NI SALOR MOON NI SUS PERSONAJES ME PERTENECEN, SON PROPIEDAD DE NAOKO TAKEUCHI.


El día anterior a tu llegada.

Era un día caluroso como si entrar a la escuela el día siguiente no fuera suficiente tormento, Haruka y Andrew estaban caminando hacia el parque, el niño de nueve años cargando su balón de futbol. Haruka comenzaba a pensar en mejores formas de pasar su último día de vacaciones que con su latoso pequeño hermano; acostada en su cuarto escuchando música a todo volumen por ejemplo.

Le dio un golpecito en la cabeza a su hermano en señal de que puede irse a jugar o hacer lo que le plazca. Ella no cree que sea un problema: las únicas personas que ve son algunos niños que juegan en la orilla opuesta, y se ven demasiado jóvenes para molestar a alguien. Los tipos buscapleitos de su edad probablemente están durmiendo tarde en su último día de libertad. Así como ella deseaba.

Haruka Tenoh aprovecha para correr un rato, mirando ocasionalmente a que Andrew no se metiera en problemas. Justo cuando terminaba su décima vuelta su teléfono comenzó a vibrar dentro de su bolsillo. A regañadientes esperando que tal vez sea su madre para molestarla, pero el nombre impreso en la pantalla es el de su mejor amiga.

–hola– dice ella, relajando los hombros. –¿ya llegaste? – dijo mirando el reloj. Habia quedado de recoger a Mina a su casa y escabullirse para tomar de la botella de vodka que haruka tiene escondida en su cuarto.

–Ese es el plan– La alegre voz de su amiga se encuentra apagada–Haru, estaré atrapada en el aeropuerto por otras cuatro horas. El estúpido vuelo se retrasó. –

–Mierda, ¿en serio? Maldición–Ella mira de reojo a Andrew cuando pasa, pero él está bien, concentrado en su columpio. –Estoy en el parque con Andrew–

–¿No estoy interrumpiendo una cita, ¿verdad? –

–Él está en su estúpido columpio–, dice ella. –solo me estoy asegurando de que se mantenga alejado de los matones–

–aw, eres tan tierna cuando proteges a tu hermano– rio Mina

–Es horrible. Hace demasiado calor para venir a jugar al maldito parque– se queja haruka aun sonriendo. –¿Cómo estuvo el concierto? –

– Fue genial. Richard Morrison me dio su tarjeta, Tengo que hablar con el tipo. Siento que, si el decide producirme el disco, yo comenzare….

Haruka sacude la cabeza divertida.

–Mina, debo irme– dice ella. –Andrew se ve cansado y la mierda de teléfono que tengo esta a punto de apagarse... –

–Claro– dice Mina. –Te veré mañana, ¿verdad? –

–Sí, por supuesto. Quiero que me cuentes en persona todo– Haruka metió su teléfono de nuevo en su bolsillo. Miró hacia el parque donde su hermano pequeño se encuentra jugando, parece tan feliz. haruka se preguntaba si cuando tenia esa edad ella también se sentía con tanta alegría. No podía recordarlo. Miro el parque descuidado. El mismo lugar de siempre sin ningún tipo de cambio, sin ninguna novedad. Solo la misma rutina enferma que comenzaba a asfixiarla. Haruka pateo una piedra molesta y comenzó a avanzar hacia Andrew. Como desearía estar lejos de aquí, encontrar la forma de escapar de alguna manera, debía de haber algún modo de que todo esto se sintiera…con algún propósito.


En la mañana lo primero que escucha es a su madre literalmente golpeando a puños la puerta de su habitación.

–Arriba haruka. El día ha llegado–

La rubia gimió lastimeramente en su almohada. Maldición, no debería haber estado despierta tan tarde. Rápidamente y con cierta furia comienza a cambiarse. Su mochila con algunas hojas sueltas y un lápiz bastara por hoy. Esta a punto de salir cuando su madre la detiene.

–Tienes que hacer que este año cuente, Haruka–Amara Tenoh la mira retadora y su tono serio solo molesta a la hija – No más problemas, no más mentiras, no más andar en pleitos. Esta es tu última oportunidad. –

–¿O que?" –Haruka pregunta, levantando la cabeza y mirando a su madre. –¿También nos abandonaras como padre? –

–No me pongas a prueba, Haruka Tenoh–dice Amara mientras camina hacia la cocina. Minutos después, Haruka ve como su madre le entrega el almuerzo a su hermano, solo ha hecho uno. Haruka frunce el ceño y sale de la casa.

