El sudor de los cuerpos, la enigmática noche, el vaivén de caderas, su rostro desconocido para Hachiman, esa era otra noche donde salió solo a los lugares clandestinos de Chiba donde él podía acceder gracias a ser uno de los perros de Charlotte, siempre había una mujer que lo acogía y pasaba toda la noche con la de turno. Ahora estaba en su mundo, fumaba, bebía y follaba, eso le ayudaba a calmarse, obviamente si Charlotte no lo solicitaba para ella. La noche había terminado temprano con la chica que estaba ya que un Akihiko borracho le llamó pidiéndole ayuda, inmediatamente Hachiman fue allá, lo llevó a cuestas al apartamento del mismo Akihiko, y podía descansar, pero se le habían acabado los cigarros, así que fue a comprar una cajetilla. Estaba en la tienda, el hombre que atendía ya conocía a Hachiman y le vendió unos cigarros y condones de repuesto ya que también se le acabaron. Lo que Hachiman notó tarde que había alguien que entró también a esa tienda y lo conocía, era Miura. Estaba sorprendido, y algo tarde vio en que tenía fija la vista Miura, no era otra cosa que la peculiar compra de Hachiman. Así que Hachiman se hizo el que simplemente no la conocía y salió de la tienda. Pero Miura salió sin disimular atrás de él y le habló.
−Ey, alto ahí Hikio.
−¿Quién eres? ¿Y qué quieres chica?
−Soy Miura Yumiko, compañera de clase y amiga de Yui, la que debo preguntar soy yo ¿qué haces comprando eso por este sector? −Miura reclamó con orgullo.
−Ah ya ¿y eso qué? ¿acaso eres algo mío para estar informándote? ¿O debo acaso explicarte para que son estas cosas? −con cinismo respondió Hachiman.
−Está bien, no debes decirme, no lo necesito, pero a pesar de lo amnésico que estas, te lo debo decir, Yui esa chica que ni siquiera miras, antes fue importante para ti, y a ella le gustas todavía, así que antes de lo que vayas a hacer esta noche, ten en cuenta eso. −reclamó Miura y se fue.
−¿Qué carajos? Con que clase de mujeres me relacione antes de perder la memoria −murmuró Hachiman algo extrañado.
Entonces salió el señor de la tienda buscando a Miura y le comentó que a esa chica se le cayó el celular y se lo entregó a Hachiman para que se lo dé. Así que Hachiman caminó hacia donde la chica fue. Encontrándola con unos dos tipos que la estaban acosando, inmediatamente Hachiman aceleró el paso y se puso en el medio de Miura y los hombres.
−¡Chico quítate del medio! ¡Esa perra me ofendió! – gritó uno de ellos.
−No me da la gana, sea lo que sea que haya dicho, olvídalo sino tendré que acabar con ustedes− con calma y la mirada de las mil yardas Hachiman habló, inmediatamente los hombres sintieron miedo y escalofrío, pero uno de ellos insensato se abalanzó contra Hachiman, lo que provocó que lo esquive y que le dé un contragolpe que provocó que ese hombre sangre de boca y nariz.
−¡Váyanse, antes de que en verdad me enoje! – les gritó Hachiman, uno de ellos lo reconoció en ese instante y palideció, así que los dos corrieron despavoridos.
−¿Estas bien, Miura? −indagó Hachiman con calma.
−¿Qué fue eso? −conmocionada preguntó Miura.
−Unos imbéciles acosándote, por cierto, se te cayo tu teléfono −dijo Hachiman pasándole el celular a Miura.
−Me refería a lo forma que los enfrentaste ¿y me estabas siguiendo Hikio? Eso es espeluznante −Miura curiosa indago, pero Hachiman simplemente hizo una mueca.
−Escucha esto con claridad, el tipo de la tiendo me pasó tu teléfono y me dijo que te lo diera por eso llegué hasta aquí, además me interesan las mujeres de verdad, no las niñas, lo siento −explicó con calma Hachiman.
−¿Quién se fijaría en un tipo como tú? Eres desagradable −respondió grosera Miura.
