Capítulo 49 La Apuesta.

Ya había pasado una semana desde la Luna llena, no había cambios en el colegio ni en las monjas ni en los alumnos, nada fuera de lo normal. Pero era obvio que ellos jamás se dieron cuenta qué un ángel estuvo entre ellos, ni siquiera la hermana Margaret que es la más devota.

Pero para quienes sí lo supieron, la pandilla del San Pablo fue difícil los primeros dos días, y al tercer día decidieron hacer un pacto de no volver a hablar de lo sucedido con AB.

Sobre todo para evitar qué la nostalgia los invadiera y el deseo de asesinar a Neal para hacer que el alma de Anthony entrará en él se acrecentará. Sí, sonaba descabellado, "Dios nos libre de semejante pecado" dijo Paty secundada por Candy y con diez Aves Marías de Annie. Aunque sobraba quien quisiera ahorcarlo, la posibilidad de que Anthony estuviera cerca para entrar en el cuerpo de Neal era dudosa, pues AB se acercaba sólo cuando Candy o uno de sus seres queridos estuviera triste y obviamente ninguno lo estaría si podían librarse de semejante Leagan. Además cómo dijo Annie, lo sucedido no está permitido y en todo caso fue una oportunidad en un millón. Así que no les quedó más remedio que seguir con sus vidas sin Anthony, de todas formas tristemente ya estaban acostumbrados.

Annie estuvo yendo al hospital cada tercer día sólo para asegurarse qué no tuviera una recaída. Albert por supuesto cumplió su promesa de cuidarla día y noche. Eso sí, no permitió qué Candy se ausentará de sus clases otra vez. El tío abuelo lo dijo "Candy debes recuperar tu vida ya, te quedas en el colegio punto"

La pecosa nunca había visto a Albert tan enérgico pero tenía razón al igual que Terry, quien también se lo dijo "Debes mirar siempre hacia adelante"

Y así lo hizo, ahora cuando sus actividades se lo permitían junto a Paty, Antonella y Annie iban devotamente a cuidar de las flores del invernadero que ahora en Mayo lucían más hermosas.

Por su parte los Cornwell, Terry y Erik junto con el resto del comité de la fraternidad ya ideaban cómo celebrar a su manera el festival de Mayo. Cada año lo hacían de una forma muy peculiar qué incluía a las colegialas menos conservadoras. Así qué ya pueden imaginar el tipo de fiesta qué tenían un grupo de adolescentes sin la supervisión de un adulto.

Los días pasaron y el entusiasmo por el festival de Mayo ya impregnaba todo el colegio. Los donativos de los padres llegaban por montones así qué la junta de padres y la directora estaban más que felices. Con todo ese dinero podrían pagar los gastos para el festival y hasta más.

En los pasillos del San Pablo los alumnos no dejaban de hablar sobre que se pondrían, a quién invitarían, y por supuesto con qué chico o chica bailarían.

Entre los chicos más comentados por las chicas obvio estaba el incansable Lord Terry. Ese guapísimo chico serio, engreído y altivo que sólo se dignaba en mirar una chica si ésta lograba llamar su atención. Cosa que era muy pero muy difícil de lograr. Pero cuando una lo lograba éste le lanzaba una mirada que prácticamente la desarmaba acercándose a ella diciéndole con voz ronca "ya tienes mi atención ¿y ahora qué harás para mantenerla?" Así era él, digno hasta la médula. Pero él no tenía la culpa, así lo tenían educado, por algo era el vigésimo quinto en la línea de sucesión al trono de Inglaterra y consentido de la Reina Madre. Aunque sus más allegados sabían qué la única dueña y señora de ese mocoso engreído era Candy, para el resto del colegio y debido a los últimos acontecimientos él ya tenía fama de… indeciso, pues en menos de un año ya había puesto sus ojos en Candy, luego Annie y ahora Antonella. No faltó quien aseguraba que la siguiente sería Paty. Cosa que hizo que la pobre chica se pusiera más roja que un tomate.

Contrario a él estaba Erik, que cada año no se negaba a bailar con todas las señoritas del colegio. Pero este año sería diferente pues seguía haciendo puntos para que Antonella ya lo perdonara. Por lo que esa mirada coqueta que lanzaba a las chicas mientras caminaba por los pasillos se había esfumado… mentira, mientras Antonella estuviera cerca se comportaba como monje en peregrinación y cuando no pues no le era nada difícil corresponder a la mirada coqueta de una colegiala poco conservadora. Bien lo dijo una vez "por mirar no se peca"

Otro "soltero " codiciado era por supuesto Archie. No olvidemos qué la mitad de las alumnas se matricularon sólo por conocer y estar cerca del "buen mozo americano" ése que fue fotografiado en la sonada fiesta de cumpleaños de Terry. Y cimo en el colegio no se sabía de su relación con Annie más qué sus allegados, pues la lista para bailar con él era bastante extensa.