No hace falta decir que ya está de mal humor cuando llega a la escuela y se desliza en su asiento habitual en el aula. El asiento detrás de donde Minako Aino se sienta. El lugar donde Serena Tsukino se sienta esta por supuesto; vacío, porque serena siempre llega tarde y siempre se sale con la suya. Es una injusticia, y hace que Haruka se enoje aún más. Tsukino nunca es detenida, nunca es llamada a la oficina para "conversar", ni siquiera recibe una llamada de atención de la prefecta que siempre esta tras haruka. y como si sus pensamientos la hubieras invocado. La prefecta entro al salón y la miro con cara de pocos amigos.

–Haruka Tenoh, quieren verte en la oficina–

Maldita sea.

–Pero no he hecho nada, acabo de llegar– se queja haruka. y la prefecta solo se encoge de hombros.

–andando–

Enrabiada, Camina hacia la oficina tan lentamente como sea humanamente posible, tratando de descubrir por qué podría estar en problemas tan pronto. Su estómago se revuelve, no ante la idea de ser expulsada, sino ante la idea de tener que mirar a su familia y explicarles que ya no la querían en la preparatoria.

La directora serenity está allí, junto a una chica de cabellos azulados de pie, con las manos cruzadas a la espalda como si pensara que estaba en una reunión importante.

–Qué demonios ... – Haruka murmura por lo bajo, buscando en su cerebro algún tipo de pista de por qué podría estar en problemas con esta chica a la que nunca había visto en su vida.

–Haruka–dice la señorita directora, que ya luce su habitual sonrisa de "este trabajo me está matando lentamente". –te tomaste tu tiempo en llegar linda–

–Mire, directora– comienza Haruka, y le dispara a la chica una mirada molesta, –juro que no he hecho nada, ¿de acuerdo? No sé qué le dijo esta niña, pero sea lo que sea, está mintiendo. –

La directora serenity se ríe en voz baja y la chica enfrente de ella le dedica una sonrisa apenas visible.

–Oh, no, Haruka, lo siento. No quise preocuparte. – Haruka se muerde la lengua–Ella es Michiru Kaioh. Es nueva este año y se acaba de mudar aquí viene de Inglaterra. Michiru, ella es Haruka Tenoh.

–hola–Haruka logra asentir de forma desinteresada.

–Encantada– dice Michiru con el mismo tono frio.

–Pensé, Haruka, que podrías estar dispuesta a mostrarle a Michiru las instalaciones y asegurarte de que encuentre su salón de clases. Tal vez podrías presentarle a tus amigos – dice la directora con su voz alegre que tanto fastidia a Haruka. – Ambas vienen de Europa, estoy segura de que tendrán muchos puntos en común. –

Haruka hace todo lo posible por no suspirar enfadada. Mira a esa chica con desconfianza, la tal Michiru Kaioh está vestida como si sus zapatillas costaran mucho más que toda la ropa que Haruka trae puesta. Su cabello es rizado y teñido profesionalmente en algún salón costoso; de un ridículo color azul que exóticamente combina perfectamente con su rostro. Pasa sus ojos hacia abajo y ve que tiene esmalte de uñas plateado en sus perfectas uñas. Michiru Kaioh por su parte la está mirando a ella como si fuera algún tipo de plaga.

– ustedes están en la misma clase de Música, así que eso es un comienzo–

Ella trata de no poner los ojos en blanco ante el tono ridículo de su directora.

–Me encantaría apoyar, pero si la acompaño a todas sus clases, llegaré tarde a todas las mías – explica haruka intentado zafarse de esa pomposa chiquilla. Y después de su pobre desempeño el año pasado, ella tampoco puede arriesgarse. Especialmente no en el primer día.

La directora sonríe y toma una hoja escrita a mano y con el sello oficial.

–Por eso escribí esto, linda. Explica todo. Simplemente muéstraselo a tus maestros para que sepan lo que está sucediendo–

Antes de que pueda detenerse a pensar, Haruka se acerca y toma el papel. ¿Pasar dos minutos caminando con la ricachona y cambio recibía una nota que la dejaba entrar a sus clases a la hora que se le antojara? Era un buen trato.

