Los personajes no son míos pertenecen a masashi kishimoto. La historia si es mía. Las imágenes tampoco son de mi propiedad, son usadas para fines ilustrativos

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Había sido una tarde muy cansada. Las labores escolares habían excedido la cantidad habitual. Ella al ser una chica aplicada en asuntos escolares,había terminado hasta la última tarea encargada ese día, aunque algunas tenían fecha de entrega para dentro de una semana, pensaba para si que así tendría más tiempo libre.

Leyó en su teléfono un recordatorio, esa tarde tendría entrenamiento su amigo kiba, a quien había acordado apoyar. Sin olvidar que ella misma tomaría una clase con su Sensei.

Empaco su traje de baño escolar, una pieza simple de color azul oscuro. Preparo algunos onigiris para compartir con sus amigos. Recordó que los de tomate eran los favoritos de Sasuke, y los de carne para kiba. Con todo listo en su mochila , se dispuso a salir de su casa.
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-Hinata que bueno que has llegado, huele delicioso. ¿Trajiste comida? - el castaño lucio animado.

-Discúlpalo alumna, tiene olfato de perro. ¿Cómo estás? - el morocho lucia Tan implacable como siempre. Pero una pequeña sonrisa se dibujaba sutilmente en su rostro

-H-hola, Si traje comida para ustedes. Por su esfuerzo - la peli azul sonrió a ambos. Saco aquel recipiente en que había guardado aquella comida. Paso los de tomate a Sasuke y los de carne a kiba ya que estaban sentados en la mesa del lugar.

-Estoy seguro que voy a ganar esta vez, he mejorado mucho, casi 1 minuto menos que la vez anterior- se jactaba el castaño de su progreso. Había que reconocer que disminuir todo ese tiempo era un logro difícil.

-Me alegraría que ganaras kiba, te has esforzado mucho- la morena le sonrió en forma de apoyo, un moreno la miraba de reojo- debo decir que tú maestro hizo un buen trabajo

-Sin mí no serias nada alumno - comenzó a reír el moreno- es broma es broma, te has esforzado mucho y ha dado su fruto - añadió al ver la cara de pocos amigos que le puso el castaño. Solía ser así, él hacía bromas sobre su superioridad y el castaño fingía molestia, realmente el humor de Sasuke no era uno que molestara. A pesar de que todas sus alabanzas hacia el mismo fueran reales.

- Hinata viniste a tu clase de natación también? - le preguntó el chico del olfato de perro- No creo que Sasuke tenga tiempo hoy, dijo que tenía que ...

-No te preocupes, eso será más tarde. Puedo enseñarle un par de horas antes de irme. A eso vino después de todo - se levantó y comenzó a caminar a la piscina.

- Eeeh? ¿No viniste a verme practicar? Bueno no hay problema, me verás en la competencia - le afirmó el castaño a su amiga, no quería volver a sentirse desplazado de nuevo

-Ya quiero verte ganar - le dijo en forma de apoyo, el chico frente a ella se sintió más animado que nunca.

-No vas a venir alumna? Cámbiate y entra - le grito el azabache desde lejos. Ella se dispuso a obedecer yendo a los vestidores.
Cuando se puso el traje de baño camino directo a la piscina. Ya había aprendido lo básico en la playa así que entro con menos miedo del que recordaba.

-Vas a hacer exactamente lo que te diga, no quiero que reproches nada. - le sentenció el morocho a la chica. - tranquila no te pediré nada indebido. - se rio bajito tras decir aquello. La chica solo se sonrojó un poco deseando que cumpliera con su palabra.

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La clase de natación pasó más rápido de lo que había creído. Aunque se encontraba exhausta. Él era un buen maestro después de todo, no solo era su ego hablando. Parte de su temor era ser extremadamente torpe, pero había sabido defenderse un poco, al menos sería muy difícil que se ahogara, y eso para todos ya era mucha ganancia.

-Creo que estás listas para la fiesta de Sango. ¿Asistirás verdad? - le cuestionó el Moreno. No es que le interesara si esa chica iba, pero parecía que Sango le apreciaba.

-Espero que sí, no se aún como haré para escaparme otro fin de semana - realmente era algo que venía preguntándose hace días, supuso que trabaja mejor bajo presión.

-Si necesitas transporte puedo llevarte de regreso. No sería la primera vez. Pero tienes que asistir, Sango estaría triste si no vas- le explicó el moreno, sonriéndole de forma coqueta añadió- tal vez yo también, solo un poco.

