Aelita's Nature

Capítulo 25

En no demasiados días Jeremy demostró que la motivación para luchar contra Xana había vuelto más fuerte que nunca y rápidamente les comentó a los demás durante una de las comidas que había preparado una sorpresa para todos ellos… evidentemente eso les llamó la atención y quisieron saberlo cuanto antes, por eso quisieron ir todos a Lyoko para ver qué les tenía preparados su genial amigo. Aelita era la única que más o menos sabía de qué se trataba y se negaba a decir nada cuando los demás la "avasallaron" a preguntas, pues era evidente que estaba enterada por siempre estar con él… pero no soltó prenda. Así que en cuanto lo tuvo todo preparado se retiró con cuidado de la mesa con una sonrisa de satisfacción, la chica estaba sentada en la cama acariciándose las piernas después de un rato de estudio cuando él acabó.

-Está hecho… -sonrió él- Espero que les guste.

Ella le sonrió.

-Seguro que sí -se le acercó rápidamente-. Has trabajado muy duro… hoy te irás a dormir temprano, ¿no?

Él suspiró, rápidamente ella se encontró con que Jeremy era una persona muy trabajadora que podía tirarse noches enteras escribiendo líneas de código o estudiando antes que dormir o descansar. Podía entender hasta cierto punto su dedicación pero mentiría si no afirmara que le preocupaba un poco, así que empezó a quedarse con él como su ángel guardián, igual que en Lyoko… estando en Tierra comprendió y fue enteramente consciente de hasta qué punto podía llegar el chico.

-Sí, lo haré, tranquila.

Como respuesta la muchacha le dio un agradable beso en la mejilla y le acarició suavemente en el pecho antes de un cálido abrazo; se levantaron listos para ir a la fábrica, gracias a ser fin de semana tenían libertad de horario y podían entrar y salir de la Academia, y aunque ella aún vivía en casa de Yumi ya se movía por Kadic para familiarizarse del sitio e ir conociendo el complejo y a sus habitantes. Sin embargo las comidas seguían siendo fuera y allí sólo permanecía algunas mañanas o tardes, nunca días enteros; y en esa ocasión sólo se acercaría hasta antes de la cena, había llegado poco después de medio día.

-Vamos con los demás, anda…

Jeremy la contempló y se sonrojó un poco antes de asentir, verla allí con él se le seguía haciendo un sueño y se sentía bastante orgulloso de su logro, una lástima que un mortal enemigo siguiera molestando; sin embargo no dejaría que su triunfo se viera enturbiado por ello, simplemente era un ligero contratiempo que eventualmente derrotaría igualmente, como cualquier reto que tuvo que afrontar en el pasado. Tomados de la mano avanzaron hasta la puerta del cuarto que compartían Ulrich y Odd.

En el interior del cuarto sí que estaba el segundo, pero no el primero; mientras la pareja estaba trabajando, otra diferente había estado pasándoselo bien en el colchón sobre el que dormía el muchacho junto a su perro. Junto al joven estaba Sissi recostada en silencio, semidesnudos pero sin llegar a hacer nada, sólo besándose con cierto deseo, ella se había limitado a pasar su mano por la entrepierna de él pero más a modo de demostración de cariño que para nada más. Herb también estuvo un rato con ellos pero se fue minutos antes para darles algo de privacidad y sin que nadie les viera… hasta la llegada de los otros dos.

-Tendrás que vestirte… -murmuró Odd, algo sonrojado, los pechos de ella tocaban el lateral de su cuerpo y sus duros pezones acariciaban su piel con cariño- ¿Tienes a mano el sujetador?

Ella asintió, se había fijado en la erección de él. Bajo el calzoncillo del chico pugnaba por salir, pero no llegó a hacerlo por alguna razón… ella estaba contenta, le apetecía estar con él sin más aunque ahora tuvieran que parar. Con resignación se colocó de nuevo la ropa y se estiró un poco antes de salir y encontrarse con los otros dos, a los que saludó con un asentimiento de cabeza antes de ir hacia el pasillo… Jeremy sonrió a su amigo, que bostezó un poco y sonrió al poco.

-¿En qué os puedo ayudar, parejita?

-Vamos a ir a la fábrica, os quiero enseñar aquello -Odd aplaudió un poco, divertido-. Avisaré a los demás, ¿sabes dónde están?

-Yumi está con unas amigas, y Ulrich… creo que con Emily -Aelita adoptó una actitud pensativa-. Y Aria no sé ahora, probaré en su cuarto.

Con esa idea se dividieron, la muchacha fue hacia donde dormían las chicas para sacar a su amiga e ir juntas a la fábrica; no tardó en subir las escaleras, en un momento dado se encontró nuevamente con Elisabeth y ella le miró algo sonrojada así que se le acercó, la otra la miró con cierto interés pero la dejó hablar cuando vio que quería charlar.

-Oye… yo no… es decir, no era… lo que parecía.

Sin embargo Aelita negó.

-No pasa nada, creo… que te entiendo -Sissi pareció más tranquila-. También me gusta estar con Jeremy a solas, y más cosas, así que comprendo lo que pasaba.

-Pero no digas nada, por favor -pidió, incluso tomó sus manos-. Está prohibido que estemos en la planta de los chicos, y ellos en la nuestra, y…

Antes de que siguiera hablando apareció Aria, precisamente salía de su cuarto con la mochila al hombro, las contempló con cierto interés.

-Bueno, gracias en cualquier caso -sonrió Sissi-. ¿Vendrás a estudiar aquí?

-Sí, pronto -reconoció Aelita-. ¡Hasta pronto!

