Aelita's Nature

Capítulo 27

Yumi salió volando por los aires cuando Xana la lanzó usando una descarga eléctrica directa a su pecho; por suerte no fue demasiado potente y no letal, pero el dolor igualmente era alto y el porrazo contra el suelo fue casi peor que el ataque en sí. Se levantó mientras apretaba los dientes y se colocó en posición de ataque, respiraba algo agitada y sudaba un poco pero dispuesta a defender a los demás siendo el centro del ataque de la IA. Su valentía, entendía su enemigo, era digna de elogio pero de nada iba a servir; se disponía a lanzar una nueva descarga de energía cuando llegó uno de esos adolescentes con un objeto contundente entre sus manos, con el que golpeó la cabeza del cuerpo que venía usando.

-¡Eh, tú, tobogán de piojos! -William sonreía de medio lado- ¡Será mejor que nos dejes en paz, o tendrás que vértelas conmigo!

-¡William, vete, te puede matar y…!

Pero antes de que ella pudiera acabar él fue, efectivamente, enganchado por el cuello y posteriormente lanzado contra un árbol cercano, casi se pudieron escuchar sus huesos partirse pero aún con esas se levantó no sin ciertos problemas y algo acobardado por la violencia desatada… aunque no podía ahora echarse atrás de ninguna manera. Yumi corrió para estar con él y recuperó la vara con la que atacó a Xana en primer lugar, la asió con fuerza y apretó con ganas mientras se preparaba mentalmente y deseando que las cosas se solucionaran cuando antes.

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Mientras, el resto llegó sin demasiados contratiempos a Lyoko, por suerte el ataque no había llegado hasta allí… al menos por ahora. Mientras Jeremy se encargaba de todas las cosas relevantes del viaje mientras los demás llegaban hasta Lyoko y caían en las planicies del sector del hielo en las cercanías de un lago con hermosos casquetes que surcaban las aguas internas: a lo lejos se podía ver, en el horizonte, el color rojo de la torre activada por Xana, así que ellos comenzaron a correr en silencio. Aria tras unas pocas zancadas alzó el vuelo y extendió sus alas para recorrer el viento y hacer un barrido previo mientras los demás seguían avanzando por tierra y buscando la manera de acercarse sin ser vistos o detectados por los monstruos de Xana: había un par de tarántulas y cuatro cangrejos, estaba bastante blindado y parecía querer retrasarles lo más posible… lo cual era preocupante desde luego.

Jeremy gruñó suavemente mientras tecleaba, no le gustaba lo que veía y que Yumi estuviera tardando tanto también le preocupaba bastante; había llamado varias veces pero sin éxito alguno. Sin embargo al menos tenía controlado el frente de Lyoko, el grupo no tardó demasiado en alcanzar la plataforma donde estaba la torre activada: a una decenas de metros esperaban los monstruos de Xana y ellos por detrás sólo tenían un camino algo estrecho pero que Aelita había rellenado antes de llegar con grandes placas en el agua interna para tener puntos de poyo; por delante también había generado unos bloques que servían a modo de barricada en los que defenderse de los ataques de, sobre todo, las tarántulas; los cangrejos tenían más movilidad pero al menos les sería más difícil avanzar, sabiendo esto estaban disparando contra las recién creadas estructuras.

Aria bajó a tierra tras un vistazo rápido por lo alto y se refugió junto a sus amigos mientras la lluvia de láseres caía sobre ella con intensidad, apenas podían pensar por el estruendo aunque era más el ruido que las nueces. Ulrich tenía su espada lista y Odd colocó los brazos en cruz para generar su escudo, en ese instante vio cómo Aelita generaba de entre sus manos una diminuta esfera que voló por el aire… supo que era una de sus visiones, hacía semanas que no tenía una.

-Chico, he…

Pero antes de que pudiera decir nada, su amigo se dirigió hacia el frente con el arma en ristre, seguido de Aria, que comenzó a volar. Fue la chica la que centró los ataques, tenía que moverse muy deprisa para no ser alcanzada aunque eso facilitaba que el resto fueran adelante… y sin embargo tampoco ellos se libraron porque las tarántulas empezaron a disparar a bocajarro con todo lo que daban las armas de sus brazos, Ulrich e colocó de inmediato entre medias de Aelita y los láseres y moviendo su arma a buena velocidad.

-¡Lita, avanza por la derecha! -pidió, ella se ocultaba a la izquierda- ¡Por allí tendrás el camino más libre, yo te alcanzaré!

Odd frunció suavemente el ceño y la acompañó, por encima Aria pudo acercarse al caparazón de uno de los cangrejos cuando se encontró que los otros dos avanzaban… gruñó, hundió su arma en el ojo de Xana pero acabó en el suelo por los disparos del cuarto cangrejo. Esquivó por poco la pata punzante del monstruo, rodando por el suelo e interponiendo una de sus alas, con las que podía detener ciertos ataques: de un par de saltos logró retroceder pero fue desvirtualizada por el cangrejo cuando la alcanzó en pleno salto al pretender saltar sobre su caparazón sin previamente fintar.

Y si bien Ulrich congregaba los disparos de las tarántulas – y que sólo podían atacar desde allí por su anatomía – los cangrejos alcanzaron eventualmente las posiciones de Aelita y Odd. Estaban tras un bloque de hielo cuando vieron a la pareja revisar todo, clavando sus poderosas patas cada vez que avanzaban precisamente buscando empalarles aunque no pudieran ver nada; el chico echó a su amiga a un lado y empezó a disparar sus flechas láser para llamar su atención, gritando y saltando hacia ellos y arañando el ojo de Xana de sus caparazones.