Hinata no sabía cómo sentirse al respecto. Sentía culpa por no poder decirle a sus padres que visitaba a gente que había conocido por internet pues sabía que le harían alejarse de ellos. Pero algo le decía que valía la pena el riesgo, que tenía que asistir a esa fiesta. La ventaja es que sería el mismo día de la competencia de kiba, así que, si jugaba bien sus cartas, podía asistir a ambos.

- ¿me escuchaste? - la sacó de sus pensamientos esa voz que ya era tan familiar.

-Lo siento, sigo pensando en cómo hacer para venir. - su rostro notaba preocupación. Sería más difícil que la vez anterior.

-Se nos ocurrirá algo, no te preocupes ¿está bien? - con sus dedos índice y anular tocó su frente, un gesto que su hermano mayor solía hacer con él, antes de comenzar a odiarse. Vio a la chica ruborizarse, era una mujer que le inspiraba ternura. Se alejó un poco abochornado al tener ese pensamiento.

- Gracias Sensei- le agradeció ruborizada, ¿Que había sido ese toque? Se sintió tan cálido, pero era algo que jamás le había visto hacer a nadie - debo irme, si me tardo más no llegaré antes que mis padres.

-Te acompañó a tomar el autobús - le siguió, no estaba muy lejos de allí, lo cual se sentía amargo, aún quería hablar más con ella.

-etto... ¿hay algo que Sango quiera de cumpleaños? - pregunto la chica, si le era posible asistir tendría que llevar un presente.

- Kakuzu, pero dudo que puedas dárselo - se rio por lo bajo- es broma. Supongo que cualquier cosa de chicas le gustara.

-Kakuzu... -la chica pensó que no podría dárselo, pero al menos podía hablar con él- ¿tienes su número?

-Sí, pero ...

-por favor envíamelo- el autobús había llegado, camino para alcanzarlo - nos vemos Sensei, gracias por todo - se subió al autobús despidiéndose agitando su mano.

- ¿Que estás pensando hacer hinata? - se alejó sonriendo de lado, se detuvo a mirar al cielo. Recordó un poco ese toque en la frente que le había dado, ¿porque lo había hecho?

-Ya estás perdido- escuchó una voz viniendo delante de él, quien había visto toda la escena - estás igual que la vez pasada. Solo te falta suspirar

-Deja de decir eso, eres molesto suigetsu- continuo su camino dejándolo detrás. Ese tonto no sabía de lo que hablaba.

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Había estado meditando todo el camino a casa que es lo que podía hacer con Sango respecto a su situación con kakuzu. Todo se remontaba a hablar con él. Hasta donde sabía él estaba interesado en ella, pero por alguna razón no podía dejar a Mei. Sonrió un poco al leer el mensaje de su Sensei
- te pasó el número, pero no fue de mi de quien lo obtuviste. PD: Que tengas éxito ;)

De cierta manera sentir su apoyo le daba más confianza para marcar esos números en su teléfono. Su cuerpo se llenaba de ansiedad al escuchar los tonos de marcación. Había dos cosas de las que tenía miedo, una era que respondiera y le dijera que no era su asunto, y la otra es que respondiera y le dijera lo que no quería escuchar. La tercera opción era la más agradable para ella, que no respondiera. No estaba de suerte el día de hoy... o tal vez sí.?

-Hola? - No conocía ese número del que le llamaban, pero decidió responder por si acaso era una morena de ojos oscuros a quien no había tenido el valor de llamar.

-Kakuzu, soy hinata, ¿cómo estás? - al chico de ojos verdes se le escuchó la voz con tono de decepción al saludarle a lo que ella aprovechó para iniciar el tema que le importaba- ¿esperabas que fuera otra persona verdad? ¿Quizás alguien que su nombre empieza con S? - se arriesgó mucho quizás, solo silencio se podía escuchar del otro lado. Es verdad que se habían llevado bien en el tiempo que llevaban conviviendo en el chat, pero jamás habían sido íntimos amigos o hablado de esos temas del amor.

-Soy muy obvio, ya lo sabía, pero esperaba que se disimulara por teléfono- se escuchaba desanimado

-No sé qué pasó contigo, pero Sango...ella se quedó esperando por ti - sin darse cuenta su voz había salido triste, se sentía mal por su amiga- creo que está esperando que la llames

-Yo estoy con Mei, no puedo hacerle eso. -hizo una pausa-Llevamos mucho tiempo juntos, ella me ha perdonado muchas cosas, no puedo dejarla solo así...

