Una doncella enamorada, así es como se sentía siempre que pensaba en él. Se sentía de esa manera siempre que pensaba en aquel hombre maduro que la vio crecer y la educó en gran medida.
Se preguntaba que sería de su vida si él no hubiese ingresado a su vida a través de su madre, que sería de su familia. ¿Posiblemente se hubiese fragmentado su relación con ellos? ¿Su madre hubiese superado a su exmarido? Aunque, en primer lugar, ¿su madre se hubiese separado de Jacques?
Eso es algo a lo que Winter no tenía una respuesta, lo único que sabía era que la familia estaba más unida de nunca bajo un pilar y su madre mantenía siempre un semblante feliz; cuando el trabajo no la agobiaba obviamente.
Ella podía entender el porqué de su madre, su nuevo amante brillaba bajo luz propia pese a que su historia personal lo empañaba, más para quienes no lo conocían íntimamente.
Pero que se jodan.
Nada de lo que las demás personas digan tenía importancia, para ella él era perfecto y eso era todo lo que importaba.
Y ahora con él en casa y por casualidad su tiempo libre fue planificado para esa fecha. La orden ya estaba firmada y nada podía removerlo, aunque lastimosamente solo sería un mediodía, pero es un peor es nada. Y todo esto es como una casualidad perfecta para pasar el tiempo juntos, eso sin contar que su trabajo como escolta era de gran ayuda.
Ahora mismo Winter paseo por lúgubres pasillos del lugar con una mirada de satisfacción en su persona. Las personas que empezaban a trabajar temprano la miraban con miradas curiosas por esa mirada ajena a la expresión en su mayoría estoica que Winter Schnee solía brindar siempre en el trabajo.
Con solo un paseo breve a su oficina, su salida estaba asegurada.
"Especialista Schnee, quisiera tener unas palabras con usted."
Aunque puede que no.
"General Ironwood, tenga usted un buen día." Girándose, Winter se tensó ante la presencia de James Ironwood, era al que menos quería ver ahora mismo. "Tenía pensado terminar un informe y salir con mi licencia, Señor."
"Lo se. Solo quiero tener unas cuantas palabras con usted, tiene que ver con Jaune Arc, No será mucho tiempo."
Winter tenso los dedos de sus manos, pero aun así prosiguió brindándole entrada al General a su oficina. Esperaba que el momento aquí sea corto. Se arrepentía de venir ahora mismo.
—¡Ah... ¡Ah... ¡Ah! mmm~ oh Dios ¡Jauneee! ~"
Aplaudir- Aplausos, aplausos, aplausos
"¡Te gusta esto cariño!"
"¡Oh Dios siiiii! ¡Me encanta! ~ ¡No dejes de te lo ruego~! ¡Tiñe mi vientre en tu color! ¡Con tu calor! ~ Te ¡AMO! ¡Te amo! ¡Te amooooooo!"
Willow gritó en felicidad y satisfacción. Su cuerpo desnudo juvenil sufrió espasmos empapándose en los fluidos pegajosos del suelo. Debajo del fornido masculino, ella se sintió indefensa y protegida a la vez, su esencia la cubría y embriagaba calentando aún más su deseo.
Apenas y había podido descansar un poco de toda la noche de sexo, y ahora mismo de nuevo volvió a sentir sus aterciopeladas paredes vaginales ser saqueadas por el falo invasor. Por la gruesa y larga que martilleaba su vientre como un ariete.
Un orgasmo más era un squirt más que la empapaba.
"¡Hmmmm~ Dios! ¡Unnghhh! ¡Jaune..." Su lengua salió de su boca derramando saliva en una mueca torcida con ojos bizcos y acuosos. Ella se aferró al cuerpo fornido de su hombre con sus piernas y brazos temblorosos. Su cuerpo sentía escalofríos y su vientre sentía calor jugoso y pesadez. Al ojo externo, ella parecía grávida por todo el semen que la llenaba y se derramaba de su sello empapando aún más la alfombra haciendo un desastre de su cuerpo.
Su garganta dolía, pero eso no era impedimento para vocalizar su placer sexual. Sus palabras de afecto ante su verdadero amor, el hombre que la como un verdadero semental con la única intención de inseminar a su hembra elegida. Un hombre viril que fue capaz de darle en un solo tiro tres maravillosas niñas más a su familia. Y posiblemente muchas más a esa nómina salidas de su propio vientre.
Aplaudir- Aplausos, aplausos, aplausos
"Jaune~ eres tan increíble ... ¡Te amo! ¡te amo ... ¡Amo a ti y tu!"
