Dos parejas inesperadas
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1
El Santuario
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La zona del Santuario rebosaba de actividad y de turistas recorriendo las casas de Aries y Tauro haciéndose fotos, muchos se detenían en el mirador observando las demás casas que aún permanecían cerradas. Shaina los miraba desde abajo sintiéndose extraña ante la presencia de tal cantidad de extraños recorriendo los caminos del Santuario.
Sentía como si un grupo de extraños invadieran su hogar, la que fuera su casa por tantos años deseosa porque ya se marcharan a casa, pero no podía correrlos así que tomó aire analizando un poco la multitud a su alrededor.
Había tanta gente aquí y allá que era imposible andar con calma por los pasillos, los coliseos y los sitios abiertos a la gente en general. La joven amazona se perdía en el anonimato en medio de aquella congregación por lo que, sin más que hacer, decidió buscar donde tomar asiento por un momento esperando que gran parte de la masa se disipara.
Apenas logró sentarse por un momento, fue que la antigua amazona divisó un rostro y características que le eran familiares un poco más allá en medio del ajetreo; se trataba de una mujer rubia alta, de ojos azules y complexión atlética a quien conocía de tiempo atrás.
—Esa chica… —se dijo pensativa enfocando la mirada lo más que podía esperando identificar a la joven quien observaba con interés todo a su alrededor— Es la sirena, la marina que estaba al servicio del dios Poseidón.
Shaina la observó por un momento deseando que ella le devolviera la mirada. Tethys iba vestida como cualquier otra persona: vaqueros cortos, zapatos deportivos, una camiseta delgada de tirantes y un sombrerito para cubrirse del sol. La amazona del Santuario no se decidía a ponerse de pie y saludarla ya que no estaba segura si Tethys la recordaría o algo; de hecho, no podía deducir con qué pretensiones se encontraba visitando el Santuario desconfiando un poco de ella.
—No debería tener malas intenciones, pues ninguno de los guerreros de Poseidón, tiene el poder para causar caos —se dijo más calmada levantándose de su posición yendo hacia Thetys con paso lento—. Hace tiempo que no te veía —dijo casual tratando de sonreír un poco.
—Shaina —Thetys la analizó con calma de arriba abajo, agradablemente sorprendida ya que la recordaba claramente al parecer— ¡Tanto tiempo sin vernos!
—Jamás imagine que te encontraría paseando por los pasillos del Santuario.
—Estoy acompañando a alguien —susurró la rubia sonriendo con culpa—, mi novio quería visitar este sitio —Thetys rio un poco al terminar de hablar—. Es la primera vez que pongo un pie en el Santuario, pero él ya conoce aquí.
—¿Tu novio? —Shaina abrió mucho los ojos ante tal revelación sin entender de quien podría tratarse— ¿cómo es que conoce el Santuario?
—Pues…
Tethys se giró señalando a un hombre detrás de ella ubicado un poco más allá a quien Shaina analizó sorprendida sin saber qué decir.
—¿Kanon es tu novio? —preguntó al fin tratando de no gritar— No puedo creerlo… es decir… ¿cómo?
—Es una historia muy larga —comenzó a decir la rubia—, hemos sido muy buenos amigos desde hace bastante tiempo.
—Pero… ¿sabes cuales son las reglas que se impusieron para todos los allegados a los caballeros dorados? —pregunto dudosa sin deseos de ofender a la chica frente a ella.
—Por supuesto que lo sé todo. Kanon no recuerda nada de su vida en el Santuario, nos reencontramos hace no mucho en las inmediaciones del hospital donde estuvo internado su hermano gemelo.
—Ya veo.
El susodicho apareció un momento después abrazando a su compañera por detrás, haciendo observaciones como las haría cualquier turista dejando a Shaina sin saber qué decir o qué pensar. Era Kanon sin duda, el mismo que ella llevó a su audiencia ante la diosa Atena, todo era él excepto sus recuerdos pues hablaba del Santuario como un sitio histórico cerrado al público el cual deseaba visitar desde hacía tiempo.
—Al cual deseaba visitar hace tiempo… —repitió Shaina en su cabeza observando la dinámica de la extraña pareja: la joven fue su oponente en el pasado y hoy día era novia del hombre que planeó la guerra santa— El mundo es muy pequeño…
Kanon se percató de que su chica charlaba con la joven del cabello verde comentando que iría a ver alguna otra cosa pues no deseaba interrumpirlas. Tethys le aseguró que no era necesario, pero este se retiró por un momento más. La rubia sonrió devolviendo la mirada a Shaina quien no daba crédito.
—Veo que se llevan muy bien —comentó la joven cobra quien aún no daba crédito a lo que veía.
—Es un hombre maravilloso —dijo Thetys adoptando una actitud soñadora sugiriendo a Shaina apartarse de la multitud para charlar un poco mientras Kanon curioseaba por allá—. Me duele que no recuerde todo lo que sucedió en las batallas vividas, que el pasado en su mente sea tan diferente de lo que realmente ocurrió: el tiempo que invirtió planeando la guerra Santa, como nos conocimos realmente y otras cosas, ¿entiendes?
