DISCLAIMER:Los personajes de Naruto Shippuden no me pertenecen, son obra de Masashi Kishimoto. Yo solo los tome prestado, sin ningún fin comercial.
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ADVERTENCIA: Este capítulo será rated M (Escenas con situaciones sexuales explícitas)
Nota de Shaoran: Quisiera ser Hinata jajaja
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Capítulo 8
Yokubō (Deseo)Había ido muy temprano al hospital de Konoha, acudiendo a buscar los anticonceptivos que debía tomar para su cuidado. Aunque Hinata realmente no se había preocupado mucho al respecto, ya que su esposo no la había tocado más, desde aquel día. En el cual, confirmó por segunda vez, que no pasó nada.
Hinata se sonrojo al pensar en ello y caminó con tranquilidad por los pasillos, hasta salir del hospital encontrándose con el Uchiha que la esperaba y a unos metros… Óbito.
—¿Estás bien?—
Sasuke la miró de arriba abajo, examinándola y ella sonrió al ver que estaba preocupado, su pecho se llenó de un calor acogedor, pues no podía creer aún, que Sasuke Uchiha la amara. Y aunque no lo había dicho en palabras, sus acciones se lo habían demostrado ese mes, después que ella aceptó los sentimientos que tenía por el chico de cabellos ónix.
—¿Qué hacías aquí?— insistió el Uchiha.
—Vine a recoger unas pastillas — dijo colocándose frente a él.
—Entonces si estás enferma — afirmó
—¡No! — aclaró con rapidez — son anticonceptivos — dijo abriendo los ojos por decirlo a la ligera y sonrojándose por la vergüenza.
El Uchiha alzó una ceja —¿Los has tomado en este tiempo?— cuestionó curioso.
—S…Sí, aunque no… no como debería ya que ….— se hundió en sí misma.
—Pues ahora sí hazlo como se te indica, los necesitarás — dijo para luego tomarla de la mano y comenzar a caminar con ella.
Hinata abrió aún más sus ojos y sintió su cara enrojecer, incluso casi podía sentir humo salir de su cabeza ¿Acaso había entendido bien? ¿Acaso podría pasar algo entre ellos? Ella no estaba preparada, no sabía qué hacer ¿Y qué era ese sentimiento de felicidad? Hinata no podía reaccionar, por el aturdimiento.
Óbito los seguía a una respetable distancia.
Pero Sasuke conocía a su esposa y el temblor en su mano la delató, jalándola y deteniéndose para acercarse a su oído, sin importar los curiosos ojos de los aldeanos del lugar.
—¿Dije algo malo?— ella negó de forma infantil con la cabeza y Sasuke sonrió cortándole el aliento, pues amaba esa inocencia en ella — ¿O te molesta el hecho que deseé hacerte mía de una jodida vez?—
Óbito se movió a tiempo para sostenerla pues la ex Hyūga se dejó ir violentamente hacia atrás, perdiendo el conocimiento y miró al Uchiha menor confundido. Mientras la gente alrededor murmuraba por lo sucedido.
—¿Qué le hicistes?—
Sasuke solo suspiró y sonrió a su vez.
—Todavía nada—
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—Sasuke me explicó que así será todo, así que…— rascó su cabeza — Yo no deseo obligarte, incluso me puedo ir de la aldea y tú…— dudó — estar tranquila —
Naruto desvió la mirada incómodo, en aquel rincón del cuarto de la Haruno. Está yacía en cama, con una cómoda pijama color rosa. Un mes había transcurrido desde aquella confrontación, dándole tiempo a Sakura de pensar en la situación, por lo que estaba pasando.
El rubio suspiró con fuerza, se sentía mal, sentía que la estaba presionando. Pero en verdad él, ya sentía amor por aquello que crecía en el vientre de la pelirosa, tenía que luchar o intentar la mínima cosa por tenerlo en su vida. Hasta aceptar el descabellado plan del Uchiha y verlo crecer en un tubo, en el laboratorio de Orochimaru.
Sakura sonrió comprensiva y tocó su vientre.
—No lo haré—
Naruto empuñó sus manos y suspiró nuevamente, colocándose en pie.