Hablando de listas, los caballeros del Real colegio San Pablo ya tenían su ranking de chicas. Y no eran sólo las diez mejores ¡oh no! Literal todas las 30 chicas matriculadas en el colegio estaban en esa lista, de la más linda hasta la menos agraciada. Así que siguiendo dicha lista, los chicos ya tenían en la mira a quien conquistar o ya por lo menos bailar o siquiera saludar en el baile del Festival de Mayo. Pues era la única oportunidad que tenían en todo el año para acercarse a ellas más de lo qué podían hacer en la misa dominical.

Desde su llegada a principios de año Antonella arrasó con el primer puesto pero dado que Terry supuestamente tenía los ojos en ella, ya estaba totalmente descartada. Nadie quería competir con el líder de la fraternidad. Así que ahora el puesto lo tenía una hermosa rubia con pecas y dulces ojos verdes Candice White Ardley.

A Terry le daba risa que siquiera sus compañeros pensarán que podrían conquistarla. "Si supieran qué ya es mí esposa " pensaba. De todas formas le advirtió a Erik que tendría que evitar que se acercarán ella o era capaz de ir a Buckingham a cancelar su compromiso con Antonella. Erik no tuvo problema en aceptar de todas formas si quería el perdón de su amada no podía bailar con otra chica y qué mejor forma de evitar la tentación qué estando con su hermana durante todo el baile.

Le seguía Annie "por fin era libre de Terry" decían. A Archie no le molestaba qué tuviera tantos pretendientes… pero extrañamente empezó a correr el rumor de que Britter entraría a un convento rumano en verano. Algunos se desilusionaron y desistieron pero otros no tanto.

En el top ten estaba una chica qué aunque fuera una arpía no se podía negar qué era hermosa. Sí Eliza Leagan. El saberse una de las más populares pero no más qué Candy la hizo todavía más insoportable y desafortunadamente ya no estaba AB para corregirla a desgreñones.

Así era el ambiente en el Real Colegio San Pablo, adolescentes soñando con el primer amor y bailar con él en el esperado baile del Festival de Mayo.

Habitación de Candy.

-Candy es muy bonito- dijo Annie emocionada al probarse su vestido.

-Sí él… bueno papá te lo regaló cuando fuimos a Stratford y pues nuestro angelito pensó qué era perfecto para qué lo usarás en el baile - respondió Candy.

-Es precioso. ¿Crees qué a Archie le guste?

-Tu eres hermosa con lo qué te pongas. Mira qué nadie notó qué yo te peinaba hace unas semanas.

-Gracias Candy.

-¿Te duele? - preguntó Candy señalando el pecho de Annie.

-No, ya no. Cerro completamente. Mi debilidad es la de siempre. He hecho un esfuerzo por llevar a cabo todas las actividades extracurriculares en las qué… me inscribí en mi ausencia.

-Annie no te esfuerces.

-Estoy bien, cómo si hubiera despertado de un largo sueño.

-¿Recuerdas algo?

-No. - respondió desanimada -Anthony tenía razón. Será cómo intentar recordar un sueño. Sólo podré … ya sabes pedazos de la historia hasta ya no poder recordar nada.

-Es mejor así. Lo importante es qué conociste a tu mamá.

-Sí Candy, y me amaba mucho. Aunque ya no puedo recordar su rostro y nuestra historia juntas, puedo sentir su abrazo aún - dijo Annie con una sonrisa.

-No te esfuerces es mejor qué estés tranquila si algún día lo recuerdas me lo compartes si tú quieres.

-Por cierto ¿A quién invitaste al festival?.

-Me hubiera gustado traer a la señorita Pony y a la hermana María pero se que ya es imposible. Además conociéndolas no dejarían a los niños tanto tiempo.

-Les escribí una extensa carta anoche. También hablé con papá y mamá, la hermana Gray me dió permiso. Pero tampoco podrán venir tienen qué quedarse para recibir a Michigan.

-Te tiene mucho consideración. No lo digo para qué te sonrojes. Aprovecha qué tu eres la protegida del Duque de Grandchester.

-Candy no que pena. Ya suficiente tengo con Eliza y sus burlas porque supuestamente Terry me cambió por Antonella.

-Dímelo a mi. Soporté tu noviazgo con él por su tonta fraternidad y ahora su enamoramiento con Antonella para qué no la casen con alguien más, pero ya me cansé. Aunque reconozco qué gracias a eso Eliza ya no me ha molestado con mi anillo de compromiso.

-¿Hablarás con él? Desde qué hicimos el pacto en el invernadero no has ido a verlo.

-Aun estoy triste y no quiero qué me vea así.

-¿Tu crees qué estando con él lo recordarás?... O más bien sabes qué efectivamente ya no pensarás en él.

-¿Eres Annie o quien eres?

