Aelita's Nature
Capítulo 26
Jeremy estuvo trabajando en el programa para localizar las torres mientras intentaba encontrar una solución para aquel extraño enigma que se encontraron mientras mapeaban Lyoko, en sus investigaciones había anotado las diversas opciones y pensaba tener unas pocas respuestas posibles para aquella enigmática de frase de Bienvenido a Cartago; unos pocos nombres se habían determinado como opciones, y la idea de poder acceder a algo interesante por primera vez en una larga temporada le excitaba bastante. Cualquier otro pensamiento había abandonado su mente y ahora se centraba n acabar de teclear las líneas de programa mientras Aelita leía un cómic que le había prestado Odd.
-¿Cómo te va?
Ella se levantó en un momento dado y se colocó a su vera, sonriendo. Él suspiró un poco y la miró, la cercanía física de ella le sonrojó pero se ajustó en el sitio.
-Lo tengo completo, esto… debería avisarnos de ataques, lo pondré en mi portátil -explicó-. Luego iremos a Lyoko, quiero ver qué pasa si se pone la contraseña correcta.
-Eso debe ser muy molón -comentó, feliz-. Dime, ¿podremos tomar un helado luego?
-Claro, claro -en respuesta, le dio un alegre besito en la mejilla-. A-avisaré a los demás.
-Gracias, Jeremy…
La chica le abrazó cariñosamente y salió por la puerta como una exhalación, en no demasiado él se levantó después de esperar a que su organismo se calmara un poco y fue con los demás. Coincidía también con los primeros días de clase para la muchacha y se había adaptado bastante bien a los horarios y ejercicios que tenían que hacer… era como si ya estuviera hecha a esas cosas de alguna manera, claro que el haber hablado de ello tanto tiempo con la chica seguro habrá ayudado. En cualquier caso estaba bastante orgulloso de ella y su deseo de protegerla sólo crecía en esos casos, más cuando veía a algún chico ajeno al grupo acercarse más de la cuenta… aunque eventualmente pasaría desapercibida entre todas las demás, igual que pasó con aquel chico, William.
Resultó ser bastante majo en el trato cercano, solía verle en la biblioteca después de las clases para ponerse al día de las asignaturas que pudiera tener pendientes; Aria estudió un par de tardes con él y se la veía cómoda, y aun así igualmente ella iba a su cuarto al final del día… esa chica hacía que todo en él hirviera, se sonrojó al pensar en la última sesión de besos que tuvieron… ahora entendía a Odd con eso de la búsqueda del amor. Decidió quitarse todas esas ideas de la cabeza cuando se encontró precisamente a Ulrich, que de la mano con Emily charlaban al lado de la máquina expendedora.
-Buenos días -saludó-. ¿Qué tal?
-Hola, Jeremy -ella era bastante agradable, pensó él-. Bastante bien, aunque algo agobiada…
-¿Y eso?
-Literatura, es horrorosa -se quejó la chica-. Me aburre muchísimo.
-Peores son las mates -comentó Ulrich, a lo que ella asintió-. ¿Cómo llevas tú el trabajo aquel? ¿Ya lo tienes?
Era un sistema sencillo pero útil de comunicarse entre ellos delante de gente ajena a su mundillo particular y que pasaba ampliamente desapercibida. Más cuando sí había cosas así que realizar en varias asignaturas.
-Sí, aunque me ha costado más de lo que querría -respondió, decidió pedirse algo y alejarse para dejarles a solas-. A ver… un chocolate…
Estaban en ello cuando escucharon unas risas; al girarse vieron precisamente a William de cháchara con Yumi, ella sentada en uno de los bancos con los pies apoyados en la madera que servía de asiento y riéndose ante las afirmaciones del otro, que permanecía de pie a su lado; Ulrich frunció suavemente el ceño pero no llegó a decir nada, Emily apoyó una de sus manos en el pecho del muchacho y se endulzaron los labios cuando él la encaró, calmándole en el acto. Jeremy sonrió al ver aquello, precisamente entonces apareció por allí Aria y le abrazó a todos antes de colocarse bien la mochila.
-He visto a Aelita, iba a la biblioteca -comentó-. Parecía bastante contenta.
-Ella es así, alegre por naturaleza -señaló Ulrich-. Seguramente quiera investigar algo que haya visto…
Ahora que no estaba en el mundo virtual tenía que acudir a sitios físicos para saciar su enorme curiosidad, y aún así de vez en cuando había usado el ordenador del chico para entrar a la red y leer artículos de todo tipo que pudiera encontrar. Allí también dio con el nuevo de la Academia, en alguna ocasión la ayudó a coger algún libro de los estantes a los que la joven no llegaba, verla pulular por allí alegraba a todos…
-¿Jeremy, estás con nosotros?
Él dio un saltito en el sitio cuando sintió la mano de Emily en su hombro, lo que provocó la risa de los demás al ver su reacción. El muchacho se limitó a beber de su vaso de plástico y les dio el sencillo recado de verse por la tarde, así que los demás comprendieron lo que tenían que hacer llegada la hora; Ulrich se despidió de Emily con el preceptivo beso y Aria se pegó al rubio en el corto trayecto hacia la clase de ciencias con Hertz, agradecieron ver a Odd acompañado de Aelita entrar a la clase para que no se olvidara de su asistencia y perdiera demasiado rato en la biblioteca perdida en sus pensamientos.
