Anillo sin par

Capítulo nueve: Mensajes

Senku llegó a Brasil por la tarde del sábado, cansado por el largo vuelo, y desesperado por echarse a dormir en la habitación de hotel, por lo que se aseguró de escaparse de Ryusui y Gen y llegó a su cuarto, arrojando las maletas a un lado y lanzándose a la cama.

Sus ojos comenzaron a cerrarse, pero entonces un destello llamó su atención. Era el anillo todavía en su dedo anular. De pronto, recordó que quería mandarle un mensaje a su prometida antes de dormir.

Bostezó mientras sacaba su celular, escribiendo un rápido mensaje para la leona testaruda:

Escoria: Acabó de llegar a Brasil y estoy bastante cansado, así que me iré a dormir. Intentaré escribirte mañana, y también puedes escribirme si quieres, mientras sea breve.

Leona impaciente: ¡Ja! No te preocupes, no eres el único que está ocupado. Buenas noches.

Escoria: Buenas noches.

Se durmió con una sonrisa de idiota que no se le borró hasta el desayuno del día siguiente, momento que aprovechó para volver a escribirle.

Escoria: Aquí son las siete de la mañana, así que allí deben ser las siete de la tarde. Hoy es domingo, así que imaginó que fuiste a pasar el día con tu familia, ¿verdad?

Leona impaciente: Buenos días para ti. Sí, estaba ayudando a mi hermana a preparar la cena, aunque ya casi terminamos.

Escoria: ¿Y qué cenarán?

Leona impaciente: Curry, pescado al horno, onigiri, tarta de carne y verduras, un poco de sushi y helado de postre. Eso para mí, los demás cenaran okonomiyaki, pollo, arroz y sushi.

Escoria: Wow. Y yo aquí pensando que era un plato para cada uno…

Leona glotona: ¡Ja, siempre como mucho! Aunque tendré que pelear por el pescado al horno con mi padre, ¡pero es una batalla que no estoy dispuesta a perder! Por cierto, mi padre está furioso contigo.

Escoria: ¿Y eso por qué? ¿Es amigo del barman agresivo?

Leona glotona: ¡Jii-san no es agresivo! Y no es eso, es solo que se enteró que yo ya conozco a tu padre, y está enojado porque no te he presentado con él.

Escoria: Bueno, es un punto razonable. Aunque ya conocí a tu cuñado, pero me falta tu padre y tu hermana, y supongo que tu sobrino también.

Leona glotona: ¡Amarás a mi sobrino! Ruchiru es un niño muy inteligente, ¡adora la ciencia también! Ya le he hablado de ti y dice que suenas "muy malote".

Escoria: ¿Y eso se supone que es bueno?

Leona glotona: ¡Muy bueno!

Escoria: Bien, lo tendré en mente. Ahora debo volver a trabajar. Hablamos mañana, tal vez.

Leona glotona: ¡Ten un buen día! :D

Senku terminó de desayunar y salió de la habitación con todas las ganas de preparar todo para la conferencia que sería mañana. Estaba seguro de que lograría obtener la financiación que necesitaba, no había forma de no conseguirlo, con lo rentable que era su proyecto.

Y sobre todo quería acabar con todo ese asunto lo más rápido posible para poder volver a Japón.

.

Al día siguiente, Senku no le escribió a Kohaku, que empezó a preocuparse un poco luego de salir del trabajo.

Sabía que para esas horas él ya debía haber terminado esa conferencia importante que le mencionó, y estaba un poco nerviosa respecto a cómo le fue, porque sabía que era algo muy importante para él.

Una parte de ella quería escribirle, pero no quería molestarlo si seguía ocupado.

—¿En qué tanto piensas? —le preguntó Kirisame, su amiga y compañera de trabajo, mientras se dirigían al bar de Jii-san para comer algo.

—En Senku, mi prometido —admitió—. Tenía una conferencia importante, y espero que le haya ido bien.

—Parece que es un hombre ocupado —murmuró Kirisame—. Ruby estuvo hablando mucho de él desde que nos contaste que por fin lo encontraste, no deja de decir que debería ir a recogerte del trabajo y salir con nuestro grupo. —Suspiró con cansancio—. Al menos el tuyo no trabaja aquí, fue muy vergonzoso cuando Kinro y yo tocamos nuestras manos luego de semanas trabajando juntos. Y Ruby y los demás en la oficina no dejaron de molestarnos con la boda.