—Entiendo— le dió su mejor sonrisa y se giró hasta tomar la cerradura de la puerta.
—Lo tendré aquí— Sakura continuó y Naruto detuvo su acción — Estaba equivocada ¿Sabes? Tenía miedo porque fue sorpresivo, algo que no estaba en los planes de mi vida, temía a qué me juzgarán, estaba deprimida por perder a Sasuke kun — el rubio hizo una mueca al escucharla— por no lograr lo que deseo en mi vida, por esta responsabilidad que llegó ahora—
—Yo me quedaré con él o ella — se acercó a su cama, sin definir el sentimiento que tenía en esos momentos — trabajaré mucho en misiones pequeñas, estaré en la aldea. Puede vivir conmigo, le haré un cuarto y tú visitarlo si lo deseas —
—También quiero estar con él— dijo sonriendo ante los planes del rubio. —Pero… ¿Y tú sueño? El ser Hokage —
Naruto tomó su mano y Sakura se sonrojó ante la sonrisa que le dió.
—Lo seré, ahora más que nunca debo serlo.— afirmó y habló de nuevo — ¿Tus padres?—
—Están felices, los conoces no son normales— sonrió recordando cómo su padre la alzó haciéndola girar y su madre la abrazó llorando de alegría, respuesta que jamás se imaginó. Pues a pesar de que aquella etapa llegaba a su vida por una irresponsabilidad, sus padres la apoyaban incondicionalmente —gracias a ellos aclaré mi mente y me hicieron ver qué el miedo me hizo pensar de forma errada, al menos para mí. Ahora se que al final si lo hacía, me iba arrepentir el resto de mi vida—
—Entonces podré verte…— le sonrió —para saber cómo está — refiriendo al ser que crecía en su vientre.
—Sí—
Y un incómodo silencio surgió. Pero el Uzumaki habló de nuevo para aclarar sus dudas.
—¿Somos amigos verdad?—
Sakura abrió los ojos y no supo qué era ese sentimiento que se estancó en su pecho.
—Si— fue simple su respuesta.
Pero él le sonrió con alegría.
—Me alegro— dijo para acercarse y depositar un beso en su frente.
Sin imaginar la confusión que estaba atormentando a la chica de ojos jade.
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Un suspiró salió de sus labios, mientras se movía acomodándose un poco en aquella cama. Parpadeo un par de veces y fijó la vista en la ventana frente a aquella cama, de su habitación. Sasuke estaba ahí, sentado en el alféizar de la ventana.
Su mirada se perdió por un instante al ver ese rostro hermoso, que se mantenía sereno, mientras miraba las afueras de aquel lugar. Que poco a poco volvía a la vida.
— ¿Estás bien? — escucharlo la hizo sobresaltarse en su lugar.
—Si— fue su simple respuesta.
Sasuke la miró, se colocó en pie y caminó hasta ella. Para sentarte en el colchón.
Con las yemas de sus dedos tocó su mejilla y Hinata se estremeció, pues cada vez eran más frecuentes sus acercamientos. Había entendido que Sasuke Uchiha era más de acciones que palabras. Aunque a veces llegaba a sorprenderla, como en ese momento.
—Eres muy hermosa—
Hinata solo suspiró y sintió como por sus mejillas subía un poco de calor, haciendo que apretara sus párpados, sintiendo la atmósfera cargada. Ella no sabía cómo actuar en esas situaciones.
—Para mi también es difícil— le dijo cómo si supiera lo que pensaba y ella lo miró a los ojos — jamás me molestaría en actuar así, pero contigo es distinto, mi mente y cuerpo reacciona por impulso, algo raro. Caí en mi propio juego— dijo refiriéndose a lo vivido en esos meses.
Hinata no apartó la mirada y tímidamente alzó su mano para alcanzar su cuello y hacer que se inclinara hacia ella, besándolo y así temblando tomó la iniciativa. Se abrió paso a su boca hundiendo su lengua húmeda y tímida, en su interior como siempre lo hacía él al besarla, lo sintió estremecerse, Sasuke estaba sorprendido pero lo ignoró con facilidad disfrutando. Ella se aferró a su prendas aún recostada y suspiró contra su boca, pues cada vez sus besos eran más intensos. El Uchiha acarició su lengua aún más, sintiendo su corazón martillar en sus oídos al notar la tímida respuesta de la chica. ¿Qué estaba haciendo Hinata con él? ¿Tanto la amaba que tenía la reacción de una niñita enamorada? Lo estaba volviendo loco con un simple gesto, decir que lo tenía jodido era poco.