-Solo se qué ver a Archie sufriendo al creerme muerta me hizo valorar nuestros momentos juntos. También vi a Terry llorar. No sé si por mi o por verte sufrir. Candy no pierdas más tiempo. No sabemos qué sorpresa nos tendrá la vida. La muerte no es la única razón para qué dos personas qué se aman no puedan estar juntas.

-Annie… tienes razón. ¡Iré a buscarlo ahora mismo! - dijo Candy para después correr a sacar algo de su escritorio.

-¿Qué es?- preguntó Annie

-Es una armónica qué le compré en Stratford. Con tantas cosas no había tenido tiempo de dársela. Creo qué ahora lo es. Te veo en clase.

-Sí Candy. Hasta luego.

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Mansión de Lord Hamilton.

-¿Les gusta? - dijo Gabrielle alzando un mameluco amarillo con listones blancos bordado por ella.

-¡Oh Gabrielle te quedó hermosa! - dijo Martha

-Y el color es perfecto sea niño o niña. Por cierto ya escogiste el nombre - dijo Madeleine.

-Sí. Para no perder la costumbre angelical, si es niño será Uriel y si es niña Angelique - respondió Gabrielle

-Buena elección.

-Oigan, me llegó la invitación de Paty para el Festival de Mayo. Irán o seré la única canderry en asistir - preguntó Martha

-Supongo qué si. Terry no me ha escrito y mira qué cuando estábamos en el Mauritania me lo comento. ¿O fue aquí? Ay ya no me acuerdo.- respondió dudosa Gabrielle.

-Son jóvenes se les debió pasar.

-Eso o ya terminaron su relación.

-¿Cómo dices eso Madeleine?

-Gabrielle si fueras a tomar el té a Buckingham lo sabrías.

-Estoy cansada, no puedo salir tanto.

-Agradezcan qué yo si veo a la Reina.- dijo Madeleine con tono presuntuoso.

-Ay ya dinos, ¿qué tiene qué ver eso con Candy y Terry?

-Se canceló la cena de compromiso de la hija del Conde de Vernog con el Duque de Salvatierra y el rumor es porque fue orden de la Reina Madre porque la quiere para Terry.

-¡Otra vez! Se supone qué Richard ya lo había arreglado - exclamó Martha con fastidio.

-Sí. Pero la misma Alexandra me aseguró que Terry se lo pidió.

-¿Qué?-dijeron al unísono.

-Me lo aseguro. Supuestamente estos meses qué ha convivido con ella en el colegio lo hicieron reconsiderar casarse con Antonella.

-Tenemos qué ir a verlos ya. Con razón no nos ha invitado pobre Candy debe estar muy triste - dijo Martha.

-Seguro por eso no me ha invitado - apoyo Gabrielle.

-Sin invitación no se puede entrar.

-Pues mañana voy a ver a Richard y más le vale qué me lleve de acompañante y ya sólo faltará la tuya Madeleine.

-Ni creas qué le rogaré a Richard por una invitación.

-Madeleine no puedes entrar sin invitación.

-El domingo el Cardenal dará una misa especial en el colegio y me invitó por ser de la congregación. Así qué aprovecharé para hablar con Candy para qué me haga llegar la invitación,- dijo Madeleine.

-Terry y Candy se casan de eso nos encargamos nosotras. - profetizó Gabrielle

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Segunda colina de Pony.

-¡Terry Grandchester!

-Candy, me asustaste creí qué eras la hermana Gray.

-Otra vez fumando - dijo Candy arrebatándole el cigarro para después tirarlo y pasarlo.

- Oye. - dijo Terry sorprendido.

-Toma es para tí.

-¿Una armónica? ¿Qué quieres, qué te dé un beso indirectamente?

-Terry.

-No te enojes, estoy bromeando. La tocaré si tú quieres.

-Haces y dices cosas imposibles.

Terry comenzó a tocar una hermosa melodía llamada Annie Laurie. Mientras Candy se sentaba a su lado hablando a si misma.

-Terry no ha vuelto a mencionar a Anthony. Supongo qué tiene razón, debemos seguir nuestras vidas. Anthony cómo te lo prometí voy a seguir mi camino sin miedo ni vergüenza.

La melodía de Terry se detuvo, el chico quiso decir algo pero en ese momento sonó la campana.

-Es la campana para volver a clases. Vamos - dijo Candy poniendose de pie.

-Por supuesto qué lo haré y lo haré tocando la armónica.

-Terry te van a castigar.

-¿En serio? En lo qué va del año me mandaron a Dublín, me han encerrado en mi cuarto y también en la celda de castigo por semanas, debo hacer servicio social, me quitaron mi mesada, y el colmo debo ir a rezar el rosario con las hermanas todos los días. Creeme qué a estás alturas ya es un reto para mí qué la hermana Gray me castigue. Me pregunto qué más podría hacer para castigarme.

-Debo irme o se hará tarde. Adiós.

-Adios señorita pecas.