—Ja, en eso sí que tuve suerte. —Rio divertida—. Esos juegos de tocar manos al azar de los solteros en el trabajo son muy molestos, aunque… —Frunció el ceño— encontrarlo en una multitud tampoco fue lo mejor.

—Es cierto. —Kirisame frunció el ceño—. ¿Y sí estás seguro luego de tan poco tiempo conociéndolo? Dijiste que el lugar y la hora cuadraba, pero… ¿estás realmente segura?

—No creo que nunca pueda estar totalmente segura —dijo sinceramente, mirando al cielo nocturno—. Todos tienen la oportunidad de estar seguros, y yo la perdí —Apretó su bolso en su puño—, pero… no puedo pensar en nadie mejor que Senku, realmente. —La sonrisa volvió a su rostro—. Él no es como nadie que haya conocido, tiene un sentido del humor extraño, a veces creo que es una basura, pero en el fondo… realmente es un hombre de fuertes convicciones, grandes sueños y buen corazón. —Sus mejillas se sonrojaron al pensar en el tiempo que pasaron juntos—. La verdad ya me gusta.

—Va-vaya. —Kirisame se sonrojó profundamente—. Me alegró por ti. ¿Y… qué quieres comer hoy? —Cambió de tema y Kohaku rio, sabiendo que esas cosas la avergonzaban mucho.

Luego de cenar, Kohaku se fue a su departamento y siguió mirando a su celular, preguntándose si debería escribirle a Senku o no.

Él había prometido escribirle todos los días, pero… bueno, era egoísta de su parte presionarlo a cumplir eso, ya que estaba tan ocupado. Era algo muy importante para él, no sería una pesada.

Con eso en mente, dejó el celular en la cama y tomó una toalla para dirigirse al baño a darse una ducha para relajarse antes de dormir, pero entonces su celular vibró y ella se lanzó sobre la cama de inmediato.

¡Era un mensaje de Senku!

Escoria: Hoy fue un día pesado, quizás ya te fuiste a dormir, pero de todos modos aquí dejó mi mensaje del día.

Kohaku tuvo que contener sus ganas de chillar como una treceañera mientras le respondía con una sonrisa embobada.

Leona glotona: Estaba a punto de ir a dormir, ¡pero hola! ¿Cómo te fue hoy?

No-tan-escoria: Excelente, tal como esperaba. Tuve a varios compitiendo por financiar mi proyecto, lo cual no fue ninguna sorpresa, con lo rentable que es. Al final obtuve cinco veces más de lo que necesitaba. ¿Por qué la pregunta? ¿Acaso estabas preocupada por mí? Aw.

La ceja de Kohaku empezó a temblar al detectar el sarcasmo de sus últimas palabras.

Leona glotona: ¡Ja, ya quisieras! Solo fue una pregunta, pero me alegro por ti de igual forma, escoria.

Escoria arrogante: Gracias, gracias. Tengo que reunirme con mi equipo y mis abogados ahora, hablamos mañana.

Leona glotona: Está bien, ¡hasta mañana!

A pesar de que a veces le daba ganas de golpearlo, Kohaku aun así se fue a dormir con una sonrisa, feliz de que él la tuviera en cuenta incluso en medio de algo tan importante.

¿Cómo no podría estar agradecida de que alguien tan genial fuera su prometido?

.

Los días siguieron pasando y, tal como lo prometió, Senku le escribió cada día, y a veces ella le mandaba uno que otro mensaje, por lo que solían hablar más de una vez al día, aunque fuera por pocos minutos.

Escoria arrogante: ¿Entonces tu padre no es el único haciendo un escándalo porque me presentes? Je, tu padre, tu hermana, tu sobrino, tus amigas, ¿alguien más a quién deba conocer?

Leona, una criatura muy social: Bueno, tengo a mis amigos del dojo... Ja, ahora que lo mencionas, si me gustaría presentarte con ellos :3

Escoria arrogante: Je, supongo que no tengo más alternativa, pero tú tendrás que soportar a mi viejo, así que estaremos casi a mano, él cuenta como por diez personas.

Leona, una criatura muy social: ¡Me agrada mucho tu padre! ¡Sí quisiera verlo más seguido!

Escoria arrogante: Y luego está mi madre y mis hermanos… y… Oh, mierda, no quiero ni que conozcas a mis amigos. Taiju y Yuzuriha están bien. Quizás Tsukasa y Minami, pero Gen y Ryusui son un dolor en el culo peor que el viejo.

