Capitulo 6- Creo ver la lluvia caer


Haruka despierta con el sonido de la lluvia. Se despereza mientras se levanta a mirar por la ventana.

–con lo que amo los lunes en la mañana y este día de mierda inicia con una jodida lluvia–

Al bajar las escaleras mira a su hermano que ya esta listo para partir.

—¿y tu almuerzo? ¿Dónde esta mamá? —

—salió hace veinte minutos, baje a almorzar con ella. Te estuvimos hablando , pero no nos escuchaste—

—genial— dijo haruka con ironía mientras mira a su hermano, ella tiene el sueño ligero. A cualquier leve toquido de su puerta podría haberse levantado pero prefiere no decir nada. —será mejor darnos prisa antes de que esta estúpida lluvia se ponga peor—

—¿haruka? —

—¿Qué? — se estaba poniendo ya los guantes, la bufanda y sacando su sombrilla para irse

—no tengo paraguas—

—me lleva el carajo— dijo haruka saliendo de la casa y mirando a Andrew molesta, todavía que no la despertó para el almuerzo —pues apúrate por que ya me voy—

Más que lluvia parece un diluvio, de verdad; las calles se desbordan de agua. Haruka y Andrew comparten un paraguas hasta que llegan a la calle donde ambos tienen que separarse para ir a sus escuelas, Haruka levanta la capucha de su suéter y se pone unos guantes, después de esto le da a su hermano el paraguas.

—Eres un enano debilucho— admite. —llévatelo, no quiero que te enfermes—

—será mejor que corras—le aconseja Andrew—Corre rápido hermanita. —

Ella lo hace, por aproximadamente una cuadra. Para entonces ya está empapada y helada, y cree que no puede mojarse mucho. Siente más frio así que deja de correr por que ya no tiene caso, se siente patética ante la lluvia.

Está esperando que cambie un semáforo, con las manos entumecidas metidas en los bolsillos, cuando escucha que un auto se acerca a su lado y el zumbido eléctrico de una ventana bajando. Ella da un paso atrás, mirando sospechosamente el auto. Michiru Kaioh la mira con una seriedad como si le hubieran obligado a hablarle.

—Haruka—dice ella. —Me pareció verte corriendo calle atrás—.

Haruka se limpia el agua de la cara. Por el rabillo del ojo, ve que la luz cambia a verde. Que le den un tiro antes de pedirle un favor a Michiru, el sonido de los cláxones de los carros ni siquiera la saca de sus casillas.

Michiru, del mismo modo, no parece ansiosa por ofrecerse a llevarla ni por la prisa que llevan los carros. Ella vuelve a mirar al conductor, su padre y escucha mientras él dice algo. Luego se vuelve hacia Haruka y con un suspiro se voltea hacia ella. Hay un clic cuando se abre la puerta de un automóvil.

—Entra—

Haruka se sube al asiento trasero y gotea agua por todas partes. El interior del automóvil es tan lujoso que haruka se arrepiente de alguna manera de mojar el auto del señor Kaioh. Se escucha música suave en el Estéreo, algo instrumental. Después de pasar horas en la casa de los Kaioh tocando el piano, como imbécil Haruka decide que no es su estilo en absoluto, pero es una melodía tan dulce y triste que parece encajar con el ambiente. El señor Kaioh maneja de forma relajada. Haruka se pregunta como un Director General no está a esta hora de la mañana, saturado de estrés.

—Hola de nuevo, Tenoh—dice con una sonrisa, maniobrando de nuevo en el tráfico.

—Hola— dice, secándose la cara. —Gracias, es un hombre muy amable señor. —

"no como la serpiente que tiene como hija" piensa mirando a michiru con los ojos entrecerrados.

—No tienes que agradecer— dice Kaioh. —Nada en absoluto. No podríamos dejarte caminar todo ese tramo bajo esta lluvia ¿verdad, Michiru? —

Michiru no dice nada, solo mira fijamente por su ventana la lluvia. El Sr. Kaioh no parece darse cuenta o no le importa. De hecho, parece contento durante el resto del viaje a la escuela. aun cuando ellas no le dirigen la palabra.

—Michiru me dice que tienes un hermano menor muy parecido a ti—dice en un momento, mirando a Haruka en el espejo retrovisor.

