capítulo 28: pesadillas de una vida pasada, parte 1
Algo agotado, comencé a despertar dé mi descanso, frotando mi rostro para eliminar cualquier rastro dé sueño restante qué este trajera y preguntándome qué hora sería, por lo qué curioso, voltee mi mirada hacia donde estaba el reloj despertador digital del cuarto.
Para mí sorpresa, al abrir mis ojos note que ya no me encontraba en la habitación dé ash, sino en mi vieja habitación de mi anterior vida, la cual estaba tal cuál la recordaba.
Yo: "pero qué?... Acaso todo fue un sueño?", me pregunté confundido en voz baja, al tiempo qué miraba a mis alrededores.
(opciones:)
A- *seguir durmiendo*
B- *levantarse* X
(fin de opciones)
Cuando mí mirada sé posó hacía la gran ventana del cuarto, supuse qué por la luz qué ingresaba por sus rendijas la hora rondaría entre las 7 y las 8 dé la mañana, por lo qué al ser mi hora habitual dé levantarme, sin pensarlo dos veces me puse en marcha.
Me quité dé encima las sábanas y me levanté dé la cama, para luego ponerme mis chancletas y caminar frente a mi ropero con puerta-espejo, desde donde me observé dé arriba a abajo, confirmando que era un humano otra vez.
Suspirando dé alivio, me acerque hasta mi 'gancho dé ropa', y sacándome el pijama qué traía me puse mi ropa de día, listo para arrancar otra rutina diaria.
(opciones:)
A- *ir al baño* X
B- *encender el teléfono y ver las novedades*
C- *ir a desayunar directamente*
D- *ir a comprobar el estado de la familia*
(fin de opciones)
como tenía por costumbre, salí de mi cuarto para ir al baño, aunque en el camino me llamó la atención el no escuchar los habituales sonidos de mi padre en la cocina, quien seguido sé levantaba al menos 10 minutos antes qué yo a comenzar el día.
Sin pensar mucho el asunto, simplemente asumí qué a lo mejor hoy era otro dé esos días en los qué él sé quedaba dormido más dé lo usual, por lo qué continúe mí pasó sin darle más importancia al asunto.
Luego de orinar en el retrete y lavar mis manos y cara en el lavado, me observe fijamente en el espejo del botiquín frente a mí, hasta que un pensamiento pasó por mí mente:
Yo: "(soy hermoso!... Bueno… soñar no cuesta nada…)", reflexione para mis adentros con algo de vergüenza.
(opciones:)
A- *encender el teléfono y ver las novedades*
B- *ir a desayunar directamente* X
C- *ir a comprobar el estado de la familia*
(fin de opciones)
Luego de aquél momento incómodo autoimpuesto, salí directamente del baño y atravesé el comedor, hasta finalmente llegar a mi destino: la cocina.
Ya allí, note extrañado qué mi perro Felipe no sé encontraba durmiendo en aquél lugar, por lo qué comencé a sentirme algo preocupado por la situación, aunque rápidamente mi preocupación sé calmó cuando oí su clásico llanto proveniente del exterior de la casa, pidiendo qué lo dejáramos entrar, por lo qué sin perder tiempo me dispuse a ello.
Confundido, noté cómo al intentar abrir la puerta principal, está estaba desbloqueada y sin seguro, pero asumí que a lo mejor mis padres sé habían olvidado dé echarle la llave el día anterior antes de irse a la cama, por lo qué no le dí importancia al tema y abrí la puerta.
Desde el otro lado, mi labrador dorado Felipe entró corriendo al interior del comedor, agitando su cola con alegría, feliz dé verme nuevamente como hacía todos los días.
Yo: "hola amigo!, todo bien hoy?", le pregunté feliz dé verlo, acariciando su cabeza con mí mano, a lo que él me respondió con un eufórico ladrido.
Yo: "acaso tienes hambre?, no te preocupes, prepararé mi desayuno y luego te daré el tuyo", le mencioné, a lo cual él solo sacudió nuevamente su cola en respuesta.
Dibuje una sonrisa en mi rostro ante ésto, para luego regresar a la cocina, dónde tomé la vieja tetera metálica ubicada sobre una dé Las hornallas del horno, destapandola y encastrandola en el pico del dispensador de agua del sitio, el cuál usé para rellenar con aquel preciado líquido el contenedor en mis manos. Una vez qué la tetera estuvo llena, la tapé nuevamente y la deposité en su lugar dé vuelta, encendiendo mediante el chispero electrónico la hornalla, y permitiendo qué el calor dé la llama resultante comenzará a calentar el agua para preparar una taza de té, como tomaba todas Las mañanas.
(opciones:)
A- *esperar que hierva el agua*
B- *ir a comprobar el estado de la familia*
C- *alimentar a felipe* X
(fin de opciones)
Sabiendo qué debería aguardar en lo que aquello hervía, aproveché para dirigirme hacía una dé las alacenas, y luego dé abrirla e inspeccionar por unos instantes su interior, extraje una bolsa rellena de alimento para perros, y cargándola me dirigí nuevamente hasta la puerta de entrada.
Allí me esperaba mí buen amigo pacientemente sentado junto a está, quien al notar qué me acercaba con su desayuno sé levantó dé inmediato y comenzó a mover su cola otra vez, esperando a que le sirviera.
Abrí la puerta y deposite la comida junto a está del lado de afuera, y mientras Felipe comenzaba a comer cómo dé costumbre, avance por el patio hasta su plato dé agua, para asegurarme dé que aún estuviera llenó. al poder confirmar ésto, supuse qué a lo mejor había pasado una tormenta durante la noche y éso había rellenado aquel plato, por lo qué con aquella tarea ya resuelta por la naturaleza, me dispuse a regresar adentro, pero antes por pura curiosidad levanté mí vista al cielo, quedando sorprendido y confundido por lo qué veía.
el día se encontraba completamente nublado con nubes oscuras, similares a las de una tormenta, que a pesar de eso no impedían el paso de la luz solar que irradiaba desde el espacio sideral, aunque no fue esto lo que llamó mi atención, puesto que mi ciudad se encontraba en zona de clima templado, por lo que los días sumamente nublados eran bastante comunes en esa zona, sino la extraña bruma rojiza que se podía apreciar en el aire, cosa que jamas habia visto antes, sin contar el hecho de que las calles parecían de un pueblo fantasma, ya que en estas no se podía apreciar a una sola persona, auto o el más mínimo sonido proveniente de ellas.
curioso, me deje como nota mental el preguntarle a mis padres cuando ellos se despertarán también sobre aquel raro fenómeno, y sin más que hacer allí, ingrese de nuevo a mi casa, cerrando la puerta tras de mí, y dejando a mi mascota devorar su alimento en paz.
acto seguido, me apresure a abrir las ventanas de la cocina y el comedor, para así permitirle a la luz del nuevo día ingresar a los oscurecidos lugares mencionados y brindarles de la iluminación que estos necesitaban, luego, sintiéndome algo sediento, tome uno de los vasos limpios que reposaban sobre la escurridora de la cocina, y rellenandolo en el dispensador de antes, bebí el líquido en el completo silencio del ambiente que tanto disfrutaba en las mañanas, hasta que finalmente aplaque mi sed. en el fondo me lamente porque aquel momento de paz no pudiera durar por más tiempo, pero notando que el agua para la infusión ya casi estaba listo, debí dejar el vaso a un lado y concentrarme en preparar todo lo necesario para finalmente poder desayunar correctamente.
De manera inmediata, tome de una de las alacenas superiores un plato, y lo coloque sobre la mesa del comedor, con la intención de utilizarlo como apoyo para mi comida, y evitar así ensuciar el mantel blanco que recubria el mueble. después, camine hacia una pequeña despensa junto al televisor pantalla plana del lugar y saque de la misma un pequeño paquete abierto de galletas dulces, las cuales coloque junto al plato de antes y comencé a devorar con calma, para así reducir mi apetito.
a eso de un par de minutos después, el silbido de la tetera se hizo presente, indicando que su contenido ya se encontraba en la temperatura esperada, por lo que llegando a la cocina enseguida apague la hornalla que le daba calor al recipiente, y tomándolo de la gran asa con una de mis manos, deposite el líquido en mi taza, justo sobre el saquito de té, permitiendo así que ambos se mezclarán, formando así la infusión que tanto aguardaba como resultado.
deposite nuevamente en su lugar la tetera para permitirle enfriarse otra vez, y tomando la taza con sumo cuidado para no quemarme, la lleve hasta el comedor, donde la deposité sobre el plato de antes, planeando dejarla unos minutos hasta que se estabilizara su temperatura lo suficiente como para permitirme beberla sin riesgos.
(opciones:)
A- *ver televisión* X
B- *buscar el teléfono y ver las novedades*
C- *ir a comprobar el estado de la familia*
(fin de opciones)
para matar el tiempo en lo que esperaba tome el control remoto de la televisión y la encendí, con la idea de sintonizar algún canal de noticias, para asi informarme mejor de las medidas que el nuevo presidente electo de mi país javier milei, tomaría a futuro en la dirección de gobierno del mismo.
ni bien el dispositivo terminó de encenderse me sorprendió mostrandome un gigantesco letrero que contenía una simple frase: 'sin señal'. por unos momentos sentí un mal presentimiento con respecto a aquel dia, pero este mismo rápidamente se esfumó cuando recordé que de vez en cuando el servicio de cable fallaba, por lo que ignore el asunto y revise si habia internet, para mi fortuna esto resultó ser correcto, por lo que sin pensarlo más abrir la aplicación de youtube en el televisor y espere que esta cargará.
Una vez así fue, me fui directamente hacia mi biblioteca de música, la cual se ubicaba debajo del tablero de noticias, mismas en su mayoría fechadas en el día anterior. sin darles mucha atención las pase de largo y llegué a mi lista, para luego ahogar el silencio de la sala con el sonido de mis canciones favoritas.
yo: "...Mr. Blue Sky, please tell us why, You had to hide away for so long (so long), Where did we go wrong?...", cante e incluso baile con alegría al oír la música durante varios minutos, hasta casi perder la noción del tiempo.
Al cabo de 15 minutos mi desayuno estaba listo para consumir, por lo que dejando la música de fondo, me senté a seguir comiendo galletas y beber mi té con tranquilidad durante un rato, hasta terminar acabandomelo más tarde.
ya alimentado, guarde las galletas nuevamente en su lugar y lave mi taza y plato en el lavabo de la cocina, además también desde luego arroje el gastado saco de té al cesto de basura cercano. Con esto listo deposite la taza y el plato nuevamente limpios en la escurridora junto al lavabo para que se sequen con el tiempo, y ya con toda la tarea finalizada, regrese nuevamente al comedor.
(opciones:)
A- *ir a comprobar el estado de la familia* X
B- *comenzar rutina diaria*
(fin de opciones)
ya allí, decidí que ya era hora de iniciar con mis actividades diarias, pero antes de eso pense que seria bueno ver que ocurria con mi papa, ya que en todo ese tiempo no lo había oído ni siquiera levantarse para ir al baño, por lo que suponiendo que esta vez se había dormido muy profundamente, me dirigí hasta el cuarto de mis padres para darles los buenos días.
al llegar frente a la puerta, toqué varias veces en la misma, sin obtener extrañamente ninguna respuesta desde el otro lado, por lo que algo confundido intenté de nuevo, obteniendo otra vez el mismo resultado.
(opciones:)
A- *volver en otro momento*
B- *abrir la puerta* X
(fin de opciones)
ya preocupado, abri directamente la puerta con cuidado y encendí la luz de la habitación, viendo su interior.
yo: "a donde se metieron?", me pregunté sin entender al notar la gran cama del lugar completamente vacía y con sus sábanas sacudidas, lo que me indico que posiblemente ellos se habían levantado con prisa y habían abandonado el lugar.
esta última idea se reforzó en mi mente al notar su ropero completamente revuelto, por lo que instintivamente me dirigí a revisar por mi hermana a su habitación, llegando casi enseguida a esta y entrando directamente a la misma sin siquiera tocar.
Allí también me esperaba la misma escena que antes, el ropero revuelto, las sábanas sacudidas y sin rastros del paradero de mi hermana, lo que solamente aumentaba mi preocupación mas y mas.
ya desesperado, salí de mi casa y atravesé el patio hasta llegar al garaje, el cual al igual que la puerta principal antes se hallaba sin llave, por lo que abrí la puerta y observé el interior.
ya con esto mi teoría de que se habían ido quedó completamente confirmada, al notar como la camioneta que guardabamos allí había desaparecido, también sin dejar rastro alguno.
pensativo, cerré nuevamente la puerta y regrese al hogar para comenzar a razonar alguna explicación lógica para este suceso, llegando solamente a la conclusión de que algo había surgido y por eso todos se habían ido con tanta prisa, aunque igualmente me llamaba la atención el simple hecho de que ellos no me hubieran dicho nada antes de irse de ninguna forma.
yo: "(maldición!, ellos ni siquiera me dejaron un condenado mensaje!, ¿dónde se metieron?!... un momento… mensaje!, necesito mi teléfono!)", reflexione al darme cuenta de aquello, para correr a toda velocidad hacia mi cuarto, en búsqueda de mi celular.
al llegar encontré el dispositivo sobre la mesita de noche junto a mi cama, por lo que sin dudar lo tomé entre mis manos y lo encendí.