El chico le dió la espalda y se sentó para seguir tocando la armónica. Mientras Candy se quedaba detrás de él pensativa.

-Ni siquiera me dio un beso. Dijo que me daría espacio pero… yo no quiero estar distante de él.

Acto seguido se paró delante de él y se agachó dejando al chico sorprendido para cuestionarla, pero apenas pudo decir ¿Qué quier..?... pues Candy selló sus labios con un beso.

-Hasta luego. Y ya lo sabes toca la armónica en vez de fumar -dijo Candy mientras corría colina abajo dejando a un Terry feliz y sorprendido.

-Pecosa atrevida y mandona.

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La pecosa iba a toda prisa a su salón de clases, los pasillos ya estaban vacíos se alcanzaba ver desde lejos. Mala señal recibiría una reprimenda por no llegar temprano.

Resignada aceleró el paso con la esperanza de qué la hermana aún no llegara al salón pero para su sorpresa fue interceptada por el casi conejillo de indias de Stear

-Hola Candy ¿Vas tarde a clases ? - dijo Neal con una sonrisa fallida y con las manos en la espalda.

-Neal.

-Te acompaño.

-No es necesario, además no podemos estar juntos.

-Pues cuando estabas con Terry no decías lo mismo.

-Y a tí qué te importa. - dijo Candy alejándose pero Neal de inmediato la alcanzó y se colocó de nuevo frente a ella.

-¿Te irás sin tus rosas?

-¿Cómo?

-Las compré para ti. Ayer tuvimos el quinto domingo y aproveché para comprarte un ramo - dijo el chico poniendo el ramo en las manos de Candy.

-¿Qué quieres? Tu no das nada sin esperar algo a cambio. Si quieres el perdón del tío abuelo olvídalo sólo sigues aquí por la tía Elroy porque si por él fuera ya estarías en América.

-Me arrepiento de lo qué hice. Y aunque si busco el perdón de Albert, en realidad ahora quiero invitarte al baile del Festival de Mayo.

-¿Estás loco?

-No pongas esa cara. Ya todos sabemos qué Terry te cambio por Annie y ahora por Antonella. Eres libre.

-No es cierto - pensó la chica con fastidio.

-Vamos soy un buen partido.

-Estas loco… alejate no me interesa. Y toma tus rosas llevalas a la capilla - gritó Candy aventando el ramo a las manos del chico qué de inmediato se enfureció.

-Oye no acepto un no por respuesta - dijo Neal jalandola del brazo a lo qué Candy respondió con un pisotón -Ahh maldita. Vas a ser mía si o si.- se lamentaba el chico viendo alejarse a la pecosa.

-Eres un imbécil - se escuchaba Erik acercándose a Neal con una risa burlona.-¿De verdad crees qué podrás conseguir qué vaya contigo al baile?

-¿Quieres apostar? - retó el chico.

-Me gustan tus palabras. Está bien qué te parece 1000 libras la qué logré ser su pareja en el Festival de Mayo.

-Obvio la llevas de ganar.

-No si consideramos a Terry dudo que le agrade que su mejor amigo salga con su ex novia. Pero por mil libras me arriesgo.

-Trato hecho. Pero es bailar con ella toda la fiesta y besarla.

-Vaya qué eres atrevido. Pero acepto gustoso con tal de ganar mil libras y salir con la más linda del San Pablo. Pero sobre todo verte perder. - dijo Erik dándole la mano a Neal para cerrar la apuesta.

Pero con lo qué no contaba es qué Michael los escucho y pues se interesó también en la soltera rubia con pecas.

-Yo entró a la competencia.

-Eso es entre Neal y yo. - dijo Erik energico

-¿Te da miedo perder? - retó Michael.

-No suena nada mal -intervino Bastian qué también llegaba a la conversación.

-Bastian cállate - ordenó Erik.

-Cien por chico y él qué logré llevarla al baile y darle un beso se lleva todo - insistió Bastian dejando a Erik con la boca abierta por semejante propuesta.

-Hecho - dijo Michael dando su parte para después alejarse.

-Ya qué. - acepto Neal también dando el dinero y yendose al salón de clases.

Una vez solos Erik tomó del cuello a Bastian llevándolo al rincón donde nadie los escuchará.

-¿Quieres qué Terry nos rompa la cara?. La tenía ganada. Sabes perfectamente qué por orden de él yo seré el acompañante de Candy sí o sí.

-Precisamente por eso. Haz cuentas. Somos 35 en este colegio quitando a los del comité quedan…

-¿26?

-Exacto, si multiplicamos por 100 nos dan 2600 libras. Vamos, la tenemos ganada además Terry es tu mejor amigo seguro aceptará.

-Vale. Pero sólo si Terry autoriza extendemos la invitación al resto de los chicos.

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Salón de clases.

-Terry llegas tarde y deja de tocar eso no estás en la feria - reclamó el padre escuchando entrar a Terry tocando la armónica.

