Soldier Girl!
—¡Anda hermano!
—No.
—¿Por qué no?
—Te digo que ahora mismo estamos algo apurados, Nishikino-san tiene que llegar a casa, sus padres ya están preocupados y yo quedé de llevarla—Dije con toda la seguridad que pude acumular en ese momento. Digamos que mentir, para mí, es algo muy difícil; no se si decir si eso es muy bueno o malo.
Yukiho me miró intensamente, y yo sabía que no podía romper el contacto visual, si no ella se daría cuenta que todo era una vil mentira; algo que por el bien de Maki espero que no pase.
—Seguramente estas mintiendo, así que le preguntaré a Nishikino-chan —Yukiho me pasó de largo, y fue a donde estaba Maki— ¿De verdad mi hermano te está llevando a casa por petición de tus padres, Nishikino-chan? —De repente el tono de mi hermana cambio completamente— ¿O es que estas en una cita y no quieren una tercera rueda? — Ya ahí está ese lado, ahora ella está usando ese "humor" tan peculiar que tiene. Primero dice un comentario completamente fuera de lugar, para decir que no era verdad, una forma muy cuestionable de romper el hielo
Pero la reacción de Maki no fue lo mejor, tal vez por su timidez o incomodidad el comentario su cara se encendió casi del mismo tono del color de su cabello. Y la verdad eso no decía nada, o por lo menos no para una persona que sabe leer correctamente el ambiente, pero tratándose de mi hermana… Eso era prácticamente una declaración de amor.
Dejan explicarme, mi hermana no es precisamente la mejor persona en todo eso que implican las relaciones humanas. No es una chica aislada, al contrario, se lleva bien con muchísima gente, pero digamos que le cuesta algo de trabajo el poder crear algún tipo de relación de amistad con la mayoría de las personas (si no contamos a los niños de preescolar del barrio) incluso creo que su amiga Alisa al principio le tenía un poco de "miedo". Y es que, entre sus comentarios extraños, sus chistes malos y su forma tan ruda de acercarse a los demás; ha provocado más de un malentendido. Como este.
—¡Kya! — Ese grito solo encendió mis alarmas, actualmente esta chica está metida en mangas con temáticas de romance escolar y novelas de el mismo tipo— Con que de eso se trataba — Sin pensarlo mucho, Yukiho tomo de las manos a Maki y con una sonrisa enorme dijo—. Discúlpenme por interrumpirlos, pero tienes todo mi apoyo… Maki-Nee… ¡Ay pero que cosas digo! — Se alejó aun bastante alegre — ¡En fin, los dejo, nos vemos más tarde o mañana Onii-chan!
—¡No! Yukiho Kousaka ¡Ni se te le ocurra decirle nada a mamá y papá! — Aun cuando grité con todas mis fuerzas, seguramente Yukiho me ignoró — Maldición — Suspiré con cansancio, y vi a Maki solo para inclinarme en señal de disculpa—¡Te pido una disculpa por lo que dijo mi hermana, pero no te preocupes en cuanto llegué a casa me encargaré de darle una reprimenda como se debe para aclarar este asunto…! ¿Uh?
No sé en qué momento de mi disculpa fue en el que Maki, la chica que parecía ser tímida estaba intentando aguantar la risa, pero se escapaban algunas carcajadas aun cuando intentaba taparse la boca con una de sus manos. Una vez más, mi corazón comenzó a acelerarse un poco. Algo normal teniendo frente a mí a tremenda belleza.
—P-perdón, no me estoy burlando de tu hermana, es solo que pensé que lo que decían de ella era solo un rumor.
—Tu ¿Conoces a mi hermana?
—Si, ella es muy famosa en la escuela, desde las de primero, hasta nosotras las de tercero.
—Ah ya veo.
—Es muy simpática, pero ya todo el mundo sabe de su poca habilidad para entender el ambiente. Incluso yo, que es la primera vez que hablo con ella— Maki por fin podía controlar con toda su risa—. Así que no seas muy duro con ella ¿Sí?
—Lo tendré en cuenta — En eso recordé lo que me dijo Yukiho, y saqué mi celular, tenía unas cuantas llamadas de mi madre (seguramente me llevaría un buen sermón cuando llegué a casa), sin embargo, había otro mensaje que llamó mi atención, este era de Nozomi: "¿Maki-chan ya está en casa?" ponía.
—P-pero eso que dijo tu hermana, c-creo que…
—Lo siento, Maki-chan pero será mejor que me apresure en llevarte a casa— Guarde mi celular una vez más, era normal que Nozomi estuviera preocupada por su amiga, ya era algo tarde para un chica de prepa—. No quiero tu amiga me haga ponga alguna clase de maldición.
—¿Eh? ¡Si! Si…
—Ah si, perdón por interrumpir ¿Tenias algo que decirme?