Esta acción tardó en completarse un par de minutos, pero cuando al fin lo hizo me adentre sin perder un segundo a whatsapp, revisando mi buzón. para mi alivio, encontre alli 3 nuevos mensajes de mi madre, pero este alivio se esfumó tan rápido como llegó cuando abrí su chat y leí los mensajes.
los 3 habían sido enviados poco después de las 5 y media de la mañana, el primero decía:
mama: "franco, si aún te encuentras vivo y lees esto no te preocupes, estamos bien, aguanta ahí por favor!, pronto iremos por ti!"
el segundo decía:
mama: "estamos todos en el cotillón del tío, aquí escondidos esas cosas de allí afuera no pueden notarnos"
y el ultimo decia:
mama: "si algo pasa… que sepas que te queremos mucho hijo"
quedé pasmado y algo confundido ante aquello, por lo que inmediatamente le escribí.
yo: "cosas?, de qué cosas me estás hablando mamá?!, acaso esto es algún tipo de broma?!, ¿qué ocurre?!", le respondí, para luego ponerme a esperar con impaciencia por varios minutos, esperando que ella se conectara y me contestara, pero si bien el mensaje se envió, ella jamás se puso en línea.
(opciones:)
A- *seguir esperando*
B- *buscar más información* X
(fin de opciones)
ya cansado de esperar y con la preocupación a su máximo punto, trate de llamarla directamente, pero tampoco respondió, así que ya sin ideas de qué hacer recordé el apartado de noticias que figuraba en la televisión, y con cierta esperanza de informarme de la situación me apresure en llegar hasta el comedor. parando la música fui hasta el tablero de noticias, poniendo a reproducir el video más reciente, el cual daba lugar a casi las una de la mañana de aquella noche, y tenía como título la palabra 'alerta'.
este comenzó durante una transmisión de noticias:
conductor: "...y para aquellos que recién nos sintonizan en este momento y no sé hallan enterado dé las últimas novedades se las repetiremos… Aunque parezca difícil de creer, hace casi una hora criaturas comparadas en aspecto a los Pokémons dé la franquicia dé nintendo aparecieron junto con una extraña bruma rojiza en el aire por todo el ancho y largo del mundo, generando revuelo y pánico en la población civil. sí bien éstos parecen no ser hostiles con los humanos, se confirmó que poseen habilidades sobrenaturales, las cuales llamaron la atención de la comunidad científica, qué está desplegando a sus mejores investigadores para estudiar y comprender a estos seres…", abruptamente el hombre sé detuvo al parecer recibir nueva información proveniente fuera dé cámara, y aunque no podía oír dé lo qué hablaban, pude suponer que era todo menos una buena noticia, al notar como al borde de la pantalla, el conductor daba una mueca dé completo terror, para finalmente luego dé un par de minutos en silencio lograr recuperar la compostura un poco y hablar a la cámara:
Conductor: "tenemos noticias de último momento… antes de dar la información queremos aclarar al público que lo que están a punto de oír es un hecho completamente confirmado y no se trata de una broma, además que les sugerimos discreción y alejar a todo menor y persona sensible de la pantalla… Según nuestros reportes, los muertos en todo el mundo han comenzado a levantarse de sus tumbas, y están atacando oralmente hasta la muerte a toda persona o criatura que se les cruza en su camino, quienes a su vez al morir se convierten en más de esos… zombies agresivos… A simple vista parece que todo esto es causado por alguna especie de agente viral desconocido, aunque no hay nada confirmado por el momento. el presidente electo de la nación javier milei ha decretado la ley marcial, y en algunos minutos dara iniciada una conferencia de prensa para anunciar el curso a seguir junto con nuevas medidas… Por el momento les dejamos un video enviado por un usuario, captado por su celular desde su casa…", anuncio el hombre haciendo que un escalofrío recorriera mi cuerpo.
yo: "(zombies?!, pokemons?! pero qué demonios?!)", pensé dando vueltas al asunto en mi cabeza, aun sin poder creer lo que había oído, pero antes de poder poder formularme algún cuestionamiento o duda sobre el tema, note como el video comenzaba a reproducirse.
en este video, que parecía que estaba filmandose desde detrás de una cerca, enfocaba a una criatura que asimile como un growlithe, el cual se encontraba olfateandose los traseros con un perro callejero tranquilamente en una esquina. esta toma siguió durante al menos 15 segundos sin mostrar cambios, hasta que repentinamente un extraño hombre, con todo su cuerpo lleno de heridas, podrido y huesos expuestos, junto con unos ojos que irradiaban un brillo color rojo carmesí apareció en la escena corriendo hacia el par, y sin dudarlo se abalanzó hacia el growlithe arrancándole la yugular a la pobre criatura de un fuerte mordisco, quien dejo salir un chillido de dolor por su boca y un chorro de sangre de su herida abierta. no conforme con aquello, el zombie clavo y hundio sus putridas manos en el abdomen del pokemon, para luego extraer sus intestinos de su interior y comenzar a devorarlos con gran apetito. en ese momento lo único que se oían eran los chillidos agónicos del tipo fuego y el sonido de una respiración agitada, la cual supuse pertenecía al que filmaba, ya que seguramente se encontraría con gran pánico por la escena tan grotesca que presenciaba frente a sus ojos, mientras tanto el perro callejero que antes allí se encontraba huía despavorido del lugar ante la situación, temeroso de aquel muerto quien simplemente ignoraba su presencia mientras cenaba a su ya fallecida presa. pero para horror del camarógrafo, el zombie no lo ignoro a él, y notandolo a la distancia se levantó otra vez y corrió hacia la cámara, mientras que su dueño corría al interior de su casa a refugiarse.
sorpresivamente, luego de unos segundos más un letrero de sin conexión apareció en mi televisor, indicandome que mi conexión a internet se había cortado, lo cual me impedía seguir viendo más las noticias para informarme de lo que pasaba, aunque ya no creía necesitar oír otra cosa para entender lo que ocurría.
yo: "que mierda?!... acaso acabo de despertar en medio de un puto apocalipsis zombie?!... esto… esto tiene que ser un error!", exclame en voz alta intentando de alguna forma convencerme que aquello no era algo real, aunque todo lo que había visto aquel día apuntaba a lo contrario, por lo que en shock salí fuera de mi casa y me pare frente a las rejas que separaban mi hogar de la desértica y desolada calle, la cual permanecí observando en silencio por varios segundos, para finalmente levantar mi vista hacia el cielo nuevamente y observar la bruma rojiza aun en el aire.
yo: "(acaso sería esto la responsable por lo que está pasando?)", pregunté para mis adentros.
aunque lamentablemente no tuve mucho tiempo para meditar aquel caso, ya que fui sacado de mi concentración por Felipe, quien colocándose junto a mi comenzó a ladrar sin parar hacia la reja.
yo: "que pasa felipe?, ¿qué te ocurre?", le pregunté aún confundido por el shock.
fue por esto que a duras penas logré percibir el gruñido a mis espaldas a tiempo, saltando hacia al frente y volteandome para observar cara a cara a uno de esos muertos.
se trataba de una chica, de aproximadamente entre 15 a 17 años, la cual traía su abdomen rajado y mordisqueado, mientras que toda su camisa estaba hecha pedazos, permitiendome ver su podrido atributo, y hablando en singular porque solamente tenía uno cubierto de un asqueroso líquido negruzco, mientras que el otro parecía haberle sido arrancado de un mordisco por una mandíbula de tamaño no humana. su rostro reflejaba gran agresividad, acompañado del brillo carmesí en sus ojos, su cabello desarreglado y sus brazos con severas cortadas cubiertas del mismo liquido negro que antes, los cuales se extendian hacia mi a traves de la reja, intentando atraparme sin exito.
yo: "mierda!", exclamé asustado, para a modo de reflejo empujar a mi perro al interior de la casa para que entrara y no se quedará solo allí afuera ladrando. sin perder el tiempo hice lo mismo y me refugié en mi hogar, cerrando la puerta con apuro y aislandonos a ambos del peligro del mundo exterior.
ya a salvo, me apoyé sobre mis rodillas y comencé a inhalar y exhalar en profundidad, para así poder recuperar la compostura y pensar en mi siguiente paso.
(opciones:)
A- *abandonar mi hogar y buscar un lugar seguro* X
B- *refugiarse en casa*
(fin de opciones)
yo: "(por mas que me guste la idea, no puedo quedarme aquí encerrado por siempre, tarde o temprano deberé salir o este sitio se convertirá en mi tumba si más zombis aparecen…)", reflexione preocupado, a lo que supuse que lo mejor que podría hacer en ese entonces era encontrar algún arma decente con la cual defenderme y eliminar aquella amenaza en las afueras.
poniéndome manos a la obra, supuse que la mejor arma que podría conseguir en aquel momento era un cuchillo. por lo que corrí a la cocina a tomar uno del portacubiertos, pero antes de agarrar uno con mi mano un pensamiento pasó por mi mente: qué pasaría si debido a mi inexperiencia y nervios fallaba en acabar con aquel zombie estando a tan corta distancia de sus podridos dientes?.
No podía arriesgarme a ese tipo de errores en aquel momento, necesitaba algo mejor, algo que me permitiera atacar con un mayor rango de distancia, por lo que desistí de la idea del cuchillo como arma principal, aunque decidí llevarme uno enganchado en mi cintura por si las dudas y luego comencé a mirar a mi alrededor sin parar, en busca de una solución.
(opciones:)
A- *tomar una sartén*
B- *tomar una cuchilla de carne*
C- *tomar un wok*
D- *tomar un palo de escoba* X
(fin de opciones)
mis ojos se posaron en la escoba que reposaba junto al refrigerador, sabía que era un objeto bastante frágil, pero si lo usaba de la forma correcta podría improvisarla a modo de lanza y acabar con esos monstruos a mayor distancia, por lo que tomándola entre mis manos le quite su cepillo y lo arroje a un costado, observando mi nueva arma con detenimiento.
yo: "(espero que esto sirva…)", pensé, para luego de dar un hondo suspiro y juntar coraje, dirigiéndome hacia la puerta a cumplir mi misión.
Felipe intentó acompañarme, preocupado dé qué algo me pasará, pero dé una rápida orden le indique que sé quedará allí, a lo qué él sólo respondió soltando algo de llanto, como si me rogara qué no saliera.
Yo: "lo siento mucho, pero tengo que hacerlo", le mencioné, antes de abrir la puerta y salir otra vez al exterior, para luego cerrarla detrás de mí nuevamente y así evitar qué el canino intentara seguirme igualmente.
Tal cual la había dejado, la chica zombie seguía presionando su destrozado cuerpo contra la reja dé mí hogar, intentando atravesarla sin éxito. luego dé observarla detenidamente por unos momentos me acerque cuidadosamente a ella con mi arma en alto, quien no dejaba dé gruñirme y dé agitar sus brazos con locura.
Yo: "(muy bien, si le clavó ésto a la altura de alguno de sus ojos podría matarla sin problemas)", reflexione, observando sus brillantes ojos rojizos posados en mí, como una abertura bastante ventajosa para atacar.
Tomé aliento y esperé pacientemente para conseguir el momento ideal para conectar mi golpe sin correr riesgos, el cual llegó luego dé una dé las embestidas violentas del cadáver, la cual aproveche para atacar.
Por desgracia, el golpe dió en la frente dé la muerta en lugar de su ojo, lo qué si bien no le provocó ningún daño, al menos logró hacerla retroceder unos pasos, lo qué me permitió recuperar la compostura.
Yo: "(gracias a dios qué elegí este palo antes que aquel cuchillo…)", reflexione en mi mente, mientras me preparaba para dar un segundo golpe.
Nuevamente esperé por el momento ideal, y una vez qué éste llegó arremeti otra vez.
Yo: "jodete perra!", exclamé al notar qué esté nuevo intento había dado en el blanco, atravesando su globo ocular y clavándose en su cerebro.
La zombie soltó un último gruñido apagado para finalmente morir, desplomándose en el suelo ni bien le quité el palo de escoba del cráneo.
(opciones:)
A- *pensar en buscar a mi familia* X
B- *pensar en priorizar mi propia supervivencia*
(fin de opciones)
me aparte para reflexionar lo que acababa de hacer, había matado a mi primer zombie, y algo me decía que tampoco sería el último. necesitaba como sea reunirme con mi familia de inmediato, y aunque sabía que ellos me habían ordenado a que los aguardara allí, algo me decía que dada la situación el que ellos llegaran a mi seria imposible, por lo que luego de unos segundos supuse que lo mejor que podria hacer era llegar hasta aquel lugar por mi cuenta, no sin antes revolver toda mi casa para equiparme con lo mejor que encontrara, sabiendo que lo más seguro era que jamás podría regresar a aquel sitio que toda la vida había sido mi hogar.