Se separaron un poco y Sasuke sonrió de lado, con esa sonrisa que solo le daba a ella. Ambos lo sentían, ese deseo que los estaba carcomiendo por dentro, a Sasuke desde mucho antes. Y con las manos temblorosas Hinata comenzó a desabotonar la camisa de su esposo y solo alcanzando a llegar al tercer botón, pues …
—Bastardo, aquí estás — Naruto irrumpió encontrándose aquella escena la cuál se le hizo muy familiar, sacada de las escenas eróticas de los garabatos pervertidos de Jiraiya— ¡Ja! — le señaló con burla — sabía que te di un buen obsequio, ahora sí usarás el libro de Ero-senn…—
El golpe resonó en seco, sacando a Naruto de aquella habitación, no hubo tiempo de vergüenza para la Uchiha, al ver con horror como Sasuke le había lanzado su lámpara de noche al Uzumaki. Haciendo rodar por el pasillo y escaleras abajo.
—¡Naruto Kun!— Hinata se sentó de golpe en aquella cama y bajó de ella, para salir de la habitación apresurada. Para ver el estado del rubio.
En cambio Sasuke suspiró con irritación y maldijo en voz alta, pues llevaba ya un mes frustrado sexualmente. Tener a Hinata en sus brazos, sin poder poseer ese endemoniado cuerpo le estaba impacientando. Quería hacerla suya completamente y estaba respondiendo bastante bien, sin que lo mirara con temor por tocarla de más, sin ver su rostro de vergüenza por acercarla a su cuerpo. Ella había tomado la iniciativa y el imbécil de Naruto lo había arruinado.
—¡Sasuke ayúdeme, Naruto kun no reacciona!— se escuchó al fondo, la voz angustiada de la Uchiha.
Bufó y soltando otro suspiro de irritación fue a la planta baja, con la idea de rematar al rubio, por arruinarle el momento.
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Óbito habló primero, expresando la duda que todos tenían en ese momento.
—¿Qué mierda hacemos aquí Naruto?—
Shikamaru, Rock Lee, Shino, Kiba con Akamaru, Gai, Kakashi con su vestimenta de kage, Iruka y Chouji yacían en la residencia de los Uchiha. Degustando el aperitivo que Hinata había colocado en aquella mesa larga que recién había comprado Sasuke para complacerla, pues decía que era adecuada para recibir visitas. Hinata hizo presencia trayendo una bandeja con una botella de licor de arroz y sus respectivas tazas para que disfrutarán y una bolsa de hielo para dársela al Uzumaki, para intentar bajar aquel chichón en su frente.
Naruto la tomó mirando de reojo al Uchiha, que yacía apoyado en la pared cruzado de brazos con expresión de fastidió, mientras una vena saltaba en la frente del rubio, junto aquella enorme bola.
—Vale, Vale — el rubio se colocó en pie — como saben, seré padre — dijo con alegría señalandose con el pulgar.
— Si, si ya sabemos — dijo Óbito con simpleza — que no tuviste la descendencia de usar un condón y vas a traer uno más al mundo, igual a ti ¿Y? —
Kakashi y Iruka rieron ante el comentario. Y Gai alzó el pulgar en aprobación, mostrando su sonrisa que casi brillaba, tal cual en los comerciales de pasta dental. Naruto fastidiado continuó.
—¿Cómo? ¿No saben? Tienen que organizarme una fiesta de bebé —
—¿Eh?— fue la respuesta en unísono
Ninguno entendía nada, hasta que Hinata alzó la mano, como si aquello fuera una clase en la academia y todos le miraron.
—Creo que Naruto kun, se refiere a la fiesta —dijo bajando la mano con timidez — que hacen a la madre con motivo de la llegada del bebé y dónde se le da obsequio para esté—
Naruto solo asentía, cruzado de brazos.