Se despidieron con sendos besos en la mejilla y la morena la contempló sonriendo, así que la tomó de la mano con cuidado para tirar de ella y entrar a su cuarto para sorpresa de su amiga, que se dejó hacer con deseos de saber hacia dónde iría la cosa. Según entraron la sentó en la cama y miró a sus ojos con cierto interés, su amiga la contempló intentando saber qué era lo que movía a Aria… ésta sonreía bastante.

-¿Te ha caído bien Sissi?

-Parece maja… -comentó, tenía muy presentes las palabras de la otra- La vi antes y también me preguntó si era nueva y esas cosas.

-Qué curioso… ella siempre ha sido una tía bastante seca o repipi.

-¿Repipi?

-Sí, es… pija, se tira los pedos más alto que el culo.

Ante semejante comentario la otra soltó una carcajada sincera, le hizo bastante gracia la comparativa y Aria se sonrojó un poco, suspiró un poco y la miró. Ellas dos eran bastante diferentes físicamente pero muy semejantes en personalidad, no le extrañaba que Jeremy pudiera gustar de ambas… quería aprovechar la oportunidad con ella ahora que estaban a solas, pero por otro lado se preguntaba también si era lo correcto. En esas estaba cuando Aelita tomó sus manos.

-Gracias por estar conmigo también… -murmuró ella- A pesar de todo nos has ayudado mucho, bueno, y los demás, yo… no estaría aquí de no ser por ti también.

-Oh… sí, bueno, gracias… -Aria sonrió y también acarició un poco sus manos- En fin, ¿qué tal con Jeremy?

-Bastante bien… -comentó, sonriendo feliz- Él es tan… no sé, es difícil de explicar, ahora que estoy en la Tierra es como… es diferente a cuando estaba en Lyoko.

-¿Por?

-Siento… que ahora pienso de forma diferente -le intentó explicar-. No siento… que sea tan racional, ya no soy una maquina… ahora tengo un cuerpo, puede que hasta un alma como diríais vosotros.

-Es normal, no le des muchas vueltas -le pidió, para confortarla-. Ahora… disfrutarás de muchas cosas de la humanidad, te lo aseguro.

-Sí, lo sé, quiero… experimentar muchas cosas y probar cosas que he visto.

Aria sonrió y asintió despacio, acarició su rostro con cierto cariño y se limitó a abrazarla algo… su compañera suspiró antes de acariciarse algo las piernas mientras pensaba un poco, aunque rápidamente siguió a la otra por los pasillos.

-¡Por cierto! -exclamó de pronto, ya estaban en las escaleras- Tenemos que ir a la fábrica, para que Jeremy os presente la sorpresa.

Aria asintió, imaginaba que eso sucedería pronto y estaba lista; si bien quería haber aprovechado para estudiar un poco lo otro sería más interesante así que en lugar de ir hacia la biblioteca se dirigieron hacia el bosque.

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Precisamente en uno de los parques de la Academia estaba Yumi sentada en uno de los bancos, echó una última nube de humo antes de tirar el cigarrillo al suelo y guardarlo en la correspondiente bolsa de plástico. Aunque Jim seguía de baja por su ataque de ansiedad el resto de profesores estaban muy atentos a mantener el orden y concierto dentro del recinto, así que los demás cumplían con sus funciones entre todos… una vez que pasó el pie por la tierra para ocultar las cenizas se giró y vio llegar a Ulrich, al que sonrió un poco.

-¿Qué tal?

-Bien, bien… -él suspiró algo- Tenemos que ir a la fábrica, Jeremy quiere…

Iba a seguir pero se dio cuenta que su amiga parecía fijarse en otra cosa, cundo giró el rostro vio a un chaval llegar… frunció el ceño cuando les vio saludarse pero no llegó a decir nada pues se encaminó hacia la fábrica mientras ella dejaba posada la vista en William. Él era uno de los alumnos nuevos y ya algunas chicas se fijaron en el apuesto y solitario – aunque por poco tiempo – chico… Yumi no fue la excepción, pero se limitó a buscar con la mirada a su amigo para ir con él aún con el suave rubor en las mejillas por alegrarse la vista con el otro.

-¿Qué decías? De Jeremy y tal.

-Nada importante.

-Ah… ¿no te dijo qué íbamos a hacer en la fábrica?

-No.

Ella asintió y suspiró, se limitó a llevarse la mano a los bolsillos y anduvieron en un ligeramente tenso silencio. Ella se dio cuenta de lo que pasaba cuando él tiró de la tapa de la alcantarilla con más fuerza de la necesaria y la sacó con algo de violencia pero sin quejarse de nada, por lo que ella gruñó un poco aún sin expresar tampoco lo que pasaba por su cabeza en esos momentos. Ese chico…

Justo cuando él bajo por las escaleras de mano dio con que Odd estaba a punto de usar su monopatín para cruzar el largo camino de los túneles, así que esperó para ir con sus amigos… notó de inmediato lo que pasaba y, aunque no lo dijeran abiertamente, comprendió que los celos eran lo que mordía el corazón de Ulrich como el lobo que dentelleaba a la oveja. Aunque estaba saliendo con Emily él seguía ligeramente despechado por la otra y esos sentimientos podían llegar a ser muy crueles cuando querían. En cualquier caso en no demasiado tiempo se plantaron en la fábrica y descendieron por las cuerdas hasta el suelo, en silencio subieron al montacargas mientras Odd silbaba tranquilamente y marcaba la contraseña que todos se sabían de memoria en el teclado.

-A ver con qué nos sorprende Einstein -comentó, divertido-. ¿Os imagináis trajes o armas nuevas?

