He vuelto con el segundo capítulo. Antes olvidé mencionar que para esta historia me inspiré un poco en la película de "Una esposa de mentira" ("Just Go With It" en Estados Unidos y "Sígueme el rollo" en España). No es como tal lo mismo que en la película pero si me sirvió de inspiración n_n

Ahora les respondo:

Mortos: Gracias por dejar tu review y me gustan mucho los personajes de Asuka y Maria, que lástima que no se hable mucho de ellas u_u Te mando saludos y un fuerte abrazo! gracias por leerme.

Manu: Leeré la historia que me recomiendas n_n y opino lo mismo de Athena creo que deberían darle más protagonismo (se lo merece). En cuanto a juegos si he jugado esos que mencionas… ah y el K x Kula aún no se me ocurre una buena historia en la que pueda añadir ese ship, pero me pondré manos a la obra :3 Saludos y gracias por leerme!

XoXo


La noche de la boda del hermano de Asuka había llegado.

Kyo pasó por Athena a su casa y los dos se dirigieron al salón de eventos en su auto.

Recorrieron varias cuadras hasta que finalmente llegaron al lugar; apenas bajaron del auto Athena se adelantó buscando emocionada a sus dos amigas. Al verlas dentro no dudó en acercarse a ellas, Kyo caminaba detrás intentando seguirle el paso.

—Asuka, Maria, ¿cómo están? —se aproximó a ellas y las abrazó casi colgándose de su cuello.

—Athena que bueno que llegaste —comentó feliz su amiga castaña.

—Si, justo de ti estábamos hablando, nos hacías falta —complementó la rubia.

Los ojos de las dos chicas se centraron ahora en el acompañante de Athena.

—Oh, hola Kyo, es un gusto verte de nuevo —lo saludó Asuka sonriendo.

—Si, un gusto verlas también —respondió él con una sonrisa.

Mientras ellos hablaban, el hermano de Asuka se acercó junto con su ahora esposa. Él vestía muy elegante su traje negro y la mujer iba con un vestido de novia corte sirena, los dos llegaron a saludar a los recién llegados.

—Hola, ¿cómo estás Athena?, tenía mucho sin verte —saludo el hombre mientras su mujer sonreía cordialmente.

—Hola Anthony, muchas gracias por la invitación a tu boda —respondió Athena el saludo.

—Oh y ¿quien es el chico?, ¿tu novio? —la miró de forma divertida.

Athena y Kyo no pudieron evitar sonrojarse.

—Ah, n-no, él…

Kyo la interrumpió.

—Si, soy el novio de esta preciosa chica —la abrazó por la cintura y la atrajo más hacia él.

—¡¿Ehhhh?! —las dos amigas de Athena estaban sorprendidas por esa revelación, ellas en ningún momento se habían enterado de eso.

Athena no pudo evitar sonrojarse más, pero no tuvo el valor de negar las palabras de Kyo.

—Pues es un gusto conocerte, mi nombre es Anthony y mi esposa se llama Lucy —se presentó.

La mujer hizo una reverencia mostrando educación y Kyo le devolvió el gesto.

—Un gusto conocerlos a los dos, yo soy Kyo Kusanagi —dijo él.

—El gusto es mío, ¿les parece si nos acompañan en nuestra mesa? —ofreció Anthony.

Todos estuvieron de acuerdo y fueron guiados por el hombre y su mujer hacia la mesa de invitados de honor.

Athena se quedó con Kyo atrás del resto mientras pensaba cómo cuestionarle esa repentina invención de que ellos eran novios.

—Psst… Kyo, ¿de dónde sacas tú que somos novios? Eso no era necesario —susurraba.

—Jeje perdón, me pareció divertido seguirle el juego… además, probablemente esta sea la última vez que pueda bromear así contigo —sonrió con algo de nostalgia, aún así, intentó disimular esa sensación —Anda, no seas tan tímida, hay que divertirnos esta noche.

Athena solo pudo sonrojarse aún más por la manera en la que Kyo se estaba comportando, no se esperaba que él actuara así. Aunque, ahora que lo pensaba él tenía razón; estaba a punto de comprometerse así que la manera en la que jugaban y se divertían juntos cambiaría drásticamente. Él empezaría a enfocarse totalmente en su relación y tal vez en iniciar una familia, ya nada sería igual.

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Minutos después.