Se sentaron en sus respectivos sitios y esperaron a que comenzara la clase como siempre sucedía, cada uno con sus cosas en la mente y preguntándose qué pasaría más adelante; estaban en sus propios mundos mentales, construyendo toda clase de mundos irreales mientras la tiza recorría la pizarra y la suave voz de Hertz explicaba lo que quiera que estuviera haciendo en ese momento. Por fuera parecían atentos pero por dentro estaban en cuestiones mucho más interesantes para sus jóvenes mentes, y de hecho la que más centrada era Aelita. Por su cabeza pasaban las raras imágenes que veía en sus sueños, concretamente de una casita en medio del bosque… la estaba dibujando en uno de los márgenes de la hoja de su libro, Jeremy contempló cómo la perfilaba con cierto interés y sonriendo hacia adentro.
Detrás se sentaba Aria, que aunque sí atendía de vez en cuando su cabeza eventualmente pasaba a su compañero, y sobre que igual necesitaba de alguien que pudiera ayudar con Lyoko y Xana ahora que la guerra empezaba a ser más poderosa; Ulrich le daba vueltas a lo que pasaba con Yumi y Odd se limitaba a dibujar rostros femeninos sin mucha más intención que sólo hacerlo y preguntándose qué chica podría conocer en esos momentos… pero al final le salía una bastante similar a la muchacha. Se sonrojaba al darse cuenta y borraba los rasgos más característicos de ella como los labios o cejas y se limitaba a seguir con sus cosas.
Y aun así estaban atentos a lo que Hertz decía por si preguntaba, al final tenían que estudiar para los exámenes que pusieran y apuntaban las cosas que pudiera decir… y aun así era inevitable que se perdieran bastantes detalles. Sólo Jeremy parecía más al tanto de lo que pasaba, y siendo consciente de ello se centraba especialmente en preparar unos apuntes en condiciones para lo demás; en cuanto avanzó el día y terminaron las clases se dirigieron primero a comer y, casi directamente y sin apenas parar para descansar un poco, fueron a la fábrica a intentar desentrañar los secretos del súper ordenador.
En no demasiados minutos ya estaban corriendo por el sector del bosque usando los vehículos que les había creado Jeremy, según se aproximaron al límite de la larga plataforma apareció en pantalla la pestaña para la clave junto con la esfera que tanto les interesaba; él fue probando una a una la opciones hasta que dio con la correcta: según tecleó Scipio la pantalla de clave desapareció y el mapa holográfico que siempre se formaba de Lyoko a su vera, como si fuera un globo terráqueo pero del mundo virtual se sustituyó por el de una gran esfera azulada que, lejos de tener una superficie lisa, estaba plagada de cuadrados elevados o hundidos (1).
En el mundo digital todos fueron envueltos por el esférico y se desplazó por el bosque hasta llegar de nuevo al extremo, donde penetró las paredes y reapareció instantes después en el nuevo sector que, efectivamente, era una gran esfera azulada que parecía un planeta en miniatura. La esfera se dirigió por su laberintico interior hasta llegar a una sala inicial con el símbolo de Xana en el suelo en tonos azules sobre fondo blanco, en contraste con el frío color de todo el lugar. El transporte les dejó allí tras unas rápidas vueltas sobre sí mismo y volvió por donde había llegado… los muchachos se quedaron impresionados con la arquitectura del sector.
-Guau… -murmuró Aria- Es muy chulo…
-Yo… creo que me he mareado… -suspiró Odd, y los demás le miraron con diversión- Esa cosa, ¿cómo nos llevó?
-Creo que os convirtió en bytes de información y os ha devuelto a vuestro estado normal, esa transformación debe ser lo que te ha afectado -como siempre, la explicación de Jeremy no podía faltar-. Sólo tenéis un camino, así que tendréis que ir por allí.
Y así hicieron, corrieron por los pasillos a buen ritmo – consistentes en una larga escalera que ascendía a lo largo de un círculo – hasta llegar a una gran sala bastante amplia, las placas del suelo se movían verticalmente y en algunos puntos hasta tocaban con el techo. En la pantalla apareció una cuenta regresiva.
-Tenéis que buscar un panel, botón o algo similar -les dijo Jeremy-, tenéis un minuto y cuarenta segundos, no sé qué pasará si no lo hacéis en tiempo.
-Ahí veo algo -señaló Aria hacia uno de los lados-. Venga Ulrich, somos los más veloces.
Éste asintió y mientras ella extendía las alas y se desplazaba por el aire, él corrió con su súper sprint, o más bien saltaba y se impulsaba en las paredes para ir todo lo rápido que sus poderes permitían. En tiempo ella pulsó con la mano el botón – también con el símbolo de la IA – y desapareció en la pared; en instantes se comenzó a mover la sala misma y eventualmente se abrió un corredor; tampoco tenían más opción que ir por ese único túnel, también ascendente hasta una nueva cueva… que ahora sí estaba habitada: unos monstruos esperaban al otro lado, su cuerpo era alargad y con forma de tubo, con una gran boca armada con un poderoso cañón y dos patas a las alturas de lo que serían sus hombros; una cola les ayudaba a desplazarse mejor, aunque en esos momentos algunos reptaban por la sinuosa superficie de la habitación donde estaban.
