No soy dueño de danmachi esto es solo una historia basada en el mismo universo hecho con fines de entretener (no obstante el OC es creado por mí mismo y pienso implementarlo en otras historias en un futuro),esta historia se basara en el canon de danmachi pero pienso agregar contenido de eventos del juego y la película pero será mucho más adelante ,espero que les guste y me den su apoyo para seguir escribiendo y no se olviden de apoyar al creador de las novelas ligeras de danmachi para que pueda continuar con ese espléndido trabajo.

Me encuentro varado en la oscuridad, solo, flotando en un abismo que parece que es infinito.

Lo último que recuerdo es como perecía mi mundo. Al parecer, la existencia del apocalipsis si era algo cierto, solo que los humanos no nos dimos cuenta. Cuando llego ya era demasiado tarde para hacer algo, solo podíamos aceptar nuestro destino. Aunque hubo algunos que se resistieron y lucharon hasta el final fue inútil, sin importar lo que hicieran era demasiado tarde para evitar lo que vino. No voy a decir lo que vi, es casi imposible de describir. Solo puedo pensar que el castigo que recibimos fue demasiado, aun con los numerosos pecados que cargamos no todos merecían ese final.

Los gritos de desesperación que dieron las personas ante ese fatídico final aún resuenan en mi mente. La impotencia que sentí al no poder hacer nada por mis seres queridos y el desconocimiento del destino que les deparo solo sirven para atormentarme. Incluso ahora que todo ha terminado no puedo librarme de esos recuerdos que me causen tanto dolor.

Gran parte de mi desea simplemente desaparecer y que así el dolor se desvanezca, pero ese deseo no me es cumplido. Sin importar cuanto quiera que todo acabe, el final no me llega.

No sé si fue suerte o infortunio, pero logre librarme de ese destino. No sé cómo sucedió, pero supongo que cuando llega el final de la vida de un mundo, todo se desmorona, hasta el concepto que tenemos de espacio y tiempo. Teorizando es muy probable que me encuentre en el vacío entre mundos, un lugar diferente al que llamo hogar.

Solo puedo suponer que en cualquier momento mi cuerpo puede desmoronarse, hasta que eso pase, solo puedo divagar. Si tuviera un arrepentimiento sería el de no haber podido hacer nada para evitar el destino de mi mundo. Suena tonto, pero siento que, de haber estudiado, esforzado y tenido más confianza, podría haberme convertido en alguien importante. Tal vez así podría haber influido un poco en la situación mundial para darnos más tiempo, pero es inútil, de nada sirve arrepentirse, ya solo queda dormir y esperar que la muerte venga.

A medida que pasa el tiempo siento que todos mis recuerdos y preocupaciones se desvanecen, mientras el dolor desaparece de lo más profundo de mi ser solo puedo desear una última cosa.

"Si tuviera otra oportunidad, haría lo que fuera para impedir este final."

"Haría lo necesario para que ningún alma inocente vea su mundo perecer"

Soltando ese último deseo a la nada, me resigno a que mi existencia se desvanezca para siempre.

Pero nunca me llego ese destino. Desconocida si era este sitio el que me impedía desaparecer por completo o si esto era la tortura que me esperaría por toda la eternidad. Lo único que podía hacer era esperar a que pasara algo.

Estuve un largo tiempo así, no fue si fueron horas días o años, pensé que esto no tendría fin.

Hasta que vi un destello, o eso creí porque no volvió a aparecer. Lo único que podía hacer es permanecer en el mismo lugar, mirando, esperando todo el tiempo o lo más cercano que hay de eso aquí. Hasta que lo vi otra vez, para luego convertirse en una estrella, una luz brillante, que crece, brillando cada vez más. Al punto que ya no puedo mantener los ojos abiertos, envolviéndome de esa luz que ya casi no recordaba, ahogándome en su brillo si poder hacer nada, devorando cada fibra de mi ser, tal vez terminando con mi vida.

Cuando volví en mis sentidos noté el cambio de ambiente. En primer lugar, sentí algo sólido debajo de mí. Al abrir mis ojos pude ver el cielo, con la posición del sol indicando que estábamos en las horas de la tarde. Al levantarme mire a mis pies y note que el suelo parecía tener losas de piedra, las cuales cubrían toda la superficie del mismo. Al mirar a mi alrededor noté que estaba rodeado de varias casas de diferentes tamaños y formas, y al voltear detrás mío pude ver que la cantidad de casas aumentaba hasta el punto que parecía un laberinto.

No entendí lo que pasaba así que decidí tomarme un momento para recordar lo que había pasado. Al pasar un tiempo en el que pude concentrarme logre recordar que antes estaba en lo que parecía un abismo de oscuridad, también recordé vagamente el cómo había llegado a ese sitio.

