Nada de Katekyo Hitman Reborn o Harry Potter me pertenece, solo la historia y uno que otro agregado que aparecerán más adelante en la historia.


Future's Games

Capítulo 5

- En fin, como decía, hay que ver si la habitación cumple con lo que queremos. - Con eso el chico daba por finalizado todo lo demás, como si nunca hubiera pasado nada.

A sus espaldas había manchas negras, escombros y mucho humo.

- No creo que los dulces basten esta vez. - Concordó otro, una mano bajo el mentón, pensativo.

- Y hablando de Tsu-chan, ¿en dónde se metió? - Ante esto, el grupo se miró entre sí.

- Lejos de todo, anda molesto. - Y eso no era una sorpresa, no realmente. - Estoy más preocupado por su verdadero menú que todo esto. Degolló a esos dos en menos de un minuto. - Y porque estaba molesto. De otra forma quizás se hubiera tomado su tiempo.

Y se hubiera puesto a pintar en las paredes o en algún lado, ignorando que no estaban en casa y que no era buena idea que hiciera tal cosa por múltiples razones.

- No lo veo comiendo de bolsas. - Tardíamente, agregó: - Si las hay.

- Si no las hay entonces nuestras versiones de esta época son unos completos imbéciles.

En otro lugar y tiempo:

- ¿Estás bien? - Se limpió la nariz, y se preguntó internamente si se iba a resfriar. - No tu también. - Ahora los estornudos eran contagiosos, caray.

- Todo bien, todo bien… - Desestimó el… "hombre" de pelo gris, volviendo a tomar su vino. - Honestamente pensé que vendrías antes, ¿por que te tardaste tanto? - Como quién no quiere la cosa.

Si su hijo no se hubiera dado la tarea de traer cada cosa sobrenatural a la casa, tan pronto hubiera llegado este tipo hubiera sufrido un infarto a los 5 minutos.

No todos los días llegaba un loco, actuaba normal, pedía sushi, y una vez que se iban todos y pedía que se fuera, el tipo venía y dejaba caer lo "normal". Aparte de que había un ser no humano en su tienda, dicho ser le hablo de tú a ti tranquilamente, familiarmente, y básicamente le pidió asilo. Decía asilo, porque según las palabras del tipo: "al menos aquí no voy a aburrirme mientras esperó".

Y luego, hace una hora, llegó su "hijo". O había tomado una pastilla de crecimiento instantáneo, o lo que le decía el ser no humano era verdad.

- No se como estas tan tranquilo a sabiendas de que Tsuna está en peligro, con nuestros yo pasados. Si pueden con Tsuna, estamos fritos, y tú aquí con tus paños calientes y tomando vino. - Ah sí, aparentemente el… el "hombre" era medio reptil o de sangre fría o algo. No iba a preguntar.

Un tentáculo hizo aparición, arruinando la forma perfectamente "humana", para remover la copa de vino y colocarla cuidadosamente en la mesa. En segundos ese mismo tentáculo volvió a fundirse en la "piel", como si nunca hubiera pasado nada raro.

- Estarán más que bien. - Desestimó el tipo, casi de forma aburrida. - Veo que viste al jefe, ¿no te dijo que nuestro jefe dejó un interesante mensaje? - ¿Jefe?, ¿que jefe?

- ¿No? - Su "hijo" procedió a sentarse y robarse ese vino, la botella entera. Oh no. - Estaba más preocupado en asegurarme de que llegara a salvo al búnker.

- Tuvo que haberte dicho que nuestro jefe no murió. - "Tienes que estar bromeando" no dicho abiertamente. No hacía falta, de verdad que no, porque lo dijo con todo lo demás.

La sola forma en la que su hijo envejecido quedó en "procesando" lo decía todo.

- Hayato, perdoná que te lo recuerde, pero Tsu-chan aún confunde cosas. En esta época confundía desmayarse con morir. - Hey, ¿por qué me señalas joven?, hey.

- Pues esta vez no mintió. - El "hombre" sacó un papel del bolsillo y se lo ofreció a su hijo.

Ese papel fue releído varias veces. Aún cuando fue devuelto, Takeshi tenía cara de que iba a llorar o iba a reír.

- Cuándo los vampiros mueren solo quedan cenizas. Eso me dijo el joven jefe. - ¿Eso no era lo que decían los mitos junto con que no les podía tocar la luz del sol y una estaca al corazón funcionaria?, ya no se creía nada de eso, Tsu-chan salía a la calle como si nada y era un vampiro.