En cuanto los vieron llegar se pusieron en guardia, alzaron sus cuerpos y comenzaron a disparar los cuatro a un ritmo elevado; los chicos se dividieron, sólo Ulrich se quedó junto a Aelita para protegerla mientras el resto avanzó. Con Aria por arriba, los otros dos fueron cada uno por un lado para dividir las atenciones: los abanicos de Yumi volaron hacia una de sus cabezas mientras las flechas de Odd impactaron en el cuerpo de otro de ellos, la explosión del que había atacado la chica sirvió para mover al otro y también fue destruido por la puntería del chico; por su parte Aria, aunque recibió un disparo de uno de los gusanos, atravesó con su espada la cabeza del tercero… sólo quedaba uno, que se iba retirando mientras disparaba sin demasiado éxito pues una de las flechas láser le llegó a la cabeza y explotó antes de que los demás se encontraran con su amigo y juntos nuevamente avanzaran hasta la salida.
Jeremy estaba contento, los nuevos monstruos de Xana no parecían ser una amenaza y el grupo estaba unido y trabajaban bien… sólo esperaba que los planes de la IA no estuvieran demasiado avanzados, por su bien. El camino aquí sí se bifurcaba en varios senderos, aunque sólo uno de ellos parecía prometedor pues llegaba hasta el exterior… pensó que igual era interesante dividirse de alguna forma, por lo que les dio la idea.
-Creo que lo mejor es que Aria vaya por un lado, junto a Yumi y los otros tres ir por el otro, ¿qué os parece?
Normalmente no era fan de dividir, pero en esta ocasión podía ser interesante, y en caso de ser necesario ella siempre podía llegar mucho antes con los demás si se requiriera; así que así hicieron, Aelita iba algo rezagada respecto a los chicos pero sonreía por poder seguirles algo mejor el ritmo… ascendieron por unas escaleras y grandes bloques, en un momento dado vieron una suerte de ascensor. Se movía a lo largo de unos enormes rieles que discurrían por la parte interna de una esfera, era un círculo blanco con líneas azuladas que no paraba de moverse salvo cuando llegaba hasta lo alto de un promontorio artificial, perfectamente delineado… el cielo oscuro se veía perfectamente desde donde estaban, así que fueron andando tranquilamente hasta llegar al saliente. No parecía haber nada relevante más allá que podían contemplar parte de la esfera… hasta que ante la chica apareció una pantalla flotante.
-Jeremy, ¿lo has visto?
-S-sí -parecía haber duda en su voz-. Pero no es lo único, en el polo sur de la esfera hay una compuerta también.
Ella empezó a revisar el panel y se quedó maravillada de lo que veían sus ojos en esos momentos: un montón de información sobre Lyoko se detalló ante ella, y lo que parecía más importante… de Xana. Jeremy frunció suavemente el ceño en ese momento pero abrió la boca de la impresión al comprender lo que eso significaba, y es que ahora parecían tener acceso al núcleo mismo del mundo digital y sus habitantes. Belona estaba incluida aunque tenía el nombre en clave como sistema operativo del aparato, de tal forma que quedaba oculta dentro de la información que de forma general venía recibiendo el otro… incluso Ulrich y Odd estaban interesados y miraban de refilón la pantalla táctil por la que su amiga se desenvolvía con facilidad, en ello estaban hasta que escucharon un fuerte chillido y se encontraron con que de las mismas paredes nacían las mismas mantas que, días antes, combatieron; Jeremy había estado atento y materializó los vehículos, también con un ojo en lo que sucedía con Aria y Yumi y en relación con el otro gran descubrimiento que habían realizado.
Y es que, tras unos pocos corredores, habían llegado a una sala abovedada con una torre en el medio, al fondo de un estrecho camino… las dos mujeres la contemplaban con bastante interés, pero sólo parecía haber una teniendo en cuenta cómo era el sector. Aria voló en torno a la misma por si veía algo especial pero era ordinaria, justo como las demás. Incluso estuvo a punto de entrar hasta que oyó la orden de Jeremy, así que fue volando todo lo rápido que sus alas le permitían, Yumi se quedó atrás para explorar un poco más por petición de su compañero.
Y mientras ellos iban y venían por su casa, Xana comprendió que necesitaba una mejor forma de luchar contra ellos en Lyoko… se habían vuelto demasiado buenos, eficientes luchadores que no tenía forma de detener salvo por número y, aún así, cuando actuaban de forma coordinada no había forma de que lograra nada. Sus victorias eran temporales aunque tuvieran bastante de largo plazo… pero necesitaba recuperar posición en ese punto, y creía saber la manera, la podía probar ahí mismo realmente.
Aria eventualmente llegó con los demás, como una exhalación recorrió el aire y se topó de frente con una de las mantas, contra la que chocó en un intenso placaje; ambas se precipitaron unos metros antes de recuperar el equilibrio, fue entonces que una de las flechas láser de Odd – que volaba en su monopatín – logró destruir al monstruo. Ulrich se enfrentaba desde su moto, espada en mano, y Aelita permanecía a un lado del corredor para ocultarse de los disparos antes de volver hasta la pantalla con los datos… un fuerte sonido la hizo girar y se encontró con que Yumi, abanico en mano, se enfrentaba con un nuevo monstruo. Similar a un pulpo, tenía largos y finos tentáculos transparentes y un cuerpo alargado con forma cónica y color verdoso, el ojo de Xan aparecía en una delgada línea dorada que bajaba desde su cabeza – azulada – hasta la mitad del cuerpo. Con sus extremidades, que usaba como látigos, atacaba a la muchacha y esquivaba sus abanicos aunque con cierta torpeza por su tamaño, levitando en torno a ella.
