Rubeus se ríe incrédulo mientras procesa lo que haruka le acaba de decir.

—Eres una malagradecida, yo te apoye en todo. Te he comprado cosas que tu jamás podrías en tu miserable vida y ahora, ¿Qué? Solo por dejar de juntarte con la banda…. ¿Vas a graduarte con honores? ¿tu madre te adorara y dejara de preferir a tu hermano? ¿tu padre podrá salir del manicomio? ¿Tu vida será todo color de rosa? —

Haruka Siente un calor acumulándose en su rostro y no puede decir si es enojo o vergüenza. Al carajo con él. A la mierda con esta vida de perdedora que había estado viviendo.

—vete al carajo—dice ella, y comienza a caminar a través de la sala de estar y hacia la puerta de entrada de la bodega en la que vive Rubeus.

—Esto no ha terminado—grita Rubeus y se oye un ruido detrás de ella cuando cierra la puerta. Rubeus le ha aventado algo muy pesado. —¡vayan tras ella!

Haruka alcanza a escuchar y maldice en voz baja cuando escucha el sonido de pasos corriendo hacia ella. Rubeus planea alcanzarla y la sola idea de que le ponga las manos encima es suficiente para salir huyendo de ahí. Corre y Ella no deja de correr hasta llegar a una calle llena de gente.

Lo primero que hace después de abandonar la guarida de Rubeus es sentarse en el parque más cercano y llamar a Rumania. Una voz femenina con poderoso acento le contesta.

—¿sí? —

—buenos días, soy Haruka Tenoh. Se que no es el horario de visitas, pero de verdad necesito hablar con mi padre; el paciente no. 404. Si pudiera decirle a la enfermera Valrica…. —

—un momento— se escucha decir y de inmediato un ridículo tono de música comienza.

Justo cuando pensaba en que la habían ignorado por completo y se disponía a colgar, su padre responde con una voz cansada y Haruka supone que tal vez está despertando de alguna siesta. Puede ver imaginar como los ojos verdes de su padre; se cierran.

—Lo hice, Papá—dice en un jadeo, con los pulmones todavía ardiendo por la carrera. —He decidido Terminar mi amistad con Rubeus; ¿recuerdas? El traficante de drogas—

Su padre no le responde, solo espera, en silencio al otro lado de la línea. De repente Haruka se da cuenta de cuanto lamenta agarrar a su padre de su "confesor" y aprovechar su estado mental para desahogarse con él de todas las mierdas que comete en su estúpida vida.

—Lo hice— repite Haruka más lentamente, hundiéndose en la banca del parque.

—cuatro esponjosos saltamontes cruzando por el cielo—finalmente dice su padre en un tono de voz que es una mezcla de decepción y una especie de tristeza resignada.

—sí, al fin el saltamontes quiere ir mas alto— Haruka intenta forzar una sonrisa en su voz. Cierra los ojos y apoya la cabeza contra el respaldo de la banca mientras mira el cielo; las nubes son grises y amenazan con llover de un momento a otro.

Su padre bosteza ruidosamente. Es claro qué quiere seguir durmiendo.

—Los saltamontes jamás podrán llegar hasta el cielo—

Las palabras duelen, y de alguna manera es peor porque no las esperaba.

—Pensé que estarías feliz por mí—.

—Voy a ser feliz. encuentra algo por lo que estés feliz—Su padre suspira. —No te escucho feliz—

—Estoy en eso—dice Haruka, y sabe que las palabras son débiles. Promesas a medias como siempre. Pero tal vez esto es lo mejor que puede hacer. Quizá su padre tenga razón y ella pertenezca solo al suelo.

—Lo sé—dice él más suavemente ahora. —sé que podrás…hija—

Haruka se queda congelada, hace mucho tiempo que su padre no la reconoce. Desde hace años que no la llama de esta manera. pero antes de poder procesarlo, la enfermera se acerca al teléfono y le dice que tienen que irse ya. Cuelga la llamada sin siquiera despedirse. Haruka continua sentada una hora más con las palabras de su padre dando vuelta una y otra vez por su mente: "sé que podrás hija".


Avienta el celular a un lado y se cubre la cabeza con las manos intentando organizar sus ideas.

¿Qué hacer con esta ansiedad que tiene de meterse una rayita de cocaína?

¿Qué hacer con todas las calificaciones que tiene que revolver de manera milagrosa?

Escucha el sonido de su celular. Lo mira extrañada.

¿será su padre? ¿su madre? ¿la directora? ¿Rubeus?

–¿sí? –

–Haruka soy Michiru–

De repente se da cuenta de que su cuerpo ansioso ha dejado de temblar.

–¿Qué paso? –

–¿te pasa algo? –

–no–

–te escuchas rara–

–¿Qué quieres Michiru? – pregunta de malas maneras. Michiru no responde de inmediato, casi puede verla con su cara de aburrimiento marca registrada y una sonrisita auto suficiente.