-¡Dalo todo nena, dalo todo! -grito, divertido- ¡Ulrich, ayuda, que me comen!

Pudo ver la estela amarilla que su amigo dejaba mientras usaba su súper sprint, de la nada le vio saltar y acabar en el mismo cangrejo que él y clavar la espada, saltaron a tiempo de evitar la explosión que provocaba su destrucción; chocaron las manos con una sonrisa cuando escucharon un grito asustado y se encontraron con que Aelita estaba ante el cangrejo que quedaba, que apuntaba contra ella.

Corrieron para poder protegerla, y sin embargo ella tuvo que saltar a un lado para esquivar el ataque de láseres y rodar varios metros pues también la quiso empalar; ella corrió nerviosa y se escondió tras los correspondientes bloques de hielo, hasta que Odd llegó… pero fue golpeado por una de las patas del cangrejo, Ulrich sin embargo sí pudo saltar y alcanzar su ojo de Xana y poder avanzar mejor contra las tarántulas. Su amigo acabó a unos metros y se golpeó contra Aelita, que detuvo su golpe con el cuerpo hasta que sintieron la explosión y comprobaron que Ulrich aterrizó a unos metros.

-Qué raro que las tarántulas no hayan atacado mientras estamos arriba… -murmuró el muchacho- ¿Y Aria?

-La han desvirtualizado, está conmigo aquí -explicó Jeremy-. Solos deberíais poder… es que estoy viendo… disculpadme por no avisar, estoy a muchas cosas.

-¡No te preocupes, Einstein! -comentó Odd, jovial- ¡Nosotros nos encargamos de llevar a tu princesa a la torre sana y salva!

Así que se movilizaron, aún recordaba lo que había pasado con su amiga en la visión así que era posible que se pudiera usar… Jeremy tecleó rápidamente y ante ellos aparecieron los vehículos, concretamente la tabla de Odd y la moto de Ulrich: si bien por cómo se había configurado la zona de combate no parecía tener especial sentido, con su capacidad de vuelo sí podían aprovechar su habilidad. Saltaron cada uno a su respectivo vehículo mientras la muchacha corría por entre los bloques hasta aproximarse a unos pocos metros de la línea exterior… las tarántulas de pronto comenzaron a disparar a todo lo que podían, y aunque Ulrich saltó sobre una de ellas para clavar su espada en el ojo de Xana y lograr que estallara; sin embargo la otra le acertó lo suficiente para desvirtualizarle en el acto, Odd le vengó de inmediato y desde la parte trasera de la torre intentó acertar a su punto débil y destruir al último defensor… sin embargo sólo llegó a golpear su cuerpo.

Aelita se tiró a un lado cuando los láseres llegaron hasta ella, frunció un poco el ceño mientras su defensor intentaba llegar pero tardaría demasiado… apretó los puños con algo de molestia, estaría entanda de poder defenderse y no ser un muñeco en Lyoko, acordándose de los dibujos animados que le mostró Yumi junto sus manos y se colocó de lado, las palmas estaban colocadas de tal forma que se asimilaba a una suerte de tazón: y aunque no generó una gran esfera de energía que pudiera lanzar como una gran onda y en forma de chorro de poder, sí se generó un único láser similar al de las propias tarántulas. Justo cuando alcanzaba el cuerpo del monstruo llegaron las correspondientes flechas láser de su compañero, que saltó encima de su tabla mientras reía y festejaba.

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Y mientras ellos luchaban en Lyoko, Yumi se enfrentaba aún con el poseído por Xana, algo magullada por los golpes y con algún hueso roto casi seguro después de atravesar una ventana y caer sobre los muebles del edificio de administración y rodar por el suelo cuando el otro entró por el mismo hueco; aunque William estaba con ella ayudando tenía que reconocer que no fue de toda la ayuda posible pues acabó medio frito por un relámpago que impactó en su pecho, hasta que llegó Jim y enganchó al extraño entre sus poderosos brazos. Le aplicó una llave de algo que la muchacha no fue capaz de reconocer pero acabó en el suelo e impidiendo que se pudiera mover… hasta que Xana lanzó un relámpago desde su propio cuerpo y le electrocutó, sin embargo Jim mantuvo la mandíbula bien apretada aunque el cuerpo le temblara por la violencia del golpe.

-Maldito hijo de… perra… -gruñó- ¡Ishiyama! ¡¿Estás bien?!

-¡Vete, Jim! -le pidió ella- ¡Antes de que te pase algo malo de verdad!

Pero este negó un poco y quiso hacer de él un alfeñique al tomar su cuello entre sus fuertes manos y empezó a moverse aunque con complicaciones.

-No… ¡vete tú, si te pasa algo no podría dormir por las noches!

Ella le miró con sorpresa pero negó suavemente… aunque fuera verdad, el objetivo de Xana era su persona y, su objetivo fundamental pasaba por quitarle la vida o como mínimo incapacitarla de por vida para la lucha. Estaba… ¿dispuesta a eso? Mejor ella que cualquiera de sus amigos o familia, eso desde luego, así que saltó sobre el otro y le empezó a golpear su cabeza con toda la violencia posible y olvidando cualquier pensamiento racional. Jim apenas pudo sujetar al otro durante unos segundos más hasta que se liberó después de soltar una última descarga y hasta elevarse casi como si volara y desplegando rayos que recorrían el aire y golpeaban el suelo con violencia.

