Ni sailor moon ni sus personajes me pertenecen, todo es propiedad de naoko takeuchi.
Varias horas después cuando por fin se las arregló para regresar a su casa y con las piernas adoloridas poder trepar por las paredes hasta llegar a su cuarto y dormir hasta que no hubiera mañana…el sonido de su teléfono la hace abrir sus ojos recién cerrados. Su estómago se siente bien dentro de lo que cabe, pero su cabeza todavía palpita con fuerza. Alarga la mano a ciegas, palpando la manta hasta que sus dedos alcanzan el pedazo de porquería que es su viejo teléfono.
—hola— suspira, esperando que Andrew o su madre le pregunten si ya llego a casa y hacerse la indignada argumentando que está ahí desde la hora que habían acordado.
—¡Alerta! Tenemos una crisis de amor—anuncia Mina, y Haruka siente que su corazón comienza a latir frenéticamente. Su cerebro la bombardea con recuerdos de la noche anterior:
Sentarse con los tipos populares de la escuela, está bien.
Venderle drogas a Darién Chiba; normal.
Platicar con Setsuna Meioh, y que ella le coqueteara de forma descarada y le ofreciera un acostón que no pudo aceptar…demonios…..
Desaparecer en el patio trasero para dejar que Michiru Kaioh le toque el cuello y quién sabe qué más cosas, ¡DEMONIOS!.
—¿Qué? — comienza a decir haruka mientras siente la boca seca—Quiero decir, alguien te dijo o ¿has escuchado algo o ...? —
—Haruka, es super sexy— Mina gime dramáticamente, ajena a el caos que fue su vida ayer. —Guapo, Inglés, inteligente, Inglés, agradable, ¿mencioné que es Inglés? —
Haruka ofrece una oración silenciosa de agradecimiento. Su corazón comienza a tranquilizarse.
—Mencionaste eso, sí. Es Inglés—dice ella, con la voz una vez más crujiendo desde una garganta que parece que no ha tomado agua en aproximadamente una semana.
—Su nombre es Armand— continúa Mina. Es estudiante de intercambio y se queda con Rei en su templo. Su acento es muy lindo. Haruka, esto es importante. Necesito tu ayuda. —
—Necesitas mi ayuda— repite Haruka. Ella se obliga a sentarse, haciendo una mueca. —¿a que te refieres, exactamente? —
—Rei trabaja en el templo después de la escuela, la mayoría de los días— dice Mina apurada, tan emocionada que casi tropieza con sus palabras. Armand siempre está allí trabajando. Lo que significa que necesitamos estar allí —.
—Cálmate, Mina—Ella pasa una mano por sus rubios cabellos enredados. ¿Conociste a este chico como hace cinco minutos y ya lo estás acosando? —.
—No es acoso— insiste Mina. — Eso es solo… visitar a Rei... —Haruka no responde de inmediato, todavía luchando por ponerse al día, Mina sigue hablando. —De todos modos, estaba pensando que podríamos ... ir allí esta semana. Ya sabes, casualmente. Y pedirle a Armand que pase el rato con nosotras. —
—Por pura bendita…casualidad. —
—Por pura bendita casualidad. ¿Ayudaras? —
Lo último que Haruka quiere hacer es ayudar a Mina con sus locuras, pero ¿para qué son las amigas si no para esto? Además, Mina la ha convencido de hacer tanta mierda tonta a lo largo de los años que esto no es más que una gota extra en el océano. —¿Sabes si le gustan las chicas? Tal vez sea gay— pregunta finalmente, aún no lista para comprometerse.
—Para eso haremos esto— dice Mina. —Para investigar a lo que nos enfrentamos, amiga—.
—No sé ...—
—¡Oh, vamos, Haruka! Nunca te pido nada — suplica Mina. Es una mentira tan descarada que envía a Haruka a un doloroso ataque de risa a pesar de su estado deplorable.