−Escucha Miura, estos condones que tengo aquí, los usó con mujeres de verdad, y para tu información muchas mujeres se fijan en mí, pero aclaro que son mujeres, no niñas estúpidas, es más ya me aburriste, me largo −mencionó Hachiman caminando lejos.
−Eres un tipo desagradable, un inútil, espera Hikio, me dejaras aquí, sola −enojada Miura respondió detrás de Haciman que estaba fastidiado.
−Mira en primer lugar soy Hikigaya no Hikio, en segundo lugar, llegaste a esa tienda sola y sola te vas y en tercer lugar en vez de agradecerme eres una grosera, así que sí, me alejaré de ti – dijo Hachiman alargando sus pasos.
−Espera, eso no tiene nada de caballeroso, yo vivo un poco lejos de este lugar, debes acompañarme −reprendió Miura.
−¿Por qué debería? −pero en instante el estomago de Miura crujió, Hachiman al ver eso se compadeció un poco y continuó – esta bien te acompañaré, pero a cambió no hablaras a nadie lo que viste esta noche, y en el camino no me hables.
−Esta bien, además no es como si alguien quiera saber cosas de ti Hikio y yo deseara hablarte.
−Ya terminaste, vámonos− con fastidio Hachimas respondió.
En el camino nadie hablaba, así que Hachiman prendió un cigarro y le dio una calada suave, Miura simplemente miraba de reojo a Hachiman, pero este solo fumaba y caminaba de manera enigmática, finalmente llegaron a la casa de ella, y Hachiman dio media vuelta sin decir palabra regresando por donde había venido.
−Espera Hikio, gracias por ayudarme con esos tipos y dejarme en casa, aunque eso no quita que eres desagradable −mencionó Miura y Hachiman solo se alejó.
La noche acabó y al día siguiente en clases Hachiman continuaba como todas sus mañanas ensimismado en su mente. Ese día Miura lo observaba más de lo normal, pero Hachiman lo ignoró y fue hacía la oficina de una profesora que lo citó, era Shizuka Hiratsuka. Cuando entró a la oficina pudo vislumbrar una mujer hermosa alta con cabello largo y negro que le cae sobre los hombros y le llega hasta las espinillas, ella estaba fumando, él la saludo formalmente y se sentó frente a ella.
−Hikigaya Hachiman supongo que por tu familia puedes tener una idea por la que estás aquí −mencionó la pelinegra enfocando su vista en un documento.
−Lo sé debo regresar a ese dichoso "club" para ayudar a avanzar en mis terapias y recuperar mis recuerdos −monótonamente respondió Hachiman
−Así es, es por tu bien para que recuerdes y vuelvas a reconectarte en tu pasado −explico Hiratsuka.
−Es una orden medica no tengo razón para negarme, solo quiero aclarar unas cosas antes, en mi tiempo libre entrenó y salgo con unos amigos, así que en ese tiempo no asistiré y no responderé llamadas, no me agrada que me molesten en ese tiempo, si lo hace ya sabe que pasará, por otro lado, no sé que tipo de relación tuve con usted o los miembros de ese club, así que no vaya a idealizar que sea la misma, he cambiado en algunos aspectos simplemente por mi falta de recuerdos, eso sería todo −explicó Hachiman con desdén.
−¿Qué haces en tu tiempo libre?¿quiénes son esos amigos? ¿En qué aspectos has cambiado? La asistencia de todos los eventos del club es obligatoria así que no puedes saltarla por lo que realices.
−Ya veo, si es así tendré que negarme a asistir a ese "club" mi salud y vida privada es primero, y en segundo lugar ¿es acaso normal que una profesora indague en la vida privada de un estudiante? Eso es raro, hablaré con mi familia, ya que no voy asistir de esa forma −con frialdad respondió Hachiman y Hiratsuka se sorprendió.
−Espera… mira tal vez fui un poco impulsiva pensé que mentías para no asistir al club, antes hacías eso, pero eso era el pasado, tomaré tu palabra como cierta, tienes tu espacio, pero asiste al club de servicio, es más ven conmigo te voy a presentar a tus compañeras −respondió la pelinegra haciendo un gesto a Hachiman para que la siguiera, caminaron por los pasillos de Escuela secundaria Soubu hasta llegar a un salón donde Hiratsuka entró sin tocar.