Me puse manos a la obra, regresando al interior del edificio y pasando junto a mi mascota, quien se veía más aliviada al notar que me encontraba bien y empezó a seguirme por toda la casa.
primero que nada necesitaba cambiar mi vestimenta, ya que sabía que mi atuendo veraniego de remera manga corta y pantaloncillos de tela no me daría mucha protección ante las mordidas de aquellas pútridas criaturas, por lo que abrí mi ropero y comencé a hurgar en el de arriba a abajo, sacando al final lo mejor que encontré: un pantalón largo tipo cargo para tener más bolsillos y por ende más capacidad de carga, el suéter rojo que me tejió mi ya fallecida abuela porque tenía un valor sentimental para mi, una polera manga larga por comodidad, un abrigo de lona color verde camuflaje para el frío de la mañana y contener gran parte de las posibles mordidas que recibiera, guantes de lana color bordo en caso de que necesitara golpear en el rostro a algún muerto con mi puño y evitar terminar con heridas en estos por el impacto que me infectaran de aquella cosa que esos bichos cargaran, un viejo casco que usaba para hacer ciclismo en el pasado y podía servirme no solo para evitar mordiscos en la cabeza, sino también para embestir cualquier zombie que intentara arrojarse encima mío como si fuera la cornada de un toro, medias gruesas y largas para proteger mis tobillos junto con mis zapatillas mas robustas para proteger mis pies y hacer mayor daño a cualquier craneo de un pisoton, un cuello de lana que no solo cubria aquella zona tan vulnerable de mi cuerpo, sino tambien mi boca y nariz, y por ultimo unos lentes de sol, los cuales me protegerian en caso de que algo de la sangre de esas cosas me cayera en los ojos.
sin dudarlo me cambié de atuendo, y aunque me sentía algo pesado y caluroso por las gigantescas capas de ropa que traía encima, el tener la suerte de ser alguien con buena movilidad muscular impedía que se me dificultara mucho moverme a pesar de todo, lo que ciertamente me servía como ventaja a la hora de combatir.
luego de eso encontré mi vieja mochila escolar, y vaciandola de sus ahora inútiles libros, carpetas, útiles escolares y cuadernos, me dirigí al botiquín de la cocina, del cual saqué varias cajas de medicamentos básicos allí almacenados como ibuprofeno para la fiebre, analgesicos para el dolor, vitaminas para la energia, alcohol para desinfectar las heridas y un kit básico de primeros auxilios que teníamos guardado para lo demás. después, me encargue de rellenar el resto de la mochila con comida enlatada de las alacenas, una taza para viajes que tenía y un termo para preparar el café que traía también, rellene algunas botellas vacías que guardabamos con el agua del dispensador, añadí un par de paquetes de galletas y por último metí mi teléfono, su cargador y mis auriculares, junto con una pequeña fotografía de mi familia. para finalizar guarde algún que otro libro en los gigantescos bolsillos de mi pantalón, en caso de que necesitara distraerme en algún momento de paz.
ya cargado, me sentí aún más pesado, comenzando ahora sí a tener dificultades para moverme con normalidad, pero sabía que todo aquello que cargaba me seria de gran utilidad ante cualquier eventualidad que surgiera, por lo que sin quejarme emprendí la parte dos de mi plan de huida.
necesitaba una mejor arma si pensaba enfrentarme a los muertos directamente, especialmente si iba a ser más de uno a la vez, ya que sabía que ni de lejos era morgan jones para matar hordas de zombies con un palo de escoba, y si bien había cierto parecido, tampoco estábamos en the walking dead, por lo que precisaba de algo más letal que doméstico.
(opciones:)
A- *pensar en un pico*
B- *pensar en una palanca*
C- *pensar en un hacha* X
D- *pensar en un martillo*
(fin de opciones)
luego de pensar unos momentos recordé algo que podría servirme, se trataba de una vieja pero confiable hacha de mano que mi abuelo, quien vivía en la casa de al lado, tenía guardada en su cobertizo de herramientas, ya que me serviria no solo para perforar los cráneos de los muertos con más efectividad, sino también como herramienta para conseguir madera de ser necesario y posiblemente destruir algún que otro obstáculo en mi camino. decidido a conseguir aquella nueva arma, regresé hasta la puerta principal acompañado por mi labrador.
pero para mi sorpresa, ni bien abrí la puerta note a lo que parecía ser la figura de un destrozado sentret, quien parado sobre su cola maltrecha en el medio de la calle, me observaba con sus rojizos ojos fijamente sin moverse, cosa que me dejó sumamente confundido al ser la primera vez que veía un pokemon en la vida real, y más aún en su estado actual.
repentinamente, el sentret comenzó a contraer su cola como si fuera un resorte, lo que me hizo finalmente comprender su intención: iba a catapultarse sobre la cerca para llegar hacia mi.
Apenas dándome tiempo a reaccionar, la criatura cumplió con su cometido y saltó por sobre mis defensas, cayendo en picada directo hacia mí. Por toda respuesta lo único qué alcancé a hacer fue cerrarle la puerta en el rostro, aunque no fuí lo suficientemente rápido como para cerrarla completamente.
Debido a aquello fue que la bestia quedó con su cabeza atorada entre la puerta y él marcó, desde donde comenzó a sacudirse con violencia, intentando liberarse mientras yo sostenía la puerta firme con mis manos impidiéndole conseguirlo.
Furioso, el Pokémons zombie soltó varios gruñidos rabiosos, a los cuáles Felipe respondió con ladridos que solamente me hacían poner más nervioso ante la situación.
(Opciones:)
A- *intentar matar al infectado con tu arma*
B- *golpearlo repetidas veces con la puerta*
C- *embestir la puerta* X
D- *huir*
(Fin de opciones)
Yo: "qué opinas dé ésto pequeña mierda!", le grité, para luego comenzar a propinar embestidas a la puerta con mi cuerpo, con el fin de generar más presión en el cráneo del infectado.
Mi idea poco a poco comenzó a mostrar resultados, apretándolo con tanta violencia qué luego dé varios segundos el hueso finalmente cedió, hundiendo dé manera grotesca la madera de la puerta en la cabeza del zombie, el cual debido al daño cerebral comenzó a sufrir espasmos, mismos qué sé interrumpieron cuando finalmente abriendo la puerta de par en par dejé caer al monstruo al suelo y sin pestañear le propine varios pisotones con furia, qué provocaron que todo a mi alrededor incluyendome comenzará a salpicarse de los chorros de oscura sangre que dejaba escapar aquel muerto.
mi perro retrocedió gimiendo, asustado de aquel horroroso acto que presenciaba ante él. por fortuna no duró mucho, ya que acabe rematando al muerto con una fuerte patada que envió a volar su cadáver hacia un extremo del patio, para luego cerrar la puerta por fin.
agitado, bajé mi improvisada máscara para recuperar el aire luego de semejante susto y observé a Felipe, quien aún lloraba observandome.
(Opciones:)
A- *pensar en llevarlo contigo* X
B- *pensar en abandonarlo*
(Fin de opciones)
hasta aquel momento no había caído en cuenta de que posiblemente aquel can fuera toda la familia que aún me quedaba con vida, y si bien la lógica me decía que llevar a un animal tan inocente y ligeramente cobarde como él podría retrasarme o directamente provocar mi muerte, no estaba considerando ni de lejos la opción de abandonarlo a su suerte, por lo que opte que lo mejor por el momento sería dejarlo escondido en la casa en lo que yo iba a explorar en la de al lado.
poniéndome manos a la obra, me asomé con cuidado por la ventana del comedor para observar a la calle sin arriesgarme a que algún otro zombie pudiera detectarme, y notando que todo se veía despejado por el momento aproveche para cerrar aquella ventana junto con la de la cocina para así cortar cualquier posibilidad de que algo o alguien observara al interior de mi hogar, seguido a eso con cuidado acaricie la cabeza de mi perro para calmar sus nervios ante la situación, y una vez que pareció sentirse mejor lo lleve hacia la parte trasera de la casa, donde lo deje encerrado en la habitación de mis padres, para asegurarme de que estuviera a salvo allí hasta que volviera.
con pena ignoré sus llantos, suplicándome que regresara, pero sabía que lo que hacía era por su bien, así que continué mi camino hasta regresar a la puerta principal.
(Opciones:)
A- *ir a casa del abuelo por la calle*
B- *buscar un camino alternó* X
(Fin de opciones)
ya allí me detuve a pensar en la forma que usaría para llegar a la casa de mi abuelo, porque quedaba claro que sería una estupidez ir por la calle, con un arma tan improvisada como un palo de escoba, varios puntos ciegos por todos lados, y posibles amenazas a lo largo de esta de los cuales desconocía su estado, por lo que luego de unos instantes recordé la presencia de una oxidada puerta de chapa semiescondida en el patio que conectaba ambas propiedades, el problema era que no se usaba desde hace mucho tiempo y posiblemente hiciera un montón de ruido al abrirla, o que directamente no lo hiciera, ya que si mal no recordaba del otro lado de la misma se encontraba un arbusto que decoraba el jardín de mi abuelo, y que seguramente me bloquearía el paso.
Intente pensar en una tercera alternativa, pero por mas que lo intentara nada se me ocurría, por lo que rendido, no me quedo de otra que intentarlo de esa manera. Me apresure a llegar hacia el llavero de la cocina y comencé a hurgar en estas, notando la ausencia del llavero principal, el cual contenía todas las llaves de la casa, por lo que supuse que a lo mejor mi familia se las había llevado en su huida, pero para mi fortuna eso no me afectaba en nada por el momento, ya que en aquella pila de llaves había alguna que otra llave de repuesto para la mayoría de puertas de mi hogar.
Al cabo de unos segundos encontré una vieja y oxidada llave al fondo, por lo que suponiendo que era la que abría aquella puerta la tome fuertemente en mi mano, y orando para que todo saliera bien regrese.
lentamente, la sangrienta puerta de entrada de mi casa se fue abriendo poco a poco, de la cual asomo mi cabeza buscando posibles amenazas que anduvieran cerca, pero para mi suerte parecía no haber moros en la costa, por lo que despacio y agachado, salí de la casa evitando al máximo hacer ruido con mis pasos.
No me tomó mucho tiempo encontrar el pasaje que buscaba, ya que el óxido anaranjado que recubria la puerta sobresalia por sobre el gris hormigón de la pared de bloques que la rodeaba. silenciosamente llegué a la misma y sin pensarlo dos veces metí la llave en la cerradura.
dejé escapar un suspiro de alivio al comprobar que efectivamente se trataba de la llave que necesitaba, ya que sin problemas encajo en el mecanismo de la puerta. lastimosamente el conflicto fue que debido a los años de óxido y humedad acumulados que traía el metal, hacia que girar la llave allí fuera un verdadero desafío, por lo qué obligado a arriesgarme a llamar la atención ejerciendo más fuerza, simplemente cerré mis ojos y roge por lo mejor.
Un 'clack', sé oyó proveniente de la cerradura, y sin darle tiempo a mi mente dé preocuparse por el ruido, ejecute el segundo, desbloqueando la puerta.
Ansioso miré en todas direcciones esperando por cualquier cosa que ocurriera, pero nada pareció salir fuera dé lo normal, lo cual me preocupó bastante, ya qué repentinamente estaba teniendo mucha suerte, cosa que sé sentía bastante sospechosa.
Alerta, prepare mi 'lanza' en casó dé qué hubiera algo esperándome del otro lado, y dé una embestida seca abrí la atorada puerta.
Cómo me lo esperaba, ni bien está sé abrió unos centímetros chocó con fuerza contra las ramas del arbusto al otro lado, cosa qué en una situación normal me hubiera hecho ganarme un fuerte regaño por parte de mi abuelo y luego dé mi familia.
Yo: "(carajo!, lo qué me faltaba!, y justo qué no renové aún la vacuna del tétanos!)", exclamé en mí mente al notar el muy reducido espacio resultante qué tenía para cruzar, en el cual si cometía un error al moverme podría acabar con una severa infección qué terminará por hacerme pedazos antes que los propios muertos.