-No parece atacar, pero no me quiero dejar pillar por esta coa… -murmuró, en un momento dado logró cortar sus tentáculos y en ese instante huyó a toda prisa hacia una pared, que se abrió y cerró a su paso para facilitar el escape- ¡Eso, huye de aquí, cobarde!
-Creo que es mejor que nos vayamos…
-Sí, volved al punto de salida, quiero comprobar los datos recogidos…
-¿No deberíamos explorar la parte inferior, ya que estamos? -comentó Yumi- Puede que sea algo relevante…
Jeremy se lo pensó unos instantes, si ese monstruo aparecía de nuevo… por otro lado la idea era más que tentadora, por lo que asintió y materializó la plataforma de su amiga, en la que Aelita se subió; y volando en formación, todos se aproximaron hasta la base del sector. Se encontraron con una compuerta que se abría y cerraba en un ritmo constante, parecía el pulsar de un corazón; esperaron unos segundos para saber exactamente qué ritmo tenían, sólo entonces aceleraron y entraron a toda velocidad al interior de la sala. Unas escaleras irregulares subían por el lateral y recorriendo la superficie interna de la bóveda hasta la parte superior, donde algo brillaba mientras giraba lentamente sobre sí mismo… observaron el núcleo de Lyoko con mucho interés tras colocarse a su altura y comprender su enorme belleza, pues mostraba el mapa de los cuatro sectores principales en lo que entendían que era en directo.
-Guau… -murmuró Aria- Qué… hermoso.
-Esto es… sencillamente increíble, ¿os dais cuenta?
-Pero no veo este sector representado -comentó Ulrich-. Salvo que sea la esfera brillante del centro, ¿no creéis?
Los demás asintieron. Durante el descenso vieron dos grandes tubos de luz, seguramente formados por datos, que unían la esfera con las paredes… debían servir de unión con el resto de Lyoko de alguna manera.
-Puede ser… deberíamos volver o se hará tarde, además, quiero analizar la información que ha traído Aelita.
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En cuanto salieron de Lyoko todos se arremolinaron en torno a su amigo para comprobar los resultados obtenidos, y es que con esa información – y más que pudieran obtener a futuro – sabían perfectamente que la lucha contra Xana ería muy diferente a partir de ahora. También confirmaron que a saber cuántas veces el enemigo atacó sin que ellos se enteraran y a saber con qué información se hizo a lo largo de esos días, pero no podían ponerse a pensar en eso… ahora tenían acceso a algo mucho más increíble. Las cosas definitivamente ahora podrían ser muy diferentes.
-Es… mucho, chicos -señaló a la pantalla y sonrió-. Tengo que comprobarlo todo pero… joder, qué bien me vendrá.
-Deberíamos ir a celebrarlo al centro comercial con un helado -propuso Aelita-. Los de chocolate me encantan… pero el de vainilla también está rico.
-¡Buena idea, princesa!
Y con esa idea se dirigieron hacia la salida tras coger el ascensor e ir hacia la nave principal, la idea aunque le podía no convencer, implicaría para Jeremy descansar la cabeza y tener un momento de diversión con los demás y dejar a un lado sus problemas. Por eso se encaminaron al centro comercial todos juntos y entraron a una heladería; Aria se sentó para guardar el sitio mientras los demás iban a por los helados de todos y pagaban, la que más ilusionada parecía estar era sin duda la que dio la idea. De la mano de Jeremy, estaba bastante pegada a él y le abrazaba por detrás, mientras Odd se preguntaba si podría estar algún día así con cierta morena, y Ulrich charlaba con Yumi de cualquier cosa menos de lo que a ambos les pasaba por la cabeza en situaciones así. La otra observaba desde su posición en silencio, deseando estar en la posición de Aelita… se sonrojó al recordar la última ocasión que pudo disfrutar del rubio a solas, incluso se retiró algo las gafas y se acarició el puente de la nariz.
Tras unos minutos aparecieron con sus respectivos cuencos con un par de bolitas por cabeza junto a una cucharilla de plástico, y se sentaron mientras hablaban de sus cosas… y mientras, Xana estaba trabajando en su siguiente ataque. Pronto llegaría una fecha bastante importante y tenía claro cómo explotar aquello que había observado en esos malditos adolescentes que estaban dándole tantos quebraderos de cabeza. Quedaba muy poco para poder dar un buen golpe… y hablando de golpe, otro problema era Jim Morales, tenía la certeza de que aún recordaba pero no tenía forma de comprobarlo, pero pronto lo sabría… había vuelto a Kadic después de su baja y poco a poco recuperaba las fuerzas con entrenamientos suaves y volvía a las clases a lo largo de los días.
-Ya se le ve mejor, me alegro mucho por él -decía Aria, antes de tragar-. Me cae bien, y fue de ayuda varias veces.