-No estaría mal -respondió Yumi-, pero conociéndole molará que te cagas.

No dudaron sobre ello dado cómo era su amigo y se limitaron a esperar a que bajaran hasta la sala de mandos del súper ordenador; Jeremy les recibió afablemente con la mano, Aelita les sonrió y bajaron a la sala de escáneres para ir hacia Lyoko. A la joven le impresionaba los enormes tubos de metal, eran increíbles y casi mágicos pero fríos al mismo tiempo, igual que su antiguo hogar… entró con cierta ceremonia y cerró los ojos con el corazón latiendo con fuerza en su pecho; su respiración se entrecortó unos segundos y el viento se enroscó en torno a su cuerpo y pelo para, segundos después, aparecer en los cielos del sector del desierto.

Ella cayó con no demasiada delicadeza pero se pudo levantar en seguida con ayuda de Yumi, que le sonrió; Aria expandió sus alas y revoloteó en el aire antes de siquiera tocar suelo y se sentó sobre una cercana formación rocosa, justo en su borde y dejando colgadas las piernas. Los chicos terminaron también aterrizando y escucharon con atención lo que les estaba diciendo Jeremy.

-Bueno chicos, ahí os va la sorpresa… ¡materialización!

Y ante ello se formaron varios objetos, primero como una suerte de silueta azul claro que iba completándose según pasaban los segundos hasta generar un total de tres vehículos. El primero era una plataforma circular en tonos grises con un volante tipo patín en su parte delantera, se mantenía en el aire en todo momento como si levitara y tenía líneas en la base y a lo largo de la parte inferior. A su lado una tabla morada con dibujos de los bigotes de un gato que igualmente se mantenía en el aire gracias a un par de motores en la parte trasera, en la delantera en cambio tenía un mango de un tono algo más oscuro que el resto del violeta que coloreaba la tabla. Por último apareció una moto color verde con notas negras y franjas doradas a lo largo, una única rueda enorme y justo debajo del cuerpo del vehículo sostenía el aparato. Igual que la tabla contaba con un único motor trasero y los chicos se acercaron con interés hacia ellos.

-Guau… ¡qué pasada!

Odd se subió a la tabla y ésta se desplazó suavemente con el movimiento de su cuerpo, aunque mantuvo bastante bien el precario equilibrio gracias a su larga cola. Mientras él se alejaba un poco Ulrich se sentó con parsimonia sobre la moto y acarició un poco los manillares antes de asirlos con más firmeza y giró el derecho; de inmediato del motor salió una poderosa llama multicolor en señal de aceleración, de hecho incluso el poderoso sonido de su motor resonó; de inmediato a él le salió una sonrisa de emoción.

-¿Quieres subir, Lita?

Yumi tendió su mano a la joven para que montara a su lado en la plataforma, agarrada como estaba al manillar pudo asirla y se abrazó a su espalda; con cuidado la mayor fue acelerando y comprobó que los chicos estaban bastante adelantados y de hecho Aria les seguía el ritmo de velocidad a lo largo de las enormes planicies del sector.

-¿Vamos tras ellos?

-¡Claro!

Antes de que acabara de decir la palabra, su amiga dio un poderoso acelerón que hizo que Aelita soltara un ligero chillido seguido de una carcajada de felicidad que llegó a los oídos de un sonrojado Jeremy… estaba claro que les había encantado la sorpresa, ahora podrían ir mucho más deprisa hacia la torre y, por supuesto, las tácticas que hasta ahora habían desarrollado tenían una nueva arista o variante que permitiría toda una suerte de trucos contra los enemigos que Xana desatara sobre ellos… sería más que necesario si ahora tenían que enfrentarse con más monstruos y no sólo los de siempre, aún recordaban la manta que tantos problemas les dio cuando materializaron a su amiga.

-¡Sois muy lentos, chavales! -rio Aria, les estaba sacando casi tres cuartos de cuerpo, volaba entre ellos dos- ¡Y eso que vais montados!

Nunca había probado ir a máxima velocidad pero ahora comprobaba que lo era bastante; Ulrich acopló su cuerpo al vehículo para ser más aerodinámico pero Odd se limitó a fruncir suavemente el ceño al ver algo en la distancia.

-¿Jeremy, ves eso?

Esas palabras hicieron que todos frenaran paulatinamente mientras el otro revisaba el mapa y, efectivamente, dio con lo que se mostraba como dos monstruos de Xana.

-Sí, y son nuevos, como las mantas.

-Caerán pronto, como siempre… -sonrió Ulrich- ¿Hay algo oculto que no estemos viendo?

-No, pero id con cuidado, nunca se sabe aunque no parece ser diferente a los demás.

Según se aproximaron se encontraron con que eran cuadrúpedos, de cuerpo alargado y delgado; las piernas estaban dobladas como las de una araña y sus extremos eran sendos cañones grises que tenían pinta de ser bastante poderosos. El ojo de Xana estaba dibujado en sus pequeñas cabezas, Odd en cuanto les vio se rio un poco y las señaló.

-¡Parecen tarántulas, qué feas son, por dios!

Como si se hubieran visto insultadas dejaron de avanzar y se apoyaron en sus patas traseras para dejar libres las delanteras, parecían francotiradores por tener una totalmente en el suelo y la otra hincada y apoyada por el cañón. Al unísono disparaban primero desde uno de los "brazos" y luego del otro en una cadencia endiablada y que poco margen dejaba para poder correr entre uno y otro, sin embargo se dividieron. Aria se alzó por el aire seguida por Odd para ir desde atrás mientras los demás iban por los laterales, por lo que cada una de las tarántulas tuvieron que cambiar la dirección en la que estaban encaradas; dada su anatomía el ángulo de disparo era más o menos extenso pero necesitaban un tiempo para orientarse, el suficiente para que con suaves giros ellos cambiaran de dirección y esquivar los disparos.

