Draco Malfoy y el castillo de Nurmengard

Capítulo 10: Una fiesta desagradable.

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Draco esta vez no siente que sueña, pero lo sabe porque cuando llega al espejo frente a él, es el espejo de Oesed que solamente había visto en sueños desde su primer año. Su rostro se siente arder en molestia cuando la mirada de Anthony le regresa la mirada, como si su propio sueño estuviera en contra de él para recordarle a su amigo.

O que hace algunos días no pudo generar un patronus porque su mejor amigo estaba muerto.

Odio a la persona que estuviera controlando el espejo, porque debe ser una persona horripilante para que doliera tanto.

—No sé quién rayos eres, pero esto no es divertido—gruñe Draco con deseo de golpear al espejo, quien solamente está ahí sin hacer daño.

La imagen de Anthony en el espejo roto, solamente levanta la ceja casi divertido, todo a su alrededor parece más claro y como siempre hay un montón de gavetas que no sabe que contienen; tampoco es que importe, todo es un estúpido sueño.

—Tu estupidez es divertida, no vez la verdad, aunque este frente a sus ojos—

Y odiaba que fuera la voz de Anthony, con un tono de condescendencia la que hablara, porque este jamás lo hizo cuando estaba con vida.

Su voz siempre fue cálida y amable, especialmente alrededor de Padma, a su lado era como la voz de un hermano.

—Cuando te encuentre voy a destruirte—hablo con una cantidad de frio en su voz, que provoco que el rostro de Anthony divertido se congelara un momento, antes de verlo de forma casi calculadora.

—No Draco—negó este con tranquilidad—yo soy el único que te ha encontrado y quien te ha hecho quién eres ahora, yo te di el libro, es por mí que eres quién eres—habla ahora con molestia antes que todo a su alrededor parezca ser conducido por las llamas.

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Draco casi cae de la cama cuando se despierta apresuradamente, Harry que había ido ese día a la torre Ravenclaw en contra de las quejas menos audibles de los demás, también salto a su lado por el movimiento. Había tenido problemas de dormir en su cama, incluso cuando Terry o Michael se ofrecieron como voluntarios de dormir con él, Padma se había adueñado de la cama de Anthony (que expandieron un poco con magia) con Luna para dormir desde los incidentes de la clase de defensa. Por la luz de la noche supone que no ha amanecido, así que incluso con su respiración agitada, intenta no pensar en su sueño.

Falla mientras cae sobre la cama.

El rostro de Anthony.

Su voz.

Sus palabras.

Draco desea descubrir quien está manipulando su mente para mostrarle a Anthony, como si su muerte y ausencia no doliera ya lo suficiente.

El no hacer un patronus ya lo tenía alerta y sumamente incomodo, como si fuera otro fracaso más a la lista.

El falso Anthony dijo que la verdad estaba en su frente, pero por más que pensara en alguna explicación, la realidad es que Draco no tenía idea de que hablaba; su parte Ravenclaw se frustro al respecto, porque debería ser una adivinanza fácil.

—Vuelve a dormir—gruñe Harry que parece cansado, no lo culpa, ha estado entrenando seriamente para el partido que sería cuando amaneciera.

Ron se encontraba nervioso.

Todo el equipo estaba nervioso.

Draco se preguntaba porque este seguía viniendo aquí para dormir con él, aunque al igual que sus amigos, Harry se mantenía bastante al pendiente de Draco desde lo que paso con el patronus; o el no patronus. Nunca lo presiono a que dijera algo, pero parecía listo para que en el momento que Draco necesitara hablar solamente escucharlo y eso dolía.

Porque era perfecto y Draco actualmente era un desastre como novio.

A veces todo estaba bien.

Pero otros momentos tenía estos bajonazos mentales, que lo hicieron inestable y Harry no merecía eso.

Como ahora.

—Soñé con Anthony—musita en voz baja, el ojo verde de Harry se abre curioso, aunque duda que pueda verlo sin sus anteojos—creo que por eso no puedo hacer un patronus—añade lo único que piensa decir del tema, pero se tranquiliza cuando en lugar de presionarlo, solamente es abrazado con más fuerza contra el chico.

Siente un labio sobre su mejilla, antes de que este comience acariciar su espalda y, maldición que funciona.

Vuelve a caer dormido.

Esta vez no está Anthony.

Solo unos ojos que está acostumbrado a ver, que lo miran a la distancia mientras musita "pronto", antes que todo se vuelva negro.

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—No puedo creer que Ginny hiciera eso—comenta Padma, antes de soltar la risa en medio de la gradería de Ravenclaw.

Decidió ser neutral, incluso con su novio en Gryffindor y este haciendo pucheros por su elección, también tiene amigos en Slytherin por lo cual la gradería usualmente de Ravenclaw era el lugar más neutral de todos. Luna estaba comentando sobre un incidente que ocurrió hace algunas noches, con Ron y Harry viendo a Ginny besarse con Dean en un pasillo.

Draco se sintió algo inquieto, había escuchado algo sobre Harry esos días, pero fue un comentario aleatorio sobre como Ron estaba enojado por eso en los entrenamientos.

Luna por otro lado había comenzado a contar más de lo que escucho y los viejos miedos tardan en morir.

—Ginny señalo de forma descarada que Harry besaba peor a Draco cuando tenía la oportunidad, lo peor es que dice que Harry parecía presumido antes que lograra detener a Ron de asesinar a Dean—habla Luna dando pequeños saltitos a su lado, la chica había escuchado también sobre el incidente de defensa.

Aunque similar a Draco, cuando Michael le pregunto a Luna sobre si ella tenía la capacidad de hacer un patronus, esta no quiso intentarlo tampoco.

Supuso, que nadie del grupo podría hacerlo por ahora.

—Y pensar que Draco estaba seguro que se casaría con Ginny—

—Cállate Michael—

Draco dejo de prestar atención a las burlas de sus amigos, antes de ver como los estudiantes estaban terminando de acomodarse y casi hace una mueca de vomito al ver a Zacharias en el lugar del comentarista. Unos estudiantes de primer año de Ravenclaw lo saludaron emocionado, era su primer partido de quidditch como observadores y eran totalmente adorables; Padma lo llamo corazón de pollo, a lo cual Draco casi la patea fuera de su asiento.

Observo a su novio que se dirigió hacia la señora Hooch, que hacía de árbitro y ya estaba preparada para soltar las pelotas de la caja.

Noto a Harry darle la mano al capitán antes que todos fueran a montar las escobas, alzo una ceja al ver como Ron parecía con una confianza que no había mostrado estos días.

Tan pronto sonó el silbato, Harry y los demás se impulsaron con una fuerte patada en el helado suelo y echaron a volar.

Harry recorrió el perímetro del campo buscando la Snitch sin dejar de vigilar a Harper, que volaba en zigzag muy por debajo de él. Entonces sonó una voz muy diferente de la del comentarista de siempre:

—Bueno, allá van, y creo que a todos nos ha sorprendido el equipo que ha formado Potter este año. Muchos creían que Ronald Weasley, después de su irregular actuación el año pasado, quedaría descartado, pero, claro, siempre ayuda tener una buena amistad con el capitán…—

Draco hizo una mueca ante la voz, miro de forma amarga al rubio y se preguntó por no primera vez, como pudo ser amigo de ese bastardo en su anterior vida.