(Opciones:)
A- *seguir adelante* X
B- *regresar*
(Fin de opciones)
Por precaución, primero qué nada extendí la punta del palo hacia el otro lado, para luego golpear un poco una de las pequeñas rocas que decoraban el jardín, con el fin de generar un poco de ruido, el cual usaria para llamar la atención de cualquier zombie que me esperará del otro lado en caso de que lo hubiera, aunque pensaba que para esa altura ya no sería necesario, luego del brusco golpe con el que había abierto la puerta, pero el resultado que obtuve en respuesta a mis intentos me dejó preocupado.
nada, simplemente silencio y calma fue lo que recibí. aquello si bien en otra circunstancia podría considerarse hasta bueno, me hizo temer lo peor ante lo que podría encontrar, ya que sabía que el terreno de mi abuelo estaba custodiado por otros dos perros que él tenía, y con todo el escándalo que había provocado ellos deberían haber venido corriendo a investigar lo que ocurría, lo que me dejó en claro la alta posibilidad de que la escena que me esperaba allí fuera de todo menos agradable. mentalizándome para lo que me podría encontrar me dispuse a cruzar.
apoyando mi mano libre en la puerta, di la mayor cantidad de presión que podía a la misma, para así abrirla en la medida de lo posible y tener más cantidad de espacio por el cual deslizarme sin arriesgarme a cortarme con el metal o con las ramas de las plantas cercanas en mi paso. Una vez hecho esto, con sumo cuidado pase uno de mis pies hasta pisar la tierra del otro lado, para después trasladar mi cuerpo lentamente hacia allí, y por último arrastrar el otro pie también, logrando pasar exitosamente sin ocasionarme ningún daño.
finalmente allí, inspeccione el patio de mi abuelo con la mirada. A simple vista estaba vacío y nada lucía fuera de lo común, por lo que me decidí que lo mejor sería asegurarme de que en verdad fuera así. colocando mi arma frente a mí a modo de protección comencé a avanzar con cuidado, recorriendo alerta todo el patio en busca de alguna amenaza a mi seguridad.
al llegar al fondo de este note una pequeña figura que se retorcía junto a una pila de basura, me acerque a la misma para inspeccionarla de cerca, temiendo que se tratara de alguno de los perros de mi abuelo, aunque por fortuna no resultó ser así. se trataba de lo que parecía ser por sus colores un caterpie, el cual traía todo su cuerpo destrozado con lo que parecían ser mordidas y era rodeado por un charco de su propia sangre, obviamente estaba infectado, ya que al acercarme ladeo su cabeza hacia mí, observandome con sus ojos color carmesí, para luego comenzar a arrastrarse en mi dirección, en un ritmo lento y débil pero firme, tras el cual dejaba atrás parte de sus órganos y carne enganchadas en alguna pequeña piedras de su trayecto.
(Opciones:)
A- *ignorar a la criatura*
B- *Darle piedad a la criatura* X
(Fin de opciones)
sintiendo pena, pero a la vez manteniendo la seriedad en mi mirada, ignore lo mejor que pude las náuseas que tanto la escena como el pútrido olor del zombie me daban, y sin estar dispuesto a dejar a aquella pobre criatura en semejante sufrimiento, levante mi 'lanza' en el aire, para luego embestir con su punta la cabeza del muerto, perforando y destrozando su cerebro, lo que finalmente le entregó a la criatura el descanso eterno.
una vez hecho desclave el ensangrentado palo de su cráneo, observando con detenimiento al cadáver, si bien no era un completo experto en el tema, podía deducir por lo frescas que se apreciaban sus heridas que aquel pokemon había fallecido recientemente, por lo que observe nuevamente a mis alrededores con confusión, otra vez sin notar nada fuera de lo normal, lo que me genero una gran y común duda:
yo: "si este lugar está vacío… entonces qué fue lo que mató a este caterpie?", pregunte al aire, justo a tiempo para que el destino, como si de una cruel broma se tratara, me dejara la respuesta literalmente a mis pies.
Sin darme tiempo a siquiera reaccionar algo me tomó del pie y le dió un fuerte tirón, haciéndome caer dé espaldas al suelo con gran fuerza, lo qué por culpa del golpe provocó que soltará mi arma, la cual rodó un par de metros lejos dé mí, dejándome sólo con aquella amenaza.
Al observarlo bien noté que sé trataba dé un diglett infectado, el cual mordía furiosamente mi pie, protegido afortunadamente por el grueso de mi calzado que me había salvado momentáneamente dé la infección, pero poco a poco el agarre iba aumentando y mi zapatilla no tardaría en ceder, por lo qué desesperado lanze varias patadas al muerto con mí pie libre, pero el pequeño diablo aprovechando su tamaño sé las arreglaba para esquivar mis golpes, los cuáles terminaban dando en el aire.
(Opciones:)
A- *seguir pateando*
B- *gritar por ayuda*
C- *intentar alcanzar la lanza*
D- *sacudirse cómo loco para soltarte* X
(Fin de opciones)
Sintiendo mí fin cada vez más cerca y negándome a aceptarlo, empecé a sacudirme como loco, en un desesperado intento por zafarme del muerto sin éxito. Fue en ese forcejeo que sentí un leve pinchazo a la altura de mi cintura, el cual me recordó que aún no estaba completamente desarmado.
yo: "(el cuchillo!)", exclamé en mis pensamientos recordando mi arma secundaria.
inmediatamente deslice mi mano hacia allí y logrando tomarlo del cabo, lo desenfunde y me senté en el lugar, para acto seguido lanzar una puñalada hacia el pokemon tipo tierra. Esta dio de lleno en su cabeza, y aunque en un principio no le ocasionó mucho daño, si fue el suficiente como para lograr finalmente liberarme de su agarre.
(Opciones:)
A- *huir*
B- *rematar al zombie* X
(Fin de opciones)
ya libre, me arrodille rápidamente en el lugar y tomando con ambas manos el mango del cuchillo para ejercer una mayor fuerza, di otra rápida apuñalada al diglett para evitar que escape sumergiéndose bajo tierra otra vez, comenzando a repetir aquella acción una y otra vez sin detenerme, hasta que uno de aquellos impactos dio de lleno en uno de sus ojos, atravesándolo hasta su cerebro y provocando su definitiva muerte, con el costo de que aquel cuchillo de cocina se partió, al no estar diseñado para esa clase de combates violentos.
deje caer al suelo aquella parte restante del arma que aún seguía en mis manos, y todavía agitado por la reciente situación que había atravesado me reincorpore, observando como la destrozada cabeza del cadavérico pokemon zombie con el filo del cuchillo asomando por su ojo comenzaba a deslizarse nuevamente hacia abajo con lentitud, cayendo en lo que sería su eterna tumba.
yo: "espero no encontrarme alguna otra basura como tu pronto", comente para mi mismo al tiempo que inspeccionaba la zona en la que había sido atacado, notando que efectivamente la mordida no había logrado atravesar mi zapatilla por poco, aunque aun así sentía un ligero dolor en mi pie, producto del fuerte apretón que había recibido en aquella zona, lo cual me dejaba con cierta incomodidad para caminar ahora.
algo rengo, camine hasta llegar a donde había terminado mi palo de escoba y tomándolo nuevamente entre mis manos, quedé otra vez listo para continuar con mi misión, emprendiendo la marcha y explorando los rincones faltantes del patio.
(Opciones:)
A- *buscar al abuelo*
B- *ir directamente por el hacha*
C- *investigar lo ocurrido con los perros* X
(Fin de opciones)
ya por fin seguro de que me encontraba solo en aquel lugar, me decidí a que el siguiente paso sería ir a investigar la caseta para perros, solo por la curiosidad que el destino de ambos canes me generaba. Al hacerlo, contrario a lo que me temía, note que no estaban allí, lo que me dio la idea de que a lo mejor habían huido al inicio del caos, o que tal vez mi abuelo se los había llevado con él, aunque primero que nada debería entrar a la casa para investigar si el seguía con vida.
(Opciones:)
A- *buscar al abuelo* X
B- *ir directamente por el hacha*
(Fin de opciones)
Me acerqué con cautela a la puerta de su casa, ya que esta se hallaba bastante cerca de la calle y no quería arriesgarme a ser descubierto. al llegar comencé a tocar con suavidad repetidas veces en la misma, al tiempo que casi susurrando llamaba a mi pariente.
yo: "abuelo!, abuelo estas ahi?!, soy yo!, abre la puerta!", le dije, esperando alguna respuesta de su parte, pero sin recibir nada. en el fondo esto no me sorprendia, ya que con el paso del tiempo mi abuelo había comenzado a perder la audición, por lo que era algo común que no pudiera oírme.
sin otra opción, movi el pomo de la puerta del hogar, descubriendo que se encontraba sin llave, y sin dudar ni un segundo ingrese a la casa.
ya dentro, cerré nuevamente la puerta detrás de mí y observé con detenimiento el lugar, el cual se encontraba sumido en una gran oscuridad por la falta de luz que ingresaba de las completamente cerradas ventanas del sitio, lo que me dificultaba la visión un poco.
yo: "(si sere estupido!, olvide traerme una linterna!)", me regañé a mi mismo en mi mente, molesto por no haber traído conmigo una fuente de luz.
(Opciones:)
A- *encender las luces* X
B- *utilizar la linterna del celular*
C- *avanzar a oscuras*
(Fin de opciones)
Por un momento consideré la posibilidad de sacar de la mochila mi teléfono para alumbrar con él, pero al hacerlo quedaría vulnerable ante cualquier otro ataque sorpresa que pudiera tener allí. descartando aquella idea inmediatamente pensé en alguna alternativa ante el asunto, recordando que si bien el internet había muerto todavía no lo había hecho la electricidad, y con eso en mente me dirigí hasta el interruptor de la luz, encendiendo las mismas e iluminando la zona.
ante mí, la sala de estar y el comedor hicieron acto de presencia, ambos despejados y sin rastro de vida aparente, suspirando al sospechar que posiblemente no encontraría a mi abuelo allí con vida, simplemente me di ánimos:
yo: "vamos!, no pierdas la esperanza franco!, aún puedes encontrarlos!", me dije a mi mismo con decisión, para luego comenzar a recorrer el resto de habitaciones en el edificio.
Continúe mi búsqueda cuidadosamente con mi 'lanza' en alto, empezando por la lavandería, luego el baño, después la habitación de huéspedes, y por último la habitación de mi abuelo, la cual me reveló su destino.
en esta se hallaba una escena similar a la de las habitaciones de mi hogar, con la cama teniendo sus sábanas sacudidas con apuro y su armario revuelto, lo que me llevó a pensar que seguramente mi abuelo también había reaccionado ante la situación y había huido junto a mi familia hacia la casa de mi tío, por lo que teniendo mi duda aclarada sobre el, pase a mi siguiente prioridad inmediata antes de marcharme: conseguir esa hacha. rápidamente me apresure en llegar hacia el llavero del comedor para sustraer del mismo la llave para acceder a la casona trasera, y luego regresar a su cuarto.
Por fortuna mi abuelo tenía una ventana allí que conectaba con el área trasera de la propiedad, y por ende al patio, lo que me ahorraba la necesidad de salir nuevamente por la puerta principal y quizás ser emboscado por algún muerto errante de la calle. aprovechando esta ventaja, abrí la ventana con calma para que sus oxidadas bisagras no rechinaran con el movimiento, y apoyando mi pie con cuidado en el marco, cruce de regreso hacia el patio, tomando rumbo hacia la pequeña casona que mi abuelo tenia ahi, y la cual usaba para almacenar sus herramientas.
al llegar frente a esta utilice las llaves que había tomado de la casa en la puerta principal, quitándole el seguro a la misma y abriendola. ingrese al lugar en silencio, observando la gran cantidad de cosas que había desparramadas por todo el sitio, siendo alumbradas únicamente por la luz del sol de la mañana que entraba por la puerta en la que me encontraba.
yo: "(y pensar que hace casi una década yo vivia aqui…)", reflexione en mi mente con tristeza, recordando con nostalgia mi niñez allí dentro, cuando aquel sitio por esa época era mi hogar, y yo tan solo era un niño inocente mas del monton, ajeno a toda la maldad y corrupción que circulaban en aquel mundo. en el fondo solo deseaba volver a esa época de paz y felicidad.
Finalmente logré regresar mí mente a la tierra luego dé sacudir mí cabeza para los lados, y ya concentrado dé nuevo en mi tarea, logré visualizar mí objetivo a tan solo un par de metros de mí, ubicado dentro de un balde dé mezcla junto a otras herramientas de construcción.
Conforme con mí nueva arma, dejé la vieja reposada contra una pared y acercándome a la cubeta la tomé de su interior y admiré por unos instantes.
Yo: "sí, ésto servirá!", comenté al aire con emoción por lo poderoso qué me sentía con aquella hachuela en mis manos, sin darme cuenta del error que acababa de cometer.
ni bien termine de hablar un gruñido se oyó desde otro punto de la casona, por lo que alerta ante la metida de pata que había hecho, comencé a moverme con lentitud hacia la salida frente a mi, con la esperanza de huir del sitio con mi premio y así no tener que correr riesgos combatiendo al infectado oculto en el edificio conmigo. luego de los primeros pasos que di senti una sensacion de mayor seguridad y esperanza al pensar que lograria salir de alli sin problemas, pero en mi camino y cercano a la salida, se hallaba un oscuro pasillo que conectaba al resto de la casona, el cual al pasar frente a él tuve la sensación de ser observado, por lo que voltee a mirar hacia allí, notando con horror un par de puntos rojos enfocados en mí desde el fondo del corredor.
para mi sorpresa, ni bien la criatura se dio cuenta de que había notado su presencia dejó entrever una sonrisa maníaca y luego se echó a reír.
yo: "pero que carajos!?", exclamé asustado, solo para luego darme cuenta que la criatura aprovechaba mi momento de pánico para avanzar a toda velocidad hacia mi.
