -murmuró Ulrich, recostándose en la cama- Tu amo es raro de cojones…
Kiwi estornudó un poco y se limitó a quedarse tumbado justo donde estaba. Odd ya estaba bajando por las escaleras, con el corazón algo acelerado. Esa sería la cita… más rara de su vida. Le había pedido ayuda a Yumi con unos ejercicios que no entendía, y esa tarde ella le iba a explicar de qué iban, eso en la teoría. En la práctica quería ver las reacciones de ella y si le gustaba su compañía, porque, las cosas como son, ella era guapa. Y si Ulrich era tan bobo de no ir a por ella, lo haría él.
-Lo más seguro es que no logre nada… -murmuró, mientras andaba- Pero por intentarlo no pierdo nada.
Salió por la puerta de Kadic y se dirigió directo a la casa de ella, aprovechando que no habría nadie más allá del padre de ella, dado que la madre y el hermano estarían fuera por no recordaba qué cosa de Japón. Mejor, porque el padre pasaba algo de lo que hiciera ella en su cuarto, así que era perfecto. Estaba bastante contento, aunque esperaba que nadie se ofendiera…
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Jeremy, mientras tecleaba en su ordenador a un ritmo tranquilo pero constante, con Aelita sonriéndole desde Lyoko, observando atenta las líneas de código que iba escribiendo. Como siempre hacían, pero ella disfrutaba de esos momentos. Por alguna razón le gustaba estar así, aunque fuera a durar poco, o eso decía él… El chico la notó algo distraída, así que se lo hizo saber.
-¿En qué piensas?
Ella le miró y sonrió algo.
-En si has decidido si apagaras el súper ordenador en… -se lo pensó algo- ¿Se llamaba verano, esa época que dijiste?
A eso el chico asintió.
-Creo que es lo mejor -comentó él-, así no habrá peligros de ataque y podré trabajar tranquilamente, además los otros no sé si podrían estar disponibles también…
A eso Aelita asintió.
-Entiendo… -murmuró- Hoy es Sábado, ¿no iréis a ningún sitio?
Jeremy suspiró.
-Si alguno tuviera novia el Lunes sería un buen día…
Eso llamó la atención de la otra, por lo que el otro se sonrojó un poco. Carraspeó y procedió a contar.
-El 14 de Febrero se celebra una fiesta llamada San Valentín -comenzó-, que es el día de los enamorados.
Aelita asintió. Sabía qué era el amor, pero jamás lo había sentido. Dudaba hacerlo de hecho, pero el concepto se lo había explicado ya Jeremy junto con otras muchas, o por lo menos las más básicas.
-Se suelen regalar cosas a la pareja, aunque también pueden ser a amigos… -musitó- Pero lo más habitual es a la pareja.
Ella asintió.
-¿Ulrich y Yumi no lo son tampoco?
Jeremy suspiró ligeramente, dejando de teclear unos instantes.
-Es complicado… Bueno, ellos lo son -al ver su rostro, el otro siguió-, quiero decir, son amigos, pero se nota que quieren algo más, y a la vez no quieren más.
La IA resopló.
-Los humanos sois muy raros, sí -luego negó suavemente-. Pero me caéis bien. En especial tú, Jeremy.
El chico se limitó a sonreír un poco y continuó escribiendo las líneas de código, hasta que, un par de horas después, su móvil comenzó a vibrar un poco.
-¿Yumi…? ¿Será un ataque?
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Odd no tardó demasiado en llegar a la casa de los Ishiyama. En cuanto tocó el timbre ya estaba esperando Yumi, que le invitó a pasar con una sonrisa. El chico se fijó en que tenía una sudadera negra y leggins, con el pelo recogido en una trenza alta, la verdad es que guapa era… Cruzó el umbral de la puerta con una sonrisa, a ella no se le pasó por alto que no traía ni mochila ni nada, pero no lo comentó.
-¿Vas a querer un vaso de agua o algo? -preguntó la chica, guiándole- Por cierto, zapatillas fuera.
El chico retrocedió los pocos pasos que dio, se quitó las deportivas, y un ligero mal olor le llegó a la nariz. Ella puso algo de mala cara pero no comentó nada, el otro se limitó a ir tras ella sin comprender demasiado por qué lo hacía, y se limitó a fijarse en el cuerpo de ella. Era delgado, alto y hermoso…
-Normal que Ulrich se haga pajas pensando en ella -pensó para sí-, está cañón… sería una pena no aprovechar….
Con eso en mente atravesaron el pasillo, pasaron por delante del salón donde Takeo se encontraba recostado viendo la tele, subieron por las escaleritas, y pasaron al cuarto del lado izquierdo. Allí ella ya lo tenía todo preparado para estudiar con el chico, de hecho en el escritorio tenía unas cuantas hojas, los ejercicios, y varios bolígrafos y lápices.
-Bueno, vete sentando anda -pidió ella, mientras le indicaba-, voy al baño y en seguida vengo, ¿vale?