El año pasado en el DA no fue tan malo, pero ahora.

Bueno.

Volvía a ser un idiota en toda su palabra.

Esas palabras de Zacharias fueron recibidas con burlas y aplausos en las gradas ocupadas por los simpatizantes de Slytherin. Harry volvió la cabeza hacia el estrado del comentarista y vio a Zacharias, está seguro que desde la distancia lo vio hacer una mueca.

Si buscaba la parte positiva, Zacharias era un Hufflepuff que parecía agradarle a los Slytherin.

¿Unión de casas?

—Ahí va el primer ataque de Slytherin. Urquhart cruza el campo como una centella y… —a Draco se le encogió el estómago— ¡paradón de Weasley! Bueno, supongo que todos tenemos suerte alguna vez…—

—¿Qué me haría McGonagall si hechizo a Zacharias? —no sonaba de forma sarcástica, Draco tenía toda la intención de hacerlo.

Luna volteo el rostro.

—Por la mirada de ella, probablemente te daría 20 puntos—

—Ese sería Dumbledore, bastardo regalador de puntos a conveniencia—

Sus amigos se rieron al respecto.

Harry estaba con una sonrisa burlona mientras descendía en picado entre los cazadores, mirando en busca de la escurridiza Snitch.

Draco sintió que vio el brillo dorado en ocasiones.

—Es aburrido, la he visto hace unos momentos, estúpidos sentidos aumentados—hablo Michael con aburrimiento, para sorpresa de su grupo; Draco iba abrir la boca, pero este negó con la cabeza—no permiten hombres lobos jugar quidditch—

Bueno.

Con esta ventaja, Draco lo entendía, pero maldición, eso podría ser un gran fuerte de ingresos si fuera conocido.

A la media hora de partido Gryffindor ganaba sesenta a cero, Ron había hecho varias paradas espectaculares, algunas por los pelos, y Ginny había marcado cuatro de los seis tantos de Gryffindor. Eso obligó a Zacharias a dejar de preguntarse en voz alta si los hermanos Weasley sólo estaban en el equipo porque le caían bien a Harry, y empezó a meterse con Peakes y Coote.

—Ya os habréis fijado en que Coote no tiene la planta del típico golpeador —comentó con altivez—; por lo general suelen tener un poco más de músculo…—

Draco tuvo que ser detenido por Padma de ir a hechizarlo.

Era un idiota.

Esperaba McGonagall no volviera a darle el puesto, joder, extrañaba a Jordan.

A Gryffindor todo le salía bien. Marcaban un gol tras otro, y Ron paraba los lanzamientos con una facilidad asombrosa. Estaba tan contento que incluso sonreía, y cuando el público celebró una parada particularmente buena entonando con entusiasmo el viejo tema «A Weasley vamos a coronar», él, desde lo alto, simuló dirigirlos agitando una batuta imaginaria.

Si no se equivocaba, algún Slytherin uso eso el año pasado como broma.

Harry casi se cayó de la escoba cuando Harper lo embistió con deliberada fuerza.

Las gradas de Gryffindor saltaron en quejas, Draco se quedó de brazos cruzados y con mirada seria en un único pensamiento en su mente.

—No puedes hechizarlo más tarde, eres prefecto—

—Cállate Padma—

En ese momento la señora Hooch estaba de espaldas, y aunque los simpatizantes de Gryffindor protestaron enardecidos en las gradas, cuando ella se dio la vuelta Harper ya había salido disparado. Harry, con lo que parecía el hombro dolorido, se lanzó en su persecución decidido a embestirlo.

Si.

Su novio era un hueso duro de roer.

Draco estaba orgulloso.

—¡Me parece que Harper, de Slytherin, ha encontrado la Snitch! — anunció Zacharias Smith por el megáfono—. ¡Sí, ha descubierto algo que Potter no ha visto! —

Harry aceleró, pareciendo angustiado, Harper todavía iba delante de él, y Gryffindor sólo llevaba una ventaja de cien puntos. Si Harper llegaba antes que Harry, Gryffindor habría perdido. Y el jugador de Slytherin estaba a sólo unos palmos de la snitch, con el brazo estirado…

Parece ser que su novio dijo algo ya que Harper perdió la concentración y, al intentar coger la snitch, la pelota se le escapó entre los dedos y pasó de largo. Entonces Harry estiró un brazo y atrapó la diminuta pelota alada.

Parece que algo gritó Harry, y descendió en picado, con la snitch en la mano y el brazo en alto. Cuando el público se dio cuenta de lo que había pasado, se alzó una ovación que casi ahogó el sonido del silbato que señalaba el final del partido.

—¿Adónde vas, Ginny? —casi juro que escuchar el gritó Harry ahora que todos los jugadores estaban cerca del terreno, que había quedado atrapado en el aire en medio del efusivo abrazo de sus compañeros; pero Ginny pasó como una flecha y fue a estrellarse estrepitosamente contra el estrado del comentarista.

En medio de los gritos y las risas del público, el equipo de Gryffindor aterrizó junto a los restos de madera bajo los que Zacharias había quedado sepultado. Draco oyó que Ginny, risueña y despreocupada, le decía a la enfurecida profesora McGonagall: «Lo siento, profesora, se me olvidó frenar.»

Sonriendo, así es como Draco pudo ver que Harry se separó del resto del equipo y abrazó fuertemente a Ginny. Luego, casi salto hasta la espalda al alborozado Ron. Olvidadas ya todas sus desavenencias, los jugadores de Gryffindor abandonaban el campo cogidos del brazo, lanzando los puños al aire y saludando a su afición.

En el vestuario probablemente reinó una atmósfera de júbilo.

Draco quiso ir al vestuario por motivos diferentes, había olvidado lo bien que se veía Harry volando en escoba especialmente cuando ganaba.

—Hueles a que tienes pensamientos asquerosos—gruñe Michael mientras esperan su turno para bajar.

Los demás ríen, Draco no se molesta en ocultar sus intenciones de hacerle una zancadilla cuando están en el último escalón. Se topan rápidamente con Hermione y Neville que los invitan a la fiesta de celebración, aunque no son Gryffindor y Draco se siente algo confundido.

Acepta.

Algo extrañado.

Porque cuando llega no son los únicos Ravenclaw, también puede notar a unos Hufflepuff y para su sorpresa ve Blaise con Pansy que prácticamente vuelan hacía él.

—Hice una apuesta con el idiota de Finnigan de venir aquí si ganaba Gryffindor, no sé ni porque lo intente—gruñe Pansy y Blaise parece haber sido arrastrado en contra de su voluntad.

—¿Qué hacías con Finnigan? —pregunta Draco curioso, de reojo Padma sale para hablar con su hermana, Luna por otro lado corre para hablar con Neville y una Ginny que acaba de llegar.

Terry parece un perro guardián de Michael, aunque nadie ha dicho nada de este al lado, Hermione que está hablando con ambos, también parece tener una mirada glacial cuando Lavander comenta algo de Michael; no es un comentario ofensivo, pero parece ser que entre ambas hay mala leche.

—Se está enrollando con él—dice Blaise con pena, como si fuera un idiota por no saberlo.

