Atención: Pokémon no me pertenece.
Observación: Con este capitulo inicia el siguiente arco argumental.
Nombre del capitulo: Perdidos en altamar.
Norberto despierta en una cama, observa a su alrededor, se ubicaba en lo que parece ser una habitación muy peculiar de espacio reducido; la aparecieran del cuarto lo hace deducir que se localiza dentro de un gran barco o algo así. Fija su mirada sobre la pequeña ventana que posea aquel espacio para contemplar un mar inacabable que se pierde en el horizonte. No pierde más tiempo para escapar de ese lugar ingresando así a un pasillo secundaria que da directo al principal, la iluminación es buena gracias a las luces instaladas por todo el techo pero también analiza que para no parecer antigua la embarcación si estaba muy descuidada; el Lucario decide dejar de prestar atención a esas delicadezas para enfocar su atención en conseguir una respuesta satisfactoria su interrogante de su convergencia en esa precisa situación.
Accede al pasillo principal lleno de cosas, maltratado y con escasa iluminación. El protagonista analiza el aura que irradiaba todo el barco: suspenso total. Como si algo peligroso pudiera pasar en cualquier segundo, una sensación de pánico súrgeme al tipo lucha-acero en una desesperación terrible de escapar de allí ¡sus inconsciente le dicta escapar a la de ya! Pero con la valentía por delante, Norberto avanza con tranquilidad aunando a estar alerta por si las advertencias de la atmosfera tétricas eran acertadas, lento evitando un accidente en sintonía con su relajación por motivos de la falta de iluminación. Luego de superar esa fase de oscuridad e incertidumbre el Lucario concluye su travesía al ingresar al salón principal de eventos; una suerte de casino, bar, restaurante y pista de bailes que abarca varios pisos, abandonado por años sin mantenimiento, el protagonista baja al primer piso del complejo.
— ¿Estare soñando? —Se pregunta el tipo lucha-acero.
—No lo estas —Aparece al frente el pokémon aura oscura.
— ¡Tu! —Norberto hace un gesto de enojo— nos volvemos a encontrar.
—Así es —camina con tranquilidad entre la escoria de cosas— la cuestión es… —levanta del suelo un plato roto— no comprendes el dolor de cabeza representado por tu ser —ve su reflejo antes de arrojar a cualquier lado el susodicho pedazo de porcelana— pero tu aventura como Lucario termina aquí ¡no perteneces aquí! Tu dimensión el mundo pokémon jamás debieron coexistir, es un erros una blasfema ¡insulto de la realidad! Algo que sí debería llamarse error de la creación.
— ¿A qué te refieres? —El protagonista no entiende nada en absoluto.
—Ultimátum —responde con molesta pero paciente con una expresión seria.
La antítesis activa una poderosa telequinesis que manda a volar todo a su alrededor con una pose que denota arrogancia, luego levanta del suelo una gran pesa para mandársela a su contrario, quien con la ayuda de un Palmeo destruye sin ningún problema el mueble de madera pero al toque es sorprendido por su agresor atacándolo de frente y con un imponente puñetazo en su hocico para enseguida acabarlo con una patada en el estómago que lo expulsa con fuerza en consecuencia de su imponente aura su poderosa de las tinieblas causando severos estragos en el cuerpo de Norberto que se queda tendido en el suelo quedándose allí tras el brutal impacto. El malvado Lucario no estará satisfecho hasta que su contraparte sucumba ante sí, lo levanta del suelo con su telequinesis como si de un muñeco de trapo se tratase ya que no otorga ninguna resistencia en su dominación.
—El cuerpo es frágil pero el espíritu es fuerte —responde entre susurros el protagonista.
—Cierto —lo acerca a él ante su cara de malvad e indiferencia— pero tú eres un ser del plano existencial más bajo y despreciable, no dudes que tienes punto de quiebre, ¡¿Por qué no acepta tu imperfección y dejas de hacerme enojar?! —lo golpea con toda sus fuerzas en iteradas ocasiones— eso es lo único que conseguirás, pierdes tu finito tiempo —de un golpe en el rostro lo hace sangrar.