Odd se limitó a asentir y se colocó en uno de los cojines que ella tenía. Notó el suave olor de ella en el ambiente ahora que se fijaba algo, seguramente por haber estado allí todo el día. También que lo tenía todo ordenado, y se fijó en los suaves trazos de ella; también que mezclaba en sus apuntes el francés con lo que debía ser japonés, con pequeñas anotaciones a los márgenes. La verdad, lo tenía todo bastante bien ordenado y tenía los apuntes bonitos… aunque comparados a los suyos cualquiera lo eran.
Mientras observaba el cuarto se fijó en la mesilla al lado del futón en el que dormía, tenía a su lado una cajita de clínex, una sonrisilla le salió en ese momento, pero se giró en cuanto escuchó la puerta abrirse, e hizo como que miraba los ejercicios por encima, pensativo.
-Bueno, pues nos ponemos ya, ¿no? -preguntó, colocándose a su lado- ¿Estudiaste algo estos días?
Tenía el pelo suelto y algo mojado, se debió peinar en unos instantes con un peine pasado por agua.
-Poco, la verdad… -era la verdad realmente- Estuve algo liado.
Ella suspiró un poco, le tendió un lápiz, unas hojas en blanco, y luego procedió a explicar cómo se hacía el proceso para resolver aquellas ecuaciones. Claro, para ella aquello no era nada dado que sólo había una incógnita y ella ya iba por dos, pero en su día le costaron también.
-Y entonces pasas esto al otro lado -rodeó unos números, y dibujó una flecha-, y ya entonces resuelves normal, ¿lo entendiste?
El chico se había quedado todo ese rato mirando disimuladamente sus facciones. Cuando ella se giró a mirarle él la miró a los ojos. Yumi no pudo no perderse en aquellos ojos café, frunció algo los labios y sus mejillas se sonrojaron un mínimo, y entonces él procedió a darle un suave beso en los labios. Duró un instante, apenas fue un roce, pero al otro debió bastarle.
-Nah, no eres mi tipo… - comentó él, como si tal cosa- A ver, estas buena, pero sin más…
Procedió a levantarse, ella le imitó atónita.
-¡ODD! -le gritó- ¡¿Por qué me besaste, tío?!
Ella parecía más indignada por que dijera ese sin más que por el hecho de que la besara sin permiso, que también. Estaba bastante sonrojada entre la vergüenza y el cabreo.
-Quería saber cómo se sentía besarte -respondió simplemente-. Pensé que ya que Ulrich es tan tonto como para pasar de ti, yo no iba a perder esa oportunidad.
Ese razonamiento hizo que ella alzara una ceja.
-Eres un capullo, ¿lo sabes, no? -inquirió, él simplemente le hizo el símbolo de la victoria con dos dedos- Nunca quisiste estudiar conmigo, solo plantarme un beso en un despiste, ¿verdad?
A eso él asintió.
-Sí, pero ya que estamos… -se llevó una mano tras la nuca- Pues… no me vendría mal unas clases….
La chica puso los ojos en blanco, se sentó de nuevo y el otro se colocó a su lado. Sin embargo ella le fulminó con la mirada en cuanto se posicionó.
-Como me vuelvas a tocar sin permiso te dejo la cabeza dando vueltas, ¿vale?
Ella podía ser bastante intimidante cuando quería, pero él había toreado en plazas peores a decir verdad.
-Oh vamos, no es para tanto -comentó él- Es solo un beso, no es como si te hubiera tocado las tetas o algo.
Ella gruñó, molesta.
-De verdad, para -pidió-. No todos somos tan abiertos, Odd…
Ella chasqueó la lengua, medio molesta por ser tan cortante, pero por otro lado estaba cabreada con él. El chico la miró por unos segundos, tamborileó y le sonrió.
-Él te gusta, ¿verdad? -ella desvió la mirada- No le diré nada, será nuestro secreto.
Yumi suspiró pesadamente.
-No lo sé… -reconoció- Pero no vinimos a esto. Si no quieres estudiar no me molestes.
Ella era verdaderamente difícil. Sabiendo que poco iba a lograr en esos momentos dado que se había cerrado en banda, decidió que mejor aprovechar que ella seguía queriendo explicarle algo, seguramente otra tía le hubiera mandando a la mierda desde el primer beso. En todo caso ya iría limando asperezas con ellas, estaba bastante seguro que podría llegar hasta el corazón de ella, aunque ya no deseaba hacerlo desde una perspectiva de ligoteo… en principio, no le gustaba ponerles puertas al campo.
Se limitó a irle preguntando las dudas que tenía, Yumi debía reconocer que si no fuera un vago redomado no le iría nada mal en los estudios, pero claro, si no trabajaba… Pillaba rápido las cosas y rápidamente entendió bien el proceso, solo le quedaría reforzar aquello haciendo más ejercicios, y ya que estaba allí lo harían. Daba por hecho que él luego se dedicaría a jugar con sus videojuegos, o con Kiwi, o se fijaría en otra compañera y se enamoraría. El modus operandi habitual en él.
-Pues no era tan difícil… -comentó él- Lo que pasa es que la Meyer lo hace aburrido de cojones…
Ella se rio un poco.