La hembra sobre el suelo estiró las piernas en el aire y torció los dedos de sus pies por el cosquilleo delicioso empapando el choque de pelvis, causando más sonidos acuosos sumándose al lechoso y espeso fluido que se aferraba al falo viril. El aroma producido por el sexo la embriagaba y aromatizaba por completo la habitación convirtiéndola en un caldo de cultivo de feromonas que de ser posible causaría que una Fauno Entrase en celo apenas y lo oliese. Ella sabía de eso.
"Si te vieran ahora mismo... no verían a una mujer de clase alta... te compararían a una mujer que vende sus servicios por dinero". Jaune respiro agitado, acariciando el rostro sudoroso femenino fijándolo a su mirada, desacelerando sus estocadas. "Te compararían con una prostituta".
"¡Y lo shoy! ¡Shoy tuya! ¡Shoy tu prhostituta!" ella lo decía sin vergüenza alguna, su mirada bizca y su cabello se pegaba a su frente en un rostro mojado con un gran sonrojo mostrándose gracias a su piel pálida. Ella quería abrazar a su hombre, pero se quedó a medias, ahora sin fuerzas en sus brazos.
"¡Si eso es lo que dices! Entonces tengo que dejarlo más en claro" Jaune gruño y cambio el movimiento para hacer golpes profundos, su fue prisionera de nuevo de la cámara de bebés de Sauce. El movimiento hizo que las gruesas piernas femeninas se aferraran a su cadera en un intento de aprisionarlo, era un tic nervioso.
Willow gruñó y mostró una sonrisa feliz y depravada. Desde hacía un par de horas de la mañana que su amado la había llevado a la dicha orgásmica sobrepasando el digito, su fornido y dotado amante era un experto.
Con el cuerpo sudado pegado a la alfombra costosa en el piso del comedor, a su alrededor había algunas sirvientas aún inconscientes con otras de ellas ya tambaleándose para marcharse y descansar. Las nuevas que tomaban relevo en deberes se unían a las antiguas para limpiarlas del semen que cubría sus cuerpos e intentar ventilar el aroma para que no sea permanente en el lugar. De reojo miraban como la pareja como un par de adolescentes que descubrían el placer del sexo.
"¡Uf! Dios~ me estás rompiendo~"
"¡Nhg! Hngg... te moldeare a mi forma". Jaune gruño, apretando los pechos lechosos de su amante. Unos verdaderos ordeñadores que chorreaban leche suficiente como para varios niños. "¡Te he recordado la forma de mí!"
"Sí ~ ... ¡Uhgg-mmmm hazlo!"
Willow tembló ante el reflejo agresivo de su amante, más cuando sus pechos fueron ordeñaos y en ello sus disparos lechosos llegaron a su rostro y boca abierta. Ella usó la lengua e intentó recoger el líquido que bebió gustosamente, un beso mojado llego después.
Macho y hembra sobre el suelo como animales, la hembra se sometió y espero activamente la dicha líquida ser derramaba en su interior. La hembra espero la leche viril masculina fértil en su útero travieso en espera a una fecundación exitosa.
Carne sobre carne y humedad resonó y dejo en claro la fuerza de su apareamiento, Willow jadeo ante los empujes de cadera y presión en su. Jaune gruño en cada estocada, cada presión en el coño mojado de Willow causaba que él soltase un chorro de semen.
...
La posición del misionero, una posición sexual simple, pero para ella se sentía como una prensa con golpes fuertes en su cérvix haciendo sentir sobre su extendido vientre el fornido cuerpo de su amante, así como el peso masculino que la sometía como toda mujer debería hacerlo con su hombre. Su manera de ahora mismo era suave pero profunda, ya no se devoraban y eso le permitió volver a un poco a sentidos y acariciarle la mejilla.
"Te amo Jaune". Ella susurró.
Él la miró fijamente y sonrió. "Y yo te amo a ti."
Acercándose, Jaune beso suavemente sus carnosos labios. Un beso suave y entrecortado haciendo ruidos para así luego dar paso a su lengua.
Muack~ Muack~ Muack~ Muack~ ...
El beso escalo en intensidad, primero en leves mordiscos y lamidas hasta morderse los labios y chupar sus lenguas compartiendo saliva con un deseo voraz. Parecían devorarse mutuamente queriendo fusionar su boca, así como lo hacían su coño y su polla.
Muack~ Muack~ Muack~ Muack~ …
Willow sentía los labios hinchados, el beso acelero su corazón e incluso la llevo a correrse derramando más de su miel sobre el miembro viril enterrado aun en su vientre. Sus medias se sentías pegajosas y flojas, su cuerpo juvenil no rellenaba las medidas y lo sintió mucho más cuando Jaune empezó a levantar sus piernas sobre su hombre hasta acomodarla en una prensa de apareamiento. Solo allí soltaron sus labios.