—Rendirme no es mi estilo —con lágrimas en los ojos— voy pelear hasta las últimas consecuencias, cada vez que caiga me levantara más fuerte, con la meta bien clara y los ojos al frente —escupe saliva con sangre— la negatividad nunca triunfara en mi presencia.
—Patético —lo azota contra el piso dejando una marca— el bien y el mal no existen, solo se percibe la conveniencias —lanza hacia arriba haciendo que chocara contra uno de los barandales de los pisos de arriba— estas pendejo si crees que puedes interponerte a mi voluntad —el golpeado cae desde lo alto hacia el suelo del salón principal— tu tiempo se acabó. Tus poderes se debilitan mientras los míos aumentan.
Enseguida el Lucario carmesí ejecuta un poderoso Esfera aura que arroja contra su contrario quien realiza el movimiento de Hueso veloz al intentar defender, ambos ataques chocan pero el de categoría especial resulta ser más fuerte por lo que termina sucumbiendo ante esta pero igual Norberto hace su mayor empecho en resistir de forma inútil, al final el protagonista tuvo que cubrirse en un aura protectora para tolerar el imponente daño que recibe por parte de su agresor oscuro. La antítesis se acerca a su víctima al mismo tiempo que esta se queda inmóvil, el cual esa sumergido en sus pensamientos de miedo, angustia, ira, impotencia, frustración, pánico, desesperación, devastación y similares, su aura pura se torna gris y la oscuridad surge desde las entrañas del protagonista.
—Eso es ¿ya estás listo? —El malvado Lucario se coloca a su lado.
—Aún es temprano para volver a caer en las tinieblas —logra equilibrio entre los extremo opuestos— no tolero ser controlado por la oscuridad como tú.
Acto seguido los dos tipo lucha-acero ejecutan Aura esfera, logran la igual por varios segundos pero el ser malvado ganó a fin de cuentas y Norberto por su parte con un Garra metal desvía la trayectoria del misil a cualquier lado sin prestarle más atención: su foco, acabar a su antítesis lo más pronto posible. De repente los dos contrarios dan un gran salto para iniciar otra vez con una épica batalla entre ambas voluntades que van en sentidos totalmente opuestos, como dos trenes que colisionan a toda máquina. Intercambian puñetazos, golpes, patadas, cabezazos, codazos, rodillazos y demás que lograra mantener esa tensión constante por superar a su adversario casi los dos pos intentos no pensaban al momento de agredirse de manera física y violenta. Están ahora parejos, el Lucario carmesí fracasa de nuevo al no poder volver malvado al protagonista, pero si logro un considerable avance aun es suficiente.
— ¡Basta! —Dejan de desatar ese épica contienda— pelear no produce nada productivo —desprende una poderosa onda de fuerza telequinesia.
— ¡¿Ahora que quieren intentar?! —Norberto para resistir requirió usar toda su voluntad.
—Esto —sentencia.
Aunque el lugar tiene algo de iluminación, se enciende un reflector sobre el pokémon aura oscura se observan a Edgar, Natalia y Penumbra están atados sin poder moverse para nada. Entonces el antagonista los asesina sin compasión a sangre fría, Norberto contempla los cuerpos fallecidos de sus amigos. Luego le llegan las imágenes en su mente de eventos futuros, el fin de los tiempos, como todos desesperados corren por salvar sus vidas pero no había a donde refugiarse, él asesinará a los legendarios que mantienen el orden de este universo.
—Que has hecho —el tipo lucha-cero no lo podía creer en lo más mínimo— ¡que es lo que has hecho!
—Querrás decir que hemos hecho, no somos entes separas Norberto, porque somos lo mismo —revela el viajero del tiempo— ¡Yo soy tu futuro!