-Ya ves -ella se recostó algo, habían estado hora y pico-. Se te da bien, podrías aprovechar y sacar una buena nota en tu vida.
Él negó, mientras se estiraba. Había logrado devolver la calma al ambiente en ese rato.
-Qué dices, y dejar de quedar con tías -le restó importancia con un gesto-. Quita, me lo paso demasiado bien.
Ella suspiró un poco.
-Me gustaría tenerlo tan claro como tú… -le miró unos segundos- Aunque él me guste no es el momento, no… no estoy lista…
Odd asintió, entendiendo lo que decía.
-Siempre podéis follar -ella le miró cabreada-. ¡Oye, como si no quisierais! He perdido la cuenta de las pajas que…
No pudo terminar dado que ella le quiso dar un puñetazo, cuando escucharon un chasquido como de electricidad. Uno bastante intenso, Yumi de hecho se levantó de golpe y miró hacia los enchufes de su cuarto con horror.
-No otra vez…
Sin embargo Odd miraba hacia afuera, y entonces señaló hacia la casa que estaba en frente, otra unifamiliar de dos plantas pero que estaba a la venta desde hacía un tiempo. Las ventanas del piso superior habían estallado y algunos hilos de electricidad subía por el aire, como queriendo ir hacia el cielo. Estaban tan absortos con aquello que ni se dieron cuenta de una sombra humanoide que se movía por la casa, aunque aquello fue suficiente para que los otros dos avisaran del ataque a Jeremy. De hecho Yumi llamó de inmediato al chico, con sudor frío comenzando a cubrir su frente y la excitación por la lucha inminente hacía que su cuerpo se preparara.
-¡Jeremy, tenemos un ataque! -exclamó ella, mientras corría a su armario- Es muy raro, es como si quisiera llegar al aire y… No, él está conmigo, vamos ya.
Odd se sonrojó cuando vio que ella comenzaba a cambiarse delante de él, desde luego le daba igual que la viera así, eso o no quería perder tiempo en echarle y discutir con él. En cuanto se puso ropa más de calle se puso un abrigo fino y le tiró el suyo al chico, que se quedó estático donde estaba, casi ni reaccionó cuando ella casi le puso en la cara su cazadora.
-¿Pasa algo? -preguntó preocupada- Oh…
Se sonrojó y hubo un silencio ligeramente incómodo cuando notó que en el pantalón del chico se notaba un ligero bulto.
-Ya te dije que estabas buena -le espetó, avergonzado- No te vengas muy arriba, guapa…
Yumi se empezó a reír con ganas, casi olvidando que estaban inmersos en un ataque de Xana. Se fue calmando mientras bajaban por las escaleras, por suerte para ellos Takeo ni se había enterado del jaleo que empezaba a formarse en la calle, pues la gente ya empezaba a arremolinarse en torno a la casa de enfrente, sin entender qué estaba pasando. Por ello aprovecharían aquella situación para poder ir dirección a la fábrica todo lo rápido que pudieran.
-¿Jeremy y Ulrich ya van para allá? -preguntó Odd, ya corriendo por la calle- No sé de qué va el ataque pero está claro que algo maquina…
Yumi asintió, era más alta y podía correr más deprisa que él gracias a sus mayores zancadas, pero el otro no era lento precisamente, y de hecho podía ser más ágil que ella si así lo quería. No para nada era un gato en Lyoko, aunque a él eso le molara en un inicio. Mientras ellos iban hacia allí, de la casa no dejaban de emanar aquellos rayo hacia el aire, pero un humo negruzco algo siniestro salió también, y que se comenzó a arremolinar en la calle, haciendo que los curiosos comenzaran a asustarse y a retroceder, más cuando tomó forma humana. No tardó demasiado, sin embargo, en andar hacia uno de ellos, pero no llegó a tocarle ya que aún era demasiado poco consistente.
La conmoción fue general entonces y comenzaron a correr, coincidiendo con la llegada de los primeros agentes de policía, y que si bien no entendían qué tenían delante no dudaron en apuntar con sus armas, más asustados que otra cosa. Aquella entidad, que no era otra cosa más que Xana, había tomado la forma de uno de los transeúntes, que se quedó estático ahí mismo, sin dar crédito en lo que veía… eran totalmente idénticos, salvo que los ojos de aquella cosa no tenían pupilas, en su lugar el símbolo de la IA relucía en rojo.
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Jeremy había avisado a Ulrich para ir corriendo hacia la fábrica, llegarían antes que los otros dos gracias a que estaban más cerca, aunque el primero no llegó a especificarle al otro dónde estaba Odd, limitándose a decir que Yumi le llamaría. Y de todas formas igual ni contestaba con estar con alguna chica, demasiado centrado en ella como para atender al móvil, ya le echarían la bronca… Jeremy esperaba que esa mentirijilla colase lo bastante como para evitar peleas dentro del grupo.
-¿Sabemos de qué es el ataque? -preguntó Ulrich, ya estaban por las alcantarillas- Porque es raro que no hayamos visto nada aún…
El otro asintió.