−Buenos días, ¿cómo están chicas? Aquí vengo con un antiguo compañero suyo, entra Hikigaya Hachiman −mencionó Hiratsuka con una sonrisa amable, él pelinegro entró y vio dos mujeres sentadas tomando té, una de ellas la reconocía de la clase, era Yui Yuigahama, la otra era Yukino Yukinoshita su piel es blanca de tez suave y bien cuidada, ojos azulados, unos labios pequeños rosados y cabello largo, la hacían ver hermosa, más hermosa que la foto que Balaika le dio en su informe, Hachiman recordó el sueño que tuvo con ella, instintivamente llevó su mano derecha a su boca y cerró sus ojos, para parar las imágenes de su mente.
−Necesito aire… perdón – mencionó Hachiman afanado saliendo del salón, luego se recostó en una pared y empezó a tranquilizar su respiración.
−¿Hikigaya estas bien? −preguntó preocupada Hiratsuka.
−Sí, perdón, me quisieron venir recuerdos, mi mente estaba en caos, volveré al salón a presentarme.
−Espera…
Hachiman entró de nuevo al salón pudo ver que las mujeres tenían una mirada preocupada, pero siguió con naturalidad se presentó con calma y tomo asiento al otro lado de ellas, estas lo observaban extrañadas.
−¿Estas bien Hachiman? −preguntó la tersa voz de Yukino.
−Sí, no sé qué me pasó, continuemos con lo demás, ¿no es así Hiratsuka sensei? −esta solo asintió y lo miró desde la entrada con preocupación.
−Ya veo, mi nombre es Yukino Yukinoshita.
−Yo soy Yui, estoy en tu clase.
−Entiendo, un gusto conocerlas, espero ser de ayuda en el futuro −respondió con simpleza Hachiman levantándose −Debo irme, tengo que entrenar, supongo que mañana nos reuniremos de nuevo, adiós−menciono formalmente Hachiman saliendo del salón ante la mirada extrañada de ellas, que respondieron con un simple hasta luego.
Al salir del salón Hachiman, las tres mujeres empezaron a hablar, empezando por Hiratsuka.
−Tal vez fue muy pronto traerlo aquí.
−No se preocupe Hiratsuka sensei, usted hizo lo que el medico sugirió, así que no dependía de usted −con amabilidad Yui respondió.
−¿Acaso no se comporta así cuando esta en clase contigo Yui? −indago Yukino
−No, ni con la sensei, actúa muy indiferente como si fuéramos desconocidos, hoy fue la primera vez que volví a hablar con Hikki −con tristeza respondió Yui
−Ya veo, entonces eso significa que, o este salón le provocó algo o fue mi presencia −Yukino habló haciendo una posible hipótesis.
−Uno de esas opciones fue Yukino, por ahora hay que esperar que sucede en el futuro, agradezco la colaboración de las dos, pueden irse temprano −contestó Hiratsuka saliendo del salón del club de servicio.
Por otro lado, en cada una de las mujeres empezaron a surgir recuerdos y pensamientos en su mente sobre Hachiman.
/Pensamiento de Hiratsuka
La pelinegra estaba en su apartamento, cuando la llamaron por el celular, era Komachi hace tiempo que no sabía de ella, desde que desapareció Hachiman, su alumno.
−Buenas noches, Hiratsuka sensei.
−Buenas noches, Komachi ¿sucedió algo? Es extraño que me llame a esta hora.
−Sensei, mi hermano apareció…. – el mundo de Hiratsuka se detuvo por un momento, sin escuchar lo que la menor hablaba respondió.
−Voy a tu casa de inmediato.