—No —se queda bien pasmado ante tal información— eso no es cierto, es imposible.
—Busca en tus sentimientos, tú sabes que es verdad —torna su aura gris coincidiendo con la del protagonista.
—¡Noooooooo! —El pokémon aura comprende la verdad.
—Norberto, no puedes escapar de tu destino, el cual es destruir la existencia misma —le extiende la mano— únete al lado oscuro, no hay otra forma.
—¡Ya me canse de tus mentiras! —Con una rabia tremenda el protagonista levanta un tubo de metal para agredir a su contrario.
El Lucario carmesí esquiva un par de veces esa agresión de su contrincante, luego ataca con foco resplandor y aura esfera pero al final el pokémon aura logra clavar su arma entre las costillas de su tórax perforándole el corazón: muere.
—Lo logre —se dice a sí mismo el tipo lucha-acero con una sonrisa— finalmente me deshice de ti— ¡¿Eeh?! —se le revela que estaba cegado consumido por su euforia del momento— ¡Rodolfo! —En realidad quien asesino fue al Zoroark: había sido engañado.
— ¡No puedes escapar de tu futuro! —Se escucha la siniestra voz del malvado ser por todos lados— el fin de los tiempo está a la vuelta de la esquina.
—¡Maldita sea! —Norberto cae aniquilado y desgastado emocionalmente.
—Tic, tac, tic, tac —carcajadas— tu tiempo se acabó.
Edgar es tele transportado hasta que las moléculas de su cuerpo se vuelven a reunir para materializarlo en lo que parece ser la cubierta de un trasatlántico, se levanta del suelo para ponerse a caminar a la proa al mismo tiempo que fija su atención al inmenso océano que tiene a su disposición de admirar, solo un inmenso mar que se perdía en el horizonte, luego de unos minutos de caminata llega a la parte delantera solo para impresionante ante el imponente cuerpo de agua sin fin que se extiende en todas las direcciones: literalmente estaba en medio de la nada. Solo muy en el horizonte logra divisar lo que parece ser unas montañas que es lo único deferente en su vista que no era el mencionado líquido vita del cual emanada un profundo suspenso debido al escaso ruido en el ambiente.
— ¡¿En dónde estoy?! —Grita el pokémon fauces ante la perturbadora vista y la falta de información— por esta razón es que no me gusta saltar al hiperespacio al azar. Como es peligroso cuando no sabes en donde vas a acabar —se escucha un fuerte ruido proveniente de adentro del barco.
Así que el tipo agua vuelve ingresar al interior de la estructura flotante, intrigado por quien se localiza con él ¡quiere información a como dé lugar! Pero antes de cruzarse con alguien que pudiera contestarle esa cuestión, algo más le llama la atención; se trata de su familia al final del pasillo, allí enfrente de sus ojos, no lo podía creer, sobre todo cuando se supone que su esposa e hijo estaban muertos desde hace casi dos años.
— ¡Eeh! ¿Qué se supone que significa esto? —Se marchan— ¡oigan espérenme! —lo sigue.
Va tras ellos, casi corriendo, con muchas esperanzas en su ser por volverlos a verlos, su mente ya no pensaba en nada que no sea en reencontrarse con su fallecida familia, quienes al llegar al borde del barco se tiran al mar y Edgar si pensarlo dos veces también se lanza al vacío.
— ¡Por favor no me dejen! —Grita el lacayo de Palkia.
Rodolfo reacciona, como si hubiera estado durmiendo parada y con los ojos abiertos, observa a su alrededor, se localiza en lo que parece ser la sala de mando de un gran crucero trasatlántico de un modelo antiguo pero semejante a los actuales. Los controles están oxidados y en muy mal estado, de hecho hay mugre en las ventanas y mucha basura en el piso, pero a pesar de que el interior estaba claramente en muy pésimo estado el exterior aún conserva los vivos colores de una embarcación nueva, algo muy extraño ya que pareciera que el navío llevaba décadas navegando en altamar sin rumbo a su deriva.