No lo sabía.

Draco mira horrorizado a Pansy, que tiene una sonrisa divertida en su rostro, como si estuviera haciendo algo bueno. Esta habla sobre unión de casas que siempre quiere Draco, este se queja porque ahora su querida Pansy que es como su hermana se está enrollando con explosiones Finnigan y esta horrorizado.

Cuando Ron llego con Hermione, ambos bromearon sobre algo de Harry con una pocion, pero aunque parecían tímidos, no parecían enojados.

Estaban bailando casi entre ellos, pronto se completaría algo, fuera bueno o malo.

—Hola—casi fue el ronroneo de alguien en su oreja, aparto la mirada de Hermione y Ron para ver a Harry con una mano sobre su cintura.

Pestañea.

Harry se acaba de tomar una ducha, las gotas de agua se escapan aun de su cabello y tiene ropas comunes que parecen ser como siempre, pero Draco se siente un poco acalorado luego de verlo jugar al quidditch. No duda que si hubiera estado en ese vestuario luego del partido, habría hecho alguna locura con este, como no esperar a navidad.

Pansy y Blaise hacen sonidos de arcadas, gira a verlos mal.

Harry por otro lado sonríe saludándolos, Pansy bufa dándole una mala mirada, pero Blaise saluda de forma más cordial.

—¿Celosa Parkinson? —Bromea Harry mientras lo abraza por la espalda.

Pansy lo ve mal.

—Quisieras Potter, no es como si yo no hubiera besado antes a Draco—dice de manera altanera y Harry le da mala mirada.

Estaba pensando decir algo para detener la pelea de ambos, cuando un sonido atrajo su atención, de reojo voltea para ver como Lavander que estaba algo cerca hablando con Parvati y Padma parece llegar a una especie de decisión. Sigue la mirada de la chica casi pálido para ver que se dirige donde Ron habla con Hermione, Terry y Michael.

Oh no.

No van arruinar una pareja que ha estado cultivando con tanto trabajo desde inicio de año, se separa de un confundido Harry, listo para lanzar unas cadenas de plata para detener a Lavander.

Abre la boca, pero alguien que estaba al lado de Michael parece querer empujarlo, todo se desarrolla en cámara lenta cuando ve dos escenas al mismo tiempo. Lavander llamando a Ron desde su espalda, este volteando confundido, Hermione luciendo molesta, Michael tropezando por un idiota de Gryffindor de tercero, Terry gruñendo algo antes de dar un paso, siendo empujado por Michael que estaba cayendo.

Terry cayendo como un muro torpe.

Sobre Lavander quien parecía lista para besar a Ron de sorpresa.

Todo queda en silencio cuando Terry termina cayendo sobre Lavander en el suelo uniendo sin culpa sus labios sobre la chica, que parece igual de incrédula con este cuando se separan luego de un momento de labios unidos.

Oh.

Vaya.

—No se supone que eso iba a pasar—musita Draco por bajo, antes de apurarse ayudar a ambos a ponerse de pie.

Solo quería ayudar a Terry, pero Lavander estaba ahí y cuando Ron intento ayudarles, la chica lo vio abochornada antes de salir corriendo del lugar. Ron que no sabía que estaba pasando lo vio confundido, pero Terry solamente bufo por bajo levemente incomodo por la atención y chiflidos de todos los presentes.

Michael lucia miserable.

Draco se sujetó la cabeza sintiendo que iba a tener una migraña.

Las cosas siempre salían mal.

No pudo celebrar con Harry como quería y probablemente cuando tuvo que abandonar la fiesta por un Michael deprimido, el chico lo comprendió por la sonrisa resignada que le dio.

Joder.

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—Michael detente, fue un accidente, Terry no quiere a Lavander, la chica parece humillada por todo, Parvati ha intentado animarla—Padma intentaría explicarle a Michael preocupada.

Michael sigue de mal humor, es tanto que incluso Terry que al inicio pensó que era su culpa, se había cansado de Michael ignorándolo, puede que fueran mejores amigos, pero Terry también es una persona que generalmente no ruega atención a nadie; había durado mucho con Michael, pero luego de gritarle un: ¡as lo que quieras!, molesto luego de que lo ignorara, simplemente se había alejado.

No habían charlado entre ambos desde hace una semana y comenzaba a ser cansado.

El grupo dividiéndose para que pudieran estar siempre con alguien, como Luna que ahora estaba estudiando con Terry.

Todo era tan incomodo.

Al menos Hermione y Ron que no eran pareja aun, se habían visto caminando juntos, para horror de Lavander que también estaba deprimida.

Ser un adolescente era una maldita vida.

Draco estaba cansado de tanto drama sin sentido.

¿Cómo se metió en todo esto?

El año pasado estaban en medio de entrenar por sus vidas, derrocar a Umbridge y un atraco al ministerio de magia donde Anthony murió; tener estos dramas adolescentes a estas alturas parece un giro total de 180 grados a esta altura de su vida. Draco tiene la idea de que prefiere la lucha contra dragones en cualquier momento, a escuchar otra vez sobre el drama de Michael y Terry, pero no puede decirlo en voz alta porque por 5 años sus amigos escucharon el drama de Harry y Draco.

Curioso.

Ahora es él quien tiene una relación estable.

La vida da vueltas muy interesantes.

—¿Acaso crees que yo quiero ser así? —gruñe Michael a Padma, provocando que Draco gimoteé por bajo por sus amigos—Son los estúpidos instintos de hombre lobo, que por si no lo sabes, no pedí ser así—casi grita antes de caminar dando pisadas duras hasta el baño y entrar con fuerza, porque luego literalmente arroja la puerta de la habitación con dureza.

Draco se restriega el rostro, Padma cae en la cama a su lado de brazos cruzados luciendo miserable.

—Esto no está saliendo como pensé—susurra Padma preocupada y Draco asiente a su lado viendo a la ventana.

Una vez más la nieve formaba remolinos tras las heladas ventanas; se acercaba la Navidad. Como todos los años y sin ayuda alguna, Hagrid ya había llevado los doce árboles navideños al Gran Comedor; había guirnaldas de acebo y espumillones enroscados en los pasamanos de las escaleras; dentro de los cascos de las armaduras ardían velas perennes, y del techo de los pasillos colgaban a intervalos regulares grandes ramos de muérdago, bajo los cuales se apiñaban las niñas cada vez que Harry pasaba por allí (Draco había reído más de lo que debería por eso). Eso provocaba atascos en los pasillos, pero, afortunadamente, en sus frecuentes paseos nocturnos por el castillo Harry había descubierto diversos pasadizos secretos, de modo que no le costaba tomar rutas sin adornos de muérdago para ir de un aula a otra.

También había encontrado mejores lugares para besarse.

Draco aplaude eso.

—Hoy es la fiesta, Terry dijo que iría con Michael porque lo prometió y Michael dijo que no iba a faltar porque lo prometió; esto va ser tan incomodo—hablo Draco con cansancio.

Harry había estado comentando los últimos días emocionado sobre las interacciones de Hermione y Ron, Draco casi quiso ahorcarlo, porque mientras sus amigos estaban en una etapa que parecía una anterior al noviazgo.

Bueno.