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Mientras estaban juntos en la mesa todo era plática y risas. El ambiente era ameno y tanto los invitados como los anfitriones de la celebración compartían una deliciosa cena.

Entre la conversación, repentinamente la mujer de Anthony hizo una pregunta…

—Y cuéntenme chicos, ¿ustedes cómo se enamoraron? —su mirada se dirigió hacia Athena y Kyo; Lucy realmente pensaba que ellos dos hacían una hermosa pareja.

Los dos sintieron un calor subir a su rostro por la pregunta. Asuka y María también estaban esperando una respuesta, más aún después de haberse enterado de que eran novios aún cuando ellas no lo sabían.

—Ah, este… —balbuceaba Athena —Lo-los torneos nos unieron jeje…

Ella no sabía bien que decir y Kyo estaba igual, pero él era bueno para improvisar así que ya estaba maquinando en su mente una respuesta más adecuada.

—Oh vamos… quiero escuchar la historia, tú primero Kyo-san, cuéntanos cómo te enamoraste de Athena —pidió Lucy mientras los miraba enternecida.

Kyo tomó la mano de Athena mientras se preparaba para hablar.

—Jeje bueno, primero que nada, me atrapó su corazón bondadoso… ese positivismo que suele motivar a los demás, especialmente a mi… —continuó reflexionando mientras Lucy prestaba atención a lo que expresaba —También me gusta saber que siempre puedo contar con ella, no importa cuál sea la situación… —esta vez volteó a ver a Athena, sus miradas se cruzaron haciendo que los dos sintieran un pequeño escalofrío y un desfile de mariposas revoloteando en su estómago.

Athena sentía como sus mejillas se ponían calientes como si las flamas de Kyo la estuvieran consumiendo lentamente con su ardiente calor.

—Es muy especial… solo con ella puedo ser yo mismo… —hizo una pequeña pausa mientras sentía como esas palabras salían desde lo más profundo de su corazón, estaba siendo sincero —Si me llegase a faltar yo no sé lo que haría.

Las miradas de los dos estaban conectadas, Athena no sabía si lo que Kyo estaba diciendo era la verdad o sólo intentaba seguir el "juego" en el que estaban, pero esos ojos no podían mentirle.

Los demás presentes en la mesa observaron la sinceridad con la que Kyo decía esas palabras, también era inevitable notar como se miraban los dos. El amor y la complicidad en sus ojos era más que evidente.

—Wow… que hermoso —expresó Lucy haciendo que los dos muchachos salieran de su trance.

Los dos se sonrojaron aún más al darse cuenta de todo el tiempo que estuvieron mirándose a los ojos, como si quisieran perderse en ellos.

—Ahora tú Athena, cuéntame cómo te enamoraste de Kyo —pidió ahora Lucy.

Athena se puso muy nerviosa cuando escuchó esa petición, pero después lo pensó y se dio cuenta de que solo necesitaba ser sincera, después de todo ella siempre había sentido algo por Kyo.

—… ¿por dónde empezar? —hizo una pausa tratando de acomodar en su mente lo que su corazón ya tenía por hecho —Todo empezó siendo una profunda admiración, desde que lo vi en el torneo de KOF solo sabía que necesitaba conocerlo mejor y aprender de él… —volvió a quedarse en silencio mientras volteaba a ver a Kyo, él también estaba muy atento a lo que ella decía.

Athena empezó a sentir como sus manos temblaban, prácticamente estaba confesando sus sentimientos en un momento como este, aún así, decidió continuar.

—Con el tiempo me di cuenta de la gran persona que era aparte del mundo de las peleas; su gran corazón, su perseverancia, su vibrante personalidad… sin darme cuenta me había enamorado como nunca antes creí hacerlo… además es alguien en quien sé que puedo confiar… me hace ser mejor cada vez, sólo sé que quiero que siga estando en mi vida… —terminó de confesar todo eso con un rubor más notorio.

Kyo no podía dejar de mirar esos ojos y preguntarse si ella estaría hablando en serio, cuando ella mentía se le notaba, pero esta vez sentía que estaba siendo sincera… su corazón latía con fuerza y luchaba demasiado por contener ese cosquilleo en su estómago que lo hacía sentir extraño.

—¡Que hermoso! —exclamó Lucy sacando a los dos del trance una vez más.

Las dos amigas de Athena también estaban emocionadas por las confesiones que los dos hicieron, aunque no dejaban de preguntarse ¿desde cuando esos dos se habían hecho novios?.