-Estoy de acuerdo -Jeremy le sonrió a su compañera-. Qué rico está el helado aquí…
-¿Verdad? -Aelita dio unas palmaditas- Es de las cosas que más me gustan.
Poco a poco se acostumbraban a tenerla allí. Y aunque curiosa, iba aprendiendo mucho y deprisa día a día, de hecho comprendía muchas de las cosas a esas alturas y sabía cómo comportarse en cada situación… casi podría estar en Kadic, ya incluso estaba mentalizada de cómo eran las cosas allí y tenía claro que la idea de compartir sitio de descanso con más adolescentes le generaba curiosidad y deseo de comenzar con esa nueva aventura. Y si se llevaba bien con Sissi tendría bastante ganado.
La chica de hecho estaba en ese mismo centro comercial pero junto a Nicolas y Herb, estaban comprando algunas cosas que necesitaban y charlaban animadamente entre ellos. Habían quedado con Naomi para tomar un refresco antes de volver a Kadic y volver a no poder salir en una larga temporada, había hecho acopio de cosas de maquillaje y algunos cachivaches para fiestas varias de los cumpleaños de los demás… la chica estaba bastante contenta y los chicos que la acompañaban con ella, especialmente el más bajito, a Nico… le interesaban otras cosas, sólo quiso entrar por voluntad propia a una tienda de artículos de caza y pesca, los otros dos le esperaron fuera mientras le veían – entre sonrisas – ir de coa en cosa y quedándose maravillado.
-Es como un niño pequeño cada vez que entra aquí -comentó Herb-. Se le ponen los ojitos de estrellas…
Ella le sonrió y abrazó un poco, apoyando la cabeza en el hombro de él… en otro momento se hubiera sonrojado, pero simplemente correspondió el gesto.
-¿Te declaraste ya?
-No… tengo… miedo al rechazo.
Ella le miró y asintió un poco, comprendía perfectamente sus emociones pues le pasaba lo mismo con Ulrich… y aun así comenzaba a tener de alguna forma sentimientos encontrados con el muchacho. Aún quería de todo con él, pero por otro lado… estaba Odd, y su amor platónico encima estaba con Emily, por la que sentía cierto aprecio y compañerismo y no deseaba putearla. Estaba pensando en ello cuando le propusieron hacer esa salida, que aceptó de inmediato.
-Te entiendo mejor de lo que puedas creerte -le explicó-. Ere… muy buen amigo.
Herb sonrió suavemente.
-Estás más guapa cuando sonríes.
Ella imitó el gesto y se rio suavemente. Acarició su pecho con diversión y se limitó a esperar a su lado por Nicolás.
-Oye Herbi…
-¿Sí?
-Creo… que debemos ser valientes y decirlo -expresó-. Decir… la verdad, ¿sabes?
-Tú lo tienes más fácil.
-Te hará bien, y quien sabe…
-No -le respondió simplemente-. A Odd le tiran más dos tetas que otra coa, Jeremy… a él le gusta Aria, o la chica nueva, Aelita.
-Esos dos están siempre juntos, sí… -Sissi podía entender lo que les pasaba por la cabeza- Se estarán decidiendo.
Herb iba a responder cuando volvió su amigo, tan feliz como siempre con un par de bolsas de compra. En ese momento vieron a Naomi al otro lado de una de las pasarelas y se le aproximaron, en el piso de abajo el grupo de Jeremy precisamente se dirigía de vuelta a Kadic para descansar…
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La información que recibió Jeremy desde el núcleo de Lyoko fue tan espectacular, tan valiosa, que simplemente no creía lo que estaba leyendo. Iban a tener que ir muchas más veces hasta ese lugar para poder obtener más datos importantes y que fueran de ayuda para vencer a Xana y liberar a Aelita de su conexión con el mundo digital. Aún no entendía del todo la razón de ser, pero si estudiaba a fondo el programa de la IA encontraría muchas cosas interesantes… y la clave debía estar en esa pantalla, lo qu no sabía era hasta qué punto podría indagar.
Pensaba en ello mientras se rascaba la barbilla, ya había cenado y estaba con la sola compañía de su soledad. Se levantó algo cansado de la silla y apagó la pantalla del ordenador, el programa de localización de las torres estaba en proceso de ser puesto a prueba y al día siguiente sabría si todo había ido bien, dio un suave bostezo antes de estirarse y empezar a cambiarse… se había quitado la camisa y estaba en calzoncillos cuando oyó que llamaron a la puerta. Se puso el pijama mientras pedía que le dieran un momento y cuando abrió se encontró con que era Ulrich.
-Hola -saludó éste-. ¿Podemos hablar?
-Sí, claro.
Le invitó a pasar y el otro se sentó en la cama. También en pijama, parecía pensativo y le daba vueltas a las cosas… Jeremy podía jurar a qué se podía deber.
-Tú… ¿has hecho cosas con… Aria? O Aelita.
-B-bueno, yo… -la pregunta, así de sopetón, le sacó de lo que estaba pensando- Sí, la verdad, algo hemos hecho, pero no mucho, ¿por?
-Yo… creo que Emily quiere, ya sabes -comentó él-. Y… no tenemos… bueno, protección.
Jeremy se sonrojó bastante, no sabía de dónde sacaba que pudiera tener algo así él.