-Será mejor que te rindas, niña… -murmuraba, Yumi se sorprendió de escuchar su profunda y oscura voz- No me podéis ganar… ¡Mucho menos ahora!

Generó una esfera de energía en su mano y la lanzó contra la chica, que cruzó sus brazos para protegerse; sin embargo no llegó a golpearla pues antes de eso el resplandor blanco de una vuelta al pasado les rodeó y cubrió todo, cuando desapareció se encontró de nuevo en la clase de antes del ataque y suspiró un poco mientras se acariciaba la cara pensativa… delante tenía la espalda de William, tenía que reconocerle que era alguien valiente. Igual que Jim, que se arriesgó mucho por ella, se sintió bastante protegida por aquellos dos y sonrió por dentro al encontrarse con aquella curiosa pero agradable sorpresa.

No se movieron del sitio, entre apuntes y el libro de texto junto su respectivo cuaderno y el estuche guardando su móvil en todo momento; se estiró suavemente y algo perezosamente se alzó y acarició los hombros del muchacho… al que tampoco podía negar su atractivo, igual le daba alguna oportunidad al respecto ahora que el imbécil de Ulrich claramente la había rechazada por elegir a Emily. El otro se giró con una suave sonrisa, las cálidas manos de ella pasaron por sus hombros pero las retiró cuando él la encaró mientras se reía un poco y la miraba a los ojos.

-¿Qué tal?

-Bien, la verdad… con pocas ganas de la clase de Hertz.

-Igual -coincidió la muchacha-. Luego iré a la biblioteca a hacer unos apuntes, ¿te vienes?

-Por supuesto.

Ella le guiñó un ojo y fue con algunas de sus amigas para comentar lo que fuera, él tamborileó con felicidad en la mesa y recordó a Aria… ella sí que era guapa, se dijo, aunque tampoco había nada oficial entre ellos, no le debía fidelidad a nadie y podría divertirse. Sin duda era un plan perfecto y sin fisuras… y mientras ellos estaban en clase, los demás también celebraban la victoria contra la IA pero tampoco podían hacer demasiado por tener que ir a clases también con el reto de sus compañeros; y sin embargo Aelita le daba vueltas a lo sucedido en el mundo digital respecto de aquel ataque que pudo ejecutar… ya no sería una carga para los demás y eso la alegraba inmensamente. ¡Al fin sería útil y no un quebradero de cabeza constante para sus amigos! No pudiendo ocultar su felicidad estaba sonriendo un poco e imaginándose la cara de los demás cuando se lo contara, Jeremy a su lado estaba más bien concentrado en clase que otra cosa.

Él era protector con ella y eso le producía sentimientos encontrados: por un lado le agradaba, pues implicaba que era especial para su compañero; por otro no era una princesa en apuros y ahora se lo podría demostrar mejor que nunca, se esforzaría en ello. Igual que lo haría Xana, eso lo sabía de sobra, y más cuando se les acercó Yumi durante uno de los descansos en torno a la máquina expendedora.

-Hola, ¿qué tal?

-Pues hasta las narices de Meyer… -murmuró Odd para luego sonreír- A ver si se consigue un novio pronto o algo, para que la calme.

-Ostia, ¿qué pasó? -preguntó, con diversión- ¿Os ha castigado con un examen?

-Peor, con un trabajo -gruñó Ulrich-. Tenemos que buscar no sé qué demostración y hacerla…

-En fin… yo tengo algo que contaros sobre nuestra buena amiga -el resto la miró con interés-. Está aprendiendo mucho, durante el ataque llegó con una persona que controlaba y lanzaba relámpagos… y sabía luchar cuerpo a cuerpo, a Jim le costó frenarle y eso que ya venía cansado por enfrentar también a William.

-¿Te ayudó? -a la pregunta de Jeremy ella asintió- Bueno, mejor… pero no creo que deba entrar al grupo.

-No, si tampoco lo veo eso… -comentó- Pero sí fue valiente, en ataques futuros igual podemos contar con él como ayuda.

Jeremy se encogió de hombros mientras Aria bebía de su taza y tomaba de la cintura a Aelita, a la que miró sonriendo.

-Oye Lita, te he visto muy feliz esta mañana -comentó, la otra se sonrojó-. ¿Has descubierto algún gusto nuevo o algo así?

-Bueno… es posible -comentó, risueña-. Puede que dentro de poco ya no me tengáis que estar defendiendo siempre.

-Siempre tendremos que hacerlo -comentó Jeremy casi de inmediato-. Eres la única que puede desactivar las torres, si tú no puedes… estamos jodidos.

-Ya… pero creo que me puedo defender sola, si me enseñáis también.

-No… creo que sea necesario, Lita -explicó él-. No sería prudente, ¿no, chicos?

El resto se miró, ella claramente quería pero por otro lado él tenía la voz de la razón y por otro sería más autónoma durante sus combates y no tendrían que dejar siempre a uno atrás para protegerla… era una decisión complicada, sin embargo ella no iba a dar su brazo a torcer en ese sentido.

-Bueno… piensa que así podría ir más deprisa hasta la torre -comentó-. Y de esta forma podría desactivarla o ayudar a los demás a derrotar a los monstruos mucho más deprisa.