- ¿Ella es feliz contigo?

-Eso creo, no lo sé. Todo se ha puesto muy raro. Cada vez que terminamos ella vuelve al día siguiente y me pide disculpas, me pide que regrese con ella y yo... simplemente no puedo decirle que no. ¿Soy patético verdad?

-No sé mucho sobre el tema, pero lo poco que los vi... ninguno Lucía feliz.

Kakuzu comenzó a contarle una historia sobre cómo fue que se conocieron. Ella iba al mismo colegio que él. Al principio a él le molestaban por la cantidad de cicatrices que tenía debido a varias operaciones que tuvo de Bebe, ella por su parte había decidido defenderle de los demás niños. Cada vez que él estaba triste por los comentarios de sus compañeros, ella le regalaba una paleta. Cuando el padre de ella murió se hicieron más unidos. Su madre se volvió a casar y el padrastro la maltrataba, así que comenzó a escaparse de su casa para estar más tiempo con él.

-Oficialmente nos hicimos novios hace 3 años, pero podrás notar qué hay mucha historia. La quiero muchísimo, pero Sango... ella es... - suspiró un poco - es complicado ...

-Sí, no me imaginé algo así. ¿Cuándo fue que comenzaron a cambiar las cosas? - le cuestionó la ojiperla, no entendía como de ser tan unidos habían pasado a pelear todo el tiempo

- Hace un año quedó embarazada. Esto no fue del conocimiento del grupo, porque ella decidió abortarlo. Lo hizo sin preguntarme si quiera mi opinión. Fue una gran pelea, porque yo si hubiera querido tenerlo, al menos ser parte de la decisión. Para ese momento yo trabajaba en la crepería donde Sango trabaja ahora. Ella recién había empezado y me pareció bien desahogarme con esa chica que apenas me conocía. Encontré el apoyo que necesité en ese momento, ella me animó a tratar de comprender porque mei había tomado esa decisión. Nos hicimos cercanos. Mei comenzó a alejarme más y más. Hasta que un día termino conmigo. Se sintió más alivio que tristeza. Ya no podía más con las peleas constantes, cuando pasó lo único que quería era llegar con Sango a contarle y cuando lo hice ella...me beso. Sentí tantas cosas..., aquella noche ella y yo nos besamos hasta que no pudimos más por la falta de aire... hasta que llegó Mei, fue a buscarme para decirme que estaba arrepentida por terminar, pero ya nos había visto. Fui tras de ella sin importarme nada más, aun sabiendo que lastimaría a Sango. Cuando la alcance por fin, me dijo que estaba bien, si mi felicidad era con ella me dejaría ir, que solo deseaba que fuera feliz... pero no pude.

-Ella te había dejado ir... - la ojiperla no tenía idea de nada de lo que estaba escuchando, no sabía que decir

- Así es, pero al verla tan vulnerable y comprensiva, pensé que quizás podría volver a funcionar. Regresamos y tuvimos algunos días buenos. Hable con Sango y le explique la situación. Estaba triste, pero fue tan comprensiva que me dejó impresionado. Creo que de verdad me ama, no merece estar con alguien tan estúpido como yo, que no puede terminar una relación por los buenos momentos de un pasado que no volverá. Dentro de mí aún no puedo perdonarla, pero no puedo dejarla.

-Creo que es por eso que ella te ama. Porque no dejas ir tan fácilmente lo que alguna vez te hizo feliz. ¿En eso eres igual que ella lo sabías?

-Somos idiotas- se escuchaba un tono cálido en su voz, parece que le hizo bien contar todo aquello. No había sido mala idea llamarle después de todo.

-Espero que los tres puedan encontrar la felicidad - le dijo de manera sincera la ojiperla

-Pensé que me dirías que deje a Mei y esté con Sango, es lo que todos me dicen

-No me concierne decir eso. Creo que tú ya sabes que hacer, yo los apoyaré en lo que pueda... ¿irás a la fiesta? - allí iba la pregunta culminante, por la cual había llamado.