Draco tiene que lidiar con sus amigos en crisis mentales.

¿Es este su karma?

Sabe que duro mucho en aceptar a Harry, pero nunca pensó que esto se regresaría de alguna forma a +el con tanto dolor.

—Hable con Luna, logramos que Ginny la invitara a la fiesta ya que Dean no tenía interés en asistir, también extorsione a Blaise para que me invitara como pareja para poder hacer control de daños—

Draco pestañea confundido, antes de voltear a ver a Padma con renovado temor, lo cual ocurre más seguido de lo que le gustaría admitir.

—¿Cómo lo extorsionaste? —

—Fue mucho más fácil de lo que pensé, pero no pienso decirte—

Si.

Eso no era para nada perturbador.

Dejando eso de lado, luego de esta estúpida fiesta iría a casa de Andrómeda para pasar las vacaciones, no quería pensar mucho en las vacaciones del año pasado, pero era mejor tener un poco de tranquilidad para variar. Tenía que investigar sobre Grindelwald y tenía la teoría de que podría obtener mejor información con su tía, o con Sirius, que siempre servía para obtener información de dudosa procedencia.

Le había escrito cartas y este parecía curioso por hablar en persona con él.

Tal vez tuviera una pista.

Dejando de lado que pasaría a partir de mañana, Draco tuvo que usar de su precioso tiempo para alistarse, para ayudar a Michael que parecía listo para salir a la fiesta con pijama para fastidiar a Terry. Padma y Luna que llego luciendo curiosa, terminaron ayudándolo mientras que Terry había sido llevado por petición de Harry a la torre Gryffindor.

Fue gracioso, porque Terry lo vio molesto como si fuera un niño.

Bien.

No lo trataría como un niño, cuando deje de actuar como uno.

Luego de gruñir a Michael que dejara en paz su cabello, rociándole algo de agua con un hechizo, que probablemente debería hacer más que rociar agua pero como siempre, los hechizos de agua eran pésimos para él.

Ayudo a Padma y Luna con su cabello, quedando poco tiempo a él para alistarse y puede que casi entrara en un poco de pánico para diversión de todos. Al final a las 8 de la noche como era necesario estaba listo, pero no se sintió satisfecho ya que usualmente tomaba más tiempo en alistarse. Caminando rápidamente con sus amigos, intento tomar aire recordándose que esto lo había hecho miles de veces antes con sus padres.

Ir a una fiesta con personas importantes no era nada nuevo.

Sabe sobre cómo comportarse, que esperan de él, que decir para alabar a otros y como ser el alma de la fiesta; se sintió un poco extraño tener que hacerlo luego de haber salido de la mansión Malfoy, pero intento mantener una sonrisa en su rostro mientras arrastraba a Michael.

Le dio una mirada preocupada a Padma y Luna, ambas resplandecientes, que compartían una mirada preocupada antes de ver a Michael.

No puede darse el lujo de comportarse mal, como hombre lobo no tiene esa libertad.

Es estúpido.

Draco lo odia.

En estos casi 4 meses Draco ha trabajado duro para que nadie hable mal de Michael, no solamente él, todos sus amigos se han unido para apoyarlo, por lo cual los rumores se han disminuido casi por completo. Pero sabe que no será así para siempre, siempre tendrán por ahí una persona que este esperando que Michael falle, para echarle en cara que es sobre su instinto de hombre lobo.

Que ignore a todos no es tan malo, cualquier arrebato lo ha tenido estos días solo con ellos.

En el momento que lo haga frente a otros.

Draco no quiere pensar en las consecuencias.

Bueno que esperabas, es un hombre lobo—la voz de Anthony lo hace detenerse mientras sus amigos siguen sus pasos, Draco voltea aterrado hacía la derecha, donde un espejo normal refleja a Anthony luciendo un poco aburrido del tema.

Luego.

Sonríe divertido.

Draco se queda congelado.

—¿Draco? —llama Luna que salta a su lado, Draco voltea a verla con una sonrisa tensa, antes de regresar la mirada al espejo que solamente está reflejando su imagen.

No a Anthony.

Traga saliva con dificultad.

Recuerdos de su tercer año, sobre el relicario, hacen que se sienta aterrado de golpe, porque esto parece mucho a cuando conoció al espíritu dentro del relicario. No tiene sentido ya que esta vez no ha estado cerca de ningún objeto maldito, por lo cual no puede estar poseído.

Igualmente sujeta la mano de Luna, que no pestañea ante la presión de esta.

—¿Qué día es hoy? —pregunta rápidamente alarmado, intento ocultarlo, pero sale casi como un vomito de la velocidad.

Los ojos de Luna se abren levemente esta vez, antes de sonreír cálidamente como hace tanto parece que no puede sujetando su mano.

—Es el día de la fiesta de Slughorn, todos vamos para allá, acabamos de salir de la torre Ravenclaw—comenta Luna tranquilamente.

Sin afectarse.

Harry y Luna todo el último trimestre del tercer año, junto gran parte del cuarto año le habían ayudado cuando hizo esta pregunta. Se pregunta si Luna nota que luego de casi un año sin hacerlo, es preocupante que lo haga de la nada, pero tampoco dice nada mientras comienza a caminar con Draco siguiéndola con las manos unidas.

Bien no ha perdido tiempo.

Sigue siendo el mismo día.

El espejo que mostro el rostro y la voz de Anthony le recordó mucho al espejo de Oesed en sus sueños, por lo cual teme que esté conectado.

Sus amigos están débiles, pero Draco siente que luego de esta noche, es mejor que hable de esto con ellos, porque teme que algo malo pueda suceder.

Logra llegar al pasillo donde Harry y Terry debían estar esperándolos, esos minutos de camino fueron suficientes para colocar una sonrisa falsa que claramente no convence a Harry cuando lo ve llegar. No solo están ellos dos, Hermione y Ron están ahí, junto con Ginny que salta para chocar las manos con Luna; su amiga voltea a verlo con duda, pero luego de que asienta esta camina hacía Ginny para sonreír.

Está preocupada.

La postura de Luna denota su preocupación y Draco odia hacerle esto.

—Corner—

—Boot—

El intercambio de Terry y Michael hace que todos los vean preocupados, pero estos solo sonríen (muy falsamente) antes de caminar al lado del otro, claramente ignorándose.

Esta noche será muy larga.

—¿Esta todo bien? —pregunta Harry preocupado, pero aunque Draco quisiera más que nada dar media vuelta, ir a la torre Gryffindor con Harry para acostarse en su cama y charlar.

No puede hacerlo ahora.

Ve un momento a Michael y Terry, antes de suspirar.

—Te contare sobre eso después, por ahora tenemos que ir a la fiesta y con suerte solucionar esto—las palabras de Draco no parecen convencer a Harry, que mantiene una expresión preocupada como Luna.

Al llegar al despacho que Slughorn había editado para la fiesta, Blaise aparece ofreciéndole una mano a Padma, que asiente en su dirección antes de aceptarla; Draco se pregunta cuando la amistad de ellos creció sin que se diera cuenta, aunque ambos siempre habían sido amigables con el otro. Unión de casas, piensa con esperanza, antes que todos ingresen al lugar.

