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Capítulo 66
—La única magia conocida capaz de modificar el cuerpo de un mortal o un ser vivo es la Magia de Carne. No hay magia más oscura y repugnante que esta, pues aquellos que la usan juegan a ser dioses. —
Texto antiguo en el Arcanaeum.
La sala de reuniones en el palacio de Edzard estaba envuelta en un ambiente tenso, tan tenso que se podría cortar con una daga sin filo. Esto se debía a que en aquella habitación estaban reunidos los lideres del pacto de Kuoh y los miembros del equipo de Vali… o al menos eso se esperaba, pero la realidad era que solo estaban los lideres del paco junto con Zakir y Vali, ya que el resto estaban en otros lugares, tales como la cocina en el caso de Bikou y Arthur, los baños como era el caso de Kuroka, Le Fay y Ophis.
"No esperaba que usaran esas monedas tan pronto." Dijo Edzard mientras miraba a Vali y a Zakir, viendo que no tenían heridas, lo que indicaba que habían usado las monedas por otro motivo. "Como veo que no tienen heridas, supongo que la razón por la que han venido todos, incluyendo Ophis, es que ha sucedido algo grave, ¿verdad?"
"Ni te imaginas, mocoso." Respondió Zakir, refunfuñando un poco. "Pero antes, creo que ellos tienen preguntas para ti, por lo que, para no involucrarnos en sus asuntos, el mocoso del Hakuryuukou y yo saldremos un rato. Vámonos."
Tras aquellas palabras, el zorro humanoide se levantó y miró a Vali, haciéndole una seña para que se levantara. Al ver la señal, el Hakuryuukou frunció el ceño, pues no le gustaba recibir órdenes de Zakir, pero sabiendo que debía de hacerle caso, se levantó y lo siguió hacia la salida de la sala.
Cuando la puerta de la sala se cerró tras la salida de los dos miembros del equipo de Vali, las miradas de los lideres presentes se posaron entre ellos, volviendo a formar un incómodo silencio. Aquel silencio era tan grande que ninguno de ellos tenía la fuerza necesaria para romperlo, o al menos así fue por unos pocos minutos. Ante la mirada de todos, Michael se levantó y caminando hacia Edzard, hizo una reverencia mientras se disculpaba.
"Lo siento, Edzard-dono." Dijo el líder del cielo mientras mantenía la cabeza baja, sin siquiera mirar a Edzard. "Por mi descuido aquel grupo de exorcistas renegados secuestraron a tu hija. No solo eso, sino que fuimos nosotros los que colocamos a Marcus en esa iglesia. Así que, si estas enojado con alguien, debe ser-"
"Levanta la cabeza, Michael." Dijo Edzard con voz seria, interrumpiendo al líder del cielo.
Al oír las palabras de Edzard, el líder del cielo levantó la cabeza y vio que el joven dragón tenía una mirada cansada en el rostro.
"No necesitas disculparte, créeme, esto estaba más allá de tu control." Dijo Edzard rápidamente, recordando las cosas que había visto en la mente de Marcus.
"¿Qué?" preguntó Michael con sorpresa en el rostro.
"Si, concuerdo con mi hermano. ¿Por qué dices que él no tenía control de lo que sucedió con los exorcistas renegados?" preguntó Azazel con curiosidad, mirando a Michael y luego a Edzard.
"Se que tienen dudas y preguntas, pero primero que Michael se siente y luego ya les diré lo que quieren saber." Respondió Edzard mientras se preparaba para la ronda de preguntas que sabía que vendría a continuación.
Al oír aquello, el líder del cielo, el cual aún estaba completamente confundido por las palabras de Edzard, decidió hacerle caso y por ello, dejó de hacer la reverencia y se dirigió a su lugar.
En el momento en que Michael se sentó, los ojos de todos se posaron en Edzard, el cual suspiro, pues sabía lo que se venía.
"Bien, iniciemos la primera ronda de preguntas. ¿Qué quieren saber primero?"
"Bueno…. Tal vez, ¿Por qué no estas enojado con Michael por lo de los exorcistas renegados y el secuestro de tu hija?" preguntó Azazel, el cual miraba a Edzard con curiosidad.
"Por una simple razón." Respondió Edzard levantándose de su silla. "Lo que sucedió con mi hija no es culpa de él, sino mía. Me confíe demasiado al pensar que Marie estaba protegida por los encantamientos que todas sus prendas poseen. Por mi mente nunca se pasó la idea que serían atacados por alguien con los recursos necesarios para poder eliminar esas defensas."
La respuesta de Edzard dejó descolocados a todos, siendo Yasaka la primera en reaccionar. La líder de una de las dos facciones de Youkai más grande de Japón se encontraba con un semblante de preocupación, el cual era el resultado de ver a su hija inconsciente no hace mucho. Si bien ella quería respuesta, ella sabía que no solo Edzard podría dárselas, ya que era más que probable que la hermana de Sirzechs supiera más de lo que le ocurrió. Aun así, ella quería saber que había pasado con la hija de su "prometido".
"Edzard-dono…. ¿Qué sucedió para que digas esto?"
La primera reacción de Edzard fue mirar a Yasaka, para luego comenzar a responder al ver la preocupación en el rostro de la mujer. "Sucedió cuando Asia fue a visitar a su antigua cuidadora. El tal Marcus no era un simple sacerdote, no, él era un espía plantado por la Khaos Brigade en la iglesia… uno de los tantos infiltrados que hay en la facción del cielo. Aunque el cielo no es el único que tiene ese tipo de problemas."
"¡¿Qué?!" gritó Odín al oír las palabras de Edzard, sintiéndose completamente sorprendido y abrumado por la noticia.
La reacción del anciano dios fue imitada por todos los otros presentes, quienes tambien miraban a Edzard con sorpresa.
"¿Q-q-q-qué quieres decir?" preguntó Michael, el cual era el que más sorprendido y en shock estaba, pues aún procesaba la información que transmitieron las palabras de Edzard.
"Los demonios, los ángeles y los Grigori tienen espías y colaborades de la Khaos Brigade entre sus filas, los cuales están más que activos, brindándoles información a algunas facciones de esa organización y, por ende, a los aliados daedras que ellos tienen." Respondió Edzard, el cual vio como sus palabras provocaban que todos los lideres, los cuales estaban parados, caían a sus sillas presas del shock.
"Mierda." Dijo Serafall, la cual estaba más que en shock por la revelación de que tenían traidores entre sus filas. Si bien ella y Sirzechs sospechaban que podría haber traidores, ella esperaba que no los hubiera. "¿D-de cuantos estamos hablando?"
"No sabría decirlo, pero si eso los ha sorprendido, lo que les diré a continuación los dejara peor." Las palabras de Edzard provocaron que todos lo miraran de nuevo.
"No creo que sea peor a lo que nos acabas de decir."
"Oh, es mucho peor… Verán, ¿se han preguntado por qué mi grupo llegó tan herido tras la misión de rescate de mi hija?" tras la pregunta, Edzard miró a sus compañeros lideres y vio como todos tenían la misma mirada, una de confusión.
"La verdad es que, si nos lo hemos preguntado, ya que estamos hablando de tu grupo, un grupo conformado por integrantes que son fuertes." Respondió Odín, el cual había estado más que preocupado al ver a Rossweisse tan herida. "Entonces, chico. ¿Cuál es la razón para que terminasen así?"
"Cuando ingresé a la base de esos exorcistas, me topé con Marcus, el cual estaba teniendo a Marie y a Kunou como rehenes, por lo que Rias y sus sirvientes junto con Irina no podían atacarlo. Afortunadamente, ellos habían logrado mantener la atención del imbécil enfocada únicamente en ellos, por lo que rápidamente pude tomarlo por el cuello y liberar así a Marie y a Kunou. Tras ello procedí a darle una paliza, a la cual el respondió creando una especie de dimensión de bolsillo. Ese lugar generaba o al menos yo pienso que trataba de imitar las condiciones que hay en Aurbis."