"Muack~ mmm~ aaah ~"
"haaa… estas de nuevo apretada."
Jaune gimió ante la presión extra que le brindo el cambiar de posición en la punta de la polla, allí sentía como un anillo carnoso apretándolo en cada palpito. La presión de adentro hacia afuera por el contenido en el vientre de Willow causaba un ligero cosquilleo en su glande.
"Estas en mi útero. De nuevo estas en mi úterohmmm~"
Clap- Clap- Clap- Clap
Sonidos acuosos y gemidos, Willow sentía el cielo al sentir lo antinatural de como su cérvix era jalado con cada empuje, lo antinatural de ello electrizaba sus sentidos haciendo que más jugos salgan en chorros haciendo que el ambiente tome un olor rancio y dulce. Jaune mantuvo los empujes constantes, así como su eyaculación causando una mezcla extraña entre su polla y el apretado coño que follaba. Sus entrepiernas eran un mar de semen espumoso, lo cual era visto por las sirvientas que solo suspiraban tocando sus pechos deseando un poco de eso sobre si mismas.
"Eres tan deliciosa… ugh… nunca has cambiado en todo este tiempo… eres perfecta para mí." Jaune aflojó en agarre de las piernas de Willow, retirando las medias y beso sus pantorrillas. Moviéndose de manera lenta, empujo en círculos haciendo que la huella de su polla se viese sobre el vientre femenino ahora casi vacío de esperma que masajeaba constantemente su glande como dándole una felación de aspiradora. Willow apretó sus pechos y mostro una sonrisa suave.
"Me cambiaste para ti. Mi cuerpo se ha moldeado a ti… mucho más ahora en esta forma, cariño "
"jajaja… lo se. Pero sabes a que me refiero." Jaune acaricio las mejillas de Willow, ella inclino su rostro a sus caricias.
"Por supuesto que lo se. ¿Pero tal y como estoy ahora… crees que podríamos hacerlo una última vez? Supongo que ya seria hora de desayunar un poco y quisiera beber algo de jugo de fruta, pese a que me guste tu semen." Willow giro la vista, sus sirvientas estaban mirando su acto sexual y de inmediato se desviaron a las actividades pendientes. "Y sé que las sirvientas tendrían que limpiar nuestro desastre…"
Jaune se sonrojo ante lo dicho por Willow. Mirando sus alrededores, fluidos y copas estaban por el suelo empañando el lugar. "Supongo que tendremos que terminar… pero en parte es tu culpa. Se que me diste algo."
"Y no me arrepiento." Willow respondió.
"No lo haces?" él pregunto, pellizcando un poco la nariz de su pareja.
"… puede que un poco. Pero esto es igual a nuestra primera vez, cuando éramos más jóvenes." Ella se sonrojo y mostro una leve sonrisa nerviosa.
"Pero siempre es a cuando éramos más jóvenes. No somos tan viejos."
"… supongo que no. Al menos ahora ya no." Willow murmuró, acariciando su propio rostro. De inmediato ella jalo a su amante a un beso. "Pero hagamos un rapidito. Pero ahora no te vengas dentro de mí, ¿sí?"
Jaune dudo ante la sugerencia, cosa que vio su pareja.
"Quiero que eyacules donde sueles hacerlo para tener una prueba de ti en cada momento. ¿Harías eso por mí?"
Jaune torció lo ojos ante el pedido.
"Sabes que siempre hare tus pedidos. Por más extraños que sean."
"Gracias amor."
Y con eso, la pareja reanudó a una leve sesión sexual de manera lenta. A su alrededor las sirvientas se mantuvieron atentas al intercambio, así como el pedido de su señora. De manera automática, algunos recipientes y una copa de cristal fueron traídos y sostenidos por un par de sirvientas a un costado de la pareja, su mirada llena de anhelo reflejaba los cuerpos desnudos de sus amos.
"Hmk... ¡Ooooh! Jaune ~ ... Aaaahk... ¡me corro, me corro- hmmmm ~!"
Un gemido ahogado, un sonido claramente femenino en su húmeda autosatisfacción se dejó oír.
En la tranquilidad de una habitación claramente femenina, todo eso podía escucharse, más siendo aún siendo habitaciones vecinas.
Tres pares de ojos azul profundo parpadearon, lo escuchado no era nada nuevo y en última instancia era como una rutina. Podían entenderlo, aunque no a lo que había ocurrido en la noche anterior.
Ellas empezaron a sacar sus conclusiones.