-No… ¿no crees que sería mejor preguntarle a Odd?
-¿Y que me esté vacilando el mes entero? -negó con vehemencia- Ni de coña.
El otro suspiró.
No, no tengo preservativos -respondió-. ¿Dónde pensáis que sea?
-En el cuarto de ella… -respondió- Creo que es lo más cómodo, no habría nadie y podríamos estar tranquilos.
-Oye, ¿has… pensado en comprarlos?
-Sí hombre, me moriría de vergüenza -reconoció, se sonrojó sólo de pensarlo-. Sería como pedírselos a Sissi.
-Ella te pediría incluso gastarlos contigo -bromeó el otro-. En fin… me alegra saber que vais bien…
Ulrich asintió, despacio. Le apetecía mucho, pero por otro lado le daba cierto respeto… hasta ahora se había masturbado muchas veces pero no sabía cómo iría o cómo se sentiría… aunque la idea debía reconocer que la idea le excitaba mucho más de lo que estaba dispuesto a asumir.
-Gracias… ¿y a ti con Aelita y Aria? -el otro se sonrojó un poco- Las matas callando, con dos a la vez.
-No es así -negó-. A mi… me gusta Lita.
-Pero no te niegas a Ari -le recordó-. Yo tampoco lo haría, es mona y agradable… es muy buena chica.
Jeremy podía confirmarlo, le tenía mucho aprecio y cariño, sin embargo… amaba a Aelita, pero tampoco era ciego a los encantos de su compañera. Sentía mucha complicidad con ella y creía poder hablar y hacer cualquier cosa… eso le gustaba, además, sentía que con esas acciones estaría haciendo algo malo de ser con su amor platónico, era demasiado ingenua y estaría pasándose de la raya. Al menos eso se decía a sí mismo, aunque no lo expresara como tal esas ideas rondaban su cabeza.
-Sí… es muy cariñosa también -reconoció-. Es… un amor de chica, la quiero bastante.
-Habrá que comprar condones para ti también.
Jeremy se sonrojó bastante en ese instante, se tapó la cara con algo de sorpresa y algo de vergüenza por lo que acababa de decir su amigo, que se rio un poco. Se estiró un poco y se dejó caer en el colchón y miró el techo con algo de intranquilidad.
-Las tías son difíciles… -reconoció- ¿Sabes si Yumi está con alguien?
-Pues no… ¿debería?
-Sólo… os he visto bastante unidos en este tiempo, por eso lo decía.
Jeremy creyó escuchar un poco de celos en la voz de su amigo, pero le restó importancia. Decidió sentarse en frente, apoyado en su silla y sin comentar demasiado. Se retiró las gafas y bostezó un poco, su amigo se rascó la cabeza con cierta incomodidad, comprendiendo lo que había dicho… se sentía un poco mal al respecto.
-Lo siento, es… difícil.
-No tienes que jurarlo -le respondió el otro-. Me iré a dormir ahora, si quieres… mañana podemos ir a ver a Yolanda, no creo que tenga problemas con eso.
Ulrich asintió, claro… no había caído en esa posibilidad y era más que evidente que era la mejor opción… Jeremy siempre dando en el clavo. Tras despedirse de su amigo con el correspondiente abrazo cada uno se fue a la cama hasta el día siguiente, que bajaron juntos tomar el desayuno en la cafetería, de hecho allí se encontraron con Aelita y Odd junto a Aria; tenían entre sus manos un chocolate caliente que aún humeaba cuando ellos llegaron a su lado con las respectivas bandejas. Se sentaron y se limitaron a tomar su bebida, escuchando la charla amena de lo demás y aún algo adormecidos.
-Oye, Einstein -la voz de Odd sacó al aludido de sus pensamientos-, ¿has podido analizar los datos de ayer?
-Estoy en ello, en cuanto sepa algo os diré -él sonrió con ganas-, pero… tienen pinta de ser muy prometedores.
-Sería un regalo sensacional para San Valentín, tú y Lita en el cuarto, juntitos… -el otro se sonrojó- Puedo darte las herramientas necesarias para eso, si quieres…
-N-no creo que sea necesario…
-¿A qué se refiere? -Aelita, como siempre, tan inocente… Aria le sonrió y se acercó a su oído, lo que quiera que dijera hizo que la aludida se pusiera roja y se riera nerviosa, complacida con la idea- Pues no estaría nada mal… así nos reproduciríamos.
Ulrich soltó una carcajada por la ocurrencia, Odd miró a Jeremy con una sonrisa traviesa y Aria se limitó a preguntarse si realmente su amiga estaba hablando en serio o era alguna de las genialidades del bromista de la pandilla. En cualquier caso Jeremy negó con vehemencia, casi incapaz de hablar… desde luego con ella no se ponía así, lo interpretó como una señal positiva.
-Por cierto Ulrich -éste miró a su compañero de cuarto con interés-, tú… ¿querrías alguno también? Ya sabes, para Emily…
-Tío, no jodas -gruñó-. Yo… bueno…
-¡Lo sabía!
-No, no sabes nada -el muchacho se levantó, tras acabar de un trago su chocolate-. Me voy… tengo cosas que hacer.
-Joe, qué gruñón… -Odd sonrió con diversión- En fin, mientras no haga ninguna tontería… -se levantó igualmente- Señoritas, Einstein, me voy.