Las palabras de Edzard sorprendieron a todos, quienes lo miraron con completa incredulidad.
"¿E-e-estas seguro…?" preguntó Sirzechs, el cual fue el primero en hablar pese al shock que sentía.
"S-s-s-si… Por favor, di que es una broma tuya." Dijo Azazel, el cual tenía la cara algo pálida.
La reacción de Azazel fue copiada por todos los presentes, incluida Yasaka, la cual comenzó a entender lo que había pasado y se estaba haciendo una idea de lo que había pasado para que su hija estuviese inconsciente cuando volvieron….
'Cuando Kunou despierte, tendré una charla muy seria con ella. Debe dejar de lanzarse hacia los peligros tan de cabeza.' Pensó Yasaka, la cual comenzó una pensar en una forma de reprender a su hija por este comportamiento. Sin embargo, ella dejó de pensar en ello gracias a que debía de mantener su atención en esta conversación, pues Edzard volvió a hablar, llamando la atención de todos.
"Azazel, ya quisiera que fuera solo una broma, pero cuando estaba por darle el golpe de gracia, el conjuró esa dimensión…. Pero, eso no fue lo peor." Dijo Edzard, dejando algo de tiempo entre sus palabras, dejándolos prepararse para lo que estaba por revelarles. "No, lo peor fue que ese hijo de puta llamó a un grupo de amigos, los cuales eran capaces de usar Magicka sin ser Nirmnianos."
Si la revelación anterior de Edzard los había sorprendido, con esta última todos sentían que sus almas podrías abandonar sus cuerpos en cualquier segundo. El tiempo en silencio por esta revelación ahora era más largo, pues las mentes de los presentes intentaban comprender lo que Edzard decía. Tras ese tiempo, la primera reacción provino de Azazel.
"¿Qué?" preguntó el líder de los Grigori, el cual miró a Edzard con confusión, pues no terminaba de comprender lo que había mencionado este. "No entiendo… ¿No se supone que ese tipo de energía solo la pueden usar los Nirmnianos y los híbridos como tu esposa?"
"En teoría, si… pero hay algunos humanos que tienen la capacidad de usar ese poder y Marcus era uno de ellos."
La mención de ello hizo que algunos de los lideres, tales como Sirzechs, Ajuka y Odín se llevaran una mano a la frente, soltando a la vez un suspiro de cansancio y de incredulidad mientras miraban al frente.
"E-eso es imposible…. ¿Cómo? ¿Cómo estás seguro de eso, Edzard-dono?" preguntó Michael mientras sus ojos se mantenían abiertos como platos.
"Lo sé porque lo leí directamente de la mente de Marcus tras someterlo en batalla." Dijo Edzard para comenzar a narrar todo lo que había pasado en la batalla y como sus enemigos podían hacer uso de Magicka para luchar. Su narración fue limpia y completa, contando todo lo que había sucedido con lujo de detalles. Conforme iba narrando la historia, los rostros de los presentes iba palideciendo, no solo por la información brindada, sino tambien por como Edzard terminó contando de qué manera leyó la mente de Marcus.
"Lo que has dicho es preocupante, Chico." Dijo Odín después de que Edzard terminara de narrar todo. El rostro del viejo Dios estaba completamente serio, pero su mente estaba algo perturbada por todo lo que había dicho Edzard, ya que la cantidad de brutalidad que usó era comprensible, sí, pero a la vez preocupante. Por mucho que el chico estuviese enojado, la forma en como lo manejó fue muy… muy profesional, no cargó como un berserker loco consumido por la ira, no, todo lo contrario, luchó con una ira helada que lo hizo más mortal de lo que ya era. 'La forma en cómo se maneja sus emociones es increíble, no pensé ver un joven de su edad ser capaz de algo así, pero ¿Por qué? ¿Qué lo ha llevado a tener tal temple para manejar sus emociones? Este chico aun guarda secretos, y parece que uno de ellos es el que lo obliga a no dejar que sus emociones lo controlen.'
"No solo es preocupante, es alarmante en todos los sentidos. Estamos hablando de que alguien ha podido crear humanos capaces de usar Magicka, pero no solo eso. Por la cantidad de heridas de las integrantes del grupo de Edzard-dono es más que obvio que ellos tienen todos los atributos de los humanos de Nirm." Comentó Ajuka, el cual tenía un semblante muy serio, mientras trataba de entender como ello era posible, pues en sus pruebas y simulaciones no había podido hacer que el ADN del Adalid de Dagon, que generosamente Edzard dio para que lo estudien, lograse acoplarse con un poco de ADN humano de los pocos magos de confianza que conocía.
"Es cierto. ¿Ed-chan, sabes como lo hacen?" preguntó Serafall, la cual miró a Edzard mientras su rostro estaba serio.
La pregunta de Serafall provocó que Edzard la mirase, estudiando su posición corporal, tratando de ver si había algún motivo ulterior que nos sea la de obtener información. La vista de Edzard estuvo fija en Serafall el tiempo necesario como para que ella se sintiese algo incomoda. Al ver ello, Edzard soltó un suspiro, pues se dio cuenta de que no había ningún tipo de motivo ulterior en las palabras de Serafall.
"Solo se un poco, el imbécil ese no era más que una simple pieza descartable, por lo que solo pude aprender que él fue el primer éxito de lo que su líder llama el Proyecto H.M.S.A, que significa proyecto «Humano Modificado con Sangre de Aurbis», un proyecto con el cual implantaban células madre obtenidas de un cuerpo Nirmniano en ciertos órganos de los humanos de la tierra." Respondió Edzard, provocando que Ajuka y Azazel le mirasen de manera inmediata.
"¿Qué órganos son esos y como lo hacen?" preguntó Azazel rápidamente, esperando poder saber cómo es que sus enemigos producían estos híbridos.
"Según lo que sabía Marcus, aquellas células se implantan en órganos importantes, tales como Cerebro, corazón, hígado, riñones y pulmones. Aunque, no solo eso, pues tambien se agregan a la medula ósea y en algunas de las llamadas glándulas hormonales." Respondió Edzard, mencionando los órganos que eran implantados con ADN Nirmniano para poder crear a estos híbridos.
"Esos son los órganos principales del cuerpo humano. Cada uno con una función importante y vital. Supongo que eso se hace para que el cuerpo resista su nuevo poder. Y lo de las glándulas hormonales serán para mejorar el resto del cuerpo, músculos, huesos, entre otros más." Dijo Ajuka, deduciendo la importancia de cada lugar mejorado de estos "Híbridos" artificiales. "Aunque, no entiendo como lo hacen."
"Pude ver los recuerdos de Marcus y se cómo lo hacen… créanme, no es nada agradable." Dijo Edzard, llamando nuevamente la atención de los presentes. "Todos los que son sometidos a este proceso son atados en camas donde son abiertos en vida, siendo mantenidos vivos con sistemas de soporte vital, el cual procede a inyectar en sus cuerpos estimulantes y compuestos químicos que hacen que el sujeto se mantenga despierto y sea consciente de cada uno de los cortes. He de decir que no usan anestesia ni ningún tipo de sedante, lo que vuelve este proceso algo grotesco. Parte del tejido de cada órgano es extirpado por los médicos, para luego ser reemplazado por tejido Nirmniano. Tras ello, son puestos en cámaras especiales, las cuales curan sus heridas y llenan sus cuerpos de un líquido extraño, el cual el propio Marcus describió en su mente como una especie de líquido algo espeso, pero aun líquido y frio al tacto. Al parecer, la tasa de rechazo es tan alta que de cada diez sujetos solo uno o dos sobreviven."
Los rostros de los presentes se pusieron pálidos como la nieve al escuchar aquello, pues aquel proceso era más que inhumano, no, incluso los seres sobrenaturales del mundo se dieron cuenta de que era más que eso, ese proceso era una tortura de un nivel indescriptible.
"E-e-eso es horrible." Comentó Yasaka, la cual sentía un ligero malestar en el estómago, esto gracias a que la descripción que había hecho su prometido había sido muy gráfica. "¿Quién podría hacer algo como eso?"