"Nos drogaron". Dijo una.
"¿Jarabe para dormir?", murmuró otra.
"Muy posiblemente hayan sido pastillas, pastillas mezcladas entre la bebida o comida." Afirmo otra niña, a lo que las demás asintieron.
Tres niñas que compartían cama, sus miradas zafiro estaban perdidas en el techo de su encantadora habitación. Su silencio largo hacía que sea más fácil escuchar lo que ocurría a su alrededor. Moviendo sus dedos y sacudiendo su sueño, ahora estaban alerta a lo que harían luego de lo que había ocurrido en la noche. Algo causado por su propia madre para sacarlas del camino.
Y todo era porque su querida madre quería ser tontamente por su hombre. Que mujer lasciva.
Con cabello suelto y desparramado sobre la cama, Winny mantuvo su mirada serena. Sus pensamientos estaban en lo que ahora ocurría en casa, y se sentía un poco herida por ser apartada bruscamente.
"Nuestra madre no pudo soportar mucho tiempo sin nuestro padre, pero no creo que sea correcto hacernos esto."
"Es una mujer lujuriosa no?"
"Una mujer madura con una elevada libido, muy ajeno a lo que se cree normalmente de ellas."
Wendy sonrió al escuchar las palabras de su hermana. Su pálido rostro se sonrojo antes las implicaciones. No era ajena a el acto sexual, aprendió de ello de los libros y videos eróticos... incluso de su propia madre.
"Mamá ha estado muy centrada en su trabajo, necesitaba a papá con ella."
"Y nosotras no?" Volteo Winny a ver a su hermana, quien también hizo lo mismo.
"También lo hacemos." Wendy respondió, con una leve sonrisa en los labios. "Pero no de la manera en que mamá lo quería, al menos no aún~"
Winny bufo levemente y torció la mirada, era cierto que ellas amaban a su padre en todos los sentidos. No había por qué decir en voz alta lo obvio.
"Oh Dios~ hmmmm ~!"
"hmmmm ~"
Y al parecer su hermana mayor continuaba dándose amor propio. Pese a tener una mirada altiva y centrada, su hermana mayor era una adolescente que quería sexo. Ellas podían entenderlo.
"Parece que nuestra hermana está trabajando duro los dedos." Wendy murmuro.
"Posiblemente esté jugando con sus pechos. Quiere hacerlos crecer."
"¿Así como nosotras?"
"Lo has dicho". Winny aseguro, moviendo sus manos y apretando su busto levemente.
"hmmmm ~"
El gemido se escuchó más cerca, de esa manera las chicas se giraron y vieron a la otra chica quien no había hablado desde el principio y estaba dándoles la espalda. Su cuerpo pequeño casi en posición fetal y con gemidos contenidos hizo que las chicas bufaran ante lo desvergonzada que era su pequeña hermana
"Wisal?... Wisal" Wendy llamo, siendo la más cercana a su hermana traviesa.
"..."
"¡Wisal!"
"Hmmm... si~" la pequeña niña jadeo una respuesta.
"Que estás haciendo exactamente."
"Me estoy tocando~" Wisal respondió, aun de espaldas a sus hermanas.
"¿De eso nos dimos cuenta, pero por qué?" Winny pregunto.
"Me dieron ganas de hacerlo ~"
Wendy giro los ojos ante una respuesta tan simple, era cierto que como hermanas que compartían habitación casi todo era abierto entre ellas. Pero aun así había un momento para cosas más privadas, así que tenía que cortar esto.
"Bueno, pues es momento de que lo dejes y nos levantemos para el desayuno." Wendy se movió sobre su hermana e interrumpió su momento.
Wisal gimió y quedo bajo su hermana a horcadas sobre ella. su rostro sonrojado y ojos lagrimosos mostraban su encanto femenino, su vestido levantado sobre su vientre mostraba sus bragas azules y húmedas demostrando que ya había alcanzado el clímax. Ella se sonrojo aún más bajo la mirada atenta de su hermana, lo hizo más al ver voltear y ver la mirada juiciosa de Winny. Ella cubrió su rostro con sus manos húmedas, para sumar más cosas a su vergüenza.
"Por Dios Wisal, sé que tienes tus momentos, pero… no deberías tocarte con tus hermanas cerca. Mas aun al escuchar la voz de nuestra hermana mayor."
"… lo siento."
Wendy tarareo al escuchar y ver la vergüenza de su dotada hermana. Si, pese a ser pequeña, Wisal poseía un cuerpo mucho más femenino que cualquiera. Ella era la envidia de todas las niñas, mucho más de Weiss quien siempre parecía mirar sus propios pechos y compararlos con estas montañas que poseía su hermana menor. Pero eso aparte, ahora tenía que castigar a su hermanita.