–Recuerda, estoy confiando en que seas responsable de esto–

–No se preocupe directora– Haruka le sonríe a la maestra, asegurándose de mostrar su sonrisa más inocente...


Los pasillos están vacíos ahora, la primer clase ya está corriendo. Las dos caminan en silencio, los tacones de Kaioh hacen clic en el suelo, su horario cuidadosamente doblado en una mano. Una vez que doblan la esquina y Haruka sabe que no están siendo observadas, se vuelve hacia la nueva estudiante y la evalúa.

–¿Así que de que parte de la Unión Europea eres? – ella pregunta. –¿Francia? –

Por unos segundos, ella piensa que Michiru no va a responder, pero finalmente suspira como si estuviera harta.

–Inglaterra– Haruka frunce el ceño ante el tono de michiru, como si le estuviera concediendo un privilegio especial tan solo por dirigirle la palabra.

–¿en serio? ¿Por qué te mudaste, entonces? –Haruka pregunta curiosa.

Michiru rueda los ojos y suspira de nuevo.

–Porque le dieron a mi padre un nuevo puesto de trabajo. Por supuesto, no fue nuestra elección mudarnos a este lugar tan…deprimente. –

Haruka siente que los músculos de sus hombros se tensan tan repentinamente como una luz que se enciende. Michiru la está mirando fijamente de una manera evaluadora, Haruka tiene la impresión de que sabe exactamente lo que ella está pensando. Es como si Michiru pudiera ver cómo ha ofendido a Haruka, y estuviera de alguna manera satisfecha por eso, aunque su rostro no revela nada, ninguna expresión que la delate.

Haruka todavía está tratando de relajarse con su respiración; cuando Michiru pregunta

–¿y tú de dónde eres? –

–yo, eh…. Pues de….Rumania–

–Rumania – Repite Michiru en un tono cómplice, como si el pertenecer al país más pobre de la unión europea tuviera lógica de alguna manera para ella. Haruka decide justo en ese segundo que, si las dos no estuvieras dentro de la escuela, ella la golpearía. Dándole un motivo verdadero para suspirar y girar los ojos de la forma en que lo está haciendo.

Pero están dentro del edificio. Y hay cámaras. Y esta es su última oportunidad escolar como su madre le recordó tan amablemente esta mañana. Entonces, en lugar de darle un golpe a Michiru Kaioh, ella extiende la mano y le arrebata bruscamente el horario. Siente que Michiru la mira con molestia. La chica es territorial. Sí, no le importa en lo absoluto.

Escanea el horario de la bruja: ambas tienen la misma clase de educación física y de música, pero al contrario que ella; las clases de Michiru son las más difíciles y avanzadas que ofrece la preparatoria, como sospechaba era una bruja con aires de inteligente.

–Cálculo avanzado, biología avanzada, física avanzada, chino y alemán nivel 8, clase extra de contabilidad y un curso de oratoria sabatino ... suena emocionante–

–ya lo viste, ahora entrégamelo– dice Michiru.

Haruka prácticamente le arroja el horario de forma brusca.

–Tu clase de cálculo está en el tercer piso–, dice ella, rodando los ojos, –sígueme. Terminemos con esto de una vez. –

Michiru la sigue, haciendo un sonido enervante con los tacones y una cara de piedra. No hablan mientras suben las escaleras y caminan por el pasillo hacia la clase de matemáticas, pero cuando se acercan a la puerta cerrada del salón de clases, Haruka voltea a verla y dice:

–Aquí está el salón. Diviértete con tus derivados y esas mugres–

Michiru no dice nada. Haruka la mira mientras le dedica una obvia sonrisa falsa, luego cuando abre la puerta del aula y entra con silenciosa confianza, y finalmente la cierra detrás de ella; todo sin decir una palabra.

—De nada, bruja —murmura haruka a la puerta cerrada.


Suena el timbre justo antes de las ocho de la noche. Andrew sale disparado del sofá y grita

–yo abro–

Haruka pone los ojos en blanco y vuelve a mirar la televisión, pero solo unos segundos después su hermanito está llamándola

–¡Haru, es para ti! –

Mierda, piensa, rezando para que no sea Alguno de sus "amigos". Si su madre los llegara a ver por aquí, justo después de la regañina que le dio el mes pasado… no es que pudiera culpar a su madre, los chicos con los que solía reunirse fuera de la escuela no eran las mejores compañías. Estaba consciente, pero….