"Me gusta que hayas preguntado, Yasaka." respondió Edzard, provocando que la mencionada lo mirase con sorpresa. "Da la casualidad de que en la mente de Marcus estaba el nombre de quien ha creado el proyecto. Y, de hecho, es alguien a quien algunos presentes conocen muy bien."
Las palabras de Edzard fueron acompañadas por su mirada, la cual se posó en los lideres de las tres facciones y sus acompañantes, los cuales le devolvieron la mirada de manera confundida, ya que no sabían a que se refería.
Al ver la mirada que le devolvían, Edzard decidió darles más pistas para que pudiesen deducir quien era. "Aquella persona está relacionada de manera legal con alguien en esta sala."
Las nuevas palabras de Edzard provocaron nuevamente confusión en los presentes, salvo por Sirzechs, quien se llevó una mano a la cara y comenzó a sobarse la sien, llamando de esta manera la atención de sus amigos, los cuales rápidamente conectaron todos los puntos.
"Mierda." dijo Falbium al darse cuenta de a quien se refería Edzard.
La palabrota soltada por el demonio llamó la atención de Azazel, Michael, Odín y Yasaka, los cuales miraron a los demonios y vieron como estos fruncían el ceño. Aquello causó curiosidad, por lo que Odín habló, preguntándoles que pasaba.
"Haber, ¿Qué está pasando? ¿Por qué han puesto esas caras?"
Al oír la pregunta del dios Nórdico, los demonios se miraron y luego Sirzechs miró a Edzard.
"Si quieres puedes decirlo tú, yo no tengo problema." dijo Edzard, dejándole todo el lio de responder a Sirzechs.
Al oír la respuesta de Edzard, el lucifer actual miró al frente y tras soltar un suspiro, decidió decir el nombre.
"El nombre de la persona a la que se refiere Edzard-kun es el del hermano de mi esposa, Euclid Lucifugue."
Los ojos de aquellos que no sabían sobre el hermano de Grayfia se abrieron por la sorpresa, pero no solo ellos, pues Azazel y Michael tambien se sorprendieron, ya que no esperaban este desarrollo.
"Eso quiere decir que..."
"Que la verdadera mente maestra de esto es nada más y nada menos que Rizevim Lucifer." habló Edzard, interrumpiendo a Azazel, el cual lo miró de inmediato.
"Asi que ese imbécil ya está recuperado de la paliza que le diste hace tiempo. Parece que esta vez quieres darle una paliza más grande, ¿verdad?" preguntó el líder de los Grigori con una sonrisa en el rostro, ya que se dio cuenta de que Edzard había hablado con voz helada al mencionar el nombre del hijo de Lucifer.
"No tienes ni idea, pero no solo eso. Quiero sacarle información de como esta que obtiene el material genético para estos experimentos, como es que puede hacerlo. Cuando tenga eso, le aplastare el cráneo de la manera más dolorosa posible." respondió Edzard, enojado, pues solo había suposición en la mente del joven dragón. Y esa era que esos malditos habían logrado una forma de contactar con Nirm o tal vez habían formado un trato con un príncipe, el cual les estaba dando mortales, los cuales por el olor de seguro eran Altmers. Si bien él no tenía el mejor recuerdo de los Altmer gracias a los Thalmor, su mente no podía dejar que personas inocentes sufrieran, por lo que mantendría un ojo y un oído atentos en sucesos que le permitan encontrar el lugar donde Euclid cometía esas atrocidades.
"Tranquilo, Chico." dijo Odín, tratando de calmar a Edzard a la vez que usaba una voz solemne, todo con el intento de que el joven se calmara. "Se que es cruel lo que hace ese demonio, pero por ahora no sabemos dónde está. Por las noticias que has traído es más que obvio que ellos están planeando algo grande, tanto como para hacer lo que hacen. Debemos de fortalecer nuestras defensas y los mocosos de las tres facciones deben de limpiar sus facciones para evitar que esos traidores nos apuñalen en el momento más crítico de esta guerra."
Las palabras del viejo Dios hicieron que Edzard lo mirase un momento, pero dando cuenta de que tenía razón, accedió dando un asentimiento. Tras el cual, la sala quedo nuevamente en un silencio, el cual fue roto por Sirzechs.
El rostro del lucifer actual estaba sumido en una solemnidad muy pocas veces vista por los presentes. Esto hacía más que obvio que las noticias recientes le habían causado cierto impacto a su mente, ya que una parte de él no sabía cómo le diría a su esposa las acciones de su hermano. Además, una parte de él estaba sumamente preocupado, pues temía que esta revelación pueda hacer que Grayfia sea vista como una posible traidora. Si bien él sabía que su amada esposa no podría hacer eso, aquello no era suficiente como para alejar cualquier atisbo de sospecha de ella. Por ende, tendría que pedir que se mantenga en secreto lo de Euclid, al menos hasta que todo el tema de los traidores infiltrados en las facciones se solucione.
'Qué bueno que Grayfia está con el equipo médico examinando la condición de Lilith-sama... ¡Es cierto! Tengo que preguntarle a Edzard-kun donde encontró a Lilith-sama.' Tras aquellos pensamientos, el líder de los demonios rápidamente miró al hijo de Akatosh y sin perder un segundo le hizo la pregunta.
"Edzard-kun. Una pregunta, es sobre Lilith-sama... ¿Dónde la encontraste?"
Al oír la pregunta de Sirzechs, Edzard se quedó en silencio unos momentos, analizando lo que haría, pues no sabía si debía de contarle todo... o al menos eso había pensado antes de volver a su hogar del reino de los muertos. Ahora la cosa era diferente, ya que tras lo que había oído y descubierto en ese lugar su forma de pensar había cambiado. En especial tras lo ocurrido con Marcus.
'Tendré que contar todo... es lo mejor, al menos para que Serafall sepa con que presionar en sus reuniones con el panteón griego, para de esa manera conseguir alguna especie de castigo para Hades sin que yo tenga la necesidad de involucrarme, pese a que quiero reventarle la cabeza al montón de huesos ese. Sin embargo, para lograrlo debería de usar mi aspecto de dragón y todos los thu'um que conozco y eso me delataría de inmediato, no, al menos que aparezca una oportunidad, Hades, por el momento, está fuera de mi alcance.'
"Responder esa pregunta es complicado, Sirzechs…" respondió Edzard, provocando la curiosidad de los presentes.
"¿Como así, Ed-chan?" preguntó Serafall, la cual le miraba fijamente, esperando una respuesta para las palabras que acababa de decir.
"Es que... para contarlo todo necesito traer a alguien más a la sala... pero sabes que, mejor lo hago traer, así matamos dos pájaros de un tiro." la respuesta de Edzard fue acompañada por un movimiento de su mano, la cual tocó un botón oculto bajo la mesa.
Tras esa acción, el silencio se hizo presentes, hasta que fue roto cuando la puerta se abrió, permitiendo que Zakir y Vali ingresaran a la sala.
La llegada de los dos miembros del equipo de Vali volvió a levantar las alarmas en los lideres del pacto, los cuales miraron a Edzard y comenzaron a entender que o bien Vali o Zakir estaban detrás de la localización de Lilith.
"Asi que, ¿ya terminaste de hablar con ellos?" preguntó Zakir, sentándose en una silla, la cual apareció de la nada en un vórtice purpura. Al lado del Lilmothiit tambien apareció otra silla, la cual fue usada por Vali para sentarse.
"No, de hecho, necesito tu ayuda para terminar de contar el asunto de Lilith." Respondió Edzard de manera casual, provocando que Vali girara su cabeza tan rápido que casi parecía que se había roto el cuello.
"¿Qué ha dicho?" preguntó Vali, mirando a Zakir con curiosidad.