—Pues felicidades a los dos por su bonita relación, ya me imagino que en un futuro sean ustedes quienes nos inviten a su boda jeje —bromeó un poco Anthony.

Kyo y Athena sintieron un pequeño golpe en su corazón al escuchar esas palabras. Eso jamás iba a pasar, pues Kyo estaba a punto de comprometerse con Yuki.

Mientras todos seguían conversando, la organizadora de la boda se acercó a Anthony y le susurró algo al oído.

— …

—¿Qué?, ¿no llegaron los músicos? —preguntó Anthony preocupado —Demonios y ahora… ¿cómo le hacemos para sustituir su presentación?.

Tanto el hombre como la organizadora estaban intentando maquinar una buena idea para suplir la falta de los músicos que habían quedado mal. Entonces fue que a Anthony se le ocurrió una maravillosa idea.

—¡Ya sé!, Athena, Kyo… ¿ustedes podrían luchar en un combate como espectáculo especial de la noche? —los miró suplicante.

—¿E-espectáculo de la noche? —murmuró Athena nerviosa.

—Jeje espera Anthony, ¿no crees que un combate de artes marciales es demasiado para una boda? —preguntó ahora Kyo.

—No, para nada, sería emocionante, veamos ¿QUÉ PIENSA EL PÚBLICO? ¿LES GUSTARÍA VER UNA BATALLA ENTRE ESTOS DOS JOVENES? —gritó Anthony para que todos pudieran escucharlo.

Todos los presentes empezaron a aplaudir y responder "¡SIIII!" Realmente ansiaban ver un buen espectáculo. Lucy también aplaudía emocionada pues nunca antes había visto una pelea de artes marciales.

—¿Lo ven? Ansían ver un enfrentamiento entre ustedes, ¿que dicen? ¿Participan?.

Kyo miró a Athena y no pudo evitar sonreír intentando transmitirle seguridad.

—¿Qué dices?, Athena, ¿nos hacemos cargo del espectáculo de esta noche? —le ofreció su mano.

Athena tomó la mano de Kyo y también sonrió dedicándole una mirada decidida.

—Está bien, hagámoslo Kyo.

Anthony aplaudió emocionado al ver la buena actitud de los dos. Sin esperar más prepararon el gran escenario para que los dos jovenes pudieran hacer su presentación lo mejor posible.

Unos minutos después, todo estaba listo.

—Bien, queridos invitados —hablaba Anthony por el micrófono para presentar el espectáculo próximo a realizarse —Me complace informales que presenciaremos un combate de artes marciales entre dos de los mejores peleadores: Athena Asamiya y Kyo Kusanagi.

Todos los invitados empezaron a aplaudir mientras Kyo y Athena hacían acto de presencia en el escenario saludando cordialmente a todos mientras sonreían.

—Sin más que decir, lo dejó en sus manos chicos —el hombre les guiñó él ojo a los dos al mismo tiempo que bajaba del escenario.

Todos los animaban con sus aplausos y sus sonrisas emocionadas. Athena y Kyo se miraron de forma retadora antes de empezar.

—No te contengas —le dijo Athena a Kyo mientras se ponía en posición de combate.

—No lo haré, demuéstrame lo que tienes —sonrió él y después imitó su gesto.

La organizadora del evento notó que los dos ya estaban listos y decidió empezar con el espectáculo.

—¿Están listos?, entonces … ¡ADELANTE! —les dio la indicación y empezó a bajar apresuradamente del escenario.

Entonces la batalla empezó.

Athena y Kyo corrieron el uno hacia el otro.

Al momento que el castaño quiso acertar el primer golpe en ella, la psíquica usó su teletransportación para desaparecer de su vista, Kyo se dio la vuelta rápidamente esperando encontrarse con la chica pero no la observó hasta que una patada proveniente de los aires lo hizo actuar rápido y bloquearla con sus brazos.

—Demasiado cerca —se quejó quedito mientras seguía combatiendo.

Ambos continuaron intercambiando golpes que eran desviados rápidamente por sus manos. De un momento a otro Kyo dio una vuelta creando una serpiente de fuego que al momento que Athena quiso bloquearla con sus manos solo provocó que se quemara con ese ardiente calor.

—¡Ah! … —sacudió un poco sus manos mientras retrocedía.

—Heheh ¿qué pasó? Athena… ¿te rindes? —intentó provocarla.