(Opciones:)
A- *hacerle frente a la criatura*
B- *rendirse*
C- *huir!* X
(Fin de opciones)
aterrado salí corriendo hacia la puerta, y una vez que logre atravesarla y regresar al exterior la cerré nuevamente detrás de mí, justo a tiempo para oír al monstruo chocar contra la barrera metálica. desgraciadamente aún el problema no había terminado, ya que de forma casi inmediata me di cuenta de que aquella cosa giraba el picaporte para abrir la puerta, por lo que desesperado tomé con ambas manos el mismo desde mi lado para evitarlo.
El forcejeo duró varios segundos, hasta que finalmente logré liberar una de mis manos, en la cual sostenia el manojo de llaves de la puerta, mismo que utilice para trabar velozmente la cerradura, dejando al muerto encerrado dentro del edificio.
el zombie al darse cuenta de que estaba atrapado comenzó a embestir la puerta con su cuerpo y a propinarle golpes a la misma, los cuales ocasionaban un ruido ensordecedor que me obligó dolorosamente a taparme los oídos como pudiera con mis manos, ademas de tambien retroceder varios pasos alejándome del sitio.
yo: "(pero que mierda fue esa cosa?!)", me pregunté en mi mente, luego de por fin separar mis manos de mis orejas con seguridad.
a pesar de no saber la respuesta a esa duda tenía algo en claro: ya no era seguro estar allí, tanto por si aquella bestia llegaba a encontrar una forma de abandonar su prisión, como sí atraídos por todo el alboroto que esté provocaba los muertos llegarán a irrumpir en el área atrapandome. A todo lo anteriormente mencionado sé le sumaba el hecho de qué mi misión en aquél lugar ya estaba terminada, con lo que sin más motivos qué me ataran a aquel sitio, emprendí el regreso hacia la oxidada puerta para volver a mi hogar y reunirme con mi amigo.
El crucé dé vuelta ocurrió sin incidentes para mi persona, aunque tal cual lo había supuesto segundos antes, mientras cambiada dé terrenos pude oír varios gruñidos y golpes provenientes del frente dé la vieja casa del padre de mi padre, provocados por los muertos alertados qué irrumpieron en la zona.
(Opciones:)
A- *dejar la puerta abierta*
B - *cerrar la puerta* X
(Fin de opciones)
Por fin de regreso, con algo de dificultad por el óxido de sus bisagras cerré la puerta nuevamente y la aseguré con su llave, para así impedirles el paso a los zombies, y evitar qué éstos cruzarán a mi patio una vez llegarán a ella.
Aliviado pero aún con algo dé nervios por saber que pronto debería arriesgarme en el exterior, me decidí a pasar a la búsqueda de mi último objetivo: la correa dé mi perro.
Si bien esté objetó no era algo imprescindible para sobrevivir allí afuera, puesto qué mi perro caminaba junto a mí siempre qué salíamos a pasear sin necesidad dé ella, si lo era en materia dé seguridad, ya que lo último que necesitaba era qué ante cualquier Muerto u horda qué nos cruzaramos el sé acobardara y huyera sin pensar hacia cualquier lado, poniéndonos en peligro a ambos.
En está ocasión tenía la suerte de que no tendría que ir lejos para conseguirla, ya qué si mal no recordaba la correa estaba guardada en la lavandería del garaje. Aunque por horrible qué fuera aún había un problema para conseguirla: la puerta del garaje tenía una pequeña alarma que pitaba cada vez qué alguien abría su puerta, y si entraba allí está comenzaría a sonar, atrayendo la atención dé los monstruos en la casa vecina sobre mí.
(Opciones:)
A- *intentar entrar por la puerta de la lavandería*
B- *intentar forzar una ventana*
C- *irse*
D- *entrar igualmente por la puerta principal* X
(Fin de opciones)
yo: "(podría usar la propia puerta de la lavandería para entrar a aquel lugar, pero mi madre siempre la cierra con llave… y si mal no recuerdo la única llave de aquella puerta estaba en el llavero que mi familia llevó… también podría intentar forzar alguna de las ventanas para entrar por ella… pero eso haría incluso más ruido que la alarma… maldición!, tengo que entrar a ese lugar como sea!, si espero mucho tiempo entonces podría… un momento… esperar!, eso es!, si espero lo suficiente los muertos destrozaran las puertas y ventanas de la otra casa, lo que podría generar el ruido suficiente como para tapar el que la alarma libere!)", reflexione en mi mente, para luego colocarme contra la puerta del garaje, aguardando la oportunidad ideal.
la misma no tardó en llegar, ya que casi un minuto después pude oír los sonidos de madera rompiéndose que hacían las ventanas y puerta principal de la casa de mi abuelo, generando un gran estruendo. sin pensarlo más abrí la puerta y corrí al interior, lo que activó los pitidos de la alarma en el lugar. en solo segundos, recorrí todo el camino entre la entrada y la lavandería, donde comencé a buscar con desesperación la correa, encontrándola finalmente en la repisa de un estante debajo de algunos trapos viejos allí guardados.
yo: "¡te tengo!", exclame triunfante tomándola con mi mano libre, mientras que con la otra sostenía el hacha de mano que había conseguido en la casona.
sabiendo que el tiempo era oro en ese instante, y finalmente con todos los artículos que necesitaba a mi disposición, salí del sitio a toda velocidad y agachado para evitar llamar mas la atencion sobre mi, regresando a la ensangrentada entrada de mi hogar y cerrando la puerta detrás de mí.
tan solo me quedaba buscar a felipe para marcharnos, así que fui nuevamente a la habitación de mis padres para sacarlo de allí, pero para mi sorpresa al ingresar al cuarto note que felipe no estaba por ningún lado.
temeroso de que algo le hubiera pasado comencé a llamarlo por su nombre una y otra vez con más desesperación, lo qué me llevó a bajar la guardia ante la criatura que sé ocultaba debajo de la cama en el cuarto, la cual no dudo ni un segundo en abalanzarse sobre mí. Tarde me dí cuenta dé aquello, y ya sin tiempo dé hacer nada solo pude cerrar mis ojos y aceptar con impotencia mí destino.
Contrario a lo que esperaba, en lugar de sentir mordida alguna en mi cuerpo fuí sorprendido por una serie dé lamidas dé parte de felipe, quien habiendo permanecido con miedo escondido debajo de la doble cama todo ése tiempo, se alegraba dé verme nuevamente sanó y Salvo, parándose en 2 patas para así lamer mi cara, casi tirando mis lentes al suelo.
Yo: "jajaja, si que me diste un buen susto amigo!, pero debes recordar tener más cuidado, podría no reconocerte y atacarte", le advertí con suavidad, a lo cual en respuesta él sólo movió su cola.
sonreí de alivio por saber que estaba bien y le enseñé la cadena que llevaba, a lo que el can comenzó a dar pequeños saltos alegres, puesto que el amaba el significado de aquello.
(Opciones:)
A- *irse* X
B- *aguardar un tiempo más*
(Fin de opciones)
yo: "es hora de dar un paseo", le confirme.
Al oír esto él sólo sé me acercó y permaneció inmóvil a mi lado, hasta que le puse la correa alrededor dé su cuello, asegurandola y luego amarrando el otro extremo a mi brazo menos hábil, garantizando así qué ante cualquier cosa qué pasará permanecieramos juntos.
Yo: "muy bien, vámonos!", le dije, y unidos abandonamos el cuarto.
(Opciones:)
A- *irse sin más*
B- *arriesgarse y llevar comida dé perro para el caminó* X
(Fin de opciones)
llegando a la puerta principal, decidí arriesgarme y llevar también la bolsa dé comida dé perro en mi mano libre, ya qué supuse qué eventualmente mi perro necesitaría comer dé su comida con el tiempo, porque su organismo seguramente no estaría diseñado para comer alimentos enlatados por el resto de su vida. así qué desviando mi camino hacia la cocina, tomé la pesada bolsa dé alimento del can y regresé a la entrada del hogar junto a mi fiel acompañante.
Yo: "bueno… aun sirve para pegarles, estoy seguro que golpear con una bolsa llena de dos kilos dé comida para perro dentro debería dejar una buena marca en casó dé emergencia…", me animé, a modo dé hacer más fácil en mi mente las quejas que la musculatura dé mi brazo daba debido al estiramiento continuo qué éstos sufrían.
suspirando para calmar mis nervios ante lo que estaba a punto de hacer, apoye mi mano sobre el picaporte de la puerta, volteando a ver a mi compañero y finalmente preguntandole:
yo: "estás listo?"
en respuesta él solo se me quedo observando en silencio.
yo: "tomaré eso como un sí", mencione, para luego abrir la puerta.
sigilosamente, ambos avanzamos hasta llegar al pequeño portón de reja que conectaba con la calle, y usando un pequeño manojo de llaves extra que había tomado de la puerta anterior le quite el seguro y la abrí.
asomando mi cabeza con cuidado y con mi hacha en alto, inspeccione a mis alrededores. gran parte de la calle se encontraba vacía gracias al escándalo ocurrido en la residencia vecina, y luego de un rápido vistazo confirme que las puertas y ventanas de mi abuelo ya habían sido destruidas en su totalidad. A juzgar por los gruñidos que se oían provenientes del interior del edificio era obvio que casi toda la horda rondaba allí dentro. tan solo quedaban un trío de zombies que vagaban sin rumbo por la calle y nos daban la espalda, gracias a un vistazo más detallado me di cuenta de que se trataban de 2 humanos, uno en alrededor de sus 30 años y el otro que por su barba canosa y manchada de mugre y sangre reconocí como un anciano. por mientras tanto, el tercer y último miembro me parecía ser un slakoth, gracias a su pelaje de tonalidades grises y oscuras, la forma en la que se arrastraba por el suelo constantemente sin parecer tener daños en sus extremidades, y la lenta y vaga velocidad con la cual se desplazaba en el mismo.
volteando a observar a felipe le hice un gesto colocando mi dedo índice delante de mis labios, indicandole que permaneciera en silencio ya que intentariamos alejarnos de ellos con sigilo en dirección contraria. el pobre parecía nervioso ante la idea, pero estando ya tan lejos como para volver ahora decidí que continuariamos igualmente.
sin más, ambos dimos nuestros primeros pasos en el mundo exterior, yo agachado y mi perro siguiéndome por detrás en silencio, avanzando por la acera hacia la despejada esquina frente a nosotros.
(opciones:)
A- *continuar con calma para intentar evitar llamar la atención*
B- *buscar algún objeto a mi alcance con el cual crear una distracción* X
C- *apurarse*
D- *acobardarse e intentar regresar a la casa*
(fin de opciones)
notando una lata de refresco vacía tirada contra el cordón decidí usarla a mi favor, y tomándola la arroje rápidamente cerca de aquellos tres, sirviendo como la distracción perfecta para que ellos mantuvieran su completa atención en ella, evitando cualquier posibilidad de que pudieran notarnos en nuestra retirada.
a salvo, llegamos hasta el cruce de calles, y nos desviamos por la misma en dirección sureste, que era el rumbo que nos llevaría hasta el cotillón de mis tíos, y por ende con mi familia.
frente a nosotros, pudimos visualizar las figuras de dos infectados, ambos humanos, que vagaban sin rumbo por el asfaltado camino, el primero parecía ser un niño con marcas de mordiscos en varias zonas de su cuero cabelludo moreno y piernas, ropa de verano en su mayoría desgarrada y sangrienta, piel pálida y sus característicos ojos rojizos de infectado, los cuales se posaban directamente en mi.
habiendo descubierto nuestra presencia, el pequeño zombie gruñó con violencia y corrió hacia nosotros tambaleándose y ladeando su cabeza de un lado para otro, por lo que rápidamente me puse en pose de combate, colocando mi hacha frente a mí, mientras que al mismo tiempo me posicionaba frente a mi perro, listo para protegerlo.
(opciones:)
A- *atacar directamente al zombie*
B- *huir directamente del zombie*
C- *patear a un costado y huir del zombie*
D- *patear hacia atrás y atacar al zombie* X
(fin de opciones)
aguardando a por el momento justo, me quedé parado observando fijamente al infectado, quien se acercaba con su mandíbula abierta hacia mí a toda velocidad, y ni bien lo tuve a mi alcance le propine una patada en el pecho con tanta violencia que lo derribé de espaldas al suelo.
sin darle tiempo al muerto de recomponerse o de dejar que mi mente se opacara por la carga moral del acto que estaba por cometer, aplaste con fuerza su cuerpo para retenerlo en el suelo, y sin dudarlo, comencé a embestir su cráneo repetidas veces con el hacha, hasta que esté finalmente reventó y la criatura dejó de moverse.
bañado en la sangre del infante, observe a el segundo enemigo, en esta ocasión se trataba de un zombie adulto, de entre 40 a 50 años, el cual traía varias laceraciones en sus brazos, parte de sus costillas expuestas, y ropa destrozada y sangrienta también, además tenía lo que parecía ser un pequeño cuchillo clavado en uno de sus hombros, este por los rasgos que traía de similitud en sus podridas facciones supuse con pena que se trataría del propio padre de aquel niño.