-Insisto -se limitó a responder-. Son cuatro los que luchan, eso será suficiente.

Ese sería el final del debate para Jeremy, aunque ella gruñó un poco con molestia pero se limitó a dejarlo así… por ahora, más adelante lo intentaría de nuevo. Bebió de su chocolate caliente antes de tirar el vaso al cubo más cercano y quiso dirigirse a la cafetería a por algo más sustancioso a la chocolatina que comió durante ese descanso.

-Cambiando de tema, ¿qué haréis este finde?

A la pregunta de Aria los demás fueron respondiendo pero aun masticando lo dicho por su amigo al respecto… Esa tarde hablaría con Jeremy, se sonrojó pensando en lo que quería hacer con él aprovechando que Aelita se iría con Yumi a la casa de ésta última, aunque eso acabaría pronto… tendría que aprovechar. Ulrich también pensaba en quedar con Emily pero lo dicho por la japonesa les había explicado pero claro, ella era responsable y bueno… puede que no fuera nada, se quitó esas malas ideas de lo que pensaba.

-Oye, Jeremy -éste le miró, habló después de varios minutos-. Luego iré a ver a Yolanda, ya sabes, para que me de esa medicina -él asintió, comprendiendo-. ¿Te llevo una caja?

-Ah, sí… sí.

-¿Estás malo, tío?

-Me duele la cabeza últimamente -explicó, sonrojado-. Y bueno, ella me recomendó aquello.

-¿Vamos o no?

Aelita ya se estaba dirigiendo hacia la cafetería a por algo y volver deprisa a clase a por la última tanda antes de la tarde y poder descansar un poco, iba pensativa y ni se fijó en que Sissi estaba delante: se golpeó con ella por andar pensativa, la aludida trastabilló y se giró algo molesta hasta que vio a la otra, a la que también tomó para evitar que cayera de bruces al suelo.

-¿Estás bien?

-Sí, sí… -sus ojos se fijaron en Taelia, varios puestos por delante, aunque se centró en la otra- Gracias, ¿qué tal?

-Bien, con hambre -comentó, sonriendo-. ¿Te están gustando las clases?

Estuvieron de cháchara un buen rato hasta ser atendidas por Rosa, que les entregó unos bocadillos de jamón y queso que pagó Sissi mientras la otra suspiraba suavemente.

-No hacía falta, pero gracias -sonrió-. Sois todos tan amables…

-¿No lo fueron en el pasado?

-Oh, pues…

-Perdona -se disculpó de inmediato-. ¡Herb, hola!

Ella cambió casi de inmediato de tema por la vergüenza que sentía cuando su amigo siguió, él les sonrió.

-Hola, ¿qué tal? -miró a su compañera- Tenemos que darnos prisa, que tenemos clase ya.

Y mientras charlaban entre ellos, esa conversación era observada por Jeremy desde la distancia y no pudo evitar fruncir suavemente el ceño al verles tan juntitos… suspiró pesadamente mientras volvía por su camino, se limitó a escuchar lo que iban conversando Ulrich y Odd de sus cosas aunque no estuviera especialmente atento a aquello.

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Y mientras ellos tenían los problemas típicos de los adolescentes, Xana se dedicaba a producir en masa los mismos colgantes que usó en el anterior ataque aprovechando lo útiles que fueron… con ellos podría atacar sin necesidad de activar una torre y de paso actuar en el mundo sin llamar la atención de ninguna manera. Cada vez que necesitara hacer las cosas en secreto sería la forma adecuada, sólo así estando aún atrapada en Lyoko tendría la opción de hacerlo. Se sentía bastante contenta con aquel logro, siempre disfrutaba de estar por delante de todos y seguiría manteniéndose así todo lo que pudiera: la fábrica estaba localizada en la misma casa en la que tenía su base secreta, era tan buen escondite que aún no le habían pillado y aquel jefe de policía parecía estar tranquilizándose al respecto, o esa sensación le daba al menos.

En cuanto produjo las primeras unidades supo que necesitaría de una forma de llevarlo a diferentes partes no sólo de Francia, también del mundo: y supo que la forma más adecuada era a través del comercio, con una página de venta online a cualquier lugar del planeta… bendito Internet, se dijo. Haría una imagen digital del diseño – bastante bonito, era un círculo de color dorado con letras a lo largo de su parte más exterior – y la colgó en diferentes lugares a un precio más que razonable, o eso creyó. En cualquier caso el problema estaría en cómo los llevaría sin un ataque… puede que necesitaría de uno para comenzar con aquel proceso… o puede que no. Sabía que entre los hombres había ladrones, puede que uno quisiera entrar y llevare uno pensando que con eso lograría llevarse algo interesante que vender por un puñado de euros. Eso sí que sería necesario, más en una ciudad y durante la noche, sólo… tendría que servir el anzuelo y algún pez caería.

