La reencarnación siempre le había parecido un hecho místico muy agradable, claro siempre y cuando nadie le arruinara su oportunidad de reencarnar.
Ella siempre había sido una chica de gatos, no de perros por muchas razones.
Sin embargo, solo tendrá que acoplarse y ayudar para que su manada no se vea rota al igual que la trama original, quien sabe, tal vez así consiga un final feliz.