−Espere sensei, mi hermano apareció, pero es distinto, es raro verlo ahora se ve diferente, pero no la llame para eso, era para pedirle que por favor sea discreta, mis padres luego hablaran con usted mañana en…
Al otro día Hiratsuka hablo con los padres de Hachiman, estos le pidieron el favor que los ayudara con el reingreso de Hachiman y que sea un poco distante de él por ahora, ya que no saben como responderá su mente cuando la vea de nuevo. Hiratsuka iba a pedir el reingreso de Hachiman, pero extrañamente el papeleo estaba ya hecho, y solo había una citación para un examen de reingreso. Eso le extraño, pero no le menciono ese incidente a los padres de Hachiman. El día del examen en el pasillo lo vio caminar, parecía otra persona su forma de caminar su porte, estatura, era un hombre enigmático a primera vista, pero lo reconoció, era él, tuvo el impulso por llamarlo y hablar con él, sin embargo, Hachiman alargó sus pasos y se alejó.
Cuando llegó a su apartamento fumo y bebió una cerveza pensando en cómo tratarlo de ahora en adelante. Finalmente llegó el día que daría clase en el grupo donde estaba Hachiman, pero este la ignoro con indiferencia, aparentemente prestaba atención, pero se lo miraba desconectado de su realidad. Las otras clases eran iguales, ningún rastro de reconocimiento hacia ella. Eso le molestó más de lo que debería, luego los padres de él la volvieron a citar para que ella lo vuelva a ingresar al club del servicio por orden médica. Por estar pensando en él cuando iba en el pasillo, piso mal e iba caer en el suelo, pero un brazo firme la sostuvo y una voz ronca le susurró cerca de oído, ¿esta bien sensei? Por un momento un escalofrió recorrió su cuerpo y pudo sentir su rostro acalorado, al alzar su vista sobre quien la ayudo, vio un rostro perfilado con una mirada fría, era Hachiman. Se demoró en recomponerse, él pelinegro retiro rápidamente su brazo de la cintura de ella y la observo en silencio en espera de una respuesta.
−Hikigaya Hachiman, gracias por ayudarme, pero esta vez contamos con suerte que nadie estaba en este pasillo, sino se malinterpretaría, no es bueno que un estudiante le tome la cintura a su profesora.
−Entiendo.
−Y por cierto puedes venir a mi oficina el viernes, es para tu reingreso al club del servicio.
−Está bien −respondió Hachiman alejándose con un simple gesto de adiós de Hiratsuka.
Al llegar a su apartamento Hiratsuka bebió una cerveza, pero su móvil sonó era una compañera de la universidad que quería tomarse unas copas con ella, la pelinegra acepto inmediatamente. Era la una de la mañana iba en su coche de regreso a su hogar, el semáforo se puso en rojo, así que miró por su ventana hacia la calle, inmediatamente su vista se enfocó en una pareja, en especial la chica que acorralaba a besos al chico, que simplemente se dejaba hacer, ella no podía verle el rostro al muchacho al final, el hombre la detuvo y le señalaba un hotel cercano, la chica empezó a jalar con afán hacia el lugar, la chica del afán se le cayó algo, el hombre se dio cuenta y se regresó a recogerlo, al voltear su rostro en frente a la ventana de Hiratsuka, esta trago saliva, era Hachiman, luego de recoger el objeto camino de vuelta y entró al hotel con la mujer. Hiratsuka vio el semáforo cambiar y condujo a su casa pensando que fue una alucinación del alcohol en ella, por pensar en Hachiman estos días.
/Fin pensamiento de Hiratsuka
−Luego esto, es imposible que haya sido él −murmuro Hiratsuka.