Estando en una zona relativamente céntrica no tardaría algún maleante con interés en lo ajeno que se diera cuenta que la casa estaba medio abierta y quisiera colarse por la ventana o derribando la puerta. En cualquier caso daba igual, en cuanto tuviera colocado el primero de los colgantes ya los demás se dispersarían a lo largo y ancho del globo. No tardó demasiado en efectivamente llamar la atención de un muchachillo de poco más de veinte años, de pelo negro y piel ligeramente bronceada y ropa de abrigo oscura; llevaba unas deportivas y los cascos colocados alrededor del cuello, sus ojos se abrieron bastante cuando se dio cuenta que la puerta estaba entreabierta. Dudó unos instantes mientras miraba a los lados y revisó su mochila por si tenía alguno de sus botes de pintura para grafitis, si aquella casa estaba abandonada y las paredes estaban relativamente limpias serían un lienzo fantástico para poder practicar y sin miedo a que la policía le pillara… sonrió suavemente y con cuidado entró, emocionado y notando su corazón latiendo con fuerza.

Pese a parecer abandonada estaba relativamente limpia, podía escuchar de fondo las maquinas trabajar y eso le echó para atrás; Xana no estaba dispuesto a dejarle ir, por lo que encendió y apagó las luces, haciendo algo de ruido para llamar su atención pero sin sonar amenazante. El muchacho recorrió los escasos metros hasta el interior y se encontró con la fábrica improvisada, destacando las máquinas de ensamblado trabajando y apareciendo los colgantes ya hechos en una caja de cartón al final de la correspondiente cinta transportadora que los depositaba con delicadeza una vez terminaba todo. Su color brillante le llamó la atención y era evidente que allí había gente trabajando así que quiso irse pero… ¿y si se llevaba uno? Puede que ni se enteraran y no parecía haber cámaras… ¿Estaría eso bien? Dudó unos instantes pero se sobresaltó cuando vio un suave resplandor, al girarse en esa dirección vio reflejado en una de las paredes unas letras después de que varios de los láseres que servían para escribir en los colgantes.

-Llé-llévate… uno… esto… -él estaba impresionado- Esto da… mucho miedo…

Sin embargo toda la sala reaccionó a sus palabras, así que se limitó a asentir y tomó el primero que vio; en cuanto posó sus dedos durante unos segundos ya estaba condenado, pues sus ojos cambiaron a ser el símbolo de Xana… ahora controlaba su cuerpo y se colocó mejor el objeto en torno a su cuello, sonriendo con bastante diversión y sintiendo sus poderes eléctricos cubriendo su cuerpo y chisporroteando… la cabeza del chico estaba llena de ideas, de miedos y deseos, de amor, de pasión… todos ellos fueron borrados por la IA, que ahora controlaba su ser con mano de hierro y sin deseos de compartir nada.

-Bueno, bueno… esto es muy interesante… -sonrió- Sin duda no necesito de torres ya para controlaros… sólo necesito estos colgantes…

Sin embargo tenía que mantener un perfil bajo, así que le dejaría relativamente libre pero trabajaría para sus deseos y objetivos. Sólo cuando estuviera todo listo le llamaría de nuevo, por lo que le devolvió el control. El muchacho comenzó a hiperventilar y sudar en frío con cierto pavor, incluso se mareó y tuvo que apoyarse en la pared. Comprendía lo que había pasado y quiso quitarse de un tirón aquella cosa; sin embargo cuando fue a hacerlo le dio un suave calambrazo que le hizo gruñir un poco… estaba claro que no había nada que hacer, se preguntó si al menos podría pintar algo para relajarse algo y poder llegar a casa y que nadie le pillara…

Xana entendía aquello y comprendía lo que tenía que hacer, si le pillaban estarían en problemas dado que si llamaba la atención de la policía o de algo similar podría complicarse todo más allá de lo que pudiera interesarle… una suave vibración le dio el visto bueno así que sacó uno de los botes y lo comenzó a batir con cierta gracia; tenía unos pocos colores y la idea la tenía en la mente así que comenzó a prepararse y la pintura simplemente fluyó…

La IA observaba a través de una cámara con poco interés, al menos al inicio; sin embargo eventualmente vio su talento con el dibujo, y es que estaba recreando a una hermosa mujer de pelo negro y ojos verdosos, y sin embargo no era ninguna en particular: sólo una imagen, pro de una sutileza que a Xana le interesó en tanto su sensibilidad podía ser interesante. Alguna utilidad podría darle, al final su deseo de dominación pasaría por gobernar sobre la humanidad en un punto y entenderle podía ser el primer paso. No tardó demasiado en tener una primera impresión y luego rellenar los vacíos… sonrió un poco mientras observaba su nueva obra, suspiró pesadamente al comprender que posiblemente esa sería la última en mucho tiempo… los trazos finales de un artista que había muerto antes de siquiera empezar.

-Bueno… volvamos a casa.

Se colocó mejor la mochila en el hombro y recogió varios colgantes más, puede que fueran útiles más adelante, la idea creía ser suya pero realmente era Xana: empezaría por sus amigos y según quisiera usaría más hasta lograr llegar a personas más adecuadas…

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Pasaron los días sin muchas novedades en el frente para nadie, y aunque Jeremy estaba intranquilo por la aparente tranquilidad de Xana aprovechó ese tiempo para seguir trabajando. De hecho incluso preparó una nueva incursión al Sector Cinco, sólo algunos ataques de la IA habían impedido que fueran antes pero la entrada de Aelita en Kadic con la llegada de Febrero hizo que tuvieran una celebración con la que él no contaba pero de la que no se iba a quejar, menos ahora que aparentaba haber abandonado esa absurda idea de luchar por sí misma en Lyoko.