-Lo siento. Ensayo para el coro de la iglesia - respondió Terry con sarcasmo para después tomar asiento.

-Ese instrumento no es digno para tocar a Bach - dijo despectivo el padre aló qué Terry indignado refutó.

-¿Y cuál si lo es padre?

-El órgano, el piano, el violín y por supuesto la hermosa voz de un barítono o una soprano.

-Qué pena y yo qué quería tocar en misa - respondió Terry con sarcasmo.

-La misa no es una burla. Pero ya qué estas tan interesado y se muy bien de tus dotes en el piano. Tocaras en la misa del próximo sábado.

-¡¿Qué?! - gritó sorprendido.

-Excelente idea. Lord Grandchester tocando en la misa qué justamente el Cardenal de Glastenbury dará para iniciar el festival de mayo - decía ilusionado el padre.

-Lo qué me faltaba - dijo entre dientes el rebelde

mientras el elegante soltó la carcajada.

-¿De qué te ríes Archibald? Tal cómo le dije a Terry, tocar para el santísimo no es una broma - regañó el padre.

-Tiene envidia porque no sabe tocar - dijo Terry

-Claro qué sé.

-¡ Perfecto! Tocarán a cuatro tiempos tú y Terry. Ensayarán todos los días hasta el sábado.

-¿Qué? ¡No! - gritó Archie.

-Ahora mismo van con el capellan para qué les de las partituras. Quiero qué toda la semana se enfoquen en ensayar. Tiene qué ser perfecto.

-Pero Padre.

-Andando. ¿Qué tiene de gracioso Neal? ¿Tu también quieres tocar?

-¡No! Créame no sabe ni cómo usar un shampoo - intervino Terry. Lo último qué deseaba era compartir castigo con Neal.

-Basta de platicar. Archibald, Terruce andando.

Los chicos salieron del salón a regañadientes. Y caminando por el pasillo uno junto al otro se empujaban para desquitar su coraje.

-Eres un imbécil, no sólo tendré qué tocar en misa sino qué tendré qué soportarte toda la semana - decía Terry bastante enojado.

-Hola idiota. Creeme qué tampoco me agrada pasar las tardes contigo. Además para qué te haces el gracioso tocando la armónica.

-Porque me dió la gana.

-Pues a mi me dió la gana reírme.

-Mira, más te vale qué sepas tocar porque no pienso enseñarte.

-No te necesito. Tocó desde los diez

-Yo desde los cuatro. Aprendí a leer partituras antes qué el abc.

-No podía faltarte lo engreído. Ahora por tu culpa no podré cuidar de Annie.

Annie ese nombre le retumbaba la cabeza. Era imposible no verla y recordar a Anthony. Archie se dió cuenta de la seriedad de Terry al parecer también le dolía aunque lo negara.

-Tu también lo extrañas ¿verdad?

-No sé de qué hablas.

-De Anthony y lo sabes.

-Basta, quedamos qué no lo mencionaremos otra vez.

-Si pero eso no significa qué deba dejar de quererlo o hacer cómo si nunca lo hubieras deja de ocultar lo qué sientes.

-¿Y si lo hago qué? No vuelvas a pronunciar su nombre delante de mí o te rompo la cara.

-No me amenaces y si quiero recordar a Anthony lo haré.

-Hazlo qué quieras sigue viviendo en el pasado entonces.

-¿Qué pasa aquí?- regaño una de las hermanas al verlos discutir en pleno pasillo.

-El Padre Josué nos envió con el capellan para qué nos indique la lista de canciones. Tocaremos en la misa del cardenal - respondió Archie apenado.

-Bien. Entonces dejen de gritar en los pasillos y vayan directo a la capilla.

-Sí hermana. Permiso - dijo Archie para después tratar de alcanzar a su primo político qué no se digno a esperarlo -No sé como Candy le tolera ese genio de los mil demonios.

Terry parecía más enojado qué nunca, si bien le había dicho a Candy qué tenía curiosidad por saber qué castigo podrían darle, la verdad es qué no dejaba de ser un castigo y lo molestaba.

-Puedes caminar más despacio - decía Archie tratando de alcanzarlo

-¡¿Dónde está el capellán?! - le gritó a la pobre monja qué salía de la capilla.

-Terry Grandchester, no necesitas gritar, ¿qué necesitas?- respondió la monja pero apenas terminó de hablar y el rebelde ya estaba caminando hacia adentro - Terry ven aquí.

-Vamos a tocar en la misa del domingo y quiero saber cuel es la sacra lista de canciones - se disculpó Archie.

-¡Oh Dios ¿en serio?! El cardenal estará feliz qué un Grandchester se digne tocar para él, su talento es sublime. Voy a avisarle al capellan. Esperen adentro.

Mientras la monja fue a buscar la capellan Terry ya estaba junto al órgano esperando con cara de fastidio.