Suspirando al comprender la escena de contexto entre ambos muertos, comencé a moverme agachado hacia él que se encontraba de espaldas, con la esperanza de llegarle por detrás y matarlo por sorpresa. Sin embargo, a mitad de camino noté unas bolsas de basura cercanas en la entrada de una casa que se sacudían ligeramente, lo que me obligó a detenerme y ponerme en guardia de inmediato, listo para recibir a lo que fuera que se ocultaba allí detrás.
para mi sorpresa, se trataba de simplemente un gato callejero gris atigrado, el cual no parecía infectado en lo absoluto, ni tampoco reflejaba ningún tipo de agresividad, tan solo me observaba con su mirada curiosa mientras masticaba el esqueleto de algún pescado viejo.
felipe al notarlo no pudo evitar dejarse llevar por su instinto de perro e inmediatamente comenzó a gruñirle al felino, el cual soltó el esqueleto que traía en su boca, para luego dar un asustado 'meow', que pareció aumentar la ira de mi compañero, quien empezó a ladrarle furiosamente.
aterrado, el gato huyó a toda velocidad del lugar pasando por enfrente del zombie, que sorpresivamente para mí ni siquiera le prestó atención al animal, aunque se volteo a vernos a nosotros, atraído por el sonido de los ladridos.
el muerto simplemente apoyó su ya clásica mirada carmesí sobre mi, y gruñendo ferozmente comenzó a avanzar a gran velocidad hacia nosotros, justo como su hijo lo había hecho antes, solo que en esta ocasión su andar se veía mucho más firme y menos errático, seguramente gracias a que sus piernas conservaban un mejor estado que las del niño.
(opciones:)
A- *huir directamente del zombie*
B- *patear a un costado y huir del zombie*
C- *atacar directamente al zombie* X
D- *patear hacia atrás y atacar al zombie*
(fin de opciones)
similar a la última vez, me coloque frente a felipe con mi arma lista y aguarde a que el podrido quedará a mi alcance, momento en el cual lance un hachazo apuntando al cráneo del monstruo.
este impacto directo en su rostro, y aunque para mi decepción no le provocó el daño que yo esperaba, logró al menos aturdirlo por unos segundos, lo suficiente como para que yo pudiera cargar un segundo golpe, esta vez ascendente, y se lo conectara al zombie en la mandíbula.
Con pesadez, el muerto cayó al suelo, donde le dí el toque dé gracia dé un tercer y potente hachazo, atravesando el hueso frontal de su cráneo y llegando hasta su cerebro, eliminándolo.
Una vez qué los gruñidos del zombie cesaron, pude escuchar todavía más dé los mismos provenientes del resto de muertos dé la zona, quienes atraídos por los ladridos dé mi canino amigo comenzaban a llegar desde todas partes al lugar.
Sabiendo qué lo mejor era salir dé allí cuánto antes, me dispuse a sacar el hacha de la cabeza del cadáver, pero para mí desgracia está sé había quedado atorada en ella, y por cada segundo qué pasaba las bestias estaban cada vez más cerca dé nosotros.
(Opciones:)
A- *enfocarse en recuperar el hacha y huir* X
B- *abandonar mi arma y huir*
C- *tomar el cuchillo en su lugar y huir*
D- *intentar tomar ambos y huir*
(Fin de opciones)
Yo: "carajo!, carajo!, carajo!", repetía entré susurros una y otra vez, al tiempo qué tirando con todas mis fuerzas intentaba desatorar la herramienta, sintiendo la mirada nerviosa dé mi mascota posada en mi, quien mediante llantos intentaba advertirme del peligro de los infectados, cuyos pasos se oían cada vez más cerca.
Sin estar dispuesto a rendirme, continúe intentándolo, hasta qué finalmente y dando un fuerte 'splat', el hacha quedó libre nuevamente. sin perder más el tiempo me eché a correr con Felipe tirando dé su correa hacía la entrada del patio dé una casa cercana, dónde logré escondernos justo a tiempo antes de qué la horda mezcla de humanos y pokemons llegará al lugar.
Confundidos al no encontrar ningúna presa en las cercanías, el gran grupo dé ambulantes sé dispersó por la calle, con la intención dé abarcar más terreno en su búsqueda y dar con nuestro paradero.
Yo: "(definitivamente la calle ya no es segura, tendré que encontrar una forma dé deshacerme dé ellos)", reflexione pensativo observandolos desde mi escondite.
(opciones:)
A- *esperar para ver si se van por su cuenta*
B- *arriesgarse a encontrar una ruta alterna*
C- *arrojarles un objeto para distraerlos*
D- *arrojar un objeto hacia alguna casa para distraerlos* X
(fin de opciones)
arriesgándome a ser descubierto, estire mi mano con el hacha en ella fuera del escondite lentamente, con la intención de alcanzar una roca ubicada junto al arbusto tras el cual me escondía, pero a mitad del proceso note a través de los huecos entre las hojas y ramas de la planta que una de esas bestias, más específicamente un lombre infectado, se había percatado de la presencia de mi extremidad y la observaba detenidamente, seguramente intentando identificar en su podrida mente si ésta pertenecia a algún ser vivo o a un cadáver, por lo que me mantuve quieto en mi lugar, dejando mi mano apoyada contra el suelo inmovil para dificultar su tarea.
sin embargo felipe, temeroso por la situación que atravesabamos se puso a temblar fuertemente, provocando que yo al sujetarlo del cuello contra mi pecho temblara también, arriesgando nuestra coartada.
el zombie curioso al ver como la mano temblaba comenzó a acercarse a paso lento hacia el arbusto, mientras que yo detras de este acariciaba el lomo de mi perro buscando calmarlo, al tiempo que también intentaba calmar mi propia respiración agitada para mantener mi extremidad lo más quieta posible.
ya bastante cerca, el pokemon tipo planta gruñó al sospechar de la presencia de vida frente a él. lo cual nos asustó a ambos, obligándome a pasar al plan b, salir de nuestro escondite y huir a toda velocidad de allí.
Sin embargo, para nuestra suerte otro muerto de la horda se chocó con un cubo de basura de la calle, lo cual atrajo la atención de no solo el infectado que nos acechaba, sino también de parte del gran grupo allí presente, quien pareció olvidarse de nosotros.
aprovechando aquella valiosa oportunidad, use el hacha como gancho y atraje hacia mí la roca, misma que tomé con mi ahora mano libre luego de depositar el arma en el suelo, y saliendo de mi escondite la arroje con fuerza hacia la ventana de una de las casas al otro lado de la calle.
El sonido del cristal destrozándose fué suficiente como para conseguir la atención dé toda la horda, quienes sin dudarlo corrieron hacia el origen de aquel ruido, llegando algunos a incluso atravesar la destrozada ventana y entrar a la vivienda.
Yo: "vamos!", le ordene con un susurro a mí mascota tirando dé su correa, para luego ambos alejarnos del lugar en silencio, continuando con nuestro camino.
para nuestro alivio la situación que acabábamos dé atravesar nos daba un buen beneficio, debido a que al todos los muertos del área haberse juntado en ése lugar a modo dé horda nos habían dejado la zona circundante completamente despejada dé su presencia, dándonos un periodo dé relativa seguridad en nuestro recorrido.
Gracias a esto no tardamos mucho en recorrer dos dé las quince cuadras qué nos separaban dé nuestro destino, y me acercaban cada vez más a reencontrarme con mi familia.
Los problemas regresaron mientras pasábamos por la tercera, ya qué a mitad del recorrido mi perro sé detuvo y comenzó a gruñir al aire, presintiendo peligro cerca.
Yo: "qué ocurre Felipe?, ¿sentiste algo?", le pregunté volteando hacia todos lados, buscando la fuente del problema sin éxito, ya que a simple vista todo estaba despejado.
En ése momento no me dí cuenta, pero desde una boca de alcantarilla cercana asomaban un par de pequeños ojos rojizos, los cuáles me observaban detenidamente.
La tensión en el aire era bastante elevada, al no saber cuál era la amenaza que nos acechaba. En un principio supuse qué a lo mejor podría tratarse de otro zombie excavador, pero el asfalto sobre el qué estábamos parados no presentaba ninguna anormalidad en su integridad, así qué era casi imposible que algo saliera por ahí.
Poco a poco comencé a hundirme en mis pensamientos, buscando una solución a aquel dilema qué sé presentaba ante mí, pero repentinamente fuí sacado de éstos al darme cuenta dé qué Felipe sé encontraba ahora gruñendome y enseñandome sus dientes, cosa qué me sorprendió y me dejó algo nervioso por lo qué podría llegar a ocurrir. Mediante señas intenté calmarlo, pero él simplemente me ignoraba, hasta que sin previo aviso sé arrojó contra mí.
Dé reflejó me arroje a un costado, esquivando por poco las fauces dé mi amigo, las cuales siguieron dé largo e impactaron dé llenó en la criatura qué sé encontraba detrás de mí.
Está sé trataba dé lo qué parecía ser un destrozado ratata zombie, quien aprovechando su diminuto tamaño había intentado atacarme por sorpresa para morder mis tobillos.
Al mismo le faltaban una dé sus patas y orejas, al igual qué la mitad de su cola, y además traía parte dé sus intestinos fuera. Furioso, Felipe aprisionó entre sus dientes al zombie y comenzó a sacudirlo con violencia dé un lado para otro, hasta que finalmente su descompuesto cuerpo cedió y sé partió en dos. Cayendo ambas mitades al suelo.
(Opciones:)
A- *matar al zombie con el hacha*
B- *matar al zombie de un pisotón* X
C- *dejar que felipe mate al zombie*
D- *alejarse del zombie*
(fin de opciones)
reaccionando finalmente, volví a ponerme de pie, para luego de un fuerte pisotón en la cabeza acabar con el ratata, el cual se sacudía desesperadamente, aun intentando alcanzarme. a pesar de que el peligro había terminado, mi angustia no lo hacía, sintiendome devastado al levantar mi mirada y ver la sangre negra de los muertos goteando de la boca de mi gran amigo, el cual solo me miraba con un dejo de tristeza.
no necesitaba ser un genio para entender lo que podía llegar a ocurrir, mi única reacción fue la de derrumbarme sobre él y abrazarlo con fuerza, al tiempo que mis ojos comenzaban a humedecerse por la tristeza.
Yo: "¡no!... ¡Tú no!... Porque?... Porque tenías que salvarme!?", le recrimine al borde del llanto, a lo cual él solo sé limitó a agachar su cabeza al suelo.
varios recuerdos con él durante mi vida pasaron por mi mente: el día en qué lo adopte siendo un cachorro, las primeras veces que jugué con él, los primeros trucos qué le enseñe, el verlo crecer, los paseos qué dimos, el cómo el siempre venía a recibirme cada vez que regresaba a casa, todas las veces qué el me animaba cuando estaba triste, cuando me agradecía por alimentarlo, cuando se metía a mi cuarto para despertarme por las mañanas, etc.
Sin poder contenerme más, me puse a llorar fuertemente durante varios minutos, mismos los cuáles Felipe como siempre restregó su cabeza en mi a modo dé brindarme consuelo, como si dé ésa forma buscará mostrarme qué todo estaría bien.
(Opciones:)
A- *dejar atrás a Felipe*
B- *mantenerlo conmigo* X
(Fin de opciones)
Finalmente luego dé grandes esfuerzos logré controlarme un poco y tomar una decisión sobre cómo proceder. Ya no me importaba mi propia seguridad y tampoco pensaba abandonar a mi amigo dé toda la vida a su cruel destino, él era todo lo qué me quedaba en está vida, y ocurriera lo qué ocurriera lo mantendría conmigo hasta el final. Tenía en claro el posible escenario de que él repentinamente se convirtiera en uno de ellos y me atacara, pero igualmente pospondria mi decisión final hasta entonces.
quitándome uno de mis ensangrentados guantes de lana utilice mi sudorosa mano para limpiar mis enrojecidos ojos cubiertos de lágrimas, y ya con mi visión recuperada me lo coloque nuevamente, listo para lo que seguía.
descolgando mi mochila de mi espalda y abriendola, extraje de ella una de las botellas de agua que había traído conmigo, y luego de conseguir que el abriera su mandíbula gaste todo el contenido del recipiente para lavar cuidadosamente la oscura sangre de esas basuras de la boca de mi compañero, quedando limpio una vez más.
yo: "vamos… debemos continuar…", le indique casi sin habla, guardando la botella vacía de regreso en la mochila y colocándola dé regreso en mi espalda, tirando dé su correa para retomar nuestro silencioso avance.