—Uh ... Sí— dice ella, después de una pausa, cuando Michiru no interviene para insistir en que no ha dicho tal cosa. —Se llama Andrew. Tiene nueve años y si somos casi idénticos, bueno yo soy más rubia.

—Muy interesante— dice el Sr. Kaioh, sonando como si realmente lo dijera en serio e intenta hacer contacto visual con su hija, que todavía está mirando por la ventana. —A pesar de ser hija única; Michiru desde que era niña siempre deseo tener un hermano menor. —

—Sí, así es—dice Michiru, finalmente apartándose de la ventana y dándole a su padre una sonrisa suave y educada. Luego se da vuelta como si estuviera fastidiada con la conversación.

Haruka al ver esto alza una ceja; vaya tipa.

Cuando llegan a la escuela, el Sr. Kaioh sigue hablando de la familia. Él fue hijo único, de un hijo único que nació de un hijo único…una característica tradición familiar que ha tenido la familia Kaioh en muchas generaciones. Haruka mira a Michiru…entonces tampoco hay primos, sobrinos o alguna otra rama familiar. Que árbol genealógico tan seco piensa mientras mira a su compañera.

—Gracias por el favor—dice Haruka mientras sale del asiento trasero.

—Es un placer—responde el Sr. Kaioh. —Michiru, querida, que tengas un día maravilloso—.

—Gracias padre— dice Michiru mientras cierra la puerta del pasajero.

Los dos se paran en la entrada durante unos breves instantes, observando al señor Kaioh alejarse de la acera y volver a entrar en el tráfico. Pronto su auto es indistinguible de todos los demás que se mueven lentamente por la calle empapada de lluvia. Michiru finalmente se aclara la garganta.

—disculpa a mi padre. Le encanta platicar, y hablar de sus ancestros le apasiona—dice, sonando casi avergonzada

Haruka se encoge de hombros.

—Me dio un aventón en plena lluvia. Por mí que hable de lo que quiera. —

Michiru considera esto por un segundo, luego asiente.

—Como sea— dice Michiru. —Tal vez nos veremos la próxima vez que llueva, Haruka. Aunque no es una idea agradable del todo—

Con eso, se da vuelta y entra, dirigiéndose a su casillero, con los tacones haciendo clic. Haruka la mira antes de suspirar y dirigirse a su propio casillero. Esta tipa es imposible. Actuando como toda una maldita la mayoría del tiempo, y a veces teniendo ataques de consideración. Bufó molesta. Kaioh era una bipolar.


—¿Dónde diablos estabas el sábado por la noche? — Mina pregunta cuándo Haruka se sienta a almorzar.

—Hola a ti también— dice ella.

—En serio, ¿dónde? — Mina pregunta. —tu amigo Rubeus me estaba volviendo completamente loca fastidiándome todo el día—

Ella suspira.

—Tuve que ir a la casa de Michiru para trabajar en ese maldito proyecto de música—Explica. —Le dije a Rubeus que no iba a poder reunirme con ellos. No es mi culpa que se haya drogado y se le olvidara. —

La excusa parece aplacar un poco a Mina, pero todavía deja escapar un gruñido irritado en su voz.

—Bueno, la próxima vez al menos contéstale sus llamadas o algo para que no fastidie a los demás, ni siquiera sé cómo consiguió mi teléfono el matón de tu amigo—

—Mira—espeta Haruka, metiendo una pajita en su caja de jugo con más fuerza de la que pretendía. El jugo rocía a serena que comienza a limpiarse mientras la mira enojada, haruka la ignora. —él no es mi maldito padre, ¿sí? No tengo que responderle si estoy ocupada haciendo otra cosa. —

—Oye, no es asunto mío a dónde vas o qué haces— argumenta Mina—Es solo que Rubeus se pone a amenazarme en las malditas llamadas, ¡qué necesidad tengo yo o serena de escucharlo! Yo no tengo por qué recibir llamadas de un hampón como el ¿sí?...¿Cómo es posible que sigas frecuentándolo? Haruka ¡es un animal! —

—ese animal es el único que se preocupa por mi— espeta Haruka moleta.