Se levantó del sofá y caminó hacia la puerta principal, con los músculos tensos, ya preparada para decirle a Rubeus que se largara, pero la persona parada en el umbral no es su amigo. Es la chica peli azul de antes, parada recta como un bastón con la mirada altiva mirando con atención la fachada de su casa. De alguna manera, ver a esta chica la asusta aún más.

–¿Qué? –

pregunta, esperando que su tono desconcertado logre transmitir tanto su extremo desconcierto de como encontró su dirección; nivel de acoso para llamar a la policía; como su extrema aversión a entablar amistad ella solo porque le ayudo a llegar a sus salones de clases..

Michiru sostiene algo en una mano, una pequeña tarjeta de identificación de plástico. Haruka se acerca y la toma. Mierda, su credencial de estudiante, habría sido todo un problema perderla.

–se te cayo esto– dice la chica con un fuerte acento inglés, sorprendiendo tanto a Haruka que momentáneamente se olvida de hablar. –Cuando me arrebataste mi horario– aclara la chica, sonando ligeramente cansada.

–ah–, dice haruka, mirando la credencial y luego la cara de la chica. –¿Caminaste desde la prepa para entregármela? –

–Mi padre me trajo– contesta Michiru. –tu hermano tiene el acento rumano más marcado que tú–

–Sí– explica haruka– yo me mude un poco antes que mi hermano con tan solo ... –

–Que interesante–dice la chica en un tono ligeramente aburrido que sugiere que no le importa en lo absoluto su historia. –Bien, ya te entregué tu credencial así que si eso es todo ... – haruka frunció el ceño, Como si ella hubiera forzado a la maldita a venir a su casa a entregarle. Si tanto le molestaba bien podía esperarse hasta mañana.

–Bien, gracias– dice Haruka, haciendo todo lo posible para que coincida con el tono desinteresado de la chica. –nos vemos luego–

–¿Quién era ella? – su hermano pregunta fascinado desde lo alto de las escaleras mientras Haruka cierra la puerta principal, levanta la cortina un poco para verla caminar por el empedrado hacia el espectacular auto de su padre. –Ella era inglesa–

–No es nadie importante– dice haruka, arrojando su credencial de forma desinteresada y echándose en el sofá de un salto para seguir viendo la televisión. –solo es una arpía que acaba de llegar a la escuela. –

continuara...


NA: OTRO FIC, SI LO SÉ LO SÉ….NO HE TERMINADO NI SIQUIERA LOS OTROS PERO…

LO SIENTO, SOY ADICTA A IMAGINAR HISTORIAS. QUE LE PUEDO HACER. SI SUPIERAN LA CANTIDAD DE HISTORIAS QUE TENGO ALMACENADAS POR ESPERAR A QUE "TERMINE LOS DEMAS FICS"

Y A VECES ME ESTANCO EN LOS QUE TENGO Y ESO ME FRUSTRA MAS.

ASI QUE DECIDIENDO QUE YA NO ME IMPORTA NADA, DECIDO PUBLICAR ESTE TRABAJO (A PESAR DE QUE TENGO UN MONTON) . QUE ES COMO UN MUNDO ALTERNO A "EL AMOR ES UN REENCUENTRO"

JUSTO CUANDO ESTABA ESCRIBIENDO EL CAPITULO NUEVO, EN LA PARTE QUE MICHIRU DICE

"ME HUBIERA GUSTADO HABERTE VISTO EN PREPARATORIA"

ME QUEDE IGUAL DE ENGANCHADA, PREGUNTANDOME "Y QUE HUBIERA PASADO SI….."

ASI QUE ESTO ES LA RESPUESTA.

LA HISTORIA NO SERA PRACTICAMENTE LA MISMA. LOS PERSONAJES TENDRAN OBVIAS DIFERENCIAS CON "EL AMOR ES UN REENCUENTRO"

Y LO NOTARAN MUCHISIMO EN SU INTERACCION. PRETENDO CREAR UN AMOR ESCOLAR.

EN FIN ESPERO QUE DISFRUTEN DE ESTE NUEVO MUNDO Y ME DEJEN SU OPINION SOBRE ESTE.

SIN MAS QUE DECIRLES LES MANDO UN ABRAZO MUY FUERTE.