—Lo entiendo Thetys. Te recuerda en otro contexto en vez del real.
—Así es. Fuera de eso, creo que estos meses que hemos vivido juntos, han valido la pena.
En ese instante Shaina cayó en cuenta de que el espectro con quien salía también conocía a Kanon, fueron oponentes en la batalla en el Inframundo así que las cosas ahora eran muy interesantes: Tethys y ella fueron oponentes y ambas salían con hombres que fueron oponentes entre ellos.
—Que inesperado —se dijo pensando un poco antes de hablar— Sabes Tethys, el hombre con quien salgo fue oponente de Kanon en la última guerra santa.
—¿De verdad? —pregunto la rubia observandola interesada.
—Si, es gracioso que nuestros novios hayan sido contrincantes.
—Espera un poco… —la sirena mantuvo la mirada fija buscando algo en su memoria— ¿tu novio es ese amigo del que siempre habla, de un hombre rubio muy alto?
—Si, él.
—¡Qué agradable coincidencia!
Shaina la miró con calma esperando que continuara. Le parecía un tanto extraño que Thetys fuese tan amigable y accesible no sabiendo si esa era su naturaleza real o era algo más.
—¿Por qué estas tan entusiasmada?
—Kanon dice todo el tiempo que le gustaría tener un par de amigos a quienes invitar a casa. Habla de su colega rubio con nostalgia extrañando sus charlas con él, creía que se trataba de un chico ordinario, pero ahora veo que fue un contrincante.
—De igual forma —añadió Shaina—, él menciona a Kanon cada tanto tiempo. Jamás imaginé que el hermano de Saga se relacionaría contigo. De hecho, me resulta curioso que te comportes tan amable y deseosa de hacerlo feliz.
Tethys pensó un poco antes de hablar dibujando una sonrisa en su rostro. Comenzó a narrar que no tenía amigos en Grecia, de hecho no tenía amigos cercanos en ningún sitio pues los únicos con quienes mantenía buena relación, los marinos, se encontraban lejos y no le era fácil la comunicación. Shaina fue su oponente, pero ambas tenían cosas en común comenzando por la relación entre sus parejas.
—Siendo honestos… —Shaina se dio cuenta de que tampoco tenia amigos cercanos pues Marin salió del santuario en búsqueda de una persona importante y Giste se alejó tambien luego de su ruptura, ocurrida hacía bastante tiempo, volviendo a lo que fuera la isla del espectro a pasar una temporada— Sería agradable tener un par de allegados con quienes charlar. ¿Ambos viven en Atenas?
—En Agios, al otro lado de Grecia. Kanon tiene una casa en la costa Este. Me encantaría invitarlos, a ti y tu novio, a casa a pasar un fin de semana. Creeme que nos haría muy felices.
—Bien… Creo que sería interesante y nuevo para mi. Todo esto es inesperado y repentino.
—Lo entiendo —Tethys sacó un papel de su pequeño bolso, que colgaba discretamente de su pantalón, junto con un bolígrafo garabateando algo rápidamente—. Este es nuestro número de teléfono. Cuando gustes, llámame y quedamos para la visita.
La rubia se puso de pie entusiasmada observando como Kanon la esperaba un poco más allá.
—Debo irme por ahora, pero espero que tu y tu pareja lo consideren en algún momento.
—Lo tendremos en mente, ¿está bien?
—Genial. Hasta luego Shaina, debo irme. ¡Nos veremos pronto!
La vio alejarse junto con Kanon escaleras abajo lanzando un largo suspiro. Aquel encuentro inesperado la tomó por sorpresa viniendole bien después de todo. Su antigua oponente ahora la invitaba a su casa, al hogar que compartía con el antiguo marino de Poseidon.
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Un par de días más tarde, Shaina se encontraba en su apartamento ubicado a las orillas de Atenas esperando a su compañero espectro aquella bonita tarde de finales de verano. El lugar era pequeño y de una sola habitación, pero lo suficientemente espacioso para ella y su compañero ocasional, quien la visitaba con cierta regularidad cada que le era posible compartiendo con ella un par de días. Él apareció un momento después siendo recibido efusivamente.
—Debo contarte algo muy interesante —dijo Shaina de pronto mientras ambos tomaban asiento en la "terraza" improvisada en el pequeño balcón del apartamento—. Me tope con una chica que fue mi contrincante en la guerra de Atlantis.
—¿La sirena? —preguntó el juez del Inframundo sirviendo un poco de agua para ambos.
—Si y no adivinarías a quien acompañaba —Shaina dibujó una sonrisa picara esperando ver las reacciones de Radamanthys cuando se lo dijera— ¡Vamos adivina!
—No se… ¿al dios Poseidón? —el espectro no entendía a qué venía tanta excitación por la pareja de una persona a quien él no conocía.
—¡No! Es novia de Kanon —dijo la joven al fin.