- Odia los ataúdes. - Murmuró su hijo envejecido lentamente, aún en medio de decidir si iba a llorar o a reír. - Debió de haber estado enfurecido cuando lo encontraste. - Ah, reír. Bien, esa era más saludable.

- Y dado que tu no le creíste y la evidencia quedó conmigo… - El "hombre" miró el papel en su mano por un momento antes de decir: - No se si decir pobre gente, o pobres nuestros yo de esta época. El jefe va a volverse loco encerrado, y no va a tener mucho aguante si todos van a suponer que está malinterpretado las cosas. - Cosas que, por la conversación, el joven vampiro estaba en lo cierto.

Un minuto de silencio antes de que su hijo se llevará la botella a la boca y tomará varios tragos como si fuera agua.

- Tardarán días en limpiar toda la sangre, y va a estar intratable y sumamente hambriento para cuando terminé la semana. No le dejamos casi nada, tremenda falla…

- Creímos que murió, y de paso no han hecho falta tantas opciones en años. - Eso no era una excusa, fue lo no dicho por parte de ambos.

- ¿En dónde crees que se metió?, porque si estamos aquí nuestro vampiro también. - ¿Ah?

- Dado que está de "vacaciones", probablemente esté en otro país o en alguna isla paradisíaca. Ha querido viajar por unos cuantos meses, ¿sabes?

Otro minuto de silencio.

- Esto es nuestra culpa, ¿no es así?

- Ojala no sea de larga duración. No me fio de esa familia, menos con la versión joven de Tsu-chan.

- ¿Estás seguro de que no hubiera salido mejor usar esa bomba radiactiva con patas que tienes por ahí?

- Siguen a lo que se mueva, no las he perfeccionado, desgraciadamente. - Muy bien, quería a este tipo lo más lejos de su tienda. ¿Por qué tenía que ser otro con los explosivos? - Volarlos a todos del mapa es, sin duda, una excelente-

- Mientras no vuelen mi tienda. - Porque no se fiaba de ninguno.

Uno no era humano y el otro traía cualquier cosa extraña a casa con una sonrisa. No, no iba a caer. Ya tenía básicamente a un vampiro como hijo no dicho, residente permanente como quién dice, sin que le pidieran consentimiento. ¿Y cómo demonios se negaba o chistaba?, tenía varias razones por la cual hacer tal cosa era una terrible idea. Aparte de la felicidad de su hijo, claro está.

¿Cuándo fue que se equivocó con su hijo?, ¿o ya venía de cualquier forma?

- Imaginé que estarían aquí. - Estaba cerrado, ¿acaso-

- ¿Ustedes también?, ¿qué?, ¿nos vamos a venir todos a esta época?

Devuelta al futuro…

-... encantado de verlos. - Terminó el recién llegado, ignorando olímpicamente que estaba hablando en plural y sólo se refería a uno.

El "uno" era un vampiro que había sido arrastrado a desayunar y estaba a un paso de tirar la mesa con todo y desayuno. No tenía pinta de haber pegado ojo, no tenía pinta de estar feliz, y mucho menos tenía pinta de querer hablar.

- Te volviste super fan de Mr. Musculo, ¿no? - Porque se había pasado, y no creían que fuera del todo natural.

- ¿Mr. que? - O tal vez no. - ¿Te refieres a los músculos?, me temo que me ha costado mantenerles el ritmo a todos. - ¿Ah?

- ¿En qué sentido? - El boxeador señaló al vampiro que estaba echando humo por las orejas desde dónde estaba.

- Digamos que Tsu-chan no es el único sobrenatural en nuestra familia. - Con una sonrisa de oreja a oreja, como si hubiera dicho alguna especie de broma.

Para la gente de ese tiempo en verdad era una broma. Una broma, porque ninguno en la familia del vampiro era completamente humano. Nadie creía que fueran completamente humanos desde el inicio, pero nadie tenía las agallas como para preguntarle directamente a alguno de ellos.

- ¿Estás diciendo que la mayoría ya no somos humanos? - Si bien no era una verdadera sorpresa oír esto, para este grupito de adolescentes era una completa novedad.

- ¿Completamente?, no. - El boxeador se encogió de hombros, volviendo a mirar al vampiro que estaba que explotaba de la rabia que cargaba encima aún. - ¿Quieres ver algo asombroso Tsu-chan?

Oh no, no otra vez.

- ¡No vayas a quemar la silla ni la meda ni nada por el amor de Dios! - Quitar las quemaduras, lo quemado, el olor…

No quería vivir esa pesadilla aquí también, muchas gracias.

- Aguafiestas. - Lo decía quién nunca limpiaba su propio desastre. - En fin, ¿ya al menos le dijeron la parte buena de estar aquí?, tiene pinta de que solo le dijeron lo malo.