— ¿Qué es eso? —Dice el tipo siniestro al mirar por la ventana— ¡Edgar! —Logra divisarlo cuando estuvo en la proa— entonces no estoy solo.
Después encuentra un telescopio con el cual logra admirar más allá de lo que sus ojos podían ver, lo que contempla lo deja perplejo; Se trata de que en el horizonte como si la tierra fuera plana termina en una cascada infinita hacia la hacia la nada, las montañas en realidad eran las rocas flotantes del mundo distorsión, van de manera paralela con respecto a la catarata por lo que no corrían peligro de caer en el fin del mundo.
—Nunca imagine estar en la dimensión de Giratina —de la sorpresa suelta a su suerte el objeto que descubrió— estamos en peligro... —el entorno era lo que manifestaba.
El lacayo del susodicho legendario aún tenía mucho que procesa ante tal revelación, estaban en la región de Hoenn y de un segundo al otro ya se ubicaban en la guardia del legendario de tipo fantasma-dragón. El disfrazorro sumergido en sus pensamiento pisa mal entre la basura ocasionando que perdiera el equilibrio y se desplomara de forma violenta hacia un montículo de latas vacía que ante el impacto causaron mucho ruido. Para su mala suerte se hallaban vacía porque se estaba muriendo de hambre.
—Espero acostumbrarme a este lugar —se dice a si mismo al verificar que no hay comida en los embaces de aluminio —su estómago ruge.
El lacayo de Giratina se aguanta su necesidad de asimilar alimentos para ir en busca del Feraligatr o inspeccionar el lugar, el ambiente es sumamente tétrico al punto de que se te introduce una sensación de correr en tus piernas y salir a toda velocidad de allí pero al mismo tiempo esa posibilidad no tenía sentido ya que estaban atrapados en esa embarcación sin salida por lo que debía guardar la compostura. Lo que lo deja en verdad perplejo son los oscuros brazos transparente que se ubican por todo el complejo, atravesando las paredes inmóviles, el terror no tardo en invadirlo pero con valentía se aguanta esa desagradable sensación de miedo. Sigue avanzando saliendo del interior del trasatlántico para toparse con el tipo agua quien en ese justo momento había saltado hacia su posible muerte, Rodolfo actúa al toque para salvar al pokémon fauces logran sujetar su brazo quedando allí colgando mientras el tipo siniestro se aferra al pasamanos para no caer.
— ¡Suéltame! Tengo que ir con ellos —Empiezan a brotarle lágrimas al tipo agua.
—No digas locuras Edgar —intenta resistir todo el peso— Estas siendo manipulado por las tinieblas.
Las oscuras manos translucidas estaban aferrándose en el lacayo de Palkia para ahogarlo, al parecer solo el Zoroark es capaz de verla porque el Feraligatr ni las apreciaba y crea que era su voluntad el suicidarse.
— ¡Ya déjame en paz! —Recuerda todo sus años más oscuro cuando se volvió adicto al alcohol— la vida no tiene sentido cuando cargas con este dolor ¡quiero morirme!
—No lo permitiré —aplica toda su voluntad sobre la oscuridad— ¡déjenlo libre sanguijuelas del mal! —Los misterioso brazos sueltan su presa— sé que quieres hacerlo —se le acaban las fuerzas.
—¡¿Eeh?! —El tipo agua despierta de su trance— ¡¿Qué está ocurriendo, porque estamos colgando tan precariamente?! —se sorprende de sobremanera.
—¡No preguntes, solo súbete de una buena vez! —Le grita el Zoroark en su desesperación.
—Gracias amigo —consigue volver a salvo a la cubierta— no sé qué hubiera hecho sin ti.
—No hay de que —el lacayo de Giratina por el gran esfuerzo que hizo es que tiene la respiración agitada— solo no vuelvas a bajar la guardia, este lugar está lleno de maldad.