El resto le imitó y se encaminó cada uno a su lugar… se encontrarían en la misma clase realmente, lo único que estaba haciendo su amigo era poner tierra de por medio para no tener que escuchar las chanzas del otro. Aelita no comprendía los reparos al respecto, era algo natural que se hablara de esos temas… por otro lado Yumi le explicó que no era de buen gusto hablarlo en voz alta o en lugares públicos, puede que se refiriera a este tipo de cosas. Las personas eran algo sensibles a esos asuntos, y comprendía las razones, cada vez que veía a Jeremy sonreír o expresarse su corazón se aceleraba y le daban unas ganas inmensas de ir con él y abrazarle y besarle… también sentía un agradable calor que iba y venía en esas veces, uno que sólo le pasaba con él y con algún chico realmente atractivo, pero especialmente con Jeremy.
Pensaba en ello cuando se dio cuenta que ante la idea de quedarse a solas con Jeremy y hacer… cosas, como eufemísticamente diría Yumi, habían dado en ella esas mismas consecuencias. No fue difícil para Aelita llegar a la conclusión de que tenían relación de algún modo, estaba dispuesta a descubrir hasta qué punto esto sucedía… y algo le decía que él era el indicado. Puede que sus amigas pudieran ayudarla, pero la pregunta era cómo… precisamente la mayor de las tres en esos momentos estaba en uno de esos momentos. Se había detenido en un parque cercano a fumar un cigarrillo liado por ella misma cuando cerca se puso un atractivo muchacho… William Dunbar, que también se dispuso a esos menesteres, pero con uno de esos novedosos electrónicos que lo estaban petando en esos momentos. (2)
-Guau, qué señorito… -bromeó ella, divertida- No sabía que fumaras.
-Mi boca no huele tanto a tabaco gracias a esto -comentó él, en respuesta-. ¿Qué tal, Yumi?
-Bien, bien… -respondió, él se sentó a su lado- Estaba pensando en el examen de la semana que viene…
-Ya, es un asco -él la miró-. No te veía fumando, la verdad.
-Vivo con estrés, esto… me alivia.
El otro se limitó a asentir, comprendiendo – aunque ella supiera que no lo hacía realmente – por lo que ella estaba pasando.
-Mi viejo piensa que soy un rebelde sin causa -explicó-. En realidad… sólo busco mi lugar.
-Qué profundo -bromeó-. Yo… sólo quiero que termine una mierda, ya sabes… problemas de uno.
-¿Algo grave?
Ella negó, aunque había sinceridad en su voz ella no podía contar nada; se limitó a dar una calada, se pensó bien sus palabras antes de soltar nada.
-Verás… tengo una presión enorme por no fallar -comenzó-. Por hacerlo todo perfecto, y aunque sé que es imposible, sólo… siento que debo ser perfecta, cumplir las expectativas.
William la escuchó disertar durante unos largos minutos en los que sólo paraban para dar la correspondiente calada hasta terminar con el cigarrillo ella y él comprobar que gastó una marca de la batería del aparato, momento en que se levantaron.
-Creo que debes relajarte… -comentó él- Sé por experiencia que es difícil, pero… tienes que comprender que no puedes llegar a todo y que a veces pedir ayuda no te hace más débil, sólo… te hace humana.
Ella le sonrió en respuesta, aunque no podía abrirse plenamente a él sentía bastante alivio de poder expresar sus sentimientos encontrados con alguien que pudiera escucharla y comprender por lo que estaba pasando. Le acarició en el brazo antes de darle un suave beso en la mejilla y se encaminaron hacia Kadic, ella mucho más ligera y él sorprendido por el acto de cariño pero contento por ver que ella – a la que veía realmente atractiva – podía verle con mejores ojos ahora. Puede que lo que él necesitaba en la vida era precisamente una chica que le pusiera los pies en la tierra y le centrara del todo…
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Mientras todo aquello sucedía, Xana dejó preparado un programa y procedió a hacer uso de la nueva finca que recientemente había adquirido y todos los medios técnicos con los que contaba y que eran bastante punteros en cierta medida; sólo tuvo que poner en marcha la maquinaria ahora que tenía preparado el programa necesario – o al menos estaba bastante segura que cumplía con lo que necesitaba –; por ello era el momento de ponerlo a prueba antes de atacar al grupo de forma mucho más efectiva. Sabía cómo afectaban a los chicos ciertas cuestiones y que con eso sería capaz de desestabilizarles y meter dudas en sus juveniles mentes… introdujo el programa dentro de un pequeño aparatejo con forma de círculo y que funcionaba a manera de USB gracias a un cable que unía su interior con el ordenador desde el que trabajaba.
Y ahora venía el ataque: unas ondas se movieron a lo largo del mundo virtual y llegaron hasta el sector del hielo, el color rojo sustituyó al calmado azul que siempre coronaba las torres y la energía embargó a la IA. Ésta actuó de inmediato y de uno de los enchufes de un edificio cercano y una lengua de electricidad salió del mismo directo hasta el cuerpo de un oficinista que pasaba por allí. Era un hombre joven, calvo y no demasiado fornido, vestido con un traje de chaqueta y corbata; sus ojos pasaron del azul claro de siempre al símbolo de Xana, sin pararse a los gritos de los demás por el poderoso sonido que hizo cuando el relámpago que soltó cruzó el aire y después de hacer estallar una cristalera cercana. Saltó a través del hueco generado y acabó rodando unos metros para que la caída no fuera tan violenta pese a caer prácticamente desde un quinto piso.