-Ahora entiendo todo - dijo Archie sentadose junto a él.

-¿De qué hablas?

-De qué si ya saben qué eres un engreído todavía te dan más cuerda.

El rebelde estaba por contestar a su nemesis primo cuando llegó corriendo el capellan.

-Terry me han dado la gran noticia ven aquí te mostraré que puedas tocar…

-El tocará conmigo - interrumpió el rebelde.

-Ah.- expreso el capellan con tono de desilusion.

-Toca el piano desde los 10 - se burló el rebelde.

-Empezaste tarde. Pero bueno podemos ayudarte si tienes algo mal. Toca algo no quiero sorpresas.

-Sí me lo permite tocare Claro de Luna - dijo Archie.

-Adelante.

-Qué simple - opinó Terry.

-Era la favorita de mi primo ANTHONY.

-No, Terry tiene razón. Esa canción es muy sencilla mejor toca algo cómo Fuer Elise.

-¿Qué tal de Luna de Mozart? Me encanta la Luna Llena.

-Excelente elección. Adelante.

Archie comenzó a tocar definitivamente sabía lo qué hacía y lo hacía muy bien. Tan bien qué sorprendió al rebelde y al capellan.

-Sublime, definitivamente exquisito. Veo qué tus dedos están hechos para el piano. Terry hazlo tu ahora, la misma canción.

Archie le cedió el lugar a Terry quien comenzó a tocar tan rápido qué volvió loco al pobre capellan.

-Terry mesura mesura estamos en la casa de Dios tocala a tres tiempos.

-Pero el chico hizo lo qué quiso pero pese a todo la canción sonaba bien.

-Facinante Dios el talento de ambos me permitirá hacer un milagro si Dios me lo permite.

-Y con ayuda de los angeles padre - agregó Archie. Haciendo qué Terry casi lo quemara con la mirada.

-Seguro qué si. Bien empiecen a practicar en el salón de música. Aquí están las partituras. Los veo a las 7.

-Padre a esa hora tengo Rosario ¿podría ser antes?

-Esta bien a las cinco. Pero desde hoy y hasta el viernes ensayarán desde las 3 hasta la 7. Y el sábado antes de misa haremos un último ensayo.

Archie tomo las partituras y otra vez fue tras su primo político qué ya caminaba rumbo al salón de música.

-Voy a tener qué aguantar tu presencia todas las tardes.

-A mi tampoco me agrada verte la cara.

-Sabes qué, practica tu sólo yo me voy a dormir a la fraternidad. Adiós. - dijo Terry dejando la pobre de Archie sólo y cón las partituras.

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El día había terminado los alumnos y alumnas ya estaban por ir a cenar. Algunos salían de sus habitaciones otros de sus cuartos y otros tantos seguían en la fraternidad o en los jardines.

-¿Paty qué haces? Por qué me citaste aquí ya casi es la hora de la cena - dijo Candy llegando al invernadero.

-¿Quiero mostrarte algo? Mejor dicho presentarte a mi mejor amiga - respondió Paty sacando de una caja a una pequeña tortuga -Aquí está. Suele esconderse entre los jardines pero cómo están arreglandolos para el festival. Decidí traerla aquí, estará mejor resguardada.

-¡Es una tortuga!

-Se llama Julie.

-Hola Julie, bienvenida al San Pablo- dijo Candy tomándola en sus brazos.

-Antes de qué ustedes llegarán era mi única amiga. La qué escuchaba mis penas y secretos. La quiero mucho. Me muero si algo le pasa.

-No te preocupes entre todos te ayudaremos a cuidarla.

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Fraternidad del San Pablo.

Stear trabajaba en su nuevo invento mientras el resto del comité lo observaban incrédulos. Unos sentados sin perder detalle y otros acostados en el piso fumando.

-Stear, sigo pensando qué las rosas son mejor - dijo Archie con tono de preocupación.

-Apoyo la moción - dijo Erik recostado en el sillón tomando una copa de vino.

-No. Paty es la chica qué amo y mi primer amor. Quiero pedirle qué sea mi novia de una forma qué jamás pueda olvidar.

-¿Qué no pueda olvidar? En ese caso, adelante con tu invento. Porque ni ella ni todo el San Pablo lo olvidaran - recalcó Archie.

-Oye se lo qué hago.

-Eso es lo qué me preocupa.

-Stear. Mientras tú sorpresa no alerte a las hermanas sobre nuestra fiesta, adelante cuenta con nuestro apoyo - dijo Bastian mientras comía bocadillos junto a Toby.

-Gracias chicos - agradeció Stear sin quitarle la vista a su invento.

-Conmigo no. No pienso ir a Dublín otra vez y estoy harto de las celdas de castigo - dijo Erik con hartazgo.

-Erik no seas así. Nos la pasamos bien en las celdas - comentó Zach.