Se estiró un poco en el sitio y procedió a levantarse con algo de parsimonia, los demás debían estar ya con Aelita y Jim recorriendo las instalaciones para que se hiciera a unas instalaciones concretas de Kadic dado que casi lo conocía todo; en realidad la presencia de lo demás era por cargar con las cajas de su ropa y enseres personales más que por ser un apoyo moral para la joven, que incluso saludaba a algunos compañeros con los que se encontraban por los pasillos. Entre bienvenidas en la planta de las chicas él llegó por las escaleras y se los encontró ya dejando y colocando las cosas en el interior del cuarto: tenía un ordenador de sobremesa, un armario mediano y una cama con una alfombra y un escritorio con varios vasos en los que guardar lapiceros y bolígrafos; en un lateral tenía un mueble en el que guardar los libros y aunque habría hueco para una segunda persona aquel era un cuarto individual. En frente estaba otro cuarto vacío, a la derecha estaban las duchas y a la izquierda Sissi y Aria, que también rondaban por allí.

-El horario creo que te lo sabes, pero ten en cuenta que el agua caliente sólo está un par de horas así que dúchate en esas franjas, salvo que no te importe usar agua fría, claro… -murmuraba Jim- Tienes de todo por lo que veo, aun así tienes tiendas de todo tipo por aquí cerca, tus padres te pueden dar dinero también… -ella bajó algo la vista ante esa mención pero la cambió por su brillante sonrisa de siempre cuando él puso una mano en su hombro- En fin, si me necesitas a mi o a cualquier otro profesor estaremos para ti, ¿vale? ¡Y bienvenida a Kadic, Stones!

-Como el grupo de rock -sonrió ella-. Gracias, Jim.

-De nada, de nada… -él se rascó algo la mejilla entonces- Bien, te dejaremos instalarte tranquila, luego podrás pasearte por Kadic como siempre.

Ella asintió y el resto fue ayudando a hacer la cama y meter todo en el armario para dejarlo perfectamente colocado igual que estaba en la casa de Yumi. Ella estaba muy orgullosa de sí misma por lo que estaba logrando, su integración en la Academia era casi perfecta y se sentía más humana que nunca… y aun así la semilla de la duda estaba en su corazón respecto a Jeremy. Ahora que estaba cerca podría lograr bastante más que hasta ahora, de hecho su amiga Aria le había explicado bastantes cosas y estaba bastante segura de otras tantas… pero su cercanía con el rubio hacía que algo en ella saltara, puede que no fuera nada. No había razones objetivas para eso, se dijo, su parte analítica por lo menos hasta entonces se había impuesto. Su miedo era que Xana aprovechara lo que ella entendía como una debilidad existente entre Yumi y Ulrich y que era más que interesante… y sin embargo que no veía entre ella, Aria y el propio Jeremy. No quería verlo pero ellos dos estaban unidos y solían permanecer juntos largas temporadas mientras observaban la pantalla del ordenador en la que él trabajaba. Mientras la chica permanecía sentada el otro escribía las nuevas líneas de código en silencio aunque la muchacha le sonreía y pensaba… muchas veces se levantaba y le abrazaba por detrás, apretando su cuerpo con cierta fuerza, él siempre se sonrojaba por notar el busto cuando se giraba pues ella de forma directa hacía que lo notara por poner las manos del muchacho sobre ellos.

Y aunque Aelita sabía de estas veces, por palabras de la misma Aria, no quería darle mayores importancias. Suspiró después de colocar el último pantalón sobre una de las perchas y colocó algo mejor antes de dar unos pasos atrás para comprobar que estaba todo en orden… colocó los puños a los lados de sus caderas y sonrió un poco antes de girarse.

-¿Vamos? Tengo ganas de tomarme algo antes de volver para dormir.

-¡Excelente idea, princesa! -señaló Odd- Podemos ir al centro comercial a por un batido.

-Yo… tengo que seguir trabajando en un programa y luego querría que fuéramos al Sector Cinco -comentó Jeremy, el resto le miró con algo de sorpresa- Sé que estáis muy emocionados, pero pienso que es el momento ideal.

-Podemos ir a tomarnos algo después de pasar por Lyoko -señaló Yumi-. Es temprano y siendo sábado no hay clases, así que podremos alargarnos sin muchos problemas.

Y como no tenían nada que decir al respecto así hicieron. Se encaminaron hacia la fábrica abandonada entre charlas y risas cómplices entre las diferentes partes, y mientras recorrían las calles – al no ser apremiante no quisieron coger el alcantarillado – se encontraron con ese mismo chico que unos días antes pasó por la base secreta de Xana. Ocultó la marca de la IA en sus ojos y apretó su cuerpo para no salir al ataque y lanzarse contra ellos, aunque pocas ganas no le faltaba… pero puede que fuera su oportunidad. Se giró lo suficiente para poder encarar a Aelita y por accidente le dio un golpe con el hombro en el de ella, lo justo para poder marcarla con sus propios poderes y que una mínima parte de su influencia en ella; con aquello podría saber dónde en concreto vivía y de paso poder localizarla mejor en Lyoko y mandar a la Scyphozoa a por ella.

La muchacha sólo se giró y pidió perdón por aquello en un suave murmullo mientras Xana sonreía con cierta suficiencia… se colocó las manos en los bolsillos como si tal cosa y siguió adelante mientras el resto continuaba por su camino. Puede que les dejara hacer, una pequeña victoria antes de la correspondiente derrota casi absoluta del maldito grupito que tanto les estaba molestando.