"Siempre es lo mismo contigo, eres la más traviesa de nosotras y necesitas ser corregida" Wendy se giró y señalo con los ojos a Winny para que se una.
Winny entendió de inmediato y se acercó a el juego.
"Es cierto." Ella tomo las manos de Wisal e inhaló el aroma característico de la masturbación femenina y lo lamio. "Tienes que tener un autocontrol, hermana"
Acariciando el rostro sonrojado, Wendy perfilo y acicalo las mejillas suaves de su hermana en un toque gentil. Sus manos bajaron por el cuello causando cosquillas a las que Wisal reacciono.
"Wendy… no… eso da cosquillas…" pero de inmediato jadeó al sentir un toque adicional en sus piernas; en el interior de sus muslos. "Winny no! No lo hagas…"
Winny acaricio los regordetes muslos, los masajeo y los abrió para darse espacio y lamer la suave piel levemente salada. Jugueteó con su lengua, subiendo y bajando, subiendo y bajando hasta llegar a la condición de mujer cubierta de bragas que emanaba un almizcle femenino característico.
"Tus bragas están muy mojadas. ¿Qué imaginaste al oír la voz de nuestra hermana mayor, Wisal?"
"P-pero que dices?! Me hacer ver como una rara…"
"Ya lo eres." Winny respondió a secas, todo ello sin detener sus manos las cuales ya acariciaban el interior de la ropa interior, traveseaba con la vulva de su hermana.
La niña cohibida se sonrojo de sobremanera, mucho más al sentir las caricias de su otra hermana en sus grandes mamas. Sus pechos eran abusados con movimiento del ordeño de una vaca, sus pezones bajo su ropa quemaban.
"Ya la escuchaste. En verdad que era una niña sucia, no tienes pudor de tocarte frente a tus hermanas. Si papá te viera se sentiría muy decepcionada de ti." Wendy murmuro al oído de su hermana.
"N-no digas eso… papá no pensaría menos de mi por algo que es normal." Wisal murmuró.
"Algo que es normal en la intimidad. No de manera exhibicionista. Si papá te viera, te nalgueara para que tuvieses algo de pudor."
"N-no digas eso… papá no me castigaría… él no lo haría."
"Lo haría. Golpearía tu trasero desnudo con sus grandes manos." Wendy exhibió el pecho de su hermana y acaricio sus duros pezones color rosa. "Te golpearía mientras tu vestido es recogido en tu cintura y tus bragas se mantienen en tus tobillos." Ella jalo los duros pezones en manera de ordeño. "Golpearía y acariciaría tu sonrojado trasero y tu coño derramaría jugos que resbalarían y mojarían los pantalones sus pantalones."
"N-no… no… ah!"
"Te mojarías como lo haces ahora. Eres una hermanita muy sucia." Winny lamio el erecto y exhibido clítoris de su hermana, así mismo uso su lengua para hundirse en la caverna empapada. Sus manos mantuvieron ayudaron a mantener las piernas completamente abiertas, aunque las caricias en su cuero cabelludo demostraban que a su hermana le gustaba el juego. "Si… de verdad que eres una hermanita sucia."
"Ah! Dios ~ hermanas~"
Wisal suspiro, jadeo y se retorció bajo el abuso de sus hermanas. Los toques en sus grandes pechos por las manos expertas de Wendy, su coño siendo lamido y jugueteado por la lengua hábil de su Winny era algo celestial. Sus hermanas sabían cómo tocarla.
Ahora, para alguien ajeno a ellas verían lo ocurrido como un abuso sexual e incluso abiertamente sexuales sobre si, pero en realidad era únicamente un juego muy extraño que aprendieron no hace mucho tiempo. Su mente joven no lo ve extraño y lo tomaron más como algo para relacionarse, una relación afectiva que comparten como un vínculo familiar único.
Wisal jadeo y sufrió un espasmo. Estaba muy cerca.
"Oh Dios… me corro~ me corro~"
"Hazlo Wisal, empapa el rostro de Winny con tu miel femenina. Hazlo ~" Wendy susurro al oído de su hermana, ella lamio su lóbulo.
"Oh DIOS… ME CORRO!… ~"
Wisal arqueo la espalda derribando a su hermana y presiono la cabeza de su hermana con sus muslos presionándola en su coño que chorreo y empapó la cama. Sus espasmos tambalearon sus extremidades torciendo sus dedos y haciendo que haga una mueca extraña con la mirada de ojos bizcos. Wendy sonrió ante el desastre de su hermana.