-Yo no quiero qué me expulsen - dijo Toby apenado.

-Miren les prometo que si algo sale mal yo asumiré toda la culpa - dijo Stear sin quitarle la vista a lo qué hacía con su invento.

-Olvidalo somos una fraternidad.

-Agg está bien - terminó aceptando Erik

-Yo asumo la responsabilidad de Toby - dijo Terry entrando.

-Jefecito. Volviste - dijo Toby corriendo a abrazar a su jefe

-Toby, ya hablamos de los abrazos.

-Lo siento.

-Te estábamos esperando Terry., para hablar de algo muy importante - comentó Bastian a lo qué Erik rodó los ojos.

-Sí, vayamos al tema principal. La fiesta.- comentaron los gemelos.

-Aquí están las chicas qué asistirán. Sólo son 5, menos qué el año pasado pero nos divertiremos igual. O si uno de ustedes desea invitar a alguien adelante pero todos tendríamos qué aprobarlo - decía Bastian mostrando los nombres a sus compañeros.

-¿Puedo invitar a Eliza Leagan?- preguntó Zach tímidamente.

-¡Está loco! - gritaron todos al unísono.

-Me gusta y quiero conquistarla.

-Mejor regálale tu alma al diablo- dijo Archie después miro a Terry - Perdón ángeles del cielo.

-A ver vamos a aclarar algo qué por lo visto ya se les olvidó. Las novias están prohibidas. Y déjense de santurrones y no empiecen con su, "ay no quiero qué Antonella se entere, no quiero problemas con Candy y Annie o blabla" - decía Bastian enojado.

-Hey yo no he dicho nada, el mandilon es Erik - se defendió Terry.

-Sí claro y le entras a todo - retaron los gemelos.

-No. Ya les dije qué pienso guardarme para mí duquesa. Además no necesito estar con una chica para divertirme. Es una fiesta no un aquelarre.

-Cierto -apoyo Erik.

-Vamos, les conseguí este edificio, tenemos dinero para lo qué quieran comprar de comida y bebidas. No se értanse. - dijo Terry para calmarlos

-Podemos replicar la fiesta de año nuevo pero con chicas - sugirió August a lo qué su hermano Julius agregó con picardía - Y qué chicas.

-Yo digo qué sin chicas - insistió Erik.

-Mandilon - replicó Bastian.

-Esto es una democracia. Quien desee la fiesta con chicas levanté la mano. - dijo Terry a lo qué sólo los gemelos y Bastian la levantaron.

-¿Qué significa esto? ¿ la fraternidad de monjes? - dijo Bastian poniéndose de pie.

-Significa qué los solteros tendrán la oportunidad de conquistar una chica de esas 5 e invitarla al festival de mayo o cualquier lado menos aquí.

-Ok ahora la llamaré "La aburrida fiesta de la fraternidad sin chicas" Erik antes eras el primero en traerlas. - insistió Bastian bastante molesto.

-Lo siento por enamorarme de Antonella

-¿Quién no lo haría? Siendo la número uno - se burlaron los gemelos.

-Reconócelo eres un suertudo por qué te corresponda. Y Candy a Terry. Y Annie embobada por Archie. Las tres más lindas ya tienen dueño - comentó Zach decepcionado.

-Y la vigésima, Paty próximamente - se burlaron otra vez los gemelos.

-No me molesta qué sea la vigésima en lista de pubertos del San Pablo. Y estoy seguro qué si ella lo supiera tampoco - comentó Stear qué seguía sin apartar la vista de su invento.

-Ya dejen de burlarse. Ya qué cada quien invite a su chica y punto. - comentó Erik tratando de poner orden -Tienen 26 chicas de dónde escoger e invitar.

-¡Menos Eliza! - dijeron todos al unísono antes de qué Zack pudiera preguntar.

-Nosotros sabemos quién no está soltera, pero ¿qué hay de Neal?

-¡Neal es un imbécil! - respondió Archie.

-El angelito debió dejarnos usar el invento de Stear. Total si fallaba al menos Neal estaría muerto. Ahora qué lo pienso hubiera sido el único invento en la historia qué aún fallando hubiera sido un éxito - agregó Terry

-Ya lo creo qué sí - apoyo Stear

-¿De qué hablan? - preguntó Toby desconcertado.

-De qué pudimos cambiar la historia pero no podemos ir contra los designios de Dios - respondió Erik

-Terry, hablando de listas. Cómo sabes para el resto de los chicos incluyendo Neal, Antonella está descartada por estar contigo y Candy es ahora la número uno - dijo Bastian mirando con complicidad a Erik.

-Sí lo sé y me divierte qué sean tan idiotas.

-Y será más divertido si le sacamos provecho. - apoyo Erik

-¿Qué insinuas? - preguntó Terry mirando con desaprobación a su cuñado.

-Neal quiere salir con Candy en el festival de mayo - respondió Bastian.