—Ya me di cuenta, espero que eso no vuelva a pasar, vamos a inspeccionar —es lo que dice el pokémon fauces con determinación— deberíamos separarnos —los brazos oscuros ya empiezan a afectarlo.
— ¡No! —Se los quita de encima— al parecer solo yo soy inmune a la oscuridad, no deberíamos separarnos.
—Tienes razón, entonces investiguemos juntos —accede.
En consecuencia los lacayos de Palkia y Giratina ingresan al pasillo principal para después bajar a los pisos inferiores a buscar a más atrapados en su misma situación. Siguieron su camino hacia el interior del trasatlántico hasta llegar al pasillo principal de la zona, algunos sectores estaban bien iluminados, otros en cambio escaseaban en luz y algunos inclusive reinaba la oscuridad. El tipo siniestro ve con desasosiego los continuos brazos de la maldad inmóviles incrustadas en las paredes pacientes por adherirse a una víctima indefensa, todo el lugar muy silencioso y a la vez muy lúgubre invitando al nerviosismo por esperar un espanto en cualquier segundo.
—Es mi imaginación o este sitio es demasiado extraño —vocifera el Feraligatr mientras contempla el piso lleno de desperdicios y asquerosidades pegadas al piso— ¿Cuánto tiempo tendrá este transatlántico?
—Mucho, si hay mucha corrupción canalizada aquí es porque debió pertenecer en vida a alguien que sería la personificación de la maldad en la tierra —empieza a pensar en todos los actos atroces que pudieron realizarse en el pasado— este navío tiene mucha historia, no dudo que haya pasado una especie de masacre y semejantes barbaries por todo el recinto.
—Eso si se escucha feo —en eso pasan una gran R incrustada en la pared— ¿Crees que este barco haya pertenecido al crimen organizado?
—Sin duda alguna, nomás que no logro descifrar a cual, lo bueno que los mafiosos ya no están presentes —varios recuerdos del barco inician a invadir su mente.
Como si regresara en el tiempo el lacayo de Giratina se sumerge en la época en los que el transatlántico cruzaba los océanos del mundo pokémon:
—No puedo creer que estoy en los cuarteles principales, por fin el equipo Rocket vio mi potencial —al joven lo seguía su compañero de tipo veneno— ¿verdad Nidorino que no es genial? —Le responde su pokémon con una gran sonrisa y diciendo su nombre con felicidad.
—Gionvanni no te atrases —le responde la mano derecha del actual jefe de la organización delictiva.
—No lo haré señor —el joven prodigio del crimen fue ascendido a tan temprana edad a ser parte de la elite.
Luego de tener esa visión despierta, el tipo siniestro se da cuenta que el pokémon fauces se había adelantado tanto que lo perdió de vista, va tras él debido a que sabe que si fue influenciado por la maldad a pesar de que supuestamente él debería controlarla y no al revés, Edgar estaba perdido sin su ayuda y seria consumido por la tinieblas. Aunque el disfrazorro corre hasta el cansancio el tipo agua se había esfumado como si nunca hubiera existido, pero no se desespera y sigue buscando hasta que ingresa al salón principal de los pisos inferiores y allí logra ubicar al pokémon aura el cual estaba completamente enloquecido para ese entonces.
—Oye Norberto ¿estás bien? —Pregunta el intrigado tipo siniestro.
— ¡Jamás seré controlado por la oscuridad! —Grita de la desesperación el Lucario— si no tengo opción, en ese caso ¡te destruiré!
En consecuencias el tipo lucha-acero empieza a atacar al Zoroark con Palmeo mientras este lo esquiva ya que se da cuenta que el lacayo de Dialga estaba siendo controlado por los mismos brazos que existían por toda la embarcación y ocasionaba locura total en sus presas.
—Cálmate Norberto ¡estas siendo controlado! —Trata de tranquilizarlo pero es inútil.