Leona, una criatura muy social: ¡Si son tan divertidos como tu padre, entonces quiero conocerlos! ¡Ja, hablas de él como si fuera terrible, pero es muy agradable! ¡Y sé que en el fondo también lo quieres!

Escoria malagradecida: ¿Segura? Si quieres conocerlos, será por tu propia voluntad, ya estás advertida y luego no hay queja que valga.

Leona, una criatura muy social: ¡Estoy segura de que me agradaran!

Escoria malagradecida: Je, pobre, no tienes idea de dónde te estás metiendo.

Leona sin sentido común: Ja, estoy segura de que no puede ser tan malo.

Luego de unos días el trabajo de Senku se aligeró muy levemente y pudieron hablar un poquito más seguido, aunque no tanto como quisieran debido a la diferencia horaria y que ella también era una persona ocupada con su trabajo y sus horas dedicadas a sus deportes, pero siempre encontraban un momento para comenzar la charla y muchas veces se perdían hablando hasta que se les acababa todo el tiempo libre en eso.

Leona sin sentido común: Como me dijiste eso de la boda y se lo conté a mi hermana, ella se lo tomó muy en serio y ya está comenzando a obligarme a ver vestidos de novia.

Escoria malagradecida: Tiene sentido, y te dije que no estaba bromeando, leona.

Leona sin sentido común: ¡Que no soy una leona! Y, de todos modos, acordamos que hablaremos de la boda cuando regreses a Japón. Ni siquiera hemos conocido a nuestras familias, y son las familias las que se encargan de eso, ¿o no?

Escoria apresurada: De hecho, en las últimas décadas ya se ha abandonado un poco esa tradición de que sean las dos familias enteras quienes junto con los novios se encarguen de absolutamente todos los detalles de la boda. Ahora hay organizadores profesionales y toda esa mierda. Ah, y más familias monoparentales o disfuncionales, je.

Leona sin sentido común: Bueno, pero yo no sé nada de planear una boda. ¿Tú sí?

Escoria apresurada: No, pero tampoco quisiera dejárselo a mi familia. ¿La tuya no querrá encargarse? Aunque bueno… supongo que mi madre si es lo suficientemente confiable. Y tal vez Yuzuriha.

Leona sin sentido común: Siempre podemos monitorear todo, te preocupas demasiado.

Escoria exagerada: Tú no conoces a mi padre. No quiero darle ni un milímetro de poder de decisión en la boda.

Leona sin sentido común: ¿Por qué estamos hablando de esto? Lo hablaremos luego de que regreses.

Escoria exagerada: Je, ya parece que no quieres casarte conmigo. ¿Tan rápido me abandonas, dejándome con el corazón destrozado?

Leona insensible: Ja, llévale tu cuento a otra persona. Primero conoceremos a nuestras familias y luego hablaremos de boda. Aunque, si te sirve de consuelo, al menos ya estoy buscando vestido con mi hermana. La idea la emociona más que a mí.

Escoria exagerada: No te apresures demasiado con el vestido, es posible que Yuzuriha quiera diseñarte algo, ya que ha diseñado siempre para nuestros amigos y adora hacer vestidos de novia. Puede hacerte algo de calidad y seguro que nos lo cobrará más barato y será mejor que cualquier mierda de tiendas o de diseñadores.

Leona insensible: Oh, eso de hecho me interesa. ¡Los vestidos son muy caros! ¿Cómo es su nombre de diseñadora? Así mi hermana y yo podemos comenzar a ver su trabajo.

Escoria exagerada: Incluso yo que no sé nada de moda sé que es muy buena, te pasaré su sitio web.

Las dos semanas que Senku debía pasar en Brasil se pasaron más lentas de lo que le hubiera gustado, excepto por los momentos en los que hablaba con la leona. Esos parecían de dos minutos, aunque se la pasaban hablando por horas a veces.

Todo para su proyecto marchó a la perfección, superó sus expectativas y tenía un futuro muy prometedor por delante, tanto que hasta los dueños del hotel vieron que él estaba a punto de convertirse en un pez gordo y le ofrecieron una semana de vacaciones, todo pagado, para hacer turismo y relajarse ahora que tendría algo de tiempo libre. Senku se negó, claro, pero los dueños le dijeron que lo pensara bien.

Senku le comentó el asunto a Kohaku esa misma noche.

Leona insensible: ¿Entonces vas a rechazar toda una semana de turismo en un lugar tan hermoso? ¡Ja! ¿Acaso me extrañas tanto, Senku? :P

Escoria exagerada: Efectivamente. Diez billones de puntos para ti.