-Dice Yumi que ha sido cerca de su casa… -jadeó este- Mejor que no sea en Kadic, sería más complicado así.
Ulrich asintió, entonces subió el primero por las escaleras de mano, y con cuidado abrió la tapa que llevaba hasta el puente de la fábrica. Al no ver nada peligroso abrió hasta el final y salió, ayudando al otro a salir.
-¿Aelita ya sabrá dónde está la torre activada?
El otro se hundió de hombros.
-Pronto lo sabremos… -murmuró- ¡Vamos!
Tardaron unos pocos minutos en llegar Jeremy a la sala de la interfaz, y Ulrich a la sala de los escáneres, entrando inmediatamente en uno de ellos mientras el otro se dedicaba a teclear rápidamente.
-¿Aelita, estás? -preguntó, colocándose el micrófono- En seguida te llega Ulrich.
La voz de ella resonó en los cascos de él, que se estremeció un poco al escuchar los láseres rozándola. Gruñendo, el chico comenzó a teclear rápidamente, dándose prisa para que Ulrich llegara rápidamente hasta el sector en el que ella estaba, el del bosque…
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En cuanto supo del ataque de Xana, la IA salió corriendo de la torre para buscar la que había sido activada por Xana. Ella vivía allí y se conocía aquel sector mejor que ningún otro, era por así decirlo su hogar. En un futuro compartiría otros bosques diferentes con sus amigos, pero por ahora ese era el único que conocía, así que ella lo protegería todo lo que pudiera… en ello pensaba cuando vio a lo lejos, mientras cruzaba uno de los caminos del sector, el tenue rojo de la torre activada.
Se encaminó hacia allí, aunque no de forma directa. Al contrario que el desierto y el hielo, el bosque era más como las montañas: largos caminos que llegaban a pequeñas plataformas, con grandes árboles a los laterales pero que no servían como punto de apoyo. Al parecer en ese sentido era el menos realista, dado que no había ríos virtuales recorriendo su superficie, aunque sí representaba lo que al parecer era muy común en los bosques reales, que eran los largos caminos que unían los claros.
No tardó demasiado en llegar hasta una plataforma, de la que salían tres caminos. Intuyendo de qué torre se trataba tomó el que estaba más a la izquierda y lo siguió, corriendo todo lo que podía, hasta ver a lo lejos la alta torre, y que como no podía ser de otra manera ya estaba protegida por un total de tres avispones y cuatro cucarachas. Ella gruñó, parándose a una distancia prudencial, lejos de la vista de los monstruos, o eso esperaba… su mala suerte fue que ya había sido divisada por uno de los avispones, que voló hasta ella.
-¿Aelita, estás? -la voz de Jeremy la hizo sonreír- En seguida te llega Ulrich.
La IA esquivó como pudo los disparos, y habló.
-¡Jeremy! Tengo la torre, pero… -chasqueó la lengua al casi recibir uno de los disparos- ¡Voy a necesitar ayuda!
Su voz tembló un poco, temerosa. Sin embargo sonrió al ver cómo aparecía Ulrich a unos metros de ella, que en cuanto se virtualizó tomó su espada para incrustarla en el ojo del avispón, y que estalló cuando la hoja de su katana se hundió en su punto débil. Cayó con elegancia al suelo y fue ayudado a levantarse por ella.
-A esto lo llamo yo una entrada -bromeó, con una sonrisa- La torre está allí, al fondo. Aunque te costarán los avispones…
Según decía eso, vieron como esos monstruos se comenzaban a mover hacia ellos, aunque el chico simplemente asintió, y se preparó para luchar, colocando su espada hacia el frente, estando ella por detrás.
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Yumi y Odd se encontraron con que su huida no sería tan sencilla. Se encontraban ya bajando por las escaleras que ella usaba de atajo cuando iba desde su casa hasta la fábrica cuando un rayo cayó al lado de ellos contra el suelo, levantando un poco incluso el cemento del suelo.
-Ostias… -eso le salió a Yumi de lo más profundo -¡Démonos prisa!
Ni se atrevieron a mirar al cielo. Todo el día había estado despejado, pero la poca luz que llegaba ya por estar empezando a desaparecer el Sol por el horizonte empezaba a ser opacada por las nubes que se habían formado y que casi aparecían de la nada. ¿Aquello era culpa de Xana? La sola idea les producía pánico, pero por ahora no parecía ser capaz de apuntar muy bien y apenas cubrían un poco, de ser a medio día apenas se notaría la diferencia, pero a esas horas sí que se notaba el cambio.
Mientras corrían varios rayos más cayeron sobre ellos, pero eso no era lo que más preocupaba a Odd, que se paró de golpe cuando ante ellos una sombra salió desde el suelo. Lo que más miedo dio fue que tomó la forma de una persona normal, Yumi no pudo más que chasquear la lengua.