La cosa cambiaba según se acercaban pues la potencia de los disparos y su velocidad dificultaban la aproximación; en una de esas veces logró una impactar en la rueda de la moto de Ulrich, que se desestabilizó y obligó al chico a dar un salto y pasar a correr con su super sprint hacia ella, arma en mano. Todo sucedió en un segundo pues aunque él era veloz la tarántula lo fue más y le impactó varias veces antes de desvirtualizarlo en un nube de píxeles; sin embargo la venganza llegó de inmediato de mano de la espada de Aria, cayó sobre la tarántula igual que un gato sobre su presa y se colocó como si fuera una especie de montura, sólo entonces clavó su arma hasta el mango, haciendo que estallara.

La otra tarántula ni se inmutó, de hecho incluso esquivó los abanicos de Yumi que volaron hacia ella, y sin embargo no pudo hacer lo mismo con la piedra que ésta misma lanzó, aprovechando de esta manera el ambiente rocoso que les rodeaba. Acabó aplastada y Odd, apareciendo instantes después de Aria, también atacó con todo lo que tenía contra su ojo de Xana aunque recibió en el pecho uno de los láseres antes de destruir a la tarántula.

-Son duras, pero no imparables -sonrió el otro-. Está genial tu invento tío, me encanta.

-Gracias -ellos no lo veían, pero él sonreía-. Estoy desarrollando un programa para detectar las torres activadas, para eso necesito la localización de todas ellas, así que… necesitaré que exploremos todo Lyoko, con estos vehículos deberíamos tardar un par de horas solo.

-Me parece bien, si nos dividimos no deberíamos tardar demasiado, ¿no crees, Einstein?

Este asintió, sólo se giró para encontrarse con Ulrich, que suspiró y se cruzó de brazos a su lado. Jeremy le dio un par de golpes amistosos en el hombro antes de seguir con lo que estaba trabajando en esos momentos. Con ese plan en mente decidieron efectivamente completar cada uno un sector concreto y que el último lo recorrieran los cuatro juntos. Así fueron hacia una de las torres para comenzar con el trabajo y entraron a la misma; Aria y Odd usando él su propio vehículo para ir la primera al hielo y el segundo a las montañas, el bosque sería el último de los sectores que recorrerían. La idea era que ellos le avisaran cada vez que llegaban a una de las torres para él dejar apuntadas las coordenadas y las implementara en el programa; ahora que tenía programada la parte correspondiente a revisar cada una de esas zonas por actividad de la IA, ése era el siguiente paso. Si bien eran similares, cada una de las zonas en las que se dividía el mundo virtual era diferente; y por eso las coordenadas variaban entre ellas aún teniendo cierto parecido e, incluso, equivalencias entre sí.

De todas formas la misión no era complicada y con el pasar de los minutos fueron localizando cada una de las diez torres que se alzaban por el sector, muchas las conocían y sabían por dónde se iba por cada uno de los ataques pero otras era la primera vez que las veían; al inicio fueron a las que ya conocían para apuntarlas y, una vez pasaron esa primera fase, comenzó la búsqueda de aquellas desconocidas. Iban por los caminos o explanadas según el caso observando el horizonte en todo momento y a los lados en busca del hermoso tono azulado que coronaba la parte superior de las torres.

-Qué hermoso es Lyoko… -murmuraba Yumi- Es una lástima que exista Xana, no me importaría estar aquí durante horas.

-Es… algo solitario -explicó Aelita-. Sólo cuando veníais vosotros aquí había algo interesante, a veces hablaba yo sola o… incluso entrenaba.

-¿Para luchar?

-No me gusta ser un bulto inútil -le respondió-. Pero… por alguna razón no tengo nada con lo que defenderme, eso es raro.

-¿Has revisado en tu ropa? Por si hay algún pliegue o algo así.

-Sí, incluso en las botas, en mis manos o los aretes…y nada.

-Sí que es raro, no lo había pensado… -Yumi lo pensó unos instantes antes de seguir- De todas formas ahora que eres humana, seguro que tienes algo, todo es buscarlo.

-¡Mira, una torre!

La otra miró en la dirección en la que su amiga señaló y sonrió al verla, giró el aparato y se encaminaron en esa dirección en la que sería la última torre del sector en el que estaban. Cuando llegaran la cruzarían hasta llegar al bosque y allí esperarían a los otros dos para buscar juntos y volver a casa.

-Pues lo que te decía, podemos buscarte un arma o que Jeremy te diseñe una.

-No sé… aún tengo que desactivar las torres, ¿y si me desvirtualizan antes de eso? No sé si aún tendré que usar el código tierra.

-Te entiendo… -le sonrió- Sin embargo tienes un buena guardia pretoriana, princesa.

-Sí… ¡no podría elegir una mejor!

Abrazó con algo más de fuerza a su amiga, que sonrió mientras desaceleraba. La torre se alzaba en lo alto de un promontorio y tras subir un largo y sinuoso camino que giraba en torno a la montaña. Ellas se saltaron ese trazado y la otra se limitó a recorrer la superficie ascendente hasta llegar a lo alto, ya en la plataforma la recorrió y se detuvo en la parte inferior de la torre.

-Creo que esta es la última del desierto, ¿verdad?