—Pero idiota, esa fiesta sería para Sakura, no para tí — bufo Kiba y Akamaru se quejó con él.
—Que aguafiestas, yo soy el padre también — Naruto rodó los ojos y Sasuke se movió de lugar para acercarse a su esposa que yacía junto a Nara, sirviendo algo de Sake y ya cerca deslizó su mano por la cintura apartandola de este. Haciéndola sonrojar. Y a Shikamaru suspirar con fastidio, pues casi le tira el licor encima.
—¿Y dónde piensas hacer tu mierda de reunión?— Sasuke ya se lo sospechaba
—Aquí, en la casa del padrino — dijo con una sonrisa.
—Ni hablar— respondió este con irritación ¿Y cuando había aceptado ser el padrino del engendro?
—Bastardo insensible— lo ignoró —¿Qué dicen? —
—Buena oportunidad para beber— dijo el Kage colocándose en pie y alzando la taza de sake , Iruka se le unió y los demás también pues a pesar de la circunstancia, estaban feliz pues sabían lo que significaba para el rubio este momento — en una semana estaremos aquí al ponerse el sol, para celebrar que vendrá al mundo un nuevo miembro para Konoha —
Todos alzaron sus tazas y bebieron de golpe. Pasando un rato en la casa de los Uchihas, organizando la ansiada fiesta de bebé para el Uzumaki.
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Días después, Hinata acompañaba a su esposo y su rubio amigo a una de las tiendas en la zona comercial de Konoha. Toda la semana había tenido que presenciar la riña entre Sasuke y Naruto, el rubio se había ido unos días a su hogar, pues había decidido renovar su departamento para su nueva etapa como padre y quería tener un lugar seguro para su futuro hijo o hija. No había sido fácil, pues discutían por cualquier tontería que se le viniera a la cabeza al rubio. Sobre todo el hecho que lo nombrará padrino del futuro Uzumaki, a Hinata le enterneció la idea, pero Sasuke Uchiha lo detestó. Aún así aceptó, pues no pudo decir que no cuando la Uchiha lo miró con dulzura y le pidió que aceptará. Le jodia, le jodia ser una piltrafa ante ella y que se dieran cuenta que era su debilidad.
Entraron a una tienda, dónde Sasuke le obsequiaría lo necesario para el engendro.
—Mira, mira Hinata chan, qué ropa tan pequeñita— tocó las prendas maravillado — ¿Tendrán en naranja?—
—Que mal gusto— dijo el Uchiha rodando los ojos.
Hinata solo sonrió, mientras la encargada les daba la bienvenida.
—Preciosa — la miró dándose cuenta de quién se trataba —Eres la hija de Hiashi sama ¿ Ya estás en cinta?— Hinata se sonrojo hasta las raíces de solo pensarlo
—No, no — Naruto se apresuró —Yo estoy embarazado— dijo señalandose— necesito ropa para mi bebé — la mujer lo miró como si estuviera loco.
Y Sasuke solo le dió un codazo a Naruto y se colocó junto a Hinata, al ver que entre los dos no hacían uno.
—Venimos a ver la ropa y lo necesario para un recién nacido, pronto será padre.— señaló al rubio— Muebles, ropa, no sé. Lo que se necesite— fue directo, hablando con su actitud de siempre, recibiendo una de las típicas miradas que le daban, al ser un traidor redimido. Pero a él le importaba una mierda.
—Claro, ahora los atiendo—
—¡Si!— soltó Naruto emocionado y se adelantó a los muebles frente a él.
Sasuke miró a Hinata quien sonreía con la mirada perdida —¿Qué pasa? —
Hinata parpadeó. —Nada— dijo mirándolo de vuelta — Cree que…— tomo un pequeño mameluco de color azul— nada — dijo mirando la prenda.
La conocía, estaba pensando acaso en ¿Hijos? Después de todo ese fue, el propósito de su matrimonio pero él ¿Deseaba eso? "No"... Esa, era la respuesta que venía a su cabeza. Pero era lo que se esperaba de ellos.
—Si piensas en eso, debemos primero hacer lo otro — Hinata lo miró con el rubor en sus mejillas y los ojos bien abiertos — solo decía — dijo al ver su expresión de vergüenza.