Por allí cerca pasaba un coche de la gendarmería, que por supuesto al ver que aquello pasaba pararon el acto y salieron del vehículo con sorpresa y sin saber demasiado qué hacer; Xana lanzó contra ellos uno de sus relámpagos y dio un gran salto para evitar la enorme explosión de fuego y corrió en dirección a la casita donde estaba el USB para recuperarlo de inmediato y poner a prueba sus intenciones. Sabía que con ese ataque iba a poner en marcha el programa que Jeremy había creado pero no le importaba, eventualmente tendría que atacar y ellos la pillarán… sin embargo ahora era más que posible que pudiera hacer muchas más cosas. En cuanto llegó la puerta se abrió ante él y pudo acceder al interior, tomó el aparato y se lo colocó a modo de colgante.
Sólo en ese momento Xana salió de su cuerpo pero la capacidad de dominancia de la IA sobre su persona seguía ahí, prueba de ello era que en sus ojos aún se podían ver el símbolo que siempre se presentaba en esos casos… no podía estar más contenta en ese sentido, por ello apretó su puño con firmeza, se guardó bajo la ropa el útil colgante y procedió a ir a por esos niñatos de Kadic… podía ser su oportunidad para poder vengarse de ellos y darle a alguno de ellos una paliza que no olvidaran en una buena temporada. Por ello corrió como una centella hacia la Academia, comprendiendo que ahora tenía un medio fantástico para lograr sus objetivos de forma mucho más discreta…
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Efectivamente, la señal de alerta llegó al ordenador portátil de Jeremy y éste mando a su vez el mensaje a los demás para que se movieran y fueran directamente a Lyoko. Se alegraba de que funcionara, pues así ya no hacía falta pararse a comprobar las noticias o escuchar la radio, ver en internet por las cosas de última hora o similares… alzó la mano para poder excusarse para ir a la enfermería, de inmediato los demás fueron con él para acompañarle aunque la profesora Meyer no pudiera darle tiempo para darles permiso alguno de salir en conjunto. Por ello bajaron a toda prisa por las escaleras y, en cuanto estuvieron en un sitio más adecuado para hablar, él les informó.
-Está en el sector del hielo, ya tengo las coordenadas.
-Estoy deseando ir a patear culos de monstruos -sonrió Ulrich-. ¿Avisaste a Yumi?
-Sí, espero que pueda venir pronto…
Y es que la chica estaba en clase de italiano, pensando en su última charla con el otro, dándole vueltas con suave elegancia al lápiz cuando sintió que el móvil vibraba suavemente y la pantalla se iluminaba con el mensaje de alarma de Jeremy; iba a levantarse cuando escucharon un poderoso grito y lo que se asemejaba a un trueno retumbar y hacer temblar todo; ella comprendió que era cosa del ataque, por lo que se levantó de inmediato y salió corriendo por la puerta aún con las advertencias de la gente.
Vio a aquel hombre lanzar relámpagos desde las manos y sus temores se confirmaron: de alguna forma Xana ahora podía controlar a alguien. Algo así había pasado anteriormente pero no pudieron verlo físicamente, eso… daba realmente miedo, se dijo. De un salto esquivó la descarga que lanzó contra ella y se llevó la mano hasta el bolsillo para buscar su móvil mientras se ponía a cubierto del ataque. El electromagnetismo incluso hacía que su largo pelo se levantara ligeramente.
-¡Jeremy, esto es grave! -exclamó- Xana está atacando Kadic usando a un tío que lanza rayos… tenías razón, ahora controla a las personas.
-Eso es grave… -murmuró él, al otro lado del aparato- Nos daremos prisa, ¿podrás hacerte cargo tú?
-Sí… eso creo… ¡suerte!
Antes de que el otro pudiera responder colgó y buscó la manera de defenderse de los ataques; corrió por el patio mientras los alumnos y profesores huían a toda velocidad, sólo Jim ayudaba al poner calma y organizar la salida, cosa que ella agradeció y se movió hacia la cercana cafetería para tenerlo allí encerrado y que no provocara daños o hiciera daño – o peor, matara – a alguien… de fondo se escuchaban las sirenas de los coches de policía y ella chasqueó la lengua, logró evadir por poco un relámpago, que impactó con los cristales y saltó al interior en busca de refugio.
El poseído gruño con fuerza pero sonrió de medio lado, todo iba perfectamente… saltó por el mismo punto que ella y la buscó, se encontró de pronto con que la adolescente había enganchado unas bandejas y le golpeaba en la cabeza con violencia… Si guerra quería, guerra tendría.
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(1) Escipión en inglés, general cartaginés y enemigo de Roma.
(2) Se inventaron a inicios de la década de los dos mil, primero en Europa y luego a Estados Unidos.
Espero que os haya gustado leerlo tanto como a mí escribirlo. Este fanfic está conectado con Nueva Generación: Proyecto Cartago, y que se encuentra más adelante en la línea temporal de este. Habrá referencias en ambos de eventos del otro.