-Es Xana -afirmó, sin dudar -Pero no podemos tocarlo, no cuando está demasiado disuelta en el aire… Aunque ahora me da que sí es más denso…
Aquella cosa no esperó a que ella pudiera seguir hablando más y se lanzó a por ella, pero no contó con el placaje de Odd, que lo derribó contra un lado. Comprendiendo los planes de él, la muchacha se limitó a correr todo lo que pudo, perseguida por aquella nube siniestra pero que comenzaba a perder velocidad y cantidad de electricidad acumulada. No así el espectro, y que golpeó varias veces a Odd con fuerza en el rostro, pero este pudo aprisionarle de la cadera con sus piernas, y haciendo fuerza, logró llevarle contra el lateral no sin dificultades, pasando él a estar encima, y comenzando a entonces a golpear como pudo su pecho y rostro, esperando no estar haciéndole daño a nadie con aquello.
-¡Maldita… sea…! -gruñó, jadeando -¡No desaparece!
El espectro sonrió en ese momento, se deshizo bajo el cuerpo de él y apareció en frente y de pie, y pateó al chico en la cara con la bastante fuerza para que un diente incluso saliera volando, noqueándole en el acto. Cayó al suelo como un saco de patatas y con un hilo de sangre saliendo de la comisura de sus labios, y entonces el espectro le abrió la boca, introduciéndose en su interior, a la vez que el cuerpo del otro convulsionó un poco en el proceso.
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Perseguida aún por aquella nube, Yumi entró esquivando un último rayo en las alcantarillas, cayendo a plomo contra el suelo, aunque por suerte para ella cuando rodó no llegó a tocar el agua. Un fuerte ardor le llegó desde el tobillo izquierdo, y aunque tenía serias dudas sobre si estaba totalmente sano y funcional tenía que llegar a la fábrica cuanto antes, por lo que se limitó a seguir adelante. Total, el dolor que sentía no era nada al que sintió aquel nefasto día en el que tuvo que huir de aquella horrible cosa… En cuanto dio un par de pasos la sangre con toda la adrenalina hizo que la hinchazón no doliera todo lo que de normal lo haría, por lo que se movió mientras podía.
Tardó poco en llegar hasta las escaleras, que subió solo usando las manos y apoyado el pie sano, y en cuanto abrió la salida se dio cuenta que la nube que iba tras ella, antes amenazante, ahora era solo vapor de agua que apenas chispeaba un poco.
-Te has quedado sin pilas, ¿eh? -bromeó ella- Que te den, perra…
Fue directa hasta la cuerda, que tomó, bajando por ella suavemente y cayendo con cuidado sobre el pie sano, o al menos intentando no apoyar todo su peso en el que había sido roto. Mientras andaba hacia el elevador intentó llamar a Odd para saber cómo le iba, pues si bien sabía que seguro estaría perfectamente, quería asegurarse de ello.
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Xana había entrado en el cuerpo de Odd, y que si bien estaba totalmente bien salvo la pérdida del diente y que estaba fuera de combate; aunque cuando entró se encontró con una mente en punto muerto por así decirlo, al intentar tomarlo no fue capaz igual que cuando lo intentó meses antes cuando entró en el cuerpo de aquella mujer y del que tanto aprendió. Estuvo revisando sus redes neuronales, y se encontró con ligeras diferencias con los cerebros que antes examinó.
Había tenido varias ocasiones en las que había podido revisar cerebros masculinos y femeninos, de adultos, jóvenes y niños; todos con sus diferencias y que había determinado sistemática y estadísticamente. Y el de Odd tenía unas diferencias claras con respecto a los de su grupo poblacional, y que seguramente fueran la razón principal de que no solo no olvidara nada; también sobre si era capaz o no de controlar las mentes de alguno de esos adolescentes. Lo que sí tenía claro es que en esos momentos podría por lo menos controlar el cuerpo de alguien normal, para sus cerebros aún tardaría una temporada pero esperaba poder hacerlo pronto.
Ese experimento sin duda estaba siendo bastante interesante, esperaba aprender bastante… usó su electricidad para hacer mover el cuerpo del chico a través de pulsos eléctricos, logrando mover sus piernas y brazos con algo de convulsión, hasta que lo pudo controlar y logró incorporar su cuerpo, moviéndose así erráticamente. Llamó la atención de algunos transeúntes, pero una mirada rojiza hizo que huyeran despavoridos de allí. Intentó moverlo unos pocos metros más, con ligera torpeza hasta que logró que se moviera con bastante más agilidad cada vez, haciéndolo fluido y haciendo movimientos cada vez más técnico y delicado, pudiendo usar suavemente los dedos y tomar el móvil del chico, y que en todo ese rato no había dejado de sonar.
Lo lanzó contra un lado y dejó que se estrellara contra el suelo y se rompiera, y se puso en movimiento, intentando en todo momento tomar la mente del otro mientras se acercaba a un grupo numeroso de gente, con un rostro serio y con los ojos cerrados…
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-¡Yumi! -Jeremy se alegró bastante cuando vio llegar a la chica, que se colocó a su lado- ¿Y Odd?
Ella suspiró.
-Ni idea, le he llamado varias veces pero nada, no responder… -gruñó- Le dejé por mi casa, luchando contra un espectro de Xana.