Athena hizo un pequeño puchero al escuchar ese comentario. Después saltó por los aires bajando en forma de una esfera de energía que acertó en el cuerpo de Kyo.

—¡Phoenix Arrow! —exclamó Athena mientras continuaba golpeando a Kyo con su energía y una vez cayendo al suelo soltó una patada que también acertó en el cuerpo del castaño.

—¡Oh no! —Kyo intentó bloquearlo pero fue demasiado tarde y ese ataque lo embistió de lleno.

El joven cayó por unos segundos pero se incorporó rápidamente, después se acercó a ella iniciando un combo de golpes con fuego en sus manos.

Athena logró bloquear el ataque pero debido a la fuerza con la que era embestida no pudo evitar perder un poco el equilibrio, Kyo aprovechó ese momento para rodearla con sus brazos dejándola acorralada.

—Te atrapé —se burló un poco.

Athena no respondió nada, sólo lo miró con una sonrisa divertida mientras empezaba a desaparecer de su vista teletransportándose una vez más.

Kyo no pudo evitar sonreír al pensar cómo pudo pasar por alto que ella haría algo así.

Los dos se estaban divirtiendo al enfrentarse en ese combate amistoso, por un instante olvidaron el lugar en el que se encontraban y sólo se dedicaron a disfrutar ese momento.

Algunos minutos después los dos ya estaban cansados, tenían poca energía debido al esfuerzo y el momento de finalizar ese combate había llegado.

Los dos estaban frente a frente y Athena intentó teletransportarse una vez más hacia el otro lado, pero un mal cálculo en su movimiento hizo que Kyo la embistiera en el momento exacto impidiendo que lograra su cometido y empezó una serie de golpes acertando en el cuerpo de la joven. Finalmente hizo un último ataque creando una serpiente de fuego con sus manos que la lanzó lejos impidiendo que pudiese continuar.

Athena no hizo el esfuerzo de incorporarse de nuevo dando a entender que no podía seguir, entonces la organizadora tomó el micrófono para anunciar el ganador.

—¡El ganador de este combate es Kyo Kusanagi! —exclamó por el micrófono.

Todos los presentes aplaudían mientras Kyo caminaba hacia Athena y al llegar con ella la tomó entre sus brazos. Athena se sonrojo al sentir como Kyo la cargaba y solo atinó a sonreírle mientras lo abrazaba.

—Estuviste increíble/ Estuviste maravillosa —los dos murmuraron al mismo tiempo dando lugar a un enorme sonrojo al sentir que sus palabras se cruzaban.

Sus miradas también se encontraron sintiendo la emoción del momento. Kyo empezó a bajar del escenario con Athena entre sus brazos mientras ella intentaba poner en orden sus sentimientos que estaban demasiado confusos.

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Algunas horas más tarde la celebración de la boda había terminado y Kyo pasaba a dejar a Athena de regreso a su casa.

—Y cuando me acorralaste realmente creí que todo había terminado para mi —bromeaba Athena mientras Kyo conducía hacia su hogar.

—Yo también, creí que te tenía.

Los dos se reían recordando esos momentos.

—Oye Athena…

—¿Si?.

—Lo que dijiste cuando estábamos en la mesa con Lucy y Anthony… ¿era cierto?.

Athena no pudo evitar sonrojarse en sobremanera, esa pregunta la había tomado completamente desprevenida, ¿debería decirle la verdad?.

—Ah… Kyo… y-yo la verdad…

Mientras ella se debatía internamente si decirlo o no los dos llegaron a la casa. Kyo estacionó el auto mientras esperaba la respuesta de ella.

—Bueno… en realidad s-si, era cierto… —se cubrió la boca con su mano al sentirse prisionera de una fuerte vergüenza.

Kyo sintió como su corazón daba un vuelco al enterarse de eso pues no sabía que ella tenía ese concepto de él.

—Lo que yo dije también es real… sólo quiero que lo sepas —le confesó él.

Athena tenía su rostro totalmente ruborizado, ni siquiera podía reaccionar.

Kyo bajó del auto y se aproximó a abrirle la puerta. Una vez hecho esto ella también bajó.

Al estar cerca de la puerta de su casa Athena recordó que había algo que debía decirle a Kyo, así que sin más preámbulos, decidió soltarle esa noticia.

—… Kyo, yo necesito comentarte algo.