—Bien, te ayudaré— dice ella. —dios mío. ¿Qué estaré pagando contigo? —
—Eres la mejor— dice Mina, y Haruka escucha algo que suena sospechosamente como si su amiga estuviera bailando —¿Podemos ir mañana después de la escuela? —
—¿Mañana? Uh, yo no ... –
Siente que su estómago se tambalea, sus latidos se aceleran.
– Tengo que ir a la casa de Michiru. Terminar de ensayar la puta "stravaganzza". Tal vez podamos hacerlo el jueves — Ella toma un respiro. —escucha. Me tengo que ir, ¿sí? llegué a las siete de la mañana, todavía tengo resaca y quiero recuperarme para poder soportar a mi madre.
—No digas más—dice Mina. —Eres la mejor, te amo, ¡nos vemos mañana! —
Haruka cierra los ojos y apaga el teléfono con los dedos entumecidos, lo tira al pie de la cama y desea poder dormir el resto de vida que le queda.
El lunes por la tarde, ella está luchando para acomodar todo el desastre de su casillero cuando escucha el chasquido de pisadas cerca. Ella se niega a mirar hacia a un lado, es Michiru, debe ser Michiru, pero cuando se acercan lo suficiente como para entrar en su campo de visión, ve unos zapatos de hombre de lo más elegantes.
—¡Tenoh! — Es la voz de Darién. —¡Estaba tan preocupado por ti! —
Ella mira hacia arriba, confundida.
—¿Eh? — Se da cuenta de que lo que está a punto de decir a continuación la hará sonar como una ingrata, pero no puede pensar en otra cosa. —Sin ofender, pero ... ¿Por qué te importaría mi seguridad en lo absoluto? —
—Bueno—dice Darién, bajando la voz. —¿Cómo no querías que me preocupara? Imagínate mi posición, si te atrapaban y te interrogaban yo habría quedado como….. –
—¿Deshonrado ante tu padre? — Finalmente cierra su casillero. —No, jamás abriría la boca. Aunque no se si tú también me cuidaste la espalda—
Ve a Darién sonreír y su suspiro de alivio parece sincero.
–Seiya se llevó las pastillas y alcanzo a huir. Yaten fue el único de nosotros que no tuvo tanta suerte. Afortunadamente mi padre le creyó a Setsuna el cuento de que los que estaban drogados fue por dosis personales que cada quien llevaba. Yo solo fui el que presto la casa y no estaba enterado, ¿Quién iba a dudar de la palabra de un Meioh? Son intachables– dijo mientras soltaba una carcajada.
Haruka se mueve incómoda.
—No quiero sonar grosera—dice ella, sabiendo muy bien que está a punto de serlo —pero ¿Cómo es posible que un militar pueda creer esa mentira tan tonta? —
—Bueno, a lo mejor en el fondo sabe la verdad—dice Darién con cinismo mientras se recarga contra el casillero al lado de Haruka. —Pero ¿y que pasa contigo? Corriste mucho riesgo solo para hacer el trabajo de tu amigo. ¿no crees que fue muy arriesgado obligarte a asistir a la fiesta?
Haruka deja de buscar en su casillero y voltea a verlo como si le acabara de dar una bofetada.
—Nadie me obligo a ir, solo fue un favor. De todos modos, iba a ir a esa fiesta–
Ambos se miraron unos segundos, haruka supuso que Darién no le creía la mentira en lo absoluto. Trago saliva. La idea de que podría ser conocida en la escuela por ser la muñeca estúpida de Rubeus es tan ... vergonzoso.
—si claro—dice Darién, claramente sin creerle. —Bien, tú no sabes nada de unas drogas y yo tampoco. Por cierto, déjame felicitarte ¿Qué le diste a setsuna que parece tan interesada en ti? TE HAS GANADO EL PREMIO GORDO. —
Darién la mira con complicidad, sin decirle nada más; el joven se apresura por el pasillo hacia su última clase del día. Haruka lo mira irse y revisa su horario; en tres minutos iba a comenzar la clase que ha estado temiendo todo el día. Perfecto. Camina a paso rápido tratando de darse prisa.