Toda la mesa cae en un silencio incómodo cuando Mina termina de hablar. Haruka sabe que sus amigas no aprueban la amistad que ella tiene fuera de la escuela. Haruka las observa dolida hasta que Finalmente, Lita abre la boca.

—Entonces, ¿cómo fue pasar tiempo con esa serpiente? ¿Cuántos golpes le diste?

—Que graciosa—suspira Haruka. —Fue una pesadilla, pero no por ella, de verdad. Solo porque hace mucho que no toco el piano. —

—En serio, Haruka, no sé cómo la manejas—dice Amy. —Ella está en mi clase de biología avanzada y no habla mucho, pero cuando lo hace, es toda una ...—

—perra— interrumpe Rei. —todo el salón le tiene miedo es una bruja despiadada—

— Solo es muy demandante con todos— corrige Amy, dándole a Rei un leve golpecito. —Ella no da miedo, pero es una desalmada total, ha hecho llorar a la maestra dos veces cuando la corrigió y se burló de ella. prácticamente le dijo a la maestra que era estúpida—

—la única que le ha puesto un alto es setsuna—

—ay por favor, estamos hablando de setsuna. Su voz es ley en toda la escuela. —

—además setsuna es campeona en oratoria desde que estaba en el jardín de niños, era obvio que iba a ganar el debate de ética… no es como si la hubiera desafiado o algo así. —

—ojalá la pusiera en ridículo—

Haruka toma un trago de jugo antes de decir algo.

—Ella no es tan mala—

—Sí, claro—se ríe Mina.

—No—insiste ella. —Lo digo en serio. Una vez que la tratas en privado, no es tan malnacida. Y su papá es realmente muy amable. Tienen un gatito Siamés. — Se aclara la garganta.

No está segura de por qué siente que necesita defender a Michiru de sus amigas de repente. Porque la madre de Michiru está muerta, probablemente. Por qué siente empatía hacia ella por la situación con su padre tal vez.

Rei le está dando una mirada extraña al otro lado de la mesa.

—¿Qué te sucede? La semana pasada eras la que más la odiaba y ahora la defiendes tan de repente.

—Cierto, estas muy rara. Algo paso— agrega Serena hablando con la boca llena.

Ella suspira.

—Solo digo, tal vez estábamos siendo un poco duras. Michiru se cambió de escuela, de país, de continente y quizá el cambio le siento muy mal, además estamos a punto de graduarnos, así que no es que tenga motivos como para hacer un montón de amigos entrañables— Ella señala a Mina. —¿recuerdas cuando me mudé aquí? No es que fuéramos mejores amigas desde el primer día —.

Mina solo se encoge de hombros

—Sí—respalda—pero nunca te comportaste como si el resto de nosotros estuviéramos por debajo de ti como ella—.

—No digo que sea la mejor persona de este mundo— admite Haruka—Solo digo que no es tan terrible como pensamos—

—Ah, mierda—dice Serena mientras la cabeza y murmura—Hablando de gente horrible, miren ...—

Darién Chiba se acercó a la mesa y se paró a un lado. No sonríe exactamente pero no es como si siempre lo hiciera, el famoso galán de la escuela se caracteriza por ser muy serio

—Hola, Cabeza de bombón—dice, y luego saluda al resto. —Hola chicas—

—Darién—dice Haruka, negándose a mirarlo siquiera, ya es suficiente la cara de tontas que están poniendo Serena y Rei—¿Qué deseas? —

Ella espera que Beryl no los esté mirando. Lo último que necesita es que Darién vuelva a sentirse en confianza con ellas mientras ya tiene novia. Una novia tan loca que Haruka tiene miedo de provocar su ira.

—Solo pensé en pasar por aquí y decir hola—dice Darién. —Ha pasado un tiempo. —

—Sí—Rei acepta con la cara sonrojada, todas las demás la miran expectantes pues saben la secreta aventura que habían entablado Rei y Darién el año pasado.

—Además—dice Darién— los chicos kou y yo estamos organizando una fiesta el próximo sábado, así que pensé ...invitarlas—

—No me interesa—dice Rei.

—ya oíste, guapo. No nos interesa— Serena le lanzo una mirada que hizo sonreír a haruka, lucia tan infantil.