Winny se mantuvo y cerró los ojos al recibir el squirt sobre su rostro. Su cabello desordenado ahora estaba mojado; sabía que tendría que tomar una larga ducha para eliminar el olor.
"Eso fue una verdadera ducha, eh Winny? Supongo que podríamos tomar nota de esto en el libro." Wendy felicito y acaricio palmeo el pecho de su hermana desmayada.
La hermana empapada solo bufo y tosió, ahora libre y respirando aire fresco.
"Es una deuda de su parte. Tendrá que ser devuelto más adelante."
"Eso no lo dudes. Jejeje…"
Toc-toc-toc
Con un toque a la puerta, el momento se vio interrumpió. Las hermanas consientes de inmediato arreglaron la ropa de su voluptuosa hermana desmayada para dar paso a quien sea que toque la puerta.
"… adelante."
Con su leve cabello desaliñado y ropa en desorden, una maid de cabello rubio paso un pequeño carrito con bandejas y varios cubiertos.
"Lamento la intromisión, pero la señora ha dicho que lleve un breve refrigerio a sus habitaciones."
"Un refrigerio?" Winny murmuro, limpiándose el rostro con toallitas. Pero al escuchar lo dicho por la maid, ella reviso el Scroll y vio la hora. "… mamá calculo el tiempo en el que se desvanecería el efecto la droga. Ja, es una mujer muy lista."
"Gracias. ¿Aunque debo preguntar, tu estuviste con papa anoche?"
La maid se sonrojo y aparto la mirada, su cuerpo aún se sentía meloso ya que no tuvo tiempo para limpiarse lo suficiente y su turno terminaría en breve. Estaban faltos de personal por que fueron demasiadas chicas las que trasnocharon con los amos. Pero pese a su vergüenza, ella asintió con la cabeza.
Las niñas sonrieron levemente. Así la maid hubiese querido mentir, el olor a almizcle masculino la delataba. Pero con eso claro, las niñas prepararon las cosas para su aperitivo en el balcón tomando el aire de la mañana. Aun así, Wendy y Winny intercambiaron miradas y asintieron.
Arreglando todo en la mesa exterior, la maid de cabello rubio lo hizo de manera lenta. Su vientre estaba levemente abultado y le molestaba cuando se movía muy bruscamente, era similar a menear una botella de agua apenas llena. Esperaba terminar de inmediato, aunque de inmediato jadeo cuando sintió un toque en sus nalgas cubiertas de bragas. Ella tembló ante el toque, un toque muy similar al hombre de la casa… en verdad eran sus hijas.
"S-señoritas? ¿Q-que están haciendo?"
"Solo tocando lo que papá tocó anoche." Respondió Wendy.
"Es una inspección corporal. No prestes mucha atención, aquí todas somos chicas." dijo Winny de manera indiferente, jugando con la pretina de los pantis de encaje de su maid.
La maid de cabello rubio jadeo. Estaba siendo abusada por niñas y por su agotamiento no podría defenderse, aunque internamente no quería hacerlo. No había caso.
"S-señoritas… estoy agotada. Quisiera volver a mi habitación y limpiarme y descansar… tengo que ver a mi hija."
"Se que tu hija está en el jardín con el resto de niños y siendo cuidada en grupo. No hay caso en que te apures ahora, solo tomaremos un momento de tu tiempo" Winny susurro, recorriendo su mano sobre el abdomen abultado de la mujer rubia. Ella enarco una ceja ante lo que sintió. Wendy a su lado sonrió ante la vista y se unió a su hermana, en su mano tenía un par de pajillas de goma.
"jajaja…debo decir que papá ha hecho un numerito contigo. ¿Es eso lo que creo que es?"
"… lo es-"
"Por supuesto que lo es. ¿Qué otra cosa crees que es, una comida pesada en el desayuno? Eres una tonta Wendy."
"Ja! Esa fue una pregunta sarcástica. Estúpida."
La maid de cabello rubio sintió gran vergüenza ante la discusión relacionada consigo que tenían las hijas de su amo. Aunque no tuvo tiempo de pensar demasiado cuando de inmediato sintió un par de manos jugando con sus bragas retirando aquello que mantenía su relleno lechoso en su útero. El semen se derramo por sus piernas.
De manera inmediata fue recostada y sus caderas fueron levantadas en una especie de prensa de apareamiento.
"S-señoritas que hacen! ¿¡Q-que están haciendo!?"
"Esto es un desastre. Pero supongo que podríamos aprovecharlo. Ten." Wendy le tendió una pajilla a su hermana quien acepto de buena gana. Ignoró el nerviosismo de su maid.
"Estas muy agitada, casi desperdicias la leche de papá."