El chico frunció algo el ceño.
-Entiendo… -suspiró- Ve al escáner, Ulrich ya está luchando allí, necesitará tu ayuda.
Ella se limitó a asentir y bajó a la sala de escáneres. Efectivamente el muchacho estaba en ligeros problemas en su lucha contra los dos avispones, y que habían estado combatiendo contra él a base de dar vueltas en el aire y disparar constantemente. Como Ulrich tenía una espada como única arma no se atrevía a lanzarla porque si la perdía quedaba vendido frente al enemigo, dejándose indefenso a sí mismo y a Aelita, lo que les llevaría a la derrota total. Por eso no paró en ningún momento de detener los disparos… hasta que escucharon un fuerte grito femenino, y vieron un par de abanicos volar contra los avispones, que explotaron con aquel impacto.
-¡Yumi! -Aelita sonrió- ¡Me alegra verte!
La aludida se les acercó con un ligero salto para recuperar sus abanicos. Él le sonrió y se dieron un ligero abrazo, luego le dio un par de besos en las mejillas a la otra.
-Y yo a vosotros -les sonrió- ¿Nos ocupamos de esas cosas? Odd podría estar en problemas.
Asintiendo, Ulrich comenzó a correr en esa dirección junto a Yumi, la otra no llegó a correr hasta segundos más tarde, dejándoles así una ventaja de varios metros. Las cucarachas dispararon, pero no fueron rivales para los guerreros, que derrotaron a esos monstruos con facilidad, dejando que la otra pasara sin problemas hasta la torre, mientras los otros dos se quedaban fuera a la espera.
-Me pregunto cómo le habrá ido la cita a Odd -murmuró divertido Ulrich- Espero que no molestara demasiado a la pobre chica.
Yumi chasqueó la lengua algo molesta.
-No tienes que jurarlo, lo ha hecho…
El chico la miró ceñudo de reojo, pero no llegó a decir nada, no le dio tiempo. Jeremy lanzó el programa de la vuelta al pasado y la potente luz blanca que daba inicio al proceso lo inundó todo, devolviendo las cosas a cómo estaban unas horas antes, así que Yumi y Odd aparecieron en el cuarto de ella, Ulrich en el suyo haciendo unas flexiones, y Jeremy se encontró de nuevo ante su ordenador, con una sonriente Aelita delante de él.
-Bueno, pues vamos a… -Jeremy se detuvo al escuchar su puerta abrirse- ¿Ulrich?
Este le miró con el ceño algo fruncido.
-¿Odd estaba con Yumi, verdad? -preguntó directo- Dime la verdad, Jeremy.
Al otro se le secó algo la boca pero asintió. El otro gruñó y frunció el ceño, limitándose a salir por la puerta como una exhalación, dejando a una preocupada Aelita contemplando el rostro de Jeremy, que puso mala cara mientras miraba en silencio al teclado.
-¿Qué sucedió? -preguntó Aelita- No lo comprendo…
El otro suspiró.
-Pues… diría que son celos -murmuró él- Ulrich está celoso de Odd, creo.
Ella le miró con cara de seguir sin entender demasiado, pero sabía que él siempre lo hacía así, ahora le explicarían que eran esos celos.
-Los celos… bueno, se sienten cuando alguien te gusta y lo ves con otra persona -explicó- Bueno, no siempre, de hecho lo mejor es no tenerlos porque es una emoción mala, ¿sabes?
Ella asintió.
-Como el odio, ¿verdad? -a eso él asintió- Entiendo… el amor puede ser intenso, los celos imagino que también si no se saben controlar.
-Correcto -Jeremy sonrió-, y ya digo, me parece que a Ulrich le gusta mucho Yumi, y no le ha gustado que en especial Odd esté a solas con ella…
Ella sonrió suavemente.
-Es un ligón, aunque no sepa exactamente qué implica eso -comentó-. Imagino que Ulrich quiere a Yumi para él.
Jeremy se rascó algo nervioso la nuca.
-Algo así, pero eso sería ser posesivo -ella asentía despacio- Y eso tampoco es bueno, la verdad…
Se lo pensó antes de seguir.
-Para que una relación de amor vaya bien ambos tienen que respetar al otro -comenzó- No ser posesivo, darle libertad al otro, ceder un poco para alegrar al otro… es complejo.
Ella le sonrió.
-Sabes bastante de estas cosas -comentó- ¿Tú tienes pareja, Jeremy? Pareces un experto.
El otro se sonrojó un poco, y negó.
-Que va, no sé nada -reconoció-. Y… no, no tengo pareja…
Ella asintió.
-Por lo que sé, nosotros podríamos serlo -comentó, Jeremy sonrió imaginándose aquello- Las parejas se reproducen también, ¿correcto? Eso estaría bien también.
Jeremy soltó una carcajada entonces, ella le miró con cierta sorpresa y también se rio algo.
-Sí, sí… podremos serlo… -comentó, sonrojado- Por suerte a Odd se le quitó de la cabeza el buscarnos novia, o eso creo…
Ella le miró divertida.