/ Pensamiento Yui
Yui estaba en su cama, cuando por mensaje Komachi le contó que su Hikki apareció, su corazón latió con fuerza, le pregunto a Komachi si podía verlo, esta se negó, y le dijo que había que esperar. Y espero demasiado, hasta cuando Hikki reingreso a estudiar. Estaba tan ansiosa por verlo que casi no durmió toda la noche, lo que ella no esperaba fue ver entrar un Hikki diferente, se veía alto y musculoso, su rostro perfilado encajaba con su mirada fría y aburrida, su voz era grave y ronca y en cierta forma eso le provocó un sonrojo. Toda la clase se miraba sorprendida, pero este era indiferente a ellos, al mundo que lo rodeaba. Llegó el descanso y sus amigos hablaron del cambio en su Hikki. A la mayoría del grupo de Miura le extraño ver a Hachiman con esa forma enigmática, ella participo un poco en la plática y luego todo se vertió a temas diferentes a Hachiman, lo que provocó un descanso para ella. Luego las clases continuaron y ella no dejaba de mirar a su Hikki. Así fueron todas las clases, hasta en las de deporte, de esa forma pasó enero. Hasta que Hiratsuka les dijo a ella y a Yukinon que su Hikki volvería al club, su corazón se alegró, con lo que ella no contó fue que Hikki a penas ingreso al club sus miradas se cruzaron directo con Yukinon, eso le dio una chispa de celos. Ella no entendía porque sentía eso, ya que Hikki ni Yukinon eran culpables. Después de esas miradas Hikki palideció y salió del salón, ella se preocupó e iba a salir junto con Yukinon, pero Hiratsuka con la mirada les señaló que ella se encargaría, minutos después entró Hachiman con su tez mejor y una calma inmutable, se presentó, se sentó, las saludo para luego despedirse porque según tenía entrenamiento. ¿pero entrenamiento de qué? Su Hikki nunca ha entrenado, seguro les mintió para irse.
/Fin pensamiento Yui
−Sigue siendo el mismo −murmuró Yui
/ Pensamiento Yukino
Cuando Komachi la llamó, su corazón se tranquilizó, Hachiman había vuelto después de desparecer meses. Komachi, Yui, Iroha y ella habían regado un montón de volantes para encontrarlo, pero parecía que la tierra se lo trago. No había rastros de él, con el pasar del tiempo la policía no garantizaba encontrarlo con vida. Cuando dijeron eso, algo dentro de ella se llenó de impotencia y rabia. Finalmente se tuvieron que ir resignar, pero esa noche, el saber que Hachiman estaba con vida la tranquilizó. Komachi, le contó que su hermano estaba distinto, que solo tenía rasgos de lo que alguna vez fue su hermanito. Por eso le comentó que por favor observara de lejos a su hermano al menos hasta que los médicos le recomienden volver a tener contacto. Yukino sabía que eso era lo más adecuado. Así que solo miró de lejos a Hachiman, lo que no esperaba era ver lo diferente que estaba. La primera vez que lo volvió a ver caminaba por el pasillo, su cuerpo más alto, más musculoso, más maduro, más frío, más enigmático, más varonil, y sin notarlo ella se había sonrojado y quedado mirando de más, luego actuó como si no hubiera pasado nada. El tiempo pasó, ella lo observaba de lejos, parecía totalmente apático a todo lo que le rodeaba. Una noche en la que ella cenó con sus padres y hermana en uno de los sectores más lujosos vio por la ventana del restaurante, la silueta de un hombre de espaldas que escoltaba una mujer rubia, esta coquetamente lo besaba, los dos iban en camino a un restaurante vip, super exclusivo. Este hombre caballerosamente la sostenía, pero si sus ojos no la traicionaban, el cabello, la estatura, la forma de caminar, era igual a Hachiman. Pero era imposible Hachiman nunca podría pagar un lugar así. Y pensó que miraba cosas, aunque la imagen de esos dos, le invadió la mente. Finalmente, un día, Hiratsuka les pidió a ella y a Yui que asistieran al club, para que Hachiman volviera a recobrar sus recuerdos, ya que era parte del tratamiento médico que recibía Hachiman. Lo que ella no esperaba es que a penas entrará al salón su mirada profunda se cruzará con la de ella, y sintió su cuerpo un escalofrió, este la miraba con anhelo, ella notó que el palideció y salió del salón, quería salir detrás de él, pero Hiratsuka se encargó, luego entró se miraba calmado, se presentó, se sentó, las saludo y luego dijo que se iría a entrenar, algo de lo que ella dudaba que hiciera, pero algo dentro de ella se alegró que provocó eso en él.
/Fin pensamiento Yukino
−Eso en cierta forma me alegra, pero aún no puedo borrar de mi mente la imagen de esa mujer y ese hombre ¿y si era él? −murmuró Yukino, luego continuó −imposible, ninguna mujer se acercaría a él−