"No tenemos mucho tiempo. Ella tiene que descansar."
"La leche de papá! S-señoritas no irán a-"
"Sip. Probaremos el contenido que tienes en tu interior. Pero no te preocupes, dejaremos un poco dentro de ti." Wendy sonrió y jugueteo con su pajilla en sus labios.
"No tienes que preocuparte por quedarte vacía. Mientras tengas un poco, eso hará maravillas." Winny afirmo.
Las niñas sonrieron. Su maid se cubrió el rostro con ambas manos y resignada abrió más las piernas.
"Entonces supongo que tendremos que disfrutar el aperitivo especial. El resto tendrá que esperar."
"Que haremos con la parte de Wisal. Se enojará por no despertarla para esto,"
"Ella me lo debe. Mi rostro y cabello fue empapados así que con esto estaremos a mano."
Wendy asintió ante ello e hizo lo honores al extender el coño maduro e introducir su pajilla de goma y absorber el semen. Su corazón latió con fuerza y se le hizo agua la boca ante dicho manjar, algo a lo que ya estaba acostumbrada desde hace mucho tiempo. Winny no pudo esperar más y se unió a su hermana en el deleite.
Sus respiraciones se agitaron, sus miradas zafiro tomaron un corazón rosa en sus pupilas adormiladas. La leche de su padre era el mejor manjar.
Con una maid siendo usada como dispensador, las niñas Schnee iniciaron la mañana. Dos de ellas en un momento degenerado y una de ellas desmayada.
Winter llegó a casa, dejando de lado las palabras de su jefe, ella pensó en disfrutar su poco tiempo libre.
Su visita era inesperada, pero aun así estuvo curiosa al ver que nadie fue a recibirla en la puerta, así como la falta de sirvientas por los pasillos. Al parecer, su madre había hecho de las suyas en la noche. Ella lo intuía y no sentía vergüenza por ello, siendo más joven ella fue testigo de esos momentos íntimos llegando al punto de sentir celos enfermizos que su propia madre tuvo que calmar.
Ella amaba a Jaune Arc, lo amaba más que a nada. El hombre que remplazo a su verdadero padre quien únicamente mantenía un ceño fruncido siempre que intento conseguir algo de cariño paternal, ese hombre no fue más que un dolor en la familia que la maltrato y alejo del afecto real llevándola a una frialdad que casi congela su corazón. Fue así hasta que llegó su verdadero héroe. Un héroe que amaba y le enseño lo mejor que sabía para así perseguir su profesión actual como especialista del ejército.
Ella sonrió ante el recuerdo de su primer entrenamiento, su manera suave y a la vez estricta de dirigir, eso sumado a sus suaves toques al final después de unos cuantos golpes.
Soltando un suspiro nostálgico ella avanzo hacia la sala, de inmediato su nariz se llenó de un aroma picante y travieso. Ella inhaló más profundo y jadeo sintiendo un cosquilleo, el aroma del sexo era pesado en el área e hizo volar su imaginación. Aunque no demasiado.
Al llegar a la sala, en una silla cerca a la mesa encontró su madre, completamente desnuda teñida de una sustancia viscosa, el semen decoraba su cuerpo. Ella se sonrojo y desvió levemente la mirada.
"Por Dios madre. ¿No podrías haber tenido algo puesto como mínimo de decencia?
"... iba a cubrirme con mi ropa interior, pero... Estoy muy agotada." Willow respondió, con una leve sonrisa.
Winter resoplo ante ello, observando el desastre que era la sala bañada en la prueba del sexo desenfrenado de la noche.
"Me imagino. Y supongo que las sirvientas también se involucraron, ¿no?"
"Podrías decirlo."
Winter sonrió y se bajó a la altura de su madre, muy cerca suyo. "Por supuesto. ¿Y... debo esperar más hermanos en el futuro?"
"No menos de un par, estimo. Pero he de decir si es que tú no quieres unirte a mí como una futura madre, nuestros hijos podrían criarse juntos." Willow froto su abdomen levemente abultado.
Winter se sonrojo ante las fuertes implicaciones de ello. Era cierto que su falta de vergüenza al ver como estaba su madre era una cosa, pero las insinuaciones eran otra.
Ella amaba a su padre sustituto, su madre el incentivo e incluso la ayudo a que su único deseo por él se mantenga hasta ahora sin que su atención se vaya por mirar a otros hombres. Pero el querer que él la impregne, ella lo anhelaba más que nada.
"No podría hacerlo. N-ni siguiera he podido confesarme a él."
"¿No lo has hecho? ¿Ni un intento de seducirlo?" Willow interrumpió las diatribas de su hija.