-Sí, podéis salir ya si queréis para el bosque -ellas asintieron-. Ya Aria os está esperando allí, ahora irá Odd también.

No llegó a comentar nada sobre las ideas de su… ¿podía hablar de pareja? La sentía como una aunque no lo hayan hablado abiertamente o expresado esa idea de manera alguna. Por otra parte no creía que fuera necesario, efectivamente aún la necesitaban para que las torres se desactivaran durante los ataques y su perdida podía ser peligrosa. Y aunque estaba bastante seguro de que ya no necesitaba del programa prefería no correr riesgos y, por tanto, que no la desvirtualizara ninguno de los monstruos de Xana.

-¿En qué piensas?

Jeremy dio un salto en el sitio, casi se había olvidado de la presencia de Ulrich hasta que volvió a hablar. Suspirando se recolocó en el sitio y se limitó a pensar mirando hacia la pantalla. Se rascó un poco el brazo antes de responder.

-Aelita quiere luchar, no… no sé si es buena idea.

-¿Te preocupa, verdad?

-Mucho… -reconoció- Pero tampoco puedo obligarla a que no lo haga, pero ella es… bueno, tan…

Ulrich entendía a lo que se refería, al final no era alguien que tuviera experiencia. Era normal que sintiera esa necesidad de alguna manera protegerla… deseaba poder hacer algo así con Yumi pero ella no lo ponía nada fácil así que apretó con fuerza el puño. Ese gesto lo notó el rubio así que le miró de reojo con interés.

-Prefiero no hablar del tema.

-¿Yumi?

Ulrich asintió, su amigo no necesitaba mucho más para saber que lo que le pasaba al otro debía venir de algo similar a una discusión con la otra aunque no sabía muy bien qué era lo que había pasado… tampoco vio a la chica de malas maneras o molesta por nada, así que tenía que ser alguna cosa del chico.

-Es que ella… joder, yo parezco que ni exista pero luego me habla mucho, luego parece que se fija más en mí y hasta me coquetea… estoy con Emily, tío, no quiero perderla por mierdas así y que se piense algo raro… -frunció el ceño entonces- Tampoco quiera que ella se deje engañar por el primer tío bueno que aparezca, y parece que ya está cayendo con uno, ese… ese imbécil nuevo.

Golpeó el asiento de su amigo con cierta molestia a modo de completar su argumento, Jeremy podía entenderle… las mujeres a veces podían ser complicadas. En Yumi además se sumaba que era bastante independiente y poco dada a abrirse en sus emocione, al menos con Ulrich… con él en cambio, pensaba el rubio, no solía tener problemas en hablar y de vez en cuando le expresó sus dilemas para con Ulrich pero por una promesa no había comentado absolutamente nada. Se sonrojó al recordar cómo casi le da algo cuando pensó que estaba coqueteando con él, no llegó a decir a nadie sobre la broma que le hizo, llega a ser Aelita y no sabría cómo reaccionar.

Iba a responder cuando vio que Odd también se reunió con sus compañeras así que se concentró de nuevo y observó la pantalla en silencio mientras su amigo le daba vueltas a la escena que vio entre Yumi y ese tipo… En Lyoko Odd disfrutaba del viento ajeno a todos los pequeños problemas de sus amigos, recordando el rato que pasó con Sissi y deseando volver a la Tierra para estar de nuevo con la joven, cuando pasaron cerca de una de las torres; por su localización estaba en el límite del sector, apenas a cincuenta metros se detenía el camino.

-Aelita, ¿alguna vez has llegado hasta el final?

-No, la verdad -reconoció-. No hay nada interesante, ¿por?

-Ahora podríamos acercarnos en un momento, mirad -comentó-. No sé, me hace gracia, ¡vamos! Seguro que está chulo.

Y sin esperar a que el resto expresara su parecer al respecto se aproximó hasta el límite del sector. No tenía demasiado, era una lengua de camino que finalizaba en una pequeña explanada con árboles ambientales aquí y allá y el horizonte vacío hacia el frente, por debajo se apreciaba el dorado crepuscular del mar digital y se intuía algo que parecía las paredes del sector.

-Venga tío, sí que aquí no hay nada… -dijo Aria, mirando hacia los lados- Ni siquiera por debajo, estoy segura.

Descendió por debajo de la línea del camino y efectivamente nada relevante se le reveló; sin embargo según ascendía vio algo que apareció desde la lejanía y a la vez en la pantalla de Jeremy pero sin saber qué era aquello. No era un monstruo ni nada que conocieran, de echo era una esfera. Desde su posición vieron que era blanca con el símbolo de Xana en su superficie, lo cual era sin duda sorprendente.

-¿Qué puñetas es eso?

Odd disparó varias flechas láser contra el ojo pero de nada sirvió, de hecho se posó suavemente pero siempre levitando sobre el vacío y totalmente insensible a los ataques o movimientos de ellos; sin embargo eso no era lo más sorprendente. Según se colocó en su sitio apareció en la pantalla de Jeremy lo que entendió como una ventana emergente que requería de una contraseña: la única pista que tenían era poco reveladora, rezaba Bienvenido a Cartago y era una única palabra de seis caracteres, seguramente alfanuméricos. Él al menos así haría, o puede que sólo fueran letras pero nunca se sabía.

-Bienvenido a Cartago… qué cosa más rara…

-¿Sabes de qué puede ser?

-Creo que sí, pero necesitaría el libro de historia para eso…

-¡¿Veis como sabía que tenía que haber algo interesante?!

-Sí… -murmuró Aelita, frunciendo suavemente el ceño- Esto… creo que es importante….