El despacho era mucho más amplio que los de los otros profesores, bien porque lo habían construido así, bien porque Slughorn lo había ampliado mediante algún truco mágico. Tanto el techo como las paredes estaban adornados con colgaduras verde esmeralda, carmesí y dorado, lo que daba la impresión de estar en una tienda. La habitación, abarrotada y con un ambiente muy cargado, estaba bañada por la luz rojiza que proyectaba una barroca lámpara dorada, colgada del centro del techo, en la que aleteaban hadas de verdad que, vistas desde abajo, parecían relucientes motas de luz.

Desde un rincón apartado llegaban cánticos acompañados por instrumentos que recordaban las mandolinas; una nube de humo de pipa flotaba suspendida sobre las cabezas de unos magos ancianos que conversaban animadamente, y, dando chillidos, varios elfos domésticos intentaban abrirse paso entre un bosque de rodillas, pero, como quedaban ocultos por las pesadas bandejas de plata llenas de comida que transportaban, tenían el aspecto de mesitas móviles.

—¡Harry, amigo mío! —exclamó Slughorn en cuanto el muchacho y Draco entraron—. ¡Pasa, pasa! ¡Hay un montón de gente que quiero presentarte! —

El hombre parecía complacido de ver a Draco, lo cual lo hizo sentirse a la defensiva cuando todos sus otros amigos se desplazaron claramente sin querer quedar en el medio.

Traidores.

Slughorn llevaba un sombrero de terciopelo adornado con borlas haciendo juego con su batín. Agarró con fuerza a Harry por el brazo, como si quisiera desaparecerse con él, y lo guio resueltamente hacia el centro de la fiesta; Harry tiró de la mano de Draco sin querer dejarlo atrás.

Probablemente sin querer quedarse a solas.

Draco volteo a ver de reojo como Michael caminaba a la mesa de comida con Terry siguiéndolo con la mandíbula tensa. Blaise le dio una mirada significativa, antes de seguirlos con Padma a su lado; por otro lado Ginny sujeto la mano de Luna riendo para ver a otros conocidos.

—Te presento a Eldred Worple, un antiguo alumno mío, autor de Hermanos de sangre: mi vida entre los vampiros. Y a su amigo Sanguini, por supuesto—

Worple, un individuo menudo y con gafas, le estrechó la mano con entusiasmo. El vampiro Sanguini, alto, demacrado y con marcadas ojeras, se limitó a hacer un movimiento con la cabeza; parecía aburrido. Cerca de él había un grupo de chicas que lo miraban con curiosidad y emoción.

Draco noto como la mirada de Sanguini viajo un momento donde estaba Michael, su amigo que dejo de estar molesto, para ver de reojo en dirección del vampiro y casi agazaparse.

Bueno.

No solo eran los muggles quienes pensaban que los vampiros y hombres lobo se odiaban, era conocido que en el mundo mágico no eran los mejores amigos.

Genial, algo más porque preocuparse esta noche.

—¡Harry Potter! ¡Encantado de conocerte! —exclamó Worple mirándolo con ojos de miope—. Precisamente, hace poco le preguntaba al profesor Slughorn cuándo saldría la biografía de Harry Potter que todos estamos esperando—

—¿Ah… sí? —dijo Harry.

Draco dejo de ver el intercambio de criaturas mágicas, para voltear a ver al hombre casi con incredulidad.

—¡Ya veo que Horace no exageraba cuando elogiaba tu modestia! —se admiró Worple—. Pero de verdad —prosiguió, ahora con tono más serio—me encantaría escribirla yo mismo. La gente está deseando saber más cosas de ti, querido amigo, ¡se mueren de curiosidad! Si me concedieras unas entrevistas, en sesiones de cuatro o cinco horas, por decir algo, podríamos terminar el libro en unos meses. Y requeriría muy poco esfuerzo por tu parte, te lo aseguro. Ya verás, pregúntale a Sanguini si no es… ¡Sanguini, quédate aquí! —ordenó endureciendo el semblante, pues poco a poco el vampiro se había ido acercando con cara de curiosidad en dirección de Michael—. Toma, cómete un pastelito —añadió, cogiéndolo de la bandeja de un elfo que pasaba por allí, y se lo puso en la mano antes de volver a dirigirse a Harry—. Amigo mío, no te imaginas la cantidad de oro que podrías llegar a ganar…—

—No me interesa, de verdad —respondió el Harry con seriedad.

Draco no pudo evitarlo.

—Sabe creo que es contra la ley mágica 443 habla sobre "Ley de Protección de Menores Mágicos (LPMM)", ya sabe los artículos que comentan sobre cómo queda estrictamente prohibida la divulgación de información personal, biográfica o detallada de menores de edad en cualquier forma escrita, mágica o no mágica, que pueda poner en peligro su seguridad, privacidad o desarrollo normal…cualquier biografía tendría que ser hablada frente a su tutor legal—habla Draco con una sonrisa divertida, que provoca que Slughorn se vea preocupado y que Worple lo vea por primera vez.

Su mirada no es cálida.

Draco solamente sonríe de forma falsa, había olvidado que era algo divertido discutir de forma no directa en las fiestas.

Su madre le enseño bien a siempre ganar.

—Veo que estas bien versado en las leyes mágicas—habla el hombre escritor con un claro disguste, a lo cual Draco asiente.

—Las 777 leyes, fue una especie de proyecto el año pasado—musita con fingida inocencia, a su lado Harry bufa por bajo casi divertido y con algo de cariño.

Si.

Umbridge era un trabajo en proceso, que si bien no había obtenido su venganza y había pasado algo…raro, con los centauros, no estaba muerta. Draco no es quien desee el mal a los demás con tanta frecuencia, pero Umbridge tiene un lugar importante en su corazón para su próximo encuentro.

Worple va hablar, antes que algo lo distraiga.

—¿Sanguini? —musita nervioso, antes de que voltee su mirada y Draco la siga, solo para quedarse congelado al ver que el vampiro se había desplazado rápidamente hasta donde Michael.

Joder.

Ignorando al idiota escritor o Harry, rápidamente se abalanza lo más veloz que puede sin llamar demasiado la atención, solo para congelarse al llegar. Lejos de una lucha que había esperado, el hombre vampiro parece ver con admiración y curiosidad a Michael, que ahora se encuentra sujetando a Terry para apartarlo del medio.

Bien.

La relación de ambos no esta tan dañada si Terry sigue siendo protector Terry.

—Fascinante, por tu olor puedo detectar que eres una víctima de ese perro Greyback, pero tu aroma es diferente, increíble que algo de tu calidad saliera de ese hombre—musita Sanguini y Draco debe pestañear dos veces antes de controlarse, porque la voz de este aterciopelada es bastante atrayente.

No se ve como alguien atractivo a la vista como otras criaturas, pero tiene un aire misterioso y una voz que podría atraer a personas a su alrededor para alimentarse si no tiene cuidado.

Traga saliva.

Mira fijamente a Michael que parece a la defensiva.

—Si bueno, no me agradas, un vampiro supongo…hueles horrible—Draco quiere golpearse el rostro ante el tono de voz de Michael, porque es un idiota.

Sanguini por otro lado no parece afectado cuando Harry llega a su lado un poco jadeante con Worple que parece sisear a Sanguini que tuviera cuidado, por la mirada del vampiro al hombre, que provoca un escalofrió, se pregunta quien está controlando a quien en este lugar.