–solo para avisarte que el primero de diciembre será nuestra presentación musical–

–¿Qué? ¿Cuál presentación? –

–Tendremos un festival musical donde todos en el salón presentaremos nuestra melodía. –

–¡¿De que estas hablando?! ¿Cuándo dijeron eso? –

–El primer día de clases, ¿Qué no te lo dije? –

–No– dice Haruka

–¿y eso te pone nerviosa? –

–¿TU QUE CREES BRUJA? –

Michiru ríe. Haruka enfurece aun más.

–De todos modos estoy segura que te saldrá bien, has practicado mucho la pieza. –

Y dicho esto Michiru cuelga el teléfono dejando a Haruka gritando de frustración.


–¿y es definitivo? – pregunta Lita antes de abrir el empaque de sus galletas. No puede despegar la vista de la golosina, galletas de limón….sus favoritas.

–Definitivo– dice Haruka con convicción –Adiós a Rubeus, a la cocaína, adiós a todo. Lo decidí –

—Entonces habrá que celebrarlo— anuncia Mina sin poder ocultar su sonrisa—hablé con mis padres y nos prestaran su casa en la playa a finales de este mes, estoy portándome de lo mejor para que también nos presten el bote. ¿Quién se apunta? —

—Yo— dice Haruka.

—Probablemente puedo ir—dice Amy, como lo hace siempre en todas las salidas. Haruka sonríe, pues en el fondo el cerebro de la escuela; es la primera en asistir.

—Sí—dice Rei

—¿Qué me perdí? — dijo Serena mientras se sentaba junto a Haruka. La rubia cargaba una charola llena de comida. Haruka siempre se sorprendía de las grandes cantidades de pasteles que serena era capaz de engullir y nunca engordar. Como si estuviera leyendo sus pensamientos, Tsukino le tendió una tarta de manzana.

–Mina convenció a sus padres para que le prestaran su casa en la playa. –

—Sí, haremos el evento social del año— dice Haruka en su mejor expresión. —No te lo puedes perder, Tsukino. Habrá un yate. —

–Suena bien– dice Serena despreocupadamente.


Al día siguiente, Taiki Kou se acerca a su mesa del almuerzo. —¿Es cierto que nos darás una gran fiesta en la playa, Aino? —

—¿Que? — Mina voltea a verlo completamente desconcertada. —¿de qué hablas? —

—Soy amigo de Armand y él me dijo que lo invitaste. —

Todos los ojos se posan en Mina, si está molesta o sorprendida. Lo sabe manejar muy bien.

—Solo venía a decirte que si pienso asistir— continúa Taiki. —Con una condición. —

—¿Qué condición? — Mina lo mira con ojos de fastidio luchando con las ganas de decirle que él ni siquiera estaba contemplado en sus planes.

—Me gustaría invitar a mis hermanos— y mira a su alrededor al grupo, con los ojos fijos en cada uno de ellos.

—Taiki, Mira—Mina comienza con un tono apagado— Nuestra casa en la playa no es muy grande, apenas tengo cuartos suficientes para nosotras, no para ustedes. Estaremos muy apretados. Sin mencionar que mi camioneta no tiene la capacidad para llevar ocho gentes. —

—Eso se puede solucionar—Taiki se encoge de hombros —¿Quién en esta preparatoria no tiene su propio auto? Además, tu playa es privada ¿no? Podemos comprar una casa de campaña—

Mina ni siquiera le contesta; solo lo mira con cara de odio por no entender de sutilezas.

—O puedo invitar a Armand a mi casa. ¿si te conté que admira el trabajo de mi padre? se muere por conocerlo, pero creo que solo puede el día de tu fiesta—declara Taiki con una sonrisa victoriosa.

Mina no dice nada, solo mantiene la mirada fija en Taiki tratando de fulminarlo.

—por nosotras no hay problema si los Kou quieren venir. —dice Haruka adivinando la encrucijada de Mina de querer mandar al diablo a los Kou, pero también de pasar un fin de semana con su adorado Armand— siempre y cuando compren suficientes cervezas y comida para todas—

—Bien. Trato hecho. — Taiki asiente y le da a toda una pequeña sonrisa triunfal

—Trato hecho— contesta Mina pero Taiki ni siquiera se espera a contestarle y se va de ahí, al llegar a su habitual mesa. Todas ven como Yaten y seiya estallan en carcajadas. Era obvio que solo querían fastidiarlas.


—Escuché que tu amiga está organizando una fiesta en la playa—Michiru está detrás de ella, asustándola por completo. Del puro impacto se traga el agua en un segundo, Haruka se lleva la mano a la garganta adolorida. Comienza a toser antes de poder hablar.

—¿Dónde escuchaste eso? —Gruñe ella, sin darse la vuelta.