-A veces sucede, no te preocupes -comentó Odd-. Al menos te pidió perdón, ¿no?

-Sí, eso…creo -murmuró-. Oye, quiero probar el helado de menta, he visto que…

No tardaron demasiado en alcanzar las cercanías de la fábrica. En una de las casas que se encontraban frente al edificio vieron que había varias personas entrando y saliendo así que se quedaron por la avenida y no llegaron a caminar por el puente para que no los vieran… por eso en cuanto les perdieron por la calle corrieron por la pasarela hasta el interior de la fábrica, y después de bajar por las cuerdas llegaron a la enorme sala que guarda el ascensor que les llevaba por los diferentes pisos del inmueble.

-Os llevaré lo más cerca posible del límite del sector del bosque y desde allí iréis al Sector Cinco -sonrió Jeremy-. ¿Alguna duda?

-No, ¿alguna información que quieras, cariño?

Él se sonrojó por esas palabras de Aelita, el resto se rio y Aria bajó ligeramente la vista pero no llegó a decir lo que pensaba, por su parte el muchacho se limitó a explicar los datos que pudiera necesitar.

-Será sencillo y fácil, no preocuparse -comentó Odd, mientras el otro iba hacia su silla para trabajar en la terminal-. ¡Y mándanos los vehículos para no tardar tanto!

-¡Sí, sí!

Apenas un minuto más tarde cayeron en las cercanías de la torre más oriental del sector del bosque, precisamente una de las preferidas de Aelita y que estaba cerca de un lago interno con troncos de madera sobre el agua.

-Id hacia el límite, lo tenéis a unos cien metros y llamaré al transportador para que os lleve al Sector Cinco -explicó, su voz se escuchaba por todas partes-. Cuando lleguéis a la cúpula os prepararé los vehículos por si llegan las mantas, en el interior del sector no tiene mucho sentido que os los de.

Aria fue la primera en llegar con sus alas y aterrizó en la pequeña plataforma con elegancia, había quedado esa noche con Jeremy mientras sonreía un poco y recordaba qué era lo que pasaba entre ellos… se giró para mirar a Aelita, ella era tan inocente… pero sabía perfectamente que tenían que hablar del asunto en algún momento, sólo esperaba que las cosas no se salieran de control y acabaran relativamente bien. Lo hablaría con Yumi de paso, ella sabía mejor cómo actuar con esas cosas. Puede, por otro lado, que no fuera nada y todo estuviera en sus cabezas y en realidad no hubiera amor o cosas así.

-Bueno, pues estamos listos -Ulrich se cruzó de brazos-. Cuando quieras, Jeremy.

Este tecleaba con velocidad y tras introducir la contraseña apareció el transportador: cayó sobre ellos y comenzó a girar a toda velocidad sobre sí mismo mientras se desplazaba por Lyoko, primero por el bosque y luego por el Sector Cinco hasta llegar a la sala de entrada con el mismo símbolo de Xana en el suelo. Odd se volvió a marear tras salir y se apoyó en el hombro de Yumi con cuidado y suspiró suavemente.

-¿Listo?

-Sí, sí… qué mierda… ¡vamos!

Y comenzaron a correr por los pasillos hasta la llegada a la gran sala donde tenían que activar el botón que permitiría la llegada a la cúpula celestial donde Aelita procedería a obtener la información. Se encontraron con una gran planicie que la que no parecía haber nada pero fue precisamente Odd el que señaló el punto indicado.

-¡Mirad, es en esa pared de la derecha, a la mitad!

Efectivamente allí estaba, en medio de la nada… y no se fiaban, cuando Aelita se disponía a pasar tranquilamente Yumi la detuvo y Odd lanzó unas flechas láseres contra el suelo y, como esperaba, estallaron varias bombas bajo el suelo y algunas más que reaccionaron a esa acción.

-Es de primero de videojuego, si hay una sala enorme y vacía… se vienen las ostias -Odd sonrió con diversión-. Jeremy, ¿puedes ver dónde están localizadas las bombas?

-Me temo que no… y os tendréis que dar prisa, el reloj ya avanza.

Odd comprendió aquello, comenzó a lanzar flechas láser contra el suelo mientras Ulrich corría por la pared usando su súper sprint y recorría la misma para alcanzar el botón… y sin embargo escucharon los chillidos de unas mantas que aparecieron desde un hueco que se abrió en la pared y aparecieron tres de ellas; Aria salió volando y aunque su compañero había llegado hasta el botón, él comprendió que era mejor luchar contra los monstruos mientras los demás, en una posición bastante más delicada que la suya. Yumi comprendió sus ideas y lanzó sus abanicos hacia el botón con la suficiente antelación para que se cerrara el proceso en tiempo mientras el resto se dedicaba a enfrentar a las mantas.

Ulrich se había lanzado con su arma en ristre y la atravesó como una bala mientras Aria danzaba por el aire con agilidad, movía su espada de lado a lado mientras sus alas se extendían y replegaban con velocidad y la mantenían en alto, y sin embargo cuando se apoyó en una de ellas para golpear con su filo el ojo de Xana se precipitaron contra el suelo; la muchacha pudo saltar justo antes de las explosiones que pudieran acabar con ella, se encontró con Ulrich y fue a por él justo antes de que acabara él también estrellándose contra las placas del piso, precisamente poniéndose en peligro por ir más despacio de lo que era recomendable.