Y la dejo adelantándose hasta donde Naruto, para forsejear con él, pues el muy idiota quería subirse a la cuna, para probar que cómoda era. Hinata aún con el rubor en su rostro sonrió cubriéndose los labios al ver la escena y luego llevó las manos a su pecho, pues su corazón se agitó con las palabras de Sasuke.
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Hinata yacía pagando con el dinero, que su esposo le había dado. Mientras Sasuke y Naruto caminaban por los pasillos, este último montado en un pequeño triciclo.
—¿Que tienes Teme?— Sasuke lo miró de reojo con una expresión asesina, mientras el rubio seguía pedaleando — ¿Problemas con Hinata chan, de nuevo?—
—Bajate de esa mierda, das vergüenza —
—No, nunca tuve uno. Te dije que lo probaría —
Sasuke lo tomó del cuello de su chaqueta, levantadolo y haciendo que se pusiera en pie.
—¡Diablos Teme!— Sasuke le quitó el juguete y lo dejó aún lado, ya lo tenía harto. — ¿Qué te pasa? Le diré a Hinata chan — la busco con la mirada.
—Hoy te irás de mi casa— le dijo empujándolo
Naruto hizo un mohín.
—¿Por qué? Mi casa aún no está lista, bastardo —
—Me molestas—
—Pues le diré a Hinata chan— Sasuke lo tomó del brazo y Naruto sonrió —¿Celos?— El Uchiha lo miró con sorna —Después de todo Hinata chan estaba enamorada de mí — los ojos del Uchiha cambiaron y las aspas aparecieron. Naruto negó con las manos nervioso, se había pasado. —Ya entendí, ya entendí que quieres estar solo con ella. — Naruto tronó los dedos teniendo una idea — Ya sé, te agradeceré por esto, espérame aquí — dijo saliendo de la tienda corriendo con rapidez.
Sasuke giró encontrandose a una Hinata sonrojada.
—Yo sólo…— Hinata tenía la mirada en el suelo, había escuchado todo, la tensión entre ellos era demasiado y Hinata sabía que ya no había motivo para retrasar ese deseo que les recorría — venía a decirles que …— El Uchiha la tomó del mentón y su sorpresa fue mayor sintiendo que su corazón latía desbocado al verlo como nunca antes lo había visto. Sonrojado.
—Esto tiene que acabar ya— dijo sintiendose un idiota, rosando sus labios con el pulgar, haciéndolo estremecer el sentir su cálido aliento y sin importar quien los viera a su alrededor, al estar en un lugar público — ¿Lo entiendes?— Hinata solo asintió hipnotizada.
Hasta que escucharon, como alguien aclaraba su garganta. Naruto yacía sonrojado e incómodo, frente a ellos. Pues había presenciado aquello, haciéndole poner escenas en su cabeza, la cual agitó, para disiparlas de su mente.
—¡Argh! Toma — dijo extendiéndoles unos tickets, desviando la mirada como lo hacía Hinata — Me los dieron en mi última misión, para ir a unas aguas termales, es un nuevo sitio famoso entre parejas, aún más en las recién casadas, no se porque me dieron éso como obsequio, yo no estoy casado. — rascó su cabeza— Los acepté pensando en venderlos, pero creo que es mejor que los usen. Les diré que irán— los miró sonriendo — con suerte y me dan ya un sobrino —
Naruto solo vió como Sasuke alzó su pierna, para sin ningún gesto estamparlo contra el suelo, mientras que Hinata a su lado, casi le salía humo de su cabeza por la vergüenza, de que el rubio se diera cuenta de lo que pasaba entre ellos
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Kiba se acercó a la mesa donde yacía un buffet, para los invitados de Naruto, en su ansiada fiesta de bebé. El rubio le llegó por detrás tomando una botella.
—Oye festejado ¿Dónde está Sasuke y Hinata?— le pregunto extrañado, pues no los olía en ningún lugar de la casa.
—Se fueron— contestó tomando un sándwich también. — tenían cosas que hacer, más importantes —
—Mmmm — fue su respuesta.