Nunca lo había visto, desde luego no tenía el recuerdo y sin embargo algo le quería sonar… se rascó un poco la cabeza pero comprendió también que no estaban en posición de completar aquel descubrimiento, así que tomó el antebrazo de Yumi y con la otra el de Odd para pedir su atención.

-Deberíamos seguir, sí -comentó Yumi-. Y que Jeremy lo estudie en casa.

-Estoy de acuerdo -convino él-. Sigamos, luego veremos cómo hacer.

Con esa idea en la cabeza es que decidieron darse la vuelta y volvieron a montar en sus vehículos, aquella esfera tan rara recorrió el camino de vuelta cuando ya estaban cruzando la pasarela hacia la explanada y de esta manera continuar la misión como hasta ahora.

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En no demasiado tiempo el grupo cumplió con el propósito y mapearon los cuatro sectores de Lyoko, aunque ahora parecía gracias a la ocurrencia de Odd que no eran los únicos que formaban el mundo virtual como hasta ahora creían. De existir eso implicaba que igual Xana actuó en el mundo real sin que ellos lo supieran, tenía además sentido que no les atacara directamente para conservar el secreto todo lo posible, y le salió bien dado que no ha sido hasta ahora que se habían dado cuenta de su existencia. Ello implicaba también que no estaba conectado con el resto del mundo virtual, siendo pues una región independiente con lo que ello implicaba y seguramente con sus propias coordenadas…

Aelita pensaba sobre ello y se preguntaba qué más secretos podía haber sin que ella lo recordara. El caso es que por las noches ella tenía el recuerdo de soñar con ciertas cosas, la mayoría cosas graciosas que involucraban a los demás, pero luego también había otras cosas de las que no llegaba a acordarse y sentía muy importantes por alguna razón que desconocía en esos momentos. Esa idea rondaba desde hacía un par de días por su cabeza aunque no llegó a decirlo abiertamente, al final esas cosas no tenían por qué ser nada y puede que simplemente fuera una reacción de su mente por toda la información que tenía que procesar en esos instantes.

En cualquier caso cuando cruzaron el puente de la fábrica se despidieron de sus amigos con sendos abrazos y besó a Jeremy con cariño en la mejilla, incluso le apretó contra su cuerpo para sonrisa de todos. Aria se limitó a mirar hacia abajo pero también se alegró por su amiga y se encaminaron ellos cuatro hacia Kadic mientras las otras se dirigían a la casa de los Ishiyama. En la cabeza de Odd sin embargo seguía el cuerpo semidesnudo de Sissi lejos de cualquier duda respecto a Lyoko, similar a Ulrich y que seguía pensando en aquel chico. Sin duda se le había cruzado pero pensándolo mejor él no tenía culpa de nada… sin embargo simplemente no podía evitarlo.

-Bueno, me pondré a trabajar en la posible contraseña en mi cuarto, veremos con qué doy -murmuró el chico, ya en las alcantarillas-. ¿Vosotros qué haréis?

-¿Te podré acompañar, Jeremy? -preguntó sonriendo Aria- No tengo demasiado más que hacer en mi cuarto.

-Claro -sonrió él-. Así estaré mejor acompañado.

-Yo tengo cosas que hacer -se limitó a decir Ulrich-. Me voy a la ciudad con mily, adiós.

Estaban en las cercanías de las escaleras de mano que llevaban hasta el bosque de Kadic, Jeremy se limitó a asentir y Odd le restó importancia con un gesto, de hecho también se despidió de ellos pero en su caso fue estando ya a las puertas de los edificios de las habitaciones. Se rieron un poco ellos dos al ver que él se quedaba en el piso de las chicas mientras ellos pasaban al piso de los chicos, aunque también era "sospechoso" que ellos fueran juntos al cuarto del muchacho.

Sissi se encontraba en su cuarto cuando reconoció los toques en la puerta que siempre hacían Herb u Odd así que se levantó con una sonrisa y abrió la puerta dando precisamente con el segundo. Le miró a los ojos y le dejó entrar con un suave gesto de la cabeza y moviendo su cuerpo lo justo para que él pasara, según cruzó el portal cerró la puerta con la pierna y aproximó el cuerpo de ella para besar suavemente el cuello de la joven.

-Qué cariñoso vienes ahora… -sonrió- Tampoco me quería ir…

-Lo sé -gruñó él-. Te eché de menos, tuve que hacer unas cosas antes pero ahora soy todo tuyo… ¿me echaste tú de menos?

-Bastante…

Recorrieron los pocos pasos que les separaban de la cama de ella y se recostaron en ella mientras seguían besándose y recorrían el cuerpo del otro con las manos pero sin llegar a retirarse la ropa. Estaban disfrutando de esas ocasiones demasiado como para querer ir a algo más de lo que estaban dispuestos a asumir… se habían hecho orales entre ellos pero no estaban seguros de querer ir hasta el final, no al menos ahora y sin embargo sentían que era algo que podía pasar en cualquier momento. Ella en un momento dado se colocó sobre él tumbada cuan larga era encima del cuerpo de Odd, con los ojos cerrados seguía besándole aunque sonrió al sentir la mano de él sobre su glúteo.

-¿Te gusta lo que tocas?

-Me encanta… -gruñó- Estás demasiado buena…

-Gracias -ella le miró a los ojos-. ¿Ya tienes claro qué chica es el amor de tu vida?

Odd sonrió un poco y acarició su rostro, no eran pareja pero tampoco era amigos ya, eso era evidente. Sin embargo ninguno estaba en posición de querer algo así, él por querer conocer a más chicas y ella por tener aún esa sensación de querer estar así pero con Ulrich. En el fondo no querían reconocer que todo eso no eran más que excusas en esos momentos para no dar el paso.