—Cálmate tu —activa sus Garra metal— ¡porque no desapareces y me dejas a todos! —ataca sin piedad.
Rodolfo al comprender que el protagonista no dudaría en hacerle daño lo esquiva a toda costa y se defiende sin miedo a lastimarlo. En eso arroja un potenciado Pulso umbro que el Lucario apneas logra hacerle frente con sus garra metal actuando de escudo y después arroja una Onda certera que falla estrepitosamente pero impacta contra una mesa que es propulsada hacia Norberto a quien termina cayéndole encima. El Lucario con su movimiento de tipo lucha destruye el objeto de madera para después con su Copión mandarle el mismo movimiento que casi termina recibiendo el tipo siniestro pero se salva prácticamente de milagro. Acto seguido el Lacayo de Giratina le arroja un fuerte Lanzallamas al mismo tiempo que su adversario activa su Hueso veloz el cual utiliza para soportar esa columna de fuego, ambos oponentes terminan por verse las caras mientras recuperan el aliento antes de continuar…
—Vamos Norberto, reacciona ¡yo soy Rodolfo! Somos amigos —este trata de hacerlo entrar en razón pero es inútil ya que los brazos oscuros están bien aferrado a él— maldita sea, está muy bien corrompido.
— ¡Nunca me convertiré en ti! ¿Cómo sería eso posible? ¡No te creo nada! —Grita el protagonista de una forma muy macabra, furiosa y aterradora.
En eso el protagonista levanta del suelo un tubo de metal con el cual empieza agredir a su contrincante con todas sus fuerzas, el disfrozrro al comprender que nunca va a poder entrar en razón a su adversario se le ocurre un truco para confundirlo; crea una ilusión, una copia de él, esquiva una estocada de la afilada arma de su agresor para luego dejar que su carnada fuera perforada por el susodicho objeto pulso cortante haciendo parecer que había muerto cuando en realidad era su doble.
—¡¿Eeh?! —El pokémon aura piensa que asesino al Zoroark— No, Rodolfo ¡perdóname! —El protagonista cae de rodilla al suelo soltando su arma al suelo— yo no, soy un… asesino —se quiebra en llanto.
—Norberto ¿puedes escucharme? —Trata de liberarlo pero se da cuenta que no puede— ¡carajos! Esto es malo.
— ¡Tu! —El tipo lucha-acero mira con ira hacia adelante— ¡Eres el culpable de todo esto!
—Asesino —el Feraligatr entra en escena— ¡mataste a Rodolfo! —Se pone en guardia— ¡¿porque lo hiciste maldito desgraciado?!
— ¡No te hagas el inocente! —Ejecuta sus Garra metal— sabes bien a lo que refiero, ser despreciable.
—¡Por favor dejen de pelear! —El disfrazorro es el único que se da cuenta que están siendo manipulados por la oscuridad— ¡No cometan ninguna estupidez ustedes dos!
El lacayo de Giratina intenta detener al Lucario y al tipo agua pero se lo impide un oscuro brazo diferente a los demás debido a que pareciera tener mayor jerarquía que el resto. El tipo siniestro trata de liberarse pero es improductivo; solo puede quedarse inmóvil y admirando de manera impotente mientras sus dos mejores amigos corrompidos por las tinieblas se herían a muerte en una pelea sin sentido alguno más allá del dictado por el destino de la maldad que quiere destruirte por dentro sin siquiera te des cuenta: al verlos a los mejores camaradas en los peores enemigos por cualquier tontería.
Esta historia continuará…
Nota inicial: Hasta que por logre conseguir que materializar esta parte de la historia, XD.
Nota del autor: Aqui si todo sale bien, estará llena de revelación y tambien apareceran antiguos aliados. Perdón por no entregar el capitul oantes es solo que como estos capitulos seran muy importantes para la trama, es que me quiero ir con cuidado.
Nota final: Espero que les haya gustado y nos leemos despues...