Pero la reconfiguración de la sala jugó a su favor: las placas subían y bajaban sin llegar a tocarse con las del techo pero obligando a todos a moverse con cuidado y lentitud, y aunque las mantas huyeron no evitaron que un par de las flechas láser de Odd les dieran en el cuerpo. Unas lucecitas en sus antebrazos fueron la señal de que fueron recargadas por Jeremy, que tecleaba con velocidad mientras la emoción le embargaba aun siendo consciente que ese sólo era el primer paso y que probablemente el enemigo tuviera bastante más sorpresas preparadas.

-Vais bien chicos, muy buen trabajo -murmuró él, sonriendo-. Aria, muy buen combate aunque te quedaste algo desprotegida al final.

-Es difícil pelear en el aire en un espacio cerrado por grande que sea, no puedes ir tan deprisa como en abierto…

En cualquier caso fueron corriendo hasta las cercanías de la cúpula; para protegerla tenían un relativo buen plan de defensa a su amiga: mientras Aelita trabajaba en la pantalla táctil, ellos estarían dando vueltas en círculo en sus proximidades, la más alejada Aria, luego Ulrich, Odd en su tabla como el más cercano pero aún en el aire, y Yumi como protección en tierra, allí sus poderes serían más útiles.

-Sigo pensando en que me puedo defender sola… o al menos ser capaz de aprender.

Jeremy suspiró suavemente pero no quiso entrar al trapo, aunque ganas no le faltaban. Lo veía como una especie de rebeldía rara que ya se le pasaría pero tendría que hablar con ella, quitarle esas malas ideas antes de que algo malo pasara de verdad. Procedió a echarse atrás después de materializar los vehículos y esperó a que ella comenzara a mandar la información necesaria al respecto, en ese instante ya no podría hacer nada al respecto y estaría atado de pies y manos hasta que su amiga – ojalá fuera algo más, la verdad – terminara totalmente y le devolviera el control. Eso implicaba que se podía trabajar en cualquiera de ellos como si fueran equivalentes de alguna manera… como si alguien hubiera querido trabajar en cualquiera de los dos sitios, se acordó de los discos cuyos secretos estaba en proceso de desentrañar cuanto antes.

Aún trabajaba su ordenador en desencriptar la información, pero no era algo que estaba buscando de forma directa, al final no era algo que le preocupaba como tal. La chica alcanzó el punto de control fácilmente y empezó a rebuscar por información novedosa que fuera interesante, y mandándola a Jeremy… le encantaría poder hallar la forma de hacer eso él mismo sin tener que mandar a nadie a exponerse, pero dudaba poder hacerlo; sin embargo las mantas no tardaron en llegar. Escondidas estando pegadas a la superficie externa del sector, y procedieron a atacar en cuanto su ama dio la orden: el sistema de defensa era relativamente nuevo pero útil dado que entre Aria y Ulrich podían derrotar a las mantas entre los dos, y sin embargo la chica fue derrotada en un momento dado mientras volaba de espaldas y una manta ajena a la que combatía disparó contra ella.

Y sin embargo Aelita se retiró casi de inmediato en cuanto los láseres cayeron sobre ella, algo nerviosa y teniendo que ser sujetada por Yumi. Ésta interpuso los correspondientes abanicos para evitar que fuera golpeada… y sin embargo la chica colocó sus manos de tal forma que imitó el mismo ataque que días antes sirvió con las mantas y un único laser salió de entre sus manos. Si bien no dio en el objetivo sí que permitió que Ulrich clavara su espada en la espalda de una de las mantas, en cuanto comprobó que sus compañeras se internaban de nuevo en los pasillos internos del Sector él, se colocó a sus puertas y dispuesto a defender el paso con todo lo que fuera necesario…

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Y aunque todo fue relativamente bien en Lyoko, en la Tierra Jeremy estaba relativamente nervioso pues la información que le estaba llegando era sin duda fascinante, sobre todo programas para todo tipo de cosas internas del súper ordenador que permitiría defenderse mejor de lo que quisiera lanzarles Xana. Sólo se quitó de esas cosas cuando llegaron a la sala de entrada al Sector Cinco, en cuanto llamó al transportador llevó a sus compañeros de vuelta al bosque y, desde allí, devolverles a casa como correspondía. Ese día sí que merecía terminar con el correspondiente helado y… puede que una sesión con Aria, ella fue la primera en llegar y mientras él trabajaba se le acercó con una sonrisa.

-Hola, amor… -sonrió, y le dio un largo beso en los labios- Después del helado… quiero ir a tu cuarto, ¿Ulrich te dio… ya sabes?

Sus murmullos no se escucharían por el micrófono y aun así le habló dulcemente al oído. Incluso una de sus manos descendió hasta los pantalones de él y acarició un poco, él se sonrojó pero asintió y hasta soltó un suave gemido.

-¿Jeremy, te pasa algo?

-Sí, sí, todo bien Ulrich -ella le guiñó un ojo-. Ya viene Aria, cuando me moví me crujió algo la espalda, estoy echo mierda…

Esperaba que esa excusa fuera suficiente… desde luego a Xana le pareció el momento más oportuno.

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(1)

Espero que os haya gustado leerlo tanto como a mí escribirlo. Este fanfic está conectado con Nueva Generación: Proyecto Cartago, y que se encuentra más adelante en la línea temporal de este. Habrá referencias en ambos de eventos del otro.