—¿Ah si?, dime, te escucho.

Athena bajó la mirada empezando a sentirse triste, no sabía cómo empezar a contarle eso a su amigo.

—Hace unos días tuve una reunión con el dueño de una importante productora musical y en pocas palabras… me ofreció un contrato para trabajar con él…

—¿Ajá?.

—El caso es que… debo irme a los Estados Unidos… al menos durante un año.

Al confesar eso ella volvió a mirar a Kyo a los ojos, notó el dolor en ellos… no quería que él se sintiera así, pero esta era una oportunidad muy buena para su carrera y además ahora que Kyo iba a casarse ya no podrían pasar tanto tiempo juntos como antes, no tenía mucho caso quedarse.

—Entonces… ¿te irás? —el dolor en su voz era notable.

—Es probable… me dio dos semanas para pensarlo y sólo me queda una, la próxima semana nos veremos para hablarlo.

Kyo ya no comentó nada, su mirada estaba apuntando hacia abajo con tristeza pues no podía imaginarse estar tanto tiempo sin ella.

—Al final, tal vez me decida por aceptar la oferta… si es así, es probable que no asista a tu boda, pero les dejaré un regalo de mi parte —sus ojos se llenaban de lágrimas que intentaba reprimir.

—No sé qué decir Athena… ¿qué voy a hacer yo sin ti? —la tomó de la mano como si con ello pudiese transmitirle sus sentimientos.

—Pronto te casarás, así que tendrás mucho que hacer, incluso si me quedara ya no nos veríamos tan seguido —sonrió con tristeza —No puedo desaprovechar esta oportunidad Kyo…

El castaño se quedó reflexionándolo, le dolía pero en cierta parte ella tenía razón, después de ese matrimonio sería más difícil verse y tampoco podría salir con libertad a los entrenamientos. Tanto Athena como Benimaru tenían razón, se estaba dejando guiar por su impulsividad al comprometerse.

—Entiendo… —fue lo único que se atrevió a decir Kyo.

Los dos se quedaron en silencio por largos segundos hasta que Kyo volvió a hablar…

—¿Sabes?, la pasé muy bien hoy contigo… realmente disfruto cada vez que estamos juntos —confesó con sinceridad.

Athena se sonrojó y no comentó nada, no sabía que decir y aparte su voz le fallaba. Kyo la abrazo y los dos sintieron como empezaba a latir su corazón con fuerza.

—Eres lo más importante que tengo —volvió a expresar Kyo.

—Tú también Kyo, eres lo más importante de mi vida… lo bueno es que seguiremos en contacto.

— …

Eso no era suficiente y los dos lo sabían, les dolía pensar en una despedida pero después de todo, con o sin despedida las cosas cambiarían desde el momento en que Kyo se casara con Yuki.

—Debo entrar ya, hace un poco de frío jeje.

—… Tienes razón.

Los dos dejaron de abrazarse y Athena se aproximó a abrir la puerta de su casa. Volteó una última vez para ver a Kyo antes de entrar.

El muchacho se debatía seriamente entre hacer o no hacer algo que le carcomía la mente de tanto pensarlo.

—Entonces, nos vem…hmpfff…

Y sin más, lo hizo, le plantó un beso en los labios a Athena silenciando sus palabras. Quería hacerlo, simplemente era algo que siempre deseó y que lo había reprimido por mucho tiempo, intentando disfrazar de amistad esos sentimientos que lo enloquecían pero ahora que estuvo a punto de perderla se dio cuenta de que sin ella no podría seguir…

Athena se quedó paralizada al sentir los labios de Kyo sobre los suyos, no podía negar que una parte de ella lo estaba disfrutando pero otra parte sabía que estaba mal.

Ella lo empujó sin usar tanta fuerza, pero fue lo suficiente para hacer que él dejara de besarla.

—N-no, Kyo… así no.

El castaño entró en razón y se dio cuenta de que había cometido un error… se sentía avergonzado, no podía pensar en nada que no fuera desaparecer de ahí en ese mismo instante.

—Perdón Athena… yo… perdón —bajó la mirada y no pudo soportarlo mas. Se alejó rápidamente y se subió al auto.

Athena lo vio retirarse mientras muchos pensamientos la atormentaban en ese momento, no tuvo de otra que entrar a la casa y cerrar la puerta para descansar y consultar sus preocupaciones con la almohada.

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continuará ...