Sentí un gran dolor en mi pecho al recordar eso y no pude evitar derramar algunas lagrimas mientras me lamentaba por lo sucedido. Me tomo un rato calmarme, sabía que no podía dejar que la tristeza me consumiera. Al lograr eso note algo extraño, había pasado algo por alto.

"No puedo recordar sus rostros".

Mis padres, hermanos, familiares y conocidos, el rostro de cada uno de ellos había desaparecido de mis recuerdos. Tal vez sea un efecto secundario de haber estado en ese lugar por tanto tiempo, sabía que no podía simplemente ignorar ese suceso, pero había cosas más importantes ahora.

Desconocía mi ubicación actual, la estructura de las casas que me rodeaban no me eran conocidas.

Al acercarme a ellas las toque para asegurarme que no eran una ilusión, al hacerlo note que estas eran diferentes a lo que recordaba.

No solo la forma de la estructura, sino también el material del que estaba hecho. Seguí caminado y noté que nada de lo que había aquí me era conocido y al alzar mi mirada vi algo extraño.

Me moví a una posición en la que pudiera observarla mejor y pude verla. Una gran torre, cuya punta parecía tocar el cielo. No pude verla por mucho ya que sentí que me lastimaba el cuello.

No comprendía lo que estaba pasando, nunca había visto una estructura tan alta en mi vida. Ni siquiera el edificio más alto del mundo, el Burj Khalifa podía compararse. Aunque admito nunca haber visto en persona ese rascacielos en mi mundo, he visto suficientes videos para poder estimar su tamaño real y es fácilmente superado por la gran torre que estoy viendo.

De cierta forma eso confirma que no estoy en mi mundo, pero eso no me dice dónde estoy exactamente. Continúe caminando, solo que esta vez me dirijo hacia la torre mientras trato de recordar si leí algo así en una novela de fantasía.

El lugar donde estaba actualmente parecía un laberinto, sino fuera por la torre que use para guiarme me hubiera perdido. En el camino me encontré con varios callejones, por mi seguridad decidí no entrar en ellos. Al notar que no iba muy rápido decidí aumentar mi velocidad y correr, pero unos segundos después de empezar a correr me tropecé y caí.

Al levantarme busqué la causa de mi caída y la encontré rápidamente, había un cuerpo tirado a un lado de donde iba. Con mucho cuidado me acerque y al voltearlo note que estaba muerto.

Sentí que mi cuerpo temblaba por ver eso, pero hubo algo que me llamo la atención. Justo arriba de su cabeza había orejas de animal, específicamente de un perro.

Temblando ligeramente decidí tocarlas y note que eran reales, después de eso tome un respiro antes de empezar a registrarlo. Cuando acabe decidí quitarle la túnica que lo cubría y una bufanda que llevaba puesto, luego de eso me puse ambas prendas y deje el cuerpo atrás.

Finalmente, después de mucho caminar pude salir de ese lugar, en el camino pude acomodar mis ideas y casi llegué a una conclusión sobre mi ubicación actual.

Con el fin de confirmar eso me dirige a lo que parecía una gran calle que llevaba directo a la gran torre. Al entrar en ella pude verlo con mis propios ojos.

Pude ver a la gente de ese mundo y así saber en qué sitio estaba.

En esa calle había varios humanos, pero también estaban razas de fantasía como elfos, enanos, semihumanos y amazonas. Tantas razas conviviendo en un solo lugar, eso dejo todo claro.

"Esta es la ciudad de Orario"

Una ciudad perteneciente a una serie de novelas de fantasía que leía en mi mundo, recuerdo que solía leerlas en mis tiempos libres junto a otras novelas populares en el fandom hispanohablante.

Las principales características de esta ciudad que es conocida como el centro de este mundo son que cuentan con el laberinto subterráneo y la torre de Babel.

El laberinto subterráneo también llamado mazmorra o dungeon, es un territorio que aún no ha sido explorado por completo y que incluso después de 1000 años de su exploración aún guarda muchos secretos. Pero lo que sí se sabe es que de sus paredes, techo y suelo surgen distintas especies de monstruos y que sin importar si son eliminados la misma mazmorra repone los números.

Es un sitio que cuenta con diferentes pisos y entre más profundo vas, el tamaño de los pisos, así como la cantidad y fuerza general de los monstruos reciben un aumento considerable al piso anterior. También aparecen nuevas especies de monstruos y la velocidad en la que la mazmorra produce nuevos monstruos se ve incrementada.

Debido al peligro que representa el calabozo, solo algunas personas selectas pueden explorarlo, estas deben recibir con anterioridad el falna de un dios y haberse registrado en el gremio de aventureros para poder explotar el calabozo subterráneo.

Antes que nada, ¿qué es el falna?

Es la bendición otorgada por un dios que establece un vínculo entre ambos, por la cual el que recibe la bendición desbloquea su potencial latente y forma parte de la Familia del dios.