"He hecho que me mire, y lo ha hecho. Sé que le gusta mi cuerpo... pero no me ha tocado." Winter clavo la mirada con el rostro ardiente de vergüenza.
Willow tarareo ante ello, su hija era un poco lento en etas situaciones. Una mente brillante en temas de instrucción, pero lenta en los temas más simples.
"Tenía la idea de que ya lo habrías logrado. Pero supongo que lo que hice en la noche fue muy bien planificado."
—¿En la noche?
"Si. Anoche te ofrecía ti y a todas mis hijas en bandeja de plata a mi amante."
Winter jadeo ante las palabras de su madre y las implicaciones que ello conllevaba. Su mente le dio un panorama general de todas las hembras Schnee reunidas y mostrando bultos de bebes frente a el único hombre que amaban, ella estaba al corriente que sus hermanas también amaban a su padre. Las hijas de sangre Arc también amaban a su padre, eso no se le hizo extraño.
Pero ahora mismo, ella sabía que su padre nunca tocaría a alguien cercano a él por la sangre. Al menos un descendiente, sus propias hermanas eran un tema aparte.
"N-nos ofreciste a él? ¿Y cómo reacciono?"
Willow suspiró y mostro una leve sonrisa.
"Aún no lo sé. Pero sé que le agrado la idea. ¿A quién no lo haría?" la matriarca Schnee agarró una copa llena de contenido blanquecino grumoso. "Por ahora solo toca esperar y ver."
"Por Dios madre. Ahora como podré verlo a los ojos." Winter agacho la mirada con un rostro apenado. En una respiración profunda, un olor travieso lleno su nariz, un olor similar al de la habitación solo que más concentrado. De inmediato levanto la vista. "Madre... que es eso allí en tu mano."
—¿Esto? Willow jugueteó levantando una ceja, su rostro estaba ahora mismo sonrojado. "Ya sabes, es leche. La has probado antes."
El rostro de Winter se calentó y trago saliva ante la insinuación y tono que su madre puso al hablar.
En verdad que esto era muy raro, para alguien ajeno a ellos la situación seria de depravación y libertinaje total. Pero para ellas, era algo casi cotidiano, en la intimidad de su hogar.
Willow miro el rostro sonrojado de su hija, así mismo la manera en la que tragaba saliva. Con una leve agitación de su copa, ella se lo brindo a su niña.
Winter agarró la copa y se la levó a los labios sintiendo el sabor. Su esencia salada y lo grumosa que era la hizo temblar. Ella saboreó como en una cata de vino, el sabor se tendió por su lengua y su esencia inundo su nariz, ese almizcle delicioso.
Hizo varios tragos lentos, cada uno de ellos fue pensado en maximizar su experiencia.
Al final, la copa fue vaciada y Winter fue saciada. Todo ello bajo la mirada atenta de su madre.
"Que tal estuvo?" Sauce pregunto.
"*glup* delicioso... *Hic*... lo siento."
"Está bien. Pero ahora tengo que ir a ducharme. Si buscas a Jaune, él está tomando una siesta ahora mismo. Pero sé que no será por mucho tiempo." Willow se levantó y estiró su pequeño cuerpo. "Aunque si quieres verlo, lo primero que tienes que hacer es cambiar tus pantalones".
"Lo sé. Lo siento madre". Winter gimió ante lo dicho. Actualmente su pantalón tenía una gran mancha que se mostraba en el área de su entrepierna.
"No te disculpes por algo así. Es normal". Willow meneo la mano señal de sin importancia. "Aun así, tendrás que acompañarme. Me duelen las piernas para levantarlas y sé que requeriré de tu ayuda. ¿Lo harás?" ella solicito, retirándose del salón.
"Por supuesto. Aunque de ser posible, recomiendo sesiones no muy largas para una próxima vez." Invierno sonrió ante el leve tic en el caminar de su madre.
La matriarca Schnee solo torció la mirada ante lo dicho por su hija.
"Tal vez lo piense la próxima vez."
De esa manera ambas mujeres Schnee avanzaron, una mujer adulta de estatura promedio y una mujer madura en un cuerpo juvenil más pequeña que su hija. Algo normal para Winter desde hace ya muchos años, todo por la implicación de Jaune Arc en su familia quien le mostró lo extenso del Remanente.
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El contexto es porno.
Lamento a tardanza por el capítulo de esta historia.
Las responsabilidades de la vida me están y no sé qué hacer.
Espero y este capítulo no tenga faltas ortográficas o errores de contexto, lo he revisado demasiadas veces. El capítulo de Sesión Nocturna tuvo errores pese a todo y eso decepciono.