-Estoy en ello -acarició su espalda con cariño y rebuscó los botones del sujetador de ella-. ¿Y tú, ya lograste una cita con Ulrich?

Ella negó un poco y apoyó la cabeza en el pecho del chico.

-Creo que sería más fácil que Herb lo lograra con Jeremy.

-¿Hmm?

-Bueno… alguna vez me ha comentado que le encuentra guapo -murmuró ella-. ¿También crees harían una bonita pareja?

Odd sonrió un poco, eso sí que era gracioso. Sin embargo se limitó a asentir, para el resto Aelita aún no era conocida ni podían saber la relación que les unían, de hecho ni aun cuando la conocieran podrían saber o comprender la totalidad de la relación que les unían. Eso no era algo que pudieran adivinar nunca.

-Qué bonita estas…

Ella le sonrió nuevamente y se perdió en sus labios nuevamente. Y si ellos estaban con estos menesteres amatorios, Jeremy y Aria estaban en una situación graciosamente similar: ella se lanzó sobre él nada más entrar al cuarto y acabaron sobre la mullida cama. Si bien al inicio él quiso protestar se quedó en silencio cuando ella le empezó a besar con ganas. Sus labios danzaban con cierta alegría, igual que las manos de ambos pues pasaban a lo largo y ancho del cuerpo del otro. En un momento dado se retiraron las camisetas y contemplaron el cuerpo semidesnudo del otro con cierto deseo, él se perdió en la visión de los pechos de ella… sonrió un poco y se llevó las manos a la espalda para retirar su sujetador y permitirle el libre acceso a ellos.

-Son… bueno…

-¿Grandes? -ella sonrió cuando él asintió- Gracias… puedes… tocarlas si quieres.

-Yo… eh…

Ella le acarició el rostro y acercó una de las manos del chico a su pecho derecho, él no pdo evitar pasar la mano a lo largo del mismo y apretar suavemente hasta llegar al pezón. Ella gimió un poco y le sonrió con cierta ternura.

-Lo… siento.

-¿Por?

-Sé que sientes mucho por Aelita, pero… no puedo evitarlo -reconoció Aria-. Déjame… que hagamos estas cosas hasta que…

Ella tuvo que parar para ahogar un pequeño llanto pero él se lanzó a besarla… sí, desde luego amaba a Aelita pero no era de piedra y Aria tampoco le era indiferente. Sentían demasiadas cosas en esos momentos para estar pensando, simplemente se dedicaron a besarse con emoción… esa vez y otros días más hasta aclararse podrían venirles bien para, de paso, calmarse un poco y poder despejar su mente de dudas. Las manos de ambos fueron desnudándose pero respetando los calzoncillos y bragas de cada uno, aunque no hubiera estado mal ver al otro totalmente desnudo no sentían que fuera el momento oportuno.

Estando ya así se acariciaban el cuerpo y besaban con muchas ganas, jugando con la lengua del otro y probando sus labios como si no fueran a hacerlo nunca más. También pasaban por el cuello y hombros, sin olvidarse de los pezones y por supuesto en la zona de la garganta… él gemía cada vez que ella besaba su nuez de Adán y ella cuando él acariciaba con los labios en esa misma zona. Era demasiado agradable y no querían parar, se recostaron juntos de lado y con los ojos cerrados siguieron besándose un rato indefinido hasta que ella abrió los ojos nuevamente.

-Jeremy…

-¿Sí?

-Gracias… -murmuró- Me dolerá cundo vosotros comencéis a salir, pero… mientras…

Le volvió a besar con más ganas aún, sentía bajo su vientre cómo el miembro de él estaba semi endurecido y le encantaría tenerlo entre sus manos pero… no sabía si era el momento adecuado. Por otro lado él quería que ella acariciara su pene pero tenía dudas de si ella quería, y tampoco quería pasarse y que ella pensara mal. La solución era moverse suavemente, de arriba abajo y con un ritmo agradable para que el rozamiento sirviera para aliviar su excitación. Sentir el pene de su amante así era maravilloso para ella, que comenzó a rozar su pubis en una de las rodillas del muchacho para también sentir el placer que sabía él notaba. Suaves gemidos salían de sus gargantas con aquello, los besos iban a más y las lenguas recorrían el cuello del otro hasta que se limitaron a moverse todo lo deprisa que podían… sendas manchas provocadas por el semen o fluidos vaginales mancharon su ropa interior tras intensos orgasmos, sus agitadas respiraciones no impidieron que siguieran besándose según se recuperaban de la excelente experiencia.

-Hmmm…

-Sí… -él acarició su rostro, se habían parado pero seguían totalmente pegados- ¿Te gustaría… repetir algún día?

-Sería genial… -le besó una última vez en los labios a modo de pico- Lástima que ahora tengo que irme…

Él asintió despacio y observó su cuerpo. Habría que ser ciego para no ver lo hermosa que era, aún con sus defectos… sin embargo su corazón pertenecía a otra, no había dudas en él pero efectivamente no era de piedra, y siendo realistas a nadie le amargaba un dulce. Se sentiría fatal de hacer algo así con Aelita, era aún demasiado inocente y no quería tampoco abusar de ella de esa manera. Aria en cambio sabía perfectamente lo que todo eso implicaba, así que… puede que fuera lo mejor por ahora.