-Iré…-hizo una pausa-Sin Mei. No dejare que le arruine la fiesta. Pero lo demás será sorpresa - dijo de forma animada

-Me alegra saber eso, estaré apoyándote a lo lejos - le confirmo la chica, feliz por haber podido acercarse más a él y comprender más sobre él amor de su amiga.

Ahora solo le quedaba arreglar el asunto de su salida el fin de semana. En cuanto su padre abrió la puerta se acercó a saludarlo. Había decidido preparar la cena favorita de su progenitor para ablandar su corazón.

-Huele delicioso, ¿acaso es pato a la naranja? - pregunto el hyuuga asombrado por aquel delicioso olor, era ese plato que tanto le fascinaba

-Así es Padre, por favor come - se sentó frente a él, esperando le haya quedado tan rico como a su madre

- ¿Que vas a pedirme hinata? -le miró con una ceja alzada mientras masticaba aquel primer bocado. Su rostro reflejaba cuánto le había gustado, era su momento.

-B-Bueno, ya que pregunta...- hizo una pausa buscando las palabras adecuadas - Quisiera ir el fin de semana a donde fui al viaje escolar.

-Hiciste amigos allí? - eureka! No se había percatado que podía decir eso. Podría tener la excusa perfecta para ir cuando quisiera, ya no eran personas desconocidas en facebook- No es normal que tú hagas amigos tan rápido.

-eeeh? P-pues - allí tenía razón, quizás por eso no había pensado en esa excusa- habrá una competencia de natación y yo quería asistir con algunos amigos de la escuela

- ¿Quién ira? -pregunto sabiamente el padre, no le gustaba la idea de que su hija viajara sola y menos tan lejos.

-Gaara y temari - mintió - ya los conociste la vez pasada. - ellos eran lo más cercano a amigos que había tenido en aquella escuela, le habían invitado a una fiesta de cumpleaños hace 6 meses y la trajeron a su hogar, donde su padre les conoció.

-Te quiero de regreso temprano, máximo 10pm, si llegas más tarde no vuelves a salir en un mes - le advirtió, la hora era lo de menos, ya tenía el permiso.

- "Nos vemos el sábado" -Hinata , escribió en aquel grupo. Todos le respondieron felices, a excepción de karin.

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No sabía que vestir. Tenía dos eventos muy diferentes aquellos días. Para la competencia de nado había elegido unos jeans celestes desgastados y una blusa blanca con mangas. Pero para la fiesta... decidió que usaría la misma ropa. No debía ser muy diferente a la vez anterior. Se puso su bikini azul como ropa interior para que no sospechara su padre al verle empacar. Cuando todo estuvo listo se despidió de sus padres y salió a tomar el autobús. Tras llegar a su destino se encontró a los chicos reunidos fuera del club. Habían quedado de verse allí para ir todos juntos a apoyar a kiba, quien ya se había adelantado al lugar de la competencia.

-Vámonos! -dijo una animada morena al grupo conformado por shino, Karin ,Ino suigetsu y ella. Se limitaron a seguirle mientras bromeaban sobre cómo kiba se vería en el diminuto traje de baño y lo crecido que saldría si lograba salir victorioso. La ojiperla preguntó disimuladamente donde se encontraba su sensei.

-Oh no te dijo? Él también competirá el día de hoy. Les pidieron estar 2 horas antes del evento para detalles técnicos- se había quedado helada. ¿Cómo era posible que fuera entrenar a su contrincante? Por lo que había visto, Kiba no tenía oportunidad contra él. Entendía por qué su Sensei y compañero le habían ocultado esa información.

Cuando llegaron buscaron los lugares que sus amigos habían separado para ellos. La pelirroja rápidamente buscó escabullirse a las regaderas donde estaban los competidores. Sango y Hinata fueron tras ella, deseaban animar a sus amigos.

-Hey Chicas! ¿Qué hacen aquí? - pregunto el chico de marcas rojas en el rostro

-Vinimos a desearles suerte - dijo Sango sonriente - Deseamos que Ganes, pero, ¿porque te pintaste el rostro?

-ah esto - señaló las líneas que había dibujado debajo de sus ojos en dirección a su boca- tradición familiar, son los colmillos de los lobos, somos fuertes y feroces como ellos.

-No tenía idea que fueran tan tradicionales - dijo la ojiperla - sé que ganarás.

-Si tú lo dices así, no hay forma en que pierda - sonrió determinado el castaño.

-¿Dónde está Sasuke? - por fin hablo la pelirroja, ese era su único objetivo y no lo veía por ningún lado.