—Además están de luna de miel aún y bueno Hinata chan siendo la única chica aquí, no quiero los ojos de pistola de Sasuke sobre mí o cualquiera— negó con la cabeza cruzado de brazos, con la botella en mano— sería capaz de quemarnos vivos, con sus llamas negras—
Kiba suspiró pues ya había notado aquello, le incomodaba sentir la peste de Sasuke. Era como oler a un lobo en celo y lo peor es que Hinata estaba en la misma posición. No entendía cómo su amiga había llegado hasta ese punto. No lo podía creer cuando notó su aroma cambiar. Y le asqueaba después de todo la quería como su hermana.
—Al menos eso me dice que si la quiere—
—No sólo éso — lo miró con seriedad— Sasuke moriría por ella— dijo firme
—Pues más le vale —
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Les tomó varias horas pero habían llegado.
Aquel resort los había sorprendido bastante, pues en aquel lugar había bungalows dónde podía hospedarse, que descansaban sobre las aguas cristalinas, teniendo cada una su propio estanque de agua termal. Era un lugar exótico, de un ambiente tan pacífico y privado, el cual Sasuke agradeció. Aunque quiso matar a Naruto pues al entrar, a su habitación (la cual estaba lista para ellos, gracias al aviso del rubio) encontró velas, pétalos de rosas y toda esa mierda, salida de una película Shinobi de romance. Naruto Uzumaki tenía reservada una paliza, por ponerlos en evidencia.
Sasuke yacía parado en aquella ventana, con solo el pantalón de pijama. La vista era espectacular de aquella aguas, que eran iluminadas por la luna llena. El azabache suspiró tomando una botella de licor y sirviéndose un poco en aquel vaso con hielo, mirando de reojo la puerta del baño de aquella habitación donde Hinata llevaba media hora. Y no entendía el porqué. Pero no la presionó.
El Uchiha escuchó cómo se abría el pestillo de la puerta y su corazón dió un vuelco, desbordado.
—Mierda— dijo para sí mismo. ¿Estaba nervioso? ¿Qué mierdas pasaba con él?
Tomó de golpe el licor de aquel vaso, cuando sintió la cálida mano de la ex Hyūga. La cual pedía su atención.
Fue la segunda vez, en su puta vida, que el calor subía a sus mejillas. Pues delante estaba Hinata viéndose tan jodidamente hermosa, luciendo una simple bata larga de seda blanca, con abertura en los costados de sus torneadas piernas, con un escote que no dejaba nada a su imaginación, pues ni siquiera podían cubrir del todo aquellos hermosos y voluptuosos pechos. Ni siquiera vestía provocativa, solo usaba una simple bata rancia, que hizo que el miembro de Sasuke se empezará a contornear en su pantalón.
Hinata se armó aún más de valor y colocó sus manos en su pecho, mientras Sasuke ya la estaba desnudando con la mirada y más el ver esas torneadas piernas, que lo estaban llamando a gritos.
El poseedor del rinnegan llevó una mano a su mejilla, haciéndola suspirar. —Eres tan hermosa Hinata—le dijo admirandola y haciéndole confesar una verdad que tenía atorada, desde hacía semanas en su garganta — te amo —
La Uchiha abrió los ojos, pues aunque ella sabía que así era. Jamás pensó que lo escucharía salir de sus labios, dado al carácter tan frío que poseía.
—Y yo te amaré, toda mi vida— respondió ella con sinceridad.
Se besaron y Hinata sintió el licor (que momentos atrás Sasuke había tomado) Aquello la embriagó de forma placentera, comenzando a besarlo de forma delicada, pero Sasuke Uchiha no podía más, llevaba meses deseandola y no podía contenerse, hundió su lengua en su boca, tomándola del cuello y caminando con ella hacia delante, para acercarla más a la cama del lugar.
Sus besos eran demandantes, húmedos y tal vez algo bruscos, pues Sasuke no entendía cómo una mujer tan dulce e inocente, lo estaba provocando hasta la locura con solo tocarla, pues ese deseo se extendía como fuego en su cuerpo.
Y Hinata estaba en la misma situación, pues el temblor en su cuerpo la delató.