"Ahh... Es cierto, se me olvido de que no les había dicho sobre eso." Respondió Zakir mientras soltaba un suspiro algo molesto. "Veras, mocoso… no, mejor sería si lo oyen todos… Verán, encontramos al demonio que llaman Lilith en un lugar llamado el reino de los muertos-"
Al momento en que Zakir mencionó aquello, los demonios se levantaron de golpe, mirando a Edzard con asombro, ira y, sobre todo, decepción.
"¡¿Ingresaste con un miembro de la Khaos Brigade al territorio de Hades?!" gritó Serafall con sorpresa e ira. "¡¿Sabes que lo que has hecho puede tirar por la borda todo mi avance con la facción griega para convencerlos de que se unan a nosotros?!"
El grito de Serafall provocó que Edzard y Zakir se llevaran una mano al oído, pues el tono de voz fue muy fuerte y les hizo doler los oídos.
"Primero, chica… no me grites, no soy tu perro." Gruñó con molestia Zakir, provocando que todos lo miraran, en especial Serafall, la cual estaba más que molesta por lo que habían hecho. "Segundo, agradece que fuimos, ya que, de no ser por nosotros, ella estaría muriendo y no habrían podido encontrarla hasta que fuera demasiado tarde y solo sea un pedazo de carne sin vida. Al menos ahora tienen la oportunidad de salvarla."
Las palabras de Zakir eran frías y filosas como un cuchillo, lo que provocó que los demonios que lo oyeron se sintieran incomodos.
"Serafall, por favor tranquilízate." Dijo Sirzechs con calma, mirando a su amiga, esperando que esta se calmase y no se le ocurriera hacer una locura.
"Pero…"
"Por favor, Edzard-kun sabe que lo que hizo estaba mal, pero al igual que yo, sabes que él es muy responsable, por lo que es posible que no haya dejado huellas de su presencia en el territorio de Hades."
Las palabras de Sirzechs parecieron calar en la mente de la actual Leviatán, la cual, pese a que se sentía molesta por lo que habían hecho los dos héroes, al final terminó asintiendo y calmándose un poco. Esto se debía a que ella era consciente de lo que ambos podían hacer. Sin embargo, eso no quiere decir que ella le perdonaría fácilmente esto a Edzard, no, él le debería una grande por haberla estresado.
"Vale... pero que Ed-chan no piense que le perdonare esto, así como así... me deberá una grande y no tendrá opción a negarse. Ump." dijo Serafall para terminar poniendo un puchero mientras desviaba la mirada.
Al oír lo que la hermana de Sona dijo, Edzard solo soltó un suspiro, ya que se preocupó ligeramente por lo que Serafall podría pedirle. Aun así, él sabía que podría preocuparse de ello más tarde, ahora tenía que terminar con esto para poder ir a ver a su familia. Así que, mirando a Zakir, asintió con la cabeza. Aquella acción hizo ver al viejo héroe que no lo interrumpirían en el corto plazo, por lo que el volvió a hablar.
"Bueno, como decía, encontramos al demonio llamado Lilith en el territorio de Hades, en un laboratorio bajo unas ruinas."
"¿Asi que, estaba en el territorio de Hades...? ¿Han logrado saber por qué estaba allí?" preguntó Ajuka, el cual mantenía muy bien la calma, examinando todo posible escenario que llegara a la conclusión de por qué la madre de los demonios estaba allí.
Al oír la pregunta, Zakir desvió la mirada y miró a Edzard, el cual supo que ahora le tocaba a él responder las preguntas.
"No logramos descubrir esa razón. Lo único que logramos encontrar fue lo que estaba en el dosier que mis sirvientes de seguro les han hecho llegar." respondió Edzard, recordando que antes de ir a por su familia les dio a sus sirvientas todos los documentos que había recopilado, para que se los haga llegar a quienes vayan a ver a Lilith. Todo esto con el afán de acelerar las acciones que tomarían para una posible curación de la mujer, pues entendía el valor simbólico de que ella volviese con vida al inframundo.
"Ya veo... sí, leímos ese dosier, pero esperábamos que pudieras saber más sobre su condición." comentó Sirzechs con algo de pesar, pues esperaba algo más de información para acelerar la toma de decisiones para evitar la muerte de Lilith.
"No, lo siento, pero a pesar de que se muchas cosas, no soy un doctor, al menos no uno en los mismos estándares que los que tiene este mundo." Señaló Edzard, haciendo hincapié en las palabras "Este mundo", ya que esa era la verdad, pues el conocía algo de medicina básica, como todo aventurero que se preste y que quiera sobrevivir en el brutal mundo de Skyrim.
La mención de aquello provocó que Vali soltase una risita algo divertida, ya que encontraba divertido lo que aprendía cada vez que se topaba con Edzard. La mente del medio demonio no entendía como alguien de la edad del héroe extra dimensional podía saber tanto, pues no era normal que alguien tan joven pudiese tener tanto conocimiento.
"Parece que encuentras divertido este asunto, Vali." dijo Edzard tras escuchar la risita del medio demonio. "Acaso… ¿no te preocupa el estado de tu bisabuela?"
La pregunta de Edzard hizo que el descendiente del lucifer original se convirtiera en el centro de toda la atención. Al verse como el centro de todas las miradas, Vali solo les devolvió la mirada, ya que encontraba algo divertido esto. Sabiendo muy bien su respuesta, el no tuvo problemas en responder la pregunta del cazador de dragones.
"¿Preocuparme?... No, para nada…" respondió Vali mientras negaba con la cabeza. "Nunca la he conocido, por lo que no tengo ningún apego por ella."
La respuesta del medio demonio sorprendió en algo a los presentes, pues pensaban que él, al menos por simple piedad, sentiría algo de pena por ella. Esto hizo que la sala se quedara en un silencio más que incomodo. Este silencio duró más de un minuto durante el cual, ellos miraron a Vali con algo de desaprobación… al menos casi todos, pues tanto Zakir como Edzard solo lo miraban con algo de pena.
Tras unos segundos de esas miradas, Edzard volvió a hablar, pues sentía que era el momento de preguntarle algunas cosas a Vali, así como hacerle ver que sabía muchas cosas sobre su situación.
"Vaya… eso es… esclarecedor…" Dijo Edzard mientras miraba a Vali fijamente. "Aunque, eso es comprensible… es la madre de tu tan amado abuelo…. Cuyas acciones y palabras provocaron que vivieras un infierno, y la verdadera razón por la que te uniste a la Khaos Brigade… es para crear un equipo capaz de matarlo, para de esa manera encontrar la satisfacción de segar su vida con tus propias manos, ¿verdad?"
Las palabras de Edzard dejaron el lugar en un profundo e incómodo silencio. Sin embargo, eso no duro mucho tiempo y la primera reacción de los presentes al oír aquello fue sorpresa y conmoción, sobre todo en Vali, el cual abrió los ojos como platos al escuchar lo que había dicho Edzard.
'¿Cómo? ¿Cómo se enteró?' se preguntó el medio demonio, el cual tras unos segundó comenzó a ver a su "compañero" de equipo. La mente del joven lucifer comenzó a tratar de ver si Zakir había sido quien le había dicho eso a Edzard, pero tras unos segundos, recordó algo importante…. El nunca habló de eso con el zorro humanoide. Así que, eso lo llevó a de nuevo al inicio, es decir, preguntarse nuevamente como era posible que Edzard supiera aquello.
La forma en cómo se encontraba Vali hizo que Edzard sonriera divertido, pues se dio cuenta de que su suposición era cierta.
'Solo vi unos pocos recuerdos sobre Rizevim en el anillo de Lucifer, pero fue más que suficiente como para descubrir que Vali fue abusado, sobre todo gracias a la conversación que Rizevim tuvo con su hijo, en la que le apremiaba a ser brutal con Vali… eso causaría una gran cantidad de rencor, pero bueno, ese no es mi problema.' Pensó Edzard, el cual, tras ello, soltó un suspiro y le contó a Vali como lo sabía.
Al momento en que el medio demonio terminó de oír las palabras de Edzard, se sorprendió al enterarse de la «Auromancia». Sin embargo, su sorpresa aumentó drásticamente cuando Sirzechs mencionó la razón por la que estaba juntando el equipo que tenía.