Kohaku se tomó un momento para bajar el sonrojo antes de contestarle.

Leona insensible: Te encanta bromear, ¿eh?

Escoria exagerada: No es ninguna broma, leona.

Leona despistada: Como sea… yo también quiero que regreses pronto… Ja, debo admitir que estoy ansiosa por recibir esos besos que me debes. Si recuerdas que prometiste empatar el marcador, ¿no?

Escoria exagerada: Lo recuerdo perfectamente, créeme. Lo tengo muy, muy en cuenta.

Kohaku se tomó otro momento para echarse aire al rostro, intentando no pensar en besos y en cosas que iban más allá de besos.

Leona despistada: Ja, eso espero.

Escoria con buena memoria: De hecho, si fuera por mí, empataría ese marcador en este mismo instante. Ansío demasiado regresar a Japón, o bien tenerte aquí ahora mismo.

Ok, Kohaku estaba dudando mucho que fuera saludable que su rostro estuviera ardiendo tanto. ¿Tal vez estaba comenzando a tener fiebre? Aunque nunca se enfermaba, pero aun así…

Leona despistada: Ja, pues… también me gustaría estar allí… ¡pero no por eso! Es que me has dicho muchas cosas maravillosas y también me has mandado fotos y es un lugar realmente increíble. De hecho, nunca me tomó vacaciones, pero si las tomara sin duda me gustaría ir allí o algún sitio similar.

Kohaku solo estaba hablando de más por los nervios y por no pensar en otras cosas, pero Senku se llevó un dedo a la barbilla, pensativo.

Escoria con buena memoria: Bueno, yo no tendría problema en, tal vez, comprar un boleto para ti… y, tal vez, tomar esa semana de turismo… ya que te gusta tanto el lugar y puedes tomar vacaciones cuando quieras.

Kohaku se congeló luego de leer ese mensaje, preguntándose si hablaba en serio.

Leona despistada: No es otra de tus bromas, ¿verdad?

Escoria bromista: Habló muy en serio, Kohaku.

Ella siguió congelada, con el rostro de nuevo a temperaturas demasiado elevadas para ser normales.

Su mente se llenó de pensamientos frenéticos porque Senku no solo le ofreció una semana de vacaciones en un lugar paradisiaco, sino que era una semana ¡con él! ¡Juntos! ¡Solos! En un país desconocido, los dos sin nada más que hacer, completamente solitos.

Y lo peor era que… de verdad le gustaba la idea. Le gustaba muchísimo.

Pero… ¿no era demasiado apresurado? ¿No era… demasiado peligroso? Porque si estaban solos… ¿cómo podría contener estos sentimientos que tenía por él?...

Al ver que pasaron varios minutos y Kohaku seguía sin contestar, cuando normalmente contestaba rapidísimo, Senku maldijo, pensando que se pasó demasiado con su proposición.

Escoria bromista: Oye, lo siento. Está bien si no quieres.

Envió el mensaje con la mandíbula tensa, esperando no haberla ofendido.

De repente, apareció en pantalla que tenía una llamada entrante de Kohaku.

Confundido, contestó.

—¡Si quiero!

Senku se quedó boquiabierto, todavía con el celular a medio camino de llegar a su oreja.

Wow, qué rápido.

—¿Segura?

Kohaku volvió a congelarse.

En realidad, hizo esa llamada y decidió eso por puro impulso, sin pensarlo, solo porque no quería que él pensara que lo estaba rechazando y… y, de hecho, no quería rechazarlo. Sí quería ese viaje. Quería ir con él y pasar tiempo con él a solas.

Quería todo con él.

Él le gustaba, de verdad le gustaba. Quería casarse con este hombre y tener todo con él.

—Estoy segura. —Sonrió sinceramente.

Senku rio complacido.

—Pide esas vacaciones, leona. El lunes vienes conmigo.

Los dos se llenaron de emoción y expectativa.

Tenían el presentimiento de que esa semana iba a ser bastante… intensa.

No podían esperar más.

Continuará...

Holaaa :D

Lamento la tardanza D: Ojala q este cap les haya gustado :3

En el proximo cap las cosas empiezan a ponerse un poco... picantes 7w7

Como siempre, ya tienen disponible el siguiente capítulo en mi Patre0n por si les interesa ;D

Muchas gracias por su apoyo a este fic!

Fue lindo escribir este cap, me recordo a Text Me :'D

No olviden q se les ama!

Me despido!

CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!