Radamanthys la observó con los ojos muy abiertos ya que tampoco esperaba tal revelación. Guardó silencio por un momento tratando de hacer memoria de su último encuentro con Kanon; este mencionó que esperaba tener un reencuentro con una joven a quien conoció tiempo atrás, en lo que vendrían siendo sus días como marino, y ambos habían acordado volver a verse en el futuro. De hecho, si los cálculos no le fallaban, debieron reencontrarse meses atrás.
—Así que era esa joven… —dijo al fin— Kanon me habló de un reencuentro importante hace algunos años, la última vez que lo vi. Me alegra saber que logró encontrarse con ella.
—Y aún hay más —Shaina no podía contenerse narrando todo el reencuentro con lujo de detalles—. La chica, Tethys, nos invitó a su casa en Agios. Dice que Kanon sería feliz si vamos ya que aún te menciona todo el tiempo. Se sorprendió al saber que salgo con el antiguo oponente de su pareja.
—Y ella fue tu rival, que interesante, pero… —el juez guardó silencio por un momento observandola con gravedad.
A Shaina le gustaba romper las reglas por lo bajo cada vez que le era posible, por lo visto.
—¿No dijiste que no debíamos acercarnos a los caballeros dorados por cosas del pasado y etc, etc? —preguntó con reproche.
—Sé lo que dije, lo sé, pero…
—Shaina, ¿no fueron instrucciones de la diosa Atena? —continuo serio.
—Si, lo recuerdo, pero… —ella bajó la mirada cual niña reprendida.
Sabía al derecho y al revés las indicaciones de su diosa, no obstante ya había pasado algo de tiempo y, todo parecía indicar, la sirena no había roto las reglas dadas por su dios ya que Kanon no daba indicios de que se le hubiera revelado nada importante o extraño. No le parecía que estuvieran haciendo nada malo a fin de cuentas, solo era una visita entre buenos amigos y eso era todo.
—¿Pero?
—Tengo ganas de que vayamos y convivamos con ellos aunque Kanon no tenga idea del contexto real de nuestra relación.
—¿Crees que es buena idea? —el juez le dedicó una mirada un tanto severa— ¿no tendrás problemas con la gente de tu diosa?
—No tienen por qué saberlo. Además, por estos días nadie de los caballeros de bronce está en las inmediaciones del Santuario, podríamos aprovechar. ¿Qué dices?
Ella lo miró con sus grandes ojos verdes esperando que aceptara a esa reunión.
—Por favor… —repitió ella con tono un tanto infantil.
Radamanthys, por su parte, no siempre entendía ese comportamiento pues la joven constantemente mencionaba las "instrucciones de Atena" aqui y allá siendo ella la primera en romper dichas reglas y faltar a las indicaciones. No debería sorprenderle sin embargo, él tenía órdenes muy claras respecto al trato con Kanon metiéndose en problemas con Minos si rompía las directivas. No obstante, los ojos grandes y suplicantes de su chica eran suficiente para hacer de la vista gorda e infringir las normas junto con ella.
Shaina sabía que el espectro terminaría accediendo paulatinamente, solo necesitaba hacer un poco de labor de convencimiento.
—Está bien —dijo el juez al fin—, ¿cuando planeas que los visitemos?
—Cuanto antes. Primero debo acordar con Tethys la fecha, pero me gustaría que fuera lo antes posible. Estoy entusiasmada.
—Eso veo. Estoy disponible cuando digas —respondió sonriente tratando de contagiarse de ese entusiasmo—, solo déjame saberlo con tiempo.
—¡Qué bien!
Él sabía bien a qué venía esa emoción entendiendo el por qué quisiera reunirse con aquella joven con tanto afán: Shaina, al igual que él, se sentía sola a veces. Sus buenas amigas se alejaron hacia tiempo debido a razones personales que estaban fuera del control de la amazona. A pesar de que decía ser fuerte y no necesitarlas, el aceptar la invitación de una chica con quien combatiera en el pasado sin pensarselo dos veces, era la clara muestra de que quería tener alguna amiga de confianza.
Alguien con quien charlar de cosas de chicas y del pasado.
No podía culparla por esa necesidad. Las reglas de Atena le darían lo mismo en el futuro cercano pues, conforme pasaban los años, parecían relajarse más y más lamentando que las leyes impuestas por Hades no fuesen así de flexibles. Se quedó con ella un par de días más mientras esta hacia los arreglos necesarios para su viaje a Agios, una ciudad ubicada a menos de una hora de Atenas viajando en automóvil.
—Nos iremos el siguiente fin de semana —anunció triunfante un par de días después.
—Eres rápida.
—Como te dije, hay que aprovechar que ningún caballero de bronce está en Grecia. Si ellos estuvieran aqui, no podría hacer esto con tanta libertad.
—Eres el ratón que se divierte cuando el gato no está —dijo el juez sonriente.
—Si, así es.
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Continuará…
*Notas: Un pequeño relato "what if" derivado de mi fic "Las doce audiencias, tercer templo". Hacia el final del mismo quedaron establecidas ciertas parejas cuya dinámica quiero explorar un poco aqui. Ojalá les agrade y con este fic corto, cierro el año 2023. ?
Gracias por leer.