—No me dijiste que tendríamos un hombre lobo entre los invitados, me siento encantado con este giro de los eventos—sus palabras parecen codiciosas y Draco no se siente cómodo por la mirada que le está dando a Michael, Terry también parece pensar eso porque sigue frente a Michael de forma terca—lejos de viejas rencillas entre especies, soy un fanático de algunos especímenes de hombre lobo, especialmente aquellos con sangre tan rara como la tuya—el vampiro parece inspirar el aroma del aire, antes de casi ronronear—esquicito—

Eso lo pone alerta, al mismo tiempo que los demás, incluso Padma y Blaise parecen alarmados, algunos otros dentro del lugar parecen prestar demasiada atención.

Joder.

Odia la atención.

—Sanguini—reprende Worple esta vez con mayor dureza en su voz, a lo cual el vampiro solamente niega con la cabeza como si intentara recuperar el control.

—¿Sangre rara? —pregunta Michael confundido y dejando de lado un poco su defensa, aunque siempre manteniendo sus hombros tensos.

El vampiro asiente.

—No hay muchos estudios sobre nuestras especies, pero soy alguien que ha pasado demasiado tiempo en este mundo para saber algunas cosas; debe ser porque aún eres como una cría recién convertida, pero será interesante volver a verte en algunos años cuando alcances tu madurez—asiente como si estuviera todo claro, lo cual no lo es—sí, un sigma es extremadamente raro—musita para sí mismo antes de sonreírle a Michael mostrando sus colmillos.

Algo pasa, ya que Michael parece entrar nuevamente a la defensiva, logrando que el vampiro sonría un poco más, antes de asentir y marcharse.

Le da una última mirada curiosa a Draco, antes de que Worple lo empuje lejos de ellos.

—¿Qué coño es un sigma? —gruñe Michael con las manos en sus caderas luciendo bastante molesto, Draco simplemente pasa de este a la mesa donde toma una bebida.

Sin alcohol tristemente.

Esa noche no podría ir más lento, acaba de iniciar y ya todo parece listo para una posible tortura medieval.

Estúpida hidromiel.

Estúpida fiesta.

Estúpidos amigos.

—Al menos algo parece salir bien de esto—comenta Blaise cuando llega a su lado, donde Harry había intentado animarlo con un postre de manzana.

Draco levanta la mirada para ver como Ron y Hermione están algo alejados de ellos, ambos hablando emocionados el uno con el otro, con las mejillas sonrojadas desde esta distancia para ser reconocidos. Cerca de ellos puede ver a Ginny y Luna alejando a cualquier posible interrupción de la pareja, al parecer Ginny se sentía algo culpable por el incidente de Dean en el pasillo y por eso había ayudado a su hermano esta noche.

Luna le da una larga mirada, pero Draco solo sonríe aumentando la preocupación de Luna.

Bien.

Una pareja menos de que preocuparse.

De reojo mira como Michael sigue en la mesa de comida, al tiempo que Terry se mantiene a su lado, pero lejos de ignorarlo esta vez parece como un perro rabioso protegiendo a su dueño; tanto que cuando dos chicas se acercan para coquetearle, este las ignora rápidamente, lo cual Michael no nota por estar comiendo.

Ambos son unos idiotas.

—Deberías disfrutar la fiesta con Harry, estaremos aquí para cuidar de esos idiotas—habla Padma pasándole una bebida a Blaise, Draco le da una mirada incomoda a ambos, sin haber notado la amistad de ellos antes de que Harry tome eso para tomarlo de la cintura y alejarlo de sus amigos.

Gruñe un poco por bajo, pero se tranquiliza cuando se alejan de casi todos en el salón.

Si.

Ocupaba un poco de aire.

—Pareces tenso, has estado mal desde que te vi—comenta Harry en voz baja, no es que importé cuando están en un rincón alejados.

Draco lo mira fijamente, antes de torcer los labios.

Es una mala pareja, ni siquiera se había fijado en el aspecto de Harry esa noche. Pantalón de vestir elegante, zapatos que sin duda no son las zapatillas deportivas que siempre tiene y una camisa color vino, se ve bastante atractivo; incluso parece que su cabello tiene un intento de peinado que lo hace ver adorable. Le ha puesto más esfuerzo a su apariencia de lo que usualmente hace y no lo había notado.

Se siente cansado.

—Lo siento yo, es complicado, solo…joder…lo siento luces maravilloso y no te he dicho nada—puede ir arreglando sus errores poco a poco supone, Harry lo mira fijamente antes de tomar con suavidad sus mejillas antes de darle una sonrisa leve.

Sus ojos no tienen ningún resentimiento, solo preocupación y cariño por partes iguales que lo hacen sentir un poco más tranquilo.

El calor de las manos de Harry contra sus mejillas siempre ha sido tranquilizador.

—Gracias por notarlo, le pedí ayuda a Hermione para lucir bien para ti…pero eso no importa, luces como si estuvieras cargando el mundo sobre tus hombros y no me gusta—cuánta razón hay en sus palabras, por lo cual Draco siente que ríe un poco sin humor.

La mirada de Harry ahora es firme y eso puede que lo derrumbe un poco.

—Se siente como tercer año de nuevo—susurra derrotado, a lo cual Harry rápidamente se pone tenso de inmediato y se pregunta si recordó también como Draco el tercer año, el relicario y todo lo que paso—no sé qué es, pero hay sueños extraños (porque nunca pueden ser normales) y es como si estuviera viendo a…—duda un poco o no antes de hablar—Anthony, siento que lo veo, como paso con el relicario, pero eso es imposible porque no he estado en contacto con nada maldito…que yo este enterado y me preocupa que vuelva a pasar de nuevo y pierda días, que diga cosas estúpidas, que lastime a otros de nuevo y…—sus palabras se detienen por unos labios sobre los suyos.

Parpadea confundido ante el suave beso de Harry, dura solo unos pocos segundos antes de alejarse, pero es suficiente para silenciarlo.

Ve nervioso a su novio, pero lejos de ser el niño torpe y tímido que recuerda conoció hace muchos años, hay una extraña seguridad en su mirada que lo deja sin aliento.

Las manos de este bajan para sujetar sus manos, Draco se siente frio contra él, pero Harry solamente las aprieta ligeramente.

—Estas aquí, no te preocupes, sigues siendo tú—sus palabras por extrañas que sean, lo hacen tranquilizarse—vamos a superar esto como siempre, deberíamos hablar con Sirius cuando vayamos mañana a casa para ver si estas poseído, aunque lo dudo, las alucinaciones no son algo muy agradable—añade con una media sonrisa.

Draco sonríe sin poder evitarlo, porque al menos no lo ha tachado de loco demente y con toda la historia de ambos a estas alturas, no debería ser tan raro que algo así le pase al otro, siempre en el centro de la refriega y sin un minuto de descanso.