Pero, ¿porque hay dioses viviendo con mortales?

La respuesta a eso se remonta hace más de 1000 años, antes de que los dioses descendieran al mundo inferior. Este mundo estaba plagado de monstruos, los cuales amenazaban con extinguir a todas las razas de la superficie.

En ese tiempo la mazmorra creaba descontroladamente monstruos que salían de la misma a la superficie y atacaban a cualquier otra raza inteligente que veían. Debido a eso las distintas razas de la superficie estuvieran cerca de la extinción y para evitar eso los dioses enviaron a sus creaciones favoritas, los espíritus.

Estos formaban contratos con miembros de distintas razas y les otorgaban su poder, estos elegidos fueron conocidos como los grandes héroes. Gracias a ellos pudieron evitar la extinción y después de miles de años de lucha y sacrificio pudieron llegar al sitio exacto donde salían los monstruos y así sellaron la entrada de la misma construyendo una estructura sobre ella.

A la vez que eso pasaba. El héroe más fuerte, Albert Waldstein se enfrentó al monstruo más fuerte de esa era, el Dragón Negro. Despues de una larga batalla el héroe logro dejar tuerta a la bestia provocando que esta huyera, pero esta hazaña le costó su propia vida.

Aun así, estos dos grandes sucesos marcaron el fin de una era en este mundo. La era de los héroes había terminado y con su final una nueva era empezó.

Los habitantes de la superficie vieron como pilares de luz descendían a la tierra, y de ellos salieron los dioses. Algunos de ellos se estrellaron con la estructura que sello la entrada al calabozo y como compensación por destruirla les dieron a los mortales un obsequio.

Fue en ese momento que inicio la era de los dioses, cuando el primer dios le otorgó su bendición a un mortal y de esa forma iniciando el mito de la Familia.

Gracias a la fuerza otorgada por el falna de los dioses los habitantes de la superficie pudieron explorar por primera las profundidades del calabozo y para evitar que los monstruos escaparan se construyó una gigantesca estructura sobre el agujero en la tierra que llevaba al calabozo.

Esta estructura seria llamada la torre de Babel y para administrar la entrada y salida de las personas al calabozo se creó el gremio.

Esta organización fue fundada por el dios principal, Ouranos, quien no solo fue el primer dios en dar una bendición a un mortal, sino que también fue el pilar de lo que sería en el futuro la ciudad de Orario.

Este sería un resumen de la historia de este mundo, aparentemente parece un mundo de fantasía en el que cualquiera puede alcanzar poder y gloria, pero la realidad es otra.

"Esto no pude estar pasando"

No comprendía porque estaba en este sitio, es como si mi tortura no terminara.

Mi mundo pereció y lo he perdido todo, y la segunda oportunidad de vida que obtuve fue en un mundo condenado a la destrucción.

Mis piernas perdieron su fuerza y caí al suelo, solo pude llorar y derramar todo mi dolor en lamentos. Algunas personas se acercaron curiosas, pero no comprendía nada de lo que me decían.

Pasaron varios minutos antes de que tuviera fuerzas para intentar levantarme y cuando levante mi mirada observe a la multitud que se había acercado a mí.

Había varios tipos de miradas que me observaban, algunas de desconfianza, otras de pena y otras con empatía. Pero entre ellas note algunas que rompieron el corazón, ver las miradas inocentes de algunos niños y saber el destino que les deparaba hicieron que no pudiera más y saliera corriendo sin ningún destino definido.

Despues de no sé cuánto tiempo pude alejarme de las personas y tuve tiempo para pensar en lo que haría. Estaba cansado en todos los sentidos, pero no podía simplemente rendirme y esperar morir. Pase un largo tiempo analizando mi situación y llegando a una conclusión conmigo mismo.

"No sé por qué estoy aquí, pero si se me ha otorgado una segunda oportunidad debo aprovecharla"

Ya cometí un gran error una vez, el hecho de no hacer nada para cambiar mi mundo. No pienso morir con el arrepentimiento de cometer el mismo error dos veces.

No sabía en qué época exacta había caído, pero si sabía que este mundo tenía poco tiempo. Si quería poder cambiar eso debía obtener el poder y conocimiento necesarios.

Aunque tenía varias dudas en mi mente y no me había recuperado por completo sabía lo que tenía que hacer.

"No lograre nada si me quedo quieto sin hacer nada, debo encontrar a un dios y recibir su bendición."

Ese era el primer paso a tomar y gracias a haber podido tranquilizarme un poco ya tenía en mente al dios indicado.

Con un objetivo establecido me dirigí hacia la torre de Babel.

Hola chicos, he decidido editar los capítulos. Espero que les guste esta nueva versión. Dicho esto, me despido. Nos vemos en el próximo capítulo.