"Tu equipo está formado con una sola cosa en mente, ¿verdad?… juntar individuos poderosos que no posean sacred gears, lo que hará la molesta habilidad de tu abuelo sea inútil."
"¿Cómo-?"
"¿Cómo lo supe?" interrumpió Sirzechs a Vali, sonriendo de manera cansada. "Por qué yo tambien hice lo mismo que tú. Mi Nobleza está formada por individuos que no usan sacred gears, lo que haría que el «Sacred Gear Canceller» de Rizevim sea inútil contra ellos."
La revelación de porque Sirzechs había reclutado individuos que no tuvieran sacred gear fue algo que conmociono a los que no lo sabían. Esto debido a que muy pocas personas sabían la verdad de la forma en que Sirzechs reclutaba su nobleza.
"Siempre me pregunte por que en tu nobleza no había usuarios de sacred gear y ahora lo entiendo." Comentó Azazel mientras soltaba un suspiro, para luego mirar a Vali. "Si tanto querías vengarte de tu abuelo no era necesario que te unieras a la Khaos Brigade, Vali. No eres el único que quiere la cabeza del hijo de Lucifer."
Cuando Vali oyó las palabras de Azazel, desvío la mirada mientras le respondía. "No necesito su ayuda para eso."
"Tal vez no la necesitabas antes… pero ahora, es diferente." Dijo Edzard, llamando la atención de todos, en especial la de Zakir.
"¿Qué sucede, mocoso? ¿Por qué la cara sombría?" preguntó Zakir, el cual sintió un escalofrío recorrer su cuerpo cuando vio el rostro de Edzard.
"Parece que Rizevim y su mascota han logrado completar la investigación de Hades y han comenzado a producir híbridos artificiales entre Nirmnianos y humanos terrícolas."
Las reacciones ante esta noticia no fue ninguna agradable, no, fue una muy ruidosa, la cual fue liderada por los lideres de facción, los cuales se levantaron y mostrando caras de asombro y conmoción comenzaron a preguntarle a Edzard de que hablaba. Al oír todo ello, tanto Edzard como Zakir comenzaron a narrar todo lo que había pasado en su búsqueda de los padres de Asia. Para cuando terminaron de narrar todo, los presentes miraron a los dos héroes con diferentes miradas. Algunas de estas eran de preocupación y conmoción, las cuales eran de los lideres, mientras que otro, es decir, Vali reaccionaba con curiosidad, pues esto le parecía interesante. El medio demonios sabía que no podía enfrentarse a Edzard, al menos no por el momento, por lo que sintió que estos híbridos artificiales serian un muy buen calentamiento.
"Ya veo… así que, esos dos imbéciles han logrado algo que la investigación de hades daba por imposible." Comentó Zakir, el cual se había llevado una mano al mentón mientras pensaba en las consecuencias de este descubrimiento, así como la posibilidad de que Euclid pudiese tener contacto con algún daedra para obtener ese material genético. "Esto complica las cosas demasiado."
"je, ¿Cómo así?" preguntó con algo de diversión Vali, el cual comenzó a ver a estos híbridos como sujetos dignos de tener una batalla.
"La aparición de estos híbridos alterará el equilibrio de los poderes que había hasta hace poco, mocoso. Su aparición provocara que el conflicto actual se intensifique. Ahora que mencionas esto, al fin logró entender por qué ellos nos atacaron."
La mención de que el equipo de Vali había sido atacado hizo que todos se sintieran confundidos, en especial Edzard, el cual levantó una ceja, la cual fue la señal para que el Lilmothiit siguiera hablando.
"La razón por la que llegamos a tu mundo es simple, mocoso. Hemos sido traicionados y me temo que Ouroboros haya perdido el control de la Khaos Brigade."
Las palabras del viejo héroe provocaron que la sala nuevamente se sumiera en la sorpresa y la conmoción, pues nadie entendía por qué alguien sería tan estúpido como para atacar a alguien tan poderoso como Ophis.
"¿Qué? Me parece haberlo oído mal, pero dices ... ¿Qué le quitaron el control de la Khaos Brigade a Ophis?" preguntó Ajuka, el cual tenía una mirada de completo asombro plasmada en el rostro.
"Así es." Dijo Vali, el cual habló de manera seria, sin usar su tono habitual de voz. Aquello provocó que todos lo miraran, ya que era poco común que este chico hablase de esa manera.
La mirada de todos los presentes se posó en Vali, el cual recibió una pregunta por parte de Edzard, en la cual el hijo de Akatosh le pedía que contara que había pasado. La respuesta de Vali fue simple y directa, comenzando a narrar lo que había pasado.
"Y fue así como logramos eliminarlos a todos." Terminó Vali, contando como él y su equipo, junto con Zakir, lograron eliminar a los magos enviados a atacarlos.
"Vaya, esto es… ¿increíble? La verdad es que no me esperaba esto, pero a la vez sí, ya que desde lo de Kioto me di cuenta de que la Khaos Brigade no estaba unida en sus metas, sino que eran facciones que tenían objetivos propios." Dijo Edzard tras oír la explicación de Vali. "Supongo que no sabes que pasó, ¿verdad?"
"No, de hecho, esa es una de las razones por la que vinimos a buscarte." Respondió Vali mientras miraba a Edzard. "¿Recuerdas que dijiste que podríamos quedarnos aquí un buen tiempo si lo necesitamos?"
"Claro que lo recuerdo. ¿Por qué?"
"Porque una de las cosas que necesitamos es quedarnos fuera del radar por un buen tiempo, a la vez que necesitamos ocultar a Ophis para evitar que ella cause problemas en el mundo humano desatando su poder."
La respuesta de Vali dejó en piedra a los presentes, los cuales no sabían que responder ante ello. Por fortuna para el medio demonio, Edzard era un hombre de palabra, por lo que asintió y dijo que no habría problema por ello. Tras eso, le preguntó cuál era la otra razón.
"La otra razón es que necesitamos respuestas y Zakir dijo que tú eras mejor que el con la magia de la mente, por lo que esperábamos que pudieras leer la mente del sujeto que trajimos con nosotros para saber quién ordenó el ataque."
Al oír la petición de Vali, todos se quedaron en piedra y miraron a Edzard, pues si bien él era un miembro del pacto, él había dejado en claro que podría tomarse ciertas libertades sobre algunos asuntos. Esto debido a que su principal prioridad era luchar con los daedras no con la Khaos Brigade, por lo que por mucho que ellos se pusieran a objetar no tendrían ni voz ni voto en este entierro. Sin embargo, sabían que Edzard también era alguien que no duraría en darles información si consideraba que esa era vital para mantener el pacto funcionando, por lo que solo necesitaron una mirada de este para entender que él les daría la información más adelante.
Tras mirar a los otros lideres, Edzard se puso de pie y habló, diciéndoles que lo mejor era dejar la reunión hasta allí, ya que para poder continuar era necesario tener la información que contenía la mente del sujeto que habían traído Zakir y el equipo de Vali.
Luego de esas palabras, los lideres asintieron y comenzaron a levantarse y salir, dirigiendo a hacer sus cosas. Los lideres de las facciones se fueron a hacer lo suyo, es decir, Odín se fue a caminar por el jardín un rato, mientras que Yasaka iría a ver a su hija, la cual estaba en una sala del área médica junto con Marie, Michael se dirigiría un rato a la capilla a tratar de buscar algo de paz en aquel lugar, mientras que Azazel se levantó y con una mirada le dijo a Vali que quería hablar con él, a lo que el joven accedió, pues siguió a Azazel fuera de la sala.
Cuando todos se fueron, Edzard y Zakir se miraron y asintieron.
"Entonces, ¿Vamos a interrogar a un mago?" preguntó Zakir con molestia, pues no le gustaba hacer este tipo de trabajo, algo compartido por Edzard. Sin embargo, ambos sabían lo importante que era obtener esta información, por lo que no perdieron tiempo y salieron de allí en dirección a las mazmorras.