—Probablemente vuelva a preguntar sobre qué día es todo el tiempo—

—Bueno solo quédate siempre conmigo y me asegurare de responderte todo el tiempo—

Draco bien pudo haberse caído enamorado en este momento si no lo estuviera ya, pero logra sonreír de forma sincera esta vez un poco más relajado y Harry al notarlo, parece satisfecho consigo mismo antes de meterse a una charla unidireccional sobre el quidditch como siempre el mejor tema de ambos. Draco agradece no tener que charlar para disfrutar de su novio hablar sobre su equipo, sobre las burlas de estos sobre Ron con Hermione y algunas otras cosas que lo hacen sentir tranquilo.

Luego cambia de tema sobre el señor de los anillos, luego salta entre gustos de Draco y se nota que siempre parece prestarle atención por los temas que saca.

Asombroso.

Su mirada debería mostrarle a Harry el idiota enamorado que es por él, pero se detiene cuando la noche lejos de estar tranquila, comienza a volverse tensa.

Sanguini vs Michael no parece ser el único incidente de esa noche.

Un idiota invitado parece que está molestando a dos niñas, quienes Draco reconoce a la distancia como Flora y Hestia Carrow. Son dos estudiantes de Slytherin con quien ha estado hablando últimamente, porque tienen preguntas sobre runas y como todo profesor parece tener a Draco como enemigo mortal debido a la reducción masiva de puntos, bueno, también probablemente por aburrimiento envían a cualquier duda al chico que tiene que hacer malabares para no volverse loco.

Ambas niñas eran bastante curiosas, eran gemelas y sin duda diferentes a los gemelos Weasley, pero con un gran talento que Draco admira.

Aun así.

Ese invitado que parece ser un miembro del periódico el profeta, parece estar haciendo preguntas incomodas si la expresión de ambas chicas indica algo; son Slytherin, saben controlar sus emociones, así que si se ven tan molestas.

—¿Draco? —pregunta Harry preocupado al ver su expresión, sigue su mirada y nuevamente tiene que perseguirlo cuando Draco enviste en esa dirección.

Son solo de tercer año.

Megumi había estado hablando con ellas en el comedor esta mañana, las tres riendo de forma risueña. Se alegro por primera vez que Megumi rechazara la invitación, tarde Slughorn se había enterado de las raíces de la niña Hufflepuff, por suerte para darle un poco de respiro a la heredera Fujiwara quien se negó a asistir a la fiesta ya que tuvo que marcharse esta noche a su hogar si quería pasar sus vacaciones en Japón.

—Buenas noches, Flora, Hestia, fotógrafo molesto—declara Draco de forma radiante colocándose al lado de las niñas, que le dan una mirada significativa de agradecimiento.

Más que todo Flora, Hestia sigue viendo mal al fotógrafo.

—Joven Malfoy, había querido tomarle una fotografía con el señor Potter—declara el fotógrafo con una sonrisa algo falsa, que provoca un poco de tensión en Draco cuando Harry llega a su lado murmurando algo de que es escurridizo.

—Estaba preguntando sobre nuestros tíos a pesar de que dijimos que no tenemos contacto con ellos—ladra Hestia claramente molesta, lo cual provoca que Draco la vea un momento, antes que la imagen llegue a su mente.

El cementerio.

Habían mencionado alguien sobre los gemelos Carrow, incluso habían sido comentados por su padre a lo largo de su vida en algunas ocasiones.

Mortifagos.

Ve fijamente a Hestia que defiende claramente como la hermana mayor, mientras que Flora parece nerviosa ante la insinuación de su familia. Por un momento Draco recuerda su primer año en Hogwarts, aunque se había ganado el carisma para actuar como si no pasara nada, era claro que muchas personas pensaron mucho más sobre su padre que el propio Draco desde el inicio. Ser el hijo de un mortifago provoco que, durante toda su vida, más de una persona viera primero a su padre que a Draco, que pensaran la palabra mago oscuro antes que un niño.

Que vieran una posible inclinación al mal, que tuviera que esforzarse para demostrar que no iba ser como su padre.

Si.

Draco se encuentra enojado, le da una mirada fría al fotógrafo, que se escalofría ante su rostro.

—Vaya, un hombre adulto que acosa a dos bellas señoritas porque su familia tiene relación con los Mortifagos, que decepción—su voz fría provoca que este se vea algo aterrado, al tiempo que Hestia levanta el mentón y Flora se acerque más a Draco.

El fotógrafo tose un poco recomponiéndose.

—Por supuesto que no, jamás haría semejante asociación, solamente estaba señalando a ambas jóvenes que en este tiempo hay que tener cuidado, especialmente por la casa en la que se encuentran—

—Está señalando que por su familia y porque están en Slytherin deberían tener cuidado—

—No quise decir eso—

—Eso espero, Dumbledore es un director que promueve la unión de casas, señalar a alguien por su familia o su casa es estúpido, cada uno es su propia persona—su voz no se levanta en ningún momento, pero bien podría haberlo hecho por como el fotógrafo se encoge, sin duda no tan rápido en la lengua como un reportero pero tan molesto como alguien del profeta—soy un Ravenclaw, pero creo que eso no importa tanto ahora, debería recordarme con el título de mi cuarto año como el campeón del torneo de los tres magos, porque créame que enfrentarme a usted sería un chiste con enfrentarme a un dragón. Así que si tiene un gramo de inteligencia esta noche no acosara a ningún otro estudiante de Hogwarts, mucho menos a estas señoritas si no quiere quedar lleno de cadenas de plata en medio de la torre más alta del castillo—la advertencia está clara, el hombre no sonríe cuando se aleja.

Bien.

Se cruza de brazos dándole una mirada fría hasta que se aparta, pareciendo correr hasta Slughorn, si es para acusarlo o para irse de la fiesta temprano, Draco no podría importarle menos.

Voltea su rostro para ver a Hestia y Flora, ambas Slytherin viéndolo con casi brillo en sus ojos, a lo cual Draco se ablanda un poco.

Tan jóvenes.

Acusarlas de que serían magos oscuros o querer información sobre sus familiares, si, Draco pudo haber asustado más al idiota fotógrafo para sentirse satisfecho.

—Eso fue tan genial—declara Hestia con una mirada emocionada, a lo cual su hermana también sonríe radiante.

—Si, algunos han sido idiotas por lo mismo, los Slytherin mayores suelen espantarlos y también algunos Ravenclaw, pero es bueno ver a Draco Malfoy hacerlo, todos le tienen respeto—añade Flora con voz mucho más dulce que su hermana, pero luciendo igual de emocionada.

Draco se sonroja un poco incomodo por la admiración, antes de aclarar su garganta.

—Si alguien dice algo así me pueden avisar en el futuro, ya se han calmado las cosas con Michael, pero disfruto de descontar puntos a los idiotas—

Ambas niñas se ríen encantadas, cuando Draco señala a Blaise que estaba hablando con Padma y Terry, les indica que se queden cerca de ellos por aquellos que alguien se pase de listo. Las niñas se toman de la mano antes de ir en dirección de estos, Blaise levanta una ceja, pero luego de ver a las niñas y darle una mirada, supone que entiende que ha pasado por como asiente.

Terry parece ver curioso en su dirección, pero sin despegarse de la órbita de Michael quien ha ido corriendo hacía Ginny.

No parece haber tensión entre Ginny y Michael a pesar de que son ex pareja, pero al menos el chico parece más animado.

Bien.

A pesar de este inconveniente, todo parece en orden.