Durante nuestra retirada pudimos oír los gruñidos distantes dé los muertos acercándose a la zona otra vez, era obvio que habíamos permanecido en esa área mucho tiempo, y poco a poco está comenzaba a repoblarse dé su putrefacción asquerosa, lo qué dió un definitivo final a nuestro momento dé paz.
Desde ése momento, nuestro viaje sé apegó a una dura pero precisa rutina: moverse con sigilo todo el tiempo, mantenerse alejado dé los edificios y bocas de alcantarilla para evitar ataques sorpresas, matar con mi hacha a todo zombie solitario humano o pokémon pequeño que se cruzaba en nuestro camino, evitar a las hordas de infectados grandes, ya sea pasando dé ellos con una distracción o haciendo improvisados cambios dé ruta para evadirlos, cruzarnos con autos destrozados o chocados, cadáveres de humanos y Pokémons en el camino, algunos destrozados y mutilados seguramente por los muertos, u otros qué solo tenían su cráneo destrozado por objetos contundentes o armas filosas qué me indicaba dé la actividad de otros supervivientes por la zona, etc. Avanzamos a buen ritmo, y al cabo dé casi dos horas quedamos a tan sólo 4 cuadras dé nuestro destino.
Para ése punto ambos nos encontrábamos exhaustos, yo por haber tomado todo la acción y el liderazgo durante la supervivencia, sumado a la gran cantidad dé equipo que cargaba y me tenía sobrecalentado, mientras qué por el lado dé mi perro, esté parecía transitar los síntomas del virus zombie, mostrando cierta dificultad para respirar y moverse, al igual qué algo de dolor en su cuerpo y agitación.
Apenado lo observé dé reojo moverse junto a mi, mientras en mi cabeza me preguntaba si tendría el coraje necesario para eliminarlo cuando esté finalmente cediera a la enfermedad, aunque aún así mi principal duda en aquél momento era sí debería continuarle exigiendo qué avanzará estando tan cerca dé nuestro destino, o si por el contrario sería mejor encontrar un lugar seguro en el cual descansar y recuperar energías, con el riesgo dé malgastar el posible tiempo qué a mi amigo le quedará.
(Opciones:)
A- *seguir avanzando*
B- *buscar un lugar seguro y descansar* X
(Fin de opciones)
No podía obligarlo ni a él ni a mí cuerpo a continuar sin tener consecuencias dé salud más tarde producto dé la fatiga qué cargabamos, o simplemente arriesgarnos a ser asesinados por esos monstruos sin alma por nuestro estado de debilidad, lo qué me llevó a la decisión de tomar refugio en algún edificio cercano, aprovechando que por el momento la calle sé veía despejada y no tendríamos que preocuparnos por algún ataque sorpresa mientras descansabamos.
Decidiendo cual sería el mejor lugar para refugiarnos en aquella calle, comencé a observar hacía todos lados hasta que mi mirada terminó posándose en un callejón, el cual conectaba con la entrada trasera dé lo qué parecía ser una panadería. Luego dé pensarlo unos segundos la consideré como la mejor opción al momento, ya qué si lograba entrar al lugar podría cerrar parte dél mismo y así asegurarme dé tener un buen refugio temporal en el cual poder pasar desapercibido por unas horas al menos.
Decididos, mi perro y yo nos acercamos hasta la entrada del callejón, dónde me detuve para dar un par de golpes con el reverso dé mi hacha a una dé las paredes, con el fin de asegurarme con el ruido que no hubiera ningún muerto allí escondido. Ante la falta de respuesta obtenida pude suponer que el lugar era seguro, por lo ambos nos adentramos al mismo.
Ya cerca dé la puerta, Felipe se detuvo abruptamente y olfateó el aire, para luego enfocar su vista en un reducido grupo de contenedores de basura, al cual dificultosamente empezó a gruñir con furia.
ya más adaptado a entender las señales que él me daba, sin dudarlo me acerque lentamente hacia los contenedores y cargando mi ensangrentada hacha en alto, me prepare para eliminar a la amenaza.
no pude avanzar mucho, deteniéndome de la sorpresa cuando vi como los basureros se agitaban producto de un golpe seco tras estos, que hizo que una caja depositada encima de los mismos cayera sobre la criatura que buscaba, atrapándola.
extrañado, llegue al sitio con felipe siguiendome por detrás y luego de apartar los cubos note a la caja en el suelo, la cual se sacudía violentamente de un lado a otro, como si la criatura en su interior quisiera salir de esta con desesperación, por lo que dejando la bolsa con comida de perro junto a la caja, estire mi mano libre hacia esta poco a poco, mientras que tanto mi perro como yo nos preparábamos para atacar.
de un movimiento rápido mande a volar la caja a un lado, para acto seguido blandir mi hacha hacia aquella cosa.
sin embargo logré detenerme a último momento, después de escuchar con confusión como la criatura lanzaba un chillido de lo que parecía ser miedo y retrocedia aterrada hasta chocar contra una pared.
de una rápida seña detuve a mi compañero a tiempo antes de que se abalanzara contra ella, y luego de analizarla detenidamente quede sorprendido, no por el color amarillo de su pelaje, o por su cola con forma de rayo, ni siquiera tampoco por las ocasionales chispas que este emanaba de su cuerpo, sino por el oir como esta sorpresivamente hablo:
?: "(por favor no me hagan daño!)", suplico la criatura dé voz chillona, quién sé cubría su rostro con sus patas y temblaba dé miedo.
Ante ésto ambos retrocedimos por lo inesperado del asunto, quedándonos congelados durante varios segundos sin saber qué hacer, hasta que finalmente reaccionando, me agaché y deposite el hacha en el suelo, para luego levantar mis manos en señal dé paz y decir:
Yo: "hey hey!, calma pequeño, no vamos a hacerte daño… mira, acabó dé dejar mi arma en el suelo y tengo mis manos en alto, no tienes que preocuparte", le respondí, en un intento de transmitirle calma.
Esté no pareció escucharme, enfrascado en sus propios pensamientos y temor. Sin otra opción, intenté insistir:
Yo: "te digo la verdad!, no voy a hacerte daño, por favor cálmate", le pedí nuevamente, está vez sacándome mis lentes y bajando mí cuello para mostrarle mi rostro humano.
Está vez pareció oírme, ya qué sé descubrió uno dé sus ojos, el cual abrió para inspeccionarme dé forma rápida y luego preguntarme:
?: "(dé verás lo dices?)"
Yo: "si, lo digo de verás, puedes calmarte"
Lentamente pareció hacerme caso, y calmandose dé a poco quitó sus patas dé su rostro, dejándolo al descubierto. Luego dé observarlo bien no tardé en reconocerlo como la cara dé un asustado, y algo agotado Pikachu.
Nervioso, esté me preguntó luego dé algunos segundos:
?: "(¿qu-quién eres tú?)"
Yo: "mi nombre es franco, y quién viene junto a mi es mi amigo Felipe… ¿Cuál es tu nombre pequeño?", le dije.
?: "(pi-pikachu… mi nombre es Pikachu)", sé presentó aun con nervios.
yo: "¿eres un Pokémon?", le cuestioné.
En respuesta él asintió con su cabeza, algo confundido por la obvia pregunta.
Yo: "increíble, jamás creí ver a un Pokémon en carne y hueso!, cómo es qué hablas?", pregunté maravillado.
Pikachu: "(hablar?... Un momento, puedes entender lo qué digo?!)", interrogó sorprendido.
Está vez, fui yo el que asintió con la cabeza, aumentando aún más la sorpresa entre ambos.
Pikachu sé dispuso a decir algo más, pero sé interrumpió al notar a Felipe, quien ladeando su cabeza a un costado, vómito en el suelo.
Pikachu: "(qué le ocurre?)", me preguntó con visible preocupación.
Yo: "tuvo contacto con lo que sea qué cargan esas cosas", le expliqué con pena.
Pikachu: "(cosas?, té refieres a los humanos y Pokémons extraños allí afuera?)"
Yo: "si, los has visto?"
Pikachu: "(me persiguieron hace unas horas, pero logré esconderme aquí…)", su relato se interrumpió cuando su atención repentinamente se centró en la condición de mi vestimenta.
Pikachu: "(qué son esas manchas negras en tu ropa?)"
Yo: "oh, no estoy seguro… creo qué es la sangre de los muertos a los qué tuve qué enfrentar para llegar hasta aquí", le respondí.
Pikachu pareció sobresaltarse ante está respuesta, mirándome con sorpresa y confusión.
Pikachu: "(sangre?!... Muertos?!... Espera me estás queriendo decir que tú…!)"
Dé un momento a otro el rostro confundido del roedor eléctrico cambió a uno más furioso y agresivo. Antes de qué pudiera reaccionar o siquiera comprender lo qué pasaba recibí un fuerte cabezazo suyo en mi estómago, el cual me mandó a estrellarme fuertemente contra la pared de la panadería, dejándome aturdido y casi sin aliento.
Yo: "pe-pero qué haces?!", le recrimine molesto, sintiendo como alguna qué otra cosa parecía haberse roto en la mochila dé mi espalda producto del ataque.
Pikachu: "(tu!... Asesino!, aléjate dé mí!)", me gritó el Pokémon, al tiempo qué varios chispazos amarillos comenzaban a salir dé sus mejillas.
Yo: "(por dios, acaso él me va a… mierda!)", pensé asustado al notar sus intenciones, por lo qué comencé a intentar dialogar con él para que se calmara.
Yo: "escúchame!, nada dé ésto es lo qué parece!, déjame qué te explique!", le supliqué mientras recuperaba la compostura.
Pikachu: "(guarda tus explicaciones para los oficiales criminal!)", me dijo tajante el Pikachu.
Yo: "criminal?, espera… siquiera entiendes lo qué está pasando?", le pregunté.
El ratón ignoró mi pregunta y sé dispuso a lanzarme un ataque eléctrico, pero Felipe notándome en peligro intentó abalanzarse contra él para morderlo. Desgraciadamente el Pokémon sé dió cuenta dé ésto, y dándose vuelta le arrojó el ataque dé llenó a mi perro, quien chilló dé dolor al ser electrocutado, para luego desplomarse en el suelo.
Yo: "¡no!", grité desesperado, corriendo junto a mi mascota para auxiliarla. Cosa qué llamó la atención de Pikachu, quien levantó una ceja.
Yo: "Felipe! Felipe!, qué fué lo qué le hiciste?!", le pregunté molesto al Pikachu cuando noté qué mi labrador no sé movía.
Pikachu: "(tan solo le di una descarga paralizante, sé le irá dentro de un par dé horas, pero será el tiempo suficiente para qué la policía llegue y los detenga… ahora es tú turno)", me explicó él, para luego comenzar a cargar otro ataque como el anterior.
(Opciones:)
A- *seguir intentando razonar con Pikachu* X
B- *luchar contra Pikachu*
(Fin de opciones)
yo: "ya basta por favor!, ésto sé está yendo muy lejos!", volví a suplicarle, pero nuevamente me ignoro.
Pikachu: "(acaso trabajas para alguna organización criminal?!, equipo rocket, plasma, aqua o magma?!)", me interrogó.
Yo: "¡yo no trabajo para ningún equipo!, ¡detente!"
Pikachu: "(Entonces solo asesinas con tu Pokémon?!)"
Yo: "él no es mí pokémon!, ni -!"
Pikachu: "(entonces lo robaste?!, ya veo que además dé asesino eres ladrón!)", me interrumpió.
Yo: "maldita sea!, no lo robe!, él es mí amigo!, podrías escucharme dé una vez?!", le grité comenzando a perder la paciencia.
Pikachu: "(y porque debería oír siquiera una palabra dé lo qué diga alguien que arrebató tantas vidas?!)", me preguntó frunciendo más el ceño.
Yo: "vidas?, pero dé qué vidas me estás hablando?!, desde qué desperté está mañana ésas cosas no paran dé intentar comerme vivo!, ¿qué hay dé mi propia vida?!, acaso no tengo derecho dé defenderla?!", le recrimine.
Pikachu: "(ellos seguramente están afectados por la influencia dé algún pokémon o algo así!, hay que encontrar el antídoto!, no matarlos!)", me regaño.
Yo: "antídoto?, no hay ningún antídoto para ésto!, no es la maldición dé un Pokémon!, es un maldito virus que mata a tanto humanos como Pokémons y los convierte en… ellos!, caníbales!, criaturas sin alma!, zombies!, muertos qué vuelven a la vida!, como quieras llamarle!"
Pikachu: "(un virus que regresa a los muertos a la vida?, es lo más ridículo que he oído hasta ahora!)", me respondió sin darle mucha importancia a mis palabras.