- Creo que todo lo tomo como malo. - Murmuró uno con una mueca, rascándose la nuca con nerviosismo. No era de extrañar porque.

En otro lugar y tiempo…

- ¿Me estás diciendo que mi colección de dulces son aliens comprimidos? - Allí se iba su idea de comérselos, qué lástima.

- Tienes un montón. - La niña ignoró lo que dijo, admirando su jarra de dulces… bueno, aliens comprimidos. ¿No hubiera salido mejor convertirlos en pastillas?, no se había comido a nadie por pura suerte. - Con razón no hemos encontrado a tantos… - "Los tienes todos tú".

- Están en todos lados. - Se encogió de hombros diciendo esto.

Había conseguido en techos, en platas, en el piso, en ropa, y hasta en su desayuno está mañana. Y gratis. ¿Qué podía ser mejor que eso?, que no fueran aliens. ¿Era tanto pedir?

Aparentemente si. Y aparentemente creían que daría todo su esfuerzo gratis. Había que arreglar eso:

- Quiero dulces. - Por si no entendían: - Muchos dulces. - Si bien no los mataría, eso no quería decir que se iba a portar bien y no les metería el susto de su vida por osar a demandarle cosas y de a gratis.

Hace tantos años que nadie tenía la valentía de hacer algo así, tanto que ya casi se había olvidado de que eso podía pasar. No podía esperar mucho de una niña y un grupo de aliens raros, suponía…

Tal vez debería de agradecer que la gente aún estaba perdiendo la cabeza y no la había perdido completamente. Sería una lástima tener que irse tan pronto a otro lugar a continuar con sus vacaciones porque todo quedó… inutilizado, por así decirlo.

Lo mejor del caso es que no había hecho nada catastrófico, aún. No había ido propiamente de caza, no lo había hecho todavía, pero era solo cuestión de tiempo… No es como si pudiera llegar a cualquier lado y pedir una botella de sangre cada vez que se le antojara. De paso no sabía bien, porque ya alguien lo había intentado y fue una malísima idea. Era peor que las bolsas de sangre congeladas y eso ya era decir algo.

¿A dónde iría después de esto?, ¿Brazil?, ¿Chile?, ¿Ecuador?, ¿Texas?

Quizás… quizás mejor se buscaba un mapa. Y unas recomendaciones de turismo. Debió de haberlo planeado mejor, pero la verdad es que solo pensó quedarse en Hawái. Desgraciadamente la gente aquí no era tan chévere como su familia.

Extra

-... vez si es, está vez si es… - Se automotivo, tratando de pensar positivo, tratando de no pensar en que iba a volver al Sunny en un dos por tres. Otra vez.

Hasta ahora todo tenía pinta de ser normal. Y con las características de su Tsu-chan. Mientras estuviera en la "dimensión" correcta, no le importaba en qué parte del planeta estuviera. Moverse de país en país era cualquier cosa luego de andar entre "dimensiones".

-... seguro?, me sorprende que no lo hayas anotado en esa libreta tuya. - Gente normal. Adolescentes yendo a clases. O viniendo de clases.

Nada de poderes locos, nada de magia o cosas elementales a simple vista, estructuras actuales por todo lo que sabía y no del futuro o muy en el pasado… A este punto estaba que si terminaba en el pasado, solo esperaría. Era un vampiro, podía darse el lujo de esperar, sería-

- En mi defensa estaban pasando muchas cosas. - El chico más pequeño le dio una mirada de pocos amigos a su amigo antes de decir: - Y quede por fuera, si mal no recuerdas.

- Igual fuiste y ayudaste a salvar el día. - Adolescentes, adolescentes…

Al menos ya sabía que debía de estar en Japón o algún lugar referente al mismo. Era… era ligeramente bueno para su paz mental y su esperanza de que había llegado al lugar correcto. Sería lo más-

- Aún no me acostumbro a ver a la luna así, ¿sabes? - ¿Ah?, ¿la luna?

Cometió el error de mirar arriba, de buscar la "luna". Tan pronto la vio, sintió algo caer y sabía que había dejado caer su bolso.

Era una posibilidad de que hubiera pasado algo mientras no estuviera, pero no creía que entre las posibilidades estuviera que la mitad de la luna no existiera. Debía ser un mal chiste, debía de ser eso…

Debía de comenzar a buscar periódicos y libros de historia. Solo para salir de dudas rápidamente. Solo por eso. No pasaba nada, de verdad que no…

Iba a ver a Luffy y a los demás en la cena, ¿no es así?