—Creo que me he vuelto a enamorar—pestañea confundido, antes de voltear a ver a Harry, que parece haberse sonrojado como si no hubiera querido decir las anteriores palabras—digo, yo, luciste bastante caliente defendiendo a esas niñas—añade con dolor, a lo cual Draco lo ve un momento con perplejidad, antes de reír.

Enamorarse.

No por primera vez se preguntó qué pensaría Harry si supiera sobre la maldición Black, sobre como sus sentimientos no habían hecho más que crecer por él, hasta el punto que sabe que debido a la maldición de la sangre dragón en sus venas, Draco duda que encuentra alguien más como su pareja destinada que a Harry.

—Amor, interesante—molesta Draco a Harry, quien solamente gruñe para que lo deje tranquilo—si te sirve de consuelo, también creo que me enamore otra vez luego del partido de quidditch—

Ahora no parecía molesto, le daba una mirada algo oscura que había aprendido a descifrar, lo cual no iba a pasar en una fiesta.

Este se limita a darle un beso en la mejilla, que provoca que Draco sonría.

Todo está bien, al menos por ahora.

Lástima que la fiesta no termina pronto.

Lejos de la profesora Trelawney estaba allí de pie, sola. La cual ambos habían ignorado cuando comento triste cerca de Luna sobre sus clases, todo habría estado mejor si no fuera porque Slughorn volvió atraparlos cuando Harry comentaba sobre la trampa de Hermione en la prueba de quidditch; la cual era un secreto que todos los Ravenclaw habían visto ese día.

El hombre no parecía molesto porque el fotógrafo se fue temprano.

Por culpa de Draco.

Oh que molestara el escritor.

Nuevamente Draco.

Parecía encantado de hablar con Trelawney caminando al lado de ellos, de una forma tan coordinada, que pensó que este había querido acercarse toda la noche a ellos. Vio por el rabillo del ojo como Harry lucia impotente nuevamente.

—¡Ah, Sybill, todos creemos que nuestra asignatura es la más importante! —intervino una potente voz, y Slughorn apareció junto a la profesora Trelawney; con las mejillas coloradas y el sombrero de terciopelo un poco torcido, sostenía un vaso de hidromiel con una mano y un pastelillo de frutos secos en la otra—. ¡Pero creo que jamás he conocido a nadie con semejante talento para las pociones! —afirmó contemplando a Harry con afecto, aunque con los ojos enrojecidos—. Lo suyo es instintivo, ¿me explico? ¡Igual que su madre! Te aseguro, Sybill, que he tenido muy pocos alumnos con tanta habilidad; mira, ni siquiera Severus…—

Y Harry, horrorizado, vio cómo el profesor tendía un brazo hacia atrás y llamaba a Snape, que unos instantes antes no estaba allí.

Draco solamente deseo un poco de licor, porque esta noche realmente no era nada de lo que hubiera pensado.

No.

Todo era mil veces peor.

—¡Alegra esa cara y ven con nosotros, Severus! —exclamó Slughorn, e hipó con regocijo—. ¡Estaba hablando de las extraordinarias dotes de Harry para la elaboración de pociones! ¡Hay que reconocerte parte del mérito, desde luego, porque tú fuiste su maestro durante cinco años! —

Atrapado, con el brazo de Slughorn alrededor de los hombros, Snape miró a Harry entornando los ojos.

Draco vio la molestia en sus ojos, por lo cual solamente vio la gran bola de nieve estar a punto de estrellarse contra ellos.

—Es curioso, pero siempre tuve la impresión de que no conseguiría enseñarle nada a Potter. —

—¡Se trata de una capacidad innata! —graznó Slughorn—. Deberías haber visto lo que me presentó el primer día de clase, ¡el Filtro de Muertos en Vida! Jamás un alumno había obtenido un resultado mejor al primer intento; creo que ni siquiera tú, Severus…—

—¿En serio? —repuso Snape y miró ceñudo a Harry.

Sospechando que algo estaba mal, lo cual, era verdad, todo el talento de Harry era debido a su libro de pociones con anotaciones, por lo cual no era técnicamente su talento y a quien quiere engañar.

Nadie creería que Harry tenía en talento en pociones hasta este año, por mucho que lo amara.

—Recuérdame qué otras asignaturas estudias este año, Harry —pidió Slughorn.

—Defensa Contra las Artes Oscuras, Encantamientos, Transformaciones, Herbología…—

—Resumiendo, todas las requeridas para ser auror —terció Snape sonriendo con sarcasmo.

—Sí, es que eso es lo que quiero ser —replicó Harry, desafiante.

Draco le dio una mirada a su novio, que pareció tragarse un limón regresando a su temperamento controlado gracias a que la apuesta técnicamente terminaba esta noche.

Lo había estado haciendo muy bien, solo tenía que controlarse un poco más para comer el pastel al final.

Ya encontraría algo más para controlarlo después.

—¡Y serás un auror excelente! —opinó Slughorn.

—Mira creo que Blaise y Padma nos están llamando, ya saben, en una fiesta siempre hay dejar que otros disfruten de la presencia del gran Harry Potter—rápidamente salto Draco, sujetando el brazo de su novio, antes de moverlo rápidamente por entre las parejas o personas de la fiesta.

Severus le dio una mirada, pero Draco la ignoro antes de llegar a Blaise y compañía, pensando que cerca de la mesa de comida podrían pasar una noche tranquila.

—Me quiero marchar—comento Draco luego de veinte minutos, cuando otras 5 personas se acercaron emocionados de conocer a Harry Potter.

—Por favor—suplico Harry viéndolo casi esperanzado.

Se vieron un momento, antes de que asintieran y lograran con algo de dificultad escabullirse de los demás, aunque Padma los vio y solamente hizo la vista gorda, ni siquiera lo dudaron cuando fueron a la torre Gryffindor. Draco tenía ya algunas prendas en el baúl de Harry que tomo para lanzarse a la cama de este, Neville que seguía despierto los saludo antes de volverse a su libro y luego Harry lo siguió lanzándose en la cama a su lado.

La noche había sido un caos absoluto.

Mañana empezarían las vacaciones de navidad y por algún motivo, Draco pensaba que sería solamente otro caos peor.

Pero al menos por esa noche, mientras cerraba los ojos al lado de su novio, no pensaría en nada más.

Continuará…

Creo que este podría ser considerado parte de la mitad del libro, lo cual me ha costado un poco más llegar de lo que pensé. Este libro voy escribiendo de manera más tranquila que los otros 5, por lo cual me tomo el tiempo para escribir los capítulos, lo cual es bueno y malo, porque me estresa no poder apurarme, pero luego de 5 libros escrito de forma tan rápida, ocupo descansar en estos libros.

Bueno.

Las cosas nunca son fáciles para nuestro Draquito, me pregunto si algunos ya han averiguado el secreto del "Anthony-falso", pero eso ya lo veremos en el futuro.

Me encanto escribir sobre Michael, sé que muchos no saben que es un sigma, les falta omegaverse en sus vidas.

Ya lo veremos más adelante.

Las vacaciones van a comenzar y algo me dice que Draquito no tendrá ni un momento tranquilo, pero tal vez solo soy pesimista.

¿Qué opinan ustedes?