-Ademas de imbécil, idiota - comento Archie

-Eso siempre lo hemos sabido - apoyó Stear con la vista en su invento.

-Y bueno yo le aposté 100 libras a qué yo lograba llevar a Candy al baile del festival de Mayo.

-¿Qué? - dijeron el unísono Terry, Archie y Stear. Incluso Stear por fin apartó su vista de lo qué hacía.

-Terry sabes qué obvio ganaré porque ella saldrá conmigo cómo te prometí, para qué ningún imbécil cómo Neal se le acerque… pero

-¿Pero qué? - preguntó Terry poniéndose de pie y mirándolo con cara de pocos amigos.

-Te toca dar la cara, fue tu idea - dijo Erik a Bastian y colocándose trás él.

-Verás Terry … justo en ese momento llegó Michael pidiendo entrar a la apuesta y pues… ahí se me ocurrió qué no sería el único y… se me ocurrió hacer una competencia - decía tartamudeando el pobre Bastian.

-¿Y de casualidad no se te ocurrió lanzarte de un puente? - dijo Terry poniéndose frente a Bastian.

-No te enojes… mira con un costo de 100 libras y pues si consideramos qué serían 26 chicos pues serían 2600 libras… eso si todos entran… y tenemos las de ganar… porque cómo dijo Erik el será ganador porque tú le dirás a Candy qué debe estar con el.

-¿Tu crees?

-Vamos Terry, en Buckingham lo hacen. Hacen subastas para bailar con las princesas y el dinero recaudado es para los niños pobres del orfanato - insistió Bastian tratando de salvar el pellejo.

-Terry, en mi defensa yo pensaba hacerlo sólo con el idiota de Neal - comento Erik.

-Bastian tiene razón. La tía Elroy hacía lo mismo en Chicago para recaudar fondos para el hospital Santa Julia - dijo Archie para después agregar con orgullo -Una vez una señora pagó 200 dólares por bailar conmigo.

-Qué desperdicio de dinero. Eso y quemarlos era lo mismo- dijo Terry

-Y Eliza era más insoportable. Porque siempre daban más por ella- comentó Stear.

-Vamos Terry. De todas formas Erik estará con ella - insistió Bastian.

-El dinero no me importa. Si Candy se entera es capaz de mandarme al diablo y peor aún salir con Neal con tal de darnos una lección.

-Por eso se tiene qué enterar por ti cuñado.

-Es una buena causa.

-¿Qué causa? Además de verle la cara de idiota a Neal.

-El hogar de Pony. Le donamos la cuarta parte - propuso Archie.

-Cierto.- apoyo Erik.

-Estoy de acuerdo. ¿Quién más? - dijo Bastian a lo qué todos levantaron la mano.

-Está bien hablaré con ella - aceptó Terry rodando los ojos.

-Genial daré el aviso en la cena.

-No. Hasta qué Candy no de su aprobación tú te callas. Ahora sí me disculpan me voy a dormir ya tuve suficiente por hoy.

Terry salió de la fraternidad llevando a jalones a su cuñado. Una vez afuera volvió a confrontarlo.

-¿Qué te hizo pensar que podías subastar a mí esposa qué por cierto es tu hermana? Aunque fuera sólo con Neal.

-Ya te lo dije. Las cosas se dieron, el imbécil le llevó flores después del descanso. Y pues yo me quería burlar de él.

-De verdad qué es idiota.

-Es el baile Terry, todos querrán conquistarla incluyendo Michael y los qué se apunten.

-Gracias a ti.

-Terry no me digas qué no lo veías venir. Obvio más de uno la invitara y Bastian fue listo y aprovechó la oportunidad.

-Mi pecosa me va a matar.

-No si insistes con lo del hogar de Pony.

-Pero hablaré con ella después, hoy estoy harto.

-¿No puede ser antes?

-¡No! Ya dije qué hasta qué Candy de su aprobación ustedes se quedan cómo están.

-Ok. Te sugiero convencerla con flores o rosas -dijo Erik burlándose para después alejarse corriendo.

-Muy gracioso - dijo Terry después dió un largo suspiro - Bonita la hora qué se te ocurrió irte angelito. Hubieras Sido de mucha ayuda para convencer a Candy. O mejor aún hubiera apostado a Britter.

Cansado volvió a su habitación. Una vez ahí se lanzó a su cama. Estaba por sacar su cajetilla de cigarros del bolsillo, pero en su lugar encontró la armónica de Candy. Sonrió y la llevó a su boca para entonar Annie Laurie. Y pensó mientras tocaba "Es mejor qué un cigarrillo.

Continuará….

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Muchas gracias por la espera y por el apoyo : Australia77, Pequeña Pecosa, Gladys, EveStru1213, Edith Grandchester, Gladys, Palasatenea2018, Cla1968, Sindy teherán y todos los guest.

Feliz Navidad mis queridas Canderrys :)