Se separaron para respirar, mirándose a los ojos. Y acaricio su rostro al ver el temor en ellos. Besó su frente en un acto de compresión, haciendo que la chica cerrara sus ojos, disfrutando ese gesto de complicidad y amor. Sasuke bajó sus manos a su hombros, tomando los tirantes de aquella prenda y sin dejar de mirar sus hermosos ojos nacarados, los deslizó por sus brazos, hasta dejar caerla hasta el suelo.
Hinata se sentía tan expuesta, pero aún así se controló pues su instinto pedía que se cubriera. Pero también en cierta forma, estaba disfrutando como Sasuke Uchiha recorría su cuerpo con la mirada. Pues este no quería perderse ni un detalle, en ella. Está ocasión era diferente, pues al fin la haría suya, al fin sería su mujer. Era algo que sabía que quedaría impreso para siempre en su memoria, esa y las demás noches de su vida.
La tomó en sus brazos con delicadeza, posándola en el centro de aquel colchón y subió sobre ella comenzando a besarla con pasión y tacto, después de todo, debía tener presente que él sería el primero y el único hombre en la vida de Hinata.
Y es que no estaba dispuesto a que nadie la apartará de su vida. Acabaría con el que lo intentaré.
Se separó de ella, para mirarla nuevamente. Aunque se estaba conteniendo, pues la delicadeza no era parte de él. Deseaba tanto hundirse en ella, pero no estaba con cualquiera mujer como con las que se había metido por mero instinto. Si no estaba con la mujer de su vida, con la que sólo la muerte, lo podría separar de ella.
—¿ Estás bien?—
Hinata sintió derretirse al escucharlo y llevó su mano a la mejilla de su esposo.
—Si, a tu lado siempre lo estaré—
—¿Estás segura?… yo puedo esperar — mentía pero no quería presionarla, quizás ya, lo había hecho. Hasta se sintió estúpido, en decirle aquello teniendola de esa forma bajo su cuerpo. Ella solo sonrió y tomando su rostro unió su labios de nuevo, en un beso ansioso. La chica tampoco podía más con su deseo y verlo actuar de esa manera para ella, le dió la seguridad de continuar. Pues ese hombre tan frío era capaz de dejar su temple, su orgullo, solo por ella, solo por qué la amaba.
Sasuke bajó en besos húmedos por su mentón hasta su cuello, mordiéndole en el acto, pues el instinto de poseerla se estaba apoderando de él. El sonido que salió de sus labios, le terminó de endurecer la entrepierna. Y bajó a sus pecho dándole atención a uno de ellos, mientras masajeaba al otro.
Sería un mentiroso, si no admitiera que le daba gracias a los dioses Shinobi, el que Hinata tuviera semejante cuerpo en esos momentos, pues era perfecta. Aquellos pechos, aquella cintura estrecha, aquel trasero redondo, Hinata Uchiha fácilmente pudo haberse ganado la vida como modelo Shinobi, pero también agradeció que ella misma, se avergonzara de sus curvas, pues ahora era él quien disfrutaba de tenerla y la tendría el resto de su vida.
Su lengua jugó, con uno de sus pezones, mientras la miraba con deseo, separándose de su piel dejando un hilillo de saliva que los unía. Fue la imagen más sexy que Hinata Uchiha vio en su vida y hasta la forma que le sonrió la dejó sin aliento, pues le sonrió de forma diferente, le sonrió con excitación. Y con ese gesto en sus labios la pelíazul sintió como introducía el dedo en su interior, masturbardole. Haciendo que arqueara su cuerpo de placer mientras, Sasuke se ocupaba de humedecer con su boca su otro pecho.
Un dedo más se unió, en su interior. Mientras el Uchiha bajaba por su abdomen y vientre, entre besos y lengua, hasta que tomó sus piernas y las juntó manteniéndolas en alto. Su boca, se unió a sus dedos haciéndola casi gritar de placer, Sasuke tampoco podía más, pero debía dejarla lista para recibirlo. Sus dedos salieron y ahora fue el turno de su lengua de entrar, pegando sus labios completamente a su piel, mientras con una mano sostenía sus piernas, con la otra bajaba la única prenda que lo cubría.