Dentro del aula, ve a Michiru sentada en su asiento habitual junto a la ventana, con la barbilla en una mano mientras mira con amargura los jardines de la escuela. Haruka se acerca. Lo que sea que Michiru tenga que decirle ella podrá soportarlo. Ella es una roca impenetrable, no la puede afectar en lo absoluto.
—Hola–
Michiru ni siquiera gira la cabeza. No es una buena señal. Haruka traga saliva y observa a Michiru mientras mira hacia ella y luego de vuelta a la ventana.
—Hola, Haruka. —
—Me preguntaba si todavía nos vamos a reunir después de la escuela—.
—No— dice Michiru, y Haruka siente una sacudida enferma en su pecho.
—¿Qué? Pero…¿Por qué no? — Ella retrocede, preguntándose si Michiru mencionará lo ocurrido.
—Tengo otros planes—dice Michiru, sonando aburrida.
—Es solo que pensé que estábamos decididas de terminar con esto, ¿no?— Haruka dice, agarrando un lápiz y sacudiéndolo como si fuera a activarse un escudo protector sobre ella—si no nos reunimos y terminamos tendremos que ... Quiero decir, tendré que….recursar la materia…—
— Dije… que tengo otros planes—. Michiru voltea a verla, haruka retrocede. Sus ojos parecen dos profundos pozos llenos de odio.
—Bueno, creo que me estás mintiendo— Es lo más cercano que Haruka puede llegar a mencionar lo que sucedió en la fiesta, pero Michiru parece entender su significado. Haruka ve su mandíbula apretarse.
—La clase está comenzando— es todo lo que se digna a decir. Efectivamente, la campana suena un segundo después.
–vete al carajo– insulta la rubia. Camina hacia su banca, antes de sentarse voltea a ver a michiru quien sigue igual viendo la ventana y con rabia se deja caer en el asiento. A la mierda con Michiru Kaioh.
Cuando suena la campana final, señalando el final de otro día escolar más, Haruka se dirige al casillero de Mina, donde su amiga está vestida con el uniforme de voleibol de la escuela.
–¡ganamos Haruka! ¡si! – grita animada Mina al verla, se acerca y la estrangula con un abrazo. Haruka se aleja de ella; esta toda llena de sudor.
—Cambio de planes— anuncia mientras saca del casillero de Mina la bolsa con su cambio de ropa. Incluso abrió el suyo sacando un frasco de jabón líquido. —Podemos ir a visitar a tu romeo hoy mismo–
Mina sonríe, mostrando todos sus dientes.
—¿De Verdad? —
—Sí—
—perfecto—dice Mina mientras toma todo lo que necesita para ducharse. —Entonces, ¿tú y michiru ya terminaron el proyecto o qué? —
—Michiru lo reprogramó—Ella se encoge de hombros.
—Haruka—
Ambas rubias voltearon; Setsuna Meioh enfundada en un carísimo traje oscuro, las miraba. Parecía estar debatiéndose entre irse o quedarse a hablar. Miro su reloj, parecía tener prisa.
—Te he estado buscando por toda la escuela. Eres difícil… muy escurridiza—
Haruka se sonrojo al entender la doble intención del comentario. Setsuna solo le guiño un ojo en un gesto tan rápido que Haruka pensó que fue su imaginación traicionándole.
—en fin, solo quería saber si no te paso nada malo en la fiesta. ¿necesitas ayuda con algo? ¿ pudiste…? — Setsuna miro a Mina un segundo antes de hablar—… ¿pudiste recoger TODAS tus pertenencias? —
—si, muchas gracias — dijo haruka sinceramente agradecida por la preocupación de Setsuna.