—Piénsenlo—Darién insiste en su voz baja y sin emociones. —Todas ustedes están invitadas. Será divertido. —

Haruka finalmente levanta la vista y echa un vistazo rápido a la cafetería. Ella no ve a Beryl en ningún lado, pero la habitación está abarrotada. No significa que la loca no esté mirando. La creía capaz de tener ojos por todas partes para cuidar a su novio dorado.

—Si, si, como sea—Responde Haruka, esperando que, si ella está de acuerdo, Darién se irá al infierno. —Lo pensaremos —

—Genial—, dice, con la boca crispada en una de esas extrañas sonrisas. Definitivamente Chiba no estaba acostumbrado a sonreír, con razón Michiru se sentía tan cómoda con ellos. Eran al igual que ella unos robots. —Espero que decidas venir, Tenoh—

—Lo dudo—piensa mientras él se aleja.


El timbre de la salida ya está resonando por el lugar. Haruka toma sus cosas y siente un brazo envolverse en el suyo.

—Mina, ¿Qué haces? —

—ven conmigo. Te tengo una sorpresa—

Prácticamente es arrastrada por mina hacia el patio trasero de la escuela, justo al que está a lado de las canchas de futbol y el taller de música. La sola idea de que Mina la llevara precisamente al taller de música le provoco nauseas.

Para su fortuna ese no fue el caso, Rei la estaba esperando parada junto a una Lita Recargada en el árbol más grande del colegio.

—¡chicas! Ya vamos— el grito de serena se escuchó a lo lejos, haruka volteo a ver a una serena que corría hacia ellas con el ánimo que la caracterizaba. –¡aquí esta! –

–¿Qué es todo esto? – pregunta la rubia cuando todas sus amigas se pusieron enfrente de ellas. –¿Qué sucede? Acaso van a golpearme– pregunta medio en broma. –juro que yo no hice nada–

–haruka…– mina da un paso hacia delante –sabemos lo mucho que estas batallando en la clase de taller de lectura y redacción–

–Rei nos lo conto– revelo serena señalándola con un dedo acusador.

–¡oye! –

–nos dijo que corres para pedirle prestada su laptop en tu clase–

–sabemos que esa es tu clase favorita–dice Lita mientras le da un golpe en el hombro.

–es por eso por lo que hemos decidido entre todas regalarte esto–

–¿Qué? – Haruka no dice nada cuando recibe una caja con un moño. Se le forma un nudo en la garganta y mira a sus amigas de forma incrédula. –¿no es esto una broma? Por qué seria patético llorar por una caja vacía–

Todas ríen por el comentario y el alboroto se desata mientras le piden que abra el dispositivo. Haruka se queda mirando a sus amigas un momento, ellas están ahí a su lado felices de poderle ayudar.

De pronto una sensación cálida la invade, de pronto siente que no está sola luchando contra el caos que es su vida. De repente se siente de alguna forma querida por ellas. La mira intentando que las lágrimas no se apoderen de ella, no desea ofrecer un espectáculo de llanto o algo. Mina le lanza una mirada de comprensión y se lanza a jalarle las orejas.

—no llores, maldita. O nos harás llorar a todas. Mejor invítanos un helado o una bebida o algo. Hace mucho calor aquí—

Continuara….


Muchas gracias por su apoyo a esta historia.

En serio que sus comentarios y opiniones son las que me impulsan a seguir adelante.

Espero que estén bien en esta cuarentena que lamentablemente ya esta llegando a su fin en muchos lugares, incluyendo donde estoy. Digo lamentablemente por dos razones; por que en mi país aun no se ha controlado en lo absoluto y tengo la sensación de que la sociedad se esta confiando creyendo que se acabo el virus y puede haber muchas mas perdidas. (que espero que no)

Y la segunda razon es por que regreso a mi trabajo en un par de días y eso me dejara menos tiempo para escribir.

Pero eso no me detendrá si se que esta historia interesa; (cosa que si estoy viendo.) yo hare malabares para seguir publicando. : )

Así que no me queda mas que decirles que es hora de reforzar las medidas y a cuidarnos aun mas en estos días. Les mando un gran abrazo.

Pd. El amor es un reencuentro pronto será actualizado y pronto tendrán noticias interesantes.