Hinata arqueó su cuerpo liberadose y Sasuke probó extasiado aquellos jugos, eso lo llevó al límite. La Uchiha estaba sonrojada casi a punto del desmayo, su pecho subía y bajaba, agitado. Y entonces vio, excitandose nuevamente el ver como Sasuke relamía sus labios
—Hinata— la llamó acercándose a ella y se colocó en su entrada, frotando su miembro en aquellos pliegues haciéndola temblar — Hinata— repitió en un gemido y su curiosidad la traicionó mirando aquel miembro, haciéndola sonrojar aún más. —Lo siento— dijo empujando sus caderas en su centro y entrando en ella de una sola estocada, haciéndola gemir en alto de dolor y placer.
Se quedó quieto, mientras Hinata presionaba sus dedos en su espalda. Esos segundos fueron una tortura pues la cavidad de Hinata lo apretaba de forma enloquecedora. La besó con delicadeza era suya al fin, suya. Y no habría poder en el mundo Shinobi que lo apartará de ella.
Movió su cadera con suavidad y volvió entrar en ella, haciéndola gemir nuevamente, amaba escucharla, aquello le hacía suspirar de placer. Su vaivén fue lento, admirando sus gestos, sus labios al morderlos, tal vez por la molestia que debía sentir aún, su sonrojo, amaba todo en ese momento. Llevó las manos a sus muslos, apretandolos, la guío para que rodearán sus caderas, el roce era placentero, inesperadamente placentero, ya no podía seguir con aquel ritmo, su cuerpo demandaba más de ella. Y obedeció.
La idea de que solo era suya y lo sería siempre lo hizo perderse en sus instintos de poseerla, la penetró con rapidez, aferrándose a sus caderas y ahogando sus gemidos con sus besos.
—Sa…Sas..uke— soltó entre gemidos y los labios húmedos del Uchiha. Hinata sentía que no podía más. —Sasuke— lo llamó de nuevo, pues las estocadas eran certeras, sentir como entraba en ella llenándola con su miembro. Y aquel ritmo que mantenía, era enloquecedor y delicioso.
El quejido traicionero que soltó Sasuke, decía que sentía lo mismo. Pues Hinata lo recibía con una humedad y lo hacía entrar con facilidad en su estrecha cavidad. El escalofrío lo invadió y en unas estocadas más sintió las ondas en su miembro, al liberarse en su interior.
—Jode..er Hinata— dijo de forma tan sensual, que hizo que la Uchiha terminará también.
Y se dejó caer sobre su pecho, con una sonrisa
—No te vayas de mi vida — soltó de la nada, alzando su rostro para mirarla— Por favor…— dijo suplicante sorprendiendola.
Pues no sabía que había hecho con él. Pero ahora sabía que era su única razón de vivir.
— Tú tampoco te vayas de la mía — respondió.
Mientras unían sus labios nuevamente, dejándo se llevar por el deseó y amor, que se profesaban.
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Hola chicos espero les haya gustado, el final fue un poco flojo. Pero espero mejorar, al tomar el hilo de la trama. Si hay faltas o fallas es porque lo he estado intentando subir correctamente y me cambia la plataforma el formato
La verdad me llegó la inspiración de la nada y logré acabarlo. Espero poder seguir para terminarlos creo que está historia no le falta mucho. Espero terminarla pronto y así concentrarme de lleno con Mezameru y Ojo Blanco.
Ojo Blanco si estoy perdida, volveré a buscar a mi colaboradora a ver si regresa conmigo a seguir la historia o si no tendré que buscar una nueva colaboración.
Mezameru ya tenía partes de lo que se viene, Hinata confundía por su corazón y sentimientos, un conflicto Hyūga vs Uchihas ¿Nuevo matrimonio arreglado? ¿Nueva amenaza? El joven que atacó la aldea regresa con su padre jajaja muchas cosas. Sobre todo ver cómo aceptan la nueva unión forzada (¿Uchihacest?) Espero publicar el capítulo 2 y la segunda parte del relleno donde son pequeños, juntos.
No me olviden chic s, si tienen ideas para mí o con sus comentarios me inspiran a seguir y terminar.
Felices fiestas… Feliz navidad y Año nuevo.
Los quiero.
::::Shaoran::::