—bien, si necesitas algo no dudes en llamarme— Setsuna se acerco para entregarle una tarjeta solo con un número telefónico—ahora, si me disculpan, pero tengo que dar un discurso en la alcaldía,en media hora y ya voy tarde. Nos vemos luego, gusto en verte Aino—
—Igual Meioh— contesto Mina mientras miraba a Haruka con la boca abierta de la sorpresa.
—¿Setsuna Meioh te acaba de dar su número de teléfono? ¡SETSUNA MEIOH!
—ay no empieces Mina, solo está haciendo amable—
—¿pues qué sucedió en la fiesta? —
—nada interesante, de verdad— mintió haruka lo suficientemente segura de no querer revelarle a Mina nada. si se enterara de que ella y Michiru habían terminado besándose en el jardín estaba segura de que le daría un colapso nervioso. —mejor platícame como conociste a tu nueva víctima—
—ah bueno, pues veras…el sábado acudí el templo de Rei para su ritual ese de la luna que nos había platicado…y ahí estaba, ay te lo juro que es guapísimo. —
Rei miró con malos ojos cuando las dos rubias llegaron al templo; Haruka luce visiblemente tensa, con los hombros apretados. Mientras la otra rubia a su lado trae una sonrisa gigante mientras mira en todas direcciones. Como si estuviera buscando algo. Rei sabe perfectamente que está buscando al guapo muchacho de intercambio.
—Hola, Mina—dice sin molestarse en ocultar la sospecha en su voz. —Haruka. ¿Qué te trae al templo? –
—Solo pasamos por aquí y decidimos venir a rezar un poco—dice Mina. Es la cosa más estúpida que las tres han escuchado en mucho tiempo. Los padres de Mina habían vivido en países occidentales durante muchos años y eran fervientes católicos. Por su parte Haruka desde que tiene memoria ha acudido a la iglesia ortodoxa. Y eso Rei lo sabe tan bien como cualquiera. Pero tampoco tiene la autoridad para echarlas.
—Bien, en unos minutos comenzara la oración. Entiendo la necesidad de Venir aquí a falta de santuarios para sus religiones. Por supuesto que son más que bienvenidas sin importar sus creencias—dice mirando directamente a Haruka, quien resiste la necesidad de poner los ojos en blanco ante la diplomacia de Rei.
–¿no tienes amuletos? – Pregunta Mina por la mera inercia de tener algo que hacer. Rei asiente y saca unas cajas con los dichosos amuletos.
Haruka y Mina comienzan a curiosear, cuando se abre la puerta de la tienda y emerge un joven sosteniendo una pila enorme cajas de cartón en sus brazos.
—Rei, aquí están los amuletos que tu abuelo me pidió– dice con un evidente acento Inglés.
Haruka levanta una ceja, Ahora ve lo que Mina quiso decir con todas sus parloteos acerca de guapísimo, ojazos, interesante, un hombre hecho y derecho….el chico es obviamente un universitario. Y si, debe aceptar que tiene cierto atractivo. Lo único que no puede soportar es el pomposo acento que de forma inevitable le recordaba a cierta engreída de cabello azulado.
Ella mira a Mina, esperando que comience la siguiente parte del plan, pero Mina parece haberse congelado en su lugar con su mano en el aire sujetando como cincuenta amuletos.
Antes de que Rei se dé cuenta de cómo Mina está apachurrando sus preciosos amuletos, ella suelta un resoplido asombrado.
—ay, Rei, ya estás poniendo a este pobre a trabajar, eres una tirana—
—absolutamente no— se defiende Rei.
Armand le ofrece una sonrisa gentil a Haruka.
—No es molestia, en absoluto. He terminado todos mis pendientes y yo me ofrecí a ayudar aquí en la tienda—
Mina parece salir de su trance y carraspea.
—Qué bueno eres, Armand—dice ella en tono casual—Si estás aburrido, Haruka y yo íbamos a caminar, ir a pasear un rato, tal vez ir por algo de comer. ¿Quieres venir con nosotras?
Armand mira a Rei, inseguro.