Una suave brisa mecía la cortina en la habitación donde se encontraban descansando los padres de Issei. El joven demonio estaba sentado en una silla frente a las camas donde sus progenitores descansaban de manera tranquila, ignorando la inquietud que carcomía la mente de su único hijo.
La mente del actual Sekiryuutei estaba en una batalla entre dos decisiones, las cuales eran decirles la verdad a sus padres sobre lo que era ahora o permitir que su rey les borre la memoria para que no recuerden nada de lo que habían visto en los Alpes Italianos.
[Esta es una decisión más que complicada la que tienes, compañero.]
La voz de Draig sacó a Issei de sus cavilaciones, haciendo que mirara la luz verde que apareció su mano izquierda.
"No me lo menciones, Draig." Dijo Issei con cansancio para luego soltar un suspiro. "Aun no sé qué hacer."
[Creo que lo mejor sería que le hagas caso a tu amigo. Es mejor que se enteren de que ahora eres un demonio, compañero. Esto hará mejor las cosas.]
"Lo sé, pero… y si me rechazan."
[No creo que lo hagan… digo, eres el anfitrión de uno de los dragones más poderosos que hay en el mundo, así que no creo que te rechacen.]
Las palabras de Draig hicieron poco por calmar a Issei, el cual no sabía que hacer aún. Si por el fuera, no dejaría que sus padres se enterasen jamás de esto, pero para su mala suerte se vieron envueltos en el mundo sobrenatural gracias a su conexión con Edzard.
'No puedo creer que los hayan secuestrado solo por la estupidez de que pensaran que somos tan importantes en la vida de Edzard como para que el piense por un segundo en rendirse para evitarles daño alguno.' Pensó Issei con molestia mientras sentía su sangre hervir al recordar como Edzard, antes de la reunión con los lideres, les había dicho la razón por la que ellos habían sido secuestrados. No había ni que mencionar que esta revelación cabreó mucho a Issei. Sin embargo, por mucho que estuviese enojado, su amigo le dijo unas palabras que fueron el causante de su conflicto interno ahora mismo.
«No soy nadie para decirte que hacer con ellos, Issei… pero como tu amigo te puedo dar un consejo, veras, la mentira y los secretos tienden la maldita costumbres de siempre salir a la luz tarde o temprano. Así que, gracias a los sucesos actuales, lo mejor es que seas sincero con ellos y les cuentes todo lo que sucedió… y no tengas miedo, ellos son tus padres y no hay amor más sincero que le de los padres a sus hijos…. Puede que no me creas ahora, pero un dia tú te darás cuenta de ello cuando tengas tus propios hijos.»
Tras recordar aquellas palabras, Issei volvió a soltar un suspiro mientras comenzaba a pensar sobre qué acción tomar.
'Tengo miedo de decirles, sé que ellos me aman, pero... ¿Serán capaces de aceptar lo que ahora soy…?' aquellos pensamientos llenaron el corazón de Issei con tristeza y preocupación, pues no sabía cómo reaccionaría si sus padres no lo aceptaban ahora que era un demonio. Si bien siempre estaba la opción de borrarles la memoria, él sabía que, si bien ellos no recordarían lo que dijeron, su rechazó siempre estaría en su mente, lo que de seguro afectaría su relación.
"Issei…"
Los pensamientos y cavilaciones de Issei fueron interrumpidas por la voz de sus padres, los cuales mencionaron al unísono el nombre de su hijo, llamando así la atención de este.
Al ver que sus padres decían su nombre en un tono de preocupación incluso estando dormidos, Issei supo que estaba sobre pensando las cosas. Eran sus padres, quienes, pese a que no aprobaban sus acciones como pervertido, nunca dejaron de quererlo por ello. Y si eran capaces de aceptar ese lado de él, era más que obvio que aceptarían a su yo de ahora. Entonces, dejando escapar un suspiro, Issei se preparó mentalmente para lo que estaba a punto de hacer y era bueno que ya hubiera tomado una decisión, porque los ojos de sus padres se abrieron lentamente, mirando el lugar con curiosidad y confusión.
"¿Issei?" fue la pregunta de Miki al abrir los ojos y ver a su hijo sentado frente a ella.
"Hola, Okaasan." Dijo Issei con una sonrisa al ver a su madre despertar.
"Hola, hijo…" Dijo Miki mientras se levantaba, siendo seguida por su esposo, el cual se levantaba y miraba alrededor con confusión. Afortunadamente, la confusión pareció desaparecer cuando vio que su hijo estaba a su lado.
"¿Issei?" preguntó Gorou con algo de duda, para luego sonreír al ver a su hijo.
"Hola, Otousan." Dijo Issei mientras miraba a su padre.
"¿D-donde estamos?" preguntó Miki mientras miraba a su hijo fijamente. "Lo último que recuerdo fue estar de compras con Otousan y luego…"
Los ojos de la madre de Issei se abrieron como platos tras esas palabras, pues recordó que habían sido atacados por algunos encapuchados, para luego despertar y ver a su hijo y sus amigos en una especie de barrera, junto con la imagen de Edzard luchando contra algunas personas. Aquel recuerdo comenzó a alterarlos, pues también el padre de Issei había recordado ello.
Al ver la forma en cómo se encontraban, Issei se preparó para hablarles. Por lo que, tomando otro poco de aire, habló.
"E-eso…. Eso es difícil de explicar, Okaasan… pero para resumirlo, estamos en un mundo diferente a la tierra."
Las palabras de Issei descolocaron a sus padres, los cuales estaban tan sorprendidos que no reaccionaron tan rápido, lo que le permitió a Issei poder continuar con su explicación.
"Aunque es no es todo… verán…. Desde hace un buen tiempo he estado escondiendo cosas de ustedes…. Pero eso está por cambiar a partir de hoy." Dijo Issei mientras se levantaba y caminaba al frente, llamando de esa manera la atención de sus progenitores, los cuales no sabían que estaba pasando, ya que, era la primera vez que veían a Issei hablar así de serio.
"¿Issei? ¿Qué sucede?" preguntó Miki mientras miraba a su hijo con preocupación, algo que fue copiado por su esposo, el cual tambien miraba a su hijo con preocupación.
Cuando Issei estuvo parado frente a ellos, tomó una bocanada de aire y se preparó. Sabía que a veces una acción e imagen valían más que mil palabras, por lo que movió su brazo izquierdo y extendiéndolo, activó su sacred gear.
Una luz de color rojo brillo por un segundo, para luego dar paso a que el Boosted Gear se muestre ante los ojos de los padres de Issei, pero no solo eso, sino que el joven demonio reencarnado no se detuvo allí, pues con una velocidad de reacción poco usual, convocó sus alas.
Los ojos de Miki y Gorou Hyoudou casi se salen de sus cuencas oculares en el momento en que vieron a su hijo hacer aparecer una especie de guantelete extraño, pero nada superó al par de alas negras a su espalda. El shock por lo que veían fue tal que sus mentes estuvieron a un segundo de apagarse, pero no lo hicieron.
"¿I-I-Issei…?" fue la pregunta de Miki, la cual no podía comprender lo que sus ojos veían.
"Si, Okaasan soy yo." Dijo Issei mientras miraba a sus padres a los ojos, tratando de visualizar sus emociones.
"¿Q-q-q-qué está pasando...? ¿Por qué tienes dos alas en la espalda? ¿Por qué tienes un guante extraño en tu brazo?" preguntó Gorou, siendo incapaz de gritar, pues la sorpresa que sentía había impedido que su mente pensara con normalidad. "Es una ilusión generada por un artefacto extremadamente tecnológico, ¿verdad?"
"No, Otousan. Okaasan… esto no es una ilusión."
"Entonces, si no es una ilusión, ¡¿Por qué tienes esas alas?!" gritó Miki, un gritó que condensaba todo lo que sentía en ese momento… la confusión, el shock de ver que su hijo tenía alas, algo que ella comenzó a pensar que se trataba de algún problema genético que había aparecido recién.