—Yo… Si, pero mejor lleguemos a mi casa.
—Está bien.
Así los dos seguimos nuestro camino, aun en silencio, pero ya sin tanta incomodidad en el ambiente. Realmente Maki no vivía tan lejos de mi casa, algo que no me sorprende para nada; después de todo tiene que ir a la escuela. Lo que de verdad me sorprende es que viva en un lugar tan "normal".
Se trataba de un complejo de departamentos bastante normal, eran unos cuatro pisos, siendo el primero unos baños públicos, no era precisamente el lugar donde te imaginarias que vive una chica rica (dicho por Yukiho) como Maki; pero supongo que solo son cosas que los ricos entenderían. Caminamos juntos hasta la entrada del complejo, nada del otro mundo, la recepción donde había unas pocas personas relajándose después de un buen baño nocturno. En la recepción estaba una chica de cabello naranja, ojos carmesíes con cara de aburrida, lucia como de mi edad más o menos.
—Buenas noches, Takami-san— Maki se detuvo a saludar a la chica.
—Buenas noches, Maki-chan— Contestó con tono desganado.
—¿Hoy te tocó atender la recepción?
—Si, mi tía salió a una de esas fiestas para encontrar pareja… Ojalá ya encuentre un marido para que deje de usarme como su empleada— La chica levanto los brazos, como para gritarle al universo—¡No me molestaría si tan solo me pagara o algo así! Ah… Gracias por siempre escuchar mis quejas, Maki-chan.
—No te preocupes, nunca me canso de escucharlas — A diferencia de las pocas palabras que llegamos a intercambiar de camino acá, era muy curioso verla hablar con tanta tranquilidad—. Pero tengo un favor que pedirte.
—¿Eh? ¿Un favor? Que raro, eres de las pocas inquilinas que casi nunca pide nada… Pero bueno ¿Qué es lo que pasa?
—Bueno, solo necesito unos minutos, yo… bueno… —Pese a que yo solo estaba viendo la espalda de Maki, vi como esta se movía con cierta incomodidad al mismo tiempo que me percaté de un pequeño color carmesí en las orejas de la pelirroja—. Ya… sabes…
—¿Uh?
Maki se movió un poco, dejando que la recepcionista me viera. Al principio parecía estar confundida pero pronto sus ojos brillaron y todo atisbo de aburrimiento desapareció de su cara.
—¡Ah! Con que de eso se trata, claro, claro que no hay problemas Maki-chan—Dijo la chica bastante alegre—. Sin embargo, ya conoces las reglas, solo puede pasar… Unos veinte minutos, es lo que queda antes del toque de queda.
—Si, entendido.
—¿Eh? ¿Quieres que pase, pero si pensé que solo tenia que traerte a casa?
—Es que aún me queda contarte algo.
—¿Algo más? — Por dentro me estaba maldiciendo por a ver aceptado, ahora resulta que hay más cosas por hacer.
—Si, es algo muy importante.
—Bueno… De todos modos, ya acepté.
Fue lo único que dijimos, con todo y la cara llena alegre de la recepcionista. Solo me limité a seguir a Maki por el pequeño elevador, donde subimos hasta el tercer piso y entramos en la penúltima puerta de esa planta. El cuarto no era nada del otro mundo, era un cuarto para soltero cualquiera: Una cama individual, un pequeño escritorio, una cocina con nada más que lo básico y una sala de estar.
—Así que Maki-chan vive sola… Bueno ahí esta el por que no vive en una mansión tan grande como disneyland.
—Con permiso — Dije al entrar
—Por favor, siéntate donde gustes.
—Si, muchas gracias — Me senté en la pequeña mesita que estaba en la sala de estar. Considerando el espacio, esta mesa seguramente también la usa como una clase de comedor y bueno, seguramente solo ella la usa así que es más que suficiente.
Más pronto que tarde, Maki tomó asiento frente a mí, y de una forma algo brusca puso una Coca-cola frente a mí. Algo poco común pero que agradecida (si, uno de mis grandes vicios es esta bebida llena de azúcar).
—Gracias— Abrí el refresco, y antes de darle un trago—¿Entonces que es eso de lo que me querías hablar? — Rápidamente Maki se volvió a tensar y mantuvo contacto visual… Con el piso
—Yo… Lo que quería decirte, Kousaka-san es…
Y esa fue la única frase que dijo Maki en unos minutos, yo no la interrumpí, era normal entre la gente que le cuesta comunicarse el tardarse en decir lo que tiene en mente. Podría aprovechar ese tiempo en pensar en la tarea que tenia que entregar para la clase de composición de la próxima semana.
—Por… Favor
—¿Uh?
—Se... mi… novio— Yo no entendía que era lo que estaba diciendo.
—Disculpa, Maki-chan ¿Decías algo?
—¡Por favor se mi novio!