-Suerte con eso, Jeremy -dijo, sonriendo-. Eres muy buena persona, seguro que todas las chicas van detrás de ti.
El otro negó un poco.
-Que va… -murmuró- De hecho nunca me había fijado en mis compañeras, y me da que ellas en mi tampoco…
Ella respondió casi de inmediato.
-Ellas se lo pierden, supongo -comentó-, y mejor para mí, ¿no?
El otro se sonrojó. Ella, aunque comprendiera el significado de esas palabras, era probable que no supiera aún del todo lo que implicaba. Esperaba poder mostrarle pronto todo aquello…
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Mientras, Odd ya salía de la casa de Yumi, junto a la propia chica, con la que iban a salir a dar una vuelta. La idea no era romántica, simplemente querían tomarse algo juntos y hablar. O eso pretendía el muchacho, que ella le escuchara y de paso echarle una mano a Ulrich, a su manera. Se dirigieron en dirección contraria al camino que siguieron durante el ataque, y que les llevaría hasta unos parques cercanos, donde se sentarían al fresco para estar charlando tranquilamente. Ella se sorprendía de verse en esa situación con el chico dado que normalmente se lo guardaría para ella, o como mucho se lo contaría a alguna de sus amigas más cercanas, no a otro tío, más cuando el problema precisamente era un tío. Odd notó sus dudas y se limitó a acariciar su espalda, mientras andaban por la calle.
-Entonces te gusta nuestro querido gruñón -comentó, parándose en un semáforo-. Bueno, pues díselo…
Ella rodó los ojos, como si aquello fuera tan sencillo.
-Tú sueles hacerlo con demasiada frecuencia, me da… -murmuró- Yo… no soy así.
Comenzaron a cruzar.
-Pues si esperas que él de el paso, puedes esperar sentada -comentó Odd-. Uno tendrá que dar el paso un día, porque si no, aparecerá otro tío que sí se atreva, y que os joda el final feliz.
A eso ella no podía decir nada, era verdad.
-Y siendo honesto, eres un partidazo -explicó-, aunque a mí no me van las góticas, prefiero a tías más alegres…
Ella aprovechó ese comentario.
-¿Más como Aelita?
El otro se sonrojó.
-Es mona, pero ya está casada con Einstein… -murmuró- Además, ya le eché la caña el primer día y no pareció gustarle demasiado…
Ella se rio con ganas.
-Si nosotros somos demasiado lentos, tú vas demasiado rápido -bromeó-. Por eso siempre vas detrás de chicas, ¿verdad? En el fondo eres un romántico.
Él asintió, ligeramente.
-Me calaste… -murmuró, durante la charla habían llegado a un bosquejo- Aunque se supone que yo te iba a ayudar, no tú a mí.
Ella tomó su mano suavemente, acercándole.
-Somos amigos, ¿no? -preguntó- Estamos para ayudarnos…
Oyeron un ligero crujido entonces, y se encontraron con alguien entre los arbustos, como espiándoles. Yumi le cazó en seguida, dando por hecho de quién se trataba… y no se equivocaba. Levantó a Ulrich con las manos y le sacó, estaba sonrojado y claramente molesto, y mientras ellos dos se miraban a los ojos, Odd les contempló con diversión y se fue retirando hasta salir corriendo, riéndose por dentro por lo espectacular de la escena, deseando haber tenido a mano algo para grabar ese momento glorioso.
-¿Me estabas espiando, en serio? -preguntó, molesta- ¡Ulrich, que no tenemos cinco años!
El chico bufó algo, molesto.
-N-no lo hacía -aseguró-, solo… pasaba por aquí.
Yumi solo suspiró, y se dirigió a un banco. El otro se limitó a sentarse a su lado, ambos mirando al frente en total silencio, algo incómodos pero tampoco querían irse.
-Y… ¿de qué hablabais? -preguntó él, mirándola de reojo- Espero no haber interrumpido nada.
Ella rodó los ojos.
-No, tranquilo… -comentó- Me estaba pidiendo ayuda para ligar, al parecer no le estaba saliendo del todo bien.
El otro no sabía si creerla. Además, parecían demasiado melosos, de hecho eso fue lo que le hizo tener que recolocarse en su sitio, se puso tan nervioso que tuvo que controlarse a sí mismo. Ella debía saberlo, igual que él sabía que aquella charla que ellos dos estaban teniendo no era por lo que ella decía.
-Ya veo… -murmuró, levantándose- Lo siento…
Ella le detuvo, agarrándole de la mano. Le invitó a volver a colocarse a su lado, cosa que hizo.
-Creo… que es evidente lo que pasa -comentó- Pensabas que Odd estaba intentando algo conmigo, pero no era así.
Él la miró en silencio. Ella siguió.
-Pero no, a mi… no me van los rubios -comentó, sonriendo- Además, ¿Cómo estar con alguien que se gira cuando ve unas nalgas o un escote más pronunciado de lo habitual? ¿Estás loco o qué?