—No puedo dejar a Rei aquí sola— Por su tono es evidente que solo lo dice por compromiso. Y quiere ir con ellas.
—No, no—dice la sacerdotisa con un suspiro. —Está bien, Armand. De Verdad. Ve a divertirte, has estado trabajando mucho en la universidad–
—Además— dice Haruka con una sonrisa ponzoñosa—No te están pagando, ¿verdad? ¿no es eso esclavitud? –
—Lo es—agrega Mina con una sonrisa irónica. —Es totalmente ilegal, Armand—
— Dije que está bien — Repite Rei, mirándolas de forma asesina. —No estoy reteniendo a nadie.
Armand asiente y les informa que va a recoger su billetera. Rei las mira.
–cuando están juntas no hay quien las aguante ¿sabían? –
Caminan durante casi media hora y Haruka ya se esta arrepintiendo. Pues ya sabe mas de la vida del tal Armand que de la suya:
Nacido en Inglaterra, de 21 años, no tiene novia, su padre es policía, y su madre es abogada, tiene un hermano mayor, su platillo japonés favorito es la sopa de miso y estudia criminalística (en un país donde la tasa de homicidios es de las mas bajas del mundo) por lo tanto es posible que sea un idiota.
Pero es un idiota que le gusta mucho a Mina, basta con ver su mirada brillar cuando el chico bromea o habla con ella. Haruka tiene que reconocer que el tipo es agradable.
–¿sabes Armand? Lo que me gusta de tu gente es que son tan educados, son gente realmente amable– Mina se atreve a prensarse de su brazo y el chico no hace nada más que sonreír nervioso–solo he ido a Londres un par de veces, pero en verdad que son unos caballeros–
–si– contesta orgulloso– algo que nos caracteriza son los buenos modales que tenemos muy arraigados–
–eso no es cierto–
Ambos voltean a ver a haruka con los ojos tan abiertos que parecen platos. Armand la mira claramente incómodo. Haruka se quiere morder la lengua por hablar sin pensar.
–quiero decir…– dice mientras mira a Armand apenada– en nuestro colegio hay una chica nueva, viene de Inglaterra y no es precisamente el ejemplo de los buenos modales–
–bueno tienes razón– dice Mina pensativa –pero Michiru es alguien muy especial, no puedes juzgar a todos por una persona que conoces Haruka–
–sí, supongo que si–
–¿es muy grosera esa chica? – pregunta Armand por educación. Mina se separa de él.
–es de lo peor, es una creída y siempre que te habla te trata como si le debieras la vida por tal honor. Un horror de tipa–
El silencio se hace presente unos instantes.
–aunque haruka ya la esta comenzando a ver con ojos de amor–
El rostro de la rubia giro en un Angulo casi imposible, al escuchar a Mina.
–¿Qué? –
–si, desde que comenzaste a acudir a su casa ya no la tratas tan mal. No entiendo como la soportas ¿o es que te trata diferente en privado? –
–no sé de qué hablas– dijo ahogándose con su propia voz. – voy a ir a comprar un….no se…algo. ¿quieren que les traiga? –
Ambos miraron a haruka como si estuviera loca, ambos negaron y ella hecho a andar rápidamente hacia el otro lado del parque con el corazón latiéndole por lo que Mina había dicho.
NO
No estaba empezando a ver a Kaioh con ojos de amor, no la estaba empezando a ver con ojos de amor.
El recuerdo de michiru acercándose a ella para robarle un beso, la sensación de sus labios sobre los de ella y la forma en que su cuerpo se moldeaba contra el de ella.
NO, NO SIENTE NADA POR MICHIRU.
NA: gracias por esperar, por sus comentarios y sus preocupaciones.
Fueron días difíciles pero Me siento mejor, afortunadamente. Ya volví a mis labores y se podría decir que todo marcha como debe de ser.
Espero que se encuentren bien, les mando un gran abrazo. Saludos.