Yo: "en serio crees qué si hubiera una cura yo no la estaría buscando por todos lados?, piensas que me encanta lo qué hago?, antes de todo esto yo tenía una vida normal y tranquila, pero luego aparecieron ellos y sé llevaron todo!, mi hogar!, mi familia!, mi futuro!, y para qué?, porque simplemente sé les dió por empezar a comerse a todo el mundo!, y ahora que me estoy defendiendo yo soy el que actúa mal?!, estamos en el fin de los tiempos!, ya no hay ley ni orden o tampoco policía!, todos están muertos!, y nos matarás a nosotros también si lanzas ése ataque!, los zombies nos alcanzarán y comerán!, acaso éso es lo qué quieres?!", le pregunté desesperado con lágrimas formándose en mis ojos.
A pesar de esto Pikachu no pareció dispuesto a ceder, preparándose para arrojarme aquel rayo paralizante qué sabía me llevaría a la muerte pronto.
(Opciones:)
A- *atacar a Pikachu*
B- *aceptar mi destino* X
(Fin de opciones)
*Pikachu recordara esto*
Entendiendo qué sería inútil convencerlo dé que no era una mala persona, me resigne a aceptar lo qué pasaría, colocándome frente al debilitado Felipe con mis brazos extendidos a los costados para evitar qué cualquier parte dé aquel ataque sé desviará y le diera a él también, y ya sin poder contener mis emociones ante la impotencia del momento por no poder hacer nada para proteger a mí mascota, le mencione a mi ejecutor lo siguiente:
Yo: "está bien… si en verdad creés que merezco ser castigado por lo qué hice entonces házlo, quizás tengas razón, he causado mucho daño con tal de seguir adelante. quizás tenían cura, quizás no, no lo sé… a pesar de todo igualmente hice un pésimo trabajo… Lo único qué me reconforta es que al menos lo intente, todo lo qué he hecho, lo hice para protegerme a mí y a mi amigo!", le grité, para acto seguido cerrar mis ojos y esperar por aquél golpe qué marcaría mi fin.
Yo: "lo siento Felipe… lamento haberte fallado…", fue lo último que le susurré a mi mascota.
Pikachu por su parte ya no sé veía molesto, sino más bien confundido ante lo último que había oído. Por un segundo en su pequeña mente, esté asoció aquella situación con la vez qué conoció a su entrenador hacía ya varios años, cuando esté antepuso su cuerpo para protegerlo del peligro qué los amenazaba en ése entonces.
Si bien su instinto le indicaba qué debía dejarme fuera de combate, su corazón comenzó a dudar dé si aquello sería lo correcto, indicándole dé qué podría estar diciéndole la verdad y qué debía escucharme. Lo que dejó pensativo al Pokémon eléctrico, decidiendo lo qué haría conmigo, al tiempo qué trataba dé imaginar lo qué su entrenador pensaría estando en su lugar.
Ante el silencio y la falta de agresión por parte del pokemon roedor, abrí nuevamente mis enrojecidos ojos con confusión y lo observé. Este aun se encontraba en el mismo lugar de antes, aunque ahora simplemente me observaba con seriedad, y además parecía haber detenido su energía, cosa que significaba que había cancelado su movimiento.
yo: "qué ocurre?, acaso no vas a electrocutarme?", le pregunté sin entender nada.
Pikachu: "(iba a hacerlo, pero decidí darte una oportunidad… te daré el beneficio de la duda y te dejaré probarme que no eres algún malvado. pero te lo advierto… si intentas hacer algo extraño te lanzare un impactrueno tan fuerte que tendrás dolores musculares en todo tu cuerpo por un mes)", me explico en calma.
yo: "en serio?... y cómo puedo probartelo?", le pregunté expectante.
pikachu: "(puedes empezar diciéndome cuales son sus intenciones aquí)", menciono.
yo: "tan solo planeabamos refugiarnos en esta panadería para poder descansar luego de todo el viaje que hicimos, luego de eso continuaremos nuestro camino", le comente con sinceridad en mis palabras, mientras me agachaba preocupado junto a mi perro para inspeccionar su estado.
este respiraba agitado, mientras ocasionalmente daba espasmos producto de la parálisis que pikachu le había provocado, además, parecía que en ese tiempo había vomitado otro par de veces más, dándome a entender que su estado era bastante delicado actualmente, y que deberia resguardarlo en el edificio cuanto antes para sacarlo del peligro en el exterior que este nuevo y desolador mundo presentaba.
Pikachu: "(si pensabas entrar por la puerta trasera te sugiero que pienses en otra alternativa, ya he intentado entrar por ahí antes y está cerrada)", me indico.
yo: "no puedes entrar?... pero no puedes usar tus habilidades o algo así para abrir la puerta?", le pregunté dudoso por lo obvio que era aquello.
Pikachu: "(primero: eso sería vandalismo!, jamás haría algo así!, y segundo: he notado que los enfermos parecen atraídos hacía los sonidos… todos mis ataques provocan ruidos fuertes, así qué si los usará podría llamar la atención dé un grupo y quedar en peligro… aunque quizás con tú hacha puedas abrirla)", me contestó Pikachu, mostrando escalofríos al hablar dé los muertos, los cuáles sé notaban que generaban pavor en el roedor eléctrico, quién aún mantenía su negacionismo a creer que en verdad fueran muertos vivientes.
Yo: "lo dudo, el hacha también provocaría demasiado ruido si lo usará… y qué tal con éso?", le pregunté señalando una pequeña ventana abierta sobre nosotros.
pikachu: "(qué pasa con ella?)"
yo: "podrías ayudarnos?, esa ventana es muy chica para que yo pueda pasar por ella, pero tú podrías entrar fácilmente por ahí y abrirnos la puerta desde el otro lado"
Pikachu: "(lamentablemente la ventana está muy arriba, y no cuento con la energía suficiente para dar un saltó dé esa magnitud, lo siento)", sé disculpó el Pokémon dé manera sincera, pero manteniendo su actitud sería.
yo: "podriamos trabajar en equipo, yo te cargare lo más alto que pueda y tú saltarás a la ventana", le mencione mientras me acercaba a él, pero este en respuesta solo retrocedió y mirándome con molestia me detuvo enseñandome sus colmillos, al tiempo que se preparaba para atacarme, señal de que no diera otro paso más.
al ver esto solo suspire comprendiendo el problema y arrodillandome frente a él le dije:
yo: "escucha, se que no confias en mi, he hecho cosas horribles, pero por favor ayudame… ayuda a mi amigo… él es solo una criatura inocente, no merece sufrir por eso…", le suplique.
pikachu volteo su mirada hacia felipe, y lo observó con detenimiento. esté todavía seguía en el mismo lugar que antes y solamente se movía ocasionalmente con los espasmos de la parálisis, mientras lloriqueaba por lo bajo por el dolor que la suma de cosas que traía le provocaba.
el pokémon roedor bajo su cabeza unos segundos pensativo, para finalmente responder:
pikachu: "(esta bien te ayudare, pero recuerda mi advertencia, si haces algo raro lo lamentarás!)"
yo: "lo se, muchas gracias", le agradecí aliviado de recibir su apoyo, para luego ponerme de pie y pararme justo debajo de la ventana, apoyando mis manos en el suelo a modo de plataforma para que el pikachu subiera a las mismas.
una vez lo hizo le pregunté:
yo: "¿estás listo?"
el asintió, y sin dudarlo lo levanté lo más alto que pude, punto en el que el pokemon brincó con fuerza hacia la ventana, alcanzandola y aferrándose a esta.
yo: "muy bien, yo me quedaré aquí vigilando y cuidando a mi compañero. Ten mucho cuidado, puede que quizás haya alguno de ellos dentro", le advertí.
pikachu: "(lo-lo tendré en cuenta…)", respondió algo asustado, al imaginarse el tener que toparse nuevamente con esas criaturas de pesadilla.
sin más, la criatura amarillenta entró al lugar de un salto, dejándome solo con felipe nuevamente.
(opciones:)
A- *vigilar el estado de las calles primero* X
B- *ver el estado de felipe primero*
(fin de opciones)
con tarea por delante, regrese a donde había quedado mi hacha, y recogiendola del suelo camine hasta la entrada del callejón, con la intención de revisar los alrededores en búsqueda de actividad zombie cercana.
yo: "(me cago en la puta!)", pensé al asomarme y notar a una horda de casi 15 zombies, mezcla de humanos y pokemons, acercarse poco a poco con lentitud a nuestra ubicación, desde la dirección por la cual nosotros habíamos llegado.
rápidamente volví a esconderme para asegurarme de que no me vean, regresando junto a mi perro.
yo: "por favor pikachu, apurate", susurre al aire, orando en mi mente porque él lograra abrir la puerta antes de que la horda pasará frente al callejón en el que estábamos y nos descubriera a ambos, dejándonos encerrados y sin escape.
mis pensamientos ante este escenario se vieron interrumpidos por los llantos del can, quien observandome de reojo desde donde estaba, había vuelto a su vieja actitud cobarde y lloraba de miedo por la situación.
yo: "no te preocupes felipe, todo estará bien", le dije dándole una cálida sonrisa, al tiempo que tomaba una de sus patas delanteras con una de mis manos y la acariciaba, ignorando la estática que los remanentes de electricidad en el cuerpo del labrador y los guantes de lana que traía formaban con la fricción, intentando transmitirle una calma que ni yo tenía.
la razón de esto era simple, aunque lográramos refugiarnos en el edificio a tiempo aún tendríamos que lidiar con la infección de mi amigo, la cual parecía no querer ceder. por el otro lado, si bien estaba claro que el contagio en un humano o pokemon era letal, aun no tenia claro cual sería el caso de los animales de mi mundo, ya que en ningún momento de todo el viaje que había hecho desde mi casa hasta allí había visto a algún animal común infectado o muerto, lo que me daba una pequeña esperanza de que si bien estos no fueran inmunes al virus zombie, al menos sus organismos no fueran totalmente compatibles con este, dándoles oportunidad de recuperarse y curarse.
si esta teoría fuera correcta, entonces explicaría el porqué del comportamiento del padre zombie al no atacar al gato callejero cuando este se cruzó en su camino, o el muerto de la televisión cuando solo atacó al Growlithe pero ignoro al perro a su lado, o solamente el hecho de que todos los podridos que nos habíamos encontrado sin excepción, incluyendo al ratata que le había infectado, se habían lanzado a atacarme directamente a mi, ignorando a felipe totalmente. todo esto debido a que el virus les haría ignorar a sus huéspedes los seres vivos en los cuales no podría proliferar.
repentinamente el sonido de una cerradura en acción cerca mio me devolvería a la realidad, notando como la entrada del edificio se abría de par en par, y junto con esta reapareció la figura de nuestro aliado roedor colgando de la manija de la puerta, llevando las llaves de la misma en una de sus patas.
ya fuera este se soltó regresando al suelo, para luego volver junto a nosotros.
yo: "buen trabajo pikachu", le felicité, a lo cual para mi sorpresa él solo respondió dando una mueca de amargura.
yo: "pasa algo?", le pregunté.
Pikachu: "(no, es solo que mi entrenador me dice eso a veces… van a entrar?)", me preguntó con un dejo de tristeza en su voz intentando cambiar el tema.
decidí no preguntar al respecto por el momento para que no se sintiera peor, por lo que le dije:
yo: "enseguida vamos, es seguro adentro?", cuestione.
pikachu: "(si, todo el lugar está vacío y cerrado)"
yo: "y donde conseguiste esas llaves?", pregunté señalando las mismas.
pikachu: "(las encontré en el cajón de una oficina, seguramente del dueño del lugar)", me explicó.
pensaba hacerle otra pregunta más, pero los ya audibles sonidos de gruñidos cada vez más cercanos de los zombies me recordó nuestra urgencia, haciendo imperativa la retirada inmediata del sitio.
Intenté animar a Felipe a ponerse de pie para entrar al edificio, pero su parálisis le impedía siquiera hacer eso, por lo que sin opción me coloque el hacha debajo de uno de mis hombros con cuidado para no lastimarme, liberando mis manos para poder transportar a mi mascota yo mismo.
al no poder cargarlo en mis brazos gracias al gran y pesado cuerpo que él tenía, tuve que tomarlo de sus patas delanteras y arrastrarlo por el suelo como un saco hacia dentro del local, mientras que pikachu hacia lo mismo con la bolsa de alimento para perro que había quedado junto a los botes de basura, tomándola de las asas con sus dientes y llevándola también adentro.
ya en la seguridad de la panadería, le hable con rapidez al pokemon electrico:
yo: "dame las llaves!, tenemos que cerrar esto cuanto antes o esos monstruos se nos echarán encima!", le explique.
Aunque dudoso, el pokemon obedecio sin chistar entregándome el manojo de llaves, las cuales utilice para cerrar con seguro nuevamente la puerta detrás de nosotros. justo a tiempo para que la horda que nos acechaba pasará frente al callejón.
Al no notar nada llamativo en su interior, el grupo de muertos simplemente continuó su lento y errático andar, hasta desaparecer finalmente más adelante en las calles que conducían al centro de la ciudad, perdiéndose a la lejanía.
continuará…