—De Darién, por supuesto—Michiru se mueve de su lugar para ponerse donde Haruka no puede evitar mirarla. —Parece haber invitado a mucha gente importante de la preparatoria. Suena como una gran fiesta—

—Con que Darién— Haruka se endereza aun con dolor en sus pulmones. Ella tiene que limpiarse un poco de agua que le escurre de la boca. Michiru observa, inexpresiva. —Los hermanos Kou se fueron de lengua ¿verdad? —

—sí, están invitando a todos—

—Mina va a matar a Taiki—dice Haruka.

Las dos permanecen allí, sin moverse, mientras el pasillo se vacía. Haruka debería ir a clase, debería ir a contarle a sus amigas esta situación, debería tratar de repasar la lección doce del libro que la maestra piensa preguntar….debería dejar de mirar las piernas de Michiru, sus pechos o sus labios, pero parece que no puede obligarse a hacer ninguna de esas cosas.

—Tengo que irme—se las arregla para decirlo sin tartamudear y luego deja de hablar por completo. Michiru le da una pequeña sonrisa de complicidad y no dice nada.

—Entonces ... ¿Darién fue el que te invitó?— Haruka pregunta después de unos segundos.

—Si—

—Lo rechazaste, ¿verdad? — ella dice, porque simplemente no puede imaginar pasar el rato en la playa con Michiru Kaioh a su lado y sus amigas por el otro.

—Le dije que lo pensaría—dice Michiru, lo que solo empeora la ansiedad de Haruka.

—¿Alguna vez contestas de forma directa? — exclama antes de poder detenerse, y Michiru solo la mira, aún con esa pequeña sonrisa enroscada a un lado.

—Voy a llegar tarde a clase—es todo lo que dice Michiru. Y con eso, se levanta de la pared y se aleja, los tacones hacen clic en el suelo mientras avanza.

–como odio a esta bruja– dice Haruka yendo hacia su salón.


NA:

Si me permiten quisiera narrarles algo fuera de la historia o de cualquier otro fic, sin embargo explica cual ha sido el motivo por el cual paré :

El Covid se ha llevado a gente importante en mi vida, a partir de ahí han sido años de luchar contra la tristeza, el duelo, la depresión y el vacío.

Me convertí en una muerta en vida que solo veía llegar la mañana y la noche sin ningún cambio, sin la voluntad para pararse de la cama y ningunas ganas de vivir. Perdiendo el tiempo y la vida. Sin encontrar consuelo y alegría en nada. Alejando a amigos y parientes, aislandome de todos hasta que practicamente quede sola y vacia.

Aun lucho con las secuelas, de las perdidas y de la enorme depresion por la que pase y que a veces se asoma en dias o semanas. De verdad que la salud mental es demasiado importante y gracias a mi terapeuta, mis seres queridos es que aun sigo aqui en pie. Tambien Estoy muy contenta de saber que me escriben aun despues de años y hace días leí los comentarios donde se preguntaban por mi, por mi estado. Todo eso me dio voluntad para continuar. De saber que alguien aprecia lo que hago, que no me conoce en persona pero a quien le he abierto mi alma a traves de estas historias e ideas.

Esto que les digo no lo hago para causar lastima, o tener autocompasion que de esa ya tuve mucha. Es para decirles que la depresion puede matar, pero no lo hace de la noche a la mañana, siempre se puede prevenir si se tiene las herramientas adecuadas y se acude a ayuda profesional. La salud mental es tan importante como la fisica e igual de delicada. Si se descuida y se permiten que los sintomas continuen puede llegar a ser peligrosa. En mi caso fue un trastorno que pudo haber sido diagnosticado en la infancia/adolescencia , que despues con la muerte de tres personas de mi familia por el covid, y una depresion que nadie se preocupo por atender, se desencadeno en dos intentos de suicidio.

Hablen, cuiden a sus seres queridos, hablen con ellos y siempre estén al pendiente de ellos y de ustedes mismos. Nadie merece ser preso de su propia mente y los pensamientos oscuros y autodestructivos. Busquen ayuda profesional y luchen por su bienestar. Estamos en este mundo por una razón y nos rodea gente que nos ama (aunque seamos tan ciegos en nuestro dolor que creemos que no es así), ahora estoy segura de eso.

Estoy contenta de regresar afortunadamente estoy mucho mejor en mi vida, no se que pasara de ahora en adelante pero les aseguro que luchare por quedarme mucho tiempo aqui y seguir haciendo lo que amo.

Les mando un fuerte abrazo. Y un profundo agradecimiento por seguir aqui. Por mandarme PM, cuando entre a mi cuenta no pude creer la cantidad de mensajes privados preguntando por mi y por mi salud.

Quisiera saber tambien de ustedes y poco a poco ire poniendome al dia, no se si sigan muchas lectoras aun. No se si las compañeras escritoras que admiro y respeto aun sigan escribiendo, o si por motivos en su vida pararon tambien. No se como siga el fandom si sigue activo o se ha quedado estancado como tantos otros. (lo cual seria una tristeza)

En fin mucho texto y solo para decir: TADAIMA!