El grito de su madre hizo que Issei sintiese un escalofrío recorrer su cuerpo a la par que su corazón se encogía un poco, pues sintió que ese grito era la primera reacción de un posible rechazo, pero ya había abierto la caja de pandora y había dado el primer paso… ya no podía detenerse. Así que, siendo consciente de ello, siguió hablando.
"Puede que se suene a algo ilógico y fantástico, pero es la verdad… yo deje de ser humano hace varios meses, y ahora soy un demonio."
Las palabras que salieron de la boca de Issei dejaron a sus padres como piedra, mirándolo con os ojos abiertos a mas no poder. Aquello provocó un silencio que fue tan incomodo que estaba provocando que ambas partes se sintieran mal.
Por su parte, los padres de Issei se sentían confundidos y asombrados, pues su hijo acababa de decirles que era un demonio, algo que rayaba literalmente con lo imposible y fantástico. Sin embargo, junto a sus palabras, su hijo les estaba mostrando pruebas irrefutables de que él no era humano, pues no era posible que un humano tuviese alas o pudiese hacer aparecer un guantelete así de la nada. Además, había algunas cosas en relación con su hijo que no cuadraban, y es que él nunca se había preocupado por entrenarse físicamente, pero ahora lo hacía, no solo eso, su círculo de amistad había crecido, eso sumado al hecho de que había momentos en que se ausentaba de manera muy rara de la academia.
"¿Un demonio?" preguntó Miki mientras miraba a su hijo a los ojos, tratando de ver si había algún tipo de mentira en ellos.
"S-sí, un demonio." Respondió Issei de manera franca, pero a la vez con un ligero tartamudeo.
Tras aquella respuesta, la madre de Issei se levantó de su cama y acercándose a su hijo, primero de manera lenta, para luego caminar a paso normal, le dio un fuerte abrazó.
El repentino abrazo de su madre provocó que los ojos de Issei se abrieran de sorpresa, pero dicha sorpresa no se detuvo allí, pues su padre tambien llegó y le dio un fuerte abrazo.
"¿Otousan? ¿Okaasan?" preguntó Issei, solo para recibir una respuesta que le llegó hasta lo más profundo de su ser.
"No me importa si eres un demonio, un dragón o un mutante de alas raras." Dijo Miki, provocando que una gota de sudor se formara en la frente de Issei, algo que desapareció al momento en que oyó lo siguiente. "Siempre, siempre serás mi querido hijo."
"Asi es, Issei… Tu eres nuestro hijo, y eso no cambiara nunca, sea lo que seas."
Al momento en que aquellas palabras llegaron a sus oídos, los ojos de Issei se llenaron de lágrimas y les devolvió el abrazo, sintiendo el más grande alivio que podría sentir al oír a sus padres aceptarlo tal y como era ahora. Este momento duró varios minutos, tras los cuales se separaron.
Cuando se separaron, los padres de Issei comenzaron a escuchar por la propia boca de su hijo todo lo que había pasado, destruyendo en el proceso todo lo que ellos pensaban sobre varias personas, aunque no para mal, ya que, pese a saber que todas las nuevas amistades de su hijo no eran humanos, sabían que no eran malas personas.
Durante toda la revelación sobre el mundo sobrenatural, los padres de Issei aprendieron de todo, sobre las tres facciones, los dioses de las diferentes mitologías y, sobre todo, el estado actual del mundo. No hay que ser un genio para deducir que la madre de Issei casi se desmaya del shock de saber que su mundo estaba siendo invadido por dioses malvados de otro mundo, cuyo único fin parecía ser la destrucción y esclavización de todas las razas mortales. Sin embargo, pese a esa sorpresa, la cual fue mayúscula, eso no fue suficiente como para evitar que volvieran a sentirse impresionaos por como su hijo comenzó a narrarles las batallas en las que se había involucrado. Con cada palabra que decía, los padres de Issei se sentían cada vez más orgullosos de su hijo, pero tambien preocupados, pues, al igual que cualquier padre, temían que su hijo algún dia podría fallar y no volver más a casa.
"Y eso es todo lo que ha estado pasando." Dijo Issei, terminando de contar todo lo que pasaba.
"E-e-eso… es increíble…" dijo la madre de Issei, terminando de comprender lo que su hijo le acaba de decir. La voz de Miki estaba cargada de muchas emociones, preocupación por su hijo y por la vida que tenía ahora y que tendría en el futuro. Junto con sentimientos de agradecimiento con Rias Gremory por haber traído a su hijo de vuelta al mundo de los vivos. Otra persona por la cual tambien tendría un gran agradecimiento seria por Edzard, el cual, ella se dio cuenta, era una especie de modelo a seguir por su hijo, una especie de figura de hermano que nunca pudo tener.
"Si, es increíble… ¡No puedo creer que podrás tener un harem!" Gritó Gorou con lágrimas corriendo por sus ojos, debido a la felicidad que tenía por saber que su hijo podría darles muchos nietos. Aquella reacción de Gorou fue copiada por su esposa, Miki, la cual tambien comenzó a alegrarse, hasta el punto en que se lanzó a los brazos de su esposo y tomándolo de las manos, ambos comenzaron a dar saltitos de felicidad.
"¿Eh?" fue lo único que salió de la boca de Issei tras escuchar lo que su padre dijo.
"Oh, es cierto… nunca te lo contamos." Dijo el padre de Issei, provocando que su hijo lo mirase con sorpresa y curiosidad.
"La verdad es que nosotros, en nuestra juventud, tuvimos el sueño de tener nuestros propios harenes." Señaló Miki con una sonrisa y un ligero sonrojo en el rostro por la vergüenza de admitir a su hijo que ellos tambien habían tenido el sueño que el mismo tenía ahora mismo.
Las palabras de su madre provocaron que la mandíbula de Issei se cayera de la sorpresa, mirando a sus dos progenitores completamente en estado de shock, pues no se había esperado esto.
"Si bien nosotros no pudimos cumplir nuestro sueño, el destino te ha dado la oportunidad de cumplirlo, así que, tienes todo nuestro apoyo." Dijo Miki, siendo seguida por un asentimiento de parte de Gorou, el cual sonreía ampliamente.
Tras oír estas nuevas palabras, Issei sonrió a sus padres y asintió mientras levantaba un puño al aire.
"¡No se preocupen, cumpliré su sueño y me convertiré en un rey del harem!"
Aquella declaración fue seguida por las risas de los tres Hyoudou, los cuales comenzaron a hablar de otros temas más triviales de lo que significaba ser parte del mundo sobrenatural.
Mientras se llevaba a cabo la reunión de Edzard y el resto de los lideres que conformaban el pacto de Kuoh, en el horizonte del reino de los muertos que se podía observar desde una de las torres del castillo de Orcus, se observaba una gran cantidad de Parcas, las cuales atacaban con magia el castillo. Los miles de hechizos desatados sobre el castillo eran detenidos por una poderosa barrera, la cual estaba resistiendo de manera más que valientemente todo el ataque recibido.
"¡Lord Orcus!" gritó una parca acercándose al señor del castillo.
"¿Qué sucede?" preguntó Orcus al verlo llegar.
"Tenemos una conversación de línea directa con Lord Hades. El desea hablar con usted."
Al oír la respuesta de la parca, Orcus se sintió extrañado, pues habían tratado de contactar con el Señor de la Tierra de los Muertos desde que este llegó con su ejército no hace mucho para atacarlos de manera intempestiva e injustificada… o al menos eso pensaban varias de las parcas que estaban bajo su mando, ya que solo él y los médicos más leales que tenía sabían la razón por la que estaban siendo atacados.
'No puedo creer que ese imbécil de Hades se atreva a atacarme abiertamente. Esta más que confiado de que puede silenciarme para que nadie sepa de sus trapos sucios.' Pensó Orcus, el cual miró al lado y viendo bien a la parca, vio que esta temblaba ligeramente, obviamente por miedo a lo que estaba sucediendo a fuera del castillo. "Conéctalo, hablare con él."