Ella se colocó bien su ropa y dejó que él se vistiera también antes de ponerse a trabajar en el ordenador, limitándose Aria a sentarse en la cama – que tuvieron que rehacer – para estudiar un rato y repasar. Así estuvieron un par de horas más hasta que llegó la hora de despedirse, el chico estaba demasiado centrado en el programa así que ella sólo le besó en la mejilla antes de irse y dejarle tranquilo. Recorrió como una exhalación el pasillo y llegó hasta las escaleras, allí se encontró con William… le sonrió un poco, era bastante guapo.

-Hola -le saludó-. ¿Qué tal Will?

-Bastante bien, la verdad -se dieron un par de besos en las mejillas-, ¿tú?

-De puta madre, me lo he pasado genial hoy -le sonrió algo-. Antes no te pude preguntar… ¿eres irlandés?

-Escocés, ¿tú?

-Igual… -ella parecía bastante contenta con ello- Qué gusto conocer a otro, esto está lleno de franceses y alemanes…

-Raro sería, si estamos al lado de París -bromeó un poco-, no me ha dado tiempo a conocer a más personas.

-Sí… podría presentarte a mis amigos, si quieres.

Él se limitó a asentir.

-Estaría muy bien… ¿tienes amigas guapas? No tanto como tú, pero ya sabes…

Ella se rio un poco por ese halago y suspiró un poco antes de negar.

-Ya tienen novio, bueno, eso creo… -murmuró- Pero no importa, te presentaré a todos.

-Genial -él le guiñó un ojo-. He visto que van a estrenar una peli de terror pronto, ¿te gustaría venir?

-¿Para poder arrimarte más a mí, Will? -le retó, divertida- No estaría mal…

Él se rio con gracia, ella le caía bastante bien y ese tono retador le molaba. Ella no entendía la razón de su comportamiento con él, normalmente no era así pero simplemente le salía. Se sentía más que cómoda y podía dejar salir esa parte que normalmente estaba dormida… y era casi adictiva esa sensación.

-Pues sí… -comentó- Es para arrimarme, ¿te gustaría?

-Pues… sí -pasó a las escaleras antes de girarse- ¿Cuándo?

-Podemos ir mañana, si quieres -él sacó la llave de su cuarto-. Y ahora… ir a la cafetería y cenar, tengo hambre.

-Y yo…

Así que eso harían. A la joven ya casi se le había olvidado también su más que reciente experiencia con Jeremy y algo en ella le decía que puede, y solo puede, que con ese chico esas sensaciones se multiplicarían por mil. Y mientras estaban en ello Ulrich estaba en el parque precisamente con Emily; ella se había sentado sobre sus caderas y se besaban un poco, escondidos como estaban entre los arbustos y apoyados contra un árbol disfrutaban del otro… pero ella notaba que él no estaba del todo centrado.

-¿Te sucede algo, mi amor?

-No, bueno… -él la miró a los ojos con cierto cariño- Siento que a veces no te merezco.

-No digas tonterías…

Él sonrió, de vez en cuando dudaba pero ella calentaba su alma – y lo que no sólo era su alma – y relajaba su mente para evadirse un poco de sus problemas. Una suerte de medicina que le curaba y permitía tener una mejor visión de las cosas cuando se ofuscaba. Había encontrado una mujer apasionante y maravillosa que cubría perfectamente sus expectativas y le daba una agradable sensación en el pecho. Podía decir que la quería mucho pero… algo en él sabía que no era totalmente así. Esas dudas las acallaba y obligaba a desaparecer cada vez que la veía, se lo debía en cierta medida y no deseaba dañarla o que se sienta menos.

-Te… quiero, Emily.

Ella sonrió ciertamente complacida y acarició con cierto mimo la entrepierna de él.

-Hace días que deseo esto… -murmuró- ¿Te… gustaría?

Él se sonrojó, recordaba la felación que le hizo Odd y estuvo realmente bien, si ahora era una chica…

-Pues… sí, pero…

Ella se limitó a callarle con uno de sus dedos y tras comprobar el ambiente se bajó de él y se recostó a su lado con cuidado, trajeron unas toallas para colocarlas y no ensuciarse la ropa, ahora… agradecía haberlas traído. Con mimo bajó la cremallera de su pantalón y rebuscó en sus calzoncillos… sonrió, llenaba el interior de su mano y cuando la tuvo fuera comprobó que estaba en semi erección.

-Luego tendrás que… hacérmelo tú, ¿vale? -murmuró, contemplando el pene de él- Quiero que hagas lo mimo que te haré yo.

-S-sí…

Quería seguir hablando pero la agradable sensación de la boca de ella en torno a su glande era demasiado placentera. Con cuidado ella subía y bajaba a lo largo de su miembro, lamía con la lengua la parte superior; sólo la sacaba para tragar saliva y seguir. Le encantaba sentir que crecía dentro de su boca, fue a más al notar la suave mano de él en su cabeza y pudo notar cómo se iba tensando según el orgasmo se acercaba…

-¿Te está gustando?

-Mucho… -ella le seguía excitando pero ahora con la mano- Voy a terminar pronto.

La chica se rio un poco y señaló su boca antes de continuar, sin detenerse hasta escuchar el gañido ahogado de él mientras liberaba su eyaculación en la boca de Emily… sólo subió de nuevo a besarle tras recogerr todo lo liberado y con una sonrisa tomó el rostro de él mientras compartían su eyaculación, sabiendo entonces Ulrich que ella era la indicaba.. ella era su medicina y la trataría con los honores merecidos para ese puesto.

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Espero que os haya gustado leerlo tanto como a mí escribirlo. Este fanfic está conectado con Nueva Generación: Proyecto Cartago, y que se encuentra más adelante en la línea temporal de este. Habrá referencias en ambos de eventos del otro.