-él ya está en las duchas- contestó el chico mirando curioso a la pelirroja - si querías verlo debiste venir más temprano. A mi Sensei le gusta prepararse con tiempo

-El estará en la última competencia, no creo que podamos verlo hasta entonces, por favor dile que le deseamos suerte- dijo la morena girándose para irse- No importa que diga que no la necesita. Dale el mensaje

-Qué tengas éxito - sonrió la peliazul al chico frente a ella, y alcanzo a la morena para cuestionarle sobre aquella competencia - ¿Competirán entre ellos?

-Oh no, Kiba no tendría oportunidad - rio Sango por lo bajo- hay dos categorías. Novatos y Avanzados. Esperamos cada quien gane la suya, primero son los novatos. Sentémonos ya va a comenzar

Al reunirse con el resto de su grupo comenzó a hablar el encargado del evento. Presentó a los competidores de la primera división. Podía notar lo confiado que se notaba kiba. Los otros chicos eran pequeños y delgados. Él sobresalía a pesar de que eran jóvenes de su misma edad. Cuando sonó el silbato los 8 jóvenes saltaron a la alberca. La ojiperla no entendía muy bien que ocurría, pero con cada giro notaba cómo su amigo tomaba ventaja. Hasta que finalmente, escuchó a sus amigos gritar de alegría... Kiba había ganado.

Durante el receso se habló mucho sobre el futuro prometedor del ganador, después de todo había sido entrenado por el actual campeón de natación, ¿si era ese el término correcto?
El joven se unió al grupo de amigos, todos le felicitaron y mostraron su apoyo, aunque era evidente que por su físico, los otros chicos no tenían oportunidad. Volvieron a sus lugares para ver la competencia del azabache.
La ojiperla lo identifico de inmediato, aunque todos con los lentes y la gorra parecían iguales. Pudo notar cómo este le sonreía a lo lejos, ella le deseó suerte con su sonrisa. Cuando Karin descubrió cuál de todos era Sasuke, comenzó a hacer un alboroto, el azabache les saludo levantando su mano, antes de entrar en posición. Le vio nadar, más rápido que todos. El morocho no solo quería ganar, si no que quería hacérselos saber desde el comienzo, por ello había tomado ventaja desde el inicio. Solo un chico podía hacerle competencia, pero aún el, tuvo dificultad para llegar antes y por eso no fue posible derrotarlo. El azabache salió victorioso. Era una competencia local, pero sin duda había demostrado por que era el mejor. Pasaron a un podio para recibir su premio. Una hamburguesería local había prometido hamburguesas gratis por un año a ambos ganadores. Además de darles un ramo de rosas a cada uno y un traje de baño deportivo.
Hinata se acercó a kiba a felicitarlo. Le dio un abrazo rápido

-Felicidades Kiba, nos sorprendiste a todos- le sonrió la ojiperla.

-Bueno ya sabes, me esforcé. Es bueno que al menos en esto logre lo que quería, antes de irme - sonrió un poco triste al recordar lo que pasaría pronto.

-a donde vayas triunfarás, ya verás - le consoló la chica frente a él.

Un bullicio de chicas se escuchó a su espalda, ambos voltearon a ver qué ocurría. Vieron a su Sensei ser perseguido por un grupo de chicas alocadas, pidiéndole fotos y que les regalara una rosa. Una a una despidió a esas chicas con una rosa en su mano. Una pelirroja se acercó a él con un tono meloso.

- ¿A mí no me darás una Sasuke? - le cuestionó la chica fingiendo dulzura.

-Por supuesto, tú eres mi fan número uno- le revolcó el cabello, notando a la peli azul que le observaba a la distancia. Camino directo a ella. - alumna esta es para ti - le extendió una rosa, roja y preciosa. Totalmente abierta como a ella le gustaban.

-Yo no te he pedido una, pero gracias- la acepto la ojiperla, notando la molestia de la chica pelirroja

-lo sé, te la he dado porque he querido. Cuídala bien - le sonrió coquetamente y procedió a felicitar a su alumno. Después de eso se despidió. Dejando a dos chicas con sentimientos muy diferentes. Una furiosa por lo que acababa de insinuar el chico y la otra sonrojada con un sentimiento de calidez y confusión ¿porque le habría dicho aquello? Olfateo su rosa sonriendo para sí misma disfrutando ese momento.

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