Tras aquellas palabras, la parca que había hablado con Orcus rápidamente asintió y se fue del lugar. Unos momentos después, un círculo mágico apareció al lado de la cabeza de Orcus.
"Hola. Hades…. ¿A qué debo el honor de tu llamada en este momento tan… extraño?" dijo Orcus usando una voz seria e imperturbable.
"Orcus… Se que eres consciente de la situación en la que estas ahora mismo." Dijo la voz de Hades, la cual era serena y contenía una gran cantidad de confianza. "No es necesario continuar con esto, solo necesito que me devuelvas a esos dos y jurar no hablar de esto, junto con entregarme a todos aquellos que sepan de esos dos individuos. Tambien tendrías que darme la información de los intrusos que se atrevieron a ingresar a mi castillo. Dame todo eso y me iré sin que se derrame sangre… te daré una media hora para que puedas pensar bien en esto, Orcus-."
"No necesito ese tiempo para darte una respuesta, Hades." Dijo Orcus de manera rápida, interrumpiendo a Hades. La voz del Señor de la Facción Moderada de las Parcas, por primera vez desde que fundo su facción, tenía un tono de voz agresivo. "¿Realmente crees que soy tan estúpido como para rendirme de esa manera? No, sé que en el momento en que mi barrera caiga, tus tropas entraran y causaran un verdadero baño de sangre y masacraran a todos mis subordinados. No, resistiremos todo lo que nos lances y te juro que antes de que muera, todos los secretos y cosas que has hecho a espaldas de todos los otros dioses con el afán de dañar a los otros seres sobrenaturales serán expuestos. Incluso tú, uno de los seres que está en el top de los seres más poderosos no podrá hacer frente a todos los enemigos que se abalanzaran contra ti. Asi que, te lo digo ahora mismo, ataca y perderás de todas maneras."
Las palabras que salieron de la boca de Orcus sorprendieron de sobre manera a Hades, el cual no respondió de inmediato, pero cuando lo hizo, habló con ira.
"Ya veo, así que esa es tu elección… entonces, prepárate, porque no permitiré que esto salga a la luz."
Tras aquellas palabras, la comunicación se cortó, siendo ese el momento en que Orcus supo que tendría que actuar de inmediato, pues sintió que el bombardeo de hechizos enemigos aumentaba drásticamente, comenzando a hacer temblar el lugar. Por ello, sin perder tiempo, comenzó a ordenar que llamaran a Thanatos, ya era momento de unir fuerzas para librar a su raza del control de Hades. Sin embargo, cuando el emisario estuvo a punto de dar esa orden a los encargados de las comunicaciones, una fuerte presión se hizo presente, provocando que Orcus sintiera que su cuerpo se entumecía y su garganta se cerraba.
La sensación era tan espantosa que sus sentidos se volvieron locos, lo que le impidió seguir sintiendo el ataque que recibía su castillo, pues este no se tambaleaba. Aquello lo dejó estupefacto, pero salió de ese estado cuando escuchó la voz de Bennia llegar.
"¡Padre!" fue el grito de la media-parca, la cual por primera vez en años no insultaba a su padre cuando le hablaba.
Al momento en que oyó a su hija, Orcus miró hacia esa dirección y la vio flotar hacia el sin su mascara y con los ojos abiertos de pánico.
"¿Qué sucede, Bennia?" preguntó Orcus con algo de dificultad.
"¡El cielo!" gritó Bennia de manera casi desesperada.
"¡¿Qué sucede con el cielo?!"
"¡El cielo se ha roto y permite ver la brecha dimensional!"
Al momento en que Orcus oyó aquello, rápidamente volvió en sí y sin perder un solo segundo, salió disparado hacia la ventana, siendo seguido por su hija. Al llegar, vio que su hija tenía razón, pues en el cielo había un gran hoyo, similar al hecho en un espejo roto y por allí se podía ver los infinitos colores de la brecha dimensional.
"¿Qué?" lo que estuvo por decir Orcus murió en su garganta cuando vio como dos cometas salían disparados y terminaban estrellándose con el ejército de hades, causando una enorme explosión que sacudió el lugar, llenándolo de polvo.
La gran nube de polvo cubrió todo el lugar, impidiendo a Hades ver a sus tropas y el daño que pudo haber causado aquellos cometas.
'Sea lo que sea que haya caído es muy poderoso. Logró romper mi barrera defensiva como si nada.' Pensó Hades, el cual estaba muy enojado debido a los sucesos actuales.
El se había ido a la reunión de su facción cuando esos intrusos habían entrado a su castillo. Pese a que hubiese querido ir a aplastarlos en persona, la reunión con Zeus y el resto no le había permitido hacerlo.
Por lo que, sintiéndose confiado, envió a Pluto y a Thanatos para eliminarlos, confiando en sus habilidades. Sin embargo, parecía que esos sujetos eran más peligrosos, ya que de alguna manera lograron eliminar a Pluto, dejándolo sin su más leal parca. Cuando llegó y se dio cuenta de ello, intentó hablar con Thanatos, pero este no le respondía. Cuando estuvo tentado a ir a buscarlo en persona, uno de los pocos sobrevivientes de la explosión de aquel lugar, el cual había sido borrado por completo por una explosión de gran tamaño y poder, le dijo que Orcus había llegado antes de que tanto Thanatos como los invasores dejaran el lugar. Aquello le dio el panorama completo de lo que había pasado, por lo que, pensando rápido, decidió venir a ver a Orcus para reclamar a sus ratas de laboratorio, las cuales habían sido robadas.
'Afortunadamente, destruyeron el laboratorio, eso me tranquiliza, ya que así se ha eliminado bastante evidencia de otras investigaciones.' Pensó Hades con cierta tranquilidad por ese tema, pero aún estaba fastidiado, pues la información más importante no estaba. Sin embargo, no podría pensar más en ello, pues dos voces lo sacaron de sus pensamientos.
"Cof, cof…Viejo, esta es la última vez que te sigo en una idea como esta, para la próxima vez haremos uso de la teletransportación normal." Dijo una voz masculina desde el interior de la cortina de humo.
"Oh, por Padomay, no fue tan malo, je, je, je… fue divertido." Dijo entre risas otra voz masculina. "Aunque, no me gusta este humo y tierra, ¡Arruina mi nuevo traje!"
Tras aquellas palabras, un fuerte viento se hizo presente, disipando el humo y el polvo, permitiendo ver a dos individuos, los cuales dejaron a Hades sorprendido.
Nota de autor:
A los que han llegado hasta aquí, Gracias por leer.
Y aquí está el capítulo 66….
Lo primero es decir que lamento no haber podido subir antes este capítulo, pero mi vida ha sido un infierno desde el 18 de noviembre. Me ha pasado de todo, y la verdad prefiero no decir más, para evitar traer malos recuerdos a mi mente.
Ahora, tras haber dicho eso (disculpen, pero necesitaba sacar algo de eso de mi sistema), centrémonos en el capítulo…. Primero, ¿Qué opinan de la forma en como se crean los hibridos artificiales? Trate de hacerlo lo mas brutal posible por el hecho de que es Mannimarco quien diseñó ese proceso, y el viejo altmer no es la persona más amable del mundo.
Ahora, ya he llevado a Ophis y a Le Fay al mundo de Edzard, lo que quiere decir que serán mas recurrentes en el fic. Con esto podemos decir que ya estamos al 50% de la historia (al menos eso calculo yo).
Finalmente, no es una gran sorpresa quienes son los seres que están frente a Hades. Se viene una batalla en el próximo capitulo, espero poder estar la altura de lo que tengo imaginado en mi mente.
Bueno, me disculpo por cualquier error ortográfico. No se olviden de dejar un review si les gustó el capítulo o si hay alguna cosa que necesite mejorar o si tienen alguna duda sobre la historia. Además, cualquier consejo constructivo es bienvenido. Sin nada más que decir, hasta el próximo capitulo.