Rompieron a reír un poco entonces, y se limitaron a levantarse entonces. En sus pechos un ligero calor corría entonces, pero o no sabían o no querían saber qué era eso. Era todo muy complicado, tal vez sin Xana de por medio… podrían saberlo. Pero por ahora estaban bien, o eso querían pensar ellos, pues tenían que hablarlo en algún momento. De eso eran conscientes, pero por ahora… así les valía. Se solían engañar a ellos mismos que no había más que amistad, pero al parecer Odd no pensaba eso… ya hablaría Ulrich con él para dejarle claro dónde estaban los límites. No se dieron cuenta del tiempo que habían pasado andando en silencio hasta que volvieron a la casa de ella.
-Pues ya estamos… -murmuró Yumi- Gracias por escoltarme, no hacía falta.
Él sonrió ligeramente.
-Me venía bien para volver a Kadic, realmente -comentó. Bueno… nos veremos el Lunes, ¿no?
A eso ella asintió, se limitó a despedirse con la mano y entró por la reja, entrando a la casa. Ulrich la siguió con la mirada, perdiéndose en sus curvas, y con un ligero sonrojo, procediendo a volver a Kadic tranquilamente, pensando. Estaba tan centrado que volvió a llegar sin siquiera darse cuenta, andando casi de forma mecánica ni mirando por dónde iba, entrando al recinto de la academia, subiendo hasta su cuarto. Cuando entró se encontró a Odd jugando con Kiwi, aunque el chico se levantó del tirón y le miró, nervioso.
-¡Juro que no intentaba nada!
El otro suspiró, y le quitó importancia con un gesto.
-No pasa nada -comentó-. Pero no te acerques así a ella.
El otro se rio con ganas.
-Tío, no te pongas así -bromeó-, total, si no tiene novio tienes vía libre… pero tendrás que darte prisa.
El otro le gruñó, molesto.
-Es la verdad, como no te muevas la vas a perder.
Ulrich negó.
-Que sea ella, no te jode -murmuró, sentándose en la cama-, además, tengo muchas tías detrás de mí, no pienso rebajarme…
Odd suspiró, su amigo podía llegar a ser bastante estúpido. Alzó la cabeza cuando escuchó que el otro seguía.
-Por cierto, la próxima vez dime la verdad -pidió-, no me gustó demasiado esto.
Parecía más molesto por eso que por lo otro, notó. Pero se hundió de hombros.
-¿Si te digo que iba a probar si Yumi me gusta como tía te hubiera sentado bien? -preguntó como si tal cosa- ¿O te hubieras indignado?
La cara que Ulrich puso se lo dijo todo, haciendo que Odd se riera con ganas, arrascando a su mascota feliz. A su amigo le gustaría poder pensar de esa forma y ser tan… pasota en general.
-Pues eso, tío -comentó el otro-. Me llevo que al menos me enseñara en condiciones las mates.
Se estiró un poco, y se recostó en la cama, sonriendo. Ulrich, no sabiendo muy bien que hacer, quiso salir de allí a airearse un poco. Lo necesitaba…
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Mientras ellos estaban a esas cuestiones, Xana no podía estar más interesada en los resultados de sus investigaciones. Tal y como había pensado podía controlar el cuerpo humano pero aún no su mente, aunque para eso quedaría poco a poco cada ataque más cerca. Se iba potenciando poco a poco, esperaba que no se dieran cuenta y por eso lo hacía escalonado, la potencia de los golpes irían aumentando pero de tal forma que no fuera tan evidente como para que saltaran las alarmas.
Atacaba siempre que podía a alguno de los guerreros por ser la amenaza más seria por ahora, pero se había fijado en ese chico, Jeremy… tendría que hacer algo con él llegado el momento. Pero por ahora prefería centrarse en ellos, mientras aprendía poco a poco sobre el mundo que quería controlar. Todo siguiendo los deseos de su amo, aunque este no lo entendiera.
Pero pronto podría tener esa parte también controlada. Había estado trabajando en un programa para dar con él, pues no tenía forma de que saliera de allá donde quiera que estuviera escondido, así que tendría que dar con él de otra forma. Y cuando supiera dónde encontrarle, le tendería una última vez la mano para intentar llegar a un acuerdo… aunque lo dudaba. Pero su lógica seguía llevando a erradicar a toda la raza humana con la única excepción de su creador y su única hija. Si se interponían, sin embargo, no dudaría en acabar con ellos, y por ahora su hija se estaba poniendo difícil en ese sentido.
Sin más, lanzó el programa, esperando encontrar en la red a Waldo Schaeffer, tardaría una buena temporada pero al menos sabría dónde buscar y no perderse en la vasta red de información. Mientras ese programa actuaba, se limitó a revisar la información obtenida, analizándola con interés, dispuesta a seguir nuevas ideas tanto para ataques como experimentos…
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Espero que os haya gustado leerlo tanto como a mi escribirlo. Este fanfic está conectado con Nueva Generación: Proyecto Cartago, y que se encuentra más adelante en la línea temporal de este. Habrá referencias en ambos de eventos del otro.
